El Escarabajo Azul

No me gustan los gringos.

Esa frase es indiscutiblemente un producto de mis prejuicios, que ya he discutido aquí antes. Cuando digo “no me gustan los gringos”, en general no me refiero a todos los gringos; me refiero a su gobierno, o a su política exterior, o a varios aspectos de su estilo de vida. Sin embargo a veces sí me refiero a todos los gringos.

También hay que tomar en cuenta que cuando digo “gringo” generalmente me refiero a un WASP; pero no me voy a hacer güey, a veces “gringo” para mí abarca negros, asiáticos, musulmanes y sí, inclusive, latinos.

Por todo eso cuando digo “no me gustan los gringos”, la frase no es sólo discriminante (que lo es); también es adrede muy ambiguo y genérico contra quién estoy despotricando. Pero aún así (ambiguo y discriminante) lo sostengo: no me gustan los gringos.

Dicho eso, los gringos y los mexicanos tenemos una relación simbiótica, nos guste o no. La historia de Estados Unidos (expecialmente a partir del siglo XIX) no se puede entender sin tomar en cuenta a México, y ciertamente la historia de México a partir de su independencia no se puede entender sin tomar en cuenta a Gringolandia. Somos vecinos, y culturamente nos inlufenciamos cabronamente los unos a los otros… y es para ambos lados; yo antes creía que los mexicanos estábamos siendo más influenciados por los gringos que al revés: ahora tiendo más a creer lo inverso, y probablemente la realidad sea que es algo más bien equilibrado.

Todo este debralle viene a partir del Escarabajo Azul, o Blue Beetle, un superhéroe de DC Comics que apareció en los 40s. El primer Escarabajo Azul fue Dan Garret, y apareció en una compañía de cómics que fue adquirida por DC a finales de los 60s. DC utilizó a su sucesor, Ted Kord, y después de la Crisis en las Tierras Infinitas fue integrado de forma permanente al Universo DC, donde hizo pareja con Booster Gold en la Liga de la Justicia (parece ser el consenso de crítica y fans) más divertida que ha habido; en México varios de esos números los publicó Editorial Vid en el cómic de Batman.

En la Inifite Crisis (o mejor dicho el “conteo a”), Ted fue asesinado. No se preocupen; ya ven que eso en los cómics suele ser un mal temporal, y de hecho parece que ya está vivo y coleando (aunque sea temporalmente).

De cualquier forma, el manto del Escarabajo Azul pasó a Jaime Reyes, un adolescente gringo de ascendencia mexicana. Jaime vive en El Paso, Texas, y sus labores superheroicas tienden a dividirse entre El Paso y Ciudad Juárez. Juan no es mexicano; pero tampoco es gringo en el sentido que suele no gustarme. Es, y parece que los escritores han tratado de verdad de ser “reales”, un chavo chicano; el cómic tiene generosas porciones en español, y trata de representar a esa amplia comunidad dentro de los Estados Unidos.

Yo he seguido el cómic (de hecho quiero los TPB) no sólo por eso, sino porque es muy divertido, con Juan siendo un héroe a regañadientes además de un muchacho de verdad agradable, y un aire entre místico y de ciencia ficción, combinado con un grupo de personajes latinos casi todos y adolescentes la mayoría, y con hartos diálogos que combinan el inglés y el español de forma muy cagada.

Justo esta semana salió el número 26, escrito casi en su totalidad en español, corregido por Sergio Aragonés. Aunque tiene aire indudablemente pocho el número, es divertido ver un cómic mainstream publicado por DC escrito casi completamente en español.

Escarabajo Azul

Escarabajo Azul

No es el primer personaje de ascendencia mexicana que DC usa; antes estuvo el Diablo (en inglés), y el (para mí) ligeramente ridículo Aztec, aunque la crítica gringa estaba fascinada con el cómic (que sólo duro 10 números). No lo sé; yo sólo leí sus apariciones en la Liga de la Justicia.

Lo que sí es que el Escarabajo Azul de Jaime Reyes le está yendo relativamente bien en ventas, y a la crítica parece gustarle. Yo sólo sé que a mí me parece uno de los cómics más divertidos que he leído, y además muy respetuoso del legado del Blue Beetle original y Ted Kord.

Y al final del día son las aventuras de un adolescente que es superhéroe sin realmente proponérselo, con problemas de adolescente en la escuela y con chavas, que además combate extraterrestres y entes mágicos. Encima es de ascendencia mexicana, y asume como su responsabilidad no sólo El Paso, sino también a Ciudad Juárez.

Altamente recomendable.

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