Y por eso no me gusta trabajar

Total que en el poco más de un mes que llevo en California, me he encarrilado a trabajar con Bernardo y Silvia en su área, combinatoria, que aunque relacionada (y mucho) a la geometría computacional, es una bestia completamente distinta.

En particular, muchas veces el chiste del asunto es estar contando pendejaditas, para saber cuántos elementos de las pendejaditas existen. En la enorme mayoría de los casos (o al menos los que yo he visto y trabajado), dichas cuentas generalmente no son exactas, y entonces uno termina con una cota superior, que uno justifica con cualquier argumento que se pueda usar, y una cota inferior, que casi siempre se justifica con una familia de ejemplos que alcanzan dicha cota inferior. Cuando la cota inferior y superior coinciden, bingo, uno resolvió el bisne.

Yo en general he trabajado en las cotas inferiores, porque la computadora ayuda (y mucho) a encontrarlas, y porque la familia que justifica su existencia debe ser generable a partir de instrucciones finitas, y eso, entre otras varias formas, se resuelve mostrando un algoritmo que construye dicha familia.

Antes de que yo llegara ya teníamos una cota inferior para un subcaso del problema general, y escribiendo el programa que generaba todos los ejemplos a partir de una n determinada, descubrí que podía mejorar la cota. Lo cual es bueno; lo malo es que toda la chamba que había hecho para la cota anterior se tira a la basura, porque ahora existe una nueva cota, y entonces tengo que rehacer todo.

“Es tu culpa”, me dijo Silvia, “¿para qué encuentras una nueva cota?”

Así que me arremangué y me puse a volver a hacer todo de nuevo una vez más, hasta hace unos minutos, cuando encontré que de nuevo había mejorado la cota. Lo cual significa que de nuevo tengo que volver a hacer todo.

Chale. Me voy a mi casa, ya son las siete de la noche y no tengo la energía para volver a hacer (por tercera vez) la chamba. Me extrañaría mucho poder mejorar la cota de nuevo, pero no es imposible; no sabemos si es lo mejor que existe.

Y por eso nunca me ha gustado trabajar. Generalmente causa que uno tenga que seguir trabajando.

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