Tras la puerta

Al otro día de ver World War Z, Mina y yo vimos The Door. No había escrito al respecto por la cantidad de trabajo que traigo encima.

The Door

The Door

Nos metimos a verla porque básicamente era la única que no teníamos que esperar horas para que la pusieran. También estaba la nueva de Wolverine, pero en 4D, y de verdad prefiero que no me escupan en la cara.

Hacía mucho que no iba al cine a ver una película de este estilo (me dan ganas de decir “buena”, pero me contendré y diré “de arte”). La película es una historia muy sencilla acerca de una intelectual húngara en los sesentas que le pide a una vecina que trabaje para ella haciendo el aseo, lavando la ropa, y cocinando, mientras ella escribe sus novelas. Toda la historia gira acerca de la complicada relación entre las dos mujeres, y del secreto que la criada (interpretada magistralmente por Helen Mirren) que mantiene detrás de su puerta, a la que no deja entrar absolutamente a nadie.

No les voy a contar el final, pero no tiene nada de escabroso ni sórdido; todo lo contrario, el secreto de la mujer es una cosa de verdad muy inocente, pero de alguna manera la encarnación del carácter de la mujer, y de su increíble orgullo y desapegado altruismo.

La película vale la pena por la actuación de Helen Mirren, y por lo refrescante que es ver una película del pasado comunista de la Europa del este sin que éste sea satanizado de inmediato. Pero la pueden ver cómodamente aplastados en su sofá sin ningún problema.

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