Nuestra desesperada y triste oposición

En la primera entrada de esta serie no mencioné realmente a la oposición porque creo que podemos evaluar el desempeño de la Pejeadministración por sí misma o nada más comparándola con las administraciones anteriores, sin necesidad de compararla con la alternativa actual. Esto es importante porque, como dije entonces, si admitimos la realidad (el sexenio del Peje es el mejor del siglo XXI), entonces darle continuidad a su programa tiene todo el sentido del mundo, no importa quién sea la alternativa.

Pero si además consideramos la alternativa, entonces tiene todavía más sentido darle continuidad al programa del Peje, porque dicha alternativa (nuestra desesperada y triste oposición, que como ya he dicho me refiero a la dirigencia, gobernadores y legisladores de los partidos no afines a Morena) es tan patética que incluso con peores resultados la mayor parte del país seguiría prefiriendo al lopezobradorismo. Esto además cuadra con las encuestas de opinión, donde algunas le dan una aprobación de más de 70% al Peje, e incluso los agregados (poll of polls) le dan un promedio de alrededor del 69% de aprobación.

¿Por qué es patética, nuestra desesperada y triste oposición? Por una sencilla razón: no representan a casi nadie en el país, como mencionaba al final de mi última entrada en la serie.

Voy a hacer un pequeño resumen de los partidos fuera de la coalición encabezada por Morena para poner algo de contexto en la explicación de por qué no representan a casi nadie.

  • El Partido Revolucionario Institucional.

    El PRI duró, si contamos desde sus inicios como el Partido Nacional Revolucionario, más de 70 años en el poder. Mucha gente cree que eso ocurrió porque era un partido-gobierno autoritario y represivo; y no hay que equivocarnos, definitivamente era un partido-gobierno autoritario y represivo. Pero no fue por eso que duró más de 70 años en el poder.

    Eso lo hizo porque trataba (a tropiezos y no siempre de la mejor manera) de proteger a la mayor parte de la población. Eran autoritarios y represivos; pero también ofrecían educación y salud públicas y gratuitas entre muchas otras funciones que evidentemente le corresponden al Estado. Además, en lo general, el país se mantenía estable, mientras que casi todo el resto de Latinoamérica sufría golpes de estado y dictaduras militares. Por último, pero no por ello menos importante, hubo estabilidad económica durante muchísimo tiempo, ejemplificado por la relativamente poca devaluación frente al dólar durante treinta años (hasta 1958), seguido del periodo de estabilidad durante el cual el peso no se devaluó un centavo frente al dólar y el PIB creció enormemente durante casi veinte años (hasta 1976).

    Los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971, aunque sin duda alguna contenían comunistas y similares, algunos de los cuales esperaban que fueran los precursores de una gloriosa revolución, fueron en gran medida para exigir que se abrieran los espacios democráticos en el país: no necesariamente porque las políticas mismas que el PRI implementaba se considerara que iban en contra del beneficio de la población.

    Y aunque el PRI (o, si quieren, una parte de su dirigencia) reprimió de manera criminal estos movimientos, en los hechos cedieron a sus demandas, lo que llevó a la reforma política-electoral de 1977 que permitió el registro de partidos de oposición de izquierda, siendo esto el inicio de lo que culminaría en 2018 con la elección del Peje a la presidencia. La democracia es lenta y aburrida.

    El inicio de la muerte del PRI comenzó en 1982, cuando se inauguró Miguel de la Madrid Hurtado como presidente. Con él se estrenaron las reformas neoliberales que justamente hicieron que los gobiernos priistas rompieran lo que en los hechos los mantuvo en el poder tanto tiempo: comenzaron a desatender las demandas de la población y a implementar un modelo económico que de manera absurda esperaba que el libre mercado resolviera las necesidades de la gente donde obviamente tiene que fungir como actor principal el Estado. Además de la corrupción y otros problemas sistémicos de siempre.

    Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo se han convertido en villanos de la historia política mexicana, con justa razón; pero les concedo que tenían un plan bien claro de a dónde querían llevar el país, a un modelo neoliberal donde el papel del Estado se ve disminuido porque elimina las regulaciones a las empresas privadas y privatiza a las empresas estatales… aprovechando eso además para robarse miles de millones de pesos y enriquecerse ellos mismos y a muchos de sus amiguitos.

    En el 2000 el PRI perdió la presidencia, pero no hubo realmente transición: Vicente Fox y el PAN, que para ese entonces llevaba casi una década negociando en lo oscurito con el PRI, tenían para motivos prácticos el mismo plan para el país, además del mismo gusto de robarse todo lo que pudieran. En los dos sexenios que gobernó el PAN fue donde se disparó la desigualdad, se terminó por destruir la red de seguridad social del Estado, además de que se desató la violencia en una ridícula “guerra” contra el narcotráfico donde resulta que el principal policía del país estaba coludido con el narco.

    Fue tan desastroso el sexenio de Felipe Calderón, deslegitimado desde el inicio de su sexenio cuando se robó la elección presidencial, que de plano le regresaron el botín a los priistas; aunque no se puede poner en duda que lo que pasó entre los años 2000 y 2018 (y se puede discutir que desde la muerte de Maquío), fue que realmente co-gobernaron el PRI y el PAN, juntitos los dos, implementando básicamente las mismas políticas y siendo básicamente igual de corruptos e incompetentes.

    Enrique Peña Nieto será, con casi toda certeza, el último presidente priista que existirá en la historia: a partir de 1988, con la salida de Cuauhtémoc Cárdenas, el PRI ha ido perdiendo cuadros y militancia, lo cual se ha acelerado en los últimos años, siendo la pérdida de la gobernatura del Estado de México lo que probablemente sea el último clavo en el ferétro del viejo dinosaurio. Es posible que el PRI pierda su registro a nivel federal, si no en las próximas elecciones, probablemente en las siguientes intermedias, y en ese caso yo no le veo mucho futuro como partido político: necesitaría limpiar su corrupción, y si se limpia a fondo la corrupción del PRI, ¿qué le queda?

    El PRI durante décadas tuvo una militancia masiva y leal; había obreros priistas; había maestros de todos los niveles priistas; había amas de casa y comerciantes priistas. Y no era nada más porque buscaran un hueso político; el PRI gobernante atendía demandas legítimas de la población, y un porcentaje muy grande de la misma correspondía con una lealtad en muchos casos bien justificada.

    El cambió de políticas por parte del PRI a partir de 1982, causó que desde 1988 comenzara una diáspora de esa militancia. Todavía existe una militancia priista, pero es un pálido reflejo de lo que en algún momento fue. Su dirigencia, al mando de Alejandro Alito Moreno, lleva años perdiendo elecciones y cuadros, y todo apunta a que para estas alturas, lo único que le preocupa es conseguir los cargos legislativos que pueda para que no lo metan a él y a sus asociados a la cárcel.

    ¿Qué ideología tiene el PRI? ¿Cuáles son sus plataformas? ¿Cuál es su proyecto de nación? ¿Qué propuestas concretas ofrece? No hay tal cosa: es el cascarón de un partido, que no representa realmente a nadie, cuya dirigencia está desesperadamente tratando de evitar la cárcel o aferrarse a las últimas migajas de poder que no han perdido.

  • El Partido Acción Nacional.

    El PAN nació como el partido de derecha, mocho, empresarial y contrarrevolucionario de México. Había una parte de su militancia que genuinamente le interesaba fortalecer la democracia; pero realmente era parte del sector empresarial, que quería sacar al Estado de que injiriera en la economía; y muchos mochos católicos, que no querían que las escuelas privadas y católicas se vieran obligadas a usar los libros de texto gratuitos, donde se enseña la evolución en lugar del génesis de la biblia.

    El PAN nunca fue un partido de masas, casi por definición: históricamente han menospreciado a las masas. Desde su punto de vista, las masas son ignorantes y peladas, que deberían saber su lugar y dejar que ellos (la gente “correcta”) manejen las cosas; y perversamente algunos incluso ven eso como algo piadoso: vamos a proteger a los nacos ignorantes de ellos mismos. Nos están haciendo un favor, desde su punto de vista.

    También no lo mencioné arriba, pero el PRI era autoritario y represor; pero nunca fascista (consecuencia de haber surgido como el partido dominante de una Revolución popular). La dirigencia y militancia del PRI jamás hubieran aceptado una ideología fascista, siendo la evidencia más fuerte de ello que uno de los pilares de la democracia mexicana desde Plutarco Elías Calles fue que hubiera sufragio efectivo, no reelección.

    En cambio el PAN ha coqueteado con el fascismo desde sus orígenes. El fascismo, por razones culturales e históricas, nunca ha tenido pegue con las masas en México… pero como ya establecimos, el PAN nunca ha sido un partido de masas. La organización fascistoide más importante que ha existido (y existe) en México es, por supuesto, El Yunque, que ha pesar de que su existencia ha sido corroborada por gente que dejó de pertenecer al mismo y múltiples testimonios, sus miembros nunca han reconocido su existencia, jerarquía de mando o reglas de operación.

    Y todo el secretismo es porque saben que el fascismo es inaceptable para la enorme mayoría de la población en México. Gracias a Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero, Zapata, Cárdenas (entre otros) y la naturaleza de los movimientos masivos que liderearon.

    Sin embargo, y como mencioné arriba, sí había un sector importante dentro del PAN que honestamente peleaba por la apertura democrática. El epítome de esto, desde mi punto de vista, fue cuando Manuel Maquío Clouthier marchó junto con Rosario Ibarra y Cuauhtémoc Cárdenas protestando el fraude electoral de 1988.

    Esto terminó, simbólica y efectivamente, cuando Maquío murió en un accidente automovilístico en 1989, que existen quienes cuestionan qué tan accidental fue. Dos años después, en 1991, se dio la primera “concertacesión” entre el PRI y el PAN, cuando el priista Ramón Aguirre Velázquez “ganó” las elecciones de gobernador de Guanajuato, pero se hizo un arreglo “en lo oscurito” para que fungiera como “gobernador interino” su contrincante del PAN, Carlos Medina Plascencia.

    A partir de ese momento comenzaron a “entenderse” el PRI y el PAN, para en los hechos crear (como desde entonces les dijimos los de la oposición de izquierda en México) el PRIAN: dos caras de la misma moneda neoliberal y corrupta.

    Entre otras cosas es por esto que la hija de Maquío, Tatiana Clouthier, pertenece a Morena.

    El PAN nunca ha representado a mucha gente en el país, de nuevo, porque nunca ha sido un partido de masas. Electoralmente, en su mejor momento con Fox, el PAN obtuvo el 42% de los votos, 16 millones, impulsado por un hartazgo absoluto con el dinosaurio priista y el llamado (desde mi punto de vista muy retrasado mental) al “voto útil”, cuando no había nada más inútil que votar por un modelo económico idéntico y una bola de rateros que encima de todo jamás habían mostrado el menor interés por los problemas de la población más marginada del país. Porque, repito, siempre la han visto con desprecio.

    Con Calderón el 2006, y haciendo fraude, llegaron apenas a 35.89%, 15 millones. En el 2012, con Josefina Vázquez Mota, tuvieron 26%, 12.7 millones; y en 2018, el 22.28%, 12.6 millones. ¿Ven para dónde va la tendencia? Si su porcentage sube en 2024, será únicamente porque ya el PRIAN se descaró y ahora van juntos con pegado. Y aún así es posible que baje de nuevo.

    El PAN me parece que es altamente probable que nunca desaparezca; merecen ser representados los empresarios y la gente mocha que se queja de que se hable de diversidad sexual en los libros de texto gratuitos (que están, por ley, obligados a usar para sus hijos). Pero para continuar existiendo tiene que hacer eso: representar a esta parte de la población mexicana. Porque ahorita no está haciendo eso.

    En estos momentos el PAN, muy similarmente al PRI, existe únicamente para traficar puestos plurinominales (para ni siquiera tener que hacer campaña) y defender como perros callejeros las pocas migajas de poder que no han perdido en los últimos años. No hay muestra más vergonzosa de esto, que el infame acuerdo que firmó el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, negociando hasta notarías públicas en la elección de gobernador en Coahuila.

    Encima de todo, este acuerdo no fue descubierto por una audaz e implacable investigación periodística por parte de nuestros medios de comunicación chayoteros; no, el acuerdo lo hizo público el mismo Marko Cortés, chillando de que Manolo Jiménez, el gobernador de Coahuila, no les estaba cumpliendo con las notarías que habían negociado en lo oscurito. Porque además de corruptos, son muy pendejos.

    El PAN, si regresa a sus principios originales, representaría a una minoría en el país; equivocada, desde mi punto de vista: pero que tiene derecho a estar equivocada y pelear políticamente de buena fé su ideología yunquista, a ver quién quiere comprársela. Pero como está en este momento, no representa a nadie distinto de su corrupta e increíblemente incompetente dirigencia, incluyendo a sus allegados.

    En lo personal, yo siempre consideraré menos pior (y definitivamente menos peligroso) al PRI en sus peores momentos, que al PAN en sus mejores; esos cabrones simpatizan o al menos toleran al ala fascista mexicana, y yo ahí sí voy a tomar la postura del Capitán Gringo: si ves un nazi, dale un puñetazo en la cara.

  • El Partido de la Revolución Democrática.

    Después del fraude electoral de 1988 Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano fundó, junto con una amalgama de ex-priistas desencantados (como lo era Cuauhtémoc mismo) con el abandono de la ideología revolucionaria original del partido, viejos comunistas, luchadores sociales, y uno que otro colado, el Partido de la Revolución Democrática; o, como lo llamábamos con cariño muchos de los que militamos ahí, el PeRDeré.

    Fue una labor titánica e increíblemente complicada, por no decir letal: cientos de militantes del nuevo partido fueron asesinados durante los primeros años de su existencia. Aún así millones militamos ahí, convencidos de que la vía democrática era la única que tenía sentido.

    Yo fui representante del PRD en casilla durante las elecciones de 1997 (que se puede discutir que ganamos) y de 2000 (que definitivamente perdimos). Estoy muy orgulloso de eso, como me parece estamos la mayoría que militamos ahí y que nos tuvimos que salir cuando la dirigencia del PRD, después de corromperse por completo, traicionó todos los principios del partido; mucho antes en múltiples casos. En el 2012, por poner un ejemplo, yo voté por Andrés Manuel; pero tachando el escudo del Partido del Trabajo, porque ya no soportaba a la dirigencia perredista.

    Tal vez el destino del PeRDeré estaba escrito desde que su estructura se formó de arriba hacia abajo; o tal vez hubiera habido la posibilidad de salvación si se hubiera derrotado al fraude electoral en 2006. Como sea, el 2 de diciembre de 2012, cuando Chucho Zambrano, como presidente del partido, firmó el infame Pacto por México junto con el PRI y el PAN, la dirigencia del PRD firmó la sentencia a muerte del partido.

    El Peje había formado Morena como movimiento político en 2011, y se había establecido como asociación civil unas semanas antes del Pacto por México, el 20 de noviembre de ese mismo año. La militancia y muchísimos de los políticos profesionales del PRD buscaron refugio ahí, lo cual se aceleró cuando se estableció como partido político oficial el 1º de agosto de 2014.

    Ni tiempo tuvieron de darse cuenta de lo que habían hecho los idiotas dirigentes que se quedaron con el cascarón podrido del PRD; y cuando todavía Andrés Manuel les ofreció una última vez, en 2017, unirse a la coalición que él lidereaba para las elecciones de 2018, los muy imbéciles prefirieron formar la alianza política más hipócrita en la historia de México, junto con el PAN.

    El PRD va a desaparecer, tan seguro como que sale el sol por el oriente: no va a alcanzar el 3% de los votos a nivel federal, ni tampoco en la mayor parte de las entidades del país; es posible que no lo alcance en ninguna entidad. Y qué bueno: es un partido que definitivamente no representa ya a nadie.

    Los partidos políticos no son equipos de futbol; uno no le “va” a un partido político: las siglas no es lo importante, lo importante es la plataforma y lo que hace la gente que esté en la organización. Mucha gente reclama la bola de ex priistas que estaban en el PRD y los que ahora están en Morena, como si haber pertenecido al PRI equivaliera a contagiarse de roña.

    Durante décadas militar en el PRI fue la única manera de poder participar en la vida política electoral, si a uno le importaba poder ayudar a la gente (porque el PAN nunca sirvió para una chingada con eso). No es “traición” dejar un partido e ir a militar otro, especialmente si justo se puede discutir que los traidores son los dirigentes del partido al que se deja, como los del PRI desde 1982 o los del PRD desde 2012 (o discutiblemente desde antes).

    Militamos en el PRD y votamos por ese partido mientras valió la pena hacerlo; y dejamos de hacerlo cuando dejó de valer la pena. No son camisetas, son ideales.

    (En afán de ser honesto, hay que admitir también que existen un buen de chapulines que evidentemente nada más están buscando su siguiente hueso; y Morena, en su afán de crear la carpa más grande posible, ha caído y sigue cayendo muchas veces en el sinsentido de abrirle espacios a personajes deleznables, como Lilly Téllez, Germán Martínez y Cuauhtémoc Blanco).

    El PRD se ha convertido sin duda alguna en un zombi, un partido muerto viviente. No representa a nadie a estas alturas, ni tampoco tiene un plan o ideología que defender. Casi toda la gente que valía la pena se pasó a Morena u otras actividades; no dudo que haya todavía algunos militantes que siguen ahí por un equivocado sentido de la lealtad, pero son un porcentaje ínfimo.

  • El partido Movimiento Ciudadano.

    Movimiento Ciudadano es tan intrascendente que me parece no vale la pena que entre en mucho detalle con el mismo; sería más interesante (y divertido) si a Samuel García no le hubiera dado miedo perder su cotito de poder y no se hubiera bajado, pero pues qué le vamos a hacer.

    Sólo diré de MC que no tiene un proyecto que a mí me resulte digno ni siquiera de mención, porque lo que desea el partido no está construido con base en propuestas concretas, sino en generar una imagen que logre atraer a un cierto tipo de ciudadanos. El video donde aparecen borrachos varios de sus dirigentes en un palco durante un partido de futbol, aunque han tratado de borrarlo de internet (buena suerte con eso), me parece que representa tanto al tipo de personas que son, como al tipo de juniors que les gustaría atraer. Un partido de influencers de YouTube e Instagram, sorprendentemente más superficiales que los que se dedican profesionalmente a eso. Fosfo fosfo.

    De cualquier manera, si los de MC se deshacen algún día de Dante Delgado (que es indiscutiblemente el dueño de la empresa que es el partido), en una de esas podrían ofrecer una opción distinta al PAN y a Morena. A mí una opción de derecha sin ligas con el fascismo me parece mucho mejor que el PAN.

    Sin embargo, para el 2024 MC sólo está tratando de conservar sus cotitos de poder en Nuevo León y Jalisco; podemos ignorarlos este ciclo electoral sin que tenga esto mucha consecuencia. Y en una de esas dejan de existir a nivel federal, porque al haber cambiado a Samuel con el increíblemente chapulinesco Jorge Álvarez Máynez (que ha militado en el PRD, el PANAL, el PRI y ahora MC, y les puedo asegurar que no cambió nunca de partido por “principios”), es posible que les vaya tan mal que no alcancen el 3%.

Entonces nuestra desesperada y triste oposición (sin tomar en cuenta a MC, porque realmente no están jugando) se encuentra debilitada y desacreditada, enfrentando al presidente probablemente más querido y popular en la historia moderna de México, con una candidata que no le llega a los talones a la sucesora del Peje en la Transformación, y sin proyecto de nación, plataforma o ideología. Peleándose como niños chiquitos por curules plurinominales y negociando como si fueran canicas judicaturas, organizaciones “independientes” y notarías públicas.

Este 2 de junio, una porcentaje significativo (y es posible que mayoritario) de los que voten por la coalición del corazón partido, lo harán realmente porque ven a la Transformación como inadmisible (en muchos casos por dogma o desinformación); no porque de verdad crean que es la mejor opción. En otras palabras, votarán por Xóchitl no porque quieran que gane; sólo esperan que la Transformación pierda.

En ese sentido, no dudo que muchos de estos votantes no les importe que la oposición no los represente realmente; sólo están aterrados de la Transformación (muchos de ellos probablemente por vivir en una burbuja informativa) y están dispuestos a aceptar a básicamente cualquier alternativa con tal de que sea alguien distinto. Sería interesante saber cuántos de ellos de verdad estarán bien informados.

Los que sinceramente creen que la oposición se preocupa por ellos (que me imagino deben existir), la verdad no sé qué pensar de ellos. Están en su derecho, sin duda alguna, ¿pero de dónde sacan esas conclusiones? ¿Qué información o datos tienen para poder creerlo?

Independientemente, en cambio la Transformación representa indudablemente a la gente que la respalda y apoya, que como queda establecido por todas las encuestas de opinión y de intención de voto, es la enorme mayoría del país. Y este respaldo y apoyo no es porque la Transformación sea perfecta y no cometa errores (al contrario, comete un chingo); pero sí porque enarbola un proyecto que pone en primer lugar a la población en general: y a los más necesitados en particular. Y esto es sencillamente mejor que cualquier alternativa actualmente disponible

Por el bien de todos, primero los pobres.

Varios de ustedes, queridos lectores, probablemente crean que me alegra el estado en que se encuentra nuestra desesperada y triste oposición, pero no me alegra en lo más mínimo: me tiene profundamente preocupado.

(Aunque debo admitir que sí me dan muchísima risa los increíblemente pendejos e ineptos errores que cometen.)

Los miembros de todos los poderes del Estado, no importa su partido o afinidades políticas (todos los jueces tienen afinidades políticas, como ha dejado patéticamente claro el poder judicial el último par de años), deben representar a sus constituyentes. Es como que el chiste de la democracia.

Esta representación no es una cuestión moral o ética (o al menos no nada más): es una necesidad pragmática para que la sociedad funcione. Si una parte de la población no es representada, entonces no tiene forma de hacerse oír y pelear por sus demandas. Y no se engañen: todas las movilizaciones que ha habido, supuestamente de la “sociedad civil”, en contra de la Transformación, han sido organizadas, encabezadas y explotadas por la oposición: no dudo que muchos (probablemente la mayoría) de los ciudadanos que han participado en ellas sinceramente creyeran que se estaban movilizando por algo apartidista, “civil”; pero en los hechos la motivación principal de los que las organizaron (las dirigencias de la oposición y sus allegados) era mantener los pocos pero significativos privilegios a los que se aferran.

La minoría de la ciudadanía que se opone a la Transformación merece ser representada de buena fé, no nada más utilizada. Si esto no ocurre, en el peor de los casos esa ciudadanía va a dejar de participar en la vida política del país, y de verdad eso es lo peor que pudiera ocurrir.

Quiero en esto dejar bien clara mi postura: es muchísimo peor (por múltiples órdenes de magnitud) que la gente que se opone a la Transformación deje de votar, a que vote por algún partido de la oposición. Pero a eso la van a orillar si los representantes por los que votan no hacen su trabajo, no los representan, como en los hechos ha ocurrido en los últimos años.

El país necesita una oposición que no esté pensando en sus privilegios, sino elaborando propuestas y plataformas por las que esté dispuesta a luchar de buena fé en el juego político, que le dé espacio y cabida a la gente que no está de acuerdo con cómo está haciendo las cosas la Transformación. Yo podré no estar de acuerdo con las posturas de todos esos ciudadanos mexicanos: pero tienen derecho a tenerlas y poder votar por una oposición sincera que pelee por ellas, no por los intereses individuales de las dirigencias partidistas (y allegados).

Esos ciudadanos mexicanos se merecen algo mucho mejor que nuestra desesperada y triste oposición.

Y los que apoyamos a la Transformación también merecemos una mejor oposición: nos hacen muy difícil tomarlos en serio, y entonces cuando por fin se quejan de algo que vale la pena quejarse, tendemos a ignorarlos porque todo el tiempo se están quejando de cosas exageradas o inventadas (literalmente como Pedro y el lobo); por muchas pendejadas que cometa la Transformación, con una oposición tan jodida no nos dan opciones para tener una alternativa que valga la pena considerar; y porque al fin y al cabo no están llevando a cabo el trabajo de una oposición: elaborar, proponer y defender políticas y plataformas que sean un contrapeso real al partido en el poder; no pretextos para tratar de recuperar sus privilegios perdidos.

Antes de acabar, quiero mencionar algo que me parece es importante: sí considero a la oposición (y les recuerdo que me refiero a las dirigencias de partidos y sus gobernadores y legisladores, no a sus militantes), como una bola de rateros y corruptos (o al menos muchos de ellos), que además nunca se han preocupado realmente por solucionar los problemas de los mexicanos, en particular los de los más pobres.

Pero aún así varios hacen al menos parte de su trabajo: varios de los gobernadores de oposición trabajaron con el Peje durante este sexenio para sacar adelante muchas obras y programas. Y el Peje a su vez ha jugado el juego político alabándolos cuando lo ha considerado necesario, siendo el caso reciente más importante que asistiera al último informe de gobierno de Alfredo del Mazo, ex gobernador del Estado de México.

Y aunque en los últimos meses los legisladores (federales) de oposición se han ensimismado en una estrategia de obstrucción para entorpecer el paso de reformas constitucionales, sí apoyaron en varias y en general participaron en los debates y negociaciones en el congreso. Estamos lejos de la situación en Gringolandia, donde es casi imposible pasar incluso leyes normales porque las matan en el senado los senadores republicanos con la maniobra de amenazar con el filibuster.

La oposición no está llamando ni abogando por la violencia; no se han tapado los ojos y los oídos negándose a participar en el juego político. A veces sube el tono de la discusión e incluso a veces se lanzan gritos; pero somos adversarios, no enemigos. Como lo dije en mi anterior entrada en la serie: nadie está llamando por la erradicación del otro bando.

Hay que reconocerle eso, a nuestra desesperada y triste oposición: soltaron la presidencia y las mayorías en el Congreso de la Unión; han soltado (en general), sin violencia y sin demasiadas quejas, las gubernaturas y congresos locales que han ido perdiendo (y que en cada elección pierden más y más). Se juega el juego político; la violencia viene del crimen organizado, no de los actores políticos (o al menos no de los actores políticos que no están involucrados con el narco), incluyendo al menos parte de nuestra desesperada y triste oposición.

Podremos no estar de acuerdo, pero estamos todos en esto juntos. Y al menos eso hay que concedérselos.

11 comentarios sobre “Nuestra desesperada y triste oposición

  1. Solo algunos comentarios: El presidente AMLO ha dicho que la oposicion tiene cerca de 15 millones de votos, como un tercio del total de 45 millones. Entonces es exagerado que tu digas que “la oposicion no representa a nadie”. A menos que tu creas que un tercio de los votantes son “nadie”. Aqui incluso el Amado Lider te contradice.

    El Regimen de AMLO esta muy preocupado por el avance de la oposicion. Por que entonces Amlo ha estado interviniendo en las elecciones, casi histericamente, repartiendo dinero y atacando a Xochitl desde que se perfilo como candidata. Vicente Fox fue un nino de pecho en eso de intervenir en las elecciones. Con el estandar que AMLO de 2006, Claudia sera una presidenta espuria si gana. Amlo acuso a Calderon de espurio porque Fox en dos ocasiones hizo declaraciones a su favor. Claudia seria una mega espuria.

    Por otro lado, la popularidad del presidente es un numero completamente diferente al resultado electoral. Zedillo, Fox y Calderon tuvieron popularidades de 66%, 61% y 59% en febrero antes de las elecciones, respectivamente. Sin embargo, sus candidatos a presidente sacaron 36%, 35% y 39%, respectivamente. Es decir, los resultados electorales fueron de 20 a 30 puntos porcentuales por debajo de sus niveles de popularidad.

    Y finalmente, hay que tomar en cuenta que en las elecciones de 2021, la Coalicion de Morena, Partido Verde y PT saco 44%. y la coalicion PAN, PRI, PRD saco 41%, y MC saco 7%. Es decir, la 4T saco 44% versus la oposicion 48%. Asi que, eso de que la oposicion esta desapareciendo o no representa a nadie parece mas un sueno guajiro de la chairiza.

    1. ¿No sabes leer, verdad? Claramente digo que con nuestra desesperada y triste oposición: “me refiero a las dirigencias de partidos y sus gobernadores y legisladores, no a sus militantes”. Y si hubieras entendido lo que digo, es que justamente no representan a los ciudadanos que votaron por ellos, porque sólo les importan sus propios intereses; es como que el punto de la entrada, m’ijito.

      De que el Peje ataca a Xóchitl, ¿no te enteras de las noticias, verdad?, (consecuencia de que no sabes leer, probablemente): desde el año pasado el Peje ni siquiera la menciona, dada una resolución del INE.

      Tercero; haces muy bien en mencionar las diferencias entre las popularidades y las elecciones (como otro lector mencionó en otra entrada, signo de que probablemente las mediciones de popularidad en los sexenios panistas estaban mal ajustadas): ve las encuestas, m’ijito. Cierto, faltan que pasen las elecciones, pero como la guerra sucia y las ridiculeces de Xóchitl al parecer no están funcionando, todo indica que los resultados electorales reflejarán la popularidad del presidente respecto a su sucesora muy cercanamente. ¿Quieres apostar?

      Y por último; en 2018 votaron 56,611,027 ciudadanos mexicanos. En 2021, votaron 48,874,040: una diferencia de casi el 14%. No fue que le fuera mucho a mejor a la oposición; es que muchos no votaron por múltiples razones (la pandemia, muchos se confiaron, etc.) Si sale a votar mucha gente, va a ser una madriza que es probable opaque a la del 2018.

      Lee con cuidado lo que digo, por favor; infórmate de lo que está pasando; y no te hagas ilusiones: el PRD va a desaparecer, el PRI se enfilará a ello; y si me hubieras leído, sabrías que yo mismo digo que: “El PAN me parece que es altamente probable que nunca desaparezca”.

      Aunque supongo que es medio inútil con personas como tú esperar que entiendan lo que tienen enfrente de sus ojos.

  2. La misma historia imgenua de siempre:

    1.-Nosotros (la izquierda) representamos al Pueblo, y todo lo que hacemos es en favor de los intereses del Pueblo (el poder y el dinero no nos importa, solo nos mueve el amor al pueblo ).

    2.-Los que votan por la derecha lo hacen en contra de sus intereses y porque son manipulados o alucinados. Todo lo que hace la derecha es contra el Pueblo (El que en muchos paises se vote por a derecha solo refleja la perversidad y la capacidad de manipulacion de la derecha).

    3.-Cuando hay ejemplos de catastrofes causadas por la iquierda (Cuba, Venezuela, Argentina de los Kirchner), es porque los EEUU o la derecha no los dejaron hacer lo que querian, que por supuesto hubiera funcionado si los respectivos lideres hubieran tenido mas poder.

    1. ¿Te das cuenta de que eres incapaz de responder puntualmente lo que pongo en la entrada. Contestas con generalidades… porque no tienes nada más. Los datos duros apuntan a que (a) el plan de gobierno de la 4T funciona (INEGI, Banco de México); y (b) que la enorme mayoría de los mexicanos lo apoya (índices de aceptación/popularidad y encuestas). Tú no puedes responder a eso y te lanzas a decir generalidades o cosas que nada tienen que ver (¿cuándo mencioné a Cuba, Venezuela o Argentina?).

      En esta entrada simplemente expliqué por qué nuestra desesperada y triste oposición no representa a casi nadie, lo que tangencialmente explica por qué van a perder tan estrepitosamente como se puede ir adivinando. ¿Puedes discutir eso con datos o argumentos concretos? Porque si no, sencillamente no volveré a aprobar ningún comentario tuyo: no vale la pena que hagas perder mi tiempo.

      1. Bueno.

        El metodo de la 4T de ignorar los datos puntuales que no les favorecen y mencionar lo que le conviene tiene “enormes exitos”.

        El crecimiento del PIB era muy importante hasta 2018, y ahora resulta que ya no es importante. En eso este gobierno es un fracaso.

        El Peje prometio disminuir a la mitad el numero de homicidios diarios para fines de 2019. Fecha que pospuso y pospuso dos o tres veces y nunca se cumplio, lo que se logro fue solo 15%) . El acumulado esta muy por encima del sexenio de pena y este sexenio no ha terminado. Cosas como la extorsion y cobro de piso se han incrementado.

        En cuestiones de Salud no hubo ningun progreso. Hasta se redujeron los presupuestos. Destruyeron el sistema de distribucion de medicinas que existia sin poner nada medianamente eficiente en su lugar. y ya en panico salen las ocurrencias como la farmaciota.

        En educacion es un sexenio perdido: bajaron el presupuesto, pasaron mas control a los sindicatos de maestros. Ya no es posible obtener becas conacyt para el extranjero (solo a Cuba).

        Lo que mas les preocupaba es cambiar los contenidos hacia una mentalidad comunitarsta ancestral que tanto gusta a un pequeno grupo de chairos.

        Fracaso en Crecimiento economico, salud y educacion. Pocas cosas.

        1. De PIB, si no tomas en cuenta la pandemia (que redujo el PIB de todos los países) de hecho en el sexenio del Peje hubo más crecimiento que en los de los otros sexenios de este siglo. Infórmate bien, se ve que no sabes de lo que hablas.

          En inseguridad, de hecho es el primer sexenio este siglo donde bajó la inseguridad, incluyendo la percepción de la misma. Pero como ya he dicho antes, el Peje nos quedó a deber con el tema y tienes razón, no cumplió en cuánto iba a disminuir los homicidios, aunque sí hayan bajado, para motivos prácticos por primera vez desde el 2006.

          En salud, hay más hospitales, con más doctores, y sin se que se paguen precios exorbitantes por medicinas para que unos cuántos hicieran negocio. De nuevo, infórmate bien.

          De educación, que hubiera menos becas al extranjero permitió que hubieran muchas más becas nacionales, lo que permitió que estudiaran más mexicanos. Por no hablar de las becas para estudiantes de educación primaria y secundaria.

          Por el bien de todos, primero los pobres.

          Ni siquiera sé qué quieres decir con “comunitarsta”, excepto que probablemente no sabes escribir español; pero además de que no presentas una sola fuente para justificar tus “puntos” (son dichos y diretes), sigues sin comentar nada de esta entrada: nuestra desesperada y triste oposición no representa a casi nadie, y entre otras cosas por eso van a perder espectacularmente en junio.

          No te molestes en “contestar” (con más dichos y diretes, probablemente); no voy a publicar ningún otro comentario tuyo. Es literalmente una pérdida de tiempo.

  3. El dia de hoy Lopez Obrador ordeno que se quitara la bandera del Zocalo para la marcha de 8M.

    Mensaje para las mujeres: Las mujeres de este pais son conservadoras y aparentemente no somos mexicanas.

    Quien iba a decir de la 4T era antifeminista..

    1. “El dia de hoy Lopez Obrador ordeno que se quitara la bandera del Zocalo para la marcha de 8M.”

      Oh dos mío, no sé cómo podemos vivir bajo tanta opresión. El Peje debe ser el dictador más cruel y sanguinario en la historia de la humanidad: bajó la bandera.

      “Quien iba a decir de la 4T era antifeminista..”

      Sí, supongo que bajar la bandera es mucho más importante que la despenalización del aborto a nivel nacional, la paridad de género en el gabinete por primera vez en la historia, y los programas como el programa para el bienestar de niñas y niños hijos de madres trabajadoras.

      Se ve que tienes bien claras tus prioridades.

  4. Programas a favor de las mujeres ha habido siempre. Este gobierno ha eliminado algunos y ha creado otros, basado en que algunos de ellos fueron creados por Calderon y en base a las nuevas ocurrencias del Jefe.

    Solo te corrijo un dato que tienes muy equivocado:

    El gobierno conservador de Lopez Obrador nunca presentò una ley para despenalizar el aborto a nivel nacional.

    Algunas propuestas se presentaron, aun por diputados de Morena, pero Amlo nunca las apoyo y terminaron en la congeladora. Lo mismo paso con la despenalizacion de la mariguana y otras causas progresistas.

    Esas causas nunca fueron prioridad de Amlo, ni cuando fue Jefe de Gobierno del DF, ni como Presidente. Es decir, es un presidente conservador disfrazado de progresista.

    El aborto fue legalizado a nivel nacional por la Suprema Corte el 6 de septiembre de 2023.

    “LA SUPREMA CORTE DESPENALIZA EL ABORTO EN MÉXICO A NIVEL FEDERAL

    La decisión unánime del máximo tribunal del país obliga a las instituciones de salud pública a prestar el servicio e impide que el personal médico pueda ser criminalizado por practicarlo”

    1. Tienes razón en que nunca fueron prioridad del Peje; la prioridad ha sido, es y seguirá siendo por el bien de todos, primero los pobres. Eso no necesariamente lo hace conservador, pero me imagino que ese concepto te supera.

      Del aborto, si de verdad te interesa, por favor lee: El aborto a nivel nacional y El aborto.

      Sólo si te interesa; si no, si te parece así lo dejamos.

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