Miércoles 2×indio, la venganza

Dado que me cancelaron mi membresía club Cinépolis decidí regresar a mis viejas costumbres y aventarme dos películas en miércoles × indio. Lamentablemente el miércoles de la semana pasada ya no alcancé boletos, pero el de esta semana sí. No había escrito al respecto porque estaba en varios trámites burocráticos de distintos tipos.

  • Up (Una aventura de altura).
    Up

    Up

    No tenía muchas ganas de ver Up. La premisa me parecía estúpida, y después de Wall•E la verdad no creía que Pixar pudiera superarse.

    Y no lo hace; Wall•E es muchísimo mejor que Up; pero la nueva película de Pixar de cualquier forma es fabulosa. No voy a decir mucho de la trama, porque sí es estúpida; pero es al final del día una historia de amor muy bonita, y además ponen a los perros como los increíblemente estúpidos animales que son.

    También es muy divertida; pero creo que lo mejor de la película son los primeros quince minutos, donde de forma simple y divertida relatan la historia del amor entre el señor Fredricksen y su esposa.

    Definitivamente no es la mejor película de Pixar, y yo diría que ni siquiera está entre mis cinco favoritas; pero vale mucho la pena verla. Ah; otra cosa, por cuestiones del horario me metí a verla en 3D, y la verdad sigo sin entenderle el chiste a esta tecnología. No sé exactamente qué ocurra, pero después de un tiempo mi cerebro deja de creerse o procesar la ilusión de profundidad, y entonces es idéntico a verlo en una sala normal… nada más que 25% más caro. A lo mejor falta que vea una película que de verdad aproveche la tecnología, pero hasta ahora a mí no me convence.

  • State of Play (Los Secretos del Poder).
    State of Play

    State of Play

    Esperen a ver esta película en DVD. Ni siquiera Bly-ray; DVD es más que suficiente. Y además, si en verdad quieren ver una buena película de periodistas descifrando una conspiración política, vayan y renten All the President’s Men, de la cual State of Play es una pobre y barata copia. Con la ventaja de que la película de 1976 se basa en un hecho de la vida real.

    No me malentiendan; la película es entretenida y está bien hecha y bien actuada. Es sólo que en primer lugar no hay ningún motivo para verla en el cine, y en segunda es bastante predecible y de verdad una mala versión de All the President’s Men. No sé cómo haya sido la miniserie británica sobre la que se basó la película; probablemente fuera mejor. Los gringos tienden a apestar este tipo de adaptaciones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *