Harry Potter y las casi veinte horas de películas

Como comentaba hace unas semanas, releí las siete novelas de Harry Potter porque sentí que era hora de hacerlo. Habiendo terminado, hice lo único que tenía sentido en ese contexto: compré la caja con todas las ocho películas de Harry Potter en Blu-ray (y 31 discos en total con casi 40 horas de material adicional), y las volví a ver, en orden.

Pequeño detalle: las películas de Harry Potter comenzaron en 2001, y mi blog empezó en 2005. Por lo tanto, en mi blog nunca reseñé las primeras tres películas, comenzando con Harry Potter and the Goblet of Fire en noviembre de 2005.

Las películas 7a y 7b no las había vuelto a ver después de haberlas visto en el cine, y nunca había visto las versiones extendidas. Más aún, para el momento en que salieron las últimas cuatro películas (5, 6, 7a y 7b), la serie de novelas ya había terminado, y yo me encontraba cerca a estar completamente harto del mago adolescente. Para terminar, la última película la terminé viendo en Toronto, a mediados de un viaje alrededor del mundo que me tenía ligeramente agotado, y entonces creo que todo esto se juntó para que no disfrutara como debía las últimas tres películas de la saga, especialmente la 7b.

Voy a mencionar las ocho películas, pero realmente me centraré en las últimas tres, porque me encantaron.

Harry Potter and the Philosopher’s Stone

Harry Potter and the Philosopher's Stone

Harry Potter and the Philosopher’s Stone

Voy a ser conciso: esta película es una mierda.

Harry Potter and the Chambers of Secrets

Harry Potter and the Chambers of Secrets

Harry Potter and the Chambers of Secrets

Voy a ser conciso de nuevo: esta película también es una mierda.

Déjenme elaborar. Columbus se fue por el camino fácil (o le dio hueva) en las primeras dos películas, y trató de adaptarlas a pie juntillas. El resultado son dos películas larguísimas y todavía más aburridas. Es una tortura verlas hoy en día; incluso la ternura que genera el trío siendo tan jóvenes es incapaz de superar el hecho de que las películas son leeeeeeentas como Lento Rodríguez, y pesadas como los pasteles de Hagrid.

Según mis cuentas, esta última vez que las vi fue la tercera cada una, y de verdad no planeo volver a hacerlo nunca más. Lo sentí casi como una tortura, y lo hice únicamente porque de verdad quería volver a verlas todas.

Y me parece un desperdicio, porque justamente las primeras dos novelas son las más ligeras (en todos los sentidos) de la serie.

Y para acabar, bueno, sí, exagero; no son una mierda, pero sí son (y por mucho) las peores de las ocho películas.

Harry Potter and the Prisoner of Azkaban

Harry Potter and the Prisoner of Azkaban

Harry Potter and the Prisoner of Azkaban

El salto cualitativo de la segunda a la tercera película es tal, que de verdad casi quita el aliento. Cuarón se lució por mucho con la tercera parte de la saga, y me parece, aunque ciertamente es discutible, que es la mejor dirigida de las ocho.

Por supuesto, esto se consigue a cambio de que la historia comience a dejar de tener sentido en el universo cinematográfico, pero me parece un precio bajo. Después de esta película, varios críticos empezaron a quejarse de que las películas tenían cada vez menos sentido para la gente que no había leído las novelas.

Pues que las lean, digo yo.

Harry Potter and the Goblet of Fire

Harry Potter and the Goblet of Fire

Harry Potter and the Goblet of Fire

Esta película tuvo la desgracia de que le tocó adaptar una de las tramas más enredadas de todas las novelas; pero mientras que Cuarón se las ingenió para adaptar todo el desmadre del timeturner de manera espectacular, Newell se le hizo bolas el engrudo y modificó un montón de cosas para hacer la historia más sencilla. Además, no queriendo hacer películas de tres horas, decidió picarle en las costillas a todos los actores todo el tiempo para que dijeran sus líneas más rápido, lo que terminó por darle a la película un aire como de alguien que está a punto de perder su avión.

De todas maneras está bien; mucho mejor que las primeras dos, pero me parece que no a la altura de la tercera.

Harry Potter and the Order of the Phoenix

Harry Potter and the Order of the Phoenix

Harry Potter and the Order of the Phoenix

La quinta película tiene la ventaja de que la historia de la novela en la que se basa es la más cinematográfica de todas, me parece. Las nuevas caras en el elenco son además extraordinarias, y las partes de acción no le tienen nada qué pedir a la novela. Especialmente el duelo entre Dumbledore y Voldemort; la única vez que en las películas se muestra un duelo entre dos magos extraordinarios (porque pinche Harry se la pasaba gritando siempre expelliarmus!)

No sé de la tercera y la quinta cuál sea mejor, sinceramente. Yo en lo personal creo que prefiero la tercera, pero me parece que objetivamente en calidad ahí se van las dos. Lo que sí es que me parece que, sin duda, la quinta es mejor que la cuarta, y que Yates se ganó justamente el derecho de dirigir las siguientes tres películas de la saga.

Harry Potter and the Half-Blood Prince

Harry Potter and the Half-Blood Prince

Harry Potter and the Half-Blood Prince

La primera vez que vi esta película, la verdad no me gustó tanto. No sé qué tanto haya tenido que ver que la última novela estuviera a punto de salir a la venta, o que yo hubiera disfrutado tanto la sexta novela que tenía esperanzas muy altas para la película; el punto es que salí ligeramente decepcionado.

Esta vez que volví a verla, mi reacción fue completamente al revés: me encantó. Estaba botado de la risa, y creo que de las ocho películas, es la más divertida por mucho, además de que (siguiendo el hilo de la novela), es básicamente dos sólidas horas de romance adolescente, lo cual por supuesto a mí me encanta.

De hecho, hay varias cosas que pusieron en la película que no estaban en la novela, y que me parece la mejoran, como el diálogo entre Lavender y Hermione cuando Ron está en el hospital:

Lavender: “What is she doing here?”
Hermione: “I might ask you the same question!”
Lavender: “I happen to be his girlfriend!”
Hermione: “Well, I happen to be his… friend.”

Me encantó la sexta película. Hasta cierto punto, y contrario a las novelas, creo que la sexta es la que más me gusta de las ocho. No es la mejor (7a y 7b le ganan, me parece), pero es mi preferida por todo el romance adolescente, toda la comedia, por la versión reducida de las sesiones de Dumbledore con Harry, y por Alan Rickman-Snape matando al viejo director.

Creo que ésta y la tercera parte de la saga cinematográfica son las únicas que vería nada más de puro antojo.

Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1, Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 2

Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1

Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1

Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 2

Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 2

Estas dos películas hay que verlas una detrás de la otra. Y en las versiones extendidas.

Creo que 7a y 7b son el final merecido que tiene la serie, y me gustó cómo Yates resolvió ciertas cosas que habían metido a la consistencia de las películas en broncas. En particular, que Harry “sienta” a los Horcruxes me pareció una idea elegante para no tener que lidiar con toda la labor detectivesca de Dumbledores y las memorias que andaba recolectando.

Eso, y Ron corriendo detrás de Goyle gritando “That’s my girlfriend, you numpties!”, y Hermione mirándolo con una ternura tal que dan casi ganas de llorar.

Son las mejores películas también, con todos sus defectos (como Harry agarrando a Voldemort y lanzándose de una ventana), y en las versiones extendidas tienen mucho más sentido que las versiones que se pusieron en los cines. Como con la trilogía del Señor de los Anillos, los realizadores (y los actores mismos) le echaron unas ganas especiales a la última entrega, y se nota en el producto final.

Las películas han envejecido bien, aunque hay que considerar que no tiene tanto tiempo que salieron. Pero creo que lo que de alguna manera hace más memorable a esta serie cinematográfica, es ir viendo crecer al trío de amigos (y varios de sus compañeritos) de literalmente niños, a jovenes adultos. Aunque la historia de las novelas transcurre en siete años (menos el primer capítulo, epílogos, viajes mentales y cosas así), en el mundo real transcurrió en diez años, lo que causó que todos tuvieran poco más de veinte años al término de las películas.

Por eso elegí imágenes del trío de cada una de las películas para esta entrada. Creo que nada más verlos crecer a través de las películas hace que valga la pena verlas.

Aunque me sigo negando a volver a ver las primeras dos.

Y ya para terminar (y sé que lo he dicho demasiadas veces), yo sigo esperando que adapten la serie a un animé. Espero que algún día ocurra, porque no planeo volver a leer las novelas ni ver las películas próximamente.

Aunque no me engaño; probablemente vuelva a leer las novelas en dos o tres años.

2 comentarios sobre “Harry Potter y las casi veinte horas de películas

  1. Hola Canek, quisiera saber tu opinión sobre la parte en la que Ron maravillosamente habla parsel para entrar a la camara de los secretos (7b) eso es digno de comentar.

    Saludos :D

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