La Majestuosa

Después de La Grande, la elección presidencial, la que le sigue en importancia sin duda alguna es la elección local en la Majestuosa, la CDMX. Es la entidad más importante en el país, desde un punto de vista político, económico y cultural, y aquí vive, con toda certeza, la ciudadanía más cívica de todo el país. Y ahí cuento (como debe de ser) a todos, incluyendo los que votan en contra de la izquierda.

Desde un punto de vista personal, pero que según yo es ser objetivo para toda la gente no demente, el resultado de la CDMX nunca estuvo en duda. La Ciudad es de izquierda; siempre ha sido de izquierda; y a menos que haya un cambio de magnitud tectónica en mi adorada ciudad, continuará siendo de izquierda en el futuro cercano y probablemente también a mediano plazo.

Pero además, si algún día gana aquí la derecha, les puedo asegurar que será con un candidato que no se parecerá en nada al indiscutible criminal que es Santiago Taboada. Paréntesis, lo que sigue son habladurías, no datos duros, pero me parecen entretenidos: una novia que tuve fue a la prepa con Santiago Taboada, y de junior pendejo no lo bajaba.

Todas las encuestas serias (lamentablemente hay que hacer la distinción) le daban una ventaja de doble dígitos a Clarita Brugada sobre Taboada; según yo ninguna casa encuestadora seria lo puso encima durante toda la campaña. Y pues del dicho al hecho: con el 99.40% de las casillas computadas en el PREP, Clara Brugada le ganó con 51.75% de los votos totales al líder del cártel inmobiliario, que obtuvo 38.97%, 12.78 puntos porcentuales de diferencia. Esos son 2,703,100 votos contra 2,016,910.

Fue una victoria menos avasalladora que la de Claudia, por supuesto; como lo fue la de Claudia en comparación con la del Peje hace seis años. Pero en ese mismo sentido, Clara tuvo una victoria más fuerte que la de Claudia hace seis años (Claudia obtuvo el 47.08% de los votos en 2018).

Dado todo lo anterior, a mí me pareció más allá de bizarra la estrategia que decidió tomar la oposición: comenzar a gritar por los cuatro vientos (sin ningún tipo de evidencia que los respaldara) que ya habían ganado. Ahí estaba Germán Martínez con Ciro Gómez-Leyva, gritando que la Ciudad ya la había perdido Morena; ahí estaba la propaganda del PAN, proclamando que la Ciudad ya era suya; incluso aquí en mi blog llegaron a dejar comentarios donde afirmaban, de nuevo, sin ningún tipo de evidencia, que la Ciudad ya la había perdido Brugada.

Borré de inmediato esos comentarios, por supuesto; ya hay muchas pendejadas falsas flotando en la red. Pero me quedé con la duda de si no serían bots los que los dejaban; me cuesta creer que haya gente tan pendejamente manipulable.

Carlos Alazraki fue de los que se descaró, cuando le aconsejó a Madrazo en una campaña que “[m]ientras más mentiras contra Morena, mejor”; y por supuesto era la estrategia de la Gran Mentira de Goebbels (aunque la cita sea probablemente apócrifa, lo cual la hace todavía más adecuada en este caso):

If you tell a lie big enough and keep repeating it, people will eventually come to believe it.

O sea, es medio suponer que la gente es pendeja; pero además definitivamente no funciona con cosas que con un límite de tiempo cercano se van a revelar a los ojos de todo mundo, como son los resultados de las elecciones en la entidad más importante del país. Pero además, no me cabe en la cabeza cómo podría ayudarles eso a de hecho ganar las elecciones, o sea a obtener más votos. ¿Pensaron que nos íbamos a poner tristes y ya no íbamos a votar, o qué?

Pero además todo el imbécil candidato y su estrategia de campaña fueron absurdos. La alcaldía que más visitó fue Iztapalapa, Iztapalapa, probablemente el más grande bastión de la izquierda en la Ciudad y además una demarcación que ha sido gobernada en tres distintas ocasiones por Brugada. Trataron de impedir que se hablara del cártel inmobiliario en los medios y en los debates, con lo cual por supuesto nada más atrajeron más atención al mismo. Unos días antes de las elecciones salieron con la mamada de cobrar el Metro de acuerdo al uso; si no tenían una propuesta popular para uno de los sistemas de transporte colectivos más masivos (y baratos) en todo el mundo, no debieron decir nada nunca: mucho menos a unos días de las elecciones. Y luego trataron de desdecirse, por supuesto, confirmando ante la ciudadanía lo que ya sabíamos, que no tenían ni puta idea de lo que estaban haciendo.

Pero tal vez lo que más arrastró hacia abajo a Taboada fue el sinsentido de la coalición del corazón partido, el PRIANDR. El PRI colaboró con 401,743 votos, mientras que la carcasa podrida del PRD contribuyó con 156,836; 7.65% y 2.98% respectivamente. Es difícil asegurarlo, pero existe un escenario donde el PAN solo, incluso con un candidato con tanta cola que le pisen, como Taboada, le hubiera ido mejor. El costo político de asociarse con probablemente los dos partidos más desacreditados del país, ¿valió esa magra cantidad de votos?

De todas maneras hubiera perdido, por supuesto; pero tal vez con una diferencia de menos de 10 puntos porcentuales.

Antes de las elecciones del domingo, Morena controlaba 7 de las 16 alcaldías de la Majestuosa, consecuencia de las ahora evidentemente atípicas elecciones de 2021. Este domingo, la Transformación a través de Morena conservó esas 7 alcaldías y además recuperó 4 de las 9 controladas por la oposición: Álvaro Obregón, Azcapotzalco, La Magdalena Contreras y Tlalpan, siendo esta última muy importante, entre otras cosas porque Gabriela Osorio ganó con más del 50% de los votos, aplastando a su contrincante panista, y porque además está muy linda.

Gabriela Osorio

Gabriela Osorio

La oposición se aferró a cinco alcaldías, que me parece es importante discutirlas:

  • Cuauhtémoc.

    Una parte de mí se alegra que Eldaa Catalina Monreal Pérez perdiera frente a Alessandra Rojo De La Vega Piccolo; estas muestras de nepotismo no tienen lugar en la Transformación y deben ser abandonadas. La ciudadanía de la Cuauhtémoc, desde mi punto de vista, castigó a Ricardo Monreal negándose a apoyar a su hija, de la misma manera que las bases morenistas se negaron a apoyarlo en su fútil intento de tratar de ser el candidato presidencial de Morena, mandándolo al último lugar en las encuestas.

    Vamos a recuperar la Cuauhtémoc; no sé si en 2027, pero no tengo duda de que eventualmente el corazón de Ciudad votará como lo hace la mayor parte de la misma.

  • Cuajimalpa.

    Algo similar ocurrió en Cuajimalpa; Gustavo Mendoza Figueroa perdió frente a Carlos Orvañanos Rea, en mi opinión, en parte por ser miembro del equipo de Adrián Rubalcava Suárez, que brincó del PRI a Morena cuando Santiago Taboada se quedó con la candidatura a Jefe de Gobierno. Morena, estúpidamente desde mi punto de vista, “premió” el brinco chapulinesco poniendo a Gustavo Mendoza Figueroa como candidato en Cuajimalpa.

    ¿Por qué la gente que apoya a Morena votaría por alguien que no es de Morena, aunque sea el abanderado del partido?

    Yo entiendo que en el pragmatismo político a veces este tipo de quid pro quo es necesario; pero la verdad en general no veo la necesidad de rescatar náufragos moribundos de la carcasa medio podrida del PRI.

    Vamos a recuperar Cuajimalpa en el futuro; aunque aledaña al “corredor azul” de la Ciudad de México, me parece que la mayor parte de los ciudadanos que viven en la alcaldía son miembros naturales de la carpa que tiende Morena. Especialmente si postulamos a una candidata o candidato que valga la pena.

  • Coyoacán.

    Esta sí dolió, no nada más porque Ciudad Universitaria está en Coyoacán, sino porque me parece que Hannah de Lamadrid hizo una campaña bastante buena. Pero pues se quedó corta; por poco, pero corta: 25,070 votos, menos del 7%.

    Va a ser más difícil recuperar Coyoacán que las primeras dos, pero me parece que es posible; la ciudadanía de la alcaldía es mi opinión que es naturalmente de izquierda y consecuentemente en contra de la derecha. La gente de Coyoacán en general (y entusiásticamente) apoya el matrimonio homosexual, la despenalización del aborto, el prohibir las terapias de conversión… todo lo que el PAN detesta en las fibras más centrales de su ser. Es una aberración contra natura que hayan elegido como alcalde a un panista como Giovani Gutiérrez.

    Esa misma ciudadanía, me parece, refleja un sector de la clase media (minoritaria en general, pero no en Coyoacán) que se ha tragado muchas de las mentiras de la guerra sucia contra el Peje y consecuentemente contra Morena y Claudia. También hay un sector que se identifica con los “intelectuales” como Aguilar Camín, que extrañan ser “apapachados”; que recibían ciertos privilegios (no muchos y definitivamente no muy grandes) que desaparecieron con la Transformación.

    O que “les contaron” que quitaron ciertos privilegios; les digo que muchos están mal informados. Y por cierto, en Coyoacán también viven muchos de los que comentaba en marzo en mi entrada de los quejumbrosos; algunos de ellos no votaron (¡espero!) por el candidato panista, pero tampoco salieron a votar por Hannah.

    De todas formas creo que eventualmente recuperaremos Coyoacán; no tan rápido como Cuauhtémoc y Cuajimalpa, pero más pronto que tarde. En este sexenio se hará mucha de la labor para que eso pueda ocurrir.

  • Miguel Hidalgo.

    La Miguel Hidalgo siempre se ha inclinado a la derecha; no es algo raro en la alcaldía que contiene tanto a Polanco como a las Lomas de Chapultepec.

    Paradójicamente, la izquierda sí ha llegado a ganar la Miguel Hidalgo; múltiples veces de hecho. La ha ganado menos veces que el PAN; pero sí la ha llegado a ganar.

    Como sea, no es sorprendente que la hayamos perdido otra vez. Y de la misma manera, me parece que en el futuro la volveremos a ganar otra vez. Y luego la perderemos; y la ganaremos y la perderemos, potencialmente ad infinitum. Es de esas demarcaciones que están literalmente en el filo de la balanza (pero un poco más a la derecha), y así lleva casi treinta años: no veo por qué cambiaría a corto o mediano plazo.

    En resumen: no me sorprende que hayamos perdido la Miguel Hidalgo. Tampoco me preocupa demasiado; la volveremos a ganar. Y luego la volveremos a perder.

  • Benito Juárez.

    Después de vivir más de quince años en la Benito Juárez, yo ya llegué al estado del meme:

    Fuck this shit!

    Fuck this shit!

    Es aparentemente imposible que ganemos aquí. Es el corazón del “corredor azul” del PAN en la Ciudad y sin duda alguna donde más han concentrado su poder (y donde más chingaderas hacen).

    La primera vez que se pudo elegir (entonces) jefe delegacional, fue la única vez que la izquierda “ganó” en Benito Juárez, con Ricardo Pascoe Pierce, que tan de izquierda era que renunció al PeRDeré en 2003 para después colaborar con el usurpador Felipe Calderón.

    Y esa fue la última, si acaso queremos considerarla; después todos los jefes delegacionales y alcaldes de la Benito Juárez han sido del Partido Acción Nacional, no importa qué tan bien le vaya a la izquierda en la Ciudad o en país, el PAN gana mi alcaldía. Me preocupa que si en 2030 Gerardo Fernández Noroña gana las elecciones presidenciales con 70% de los votos, vamos a seguir aquí en Benito Juárez con nuestra batea de babas, perdiéndola una vez más.

    Aparentemente además, mis vecinos (no todos; pero sí un chingo) son true believers; son familias panistas que han sido panistas desde mediados del siglo pasado.

    ¿Es imposible que la izquierda gane la Benito Juárez? Nada es realmente imposible en política, si se invierte suficiente esfuerzo y suficiente tiempo. Pero va a costar un brazo y media pierna, además de años de trabajo a nivel de suelo, literalmente tocando en puertas casa por casa, cuadra por cuadra, todo el tiempo, no nada más en épocas de campaña.

    Otra cosa importante es que sí deben resolverse todos los crímenes que ha hecho el cártel inmobiliario; meter a la cárcel a los que faltan (ya hay varios dentro) y airear toda esa red criminal. Y si salpica a gente de Morena, que los salpique; todos los rateros que han contribuido a eso deben caer.

    Por último, dicen (yo no he visto ninguna evidencia concreta) que hubo compra de votos por parte del PAN en la Benito Juárez. En lo personal no me extrañaría, aunque obviamente estoy sesgado en mi opinión. Pero sinceramente, incluso suponiendo que sí hubo compra de votos, yo creo que el PAN de todas formas hubiera ganado sin recurrir a ellos. Es el cónclave del PAN en la Ciudad y de los pocos lugares en el país donde son indiscutiblemente dominantes.

    ¿Que quiere decir esto para los que apoyamos a la izquierda? Pues que tenemos que echarle todavía más ganas; porque incluso si la seguimos perdiendo, en México todos los votos cuentan: en este ciclo de la Benito Juárez salieron miles de votos para Clara y para Claudia, aunque hayamos perdido la alcaldía. Así que no tenemos de otra; hay que seguirle dando.

Quiero terminar nada más mencionando otra característica de la campaña de la oposición en la CDMX, pero en el contexto de su interacción con la campaña de Xóchitl a nivel nacional. La idea genial que tuvieron estos imbéciles, ante la inevitable derrota, fue abandonar a Xóchitl y “enfocarse” en la campaña de Taboada.

Y es que justo estos tarados no entienden ni siquiera que no entienden: ven a la política electoral mexicana como si fuera un problema de marketing, como si se tratara de vender un producto chatarra. Literalmente esa decisión fue como la de una corporación decidiendo detener el gasto publicitario de un producto y concentrar todo el presupuesto en el de otro, esperando al menos llegar a salvar uno de los dos.

Así no funciona y sinceramente creo que casi nunca ha funcionado así; en las campañas de Fox y Peña Nieto se puede discutir que fue una de las razones de sus triunfos (porque no fue por la apabullante inteligencia de los candidatos, ¿verdad?), pero generalmente el electorado mexicano no elige por quién votar como si fuera elegir marcas de desodorantes en el supermercado. La evidencia más fuerte de ello son las últimas dos elecciones presidenciales.

El abandonar a Xóchitl, me parece, era casi imposible que resultara en voto dividido en favor de Claudia y Taboada; funcionó en Guanajuato, que es bastión panista desde hace treinta años; y tal vez funcionó en Jalisco donde gobierna MC (aunque está en veremos: esa elección está rara y debe ser y será impugnada). ¿Pero en el bastión de la izquierda en el país?

Nuncamente.

Según los cómputos distritales con el 100% de las actas computadas, Claudia tuvo 3,095,413 votos en la Majestuosa. Según el PREP de la CDMX, Clara tuvo 2,717,045 votos. Esto se traduce, si mi calculadora no me engaña, en una diferencia de 378,368, que es el 7.20% de los votos en la Ciudad; todos esos ciudadanos en la capital del país votaron por Claudia y por alguien más para la jefatura de gobierno. Sin duda alguna muchos fueron para Taboada; aunque casi por definición no todos.

¿Bajo qué razonamiento divide su voto un ciudadano? No tengo la menor idea; pero dudo mucho la respuesta radique en que los partidos opositores abandonaron a Xóchitl y se concentraron en Taboada, al menos en la CDMX. Me parece que la explicación es mucho más compleja y que en muchos casos será consecuencia de las circunstancias personales de cada votante: repito, la ciudadanía de la Majestuosa es la más cívica de todo el país.

La Ciudad de México no pudo elegir a sus gobernantes durante décadas: nos costó años de lucha y literalmente sangre y muertos el conseguir ganar el derecho a elegir al jefe de gobierno. Desde el momento en que se pudo, elegimos a un candidato de izquierda, y así ha sido ininterrumpidamente desde 1997 (y sí, estoy incluyendo al tarado de Mancera, porque hizo campaña como candidato de izquierda; que después nos traicionara es otra bronca).

Esto no va a cambiar fácilmente; a lo largo de las décadas se ha convertido en parte fundamental de la identidad de la CDMX. En circunstancias especiales a veces perderemos más alcaldías de las normales; y de la misma manera a veces ganaremos más. Pero la Majestuosa en su conjunto es nuestra, de la izquierda.

Y tendrán que esforzarse muchísimo para arrebatárnosla; ciertamente los torpes balbuceos de un criminal de poca monta como lo es Taboada no fueron, ni de lejos, suficientes.

4 comentarios sobre “La Majestuosa

  1. Canek,

    ¿Crees que el sistema de salud mexicano va a llegar a ser mejor que el de Dinamarca al final del sexenio (dentro de cuatro meses) como afirmo el Presidente?

    1. No.

      Pero el Peje es, sin duda alguna, el presidente de México que MÁS ha hecho por el sistema de salud pública en décadas y en su sexenio se establecieron los fundamentos para que, un día, esa promesa potencialmente pueda llegar a ser cumplida.

      El sistema de salud mexicano fue literalmente destruido poco a poco durante el periodo neoliberal (1982-2018), con el objetivo final de llevar al país a un modelo como el de Estados Unidos, donde el Estado NO provee salud pública y gratuita a toda su población y en donde muchísimos ciudadanos tienen que elegir y pagar ellos un seguro médico que “eligen” como se supone alguien elige desodorantes en un supermercado. Es un modelo que no funciona y que los gringos llevan décadas tratando de escapar de él, comenzando con Medicaid y Medicare en 1965 y el ACA (Obamacare) en 2010. Aún así, todo mundo (no demente, como muchos republicanos) está de acuerdo que el sistema de salud gringa es, en relación a un análisis costo/beneficio, de los peores que hay en el mundo. Y eso es lo que proponía Xóchitl, por cierto, que pagáramos seguros privados y que recurriéramos a farmacias privadas. No funciona.

      Yo nací en un hospital público (igual que mi hermano) y no pisé un hospital privado hasta que tenía 15 años (1992); y era hiperactivo en mi niñez en los ochentas, así que me la pasaba descalabrándome cada dos semanas y mis papás me llevaban a una clínica del ISSSTE a que me parcharan el cráneo. No era un sistema de salud como el de Dinamarca y sin duda alguna tenía muchas cosas perfectibles; pero funcionaba. Eso se perdió durante el periodo neoliberal, como muchas otras cosas que el Estado Mexicano proveía porque era uno que había emanado de una Revolución popular. Todavía hoy en día yo estoy convencido que los mejores doctores del país, sin duda alguna, están en los hospitales públicos. Los hospitales privados no les interesa la salud de sus pacientes: les interesa ganar dinero.

      La salud privada no puede sustituir a la que provee el Estado de manera pública y gratuita. Eso lo sabe todo el planeta, sólo los gringos siguen con un modelo diferente.

      Además, muchos de los contratiempos que se dieron este sexenio para llevar el sistema de salud a uno parecido al de Dinamarca, se dieron por un sabotaje (en varios casos literalmente criminal) de sus adversarios; que deberíamos todos los mexicanos considerarlos también adversarios. Si de verdad te interesa, ve éste video de Fabrizio Mejía en SinEmbargo al aire; toda la información expuesta es pública y la puedes verificar por tu propia cuenta: los contratos públicos, las denuncias, las órdenes de aprehensión, las sentencias emitidas. Tú sabrás si te interesa o no educarte al respecto; el video son 18 minutos.

      Y no podemos olvidar lo que significó la pandemia (que afectó a todo el planeta) para el sistema de salud del país, ni tampoco cómo nos recuperamos. Te recuerdo que la promesa se hizo antes de la pandemia, en 2019.

      Pero en resumen: no, el sistema de salud de México no va a llegar a ser mejor que el Dinamarca en los próximos 4 meses. Pero no será por no haberlo intentado ni por incompetencia (o al menos no nada más).

      Además (pero admito que esto es semántica), lo que dijo el Peje fue que “su Gobierno trabaja para lograr un sistema de salud «mejor que el de Dinamarca»”; o sea técnicamente ahora (desde después de la pandemia) no dice que vayamos a tener un sistema de salud mejor que los daneses; dice que se está trabajando para eventualmente llegar a ello.

      Pero eso son pretextos. El hecho es que esa promesa de inicios del sexenio no se pudo cumplir.

      Te puedo garantizar que casi todos los que votamos por Claudia sabemos eso, que la promesa no se pudo cumplir: no estamos en negación. Ni con ese ni con ningún otro de los “puntos gotcha! que incesantemente sacán a colación la gente que se opone a la Transformación, muchas veces sin ofrecer (y en general sin ni siquiera conocer) el contexto necesario ni los antecedentes correspondientes. También sabemos (en general) la información del video que te puse; no sé si tú la conocieras. Me consta que mucha gente que se opone a la Transformación no la conoce.

      Y a la conclusión que llegamos, sabiendo que sí es verdad que NO se pudo cumplir esa promesa; pero también conociendo el contexto y los antecedentes, y tomando en cuenta lo que proponían las alternativas (Xóchitl y Máynez), es que debíamos votar por Claudia y (en general) por las opciones locales que ofrecía la Transformación en cada entidad del país. A una tasa de cerca del 60% a nivel nacional. Casi treinta y cinco millones (35,000,0000) de paisanos.

      Sin lugar a dudas el Peje fracasó en transformar el sistema de salud mexicana a uno mejor que el Dinamarca, como fracasó también en múltiples otros frentes. Pero es el primer presidente en décadas que al menos lo intentó, y que tenía un plan que por lo menos tiene una oportunidad de conseguirlo, si bien no en un periodo de seis años; y que dicho programa con casi toda certeza lo avanzará Claudia y es posible (no necesariamente probable) que lo consiga.

      Si tú crees que por ese motivo (y otros más, no lo dudo) no había que votar por Claudia, estás en tu derecho y espero así hayas actuado. Sólo trata de entender por qué tan poquitos votantes pensaron como tú y por qué la enorme mayoría pensó como yo.

      No es que estemos ciegos o que neguemos la realidad. Todo lo contrario.

  2. Canek, gracias por la explicacion,

    Mi comentario viene al caso porque yo trabaje en el IMSS durante 5 años como perdsonal administrativo en un hospital alla por 2008-13 mas o menos, y siempre supe que el servicio era “majorable”: Por ejemplo, el personal era grosero, y a la gente se le hacia esperar por horas sin el menos remordimiento, ademas de que fui testigo de errores que se cometian que podian perjudicar la salud de los pacientes y todo mundo guardaba silencio y se cubrian las espaldas. Existia una tipica mentalidad que yo tambien compartia en mayor o menor medida. Pero siempre me molesto la actitud valemadrista del personal.

    Cuando renuncie al Imss, nunca regrese como paciente porque me parecio que lugares como el Dr. Simi era un servicio de mejor actitud y calidad para el tipo de problemas que tenia, era barato y los analisis te los hacen rapidamente sin esperar y de un dia al otro, ademas que las esperas para ver al medico eran cortas (excepto una vez que si tuve que esperarme mas de una hora, pero comparado con el Imss aun una hora es bastante bueno).

    El problema reciente que tuve con el Imss fue que a mi suegra le dio cancer de seno, y bueno, conocimos realmente lo que era el imss. Lentitudes, falta de medicamentos, estudios urgentes que te programaban semanas despues para hacerlos, citas que no se respetaban, y horas y horas esperando aqui y alla para resolver problemas burocraticos derivados de la “vigencia” y otras madres que quien sabe que eran.

    En mi percepcion, el IMss ha empeorado en los ultimos años, pero obviamente la percepcion de un usuario no es un diagnostico del todo. El video de Fabrizzio es mas como un relato de conspiraciones para perjudicar la reputacion del gobierno. No se si eso sea cierto, pero habria que ver indicadores objetivos de mejora del servicio. La verdad no se si existan.

    Algo equivalente a los indicadores de pobreza muy mencionados durante la camapaña que mostraron que la pobreza bajo durante el sexenio y la pobreza extrema aumento ligeramente. No se si existan esos indicadores.

    Lo importante es dehacerse de la politiqueria de los anti y pro morena que solo confunden.

    1. Lamento oír lo de tu suegra. También he oído de casos similares; y también de casos que son lo opuesto, donde el servicio fue lento, pero bueno y gratuito.

      La pobreza bajó en 5,000,000. La pobreza extrema aumentó en 400,000; evidentemente preferiríamos que fuera cero, pero objetivamente el balance en combate a la pobreza es positivo. Nadie dijo jamás que fuera perfecto, sólo positivo.

      Lo que mencionas de indicadores objetivos, ahí está la Encuesta de Satisfacción en Hospitales, fueron los resultados que mencionó Claudia en uno de los debates. Sí ha habido una mejora; pero también siguen existiendo casos de pesadilla. El daño que se le dio al sistema de salud fue administrado durante décadas; es casi milagroso que haya habido mejoras en tan sólo 6 años.

      Lo que uno puede denominar “politiquería” me parece que está en el ojo del observador: es, por definición, subjetivo. Para mí el indicador más objetivo son los votos: la enorme mayoría de los votantes quiere que sigamos este rumbo.

      Y sí, ya me han dejado comentarios donde reclaman que entonces el siglo pasado los votantes preferían al PRI; y es justo lo que he venido diciendo desde hace años, pero en particular en marzo:

      El PRI durante décadas tuvo una militancia masiva y leal; había obreros priistas; había maestros de todos los niveles priistas; había amas de casa y comerciantes priistas. Y no era nada más porque buscaran un hueso político; el PRI gobernante atendía demandas legítimas de la población, y un porcentaje muy grande de la misma correspondía con una lealtad en muchos casos bien justificada.

      El PRI no duró 71 años en el poder porque fuéramos retrasados mentales; fue porque durante décadas sí ofreció servicios que la población genuinamente agradecía. Eso no contradice que el PRI fuera autoritario y represor; nada más hace más compleja la explicación de nuestro sistema político.

      No hay buenos y malos; no es esto blanco y negro. Nada más es indiscutible para una mayoría de los votantes de qué proyecto al parecer nos conviene más a todos.

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