Ese eslogan no es muy bueno

Estaba en el Instituto de Ciencias Nucleares bajando una escalera, cuando de repente vi un anuncio. El anuncio era de una plática en la sala “Sotero Pietro”, pero como lo vi rápido lo primero que leí fue “Soltero Prieto”.

Lo primero que pensé es que no recordaba haber puesto ningún anuncio. Lo segundo fue que el eslogan probablemente podría ser mejor.

Y por eso no lo lavo yo

Hacía años que no lavaba mi carro. Quiero decir que lo lavara yo, con mis manos. En general siempre he tenido disponibles los 15 ó 20 pesos cada quince días que es lo que cuesta que le laven a uno el carro, y siempre me ha parecido un precio razonable por evitarme lo engorroso y tardado (para mí) de la tarea.

Como desde hace ya dos o tres meses mi lana es peligrosamente escasa, hice lo más sencillo: dejé de lavar mi carro. Durante semanas.

Hoy, dado que sigo ligeramente estresado porque aún no sé cuándo será mi examen, y porque mi carro tenía una costra de varios milímetros de polvo reseco sobre toda su superficie, me puse a lavarlo.

Me tardé dos horas porque soy bastante malo para este tipo de cosas, y porque en algún momento habré pasado sobre un charco de pintura morada que se pegó en uno de sus lados, y que me costó un huevo quitar. Lo aspiré, le limpié los vidrios; le hice limpieza completa.

Y acabé madreadísimo. Eso sí, se ve bonito.

Aunque todavía no toca antes de entrar

Tigger, mi gato, sabe abrir la puerta del cubo de la escalera que sube al tercer piso de mi casa. Debajo de dicha escalera está su comida y su agua, así que supongo eso tuvo que ver con que aprendiera relativamente rápido a abrir esa puerta.

Lo que hace mi gato es meter su garra debajo de la puerta, sacar las uñas (un poder que tienen los gatos es sacar y meter sus uñas a voluntad), clavarlas en la parte de abajo, y jalar la puerta, abriéndola. Evidentemente Tigger no abre puertas cerradas con picaporte; la puerta del cubo de la escalera sólo cierra con pasador, que ponemos únicamente cuando la casa se queda vacía.

Hace mucho dejó de impresionarme eso; lo viene haciendo desde hace años. Sólo que el otro día Tigger bajó y abrió la puerta antes mencionada. Y después la cerró.

A lo mejor para comer en privado; no lo sé.

Llevo días tratando de entender cómo carajo cerró la puerta desde adentro.

Una de nazis, otra de criminales y un comic

¿Cómo lidia uno con el hecho de que su examen de grado se pospuso quién sabe para cuándo? Pues va uno y se chuta tres películas una detrás de otra.

Se aplican las advertencias de spoilers normales.

  • Die Fälscher (Los Falsificadores).
    Die Fälscher

    Die Fälscher

    Tenía muchas ganas de ver esta película desde que vi los avances, y no me decepcionó. Es una dramatización de la Operación Bernhard, de la cual yo había oído por primera vez cuando leí Yo Fui Cicerón, el relato de uno de los espías alemanes más famosos de la Segunda Guerra, y al cual le pagaron con dinero falsificado producto de la Operación Bernhard.

    Por encima de todo lo que uno podría esperar de una película de este estilo (nazis, campos de concentración, judíos maltratados), a mí lo que en particular me pareció interesante fue Salomon “Sally” Sorowitsch, interpretado genialmente por Karl Markovics, y el Sturmbannführer Friedrich Herzog, interpretado por Devid Striesow.

    Sorowitsch nunca se asume como judío; él es un delincuente, sigue dentro de los campos de concentración el mismo código que siguen los delicuentes, y aunque sí hace un esfuerzo por ayudar a sus compañeros prisioneros, a mí me parece que hubiera hecho lo mismo en una prisión “normal”. No es un héroe (ni se cree tal), y al terminar la guerra él continúa su vida de delincuente. Es lo que él hacía; y era buenísimo.

    Herzog de la misma manera no es un nazi común y corriente; no se asume como tal, e incluso le confiesa a Sorowitsch que en su juventud fue comunista. Sí utiliza los mismos métodos que los nazis (como amenazar con matar a cinco prisioneros si Sorowitsch y su equipo no consiguen falsificar el dólar gringo); pero parece que de verdad no toma placer en ello, y se ve a sí mismo como un burócrata altamente eficiente. De hecho eso es lo que era; él fue el que (como policía) detuvo en primer lugar a Sorowitsch (como delincuente).

    La relación de ambos es muy interesante, y fue de lo que más me gustó de la película. Además del final, que es perfecto.

    Véanla.

  • Before the Devil Knows You’re Dead (Antes que el diablo sepa que has muerto).
    Before the Devil Knows You're Dead

    Before the Devil Knows You’re Dead

    Como ya decidí que Philip Seymour Hoffman es mi ídolo no podía perderme esta película; además de que sale también Albert Finney.

    Es la historia de dos hermanos; uno un completo perdedor, Hank (Ethan Hawke, en la que yo creo es la mejor actuación que yo le haya visto), y otro que aparentemente es más inteligente, Andy (interpretado por Seymour Hoffman). El primero está divorciado y le debe dinero a su ex-esposa para la manutención de su hija. El segundo es un drogadicto en secreto que ha estado desfalcando la nómina de su compañía para pagar sus vicios.

    Y la esposa de Andy se acuesta con su hermano, sólo para hacer más sórdido el asunto. La esposa es interpretada por Marissa Tomei, que por fin le vuelvo a ver una buena actuación después de Mi Primo Vinny… que de cualquier forma, por encantadora que haya actuado ahí, no creo que se mereciera el Oscar. Aquí además de actuar bien se ve muy guapa.

    A Andy se le ocurre la genial idea de robar la joyería de sus padres, pensando que el robo será rápido y sin sangre, que el seguro le pagará a sus padres, y que él y su hermano podrán solucionar sus problemas. Todo mundo gana.

    El problema por supuesto es que todo lo que podía salir mal sale mal, y además las cosas se van saliendo de control cada vez más rapido hasta que todo acaba descomunalmente jodido. Muertos, odios, abandonos. Todo jodido.

    La película se me hizo fabulosa, por la brutalidad de contar una historia que es obvio que va a salir mal, y ver cómo en cada uno de los pasos del camino los dos hermanos cometen estupidez tras estupidez, encerrándose cada vez más en su propia maraña. Y que no traten de solucionar nada con salidas mágicas; las cosas van mal, se ponen peor y acaban de la chingada, como a cualquiera con dos dedos de frente hubiera podido prever al escuchar el plan de Andy.

    Yo la recomiendo ampliamente; sólo sí entiendan que es el opuesto absoluto de “final feliz”.

  • Jumper.
    Jumper

    Jumper

    A mí está película se me hizo fabulosa, así que fue con cierta sorpresa que llegué a mi casa y vi que en general la crítica la ha hecho pedazos. Y entonces me cayó el veinte; pasó lo que muchas veces ocurre con este tipo de películas. Mucha gente que la fue a ver no entendió que es un comic.

    David Rice (un Hayden Christensen que da una actuación pasable) es un adolescente que un día descubre que puede teleportarse a cualquier lugar que esté o haya estado en su rango de visión (video y fotos no sirven), y entonces hace lo que cualquier persona con dicho poder haría: se hincha de lana robando bóvedas bancarias al teleportarse dentro de ellas en la noche, y vive una vida de lujo sin preocuparse por nada o nadie en el mundo.

    Hasta que un día un negro enorme llamado Roland (Samuel L. Jackson en el mismo personaje que ha venido interpretando desde hace como quince años, desde Jules en Pulp Fiction hasta Mace Windu en la Guerra de las Galaxias… no que no me encante de cualquier forma) lo trata de atrapar. Así David se entera de la existencia de más personas como él (llamados jumpers), y de una organización que los busca para matarlos (llamados paladines).

    Inexplicablemente entonces David regresa a su pueblo natal y busca a su enamorada de la secundaria, una bellísima Millie Harris (la había visto en Chuck, pero aquí de verdad es demoledoramente hermosa), y se la lleva de paseo a Roma, donde encuentra a otro jumper que lo salva de más paladines que lo siguieron.

    La película está basada en una novela que yo no he leído (me ha dado hueva), pero independientemente de eso lo cierto es que tiene toda la estructura de un comic de superhéroes… bueno, tal vez sin el “héroes”. Como tal, es buenísima.

    Y , los personajes no son del todo creíbles y la historia es ligeramente inexplicable a veces; pero es un comic. Yo le perdono eso y mucho más, porque es divertida, está bien hecha, y explora las posibilidades de un poder que creo cualquiera moriría por probar.

    Así que no esperen la gran cosa; pero si van con la idea de divertirse la película puede ser muy divertida. Así que véanla.

Sexo y gente enojada, por supuesto

Con Omar en el messenger:

Yo: Le dije a Juan que dudaba de mi masculinidad porque me gusta Grey’s Anatomy.
Yo: Me dijo que después de las Gilmore Girls no debería extrañarme nada.
Omar: Yo he visto Grey’s Anatomy un par de veces. Está entretenida. Creo que no me llama la atención verla regularmente, pero no está mal.
Yo: Meh, es romántica.
Yo: Dado el inexistente estado de mi vida romántica, creo que me cae bien.
Omar: Los capítulos de Grey’s Anatomy que vi no eran particularmente románticos, pero había sexo y gente enojada.
Yo: Gente teniendo sexo y enojándose es mi definición de “romance”.
Yo: A lo mejor por eso mi vida ídem está tan mal.

Las tesis

Después de un montón de vueltas, por fin tuvieron mis tesis en la imprenta.

Tesis

Tesis

Saqué dos juegos; unas en pasta azul, y otra en una pasta que debería denominar como “vino”, pero como soy puma diré que son oro. Azul y oro, ¿entienden?

Fue un viacrucis (como suele serlo) el que salieran bien, porque los tarados de la imprenta confundieron todos los rangos de páginas que debían imprimerse a color como pares; si les apunté que las páginas 99-105 debían ir a color, los muy mensos imprimieron a color únicamente la 99 y la 105, en lugar de 99, 100, 101, 102, 103, 104 y 105.

Como sea, y descontando los corajes por los que me hicieron pasar, quedaron muy chidas.

Ahora sólo falta que de hecho me titule.

Boom

Primero no tuve bocinas, porque el único ruido que hacían las computadoras era el “ping”, “boom”, “zoing” del altavoz… lo cual no impedía que Prince of Persia tuviera un soundtrack y unos efectos de sonido fenomenales, por cierto.

Después tuve bocinitas marca “mecoa”, que eran básicamente audífonos sobredesarrollados; con esto quiero decir que sólo usaban la electricidad que la misma salida de audio proporcionaba, no se conectaban directamente a la corriente eléctrica.

Después tuve bocinas que se conectaban a la corriente eléctrica, y por tanto daban un sonido mucho más agradable. Y después tuve mis primeras bocinas con un subwoofer… que por cierto es una gran historia cómo las obtuve. De hecho esas bocinas todavía están siendo usadas; sólo no por mí.

Ahora tengo una estéreo que mi hermano me dejó, y la uso como mis “bocinas”; conecto la salida de mi tarjeta de sonido a la entrada de la estéreo, y el efecto es bastante chido; de hecho puede ser ensordecedor. Historia graciosa con dicha estéreo; no le funciona nada: ni el radio, ni el reproductor de CDs, ni la casetera. Sólo funcionan las bocinas… que es lo único que me interesa.

Como sea, hace unas semanas reproduje una rola con alto volumen, y noté un ruidito en las bocinas. El ruido es exactamente el mismo que hacen las bocinas que han sido “voladas” al haber abusado de ellas, así que me dije “ya valió madre”. Desde entonces he soportado el ruidito, y todo lo oigo a un volumen mucho más reducido del normal.

Pero estaba viendo Grey’s Anatomy (que hace que dude de mi masculinidad, por cierto; me encanta), y es una serie que usa mucha música. Y me di cuenta de que con la serie no hay ruidito; no importa qué tan alto la oiga. Y pues investigando vi que la única diferencia entre cómo oigo música (Rhythmbox) y cómo veo mis series (MPlayer) está el hecho de que lo primero utiliza GStreamer.

Haciendo experimentos lo comprobé: mis bocinas no se volaron; es GStreamer. No tengo idea de por qué; pero si reproduzco directamente a ALSA entonces no hay problema. Así que ahorita estoy recompilando todo GStreamer y todos sus plugins a ver si con eso se recompone.

Si no voy a estar en un problema, porque no tengo idea de qué sea.

Grabando video

Como ahora tengo cuatro gigabytes de espacio en mi cámara fotográfica, decidí hacer uso de una de las funciones que tiene que casi nunca utilizo: grabar video. Con 256 megabytes era medio imposible grabar nada.

Grabé un pequeño video de mi gato, que pueden bajar aquí en Ogg/Theora:

Tigger Ogg/Theora

Tigger Ogg/Theora (8.2 MB)

O aquí en Avi/DivX:

Tigger Avi/DivX

Tigger Avi/DivX (5.6 MB)

(Lamentablemente, estos días esa es la máxima actividad física de Tigger)

La cámara graba en MPEG, si no me equivoco con los mismos parámetros que los DVD, sólo que a 640×480. Los archivos son grandes; aproximadamente 100 MB por minuto, que dado que tengo 4 GB significa que puedo grabar poco más de 40 minutos con mi camarita.

Después de pasar el MPEG de 150 MB a mi computadora, lo reencodeé a Avi/DivX utilizando mencoder, lo que redujo el tamaño del archivo a unos 15 MB; nada mal, considerando que es diez veces más pequeño pero con la misma calidad (o al menos la que yo soy capaz de percibir). Entonces le corté las partes más aburridas con avidemux, y por último hice otra copia con Ogg/Theora usando ffmpeg2theora… que por alguna razón que desconozco terminó siendo mayor (hasta ahora mi experiencia era la opuesta; los Ogg/Theora son más pequeños que los Avi/DivX).

Exceptuando mencoder y ffmpeg2theora, todo lo hice sin utilizar la línea de comandos. Espero que dentro de poco se pueda encodear utilizando alguna herramienta gráfica en Linux.

Moderación

Hace unos días, la Occasional Superheroine decidió activar la moderación en los comentarios que recibe.

He estado leyendo varios blogs que a su vez opinan sobre las virtudes y problemas que generan moderar comentarios. A mí la discusión se me hace algo idiota; por supuesto que hay que moderar los comentarios. No para censurar a nadie; sino para mantener a raya a ese ruidoso 1% de lectores que les encanta dejar mierda en cualquier lugar que se les permite.

Hay quienes argumentan que moderar comentarios es “falso” por parte del blogueador (chale con esa “palabra”), porque puede dar una impresión de apertura (por permitir que dejen comentarios los lectores), cuando en realidad sólo permite los comentarios afines (censurando los que estén en su contra).

En primer lugar me parece que cualquier conjunto de lectores medianamente inteligentes sabrán discernir si alguien censura o no sus comentarios de acuerdo a sus posiciones; si nunca aparecen comentarios con planteamientos contrarios al escritor, entonces es muy probable que los esté censurando (eso, o nadie lo lee). En segundo lugar, aunque sí estuviera censurando, pues qué chingaos… un blog es para expresar los puntos de vista del que escribe; no necesariamente tiene por qué estar preocupándose por los puntos de vista de los demás. Si permite comentarios (incluso aunque sólo permita los afines) pues es muy su bronca; no tiene ninguna obligación de permitir comentarios de ningún tipo para empezar. Por lo mismo es igual de válido no permitir comentarios.

Yo comencé a moderar comentarios por el SPAM, pero con el captcha! eso dejó de ser un problema prioritario. Dejé los comentarios porque hay gente que de verdad abusa de cualquier espacio que tenga disponible para lanzar insultos y ataques. Yo valúo mucho y sinceramente los comentarios de mis lectores (y de hecho más los que difieren con mis opiniones); pero si algún imbécil sólo quiere lanzar insultos o tratar de provocarme, considero mejor ahorrarle a mis lectores (los que de verdad me leen y tratan de tener discusiones inteligentes conmigo) la molestia de ver más basura de la que de por sí hay en la red.

(Aunque a veces dejo pasar un comentario que es obvio sólo quiere ser insultante o agresivo, si me permite el poder expresar o defender mejor mis puntos al responderlo.)

Así que yo sí modero mis comentarios, pero nunca para filtrar a los que piensan de forma distinta a la mía. Sólo los modero para filtrar a los animales (que además estoy convencido son minoría) que son incapaces de aportar nada inteligente a una discusión.

Luna sobre CU

Hoy fui al cine con una amiga… a ver una película que ya había visto, porque he visto casi toda la cartelera.

Antes de ir al cine, pasé a Ciudad Universitaria a tomar fotos con mi tripié; tenía ganas desde hacía un mes.

Tomar fotos con tripié es a veces difícil. Luego le salen a uno con la mamada de que no se puede; como si fuera uno a vender las fotos o vayan a saber qué. A mí me da mucha risa, porque mi cámara es bastante simple, y yo soy muy mal fotógrafo. Como sea, al menos una vez a mí me prohibieron usar mi tripié en Bellas Artes, y a mi amiga Claudia le prohibieron lo mismo en CU para fotografiar la Biblioteca Central.

Temiendo obstáculos de esa índole, puse mi tripié y cámara en mi mochila y al incio saqué ambas herramientas lo más rápido que pude y saqué mis fotos con la mayor discreción posible. Más adelante, cuando vi que a todo mundo le valía madre que estuviera tomando fotos con tripié, mandé al carajo el sigilio. Igual y están de vacaciones los que le prohíben a uno tomar fotos con tripié.

Como sea, tomé (o mi tripié tomó) varias fotos que creo están muy chidas.

Torre de Rectoría

Torre de Rectoría

Por supuesto no podía faltar la Biblioteca Central.

Biblioteca Central

Biblioteca Central

Pero la foto que más me gustó fue la siguiente:

Luna sobre CU

Luna sobre CU

La resolución tan baja no le hace justicia (todas las fotos que tengo en línea se escalan a 800×600, o 600×800 cuando son verticales); a 7.2 megapixeles es realmente bonita cómo quedó la luna. Y de verdad me impresiona; mi cámara es simplísima. Ahí les dejo el detalle de la foto a máxima resolución.

Luna sobre CU

Luna sobre CU

Es chido tener tripié de nuevo. Y que no me prohíban usarlo.

MemoryStick

Mi laptop Sony VAIO tiene un lector integrado de MemorySticks. Por supuesto, cuando instalé Gentoo en ella no funcionaba con Linux.

Ahora parece que sí funciona… compilando un módulo externo para el kernel y haciendo algunas maromas adicionales. Cuando meto el MemoryStick, se crea el dispositivo /dev/mspblk0p1. Eso quiere decir que el dispositivo está soportado por Udev; la bronca es que no se monta automágicamente con HAL.

Así que estoy investigando cómo carajo configurar HAL para que se monte automágicamente. Lo cual es de hueva.

Como sea, es un avance de hace un par de años, que sencillamente no funcionaba.

Como ratas

A mí en general no me gusta salir de la Ciudad. Allá afuera básicamente no hay nada que me interese; detesto la playa, la naturaleza me parece aburrida (e incómoda), y no tengo necesidad de “espacios abiertos”. El Espacio Escultórico de CU me sirve para pendejadas de ese estilo.

Como sea, como cualquier persona normal de repente debo salir de la Ciudad, o (más raramente) me nace el hacerlo. En tales casos siempre tengo una regla: jamás salir de la ciudad en semana santa.

No sólo es una locura porque miles de personas salen en esas fechas (y luego tratan todos de regresar al mismo tiempo); además son los días más bonitos para estar en la Ciudad. No sólo suele estar luminosa y limpia (por los vientos de “marzo otro poco”), además está vacía. No hay mejores días para disfrutar la Ciudad.

Así que cuando veo los miles de carros salir de la Ciudad como ratas de un barco hundiéndose, me alegro mucho porque quiere decir que me dejan mi hermosa Ciudad para mí solito.

Bueno, casi.

Idas y vueltas

Hoy fui a la Plaza de la Computación a comprarle un MemoryStick a mi mamá. Yo esperaba comprarle uno de 1GB por unos 800 pesos; cuando llegué a la Plaza vi que estaban en 550… los de cuatro gigas.

Evidentemente me compré uno también. La verdad estaba anonadado; no creí que los precios se hubieran desplomado tan rápido.

Después le dediqué unas cuantas horas a mi proyecto que había tenido abandonado, y por último fui al cine con mi jefa a ver La Zona de nuevo, porque quería que ella la viera.

Mañana espero estrenar mi súper MemoryStick. Le caben más de 1,200 fotos en la resolución máxima de 7.2 megapixeles.

Horton y el mundo de los Quien

Como decía ayer, fui al cine después de ir a Ciudad Universitaria. Fui a ver Horton Hears a Who!; se aplican etc.

Horton Hears a Who!

Horton Hears a Who!

En Cinépolis Perisur quedaban tres películas que no hubiera visto. No que quisiera ver; que no hubiera visto, punto. Las otras dos son The Spiderwick Chronicles y Promised Land; y elegí la de Horton porque era la que menos tiempo tenía que esperar para que empezara.

De hecho faltaba tan poco, que me perdí los primeros cinco minutos. Creo que la trama tan compleja la pude comprender a pesar de dicha pérdida.

La película está basada en un librito de Dr. Seuss, que como no fui niño gringo, no leí. La película está bonita, y se puede ver como una defensa del pensamiento científico; Horton parece un poco Galileo, que lo quieren obligar a decir algo que él sabe no es verdad. Y la cangura es una caricatura de esas viejas histéricas que quieren “proteger” a sus hijos de pensamientos “nocivos” (aquí en México suelen vestirse de blanco y hacer actos de diversos grados de ridiculez).

Pero eso es racionalizar mucho; la verdad es que sólo es una película bonita con un mensaje sencillo. Así que véanla. Especialmente si no tienen otra cosa que ver.

Pequeño error

Hoy como a las 6:00 PM aztlan.fciencias.unam.mx dejó de responder. En general no me preocupo mucho por eso porque en el peor de los casos alguien termina haciendo que jale de nuevo en el cubículo de Jorge; pero acabamos de salir a semana santa, y entonces quién sabe cuándo alguien vuelva a ir.

Decidí por lo tanto ir a CU, y aprovechando ir al cine. Todo salió como planeaba, pero al llegar a mi casa me percaté de que dejé sin SSH a xochitl. No es terriblemente grave; sólo no puedo subir imágenes y otros archivos al blog como generalmente lo hago. Puedo hacerlo de otras maneras, pero es algo engorroso y entonces mejor voy a ir mañana de nuevo.

Por ello todavía no comentaré la película que vi; eso lo haré cuando rehabilite SSH en xochitl.

Harry Potter y las cinco horas de la última película

Hace unos días confirmaron que Harry Potter and the Deathly Hallows será una película de cinco horas partida en dos mitades. Sí, sin duda alguna la movida está pensada para poder ordeñar todavía más dinero de la franquicia; pero creo sinceramente que es una decisión inteligente. Rayos, yo venía proponiendo dos películas por libro desde Goblet of Fire.

Además el director será David Yates; dado que me gustó mucho Order of the Phoenix, yo espero que salgan bien las restantes tres películas, pero me reservo el derecho de cambiar mi juicio hasta ver Half-Blood Prince.

Una inglesa, una mexicana, y una gringa

No, no es un chiste.

Ayer fui a comer con Enrique y Juan dado que el último se va de vagaciones en semana santa, y después me fui a esconder al cine, porque el tráfico estaba imposible por la gente que abandona la Ciudad como las ratas abandonan un barco hundiéndose.

Vi tres películas (una inglesa, una mexicana y una gringa), para poder esconderme hasta la una de la mañana en el cine, y porque quiero ver los estrenos rápido para tener tiempo en la semana santa para un proyecto que he estado posponiendo desde hace unas semanas.

Se aplican las advertencias de spoilers normales.

  • Cassandra’s Dream (Los Inquebrantables).
    Cassandra's Dream

    Cassandra’s Dream

    Esta es una película de Woody Allen pero inglesa en todo lo demás. Además sale Tom Wilkinson, que me encanta el tipo.

    Ian (Ewan McGregor) y Terry (Collin Farrell) son dos hermanos que tienden más a ser perdedores que otra cosa, pero que en un golpe de suerte consiguen comprar un botecito (la famosa “Cassandra’s Dream”), y por ello y otras razones siempre andan en busca de cómo hacer dinero; el primero investigando posibilidades de negocios, y el segundo apostando.

    Como era de esperarse, Terry pierde en grande y termina debiendo 90,000 libras esterlinas, y le pide ayuda a su hermano. Entre los dos deciden pedirle a su tio Howard (Tom Wilkinson), un cirujano plástico que se ha vuelto millonario en California, y el tío (que siempre ha mostrado mucho afecto por ellos) decide ayudarlos… con una condición. Que maten a alguien.

    Las últimas tres películas de Woody Allen, ésta, Scoop y Match Point, tienen en común que ocurren en inglaterra con una mayoría de actores ingleses, que son de asesinatos, y que lidian con la paradoja moral de cómo puede alguien seguir viviendo consigo mismo después de matar a alguien (si logran salirse con la suya). Match Point se me hizo a mí fabulosa, buenísima. Scoop en cambio me pareció pésima; de las peores películas que he visto de Woody Allen.

    Cassandra’s Dream está entre ambas; no es muy buena, ni muy mala. Es, y en el perfecto sentido de la palabra, regular.

    Yo soy fan casi incondicional de Ewan McGregor; pero Collin Farrell me sorprendió: su actuación es muy superior a la del primero, aunque ambos actúan bien. La resolución de la historia se me hizo algo débil (no les voy a decir si los hermanos logran salirse con la suya), pero la escena del asesinato me pareció genial en el sentido de que cuando la estaba mirando, me di cuenta de que estaba sintiendo algo raro. Tardé un momento en darme cuenta de que tenía miedo, el mismo miedo que tenían los hermanos al estar a punto de cruzar una línea de la cual ya no se puede regresar.

    Como sea, la película es buen material para DVD; no hay motivo real para verla en el cine. Pero sí la recomiendo.

  • La Zona.
    La Zona

    La Zona

    Los lectores regulares de mi blog se habrán dado cuenta de una aparente contradicción en mí; soy (para motivos prácticos) antigringo y nacionalista, y sin embargo veo poquísimo cine nacional. Mi explicación es muy sencilla: el cine nacional apesta. Y cuando no apesta, a mí en general me parece aburridísimo; ciertamente me gustan películas gringas muy malas, pero en general al menos son divertidas.

    Además está el hecho de que cuando hay películas mexicanas que me interesan (como La vida inmune), las ponen en bien poquitas salas.

    Como sea, cuando vi el avance de La Zona, la premisa se me hizo interesante. Además sale Daniel Giménez Cacho, que me cae muy bien, y decidí ver cómo estaba.

    La Zona es una colonia/barrio cercado y con paranoicas medidas de seguridad (como cámaras de video a cada tres pasos), donde vive gente (en general) pendeja que (en general) cree que tales medidas los mantendrán seguros.

    Un día de tormenta el viento rompe un anuncio espectacular, que cae sobre la barda abriendo un hueco. También causa múltiples cortes en la electricidad, y entonces tres chavos pobres de afuera de la Zona aprovechan para entrar a robar (porque todo mundo sabe que la gente pobre roba a la primera oportunidad).

    Durante el asalto uno de ellos mata a una viejita, y en la huida matan a dos de los ladrones. También uno de los habitantes de la Zona mata (sin querer) a uno de los guardias privados del lugar (al parecer todos los habitantes de la Zona están armados). La Asamblea de vecinos decide ocultar todo el hecho, porque tienen un amparo que los “protege” de que entre la policía, que se invalida al primer altercado que resulte en hechos de sangre. Y también deciden cazar literalmente como a un perro al pobre muchacho que sobrevivió (que no fue el que mató a la viejita), y que quedó atrapado en la Zona.

    La película me sorprendió muchísimo; es fabulosa. Daniel Giménez Cacho es maravilloso en su papel como uno de los líderes de los vecinos, su actuación es de las mejores que he visto en el cine mexicano. Mario Zaragoza también es buenísimo como el Comandante Rigoberto, una versión modernizada de Filiberto García, el policía de la novela El complot mongol de Rafael Bernal; brutal, simple, pero excelente policía y con unos principios medio extraños, pero principios al fin y al cabo: “no me van a rebajar estos pendejos”.

    Carlos Bardem también es fabuloso en su papel del clásico pendejo que se cree superior por tener algo más de lana y educación que otros, y Marina de la Tavira interpreta a su contraparte femenina; de esas viejas estúpidas que creen que la “nacada” en cualquier momento las robaremos, violaremos y mataremos. Esos dos son sin duda los villanos de la película, creyéndose con el derecho de poder asesinar a un pobre muchacho que tomó una mala decisión: “ojo por ojo”, dice en algún momento el persona de de la Tavira.

    Los chavos, Alejandro (Daniel Tovar) y Miguel (Alan Chávez), que terminan teniendo una improbable amistad, también actúan bastante bien.

    La historia tiene sus fallas, en mi opinión; en primer lugar no hay en ningún momento ni siquiera un intento de explicación de cómo existe una desigualdad social tan cabrona que permite que gente como la de la Zona y los de afuera vivan literalmente separados únicamente por una pared. Al final no reciben su merecido castigo los monstruos que al fin y al cabo es en lo que se convierten los habitantes de la Zona que linchan a Miguel (aunque queda abierta la posibilidad de que sí haya algo de justicia al final). Y el hecho de que los tres chavos que entran a la Zona a robar lo hacen en automático; que justamente el creer que son así las cosas ayuda a perpetuar en los hechos la paranoia estúpida de la gente que cree que con muros y cámaras aumenta la “seguridad” de un lugar.

    El mensaje de la película es que las diferencias entre la gente que vive dentro y fuera de la Zona realmente no es tanta, y que el estar polarizando sobre esas diferencias es en primer lugar pendejo, y en segundo lugar peligroso, porque fácilmente lleva a la violencia. Y en ese sentido es bonito el final, cuando Alejandro sale de la Zona para evitarle al cadáver de Miguel la humillación de ser tirado a la basura, y termina comiendo unos democráticos tacos de pastor con harto limón fuera de la Zona, mandando a la chingada la idea estúpida de sus padres de querer tenerlo “seguro” encerrado en el bonito pero irreal mundo de la Zona. Y ese mensaje está bien, pero podría haber sido mucho más profundo y explícito.

    Como sea, sí hay un sutil mensaje social; al inicio de la película, la cámara pasa por la Zona, y entre el montón de camionetas estacionadas hay una que tiene una calcomanía de Felipe Calderón. La gente que vive en lugares como la Zona es sin duda uno de los importantes sectores que vota por el PAN; y ciertamente la pendejísima idea de encerrarse para estar más “seguros” es una idea de la derecha, no de la izquierda, y que llevada al extremo siempre conduce al fascismo.

    En mi colonia un tiempo quisieron poner una valla en la calle. Cuando pasaron por mi casa para pedir la firma, inmediatemente les dijimos que no: es idiota. Las vallas y bardas sólo encierran a la gente que vive dentro; ciertamente no mejoran ninguna seguridad. Hasta ahora no hay tal valla, y me enorgullece creer que el que nosotros nos hayamos negado tiene mucho que ver en el asunto.

    La Zona sin duda alguna es de las mejores películas mexicanas que he visto en mucho tiempo. Además es indiscutiblemente chilanga, y lidiando con un problema que ocurre mucho en mi hermosa Ciudad. Así que vayan y véanla; si no están de acuerdo con el mensaje (que muchos no lo estarán), las actuaciones por sí mismas lo valen.

  • August Rush (Escucha tu Destino).
    August Rush

    August Rush

    August Rush es una película pendeja, barata, cursi, melodramática, predecible y barata. Y sí, ya sé que repetí barata; pero es que es tan barata que vale por dos.

    Lyla Novacek (una hermosísima Keri Russell a.k.a. Felicity) y Louis Connelly (un guapísimo Jonathan Rhys Meyers) son dos músicos (ella violonchelista clásica, él cantante y guitarrista en una banda de “rock”), que se conocen una noche y se enamoran y cogen.

    El papá de ella le prohíbe verlo a pesar de que se embaraza, y durante dicho embarazo tratan de encontrarse, pero se pierden mutuamente. Ella tiene un accidente y el papá aprovecha para decirle que el niño murió, dándolo secretamente en adopción.

    Los dos dejan de tocar durante el tiempo preciso en que tarda el hijo, llamado Evan Taylor (Freddie Highmore), en comenzar a buscarlos. Y como resulta ser el siguiente Mozart, su música los reúne a los tres en un concierto masivo en Central Park.

    Neto. Más pendejo, predecible, cursi y barato no se puede poner.

    Dicho bien claro que la película es pendeja, barata, cursi, melodramática, predecible y barata (dos veces), a mí me encantó. Porque está bien contada, y que sea tan barata es algo que se buscaba; no les quedó así sin querer. Y si uno lo ve como un cuento de hadas donde en lugar de magia hay música que causa magia, pues está bonita. Pendeja y barata, pero bonita. Y la música (en mi limitado entendimiento de ese arte) es fabulosa.

    Así que véanla. Además Keri Russell (que para mí siempre ha sido y será Felicity) sale muy, muy guapa y actúa bastante bien; igual que Freddie Highmore, en el papel del talentoso y ligeramente autista Evan.

    Sólo que sí entiendan que es pendeja, barata, cursi, melodramática, predecible y barata. Dos veces. Luego no me acusen de que no les dije.