Jalisco

Cuando a lo largo del 3 de junio comenzaron a publicarse los primeros resultados en Jalisco, la verdad no me sorprendieron: MC gobierna la entidad, es su bastión (porque Nuevo León como que se les está resbalando), y en principio no sería extraordinario que Pablo Lemus hubiera ganado. Contrastaba con la marea guinda que inundó a la nación y está el hecho de que Claudia ganó la entidad; pero pues en Guanajuato también se ganó la presidencia pero se perdió la gubernatura.

No son descabellados los resultados.

Sin embargo, con el paso de las horas y después de los días, comenzó a fluir información preocupante y para este momento ya contamos con hechos y cifras que, en el mejor de los casos, ciertamente reflejan que algo raro pasó en Jalisco el día de la elección y en los días subsecuentes cuando se realizaron los conteos.

Casi toda la información que sigue me la volé del video de Pedro Mellado en YouTube, que les recomiendo encarecidamente; sin embargo, dicha información la pueden consultar ustedes mismos porque, siendo México una democracia que aspira a ser transparente, la misma está disponible para que todo mundo la revise.

Resumiendo el análisis de Pedro, Morena y compañía ganaron los distritos en Guadalajara para diputaciones locales y federales, así como para senadores, pero perdieron la elección para alcalde de la ciudad, así como la de gobernador. Más grave que eso, la cadena de custodia de múltiples paquetes electorales se rompió, que es de las consideraciones que permiten a los tribunales electorales el anular una elección y forzar a que se repita. Hay casos documentados en Zapopan donde estaban moviendo boletas en bolsas de basura, sin seguir los protocolos establecidos, y con dichas boletas en general favoreciendo a Morena.

Que los ciudadanos tapatíos votaran por la coalición de Morena para legisladores y por MC para los ejecutivos en la ciudad el estado es además raro, por decir lo menos; sí existe el voto cruzado, sin duda, pero cuando existe generalmente ocurre que se vota para el ejecutivo del lado que se percibe como “fuerte” o “inevitable” y para el legislativo por otro partido o coalición, dizque para “compensar”, dar un contrapeso. En Guadalajara y Jalisco ocurrió justo al revés.

Aunado con el rompimiento de la cadena de custodia de los paquetes electorales, esto levanta sospechas. Me parece que Morena y sus aliados están en su derecho de impugnar la elección.

Debe quedar claro que si perdemos, lo aceptamos. Perdimos en Guanajuato; perdimos en la Benito Juárez aquí en la Majestuosa. Se aceptan esos resultados: por las razones que sean, en esas demarcaciones la ciudadanía no prefirió a la abanderada de Morena (en ambos casos eran mujeres) y pues hay que seguirle dando, a ver cómo y cuándo sí los convencemos.

En Jalisco, me parece, se debe impugnar nada más por principio: si hay algo sospechoso, que se presenten pruebas y los tribunales decidan. Sin embargo, aquí yo voy a decir algo que probablemente a muchos (morenistas) no les va a gustar: creo que lo conveniente, políticamente, es que cuando los tribunales fallen en contra de anular y repetir la elección (que me parece es lo que ocurrirá), que Morena y aliados concedan tanto la alcaldía como la gubernatura.

Y no nada más por el hecho de que la óptica del asunto no es la más agradable, de que parece que queremos absolutamente todo (aunque eso al parecer es lo que decidió la ciudadanía en el país, o casi).

Es también pragmatismo: aunque la elección para alcalde ciertamente está en principio en contención (la diferencia de 2.89% está muy por debajo del 5% que normalmente se considera el límite), en este caso esos son 20,911 votos. ¿Es posible que haya habido fraude? Sí; pero no creo que valga la pena litigarlo, sinceramente.

En el caso de la elección para gobernador es todavía más precario: la diferencia es 4.96%, literalmente en la rayita de lo que se considera necesario para impugnar con decencia. Pero en votos es 186,780: es muy difícil que esa diferencia se pueda atribuir con evidencias irrefutables a fraude electoral.

Esto no quiere decir que yo no crea que hubo fraude; pero me parece importante señalar algo: los fraudes electorales no necesariamente causan que cambien los resultados, a veces pueden afectar sólo la magnitud de los mismos. El PRI durante años hizo fraudes incluso cuando no los necesitaba; sólo para aplastar a la oposición y restregarle en la cara quiénes mandaban en el país en ese momento. En 1994 el PRI hizo fraude; pero incluso sin el mismo hubiera ganado Zedillo. En 2018 la campaña de Andrés Manuel sabía que habría fraude, pero hicieron las cuentas y vieron que no podría evitar el triunfo del Peje.

Aún así deben impugnarse esas elecciones; por principio, como ya dije. Morena junto a sus aliados impugnó la elección de Jalisco; pero yo supongo que el tribunal no anulará la elección. Mi opinión es que Morena deberá aceptar la sentencia (si quieren frunciendo la nariz, como si tuvieran un pedacito de caca en la punta de la misma), lo cual permite llamar la atención a cualquier irregularidad que pudiera haber ocurrido, sin necesidad de empantanar más el ambiente. Estamos de fiesta, al fin y al cabo.

Me parece más productivo centrar nuestra atención en dos hechos: la gubernatura de Jalisco nos acercamos a menos de 5%; y la alcaldía a menos de 3%. Además de que, por supuesto, Claudia ganó la elección presidencial en el estado.

Jalisco está en juego. Guadalajara está en juego. Y estamos todos además sobre aviso: los próximos años Morena revisará con lupa todas las elecciones en el estado, con el objetivo concreto de pelear ferozmente toda la entidad durante los próximos seis años.

¿Hubo fraude? No es imposible; hay evidencias circunstanciales que así lo muestran. Mi punto es que, incluso si pudiéramos demostrarlo de forma irrefutable (que, sinceramente, dudo que podamos), no vale la pena hacerlo, porque en mi cálculo (que, por supuesto, puedo equivocarme) si hubo fraude no fue lo suficiente para cambiar los resultados finales, al menos a nivel de la gubernatura.

Yo creo (pero es sólo suposición) que MC, al parecer a nivel local nada más, estaban muy preocupados de que Claudia Delgadillo pudiera ganar la gubernatura y más aún que José María Martínez le ganara a Verónica García en Guadalajara, y en pánico trataron de modificar los resultados de algunos distritos. Hay que señalarlo e impugnarlo; pero no creo que haya que pelearlo a muerte.

Dejémosle Jalisco y Guadalajara a MC, por ahora. Estaremos preparados para la próxima y seguiremos haciendo la labor de calle que ha permitido a Morena ser la indudable segunda fuerza en el estado. Concentremos el esfuerzo ahí, para que eventualmente podamos ganar como hemos hecho en el resto del país: de manera limpia, contundente e irrefutable.

3 comentarios sobre “Jalisco

  1. En Jalisco la diferencia la hizo la calidad de los candidatos a gobernador. El candidato de MC era conocido por haber sido alcalde de Zapopan y Guadalajara, que son casi la mitad de la poblacion del estado, y no estaba asociado a casos de corrupcion.

    Los candidatos de Morena eran basicamente cascajo expriista y expanista, ademas de Kumamoto y otros. En los mejor de los casos desconocidos y en otros con fama de corruptos de la epoca de Aristoteles. Kumamoto era lo mas rescatable pero lo pusieron como candidato a Zapopan, bastion de MC, y ahi mucha gente que habia votado por él en 2018 lo termino viendo como traidor.

    El candidato natural de Morena, que habia sido preparado por Amlo para la gobernatura se fue como candidato a senador. Lomeli fue el coordinador del gobierno federal por Jalisco, esos cargos de virrey que invento Amlo para competir o controlar a los gobernadores. Sin embargo, Lomeli tenia el problema de que era un corruptazo de siete suelas con muchos cadaveres en el closet como empresario proveedor de medicinas al gobierno, y termino siendo mucho riesgo, sobretodo porque se percibia que la contienda iba a ser muy competida.

    Al final, Morena decidio poner a Lomeli como candidato a senador donde iba a llamar menos la atencion y donde termino ganando. El mismo Carlos Lomeli sabia que era casi imposible ganar la gobernatura de Jalisco por parte de Morena ya que entonces no se preveia la oleada favorable a Morena que sucedio. Si lo hubiera previsto, probablemente Lomeli hubiera sido el candidato a gobernador y pudo haber ganado.

    Al final la candidata de Morena, una exregidora del Pri y funcionaria de Aristoteles no levanto mucho entusiasmo.

  2. Lomelí hubiera ganado la elección con la mano en la cintura. Hasta donde sé por los rumores en las cúpulas locales, Delgadillo fue una concesión al grupo de Ebrard… con los resultados que ya vimos.

    Como dice el comentario anterior, salvo Lomelí, MORENA es puro cascajo prianista (véase Chema Martínez, exyunquista que fue por GDL). Esperemos que en seis años haya más y mejores cuadros.

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