12 años de esclavo

Después de tener una buena racha actualizando mi blog, durante casi todo agosto estuve en chinga haciendo Cosas Muy Importantes®. El lunes de hecho terminé con eso, pero entonces tuve que ponerme al día con todo lo que dejé de hacer durante tres semanas.

Como sea; después de ver The Amazing Spider-Man 2, fui a ver con Mina 12 Years a Slave.

No se aplica nada, porque me imagino que ya todo mundo la vió.

12 años de esclavo

12 años de esclavo

La película me gustó mucho, obviamente; es básicamente impecable en todos los aspectos obvios (dirección, actuación, producción, escenografía, vestuarios, etc.) Y sin embargo, es algo irónico que una película que retrata de manera brutalmente directa el crimen de los Estados Unidos de construir gran parte de su poderío económico sobre la espalda de negros esclavos, tenga un póster como el de arriba.

Si no lo alcanzan a leer, la lista de actores es:

  1. Chiwetel Ejiofor
  2. Michael Fassbender
  3. Benedict Cumberbatch
  4. Paul Dano
  5. Paul Giamatti
  6. Lupita Nyong’o
  7. Sarah Paulson
  8. Brad Pitt
  9. Alfre Woodard

Nueve actores listados en el póster de una película denunciando la injusticia contra los negros. Y de esos nueve actores, únicamente dos son negros. Uno es el principal, porque no podía ser de otra forma (es la historia de un esclavo). La otra es la maravillosa (y de rebote mexicana) Lupita Nyong’o… que aparece debajo de Paul Giamatti, aunque el personaje de ella sea mucho más importante y aparezca mucho más tiempo y actúe mucho mejor ella que él.

Ese póster dice mucho más acerca de la situación racial en los Estados Unidos que la misma película; explica cosas como lo que pasó en Ferguson, Missouri las semanas pasadas. Han avanzado los gringos, les concedo eso; pero están muy lejos de pagar sus crímenes contra la humanidad que vivía en su mismo suelo (después de robárselo a los indios, por supuesto).

Me encontré un artículo fascinante hace unas semanas, y les recomiendo que lo lean si tienen tiempo; me parece que es un análisis muy interesante del sur “profundo” gringo: Not a Tea Party, a Confederate Party.

Regresando a la película; sí, está padre. Pero no es una historia de un “trágico” pasado que ha quedado atrás; es una historia de un pasado que los sigue permeando hasta nuestros días.

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