Gateway

Gateway fue otra novela que leí que hubiera ganado los premios Hugo y Nebula, de 1977.

La historia es bastante interesante: los humanos descubren en Venus unos túneles, y en uno de ellos una nave pequeña, para un solo pasajero. Un tipo que estaba ahí se mete en la nave y termina en Gateway: un pequeño asteroide hueco que orbita el sol perpendicularmente a como lo hacen el resto de los planetas en el sistema solar, y donde están cientos de esas naves; unas para un pasajero, otras para tres, y otras para cinco.

El tipo no sabe cómo regresar, y termina muriendo en Gateway; no sin antes provocar una explosión que es detectada en la Tierra, lo que permite a los humanos llegar al asteroide y comenzar a investigar las naves, el asteroide, y muchas otras cosas más.

Se crea una “Corporación Gateway” que “permite” a voluntarios subirse a las naves y ver si pueden hacer un viaje completo; después de varios experimentos (algunos muy desafortunados), descubren que ir y regresar de un lugar es relativamente sencillo… la bronca es que el “piloto” (realmente la nave se maneja sola) no tiene idea de a dónde va, o cuánto durará el viaje. La tripulación (que puede ser uno, tres o cinco güeyes) puede terminar dentro de una estrella, o en un hoyo negro, o el viaje durar tanto que las provisiones que llevan no alcancen. Pero a veces un viaje tiene éxito; descubren un planeta que se ve “prometedor” para ser habitable, o uno donde hay tecnología extraterrestre que se pueda usar, e incluso un segundo Gateway. En esos casos la tripulación se hace millonaria, porque los contratos que tienen les dan una regalía de todo lo que se descubra o se gane a partir de sus hallazgos.

La novela es divertida por varias razones; tiene un humor negrísimo, muestra a los humanos como unos verdaderos inútiles la mayor parte del tiempo, y además deja un montón de cosas sin responder. También muestra un futuro horrible donde la desigualdad social es enorme, y además es en gran medida una novela psicológica donde se exploran los traumas y complejos de Robinette “Rob” Broadhead (es hombre, por si había que aclararlo), el protagonista principal y narrador.

Yo terminé leyéndome cuatro de las novelas de la saga de los Heechee (así nombran los humanos a los constructores de las naves, que tienen cientos de miles de años de antigüedad), y cada una de ellas me gustó menos que la anterior, además de que desde la primera me dejó un mal sabor de boca por varias razones.

La primera novela es crítica (de forma indirecta) implacable del capitalismo; a la Corporación Gateway no les interesa la seguridad, bienestar o incluso si viven o mueren los voluntarios. Casi todos ellos son gente que no tiene otra opción para vivir; la Tierra está sobrepoblada, hay crisis energéticas y alimenticias, y la gente que puede pagar el boleto a Gateway (que es carísimo) y ofrecerse como voluntario está arriesgando la vida… con malas probabilidades de triunfo además. La Corporación hace un serio intendo para descubrir nuevas cosas y entender la tecnología alienígena; pero lo hace a costa de vidas humanas. Son “voluntarios”; pero es gente que no tiene en general otras opciones.

Las siguientes novelas en cambio asumen una postura con la que yo siempre he estado en desacuerdo; que los avances tecnológicos son dados en gran medida porque la iniciativa privada los impulsa. Lo cual no sólo es históricamente falso, sino terriblemente corto de visión: si los únicos avances que buscamos son aquellos que potencialmente generan dinero, estamos jodidos.

Terminó cayéndome muy mal el famoso Rob, por muchas razones. Y en general muchas cosas de ideología y filosofía (e incluso psicología) que plantean las novelas sencillamente estoy en desacuerdo con ellas.

Pero independientemente de eso, las novelas son muy buenas; especialmente la primera, y presentan cosas de ciencia ficción (la parte de ciencia resaltada) muy interesantes y (dentro de lo que cabe) posibles. Excepto los “abridores” de hoyos negros; eso sí se me hizo una mamada.

Aunque definitivamente no son de mis novelas favoritas (no me dan ganas de leer niguna de nuevo, por ejemplo), ni siquiera dentro del género de ciencia ficción, creo que sí deben leerse. Conforme la serie avanza creo que la calidad sí va chafeando; pero al menos la primera novela sí la recomiendo bastante. Si les gusta ya vean si quieren seguir leyendo las demás.

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