Pegando y suavizando

Teniendo impresas (y en algunos casos reparadas) las piezas de asesino serial de mi Asuka, el siguiente paso fue pegar lo necesario antes de intentar suavizar las líneas de impresión de la figurilla, como paso anterior a pintarla.

Había dos tipos de pegaduras que tenía que hacer; en unas sencillamente tenía que fijar las dos piezas juntas, como en los interface headsets en el cabello; o la cabeza (técnicamente cuello) sobre el torso; o (si no me hubiera visto forzado a serrarlo) el cabello sobre la cabeza. En otras palabras; esas partes podía pintarlas de forma separada, pegarlas nada más fijándolas (usando Kola-Loka, por ejemplo) y todo estaría bien; no importaba que se notara la transición de una pieza a otra, porque tendrían colores distintos y son “partes” distintas de la figurilla.

El otro tipo de pegadura no bastaba fijar las piezas juntas; además había que sellar la inevitable línea de separación y probablemente lijar encima, para que no se notara que habían sido piezas distintas. En otras palabras, tenía que resanar esas uniones; que eran las que componen todo el cuerpo (o sea, descontando la cabeza) de Asuka: el torso con los brazos y piernas, y los pies con estas últimas.

Podría haber intentado usar Plasti-Loka para hacer este resane, pero es muy difícil de lijar (aunque se puede), así que decidí buscar un pegamento especializado.

Investigando en la red, me decidí por J-B Weld PlasticWeld, que está pensado justamente para esa tarea. Cuando por fin llegó el pegamento (que es realmente una plastilina epóxica que hay que amasar un rato antes de usarla), el manual de instrucciones me aterró un poco.

Decía que si olía el epoxi, me iba a morir; que si tocaba el epoxi, me iba a morir; que si tragaba el epoxi, me iba a morir; y que si por alguna razón mis ojos tocaban el epoxi, me iba a quedar ciego… y después me iba a morir.

En ningún momento al decidir embarcarme en este proyecto supuse que iba a estar arriesgando mi vida por el mismo.

Total que usé la protección para ojos que utilizo al usar mi taladro o mi sierra eléctrica; reusé las máscaras de Covid; compré guantes quirúrgicos y me puse a resanar el cuerpo ya pegado de Asuka.

La famosa plastilina epóxica me dejó sentimientos encontrados; es muy fácil de usar y moldar, pero es muy incómodo estarlo haciendo protegido como Bruce Willis al inicio de 12 Monkeys. Y es fácil de lijar, pero embota toda lija o lima de inmediato, además de que desprende polvo tóxico de a madres, lo que fuerza a usar de nuevo los lentes y la máscara (se supone ya no hay problema de contacto con la piel).

Como sea, creo que quedó bien.

Asuka pegada, recordándote que eres basura

Asuka pegada, recordándote que eres basura

Lo siguiente era eliminar las líneas de impresión. Para esto, habían múltiples estrategias; una era lijar todas las piezas hasta que las líneas ya no se notaran, pero eso (además de que es un chingo de chamba) cambia su dimensión notablemente; otra era embarrar todas las piezas con la plastilina epóxica y lijarla de nuevo, pero la idea me daba una hueva infinita. La otra era usar otro epoxi, pero ahora en resina, que dejara una capa ya suave encima del plástico impreso, que después pintaría encima.

Habiendo no disfrutado mucho con el famoso J-B Weld, me decidí por lo segundo. Así que compré resina epoxi especializada para ello, Alumilite Amazing Clear Cast, y no van a creer lo que decía el manual de instrucciones.

Decía que si olía el epoxi, me iba a morir; que si tocaba el epoxi, me iba a morir; que si tragaba el epoxi, me iba a morir; y que si por alguna razón mis ojos tocaban el epoxi, me iba a quedar ciego… y después me iba a morir.

Comencé a notar un patrón en estas cosas.

Como sea, me protegí como Bruce Willis al inicio de 12 Monkeys una vez más, y con unos pinceles comencé a poner una capa de epoxi sobre todas las piezas de mi figurilla. El proceso es ligeramente engorroso, porque uno tiene que poner la cantidad exacta de resina; si uno pone muy poco, las líneas de impresión siguen notándose; si uno pone demasiado, la resina se corre y se forman goteos bastante feos.

Siendo, como soy, carente de cualquier talento para estas cosas, en general puse o demasiado poco o demasiado mucho epoxi. De todas formas, no quedó mal.

Las piezas de Asuka con resina

Las piezas de Asuka con resina

El escudo de los Pumas fue un experimento de impresión que hice antes de Asuka y que usé para probar el epoxi. El cuerpo tampoco quedó mal, pero ahí tuve muchos más goteos.

El cuerpo de Asuka con resina

El cuerpo de Asuka con resina

Cuando el epoxi se curó por completo (toma unas 24 horas) todavía le di una repasada a algunas partes, o de plano corté corridas de goteos en varias otras, con un cutter literalmente, dejándolo curar una vez más. Al terminar, en algunos casos volví a limar varias partes donde puse demasiada resina. Ya no le tomé una foto (no estaba muy orgulloso de cómo se veía en ese momento).

Lo que debí hacer es fijar todas las piezas con Kola-Loka; y en lugar de estar arriesgando mi vida con epoxi tóxico, utilizar lo que las hojalaterías de todo el mundo llevan usando desde hace décadas: pasta (también conocida como bondo); se mezcla, se aplica, es muy fácil de lijar (está pensado para lijarse) y no es tan tóxico como el epoxi. Es lo que planeo utilizar en mi próximo proyecto.

¿Salió perfecto el pegado y suavizado? No; pero no tenía que serlo.

Para este punto ya todo estaba listo para proceder a pintar las piezas de la figurilla, que de eso hablaré en la siguiente entrada.

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