007 Spectre

El viernes fui a ver Spectre, porque tenía ganas de ver a un sociópata misógino matando gente y tratando a mujeres como objetos.

No me decepcionó en lo más mínimo. Se aplican las de siempre.

Spectre

Spectre

Veinticuatro años después de la caída de la Unión Soviética, y con el género femenino todavía luchando por cosas tan básicas como equidad salarial, James Bond se ha convertido en una caricatura tan ridícula que lo único que pueden hacer los realizadores de estas películas es no tomarse demasiado en serio… cosa que hacen de manera muy divertida en esta entrega.

Esta película funciona en gran medida por tres cosas: en primer lugar las féminas que aparecen en ella son espectaculares (incluyendo a la pobre mexicanita Stephanie Sigman, que le dan unos tres minutos de tiempo en la pantalla, y una triste línea), con una mención especial para Monica Bellucci, que a sus cincuenta años tiene muchísima más presencia que el resto de las chicas Bond.

En segundo lugar, Christoph “SS-Standartenführer Hans Landa” Waltz es el mejor actor que jamás haya interpretado a un villano de Bond, y sin duda alguna es el mejor Ernst Stavro Blofeld (incluyendo a parodias como el Dr. Evil de Mike Myers) que jamás hay existido. El tipo es sensacional como supervillano.

Y en tercer lugar, esta película permite al caricaturesco personaje de James Bond el crecer un poco, al encontrar el amor y algo de paz al ligarse a una muchacha diecisiete años menor que él (que comienza a sonar como una buena idea, por cierto).

El resto de la película (incluyendo la ridícula historia) son la típica bola de mamadas que las películas de Bond suelen tener. Eso no quita que sean divertidísimas, con énfasis en particular en el espectacular Dave Bautista como Mr. Hinx, que a veces ni humano parece, y que da una sensacional interpretación diciéndo exactamente una línea (Shit!)

Una mención especial (para mí) merece la espectacular primera escena en mi hermosa Ciudad; la Majestuosa aparece increíble, clásica y exótica; y es además una muy buena escena de acción con un helicóptero dando de vueltas alrededor de un Zócalo retacado de gente.

La película está muy divertida, no se toma muy en serio, y vale la pena verla únicamente por Christoph Waltz (y Léa Seydoux, supongo). No es una película clásica, no es la mejor película de James Bond, y ni siquiera es la mejor película de James Bond con Daniel Craig; pero cumple su cometido, y sin duda alguna vale la pena verla en el cine.

Así que vayan y hagan eso. Especialmente si quieren a mi Ciudad tanto como yo; nada más por esa escena inicial valdría la pena.

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