Una comida de una hora terminó costando más de tres horas y media. Y comer casi a las siete de la noche.
A veces hasta a mí me desespera el tráfico de esta Ciudad.
Porque a veces tienes tantos pensamientos, que te gustaría sacarte algunos de la cabeza.
Una comida de una hora terminó costando más de tres horas y media. Y comer casi a las siete de la noche.
A veces hasta a mí me desespera el tráfico de esta Ciudad.
Sí, yo odio el cine el viernes en la tarde. Tráfico de personas, jajajaja.
P.D. Nunca reseñaste Arráncame la vida?
Siendo, como soy, hombre (y por lo tanto estúpido), no la he visto.
Aún.