Los secretos de Dumbledore

En abril de este año que rápidamente termina fui a ver The Secrets of Dumbledore; me niego a poner el título completo, porque es ridículamente largo y porque esta saga nunca fue de lo que dijeron que iba a ser.

The Secrets of Dumbledore

The Secrets of Dumbledore

Fui a ver esta película porque adoro el universo de Harry Potter, a pesar de todo el esfuerzo que hace su autora para que lo abandonemos. Y a pesar de lo que hace WB para destruir una saga cinematográfica que en algún momento alardeaba haber superado a la de James Bond en ganancias.

La película me gustó, pero es objetivamente mala. Quiero decir; la historia está llena de hoyos y los personajes actúan de manera esquizofrénica la mayor parte del tiempo. En el aspecto técnico está bien hecha y los fabulosos actores hacen lo mejor que pueden dadas las circunstancias, pero la historia es un desastre.

De cualquier forma la película tiene un montón de cosas increíbles, comenzando con Mads Mikkelsen, que es tan sedoso, seductor y peligroso como Gellert Grindelwald, que no sólo entiendo que Dumbledore se enamoró de él: yo ya me estaba enamorando de él; Dan Fogler sigue siendo entrañable como el muggle metido con calzador en el mundo mágico; me siguen encantando Eddie Redmayne y Katherine Waterston, aunque al primero básicamente le raptaron el papel protagónico y a la segunda la relegaron a un casi cameo al final; y Jude Law sigue siendo de mis actores favoritos y su interpretación de Dumbledore (aunque demasiado seductora respecto a lo que yo esperaba) sigue siendo de lo mejor que tuvo toda esta saga.

Por último, aunque Ezra Miller al parecer está certificadamente demente y que su personaje fue completamente despedazado para esta tercera entrega, la verdad es que con lo poco que le dan qué hacer el muchacho da una excelente interpretación de un muchacho perdido y sin rumbo.

Pero todas esas cosas buenas son insuficientes para rescatar el accidente de trenes que termina siendo la película; que por una vez el problema no es (me parece) resultado del desmadre que existe dentro de Warner Bros.

Por más que me duela admitirlo, creo que el problema es la Rowling; sencillamente no sabe escribir guiones cinematográficos. Yo defendí (y defiendo) las primeras dos películas; pero esta tercera sí es ya indefendible. Y eso que Steve Kloves se supone le echó la mano a la Rowling con la historia.

Si me pidieran mi opinión (que no veo por qué lo harían, pero bueno), yo sugeriría darle toneladas de dinero a la Rowling para decirle que al César lo que es del César, y adiós que te vaya bien: pagarle para retirarla del proceso creativo dejando la posiblidad de consultarle de vez en cuando. Y después ir a las casas de Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint con dos o tres camiones llenos de dinero y ofrecerles el cielo y el infierno para que regresen a hacer una secuela a la serie original. Podría ser Cursed Child; pero incluso alguna otra sería suficiente (si lo hacen bien) para recuperar a los fans.

Lo que sí es que WB de ninguna manera va a dejar en paz al universo de Harry Potter; como ya he mencionado, todas las compañías dueñas de propiedades intelectuales están ordeñando la nostalgia a grados básicamente criminales: todo el mundo mágico es demasido apetitoso como para que sencillamente lo abandonen.

Vamos a ver; pero sí fue doloroso para mí ir a ver esta película en el cine: me encanta el universo; me encantan los personajes y los actores interpretándolos; y en los aspectos técnicos sigue estando increíble. Pero ver a un venado mágico como oráculo para elegir al líder mágico en el Tibet nadie en su sano juicio puede defenderlo, me parece.

2 comentarios sobre “Los secretos de Dumbledore

  1. Qué tristeza que haya llegado a esto la saga. Yo de repente leo fanfics para la nostalgia y he llegado a encontrar algunos muy buenos.
    Por cierto, ¿Viste la serie de la Materia Oscura en HBO?

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