En una década

He estado usando casi diario los Google+ Hangouts para videoconferencia (¿cómo se traduce eso?, ¿”pasadores de tiempo”?). Las razones son varias, pero la más importante, para mí, es que me evitan la molestia de instalar Skype, que cada vez me resultaba más desesperante.

Como he comentado no pocas veces en mi blog, detesto KDE, e incluido en eso va Qt. Compilarlo además en Gentoo es lentísimo, y prefiero usar mi procesador para cosas más interesantes. El cliente de Skype para Linux utiliza Qt, y al menos en Gentoo tienen la decencia de incluir una versión binaria de Qt junto con el paquete; pero de todas formas significa usar Qt, y si puedo siempre lo evito.

Además de Qt, Skype nunca mereció mucha confianza de mi parte; menos aún cuando fue comprado por Microsoft (que además casi garantiza que un buen cliente para Linux nunca existirá). Los Hangouts de Google+ me evitan todos estos problemas, y además Google me cae mejor que casi cualquier otra compañía, así que les doy el beneficio de la duda.

Técnicamente además los famosos hangouts están bastante padres; puede uno tener videoconferencia con N personas a la vez; corre todo dentro del navegador por lo que no es otra aplicación que hay que iniciar y configurar; y corre básicamente de forma perfecta en Linux, con un plugin para Chromium (que no dudo funcione también en Firefox) que mide en total como 21 Megabytes.

Comencé usando los hangouts en mi laptop, y la experiencia ahí ha sido básicamente perfecta excepto por dos problemas (ninguno relacionado con los hangouts): el primero es que mi laptop tiene unas bocinas que yo creo que son una broma, literalmente; y el segundo es que, por esas cosas que suelen ocurrir con Linux, el chipset que utiliza el bluetooth de mi laptop ahorita no está funcionando para que jalen mis audífonos bluetooth. Y hago énfasis en ahorita: hace unos meses funcionaba, y con casi toda seguridad en unos meses volverá a funcionar, sólo que como bluez pasó de la versión 4.101 a la 5, y no son compatibles, el proceso para que las aplicaciones que usan bluez se porten a la nueva versión puede tardar mucho. De hecho, es posible que con bluez 5 mis audífonos ya sirvan, sólo no he actualizado porque todo el resto del software sigue dependiendo de bluez 4.101.

Y para hacerlo más agraviante, al parecer todo lo relacionado con bluetooth funciona con bluez 4.101; incluso mis audífonos son reconocidos y ligados a la laptop. Sólo luego no aparecen como tarjeta de sonido externa. Como sea, no es grave; me pongo mis infalibles audífonos Genius, que además cuentan con micrófono incluido, y todo está chido.

De cualquier forma me dieron ganas de ver cómo funcionarían los hangouts en mi máquina de escritorio, en gran medida porque mi silla ahí es más cómoda, y el monitor es mucho más grande. Así que lo primero fue ver si servían bien los audífonos ahí; perdí unos quince minutos buscando dónde estaba el control de volumen para el micrófono, hasta que caí en cuenta de que PulseAudio es lo suficientemente inteligente como para no mostrarlo a menos que esté conectado.

Ni siquiera sabía que las computadoras ahora podían detectar cuándo estaba conectado un micrófono.

Luego fue la cámara de video, que es una antiquísima Creative Webcam NX que se conecta por USB a la computadora. Para que tengan una idea, la compré cuando pensé que me iría a hacer el posgrado a Canadá, así que sí tiene casi diez años conmigo; hablé de ella hace mucho. Bastante ha cambiado desde esa entrada; en particular, el controlador de la camarita está en el kernel desde hace años, y por lo que tengo entendido funciona perfecto… mientras en Windows a 64 bits de hecho nunca funcionó.

De nuevo tardé como veinte minutos tratando de encontrar mi camarita (el software; la camarita lleva años viviendo físicamente encima de mi monitor), hasta que por fin caí en cuenta de que por alguna razón el controlador no estaba compilado en mi kernel. En alguna actualización la opción de tener camaritas de video USB requirió alguna otra opción que no activé, y desde entonces no se había compilado el módulo. Así que recompilé el kernel, reinicié, y por fin tuve camarita de nuevo.

Y fue casi dolorosamente decepcionante:

Camarita

Camarita

Por supuesto las condiciones de luz en mi departamento apestan (más aún a las ocho de la noche), pero la calidad de la camarita es abismal. Tiene una resolución máxima de 352×288; en comparación, mi latop (que no es último modelo) tiene una resolución de 1280×1024. En mi monitor FullHD (1920×1080), la ventana de Cheese (el programa para tomar fotos de GNOME) tiene que escalar hacia arriba la imagen para que quepan los botones de su barra de herramientas. Y con tantito que se escale, a esa resolución, todo se ve súper pixeleado.

Así que descarté mi escritorio para usar los hangouts, a menos que mis interlocutores quieran ver sombras nada más. Lo que me impresionó, y que es el punto de esta entrada, es que hace diez años una camarita USB con resolución 352×288 no sólo no era rara, sino que tendía a estar en el grado alto del espectro. E independientemente de la resolución, la calidad del video (y fotos) que toman las camaritas actuales es muchísimo mejor que las de hace diez años.

En una década ocurrió que el hablar con alguien a cientos de kilómetros de distancia, y además verlos al mismo tiempo en tiempo real, se puede hacer de forma ridículamente sencilla, y con una calidad del video tal que uno puede ver los insectos caminando en las paredes detrás de los interlocutores (true story). A veces se me olvida que ya vivimos en el futuro.

Y por cierto, los hangouts funcionan sorprendentemente bien en teléfonos celulares inteligentes, si bien sólo los probé una vez, y ambos participantes usando red inalámbrica. Supongo que habrá que ver si funciona bien sobre 3G, aunque la verdad lo dudo. Mi teléfono no es 4G LT, pero me imagino que el próximo sí lo será.

Y entonces sí voy a sentir de verdad que vivimos en el universo de Star Trek.

2 comentarios sobre “En una década

  1. ¿cómo se traduce eso?, ¿”pasadores de tiempo”?

    Bueno, cuando recién salió G+, se tradujo el término hangout como «quedada» (lo que en México conoceríamos como una salida con amigos), pero al parecer es una palabra muy española y muchos latinoamericanos no la entendieron, y la videoconferencia de G+ revirtió a su nombre inglés en la edición en español.

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