Óμορφα κορίτσια

Después de cuatro agitados días, terminó mi congreso en Grecia.

Aunque al inicio todo fue como normalmente suele ir en congresos internacionales, rápidamente la situación se convirtió en algo que honestamente sólo puedo calificar de fellinesco. De verdad, algunos episodios fueron tan surreales que no pude sino botarme de la risa mientras ocurrían. No sé qué tanto tuvieron que ver los innegables problemas de organización que ocurrieron, o si realmente fue que el congreso fue en un área muy distinta a la que pertenecí en el doctorado.

Como sea, no me arrepiento en lo más mínimo de haber venido; me divertí como enano, conocí una banda muy entretenida, paseé en la Acrópolis y vi a muchas de las que le dieron el título a esta entrada.

Mañana regreso a México en un alucinante viaje de 24 horas, persiguiendo el atardecer por el Atlántico, y el lunes vuelvo a mi vida normal.

Nos vemos del otro lado del charco.

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