Menos chido

Menos chido: Quedarse dormido en el sofá del salón de profesores, y al salir del baño ver a dos policías esperando para interrogarme muy despacio y muy detalladamente que qué carajo hago durmiendo en la universidad.

Lo peor del caso, es que todo el tiempo me siento apenado porque la idea orginal era no dormir.

Menos chido aún: Que haya dejado mi identificación de la CSUN en el cúbiculo de Silvia, y tener que subir cuatro pisos con dos policías que me miran como si me creyeran nadita.

Al menos no me esposaron, aunque no me salvé de de la cacheada.

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