El trabajo de Canek: La Universidad Nacional Autónoma de México

Mi trabajo ideal, del cual firmé mi contrato hace poco más de un mes, es por supuesto como Profesor de Carrera Asociado C de Tiempo Completo en el Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Universidad Nacional Autónoma de México

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ただいま。

De verdad me encantaría poder decir que cuando salió la convocatoria para la plaza (de hecho salió una convocatoria para doce plazas, cosa que no había ocurrido en décadas en la Facultad), y que yo metí papeles para la misma, que todos los profesores de Ciencias de la Computación (la mayor parte de los cuales me dio clases siendo yo estudiante) inmediatamente reconocieron que yo era el mejor candidato para ocupar dicha plaza.

Eso no fue lo que ocurrió. Es por ello que aunque la convocatoria se publicó en julio de 2014, yo no recibí mi cubículo sino hasta finales de abril de este año. La demora para que firmara mi contrato se dio por el monstruo burocrático que es la UNAM; y sinceramente no me extrañó, conociéndola.

(Por cierto; dato interesante de mi cubículo. Cuando era ayudante en mi carrera poco después de la huelga, nos tenían amontonados en el cubículo 031 del Departamento de Matemáticas; siendo como soy, yo básicamente tomé posesión del 031 y ahí medio viví durante un par de años. Hace poco, y porque el Departamento de Matemáticas necesitaba espacio para acomodar a los nuevos profesores contratados, decidieron tomar los cubículos 030 y 031 que eran grandes, y crear tres nuevos cubículos de tamaño normal tirando a pequeño; el 030, 031 y 032. Por esas casualidades que sólo me pasan a mí, me dieron a escoger qué cubículo quería, y cuando dijeron que el 031 estaba disponible de inmediato lo pedí. Así que me encuentro en el mismo lugar donde empecé mi vida como docente; lo cual me parece una buena señal.)

Yo obviamente supongo que algunos de mis ahora colegas actuaron de buena fé y de verdad creían que algún otro candidato tenía más méritos que yo para ocupar la plaza; pero debo dejar perfectamente claro que, por supuesto, yo estoy seguro de que era el mejor candidato. He dado clases aquí desde 1998, tengo mucha experiencia laboral en el mundo real, y además hago investigación y tengo publicaciones (e iré teniendo más; voy bastante avanzado en varias, de hecho).

La dicotomía académica en la discusión en torno a la plaza que gané giraba respecto a qué necesitaba mi carrera; si necesitaba un muy buen investigador que pudiera dar clases, o si necesitaba un muy buen profesor (especialmente de las materias obligatorias de los primeros semestres) que hiciera investigación. Desde la segunda perspectiva, de verdad casi nadie me gana.

¿Por qué es éste mi trabajo ideal? Básicamente porque es lo que he venido haciendo (con algunas interrupciones) desde hace casi veinte años, nada más que ahora bien pagado, y con los recursos (y no hablo nada más del dinero) para hacerlo aún mejor. De aquí a que muera (o me jubile) daré clases, dirigiré tesis, presentaré trabajos en congresos, publicaré artículos en revistas y libros de texto, y haré difusión de la ciencia.

Repito; lo que he venido haciendo desde hace casi veinte años que por primera vez fui ayudante de laboratorio, en agosto de 1998.

No es 100% seguro que tenga este trabajo hasta que muera; estoy contratado por un año, al final del cuál un comité evaluará si cumplí lo que me comprometí a hacer en mi plan de trabajo. Si dicho comité determina que así fue, me volverán a contratar. Después de algunos años así podré solicitar concursar para promoverme a Profesor Titular, y después de algunos años más podré solicitar concursar por mi definitividad. En otras universidades del mundo, a este tipo de posición se le llama tenure track.

(Todo esto es según mi interpretación del Estatuto del Personal Académico de la UNAM; que en verdad necesito estudiarlo con más calma.)

En cada uno de los pasos hacia mi definitividad, existe la posibilidad de que me corran. Sólo que les voy a contar un secreto: no me van a correr. Y no me van a correr porque voy a hacer mi trabajo extraordinariamente bien, porque me encanta hacerlo y soy endiabladamente bueno haciéndolo. Y si eso suena terriblemente arrogante de mi parte, lo siento mucho; siendo así es que he conseguido todo en mi vida.

La vida académica tiene muchas ventajas: no tengo ningún jefe directo (aunque en realidad debo responderle a mucha gente por muchas razones; pero con gusto tomo órdenes de estas personas); no tengo horario excepto para dar mis clases (aunque en realidad casi todos los días llego antes de las 9:00 y me voy después de las 19:00); no tengo que vestirme de ninguna manera en particular (aunque en realidad lo primero que hice cuando me pagaron fue comprar ropa); y en teoría puedo hacer lo que se me venga en gana (aunque en realidad los primeros años me tienen que aprobar mis planes de trabajo, y si no los cumplo me corren).

Estos últimos seis meses de mi vida han sido de los más intensos y felices que he tenido. He trabajado como mula (mi plan de trabajo para este primer año fue un poquito ambicioso de mi parte), pero todos los días llego a la Facultad, entro a mi cubículo, y me pongo a trabajar en las diez mil cosas que tengo que acabar, y lo hago con una sonrisa en la cara y con más ánimo que el que cualquier otra tarea me haya generado en la vida. Me detengo nada más para ir a dar clases, comer e ir al baño, y regreso de noche a mi departamento para básicamente caer como tapa de excusado sobre mi cama, aunque si puedo trato de jugar aunque sea una hora.

El salario es menor que el que podría ganar en la Iniciativa Privada o alguna institución gubernamental; pero ese es el salario base. La antigüedad lo va aumentando (y repito, he dado clases desde 1998), y hay programas de apoyo y becas para académicos que lo suben todavía más (y, por lo que tengo entendido, esos extras son libres de impuestos). Así que cada año que pasa mi salario real sólo va en aumento; y eso que no he mencionado cosas como el Sistema Nacional de Investigadores (al que solicitaré, y entraré, el año que viene) o proyectos que puedo solicitar a CONACyT.

Los que elegimos la vida académica sacrificamos muchas cosas durante muchos años (como bien suelen ponerlo los Simpsons); son años de estar ganando una miseria y estudiando y trabajando como locos, todo con la esperanza (muy lejana en la mayoría de los casos) de poder conseguir plaza en alguna universidad, y la mayor parte sencillamente no lo consigue. Y como discutí en mi entrada anterior, muchas veces los que concursan no tienen la menor culpa de no poder conseguirlo.

Yo mismo, si bien no voy a culpar únicamente a mi decisión de perseguir una vida académica, sí puedo decir que el hecho de que esté soltero y sin hijos tuvo mucho que ver con ello. Mi vida personal ha estado, figurativamente, medio puesta en pausa durante unos doce años porque no sabía qué deparaba el futuro para mí.

Ahora sí lo sé. Todavía existe la posibilidad de que me corran; pero sinceramente creo tener lo necesario no solamente para conservar mi trabajo, sino para brillar en el mismo. Para poder formar nuevos computólogos que sean excelentes programadores (y ciertamente el país necesita muchos de esos); para titular estudiantes dirigiéndoles las tesis; para generar nuevo conocimiento haciendo investigación y publicando artículos y presentándolos en congresos; y para difundir la ciencia en mi área de especialización.

Literalmente nací para esto. Se me da incluso mejor que programar (y eso ya es decir mucho), y no puedo imaginar a qué otra cosa podría dedicarme que me satisfaciera más.

Cuando me doctoré, sentí que se me quitaba un gran peso de encima, y eso obviamente me alegró; pero el hecho de doctorarme no me dio mucha felicidad que digamos. Tampoco jamás me he sentido particularmente orgulloso de que me llamen “doctor”, y de hecho aún me medio saca de onda. En cambio, el conseguir mi plaza y que me llamen, ahora sí de manera técnicamente correcta, profesor… eso sí me alegra. Mucho.

Profesor Canek Peláez de la Facultad de Ciencias en la UNAM, sin duda alguna la mejor universidad del país, y la segunda mejor de Latinoamérica (detrás de la de São Paulo en Brasil).

Eso es lo que quiero que diga mi obituario.

¿Y ahora qué sigue? Supongo que en primer lugar será destrabar la pausa figurativa en que tenía a mi vida personal; aunque antes voy a terminar este semestre, porque sí fui ligeramente ambicioso al presentar mi primer plan de trabajo, y no tengo mucho tiempo libre que digamos; menos aún porque me estoy reintegrando a trabajar en el INE de tiempo parcial.

Después, no lo sé con exactitud. Lo que sí sé es que si cumplo mi trabajo (que lo haré) tengo básicamente garantizada mi seguridad laboral; que económicamente estoy cómodo, e iré estando progresivamente más cómodo conforme pase el tiempo; y por encima de todo que me estoy dedicando a algo que me encanta hacer, y para lo que soy bastante bueno.

Cualquier otra cosa que me pudiera hacer falta en la vida se irá dando naturalmente; no tengo de qué preocuparme al respecto, y no lo haré. De lo único que tengo que preocuparme es de hacer bien mi trabajo, y de disfrutarlo mientras lo hago.

Y eso es lo que planeo hacer durante (al menos, espero) los próximos cuarenta años.

17 comentarios sobre “El trabajo de Canek: La Universidad Nacional Autónoma de México

  1. Es muy bonito trabajar en CU, especialmente si eres PTC. Se siente uno muy bien.

    Sin embargo, me parece que uno desarrolla una especie de dependencia emocional con la UNAM que es hasta dañina. Te sientes como que quieres prolongar tu vida de estudiante pasando a profe de asignatura y, 300 años después, a PTC.

    La UNAM es medio cruel con sus profes de asignatura.

    En tu caso, tienes la ventaja de ser inteligente (IQ de 130+) y ser matado en el trabajo. Eso en cualquier lugar en que trabajes significa que vas a terminar siendo de la élite. Aunque en la UNAM ser de la élite significa ganar 20,000 pesos mensuales.

    Tienes razón en que la mayoría de los casos, los profes de asignatura jamás van a conseguir una plaza de PTC, más ahora que la UNAM introdujo la discriminación en contra de los viejos (si alguien se ampara seguramente la SCJN declararía esa medida inconstitucional).

    No quiero ser aguafiestas. En mi caso, fui egresado de la FC, pasé 5 años de profe de asignatura y 6 años con plaza en la DEPFI (relativamente muy afortunado). En el 2007 renuncié.

    La razón para dejar mi “dream job” fue básicamente que, con esposa e hijos, quieres que tengan algunos lujos y en algún momento comprarte un departamento en una zona no muy fregada.

    Para un departamento pequeño necesitas dar un enganche de 200 mil pesos y pagar 10 mil pesos mensuales durante 20 años, para lo cual necesitas mantener a tu familia en relativa pobreza durante todo ese tiempo.

    Lo anterior, es todavía más difícil de sostener porque, de vez en cuando, algún conocidos te ofrecen un empleo ganando 50 mil o más en el gobierno o la iniciativa privada.

    La verdad, cuando estas casado es difícil darte el lujo de seguir siendo el eterno estudiante que se la pasa bien chido en CU. Me imagino que si te consigues una mujer que acepte la “honrosa medianía”, aun sabiendo que tienes el potencial de ganar mucho más, no tendrás problemas.

    Por otro lado, trabajar en la IP o el gobierno es difícil los primeros años. tienes que ir de traje y estás más estresado (por eso pagan más). Sin embargo, con el tiempo encuentras tu lugar e incluso se vuelve muy agradable. Además, ganar dinero te permite más tranquilidad en el frente privado y doméstico. En mis empleos post académicos, empecé ganando 45 mil mensuales libres de impuestos y ahora gano cerca de 130 mil libres, y me compre una casa en la Colonia del Valle.

    A lo mejor peco de tener “mentalidad pequeñoburguesa”, como se decía en los viejos tiempos.

    1. Varios comentarios.

      La UNAM no es medio; es completamente cruel con sus profesores de asignatura; yo lo sé bien, lo fui (intermitentemente) durante 17 años. Como he dicho muchas veces, lo que pagan alcanza para las cervezas, si bien nos va. Es una desgracia.

      No tengo idea de cuál sea mi Coeficiente Intelectual, y sinceramente no me interesa saberlo; me parece que es un número que no significa absolutamente nada en los hechos. Y creo sinceramente que no soy (ni nunca he sido) matado; ni en mi trabajo ni en mis estudios. Lo único que ocurre es que he sido muy afortunado de en general siempre disfrutar lo que hago.

      Estás terriblemente equivocado si crees que la élite de la UNAM gana 20,000 pesos mensuales; ganan muchísimo más. Y cuando digo “muchísimo” quiero decir muchísimo más que eso. Yo gano más que eso dada mi antigüedad, y eso que acabo de entrar; y como digo en la entrada, sólo irá aumentando en el futuro (y además están las becas, proyectos, SNI, etc.) Mi madre, siendo profesora investigadora de la UAM, ha estado (y nos tuvo) muy por encima de la “honrosa medianía” desde hace años. Es un mito que los académicos (de tiempo completo) no ganen bien; aunque ciertamente ganan menos que en la Iniciativa Privada (al menos al inicio). Un académico (de tiempo completo) gana mal únicamente si su único salario es el base; y casi todos los que están así es porque realmente tienen otras “chambas” por afuera, y básicamente utilizan a la Universidad para tener un seguro de gastos médicos mayores y una pensión con qué jubilarse. Pero eso es otra discusión.

      Y por cierto; no entretengo para nada llegar a ser de la élite de la UNAM; sólo pienso hacer mi trabajo lo mejor posible dadas mis habilidades. La élite de la UNAM es, al fin y al cabo, la élite de México y Latinoamérica, y en varios casos del mundo.

      Tampoco creo que ningún profesor de tiempo completo se comporte como “eterno estudiante” (al menos no aquellos que han entrado después de la huelga; los estándares eran mucho más relajados el siglo pasado), pero sí he visto esa actitud en algunos técnicos académicos. De cualquier forma, estoy dispuesto a apostar que son la minoría.

      Soy el primero en reconocer que sacrifiqué muchas cosas para poder obtener mi plaza (y sin en ningún momento tener seguro que lo conseguiría). Como menciono en la entrada, no he comenzado una familia en gran medida por ello, pero hay muchas más cosas; que usara el mismo carro casi quince años; que hubo varios años donde no me alcanzaba para comprar ropa (incluyendo cosas tan básicas como ropa interior); que no pudiera hacer un montón de cosas que me hubieran gustado. Pero fue decisión; nadie me la impuso.

      Y de la misma manera, me alegra escuchar que te va bien; no mencionas qué estudiaste, pero los egresados de mi carrera (incluyendo casi todos mis compañeros de generación) están en una situación casi igual a la tuya; con sus familias, comprando (o habiendo comprado ya) propiedades, y algunos incluso invirtiendo en varios negocios. No me parece que eso sea una “mentalidad pequeñoburguesa”; en primer lugar porque la gente usa mal ese término (ser “pequeñoburgués” no tiene nada qué ver con cuánto dinero tienes o ganas), y en segundo porque cada quien debe poder hacer lo que decida en su momento que es lo mejor para él y su familia, y vale madre lo que piensen los demás.

      Eso fue justo lo que yo hice (con la correspondiente ventaja/desventaja de que sólo tenía que preocuparme por mí mismo). Sí, sacrifiqué algunas cosas, pero como digo en mi entrada, estoy más feliz que nunca y sinceramente creo que valió la pena.

      Nada más para terminar de responder; también creo que este camino que elegí para mi vida sí beneficiará al país no trivialmente. El preparar a nuevas generaciones de programadores, el crear conocimiento a través de la investigación y mi colaboración con el INE, yo creo de corazón que resultarán en una ganancia neta para México; económica, social e intelectual.

      Pero no voy a hacerme el mártir y decir que fue por eso que elegí este camino. Lo elegí porque se me dio la regalada gana, y porque siempre creí que tenía lo necesario para poder elegirlo; los resultados altruistas son únicamente una feliz añadidura.

      1. Con todo el respeto que se merece. Me gustaria comentar que personas ilustres como ud, hay pocos, es más son contadas las personas que antes que tener los lujos que le da un buen trabajo esta la satisfacción de apoyar en mucho a personas que en un futuro llegaran a dar mejor nivel a México. Ud doctor es grande en todo, principalmente en su interior, me fascina ver y sentir lo que hace. Cuando leo parece que estoy frente a ud y llega a motivar a mi familia y a miEs magnífico, no lo olvide.

  2. Comentarios a tus comentarios:

    El Coeficiente Intelectual importa muchísimo. Es importante para desempeñarte en un campo técnico. Precisamente, una de sus manifestaciones de un alto IQ es el que puedes dedicarte a tareas técnicamente complejas y “disfrutarlas”. La gente con bajo IQ encuentra que la programación y las matemáticas son una tortura y las evitan como a la peste.

    Un alto IQ es necesario para una carrera técnica pero no suficiente. Algunos con alto IQ pueden no tener interés en estudiar o ser simplemente flojos o sin ganas de lograr cosas.

    Es cierto que eres “afortunado”, pero de haber nacido con alto IQ y en una familia de académicos. Según mis estimaciones, tu debes estar en el 5% más inteligente de la población y probablemente en el 2%.

    Por otro lado, dije que la élite en la UNAM gana de 20 mil o más. Me refiero a los Profesores de Carrera y los Técnicos. Una élite es simplemente una minoría que es mejor, tiene más privilegios, o tiene más poder que el resto. Eso es cierto para profesores e investigadores, que siendo el 20% de los profesores de la UNAM reciben mucho más dinero y tienen mucho más poder y privilegios que el 80% restante.

    Ahora, el término élite no es un término peyorativo, pues no significa que esa élite no sea productiva. No se trata de una clase parasitaria. Las élites en muchos casos son necesarias y valen más de lo que cuestan. Si la élite de los Profes de Carrera no tuviera los salarios que tiene, no habría investigación científica en la UNAM, y la docencia sería de muy baja calidad.

    Más aun, los privilegios de esa élite estimulan a muchos profes de asignatura y estudiantes de doctorado a esforzarse con la esperanza de algún día llegar a pertenecer a ese club selecto.

    Se trata de una meritocracia como las que existen en muchas partes. Nada de que asustarse.

    Ahora, eso de que la élite gana “muchísimo más”, a lo mejor te refieres a una élite lejana, abstracta y misteriosa a la que se le atribuye estar formada por una cuantos que manejar todos los resortes sin que nadie pueda hacer nada para impedirlo. De ser cierto, esa sería una élite, aunque a otro nivel.

    En cuestiones de dinero, según entiendo tú debes estar recibiendo como 25 mil pesos mensuales libres de impuestos y pronto posiblemente recibas el SNI como candidato, para un total de 30 mil. Después, incrementarías tus ganancias hasta llegar a ser profesor titular C con el mayor nivel en el PRIDE y SIN, lo que implicaría alrededor de 80 mil pesos netos (si das el ancho). Esto te podría llevar 10-20 años.

    Me parece que sólo la mitad de los profes están en el SIN, y sólo unos cuantos alcanzan el nivel III. Los proyectos ayudarían pues dan viáticos, un beneficio no monetario.

    Al final de cuentas tienes razón. Eliges algo no necesariamente basado en consideraciones monetarias. Además, ya pagaste el costo de entrar al club selecto, por lo que de aquí en adelante todo va a ser de bajada, y me imagino que de una u otra forma vas a poder comprarte una casa, si es que te interesa.

    En suma, en gustos se rompen géneros

    Don´t worry, be happy.

    1. Por como manejas ciertos números (por ejemplo, sostener que el 20% de un grupo es una “élite”, o que un aumento del 400% no es muchísimo más), no creo que vayamos a encontrar mucho terreno en común.

      Relacionado a ese descuidado manejo de los números; viejo, no lo tomes a mal, pero la estimación de que estoy dentro del 5% o 2% de la población “más inteligente” te las estás sacando del trasero. No me conoces, no estás familiarizado con mi currículum (excepto por los datos más generales), y jamás haz trabajado conmigo. No tienes ningún punto sensible para hacer una afirmación de ese estilo; y esto se aplica a varias otras aseveraciones que haces, como decir que la gente con bajo coeficiente intelectual “encuentra que la programación y las matemáticas son una tortura”. ¿De dónde sacas eso? ¿Tienes alguna liga a un estudio que lo sostenga? ¿O es de esas cosas tan “obvias” que “todo mundo lo sabe”?

      Por lo mismos puntos que tú mencionas (suponiendo que todos fueran ciertos), tú mismo me das la razón de que el coeficiente intelectual es un número que no sirve de nada en los hechos. Si, como tú mismo reconoces, un coeficiente intelectual alto no es suficiente, entonces en los hechos no importa; importa (valga la rebuznancia) lo que cada individuo haga, independientemente de su valor intelectual “en potencia”.

      A eso añádele que hay que estar recalibrando la medición del coeficiente intelectual cada par de años, porque si no en promedio la población actual sería el “doble” de inteligente que la de inicios del siglo XX, y que “casualmente” los negros y los latinos salimos calificados en promedio más bajo que los caucásicos, y de verdad hay mucho que criticarle al famoso numerito. Por todo eso sigo sosteniendo que es una métrica completamente inútil en los hechos; para la gente que quiera masturbarse mentalmente pensando que son muy “listos” no dudo que sí sea importante.

      A mí no me interesa.

      Para terminar; gracias por el deseo, pero es absolutamente innecesario. No sólo no me preocupo (por principio me ocupo de las cosas); por omisión mi estado normal es ser feliz.

      Siendo Profesor de Tiempo Completo en la UNAM, créemelo, mucho más.

      1. Tengo la impresión de que este tipo de opiniones son más la regla que una excepción.

        Una lógica basada en un pseudo-conocimiento de cómo funcionan las cosas. Siempre he pensado que está en nosotros (los que nos hemos decidido por la academia como profesión) corregir eso “que todo el mundo sabe”.

        1. Por eso preguntaba por un estudio; estoy casi seguro de que el gusto (o disgusto) por matemáticas y/o programación es completamente ortogonal al coeficiente intelectual (por más sin sentido que sea ese número).

  3. Lo que digo sobre el IQ solo refleja la literatura de los últimos 50 años. He aquí una liga que describe el consenso entre los psicólogos que se dedican a eso:

    http://www.udel.edu/educ/gottfredson/reprints/1997mainstream.pdf

    La estimación del 5% al 2%, obviamente no es exacta, pero se basa en varios indicios: (1) tienes un doctorado en computación, (2) sabes escribir bien, en español e inglés, (3) tienes una forma de pensar relativamente sofisticada, y (4) tu mismo has presumido ser superior a otros en habilidades (INE, Google, Tus maestros que reconocieron que eras el mejor).

    Así que, te informo que, lamentablemente, también perteneces a la élite cognitiva.

    Todo mundo sabe que hay gente más inteligente que otra. Cosas de sentido común. Algunos nacen, crecen y se mueren siendo inteligentes, y otros nacen, crecen y se mueren siendo brutos. Así que, estoy tentado a tomarte la palabra y decir que sí, son cosas obvias que todo mundo sabe, excepto por algunos académicos con bastante aire caliente en la cabeza.

    Ahora cuando dices “un coeficiente intelectual alto no es suficiente, entonces en los hechos no importa”. Yo diría que deberías leer y pensar otra vez esa afirmación.

    No me sorprende tu reacción. Los que se oponen a este tipo de mediciones, consideran que hablar de diferencias en inteligencia atenta contra la dignidad humana, o contra alguna idea de igualdad.

    Sin embargo, una cosa son los hechos, y otra lo que nos gustaría que fueran los hechos.

    Los seres humanos somos iguales moralmente, ante la ley, o ante Dios diría un creyente, aun cuando no seamos todos física o intelectualmente iguales.

    La igualdad moral o legal de las personas es un principio que todo mundo reconoce, lo cual no significa que para que eso sea cierto tengamos que ser todos clones.

    1. Rayos, quería ver si caías en la provocación de citar The Bell Curve, pero hiciste algo todavía más fabuloso; citaste a Linda Gottfredson, y además con la falacia de decir que es “refleja la literatura de los últimos 50 años”. El libro racista de Herrnstein y Murray, así como el artículo de Gottfredson defendiéndolo (¡que tú mismo ligas!), salieron en 1994; eso fue hace 21 años. Te digo que eres muy descuidado con los números.

      Decir que The Bell Curve (que es la fuente, por cierto; Gottfredson no aportó nada realmente nuevo a la discusión) “refleja la literatura de los últimos 50 años” es como decir que la literatura de cambio climático de los últimso 50 años refleja que no hay tal, o que el ser humano no tiene nada qué ver con él. Ese tipo de cosas las dicen “científicos” que únicamente quieren empujar una agenda determinada.

      Si de verdad te interesan “los hechos”, y no cómo te gustarían que fueran, lee las críticas a The Bell Curve de William Matthews, Stephen Gould, Loring Brace y James Heckman. La falacia de The Bell Curve ha sido más que probada, me parece; y qué casualidad son la gente que se opone a la acción afirmativa y las cuotas de género los que la defienden a capa y espada. Seguro el racismo y la misoginia no tienen nada que ver con sus opiniones; son “científicos” éticos y sin sesgo alguno, por supuesto.

      Mi madre es socióloga y politóloga; mi papá es historiador. Desde que soy niño he sabido que las ciencias cuyo objeto de estudio es el ser humano no son ciencias exactas. Por eso nada más me río de la gente que dice que la economía es una “ciencia exacta”; no saben de lo que hablan. Y por eso es justamente que digo que el coeficiente intelectual no sirve de nada en los hechos. No puedes medir la “inteligencia” (lo que sea es eso) con un número. Es obvio que la “inteligencia” (lo que sea es eso) no es lineal.

      Cualquier persona que haya estudiado tantito de educación sabe esto. ¿Por qué la necedad de querer medir una de las características más complejas del ser humano, con un único número?

      Así que, y espero no te moleste, pero voy a sostener lo que dije: si un coeficiente intelectual alto no es suficiente, entonces en los hechos no importa. Y sí, ya leí y pensé otra vez mi afirmación.

      Y la sostengo.

      Nada más por completez; en el artículo de la Gottfredson que ligaste no hay una única mención donde digan que el coeficiente intelectual está ligado al gusto o disgusto por las matemáticas y la programación, que es lo que respetuosamente solicité (y que sigo esperando). La única mención a matemáticas que hay en el artículo citado es para decir que los negros de 17 años tienen en promedio la misma habilidad leyendo, en matemáticas y en ciencias que los blancos de 13 años en promedio, con los latinos (hispanos les dicen ahí) “en medio”. Ese es el término científico que usan: “en medio”.

      Si ese párrafo no te dice todo lo que deberías saber acerca del “estudio”, no estás familiarizado con la historia gringa, me parece. Es como la gente que lee que los negros son el 14% de la población gringa, pero son el 40% de los presos en ese país, y por supuesto la única respuesta es que “los negros son más violentos”. Júntalo con lo que dicen estos retrasados mentales (que son “menos inteligentes”) y entonces estás a un paso de poder clasificarlos como subhumanos. Extremadamente conveniente en el país que consiguió su desarrollo económico inicial esclavizando y oprimiendo durante más de 200 años a la gente de raza negra (lo que sea que eso signifique; la raza no es discreta, es un continuo).

      Sí, seguro son científicos sin sesgo los que descubrieron lo que tú tan dócilmente aceptas como “hechos”.

      De lo que dices de mí en lo personal, mejor declino responder. Sin ánimo de ofender, pero mi interés en tu opinión sobre estos asuntos va decreciendo de manera inversamente proporcional al número de aseveraciones que haces.

  4. Pude haber hablado de The Bell Curve directamente sin ningún problema. Obviamente no podía haber puesto una liga al libro. Era mejor citar un artículo que resumiera el consenso del área. De la tal Linda Gottfredson nunca había oído hablar en mi vida, pero parece una persona razonable. La googlee y no veo que problema tienes con esa autora.

    Dices que The Bell Curve es un libro racista. Quién sabe cuáles fueron tus fuentes de información. En su época el libro se discutió seriamente por la comunidad científica. Hubo muchas críticas a la metodología y a la interpretación de los datos. Por ejemplo, algunos no cuestionaban que los negros y los blancos tuvieran diferencias en IQ pero cuestionaban el que tales diferencias fueran permanentes o de origen genético. Sin embargo, un libro racista no se discute por academicos importantes ni en revistas científicas como pasó con la Bell Curve.

    La misma entrada de Wikipedia describe una discusión muy seria entre académicos de primer nivel y solo uno que otro periodista termina llamándolo un libro racista.

    El problema con los detractores del IQ es que ya decidieron que la realidad es de cierta forma y todo lo que se oponga es racista. Están casados con la idea de que todos somos iguales y que todos podemos ser educados en cualquier cosa y a cualquier nivel. La ideología de que todos pueden ser “formados” para que se conviertan en cualquier cosa.

    El tema de si el IQ es útil o puede predecir o describir habilidades, es una cuestión científica. Sin embargo, la discusión deriva en ataques. Cuando los hechos no están de acuerdo con sus dogmas, que se frieguen los hechos.

    De los autores que mencionas, solo conozco a Stephen Jay Gould y a James Heckman. El primero es un charlatán, que además ni siquiera es psicólogo sino paleontólogo. Sobre Gould, Paul Krugman una vez dijo: “…his own descriptions of what the field is about (evolutionary biology) not just the answers, but even the questions – are consistently misleading¨”.

    Heckman es una persona de alto nivel plenamente calificada para opinar sobre el tema, pues es premio nobel de economía y se dedica precisamente a la evaluación de la educación. En el medio tiene muy alta reputación. Sin embargo, si lees la entrada de Wikipedia, en una parte dice:

    “In a 2005 interview, Heckman praised The Bell Curve for breaking “a taboo by showing that differences in ability existed and predicted a variety of socioeconomic outcomes” and for playing “a very important role in raising the issue of differences in ability and their importance” and stated that he was “a bigger fan of [The Bell Curve] than you might think.” However, he also maintained that Herrnstein and Murray overestimated the role of heredity in determining intelligence differences”

    Si bien Heckman no da un respaldo completo al libro, habla bastante bien y no dice que es libro racista.

    Me parece que lanzas acusaciones de racismo y misoginia con mucha facilidad.

    Si yo dijera que las mujeres en promedio tienen menor estatura que los hombres, ¿dirías que estoy siendo misógino, o que se trata de un hecho probado científicamente?

    Dices que sólo en las “ciencias exactas” se puede medir las cosas. O sea, no se puede medir el calentamiento global, la pobreza, el PIB, la inflación, la esperanza de vida, los efectos de una medicina, la opinión pública (¿?).

    La inteligencia no es lineal (¿?). Quien sabe que signifique. De todas formas ¿sólo lo lineal existe?

    “si un coeficiente intelectual alto es necesario más no es suficiente, entonces en los hechos no importa”. Deberías leerla otra vez y no sostenerla neciamente como si esto fuera una canción de Pedro Infante y Jorge Negrete. Te facilito las cosas con una analogía. Tú afirmación es equivalente a la siguiente:

    “Asistir a dar clases es necesario más no suficiente para ser buen maestro, luego entonces asistir a dar clases no importa para ser un buen maestro.”

    La cita que me pediste viene en el artículo. La transcribo aquí:

    “The practical advantages of having a higher IQ increase as life settings become more complex (novel, ambiguous, changing, unpredictable, or multifaceted). For example, a high IQ is generally necessary to perform well in highly complex or fluid jobs (the professions, management); it is a considerable advantage in moderately complex jobs (crafts, clerical and police work); but it provides less advantage in settings that require only routine decision making or simple problem solving (unskilled work).

    Differences in intelligence certainly are not the only factor affecting performance in education, training, and highly complex jobs (no one claims they are), but intelligence is often the most important. When individuals have already been selected for high (or low) intelligence and so do not differ as much in IQ, as in graduate school (or special education), other influences on performance loom larger in comparison.”

    Es decir, básicamente un alto IQ es necesario para tareas muy complejas (matemáticas, programación, ingenierías).

    1. Oh por el amor de Marx, cada vez escribes más y cada vez me importa menos nada de lo que dices. Por la grandeza de mi corazón voy a aprobar este último comentario tuyo, pero esto termina aquí; no sólo porque nos hemos desviado del punto de la entrada (que es que gané mi plaza en la UNAM), sino porque si de verdad te interesa expresar las pendejadas dentro de tu cabeza, por favor crea tu propio blog y hazlo ahí. No vengas al mío a vomitar tus ideas.

      En mi blog, aquí sólo yo tengo permitido vomitar ideas.

      Sólo voy a contestar uno de tus puntos, porque ese lo pedí específicamente; el resto son tú sermoneando de manera bastante mala a una audiencia que no le interesa en lo más mínimo lo que piensas respecto al coeficiente intelectual; dícese yo, que ya me aburriste más allá de lo humanamente razonable.

      Lo que te voy a decir, mijito, es que evidentemente no te haz dado cuenta que la bola de estupideces que estás recitando ya las he leído y oído; y no sólo eso, sino que me las han presentado mucho mejor de lo que tú obviamente eres capaz. Después de leer (cada vez con menos interés) tus puntos, me resulta obvio que yo he estudiado de este tema mucho más que tú, y que además lo entiendo mucho mejor.

      Probablemente por mi coeficiente intelectual de más de 130 puntos que tú alucinas que tengo.

      El único punto que voy a contestar es el que pregunté específicamente: la falacia de decir que el coeficiente intelectual tiene nada que ver con tu gusto o disgusto por las matemáticas y programación. Lo que tú dijiste originalmente fue (y cito): “La gente con bajo IQ encuentra que la programación y las matemáticas son una tortura y las evitan como a la peste.”

      En primer lugar, la cita que pones no dice nada respecto a matemáticas y/o programación; tú haces el salto mágico de decir que porque los autores afirman que la inteligencia es lo más importante en “education, training, and highly complex jobs”, que eso se aplica automáticamente a matemáticas y programación. Lo cual es una falacia; hay tareas de matemáticas y de programación interesantes y necesarias que no son altamente complejas. Sólo muestras ignorancia al perpetuar el mito de que las matemáticas y la programación “son muy difíciles”.

      En segundo lugar eso no fue lo que yo pedí; tú no hiciste una afirmación acerca de la capacidad de una persona para las matemáticas o la programación; tú hiciste una afirmación acerca del gusto o disposición. Vuelvo a citar: “La gente con bajo IQ encuentra que la programación y las matemáticas son una tortura y las evitan como a la peste.”

      Y sí, mucha gente encuentra intenso placer en hacer cosas para las que son innatamente malos; yo, tocando la guitarra y cantando, por ejemplo. Así que reafirmo lo que dije; el gusto por las matemáticas y la programación no tienen nada qué ver con el coeficiente intelectual. A lo mejor es una muy mala idea que se dediquen a eso, pero no por eso “son una tortura y las evitan como a la peste”; eso es un mito cultural, como que las niñas les gusta jugar con muñecas y a los niños con pistolas de juguetes.

      Y aunque el gusto por las matemáticas y la programación no tenga nada que ver con el coeficiente intelectual, éste de todas formas no sirve para nada en los hechos.

      Esta discusión (que tú degeneraste en un estar sermoneando tus dogmas) termina aquí; si quieres comentar en otras entradas o en ésta respecto a otras cosas, eres bienvenido y siéntete como en tu casa. Pero si quieres seguir vomitando aquí tus ideas como si para eso hubiera creado este espacio, no te sorprendas de que reemplace todo lo que digas por “cuack cuack”.

  5. Muchas felicidades por obtener tu trabajo ideal, Canek. Hace varios años, cuando aún era estudiante de doctorado, descubrí tu blog. Tienes razón, los que nos metemos a estudiar el doctorado salimos con la esperanza de conseguir la, tan ansiada, plaza en una universidad. Yo la conseguí, a través del programa de retención de CONACyT, y ahora estoy en la Universidad de Guadalajara. Amo mi trabajo, me encanta transmitir los conocimientos que tengo a mis alumnos, estoy emocionada por llevar a cabo MI primer proyecto con recursos de PRODEP y pronto tendré mis primeros alumnos prestadores de servicio social y tesistas de licenciatura.

    Que tengas mucho éxito en tu vida laboral/académica/científica.

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