Adoctrinamiento

Dada la forma en la que fui educado (y supongo que también por la forma en que inherentemente soy, si tal cosa existe), tardé en darme cuenta de que tenía ciertas ideas arraigadas en la cabeza de tal forma que, cuando me presentan algo que da por hecho que tales ideas son falsas y/o equivocadas, tengo que hacer una recalibración consciente en mi cerebro para poder entenderlo.

Por ejemplo: cualquier persona que pertenece a la CIA es, por definición, alguien malo o en el que no hay que confiar. Cuando veo series o películas donde el héroe es alguien de la CIA, tengo que hacer un esfuerzo consciente para poder creerlo. Y hasta cierto punto nunca lo creo.

Otra: ser liberal es algo bueno, deseable incluso. Cuando hay quien utiliza el término liberal como insulto, me quedo como pendejo varios segundos hasta que mi cerebro puede interpretar el contexto de tal forma que me queda claro que, de hecho, no están bromeando. Y aún así mi opinión de alguien que utiliza “liberal” como insulto (o como algo malo) casi siempre es baja.

Una más: un anticomunista es alguien malo, ignorante, o ambos. Y en cualquiera de los casos alguien peligroso. “Anticomunista” es para mí como “liberal” es a la gente a la que me refería el párrafo anterior.

Podría seguir con muchos otros ejemplos; pero me parece que queda claro. El punto es que esas ideas no son tanto una conclusión razonada de mi parte; sencillamente crecí en un ambiente donde se daban por hecho. Ya como adulto independiente sigo creyéndolas, si bien con sus bemoles y ya no a nivel de dogma; pero hay una parte de mí que supongo sólo puedo calificar como adoctrinada que reacciona de esa manera de forma automática. Estoy bien con eso; no me molesta.

Pero aguas si un día conozco a un agente de la CIA que desprecie a los liberales y sea anticomunista.

3 comentarios sobre “Adoctrinamiento

  1. …es que un día te los topas y se conocen y hasta bien se caen. Era una fiesta de niños de la ibero donde mi chava, exalumna de esa escuela, se encontró a una amiga. Nos presentaron a los dos únicos treintones que resultamos ser sus novios. Obligados a conversar partimos del tráfico y las manifestaciones. Este hombre tenía un acento marcadamente español y así, dijo: “y, como es natural, uno en principio ha de despreciar a la masa”. Me reí de buena gana y contesté: “Juan… eres el primer tipo al que conozco y que lo declara así… sin verguenza, como si fuera natural”. Su abuelo había sido Ministro de Aviación de Franco. Juan se preciaba de ser “lo que se dice un facha de pura cepa”. Nos procuramos. Somos el único ejemplo “real” de que elOtro existe… Somos ese agente de la CIA, anti-liberal y anti-comunista…. Yo a ti Canek, te donaría una córnea, o algo así… No creo llorar la muerte de Juan-Facha cuando esta ocurra. Pero el es un mito personificado y tu eres muy-como-yo…

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