Black Adam

En octubre del año pasado fui a ver Black Adam, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican las de siempre.

Black Adam

Black Adam

Alrededor de inicios de este siglo el director Kevin Smith, famoso por la extraordinariamente divertida e imaginativa Clerks, después de que sus películas subsecuentes fueron generalmente mal recibidas, pivoteó su carrera a hacer justamente lo que sus personajes hacen en Clerks: platicar acerca de cultura popular geek y así hacer dinero. No es descabellado afirmar que Kevin es mucho más exitoso como comentarista del geekdom que como director, aunque este pivoteo paradójicamente le permitió construir una base de fans suficientemente grande como para volver a hacer películas, dirigidas casi exclusivamente a ellos (entre los que me cuento, por cierto).

El ejemplo emblemático de este pivoteo de Kevin Smith es su ahora legendaria plática a estudiantes de cine en una universidad gringa, donde a una pregunta expresa de un asistente, relata la historia de cómo escribió una primera versión de la película de Superman que Tim Burton estuvo por un segundo a punto de hacer a finales de los noventas del siglo pasado, con Nicholas Cage interpretando al kriptoniano. Pueden ver la plática en el tubo, y les recomiendo encarecidamente que lo hagan antes de continuar esta reseña mía.

¿Qué tiene que ver la historia de la fallida película de Superman con Nicholas Cage, relatada cagadísimamente por Kevin Smith, con Black Adam? Nada, en los hechos específicos; pero todo en explicar cómo una idea extraordinariamente buena (“vamos a hacer que Dwayne Johnson interprete a Black Adam”), resultó en un absoluto desastre de película, después de años de retrasos, una producción súper accidentada y los resultados de las peleas políticas internas dentro de Warner Bros.

Me parece que es importante conocer la historia de WB, resumida en un ejemplo pequeño pero representativo, contada de forma tan amena por Kevin Smith, para entender cómo un desastre como lo es Black Adam puede ocurrir. La compañía tiene décadas siendo un desastre desde el punto de vista de liderazgo, visión, planeación y ejecución de muchos (si no es que la mayoría) de sus proyectos. Es, en ese sentido, la antítesis de Marvel en particular y Disney en general, que en promedio han logrado producir proyectos mucho más exitosos.

No todo es malo, por supuesto; ese desmadre que es WB como compañía es lo que ha permitido que creadores individuales e ideas originales hayan logrado florecer cuando nunca lo hubieran conseguido en una compañía tan mercenaria como lo es Disney: WB es lo que produjo The Matrix; toda la saga original de Harry Potter; Mad Max: Fury Road y al menos Dune: Part One, que esperemos no apesten la segunda parte (el avance se ve muy padre).

En cómics además produjeron las películas originales de Superman con Christopher Reeve (que al menos las primeras dos son excelentes); la versión de Batman de Tim Burton; la trilogía del caballero de la noche con Chritopher Nolan; la primera película de Wonder Woman con Gal Gadot; etcétera. Todas esas son extraordinarias películas basadas en cómics, y aunque las demás incluyen sin duda alguna bazofias que rayan en lo ofensivo, muchas también no serán extraordinarias, pero son divertidas y pasables.

Que nos lleva de regreso a Black Adam. La película, por sí misma, no es terrible. Está entretenida; Dwayne Jonhson actúa como Dwayne Jonhson siempre actúa, pero esto de hecho funciona en gran medida con Black Adam; es espectacular ver a Hawkman en la pantalla grande; Pierce Brosnan es perfecto como la versión original de Dr. Fate; el chavito que la hace de Atom Smasher está muy cagado; y Quintessa Swindell como Cyclone es tan estupidizamente hermosa que yo podría ver lo que fuera nada más si ella apareciera. Mencionaría a la siempre bienvenida Viola Davis; pero su aparición es tan corta que ni siquiera le dan crédito.

No es una buena película, Black Adam, dejen ustedes extraordinaria; pero no es basura tampoco… por sí misma. Como parte de un universo cinematográfico, sin embargo, apesta con la intensidad de 10,000 soles; y ser la piedra angular de un nuevo universo cinematográfico era el plan que tenía Dwayne Jonhson, que realizó una jugada política muy arriesgada tratando de ganar control creativo del antes mal llamado DCEU, la cual culminó con conseguir que Henry Cavill tuviera un cameo como Superman en la escena post créditos de la película, brincándose a casi toda la jerarquía ejecutiva de Warner Bros. para conseguirlo.

Como la película fracasó por completo en la taquilla, dicha jugada resultó en básicamente la destrucción del ya de por sí magullado universo de Zack Snyder, establecido por Man of Steel y que ahora James Gunn haya tomado las riendas creativas del universo cinematográfico de DC.

Pero viendo las cosas todavía a más alto nivel, es posible que nada de eso importe: Warner Bros. ahora pertenece (o se ha mezclado) con Discovery, lo cual llevó a la cancelación de la película de Batichica de una manera brutal como casi nunca se había visto en Hollywood: la película estaba básicamente terminada y la enlataron. Lo mismo ocurrió con la versión de 1994 de los Cuatro Fantásticos; pero esa versión la hicieron nada más para no perder los derechos de los personajes, nunca esperaron realmente estrenarla en cines. Esta última película de Batichica básicamente les restingieron el acceso a los archivos digitales a todos los que estaban trabajando en ella, para evitar que la pudieran contrabandear y que acabara en YouTube.

Como sea, el futuro de Warner Bros. es incierto, más aún con la huelga de escritores y actores en Hollywood, que le pusieron un alto casi completo al desarrollo de la nueva entrega de Superman (Superman Legacy) que Gunn estaba preparando. Tienen años los rumores de que David Zaslav (CEO de Warner Bros. Discovery) quiere vender WB al mejor postor, con Universal y Paramount rumoreados como posibles compradores: y está el escenario más aterrador, donde el ratón diabólico termina la adquisición de nuestras almas inmortales y compra DC, de tal forma que Disney termine siendo dueña de Superman además del Capitán América.

(Sony nunca va a soltar a Spider-Man, lo cual está padre porque le salen mejor los videojuegos).

Ya llegué a las 1,000 palabras en esta entrada, de las cuales más o menos la décima parte de ellas las dediqué a hablar de la película que supuestamente estoy reseñando. Pero sí me frustra mucho el estado del universo cinematográfico de DC y sencillamente no se ve que vaya a mejorar; y la única manera de explicar esto (me parece) es entender justamente que WB es un pinche desmadre, y así ha sido desde hace décadas, cuando comisionaron a Kevin Smith para escribir un fallido guión de una fallida película de Superman que ejemplifica todos los fallidos fallos de esta fallida compañía que ha sido vendida y comprada como cuatro veces en el último cuarto de siglo.

Viene Blue Beetle en agosto, y los avances se ven espectaculares, Jaime Reyes es un personaje encantador (todavía leía cómics cuando lo introdujeron) y además sería el primer superhéroe mexicano (gringo, pero qué le vamos a hacer) en el ámbito de superhéroes cinematográficos. Y toda la prensa jolivudense le está augurando un prematuro fracaso todavía más espectacular que el de Flash, de la cual escribiré en su momento.

En conclusión; me gustó bastante Black Adam, estaba yo muy divertido en el cine. Tiene un montón de problemas de cualquier manera, pero ninguno como para tirar la película al basurero de la historia, donde lamentablemente me parece va a terminar. Me imagino que no la han visto; está gratis en HBO Max, que ahora se va a llamar Max nada más porque WB se empeña en arrancar el fracaso de las garras del éxito. Véanla si tienen el servicio; vale la pena nada más por Quintessa Swindell y el cameo de Henry Cavill, que causó en mi sala que todos aguantáramos la respiración justo antes de que apareciera el kriptoniano en la pantalla.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *