Dr. Strange en el Multiverso

El día de mi cumpleaños el año pasado fui a ver Doctor Strange in the Multiverse of Madness, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican las de siempre, si acaso no la han visto.

Doctor Strange in the Multiverse of Madness

Doctor Strange in the Multiverse of Madness

Hay dos cosas con esta nueva entrega del universo cinematográfico de Marvel: en primer lugar, la disfruté bastante; estaba muy divertido yo en el cine. En segundo lugar, la película es objetivamene mala. Quiero decir, normalmente las películas de Marvel son malas; ésta es peor que el promedio.

Para empezar, el “multiverso” consiste al parecer de 3 universos, si descontamos la secuencia donde Strange y América Chávez pasan por varios universos, permaneciendo en cada uno de ellos un tiempo total como de medio segundo.

Luego está el asesinato (literal) del pobre personaje de la Bruja Escarlata, predeciblemente dado que Raimi y Michael Waldron (el guionista) admitieron no haber visto WandaVision.

Y por último todos los gújeros en la rebuscada trama, como el hecho de que al parecer no hay universos donde vivan los hijos de Wanda pero no ella; o que si la Bruja Escarlata está atravesando puertas blindadas sin problmeas persiguiendo a nuestros muy estúpidos héroes, no habría motivo para detenerse en otra puerta blindada que es idéntica a las anteriores, pero pues el director famoso por sus sustos inesperados quería poner otro susto inesperado.

Dicho todo eso, yo estaba muy entretenido en el cine, disfrutanto el churrito. Y cuando sale John Krasinski como Reed Richards y Patrick Stewart como Charles Xavier, la verdad me vine un poquito. No mucho, pero sí un poquito. Después se escabechan a los Illuminati de la forma más patética posible, pero qué esperábamos de una selección de elenco que es básicamente fan service.

También me gustó mucho la pelea musical entre Dr. Strange y Dr. Strange; no tiene el menor sentido, realmente: pero está visualmente interesante.

Toda esta última fase del universo Marvel sufrió bastante por el hecho de no tener un hilo conductor como lo fueron las piedras del infinito; como que todas las películas de dicha fase balbucean tratando de contar una historia coherente. Pero la verdad no me importa mucho; yo las sigo disfrutando y continuaré yéndolas a ver al cine.

Al menos hasta que la calidad de las mismas llegue a grados como al que han llegado las películas de Harry Potter.

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