6 de Febrero

Hoy se cumplen 5 años de que la PFP entró a Ciudad Universitaria a romper la huelga eterna, que llevaba 10 meses en ese momento. Hasta que lo escribí caí en cuenta de que habían ya transcurrido cinco años. Buen Dios, eso es muchísimo tiempo.

Haber estado en la cárcel fue un evento bastante significativo en mi vida. Sólo fue una semana, y exceptuando el hecho de estar encerrado sin poder salir, no me la pasé tan mal. Pero era algo que yo tenía que hacer. No caer en el bote; estar en el Che Guevara ese 6 de febrero de 2000, hace cinco años.

En retrospectiva, lo volvería a hacer. Sin duda alguna.

Han pasado un montón de cosas en esos cinco años; todo lo que va del sexenio de Fox entre otras. En ese sentido yo he sido bastante consecuente; nunca confié en él, no confío en él, y no voy a confiar en él. No creo que sea mala persona; pero sí creo que es un retrasado mental y que además tiene la habilidad política de un elefante en gelatina.

Jamás me tragué lo del voto útil, lo del gobierno del cambio ni ninguna de esas mamadas. Y no lo voy a hacer.

Los periódicos del sábado que se leen en mi casa (Reforma y La Jornada) traían sendos editoriales que reflejaban el punto de vista de la izquierda y de la derecha respecto al desafuero de Andrés Manuel López Obrador. Porque se estaba todo perfilando a que lo desaforarían.

Mi postura ante eso es muy sencilla: vamos a quemar la ciudad.

Por supuesto, no es lo preferible. Pero, ¿qué están pensando realmente estos idiotas? ¿Qué agachemos la cabeza y nos digamos: “pues ni modo, a esperarnos otros seis años”? Están completamente zafados de la cabeza si creen eso. Se ve que en su vida han ido a Neza, o a Iztapalapa.

Nadie de izquierda queremos muertos o heridos o inestabilidad. Y no los queremos porque siempre son los nuestros los que caen. Eso es lo que diferencia a la izquierda de la derecha: nosotros siempre tenemos muertos, encarcelados y desaparecidos. Nosotros sólo queremos una oportunidad justa de pelear la grande; que dejen al peje entrarle. Nada más.

Pero estos imbéciles han entonado todo en un curso de confrontación directa. Claro, el peje tampoco ha ayudado, y con sus tendencias mesiánicas ha puesto todo en una situación todavía más extrema. Pero la verdad no sé qué más se pudo haber hecho, con la actitud del pendejo de Fox y su mujercita.

Sin embargo, después de hoy la cosa tal vez se calme. El PRD ganó Guerrero y Baja California Sur, y salió muy bien en Quintana Roo. Eso cambia el equilibrio de poder. Espero que Martita se trague su “se les van a bajar los humos”.

Pero igual y estoy siendo inocente, y sí van a desaforar al peje, y a tratar de meterlo a una cárcel de alta seguridad. Si eso ocurre yo digo que todos los que votamos por el peje, y los que apoyamos su proyecto de nación, detengamos el funcionamiento de esta ciudad, de las secretarías de estado, de las cámaras de senadores y diputados, y del mismo Palacio Nacional. Tomemos el maldito Palacio Nacional.

Por supuesto que me gustaría que no fueran necesarias acciones de ese tipo. Por supuesto que me gustaría que los políticos de este país pensaran más en los intereses de la banda que en los suyos propios. Pero el que metan al peje al bote es un golpe de estado, ni más ni menos.

Uy, no saben con quiénes se meten. No saben el tipo de gente que vive en esta ciudad.

Espero sinceramente que entre algo de racionalidad en las mentes de estos idiotas y todo se resuelva políticamente, y de manera pacífica. No hay necesidad de que haya sangre; todavía se pueden arreglar las cosas de forma civilizada.

Pero si madrazos quieren, madrazos habrá. Y a ver de qué cuero salen más correas.

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