La enredadera ataca de nuevo

Se fue el agua en mi casa. En la noche comenzó a caer un chorrito de agua, así que supuse que todo estaría bien hoy; pero no fue así.

El agua está cayendo, sólo que no tiene suficiente presión para llegar al tinaco. Así que en la mañana fui a conectar la cisterna para que se llene el tinaco, y dejar que el agua de la calle caiga en la cisterna.

Cuando llegué a la bomba, vi que la enredadera maldita está atacando de nuevo:

La enredadera ataca de nuevo

La enredadera ataca de nuevo

Se hace más lista como pueden ver; ahora disfraza sus avances con una rosa al frente de las tropas, sabiendo que no voy a quitar una rosa tan padre. Pero no me engaña; en cuanto se caigan los pétalos de la rosa, la enredadera se va.

Tipo de sangre

Estaba viendo el último episodio de Lost, en donde muere Boone, y hay todo un drama porque no saben su tipo de sangre, y de hecho casi nadie sabe su tipo de sangre.

Entonces me acerqué a mi madre y le pregunté “oiga jefa, usté que me cuidó de chiquito, dígame, ¿cuál es mi tipo de sangre?”. Y mi mamá respondió “no tengo idea”… a lo cual añadió “si tú no sabes yo por qué”.

Al ver mi escandalizada cara me dijo: “es que tú nunca te enfermabas, entonces no me aprendí tu tipo”. Pero después de pensar un momento agregó: “pero ahora que lo pienso, tu hermano se enfermaba a cada rato, y de él tampoco tengo idea de su tipo de sangre”.

Por suerte doné sangre el año pasado. Según los resultados, mi “grupo sanguíneo” es 0 RH Positivo. Eso es un “cero” no una “O”. Supongo que será útil saberlo.

O no.

Muchos sentados, muchos parados

Mi mamá salió entrevistada en la revista Siempre!, y me mandó a comprar el número.

Mamá en Siempre!

Mamá en Siempre!

Fui y regresé en microbús, por supuesto, ya que mi carro está en reparación por mi accidente del jueves. En el micro de regreso, vi un letrerito que me mató de la risa:

Muchos sentados, muchos parados

Muchos sentados, muchos parados

En algo que no tiene nada que ver, Drivel 2.0.2 salió (vi al autor anunciarlo en su blog), así que copié mi ebuild de la versión 2.0.1, le cambié el nombre a 2.0.2, y funcionó sin broncas. Y por fin funciona el diálogo para insertar imágenes. Sigue sin tener buenos atajos, y sin tags personalizados, pero ya me he acostumbrado a publicar entradas con este software.

Background Changer

Me gusta mi Background Changer. Además, parece que los de Gnome entendieron que andar guardando imágenes de millones de pixeles no es inteligente, y si una imagen es añadida a la lista de backgrounds a través de GConf entonces no la guarda permanentemente. Así que mi uso de memoria está en lo razonable todavía.

Como sea, el cron funciona perfectamente y cada hora una nueva reinita aparece en el fondo de mi escritorio. Como sea, a veces la reinita en cuestión no es de mi total agrado, y decidí que si quiero cambiar de background utilizando la infraestructura que ya creé, entonces no quiero hacerlo a través de una terminal.

Así que escribí un applet de Gnome para mi panel, y ahora con un solo click mi background cambia ante mí. El necesario screenshot:

Background Changer

Background Changer

El icono y la imagen que aparecen cuando se da click en el applet es el ombliguito de Britney.

El Choque De La Glorieta De Insurgentes

Digamos que el fin de semana no empezó bien.

El jueves fui a inscribirme al IIMAS, a comer en la Facultad con Enrique y a cobrar mi último cheque de la UNAM (y el último dinero que recibiré hasta que alguien me beque). Después fui al departamento de Juan para otra tarde de animé… sólo que hubo errores de comunicación y Juan se fue a ver Ong Bak y Batman Begins. Así que Omar y yo (y Juan Manuel que nos abrió la puerta del departamento) vimos Four Rooms y tantito de Barbarella (la verdad no creo que pudiéramos ver más… bueno, yo sí, si se le seguían transparentando los pezones a Jane Fonda).

Después fuimos a comer tacos y a platicar, y decidimos ir a dejar a Omar a su casa porque ya era tarde. Agarramos Insurgentes, que desde que abrieron el Metrobus está mucho más fluido, y todo iba bien hasta que llegamos a la Glorieta de Insurgentes.

Nadie iba terriblemente rápido; al menos yo no iba terriblemente rápido, y por lo que alcancé a apreciar, tampoco los carros adelante de mí. Llovía, y hay mucha gente que se queja, pero aquí en el DF la gente sí sabe manejar, y eso incluye bajar la velocidad cuando está lloviendo. Al irnos acercando a la glorieta, todos los carros adelante de mí comenzaron a invadir el carril del Metrobus; yo lo hice también, porque había un camión estacionado en la esquina inmediata anterior a la glorieta, y porque había un charco tamaño Lago de Texococo en los otros dos carriles. Pudimos invadir el carril del Metrobus porque ahí no hay acotamiento; pero en la glorieta hay unos bloques de concreto que la hacen de ídem.

Los carros entonces íbamos en fila india, que es otra regla cuando llueve: sigue al de adelante. Yo comencé a cambiarme al carril que no es del Metrobus (o sea me hice a la derecha), porque era obvio que no había que seguir ahí si ya no había charco; pero el que iba adelante de mí le gustó ese carril para andar por él, y tardó mucho en darse cuenta de la existencia de los bloques de concreto, así que de repente se metió delante de mí, reduciendo su velocidad a casi cero.

Por supuesto yo soy un conductor responsable, así que había dejado el necesario espacio de seguridad entre mi carro y el de adelante, y pude frenar a tiempo (aunque me costó; estaba lloviendo y sí derraparon las llantas como 20 centímetros de pavimento). Estaba felicitándome de mis rápidos reflejos, cuando el indeseado tunk de un carro impactándose contra el mío se oyó y se sintió. Fue un buen madrazo; movió otros 30 centímetros el carro, a pesar de que seguía pisando el freno.

Les pregunté a Juan y a Omar si estaban bien, y procedí a estacionar el carro. Las golpeadoras eran siete chavas que estaban asardinadas en un Ford Fiesta, y también estaban bien (quiero decir que no se lastimaron… un par estaban guapetonas). Al Ford Fiesta no le había pasado nada.

Cuando vi mi carro, sin embargo, descubrí que el mío sí había sufrido daños considerables:

Mi carro, madreado

Mi carro, madreado

Mi carro, madreado

Mi carro, madreado

La chavita que iba manejando preguntó si así lo dejábamos. Ella no había visto el daño en mi carro, así que se lo mostré y le dije que había que llamar a los seguros, cosa que hicimos. Al momento de anotar el número del siniestro, resultó que Juan tenía pluma pero no papel, así que lo anotó en su mano. Como se andaba borrando de su mano también, le tomamos una foto.

Número de siniestro

Número de siniestro

En los cuarenta minutos que esperamos, tomé varias fotos de los carros y metrobuses pasando. Me gustó particularmente esta:

Metrobus

Metrobus

Mientras esperábamos, estábamos Juan y yo (Omar se fue porque le cerrraban el metro), y las chavitas en su grupo. Siendo como somos Juan y yo, no tratamos de ligárnoslas (y creo que fuimos los únicos; un policía, el de la aseguradora e incluso dos güeyes que se pararon a preguntar por un antro lo intentaron).

Pero le pregunté a la que iba conduciendo si me dejaba tomarle una foto a su carro. Creo que en ese momento se empezaron a asustar con nosotros, pero no me importó y le tomé una foto a su Ford Fiesta del lado del madrazo; al maldito carro no le pasó nada.

Ford Fiesta

Ford Fiesta

Resultó que las chavitas y yo tenemos el mismo seguro (ING), así que fue un único ajustador (¿por qué no hay reinitas ajustadoras?) El tipo nos hizo movernos (a petición de una patrulla que llegó a chismear), tomó fotos, declaraciones, y se encerró a “deliberar”.

Sólo que yo noté algo; la chavita que declaró como si ella hubiera manejado, no era la que estaba manejando al momento del accidente. Lo cual habría podido yo usar si se ponía feo el asunto; pero no se puso. El ajustador nos llamó y nos dijo “En los siniestros siempre hay que asignar responsabilidades. Eso de que «el que pega paga» es un invento.” En ese momento pensé yo “Ya valió madre. Éste güey le hizo caso a los ojitos de la reinita y me va a echar la culpa a mí”.

Pero el tipo siguió: “En este caso, según el reglamento, hay que dejar un espacio respecto al carro de adelante para tener espacio de maniobra en situaciones imprevistas. Así que la responsabilidad es del Fiesta.” Yo pensé que entonces era el que pega paga, pero no dije nada. La chavita estuvo de acuerdo, nos dio nuestras hojas de servicio y nos fuimos. Pero sí le dije a la chavita que nos debían una por no decir nada de quién iba manejando.

A consecuencia del golpe, mi cajuela no cerraba, así que fue rebotando todo el camino al depa de Juan, y después hasta mi casa. Saqué mi herramienta, mi llanta de repuesto, y en general vacié la cajuela antes de dejar el carro (con la cajuela abierta) para que pasara la noche.

Ya dentro de mi casa, levanté el teléfono: le había estado tratando de llamar a mi mamá para decirle que iba a llegar tarde, pero sonaba ocupado. Al levantar el teléfono escuché sólo ruidos extraños.

Aprovechando mi diseño modular, desconecté la caja que lleva la señal DSL y vi, con horror, que así sí servía la línea. Así que ahora sí era el cable de teléfono.

Esto era alrededor de la 1:30 de la mañana, yo cansado y estresado del accidente. Pero no teléfono en mi cuarto implicaba no internet, así que me subí las mangas y me puse a limpiar el cable de la enredadera y de la lluvia (lo cual implicó varios minutos colgado del techo de mi casa).

Cerca de las 3 de la mañana ya había terminado, conecté todo, descolgué el teléfono y… no funcionó.

Carajo.

Me dormí mandando todo al yeye, y en la mañana vi Gilmore Girls, y después fui a comprar cable telefónico de 2 hilos para exteriores a la ferretería. En la ferretería se dio el siguiente diálogo:

Yo: ¿Cuánto cuesta el metro de cable telefónico de dos hilos para exteriores?
Empleado (mientras revisaba): Mmmh. 2.20 pesos el metro.
Yo: Deme 40 metros de cable telefónico de dos hilos para exteriores. Y el cutter grandote.

Armado de tan modernas herramientas, volví a tender el cable que conecta a la sala (y línea principal) a mi cuarto (y módem DSL), uniendo con cinchos de plástico Truper el cable de teléfono al de cablevisión (que ya ni sirve porque no tengo tele en mi cuarto, pero está bien pegado a la pared), y reconecté todo. Aleluya aleluya alabado sea el señor, todo regresó a la normalidad.

Y me sobraron 35 metros de cable telefónico de dos hilos para exteriores en caso de que tenga que hacer lo mismo 7 veces más.

Cable nuevo

Cable nuevo

Después fui a dejar mi carro a la agencia, que por suerte está a diez minutos a pie de mi casa. Dos semanas voy a estar sin carro, por el chiste de las nenas estas que no saben guardar su distancia.

Pero bueno; pudo salir mucho peor. Nadie salió herido, y al menos yo no tuve que pagar nada.

Ahora sólo me gustaría que dejara de dolerme el cuello.

La enredadera

Hoy al medio día salí a fotografiar una rosa particularmente frondosa en el jardín de mi mamá:

Rosa de verano

Rosa de verano

Después de tan agotadora tarea, regresaba a mi encierro frente a la computadora, cuando noté el cable del teléfono, el que lleva la señal DSL a mi cuarto desde la sala:

Enredadera

Enredadera

La maldita enredadera que ya he comentado en otras ocasiones ha vuelto a crecer alrededor del cable.

Ahora ya sé que en sí la enredadera no hace nada; no creo que cause mayores problemas. Pero aún así me impresiona; el arbusto del que sale la enredadera casi lo reduje a un tronquito la última vez que limpié el cable. Qué tenacidad.

War of the Worlds

El miércoles pasado fui a ver War of the Worlds con Enrique.

War of the Worlds

War of the Worlds

Originalmente la idea era ir con Omar, Paola, Juanjo, Citlali y Enrique; pero sólo Enrique recibió la notificación (Citla también, sólo que tenía chamba).

Me gustó mucho la película; y me hizo replantear mi apreciación de la novela. Voy a suponer que todo mundo leyó ya la novela, así que si no quieren “arruinar” el final, no sigan leyendo.

Cuando leí la novela debí ser adolescente; no recuerdo la fecha exactamente, pero creo que fue alrededor de la época en que leí por primera vez Starship Troopers. Recuerdo claramente que el final se me hizo chafísima. Para mí la idea de combatir a los extraterrestres era mucho más interesante que la de que se murieran por un catarro mal atendido.

Mucho tenía que ver, supongo, que las armas de los extraterrestres se me hacían bien mensas. Yo crecí dando por hechas no sólo las armas químicas y atómicas, sino además pensando que en cualquier momento habría lásers, armas de plasma y cosas por el estilo. Entonces los atacantes extraterrestres se me figuraban bastante inocentes, y el combatirlos se me hacía la opción interesante; de hecho llegué a pensar que a H. G. Wells le había dado hueva el explorar esa línea de la historia.

Lo que hace la película de Spilberg es mostrar unos extraterrestres a los ojos del público moderno, que creo que sería el equivalente para el público de finales del siglo XIX. Son verdaderamente aterradores, y el mostrar las acciones a través de los ojos de un obrero común y corriente los muestra aún más terribles.

Realmente no hay guerra; es un exterminio, y el hecho de que les de influenza a los bichos del espacio exterior es el único milagro que nos salva de una aniquilación total e inevitable.

Muy chida película, la recomiendo ampliamente. De hecho, creo que la veré de nuevo.

La “graduación” de Ana Julia

Una de las razones por las que decidí reorganizar mi álbum de fotos, fue que venía la graduación de Ana Julia.

Del kínder.

Hace poco más de un mes, Susi me dijo que si quería ser padrino de Ana Julia. Horrorizado, volteé a ver a mi madre esperando una explicación. Mi madre me explicó que en el kínder de Ana Julia son tan ridículos, que les hacen graduación cuando terminan. No sólo una fiestecilla; graduación con misa incluida. Mamá me explicó que mi participación consistiría de estar con la niña en la iglesia y verme guapo. Lo último por supuesto me es muy sencillo.

En general, a una petición de ese estilo hubiera dicho no. Pero me lo pidió Susi. Susi en general nunca me pide nada, y hace un montón de cosas por mí. Y Ana Julia (contrario a muchos otros niños de su edad) me cae bastante bien, así que inmediatamente dije que sí.

Fue ligeramente surreal, pero muy padre.

La cosa esa era el sábado 25 de junio a las 12:00; yo estuve listo desde las 11:00, pero mi madre aplicó una de las suyas y no salimos sino hasta las 11:55. No era tan grave; la iglesia está a cuatro cuadras de mi casa. Cuando llegamos, divisé a Roberta, una de las hermanas de Susi, que me mandó al lado de Julia, la otra hermana de Susi y mamá de Ana Julia. La niña en sí estaba cuatro filas más adelante, así que le tomé una foto desde mi lugar.

Ana Julia de espaldas

Ana Julia de espaldas

El cura en ese momento estaba comenzando la misa. Por cierto, el cura más feo que he visto en mucho tiempo. Y veo bastante a Norberto Rivera en las noticias.

El cura

El cura

Le tomé un par de fotos más a Ana Julia desde mi lugar y me quedé quieto, pensando que ese era el comportamiento que se esperaba por parte de un padrino. Pero cuando que que todos los padres henchidos de orgullo andaban dando de vueltas para tomarles fotos a sus hijos, decidí que yo iba a hacer lo mismo, así que fui adelante para tomarle más fotos a Ana Julia.

Ana Julia

Ana Julia

El cura dio la misa más o menos rápido… creo, la verdad he ido a muy pocas misas en mi vida. Pero en lugar de sermón dicidió contarles un cuento a los niños; el cuento de Pedro y Pablo. Básicamente Pedro era malo y Pablo bueno, y cuando se murieron Dios le dio un boleto para el cielo a Pablo.

(De haber sabido que hay boletos hubiera movido mis contactos con más anticipación).

Como Pedro era malo, le trataba de quitar el boleto a Pablo a cachitos; para representar esto, el cura tomó una hoja de papel (de cuaderno Scribe, tamaño carta), y comenzó a quitarle cachitos cada vez que narraba un nuevo intento de Pedro de quitarle un cachito a Pablo. Cuando estaba por terminar, el cura preguntó a los niños: “¿alguno de ustedes sabe inglés?”

Fue en ese momento que la misa perdió la poca seriedad que todavía tenía.

Los niños se miraron los unos a los otros. Son niños de 5 años. De kínder no digamos para la alta sociedad. De Xochimilco. A la edad de esos niños yo no sabía ni siquiera leer. Creo que ni podía escribir mi propio nombre.

El cura se repuso rápido cuando ningún niño bilingüe salió a su recate, y dijo que él les serviría de traductor. Entonces tomó los cachitos de Pedro, y los acomodó en el suelo:

El infierno en la casa del Señor

El infierno en la casa del Señor

Y les dijo a los niños que “jel” era infierno en inglés, y que eso le tocaba a Pedro por malvado. Después desdobló el cacho que quedaba del boleto de Pablo, y mostró el símbolo que se había formado:

El símbolo de Pablo

El símbolo de Pablo

Yo estaba fascinado. Y muerto de la risa, aunque trataba de contenerme; al voltear a ver a mi madre, vi que ella hacía lo mismo. Por suerte los niños a esas alturas ya habían rebasado su umbral de atención, y cada quien estaba en su desmadre, así que nadie prestaba atención a mi cara congestionada por la risa.

Por esos momentos Ana Julia volteó a mirarme, y yo creo que con su mirada me decía: “¿a qué hora se acaba esto?”

Ana Julia

Ana Julia

El cura decidió terminar rápido (igual y hubiera hecho más trucos de prestidigitación, pero estaba decepcionado de que su público no fuera bilingüe), y hubo la madre esa donde el cura le pone una cosa en la boca a los feligreses (una hostia; lo otro es lo de los escándalos de los curas gringos).

Yo le tomé más fotos a Ana Julia. Una niña se atravesó en un momento dado, y como muestra de mi inutilidad como fotógrafo, esa fue una de las mejores fotos que tomé:

Niña atravesada

Niña atravesada

Yo le echo la culpa a mi madre de mi desorientación general en las misas: como nunca me llevó a la casa del Señor, siempre me agarran en curva cuando todos se saludan, o cuando levantan las manos, o hacen coro al cura. Por suerte el asunto terminó rápido, y salimos todos a tomarnos fotos en grupo.

Yo y Ana Julia

Yo y Ana Julia

Después fuimos a casa de Julia donde comimos un mole delicioso (el mole es la especialidad de Susi), y donde tuvimos el gusto de conocer al novio de Ana Julia.

Ana Julia y un galán

Ana Julia y un galán

También iban mi tía Carmen y Valeria, una de mis primas. Que por cierto se está poniendo muy bonita; aunque creo que es la más insoportable de las dos. Y eso ya es decir.

Ana Julia y Valeria

Ana Julia y Valeria

En general me la pasé muy chido. La misa fue ligeramente surreal, pero yo me divertí mucho. Y Ana Julia se veía super contenta, si bien algo agarrotada en su vestidito; cuando llegó a su casa lo primero que hizo fue quitárselo.

Me dio mucho gusto poder hacer esto por Susi y su familia; yo sé que no es mucho, pero es lo menos que puedo hacer por alguien a quien considero como mi segunda madre.

Nublado, 19° centígrados

En los últimos días antes de ayer, la temperatura sobrepasó los 30° centígrados varias veces.

Odio al sol. Es mi enemigo mortal, y la tiene contra mí.

Ayer por fin el clima comenzó a componerse. Ha estado lloviendo, y el cielo es de un sano color gris. Estamos a 19° centígrados.

Adoro esta ciudad, pero detesto el sol que puede llegar a hacer. Y me encanta que llueva.

Galería de fotos en línea

No estoy contento con mi galería de fotos en línea.

Básicamente no sé si estoy contento con Coppermine. Quiero decir; está bien… sólo me gustaría que no fuera tan lento.

Pero creo que la bronca real es que traté de usar los thumbnails de Coppermine directamente en mi blog; y que no he organizado realmente mis fotos en Coppermine. Básicamente están aventadas en directorios y de ahí un mapeo uno a uno entre directorios y álbums. Voy a comenzar a hacer álbums que tengan más sentido. Y voy a dejar de esperar que Coppermine se comporte como F-Spot; evidentemente eso es imposible.

Sí, le voy a dar una última oportunidad a Coppermine.

Gilmore Girls

Hace unos meses vi Wimbledon. Me encantó la película; y no sólo por Kirsten Dunst, que no actúa tan mal y está sabrosísima, sino porque está muy bien escrita y es una bonita historia de amor.

Le regalé el DVD a mi mamá en su cumpleaños (a ella también le encantó la película), y el otro día Amílcar vino y mi mamá le preguntó si ya la había visto. Amílcar dijo: “no, y como que realmente me vale madres”. O algo del estilo.

Mi mamá le dijo que debería verla, y Amílcar le contestó: “mamá; mi novia me dijo lo mismo, y yo le contesté: esas son películas que sólo le gustan a las viejas y a mi hermano”.

Por supuesto, tiene razón.

Desde hace tiempo, de repente no tenía nada que hacer (o más exacto, no tenía ganas de hacerlo), y ponía la tele. Generalmente no había nada (nunca hay nada en la tele); pero si estaban pasando Gilmore Girls, le dejaba. La serie tenía la cualidad de hacerme reír sin que tuviera que saber exactamente qué estaba pasando. Por supuesto, sabía los lineamientos generales (ni que fuera una historia terriblemente compleja), pero nunca me preocupé demasiado en ver toda la serie.

Hace poco (de hecho en esta última temporada), Lorelai comenzó a salir con Luke. Ese fue el empujoncito que necesitaba para comenzar a ver toda la serie. Por supuesto, es una pinche serie que sólo a las viejas les gusta. Y a mí.

Me encanta Lorelai. Rory está bien, aunque se me hace medio sosa a veces. Lorelai en cambio se me hace encantadora todo el tiempo. Incluso cuando se enoja, o se equivoca, o le sale lo neurótica, nunca pierde el encanto. Quiero una así.

Faraón 2.0

Por fin fui hoy a la exposición de Faraón, en el Museo Nacional de Antropología e Historia. Lamentablemente no dejaban pasar cámaras fotográficas, así que no hay fotitos, aunque sí una de Tito que descubrí sobre el Paseo de la Reforma. Cagado; pasé por ahí diario durante casi año y medio, y nuna la había notado. Aunque sí la de Winston Churchill, que está como a 30 metros.

Como sea no pongo aquí la foto, porque quiero reorganizar (¡de nuevo!) mis fotos en línea, y estoy pensando en cómo me conviene hacerlo.

Llegué algo tarde (a las 4:00), porque comencé a hacer ejercicio de nuevo. Que a ver cuánto duro esta vez. La exposición está muy padre, aunque no le veo mucho sentido a prohibir el uso de cámaras fotográficas. Tal vez fue un requerimiento del Museo de Berlín; no lo sé.

Me gustaron en particular un sarcófago con los cuarenta jueces de la muerte grabados, y un pergamino de casi 10 metros de largo, que no tengo idea cómo ha sobrevivido todo este tiempo.

No llevé mi carro, por el sol y porque iba solo, así que hice el doble de tiempo en ir y regresar, que el tiempo que pasé en el museo; pero no me arrepiento. Sigo creyendo que era un crimen no ir.

Faraón

Ayer traté de ir a la exposición Faraón, en el Museo Nacional de Antropología e Historia.

Quedé de ir con Claudia; pero me aplicó una de las suyas y me dejó plantado. Así que fui solito; llegue como a las 2:30 al museo. La cola era de casi un kilómetro. Y además me enteré que no dejan tomar fotos.

Así que me fui con la cola entre las patas; espero volver entre semana. Sigo creyendo que es un crimen no ir.

La carta

No he escrito en casi mes y medio.

No ha sido el peor mes y medio de mi vida, pero ciertamente no estará en el top ten. Conacyt me dijo (después de pedirme paciencia), que no me daban la beca por las siguientes razones:

Principalmente se evaluaron cuatro temas en específico: Programa de Posgrado, Historial Académico del Solicitante, Pertinencia del Programa de Estudios Seleccionado y Elementos que Fundamentan la Solicitud. A cada uno de estos temas se les otorgan calificaciones entre los siguientes rangos “muy alta”, “alta”, “media”, “baja” y “muy baja”.

En tu caso para el Programa de Posgrado la calificación fue “muy alta”

Para la calidad del historial académico varió entre “muy alta” para tu historial, “alta” para la relación con tus antecedentes académicos y laborales, “media” para la experiencia del candidato y “baja” para la claridad del candidato en la selección de su Programa de Posgrado.

La pertinencia del programa de estudios seleccionado se calificó como “baja”

Los elementos que fundamentaron tu solicitud se consideraron frágiles “baja”.

El comité recomienda que consideres realizar tu maestría en México.

Pocas veces he estado tan molesto y sintiéndome tan mal en mi vida. Contesté furioso, pidiendo explicaciones de porqué el comité recomendaba que hiciera mi maestría en México, si ya me habían dado la beca en el 2002. Y otros argumentos.

Después de algunos días, me volvieron a contestar diciéndome que lo intentara el año que viene. Ja, dije yo. De ahí fue una búsqueda frenética de contactos para ver qué podía hacer; incluso le escribí directamente a Jaime Parada, el director del Conacyt.

Mónica me hizo el favor de conseguirme el número de René Drúcker, y me pasó el tip de que ella olía algo político en el hecho de que no me dieran la beca. Después de perseguir durante semanas al doctor Drúcker (es un hombre ocupado), por fin me tomó la llamada y me recomendó que no hiciera nada como escribir a los periódicos o meter demandas. “Sencillamente estos pendejos no tienen lana”, me dijo. Parafraseando.

Pero me dijo que no dejara de intentarlo, y me pasó el teléfono de la directora de asignación y operación de becas. Después de perseguir a la licenciada durante varios días (también es una mujer ocupada), me dio cita hace dos semanas.

A esas alturas del partido yo estaba caminando con las axilas. Había entrado en modo ahorro de energía, reduciendo al mínimo todas mis actividades físicas y mentales, y guardando fuerzas para únicamente la resolución de lo de la beca. Por eso no escribí en el blog, por eso casi no hice nada en esas semanas. Mi estado de ánimo estaba en su punto más bajo en años. Tal vez en toda mi vida; sólo ahora hago menos drama que cuando era adolescente.

Fui a la cita con la directora de becas, y ella me mostró mi evaluación. En resumen, no me daban la beca porque en México hay maestrías donde puedo estudiar Ciencias de la Computación. Lo demás realmente son sólo elementos secundarios; el argumento principal (la pertinencia del programa de estudios), es debido a que puedo estudiar una maestría en Ciencias de la Computación en México.

Le pregunté qué podía hacer. “Mete una carta pidiendo que se te evalúe nuevamente”, me dijo. Me recomendó que argumentara porqué aunque hay maestrías de lo mío en México, no me ofrecen lo que me ofrece la Universidad de Waterloo. Me advirtió que probablemente no me darían la beca, pero que tenía derecho a pedir una segunda evaluación. Se portó muy chida conmigo; es su trabajo, pero de cualquier forma lo agradezco.

Preparé esa carta durante dos semanas, y además tuve que poner en práctica el plan B. Hice el examen de admisión al IIMAS; lo cual me puso de muy mal humor: el examen es un fraude. No sé si me acepten (yo digo que sí), pero ciertamente es el plan B, y bastante lejano al A.

Ayer acabé la carta, junto con otras cosas que me ayudan a contra-argumentar las razones del primer comité evaluador de no darme la beca. Hoy la entregué, a las 10:31 AM.

Y ya. No hay nada más que pueda hacer. Agoté todas las posibilidades, toqué en todas las puertas, hice todo lo que estaba a mi alcance. Jamás en mi vida me había esforzado por algo como por esto.

Y no creo que sirva de mucho. La realidad es que el gobierno federal le ha cortado fondos al Conacyt de forma criminal, y que están tratando de dar el menor número de becas. La triste realidad es que probablemente me quede aquí a hacer mi maestría (si el IIMAS me acepta), y que tenga que intentarlo de nuevo en dos años. Esperemos que al menos el Peje ya sea presidente entonces.

En el fondo no debería quejarme. Soy privilegiado; si Conacyt no me da la beca (que es lo más seguro), puedo empezar a trabajar y ganar bien, o puedo hacer mi maestría aquí y becarme (tienen que hacerlo), o un montón de probabilidades más. Sólo se cierra una puerta. La que más quería yo, y la más interesante… pero sólo una puerta.

El plan B es sencillo; de alguna forma mucho más sencillo que el A. Me quedo aquí a hacer una maestría que no creo me cueste demasiado, ahorro el dinero de la beca, salgo con mis cuates, leo, escucho música, voy al cine. Trato de publicar y de ir a cuanto congreso pueda… ahora sí tratando de aumentar mis conocimientos y no sólo de vacaciones. Me busco un asesor perrísimo para mi tesis.

Todo va a salir bien.

También hoy di mi última ayudantía, que era la única otra obligación que tenía. Me faltará calificar alguna práctica, o tareas, pero realmente ya acabé. Y el entregar la carta significó que ya no tengo que preocuparme más al respecto: ya no hay nada más que pueda yo hacer.

Así que retomaré mi blog, subiré las fotos que he tomado que me faltan de subir, reorganizaré mis álbums. Trataré de programar algo para Gnome o para Classpath. Saldré a enamorarme de nuevo de esta ciudad (tengo que ir a la exposición “Faraón”). Viviré.

Y no voy a desanimarme. Porque todo va a salir bien.

Últimas noticias

Fue una semana larga.

El sábado en la noche, fui a casa de Enrique y su madre (que se portó super chida), me dio mis gadgets. Regresé a mi casa a cargarles las baterías básicamente. Todos necesitaban más de dos horas para cargarse.

Mientras la Palm y la cámara se cargaban, llené mi iPod Shuffle. Todo en Linux; lo cual es über cool.

Mi primera foto en la cámara digital fue una (no muy buena) de la fachada de la casa de enfrente:

Casa de mis vecinos

Casa de mis vecinos

Necesito practicar.

El lunes en la noche seguía sin recibir respuesta del Conacyt; así que les escribí de nuevo, preguntando qué ocurría. Me contestó uno de ellos: “Estimado Canek; te pido que tengas un poco de paciencia”. El tono y el contenido de la respuesta me dieron muchos ánimos. Me estaban pidiendo que tuviera paciencia; probablemente mientras revisan mi caso. Espero que sea eso, porque sigo esperando…

En la mañana del martes, después de mi clase, me encontré con Omar y Melisa y me acompañaron a cobrar y después fuimos todos a Perisur a cambiar cheques y hacer operaciones financieras. Eso suena muy sofisticado; pero todas las operaciones eran de menos de quinientos pesos. Omar me dijo que el viernes no podía quedarse hasta tarde viendo Cowboy Bebop; que lo habían apartado ese día.

Fui a ver a Enrique en la noche e hicimos DVDs respaldando la información de Juanjo que teníamos desde que hicimos la reunión para instalar Gentoo. De paso le enseñé mis gadgets, y estuvimos jugando con cosas para la Palm, que como preví es con lo que más me he estado entreteniendo.

Jugando con la Palm

Jugando con la Palm

El jueves mi mamá cumplió años, y le compré el DVD de Wimbledon; pero cuando regresé a casa después de la ayudantía se había ido ya a Oaxtepec, así que no se lo pude dar hasta el sábado.

En la tarde Juan me llamó para pedirme que fuéramos al Aereopuerto a recoger a Fede, su hermano, que llegaba de Portugal. Fui al Aereopuerto, me reuní con Juan y esperamos a Fede, cuyo vuelo se retrasó un poco. Mientras tomé algunas fotos de bellas desconocidas:

Bella desconocida

Bella desconocida

Fede llegó con unos doscientos kilos de libros, que me puso a cargar, y fuimos a mi carro y de ahí al departamento de Fede y Juan. Nos estuvo platicando de cómo estuvo su estancia en Portugal estos seis meses que estuvo allá.

Fede y Juan

Fede y Juan

Juan me dijo que igual y el viernes iba al concierto de Santana en el Zócalo. También me dijo que era por eso que Omar no iba a quedarse a ver Cowboy Bebop, y yo le dije que igual también yo iba.

Al otro día (el viernes) fuimos a comer Omar, Juan, Fede y yo a un Potzolcalli; Fede extrañaba la comida mexicana. Después decidimos que si todos (excepto Fede, que se iba a Guadalajara) íbamos al concierto, podíamos ver unos cuantos episodios de Cowboy Bebop, así que eso hicimos. Estuvieron bastante divertidos.

Fuimos al concierto de Santana, primero pasando por Paola en Bellas Artes. Yo aproveché para tomar algunas fotos, y darme cuenta de que en la noche, y con paisajes, tengo que tener muy buen pulso.

Bellas Artes

Bellas Artes

No me la pasé muy bien al inicio del concierto. No andaba de muy buen humor, y las concentraciones de gente en general no es lo mío. Excepto en manifestaciones, e incluso ahí muchas veces tampoco me gusta estar.

Santana

Santana

Omar y Paola se la pasaron bomba como sea:

Omar y Paola

Omar y Paola

Sin embargo conforme avanzó el concierto me la pasé mejor. Cuando Santana y sus músicos tocaron Smooth, ya de plano comencé a disfrutar el concierto. Justo a tiempo; ya estaba por terminar.

Por cierto que entre los músicos de Santana estaba el Burundi de incógnito; le voy a reclamar que se supone está haciendo su doctorado, que no ande en giras musicales.

Edgar de incógnito

Edgar de incógnito

Terminamos el día yendo a comer hamburguesas en frente de la casa de Omar y Paola. Unas señoras hamburguesas; yo me comí una y media:

Hamburguesa Macro

Hamburguesa Macro

Llegué a mi casa a las 2:00 AM, y me puse a organizar las fotos (ahora sí ya tenía suficientes). F-Spot es la neta. Diría que me va a cambiar la vida, pero como realmente nunca he usado software para manejar colecciones de fotos, no sería cierto. Lo que sí es cierto es que es muy fácil de usar, hace lo que espero y además la interfaz es super inteligente. Me encantó; voy a usarlo para todas mis fotos.

La bronca ahora es qué software uso para manejar mis fotos en línea. Estoy usando Coppermine; pero no estoy seguro de que me guste. Además estoy poniendo las fotos en línea a 640×480, porque no quiero acabarme el disco duro de abulafia, y además porque no tiene sentido tenerlas en línea en mayor resolución. No sé; F-Spot es sencillísimo de usar. Me gustaría que fuera igual con Coppermine, pero sé que no es posible.

El sábado vino mi hermano y me trató de convencer de que fuera a ver Taken a su casa. Pero todavía no termino de calificar, así que le dije que no; pero en lugar de calificar me puse a lavar mi PC. Literalmente lavar; la pasé por la manguera. Al menos el gabinete. También vi un episodio buenísimo de Gilmore Girls, y el último que grabé de Dawson’s Creek (el viernes no lo vi).

Hoy por fin medio puse en orden mis fotos en línea, y ahora sólo espero desayunar para ponerme a calificar.

También cuando me desperté hoy me di cuenta de que estoy muy preocupado. Quería que los del Conacyt me avisaran el jueves o viernes que ya todo estaba arreglado y que fuera a formalizar mi beca. Sé que es posible formalizarla fuera de tiempo, pero aún así me preocupa.

El martes, si no he oído de ellos, les vuelvo a escribir. Espero que todo se resuelva pronto; me comienza a afectar en varias cosas.

En total fue una semana larga; gadgets, paciencia que me pidió el Conacyt, ir al Aereopuerto, ver Cowboy Bebop, Dawson’s Creek y Gilmore Girls, ir al concierto de Santana, organizar mis fotos… y evadir a mi jefe porque no quiero trabajar.

Todo bien, bastante bien… pero sólo me gustaría resolver lo del Conacyt ya.

La beca

El viernes llegó y como desde las seis de la mañana comencé a monitorear la página del Conacyt. Para las 2:00 nada había pasado, y fui a comer con Juan y Omar.

Al llegar a la Fac, les pedí a Omar y Juan que me dejaran consultar en la máquina del cubículo. Siendo como es la vida, ya estaban ahí los resultados. Y yo no estaba entre los candidatos elegidos.

Omar y Juan se portaron super chidos; fuimos a ver varios episodios de Cowboy Bebop y cuando Omar se fue Juan y yo seguimos viendo Robotech. No dejaron que me deprimiera o solo durante todo el día.

Antes de ir al depa de Juan, fuimos a mi casa y mandé dos correos electrónicos. Uno para Jonathan Buss (mi asesor en Waterloo), y otro a the powers that be en Conacyt. A Jonathan le dije que a) no me daba por vencido, b) pero que tenía que considerar que igual y debía hacer aquí la maestría, y c) que qué posibilidades había de conseguir una posición de Teaching Assistant en Waterloo. A los del Conacyt, que por qué no me habían dado la beca. Quiero las razones académicas y los integrantes del comité académico que decidió no darme la beca. Si no hay razones académicas, entones se va a poner divertido el asunto.

En la noche del viernes (o sea, de madrugada cuando seguir viendo Robotech se volvió vomitivo), me quedé en el depa de Juan, en el cuarto en el que en alguna época vivimos Liliana y yo. Fue lo más cercano que estuve de caer en pánico en todo este tiempo. “Agota todas las posibilidades” me dije. “Sólo agota todas las posibilidades”.

Estoy seguro de que o fue un error, o alguien se está buscando problemas conmigo. No hay posibilidad de que un comité académico decidiera no darme la beca. Sencillamente no es posible: ya me la habían dado antes. Y mi currículum, experiencia, cartas de recomendación y universidad con aceptación aumentaron bastante desde esa vez.

Yo creo que por el hecho de haber recibido la beca antes, pero no haber terminado el trámite, algún tipo de error administrativo ocurrió. O algo por el estilo.

Si no, voy a armar un escándalo. No pueden justificar de ninguna manera que no me den la beca.

El sábado vino Amílcar; por fin regresó de Europa, y fue chido alegrarme de verlo y sentirme bien de que le haya ido bien en su examen. Además es encantador el cabrón, y nos tuvo muertos de la risa contándonos de su viaje.

Me trajo una taza con las inscripciones de la piedra de Rosetta, una cajita musical (manual) que toca La Marsellesa, y un USB key de 256 MB. Lo cual es über cool, aunque no sepa todavía en qué lo voy a usar. Que por cierto hay un bug (o feature) en GNOME 2.10 que no muestra el icono del key hasta que monto otro drive. Ya reporté el bug número 300119, describiendo el problema. A ver si sirve de algo.

USB key en Nautilus

Amílcar además me dijo que, en caso de que las cosas no se resuelvan de manera “pacífica”, podemos meter un amparo, ir a la Comisión de Derechos Humanos, escribir a los periódicos. Aún no quiero hacer nada de eso (espero que no sea necesario), pero fue muy chido que se mostrara tan solidario.

También le hablé a Mónica, y me dijo que se pondrá en contacto con sus contactos. Así que ahí hay otro frente.

Le hablé a la mamá de Enrique; mis cosas ya están aquí, pero se le olvidó traerlas de casa de su hermana. Me dijo que iba a ir por ellas; me dio mucha risa porque se oía bien apenada. Así que al rato le hablo a ver qué onda. Enrique se fue a Manzanillo; por eso no lo vi el viernes, y por eso estoy hablándole a su mamá.

Me impresiona mi reacción. Supongo que hice bien en no suponer en ningún momento que la beca me sería concedida de forma casi tramital. Hay tiempo; tengo hasta Septiembre para llegar a Canadá con una maleta de dinero para pagar mi colegiatura; y hasta ese momento puedo (y debo) seguir intentando por todos los medios el conseguir la beca.

Así que ahora sigue eso. Lo único que me molesta es que quería dejar de preocuparme por el asunto.

GNOME Blog

Están a punto de desaforar al peje, y además el Conacyt no dice nada. Así que instalé GNOME Blog para tener algo que hacer (de nuevo no tengo deberes académicos).

La idea es: no tener que hacer login/logout de WordPress directamente, y además hacer posts de forma más rápida. El editor de WordPress quedará para emergencias o cuando no esté en mi escritorio.

Me interesa que funcione el HTML básico, como son negritas, y otras cosas…

  • Listas no ordenadas
  1. Listas ordenadas

También me interesan los gráficos:

Britney de porrista

Britney de porrista

Y ligas en general. Como este artículo de Robert Fisk, que publicó Miguel de Icaza en su blog y que lo vi en Planet GNOME.

Si esta forma de publicar sale como yo quiero, será mi forma habitual de hacerlo.

Actualización: no funcionó. En primer lugar sólo puedo publicar en la categoría por omisión; pero además formatea medio feo el HTML. Pero tiene futuro; voy a ver si puedo hacerle cambios para que jale como yo quiero.

Los imbéciles del Conacyt

Después de tenerme en agustia total durante días, resulta que los tarados del Conacyt publicarán los resultados hasta el jueves.

De verdad no puedo imaginarme una excusa satisfactoria para tanta incompetencia.

Pero bueno; de nada sirve que me enoje. Tendré que regresar a mi vida normal mientras espero los resultados; pero realmente es difícil no pensar todo el tiempo en lo mismo, cuando todo el futuro de uno depende de ello.

Nuevo portal de Conacyt

Ayer vimos Omar, Juanjo y yo Apple Seed, como debe ser vista; no como la habíamos visto en el maratón de animé. También vimos un capítulo más de Cowboy Bebop, y Juan y yo le avanzamos mucho a Southern Cross en Robotech.

Regresé a mi casa poco antes de la media noche, y cuando dieron las 12:00 (o sea, cuando ya podía decir “mañana sabré qué onda con la beca”), me metí al sitio del Conacyt y traté de ver la página donde aparecerían los resultados. El sitio me regresó un Connection refused.

“Oh mi 2” (pensé), “¡están poniendo los resultados!”

Sin embargo ya estaba cansado, y dije; mañana cuando me levante ya estarán. Así que dejé un script wgeteando cada hora la página y me fui a “dormir”. Buen dios, qué mala noche. No creo haber tenido una así de mala en mucho tiempo.

Cuando me levanté, vi que la página no estaba aún. Me volví a dormir, mal otra vez, y cuando regresé a mi compu seguía sin regresar el sitio. A las 14:00 horas (por cierto, NTP se volvió a hacer cargo del horario de verano en mis máquinas), por fin regresó la máquina del Conacyt… con un 404: Not found.

Me metí al sitio, y vi que los del Conacyt decidieron renovar el portal del consejo… un día antes de dar a conocer los resultados de la convocatoria de demanda libre a Estados Unidos y Canadá. Me metí, y pude ver la convocatoria… pero los resultados no se ven en ningún lado.

Carajo. Al menos se me bajó un poco la angustia del coraje. ¿A quién se le ocurre hacer renovación estética justo un día antes de dar los resultados que a me importan? Hay gente egoísta de verdad…

Tengo que calificar la tarea 4 (porque quedé de dárselas un día antes del examen para que puedan estudiar), y además de eso me la voy a pasar nervioso. Muy nervioso.

Mañana.