Y pues el miércoles se confirmó (aunque se comenzaba a adivinar desde el martes en la noche) que los gringos volvieron a elegir a Trump, que por más que se haya quejado mucha gente de Nixon, Reagan y Bush, es realmente lo más cerca que han coqueteado nuestros vecinos con el fascismo.
¿Por qué pasó esto?
Una explicación, que yo sí planeo discutir más o menos a detalle, es relativamente sencilla: los gringos son muy racistas y misóginos. Por alguna razón decir esto ofende a algunas personas; de donde yo vengo, es como afirmar que el cielo es azul, o que el agua moja.
Obviamente hay que matizar: no todos los gringos son racistas y misóginos; eso sería increíblemente injusto pero además demostrablemente falso. Y yo sinceramente ni siquiera creo que una mayoría de los gringos sean racistas y misóginos.
Pero sí hay un chingo de racistas; que es perfectamente explicable por el hecho de que son un país que fue fundado, literalmente, bajo preceptos racistas. La misoginia es similar (aunque con casos más vociferantes) que en otros países del estilo (o sea, imperialistas). Me centraré entonces en el racismo.
Siendo justos, los gringos llevan décadas (más de siglo y medio, de hecho) progresando en ese problema que literalmente los carcome como un cáncer, repito, desde que fundaron su nación. Siendo honestos, jamás han hecho lo suficiente, ni de lejos, tomando siempre medidas tibias que alivian un poco las cosas, pero nunca atacando la raíz del asunto.
Lincoln abolió la esclavitud; pero un par de décadas después el bienestar de estos negros recientemente liberados quedó en manos de sus antiguos amos. En los sesentas se dio la legislación de derechos civiles para, en teoría, eliminar la discriminación por raza, sexo o religión; pero de nuevo no atacaron el problema de fondo que es, como suele ser en todo el mundo, la desigualdad. Y sí, en 2008 eligieron un presidente negro; pero inmediatamente después eligieron al presidente más racista que han tenido probablemente desde Andrew Jackson.
Yo llevo, literalmente, décadas siguiendo la política gringa desde mi rincón aquí en México; de hecho durante mucho tiempo le hacía más caso a las elecciones gringas que a las mexicanas, porque aquí me deprimía de que siempre perdíamos excepto en la CDMX y otros bastiones.
En los últimos años, y esto comenzó antes de que llegara la Transformación, probablemente desde que trabajé en el IFE y luego le INE, cada vez estoy más convencido de que la democracia mexicana es más fuerte y sana que la democracia gringa. O en otras palabras, que la democracia funciona mejor aquí que allá; y obviamente esto fue un proceso paulatino: en los ochentas (si hubiera tenido la capacidad de analizarlo; era al fin y al cabo un niño) no hubiera dicho esto. Mucho menos en los sesentas; mientras los gringos estaban movilizándose y legislando para al menos tratar de aliviar la profunda discriminación que tenían (todavía la tienen; pero indudablemente con menor intensidad), aquí el gobierno mexicano mataba estudiantes alegremente.
Pero justamente la democracia mexicana, desde mi punto de vista, se ha fortalecido más de lo que se ha debilitado en las últimas décadas: primero en 1988 cuando Cuauhtémoc literalmente le metió un sustote al PRI; después en 1997 cuando se le arrebató al oficialismo la capital; incluso en el 2000 cuando ganó Fox. No fue un cambio de verdad y el idiota guanajuatense resultó ser un fraude y un imbécil (como advertimos muchos antes de las elecciones): pero mostró la capacidad de la ciudadanía de querer cambiar las cosas.
Obviamente el 2006 fue un retroceso y también el 2012 con las “reformas estructurales” (que afortunadamente estamos desmantelando); pero esos dos descalabros empujaron a un sector masivo de la ciudadanía a reagruparse y conseguir un cambio verdadero en el 2018. Y al menos yo nunca voy a ningunear a nuestra ahora oposición en esto: no intentaron la represión o la violencia para evitar dicho cambio. Y siguen sin intentarlo (principalmente porque no pueden; como no podían en el 2018).
Pero regresemos a los gringos, que como afirmo (y me parece queda al menos en parte demostrado por lo que pasó el 5 de noviembre), tienen un chingo de racistas y misóginos.
La pregunta importante, me parece, es por qué hay un chingo de racistas (por parte de todas las razas) y misóginos (por parte de todos los géneros, que cada vez hay más al parecer).
La fundación inherentemente racista de Estados Unidos a finales del siglo XVIII indudablemente tiene que ver; pero no lo explica por completo además de que, al menos de dientes para afuera, el discurso educado ha sido acerca de que el crisol de las culturas que dizque representa a gringolandia según los gringos ilustrados es una maravilla. O bueno, al menos era de dientes para afuera hasta antes de Trump; la cosa con el güero naranja demente es que justamente hace que el racismo se exponga incluso de dientes para afuera.
Yo creo que la explicación de por qué hay tanto racista misógino y por qué ganó Trump (porque obviamente están ligados), es relativamente sencilla: hay un montón de gringos sufriendo económicamente. Esto es innegable; no puede ser de otra forma cuando no han subido el salario mínimo desde hace quince años; cuando los sindicatos han sido sistemáticamente apaleados desde Reagan (y probablemente sea peor con Trump); cuando el sistema de salud está en crisis desde hace décadas (con todo y Obamacare); cuando la crisis de vivienda que inició con la crisis financiera de 2008 realmente no se ha recuperado; y una larga lista de etcéteras.
Por supuesto, un gringo que sufra económicamente es muy distinto a un somalí que sufra económicamente; dependiendo del sapo, la pedrada. Pero de alguna manera esto hace peor dicho sufrimiento: Estados Unidos es de los países con más desigualdad en el mundo, obviamente: ahí vive mucha de la gente más privilegiada del planeta. Los gringos jodidos estarán relativamente bien en comparación con los somalíes jodidos; pero están muchísimo peor comparados con la gente que le va bien en Estados Unidos. Les restregan en la cara todos los días lo bien que les va a los privilegiados en uno de los países más ricos del mundo.
Un montón de gente haciendo campaña por Kamala gritaba a los cuatro vientos lo alto del PIB gringo y de la fortaleza de su bolsa de valores. ¿Eso de qué chingados le sirve a la gente común y corriente en Estados Unidos? En la campaña en México aquí mismo en mi blog varias veces discutí con lectores que se quejaban de que, según ellos, el PIB no había crecido tanto con el Peje. Dejando de lado la pandemia y los distintos análisis (porque depende de con quién hable uno qué conclusiones tendrán al respecto), el punto es que el PIB, por sí mismo, no es tan importante: obviamente es mejor un mayor PIB; pero es muchísimo más importante cómo se distribuye esa riqueza.
Y en México se distribuyó mucho mejor con la 4T que cómo se distribuyó en gringolandia con Biden y los demócratas. Por varios órdenes de magnitud.
Con el resultado de que Claudia ganó de calle y Kamala perdió… no estoy todavía dispuesto a decir que “de calle”, pero Trump ganó el voto popular y según los números disponibles con más del 50%.
Si la gente se siente jodida (no importa que la pobreza gringa no sea comparable con la pobreza somalí), se va a sentir enojada. Si se siente enojada, no es descabellado que se desquiten con chivos expiatorios, especialmente si un güero naranaja demente y todo un sistema de medios les dicen 24 horas al día quiénes son esos chivos expiatorios.
La gente feliz no es racista. El racismo sólo pega si hay gente encabronada; así lo dijo el presidente gringo Lyndon B. Jonhnson:
If you can convince the lowest white man he’s better than the best colored man, he won’t notice you’re picking his pocket. Hell, give him somebody to look down on, and he’ll empty his pockets for you.
El racismo no sólo fue un componente integral de la fundación de los Estados Unidos; también ha sido una herramienta para mantener enajenada y oprimida a su población blanca pobre para que nunca piense en términos de clase o desigualdad económica. Con el agregado de atacar de inmediato cualquier medida que pudiera aliviar dicha desigualdad, por moderada que fuera, como comunismo satánico.
Las cosas tuvieron que ponerse de la chingada en los 30s del siglo pasado después de la caída de la bolsa de valores para que por fin se pusieran las pilas y mejoraran (pero no repararan del todo) las cosas. Roosevelt y su New Deal introdujeron un montón de cosas que justamente se encaminaron a disminuir la desigualdad en gringolandia.
Por cierto, uno de los tres puntos fundamentales del New Deal de Roosevelt se centraba en “relief for the unemployed and for the poor”… o en otras palabras, primero los pobres.
Y por eso perdió Kamala, me parece; ninguna de sus propuestas tenía nada qué ver con primero los pobres. Muy al inicio poco después de que Biden se bajara, Kamala propuso controlar el incremento desmedido de precios que hay en Estados Unidos, muchas veces de manera artificial y justificándolo por “la inflación”, aunque todas las variables indiquen que está bajo control. Y toda la prensa gringa (incluyendo la de “izquierda”) se le aventó encima a gritarle que eso estaba mal y era intervención del Estado y que ya no la iban a querer si lo hacía.
Y la muy tarada se echó para atrás y a partir de ese momento no hizo campaña en nada que fuera directamente encaminado a ayudar a la gente más necesitada económicamente, independientemente de cuál fuera su raza. ¿Aumentar el salario mínimo? ¿Medicare para todos con opción pública? ¿Maternidad y paternidad pagados por al menos seis semanas? ¿Desayunos escolares?
Nada.
Su candidato a vicepresidente, Tim Walz, como gobernador de Minnesota implementó un buen de cosas para beneficiar a los más necesitados; en lugar de soltarlo en la campaña a tratar de vender eso, lo mantuvieron hagan de cuenta que encerrado en su sótano.
Y Kamala en cambio hizo campaña con la hija de Dick Cheney con el sueño guajiro de tratar de jalar republicanos “moderados”. Ya vimos cómo funcionó eso.
Como yo lo veo, Trump tendrá un periodo de 4 años que será un desastre, porque así es Trump y los planes que sea que tengan y esté dispuesto a impulsar (como el Proyecto 2025 y la bola de babosadas que decía en campaña) no veo forma de que sirvan a alguien excepto empresarios y políticos gringos conservadores. Probablemente ganen los demócratas en el 2028, hartos del desastre; pero será una repetición del escenario en 2020, una victoria apenas, si no se ponen las pilas y sacan un plan en donde se comprometan a ayudar a los más necesitados.
Y no de dientes para afuera; los demócratas dicen que quieren pasar cosas, pero tiran la toalla al primer signo de problemas. A estas alturas estoy dispuesto a aceptar el análisis de The Young Turks y suponer que realmente los demócratas no quieren pasar esas legislaciones, porque lo que más les interesa es satisfacer a sus donadores millonarios.
La campaña de Kamala presumió que recaudó mil millones de dólares (una mayor parte de donadores corporativos). ¿Quién en su sano juicio querría votar por alguien que evidentemente está comprado y pagado?
De cómo nos va a ir a nosotros (los mexicanos y el resto del mundo), bueno, aunque es indudable que para México (y probablemente la mayoría del mundo) es mejor que ganen los demócratas, la verdad es que no hay tanta diferencia entre ambos partidos. Yo lo dije en 2008 cuando ganó Obama:
No va a pasar nada sorprendentemente novedoso durante la presidencia de Obama; probablemente invadirá y bombardeará inocentes como lo han hecho todos los presidentes gringos desde Truman (aunque esperemos que en mucho menor medida que Bush Dos: La Venganza), utilizará el poder económico de su país (que por suerte cada vez es menor) para joder a otros países que no quieren seguir su línea, y apoyará, o al menos no condenará, atrocidades como la que Israel hizo estas semanas en el inexistente estado de Palestina (aunque los israelíes se fueron por la segura y atacaron mientras Bush Segundo: El Monstruo Vive de Nuevo seguía al frente del gobierno gringo). Obama probablemente hará todo eso; y todo en el nombre de la democracia, y la justicia, y la chingada.
Y por supuesto tuve razón; y lo mismo hubiera pasado con Kamala. Claro que Trump será peor; pero la diferencia con 2008, es el tipo de gobierno que tenemos los mexicanos. No sólo no les conviene realmente a los gringos jodernos mucho; confío bastante en que nuestra Doctora Presidenta se toree al güero naranja demente.
Paradójicamente, probablemente Trump intervenga militarmente menos en el mundo, lo cual por supuesto en general será algo bueno. Los ucranianos a lo mejor les va de la chingada; pero incluso eso no creo, porque no le conviene al resto de Europa.
Eso sí, no me extrañaría que para el 2028 el número de palestinos muertos exceda los 100,000 y que Israel siga cometiendo las atrocidades que ha cometido desde hace décadas, nada más ahora con más crueldad y enjundia.
A los mexicanos aquí en México no creo que nos vaya muy mal con Trump; incluso hay varios analistas que prevén posibilidades de que nos vaya bien explotando varias de las debilidades conocidas del tarado de Trump. A los paisanos en Estados Unidos yo creo que sí les va a ir de la chingada, incluyendo lamentablemente varios que perderán la vida.
Pero yo creo que los que más van a sufrir a Trump son los mismos gringos. Y a los jodidos, obviamente; los privilegiados progres buena ondita se rasgarán las vestiduras y se escandalizarán, pero realmente no les irá tan mal. Muchos de esos me temo que se van a pasar estos cuatro años perdiendo el tiempo con cosas que, aunque son importantes, no son lo fundamental, como son qué baños pueden usar quiénes o si los atletas trans pueden participar en torneos deportidos o si se respetan o no los pronombres preferidos de alguien.
Cada gramo de esfuerzo que dediquen a eso en lugar de luchar por disminuir la desigualdad de la gente más jodida, aumentará la probabilidad de que esa gente jodida vuelva a votar por los republicanos o que no voten, como no lo hicieron millones de jóvenes el martes.
Tampoco los van a ayudar realmente las políticas republicanas; pero al menos el güero naranja demente dice reconocer que no están bien, aunque les ofrezca soluciones idiotas como deportar migrantes.
Los demócratas, si son inteligentes, van a despedir masivamente a su dirigencia y abrazar un proyecto de nación que se ponga como primera tarea el beneficiar a los sectores de la población más jodidos. Si no hacen ni siquiera lo primero, bueno, serán como los panistas aquí, que se perfilan a elegir a Jorge Romero como presidente del partido. El líder del Cártel Inmobiliario.
Yo digo que es de las razones por las que van a perder en 2030.
Pero ya veremos.
