Star Wars Jedi: Fallen Order

Después de que Sony excomulgara mi cuenta original de la PSN, yo dejé de jugar casi por completo videojuegos en mis PlayStations. La excepción principal (y casi única) fue, por supuesto, Star Wars Jedi: Fallen Order. Porque las guerras de las jaladas es lo más parecido que tengo a una religión.

Star Wars Jedi: Fallen Order

Star Wars Jedi: Fallen Order

El único juego de Star Wars que jugué en mi PlayStation (el 3) fue The Force Unleashed. Es un juego más bien malo; si no fuera por estar inmerso en el universo de Star Wars, probablemente no me hubiera gustado en lo más mínimo: pero al estar en dicho universo, me gustó bastante. Con todas sus debilidades (que son muchas).

Fuera de consolas, yo jugué hasta la ignominia Star Wars: X-Wing y Star Wars: Tie Figher (más el primero que el segundo). Los recuerdo con mucho cariño, pero eran más bien primitivos: el sombreado de Gouraud todavía era novedoso en videojuegos (yo lo desactivaba: mi computadora no aguantaba tanto procesamiento).

Como sea, me prestaron Fallen Order y como es parte de lo más cercano que tengo a una religión, comencé a jugarlo. Y es sencillamente un muy buen videojuego; pero además está en el universo creado por George Lucas, así que a mí me encantó.

Debo ser claro: no es, pero ni de lejos, perfecto. Sólo es muy bueno; definitivamente encima del promedio y (probablemente lo más importante de todo) endiabladamente divertido. Además la historia está padre, con Cal Kestis siendo un protagonista entrañable e interesante; y BD-1 siendo imposiblemente adorable. Además tiene un poquito de romance, con Merrin siendo una potencial media naranja para Cal, lo cual me agrada.

Lo único que no me gustó fue lo mucho que tarda Cal en desbloquear todos sus poderes; pero ya que puede hacer todo lo que los Jedis hacen, el juego es entretenidísimo entre andar lasersableando enemigos y lanzando cosas con la fuerza, además de estar corriendo por las paredes y usando brincos dobles para que las caídas de kilómetros nos hagan lo que el viento a Juárez. El combate sigue una fórmula similar a Bloodborne o God of War (2018), con la capacidad de fijar el foco en un enemigo y de desviar ataques (parry) en el momento preciso con el sable de luz.

A mí me encantó, repito; pero me parece que es un juego objetivamente bueno, independientemente de mi casi religiosidad para todas las cosas relacionadas con los Jedis y la fueza. Ciertamente ese fue el consenso de la crítica, que como yo lo califican positivamente, aunque para nada con aclamo.

Yo saqué el platino en dos meses y medio, de forma relativamente sencilla: no es un juego que nos haga esforzarnos mucho para obtener trofeos, sólo es necesario actualizar los poderes de Cal al máximo y regresar a planetas que ya habíamos explorado para poder recolectar todas las tarugadas coleccionabes que hay disponibles; que por alguna razón siento que como la mitad eran ponchos, que yo nunca usé porque me parece ridículo que un caballero Jedi ande usando ponchos.

Recomiendo altamente el juego; está divertido, la historia está padre y pues es parte de las Guerras de las Galaxias, que es lo más cercano que tengo a una religión. Yo espero con ansias la secuela.

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