Promesas peligrosas

Hoy di clase, conseguí la firma de otro sinodal, comí con Enrique y Juanjo carne con vino, y fui al cine a ver Eastern Promises. Lo considero un día productivo.

Se aplican las advertencias de ya saben qué.

Eastern Promises

Eastern Promises

David Cronenberg es uno de esos directores que todas las películas suyas que he visto me han gustado. Incluida Crash, que sé a muchos les resulta incluso repulsiva. Además actúan Viggo Mortensen, Naomi Watts, Armin Mueller-Stahl y Vincent Cassel, todos actores favoritos míos.

La historia trata de Anna, una partera en un hospital de Londres que presencia cómo muere una madre adolescente de 14 años al dar a luz. Entre las pertenencias de la niña está un diario en ruso (Anna es de padre ruso, pero ya britanizada), y tratando de descubrir qué fue lo que ocurrió con la muchacha y cómo contactar a familiares suyos para que cuiden al bebé que tuvo, termina involucrada con la mafia rusa (o vory v zakone).

Las actuaciones son todas buenas; pero Viggo Mortensen es fabuloso. Su personaje es aterrador en el sentido de que proyecta un aire de peligro todo el tiempo. Y al mismo tiempo, y a pesar de que tiene un rango bajo en la mafia rusa (se la pasa diciendo que es “chofer”), tiene una elegancia que resalta aún más ese peligro.

La escena más violenta de la película, un atentado en un baño de vapor, es de las mejores que he visto, y de las más violentas también (incluyendo A History of Violence, también de Cronenberg). Y el giro inesperado cerca del final es fabuloso, y no se los voy a contar porque deben ir a verlo por ustedes mismos.

A mí la película se me hizo maravillosa, y me alegro de haberla visto en lugar de las dos que originalmente me iba a aventar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *