Guilty Crown

Poco después de Princess Lover! vi Guilty Crown.

Guilty Crown

Guilty Crown

Muchos fans del animé decimos, cuando queremos ser graciosos, que vemos animé “por la trama”, donde se entiende que “la trama” son los imposiblemente zangoloteables senos desafiantes de la gravedad que suelen caracterizar al medio. O como dicen más sucintamente los gringos: big ass anime tiddies.

Sinceramente yo no veo animé nada más “por la trama”; y no se me escapa la ironía de que probablemente todos los que sí lo ven “por la trama” dirían exactamente lo mismo; pero en serio, a estas alturas de mi vida lo que menos me importa es la cantidad de fanservice que tenga una caricatura japonesa. No me molesta ver “la trama” (estoy tratando de ser sincero); pero no la necesito para disfrutar un animé.

Repito: mi animé favorito de todos los tiempos, Cardcaptor Sakura, no tiene “trama” en lo más mínimo. Dicho todo lo anterior, he de admitir que Guilty Crown la comencé a ver exclusivamente por “la trama”.

La

La “trama”

Al ver esa escena en YouTube, y como la adorable Hare trata de ligarse a Shu, me dije a mí mismo: “mí mismo, hay que ver ese animé…”

“Por la trama.”

Lo cual, tal vez predeciblemente, resultó en que terminara completamente decepcionado con la serie. Irónicamente, tiene una trama muy mala; una trama, no una “trama”; la “trama” está bastante bien, de hecho, como pueden ver arriba.

Haría una sinopsis de la historia, pero me niego; involucra una preparatoria (por supuesto), y poderes que pueden adquirir y son generalmente usados por adolescentes (por supuesto). También hay una tragedia que ocurrió hace años y que es un misterio; organizaciones gubernamentales malévolas y una resistencia que se le opone; y por alguna razón una ídolo que canta de manera particularmente sosa.

No importa: la historia es medio retrasada mental y los personajes actúan de forma completamente inverosímil casi todo el tiempo; después de que es absolutamente obvio que Shu está trabajando con la resistencia, sigue acudiendo a su prepa a pesar de estar bajo la vigilancia del gobierno malévolo, y nadie menciona que esto es probablemente lo más estúpido del mundo mundial. Pero supongo que no querían abandonar la ambientación preparatoriana.

La serie tiene varias cosas buenas; el diseño de personajes es maravilloso (véase: “la trama”); la animación y las escenas de acción son espectaculares; y la idea de los poderes de los adolescentes (aunque una completa mamada) está interesante. Pero todo lo demás se cae literalmente a pedazos; particularmente la música, que juega un papel muy importante en la serie, y que yo al final ya me tenía hasta la madre. Eso casi nunca me pasa a mí con animé.

Sin embargo lo que causó que este animé me perdiera para siempre, fue que a la mitad matan a Hare (dícese: “la trama“): la encantadora muchachita era por mucho el personaje más entrañable; su poder era probablemente de los más útiles; y era sin duda alguna la única pinche vieja que le convenía a Shu, porque el resto son insoportables, con Inori además siendo mustia como una mosca.

Guilty Crown lo comencé a ver por “la trama”, y la terminé por disciplinado; pero es de verdad de los animés que más me han decepcionado en muchos años: tenía todo el aspecto ténico resuelto de manera casi perfecta, nada más se les olvidó escribir una historia decente (y componerle una buena música) alrededor.

Así que no la recomiendo; de verdad no la vean… a menos que sea nada más por “la trama”.

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