Bien entrenadito

Me quedé hoy en el edificio de departamentos donde Isabel y yo nos estamos alojando, porque amanecí muerto después del día extra que tuvimos que aventarnos en Nueva York por nuestro vuelo cancelado, y porque en el Instituto Fields mi oficina aún no está disponible (lo estará la próxima semana), así que de hecho puedo trabajar mejor en el departamento que allá. Tienen tablas para laptops y tengo conexión a la red en el instituto, pero no es muy cómodo que digamos.

Así que estaba trabajando en el piso 17, donde está el departamento, cuando sentí la inconfundible sensación de que estaba temblando. Mi altamente entrenado instinto para estas cosas de inmediato me dijo “hey, un temblorcito”, y no presté mucha atención… hasta que caí en cuenta que, según tenía entendido, generalmente no tiembla en Toronto. Me puse a pensar si sería posible que un viento muy fuerte moviera el edificio.

Resulta que no: sí tembló… sólo que en Virgina. Los gringos se espantaron y evacuaron el Pentágono en Washington porque les da miedo un temblorcito de 5.9 grados. Principiantes, ellos. En Toronto (a 550 kilómetros del epicentro) se sintió muy poquito: yo lo noté porque estaba en el piso 17 de un edificio. Y porque suelo notar estas cosas.

Es bueno saberse bien entrenado en estas cosas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *