La lluvia

En mi Ciudad de México, me encanta que llueva. En parte tiene que ver que detesto el sol del DF, pero independientemente de eso hay un genuino gusto por mi parte de ver a mi Vieja Ciudad de Hierro reflejando sus luces por todas partes, y el olor a concreto y asfalto mojado.

En California es tan raro que llueva, que hay una promoción de Subway para días lluviosos. Me ha tocado lluvia tres veces en todo el tiempo que he estado aquí (incluyendo mis tres meses en el 2007, y el mes en el 2009), y generalmente sólo era más bien chipi-chipi y cielo nublado.

Hoy de verdad está lloviendo.

Showers

Showers

Cuando salí en la mañana, sólo estaba nublado. Comenzó a llover hace como una hora, y para mí sorpresa (y creo que por primera vez en la vida), el ver la lluvia me apachurró. Claro que está la cuestión pragmática de que ir pedaleando en la bicicleta bajo la lluvia no es algo que se me antoje en lo más mínimo (y algo que jamás [espero] me ocurrirá en la Ciudad), pero como no voy a mi casa hasta la noche creo que podré evitar la experiencia. Pero independientemente, el sólo ver la lluvia me apachurró, y la verdad sí me sorprendió esa reacción, porque para mí que llueva siempre ha sido motivo de alegría.

Probablemente sea sólo que extraño a mi Ciudad y sus lluvias. Probablemente sólo estoy ya muy cansado y extrañando mucho mi casa.

Pero el caso es que hoy vi llover y no me gustó.

Un comentario sobre “La lluvia

  1. Esta mañana, cuando vi que estaba lloviendo pensé que justo lo que te ocurrió te ocurriría. Por cierto que yo también estuve filosofando un rato mientras me tomaba mi café mirando la lluvia.

    Saludos.

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