It’s alive!

Estando en California recibí un correo informándome que el Instituto de Matemáticas (donde está hospedada Xochitl, y por lo tanto este blog) cortaría la electricidad durante unos días. Yo esperaba que al reanudarse el servicio de electricidad la máquina reviviera por sí misma; esto obviamente no acaeció.

Eso no fue lo grave; faltaban unos días para que regresara a México. Lo grave fue que justo antes de que regresara, comenzaron a renovar el cubículo donde Xochitl reside, y entonces desconectaron todo… y me tuve que ir a Mérida antes de que eso ocurriera.

Esa es la razón por la cual mi blog estuvo fuera de circulación durante casi un mes. Durante todo ese tiempo, no pude escribir acerca de muchas cosas:

  • Nada de el resto de aventuras que tuve en Los Angeles.
  • Nada de mi viaje relámpago a San Francisco donde vi a mis cuates Edward y Kristen.
  • Nada de mi taza del baño descompuesta, que tuve que cambiar en los tres días que tuve entre llegar de Los Angeles y volar a Mérida.
  • Nada del viaje a Mérida, incluyendo el boleto de primera clase que me tocó, el clima infernal donde todo el tiempo se sentía como un sauna, y la bizarra situación en que nos vimos los últimos días tratando de encontrar los lugares más caros posibles para comer.

Pero ya estoy de vuelta en mi hermosa Ciudad desde el sábado (casi lloro de felicidad al bajar del avión y sentir el fresco clima y ver el cielo saludablemente nublado), y acabamos de revivir Xochitl. Así que este blog regresa a sus diatribas normales.

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