La llegada

Regresar a la Ciudad el 25 de diciembre a medio día fue mucho más fácil que salir de ella dos días antes. De caseta a caseta hice menos de una hora, y de hecho para motivos prácticos no había nada de tráfico en la Ciudad (pero sí una cola muy larga para salir de ella).

Estuvo divertida la celebración, aunque me sigue sin quedar claro exactamente qué celebramos, porque técnicamente mi familia nunca ha celebrado la navidad; sería medio contradictorio dado que básicamente ponemos en duda la existencia del festejado.

La celebración importante en mi familia por estas fechas siempre ha sido el año nuevo, y ése sí lo espero con ganas; tampoco me queda claro por qué le damos tanta importancia a que nuestra canica azul le dé otra vuelta al sol, pero es buen motivo para juntarse y celebrar.

Felices fiestas a mis lectores, por si acaso creen en algo; y con más ganas si de hecho no lo hacen.

Un comentario sobre “La llegada

  1. Hace años que no leía tu blog, encuentro con gusto que has estado escribiendo de manera constante. Me he divertido como enano la última hora leyendo tus entradas. Gracias por compartir tu prosa

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *