Hoy, sin mucha alharaca pero sí hueva, me inscribí para mi segundo semestre en el IIMAS. Voy a llevar cuatro materias y mi seminario de tesis. Las materias son
- Lógica Matemática, con Francisco Hernández Quiroz.
- Sistemas Distribuidos y Verificación, con Sergio Rajsbaum.
- Geometría Computacional, con Jorge Urrutia (mi director de tesis).
- Teoría de la Complejidad, con Sergio Rajsbaum.
Y mi seminario, que es con Urrutia también. Dado que los tres profes me gustan, creo que será un semestre menos angustiante que el anterior.
Mi primer semestre en el IIMAS fue traumático por varias cosas. Yo no quería estar ahí, y además tuve una materia que en mi vida yo hubiera elegido por voluntad propia para llevar, y otra en la que el profesor era un retrasado mental, además de insoportable, así que sí era medio pesado para mí en algunos momentos.
La materia que más me gustó en el semestre, sin duda alguna, fue Estructuras de Datos y Algoritmos, con Jorge Urrutia. Tanto que me metí con él para hacer la tesis, y espero que eso salga bien.
Exceptuando un examen en el que saqué seis (combinación de exceso de confianza y un examen excesivamente talachudo y con casi nada de teoría), tuve 10 en absolutamente todo. Pero lo chido de esa materia fue nuestra tercera tarea.
Urrutia se fue a China (creo) unas semanas, y entonces se le ocurrió la genial idea de dejarnos 27 ejercicios de tarea. Y no eran ejercicios del tipo “¿cuánto es 2+4?”; algunos estaban bastante pesados.
Cuando Urrutia regresó, la mayoría llevaba un puñado de ejercicios resueltos; yo llevaba la mitad. Conforme se acercaba el día de entrega, yo avanzaba cada vez más, hasta que una semana justo antes de entregarla, el grupo hizo presión sobre Urrutia para que sólo hubiera que entregar la mitad de los ejercicios, y la otra mitad regresando de las vacaciones de diciembre.
Urrutia se dobló como un mapa.
Me dio un coraje. Porque le había dedicado a esa maldita tarea básicamente todo mi tiempo libre, y de verdad la estaba resolviendo (un montón de las respuestas estaban en la red, con una búsqueda no muy compleja). Y además por supuesto tampoco era justo con mis compañeros el que yo pidiera que la fecha de entrega original se mantuviera.
Entonces tomé la decisión de que, como forma de protesta, iba a entregar la tarea completa para el día en que se había dejado originalmente. Me costó un huevo, y dormirme a las cuatro de la mañana del día de entrega. Pero acabé.
Porque además no sólo resolví la tarea; la hice en
, con diagramas, algoritmos, demostraciones y toda la cosa. Además de revisar la correctez de mis respuestas, revisé hasta la locura la redacción, ortografía y presentación de esa tarea. No hacía algo así con un texto desde mi tesis de licenciatura.
Cuando le di la tarea a Urrutia (32 cuartillas, engargoladas bien bonito), le dije que me reservaba el derecho de entregar correcciones. Lo cual fue muy inteligente; Omar me ayudó a detectar algunos errorcillos (dos de ellos graves) que había con mi tarea. Entregué la versión final cuando terminaron las vacaciones; pero creo que el ayudante la ignoró, porque ya me había puesto 10.
Aquí está la versión final, por si quieren echarle un ojo. De especial orgullo son mis diagramas para redes de flujo; quedaron bien bonitos.
Al momento de hacer el último examen, no tuve ningún problema: estaba basado en la tarea. Y por supuesto, terminé sacando 10.
La segunda mejor materia, me pesa admitir, fue Arquitectura de Computadoras. Esa materia sería fabulosa… si no fuera obligatoria. Tiene todos los elementos por los cuales no elegí Ingeniería en Computadoras como mi carrera.
De esa materia ya platiqué el climático final que tuvimos mis compañeros y yo, así que aquí no me extenderé más en ello.
Savage me puso 9 al final. Es una calificación excesivamente noble para conmigo; estrictamente yo no merecía más de ocho. Pero como de verdad nos matamos en ese proyecto final, y mis contribuciones al mismo fueron para nada despreciables, no creo que sea injusta. Es noble, pero no injusta.
En tercer lugar está Lenguajes de Programación. Esto (sigo diciendo, y lo sostengo) no es culpa de la materia; es que Algoritmos y Arquitectura sí fueron muy buenas. Francisco tenía dos grandes desventajas: era coordinador de la carrera en Ciencias, lo cual evidentemente consumía mucho de su tiempo, pero además tenía el ayudante más estúpido de la historia. No, esperen; esa sería la X-fig.
Pero el tipo le hacía competencia.
Claro, yo no soy monedita de oro y me gané a pulso el odio del tipo. Eso no es raro; no es el primer ayudante que me odia. Sólo que es apenas el segundo que lo muestra a la hora de calificar.
(La otra sería la X-fig).
Como sea, con un muy buen último examen, última tarea, y una reposición pude sacar el 10.
De la última materia, todavía me enojo. Autómatas y Lenguajes Formales me dio desconfianza el Dr. Luis Pineda como profesor desde el principio. El tipo era pedante, repetitivo, queriéndose hacer el gracioso sin conseguirlo, y cómo dio el curso era patético.
Yo estoy maleado; tomé un excelente curso de Autómatas con Elisa Viso en Ciencias. Pero de cualquier forma; es inaceptable perder tres meses viendo autómatas y lenguajes regulares, ver sólo un mes gramáticas libres de contexto, y ver una clase de Máquinas de Turing.
Además, Pineda se robó los acetatos de otro curso; un cuate encontró los originales. Eso no tiene nada de raro; todos los profes toman de otro lado cuando así conviene hacerlo. Pero dan crédito. Pineda sólo los tradujo (mal; en todos lados hay “and” y “but” en sus acetatos… además de que están hechos en PowerPoint), y les puso su nombre. Y cada vez que alguien tenía una duda no trivial, el tipo tenía grandes problemas para contestarla, además de que se ponía altanero y como que comenzaba a enojarse.
Eso me hacía angustiarme bastante con esa materia. Como sea, sencillamente dejé de ir como a la mitad del semestre, y me cuidé de sólo entregar bien las tareas y hacer bien los exámentes. Exceptuando un par de tareas donde en una saqué 7 y en otra 8.5, tenía 10 en todo lo demás.
En la tarea que saqué 7 fue exceso de confianza (de nuevo; debo cuidar eso); pero en la tarea donde saqué 8.5 fui a reclamarle, porque mi tarea estaba bien. El tipo, descubrí con asombro, era incapaz de entender una demostración si no era como él las hacía. No me extrañó descubrir después que es del Tec. Así que dejé mi 8.5 en paz; realmente casi no afectaba mi calificación final.
El examen final contaba 40% de la calificación; y yo necesitaba 9 para tener 10 en la calificación final. Saqué 8, porque el tipo me puso mal una demostración porque la hice distinto a como él las hace. Traté de explicarle que estaba bien, pero de verdad es incapaz de entender una demostración ligeramente abstracta. Me dio hueva y dejé así las cosas.
En parte el enojo que tengo es conmigo; si ya había visto que el tipo es un idiota, debí haber respondido como a él le gustaba y evitarme problemas. Pero es que sencillamente así no funciono yo. Y además, es un mugre punto, y yo sé que manejo el tema probablemente mejor que como lo maneja él, así que me quedé con mi 9.
Como sea, sí me molesta, porque idiotas como él no deberían dar clases. Yo sí le recomiendo a quien sea que esté tomando clases, que se evite tomarlas con Luis Pineda. Pero claro, es mi opinión personal, y habrá quien difiera.
Pero en mi opinión, el tipo es un tarado.
Y ya; esa fue básicamente la única mancha en mi primer semestre. Acabé con promedio de 9.5, que es el mismo con el que acabé la licenciatura, así que al menos no estoy empeorando. Y dado que el semestre que entra voy a tener puras materias que sí me interesan, con profesores que sí me gustan y que ya he tomado clase con ellos, espero que sea menos angustiante que este primer semestre que acabé en el IIMAS.
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