Estafadoras de Wall Street

A inicios de noviembre de 2019 fui a ver Hustlers; se aplican las de siempre, si acaso no la han visto.

Hustlers

Hustlers

No soy gran fan de Jennifer Lopez; sus películas no suelen gustarme, y ella en particular no me cae muy bien que digamos.

Sin embargo, esta película está muy divertida, y Jennifer Lopez se ve increíble; se supone tenía 50 años cuando la hizo, pero yo creo que esta mujer le vendió su alma al diablo, porque me podría creer que tiene cerca de 40 años por abajo.

La historia está simpática; después de sufrir las repercusiones de la crisis de 2008, un grupo de ex teiboleras comienzan a estafar a clientes, bebiendo con ellos (mientras los drogan), y haciéndolos gastar exorbitantes cantidades de dinero en un club, quedándose ellas con una parte.

Eventualmente todo se cae a pedazos, por supuesto, pero mientras las chavas parecen estarse divirtiendo enormemente… y paradójicamente también sus marcas; en algún momento, un policía hace notar que si los estaban estafando, estaba chistoso que regresaran varias veces a volver ser estafados.

Además de que está divertido estar viendo cómo despluman a este tipo de perdedores con dinero, que tienen que andar pagando para que muchachas lindas se rían de sus pendejadas; no voy a decir que es una metáfora del empoderamiento de las mujeres (especialmente por cómo termina la historia), pero está divertido.

Así que yo sí la recomiendo; está en Prime Video, si les interesa.

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Scum’s Wish

Poco después de The Rising of the Shield Hero, me chuté (¡dos veces!) Scum’s Wish.

Scum's Wish

Scum’s Wish

A ver, déjenme ver si lo puedo resumir rápidamente: Hanabi está enamorada Narumi, que crecieron como hermana y hermano mayor, pero que él ahora es su maestro en la prepa; Mugi es compañero de Hanabi y está perdidamente enamorado de Akane, la nueva maestra de música, aunque la conoce de años atrás que era su tutora; Noriko es la amiga de la infancia de Mugi, y siempre ha estado enamorada de él; Sanae es amiga de Hanabi, pero en el fondo está enamorada de ella.

Para desesperación de Hanabi y Mugi, Narumi y Akane comienzan a salir; y como Narumi ni siquiera ve a Hanabi como mujer; y Akane es literalmente el diablo encarnado, Hanabi y Mugi deciden comenzar a salir y hacer “cosas” (no necesariamente en ese orden), básicamente por una combinación de despecho, frustración, aburrimiento, y una indudable química que se tienen desde que comienzan a llorar el uno en el hombro de la otra por sus amores no correspondidos con sus profesores. Que Hanabi y Mugi salgan a su vez desata los celos de Noriko y Sanae, lo que las lleva a hacer sus propias movidas.

La serie es, pues, una pinche telenovela que bien podría hacerle la competencia a las de Televisa; pero me prendió completamente por una escena entre Hanabi y Akane (que, repito, es el diablo encarnado); dándose cuenta la joven y bonita maestra de música, de que la adolescente está enamorada de su nuevo novio, le dice cuando se la encuentra en el pasillo después de pasar su primera noche con él: “yesterday, we had sex.”

Ayer, me lo cogí

Ayer, me lo cogí

Es tan malévolo, tan mezquino, tan hijo de la chingada, que me enamoré de Akane: es de verdad el diablo encarnado. Porque además procede a cogerse a Mugi también, nada más para quitárselo a Hanabi también.

Una persona más fría que Hanabi habría acusado a Akane con Narumi, y más fríamente incluso con las autoridades escolares; le podría haber destrozado la vida. Pero Akane calcula (correctamente) que Hanabi es incapaz de causarle ningún dolor a Narumi y que entonces se quedará callada.

Lo que hace Hanabi en cambio es aceptar los avances de Sanae y tener una sana experimentación sexual lésbica, porque por qué no. A Noriko, por cierto, nadie le da cumplimiento; lo que es medio una tragedia, porque es una belleza… todas son unas bellezas en este animé, como era de esperarse.

Sanae, Narumi, Hanabi, Mugi, Akane y Noriko

Sanae, Narumi, Hanabi, Mugi, Akane y Noriko

La serie es por supuesto tan arrecha que hasta salpica; pero lo es de manera muy sincera y muy sexo positiva: quitando la relación sexual entre Akane y Mugi (que es él menor de edad y su alumno), es realmente una exploración muy sana y honesta de la sexualidad adolescente y de cómo afecta la amistad y las relaciones de todos los involucrados (que uno esperaría normalmente fueran dos, pero pues ya ven cómo es la vida).

A mí me encantó la serie, a pesar de (o justamente por) ser terriblemente melodramática y tomarse completamente en serio; nada más no me gustaron dos cosas: la primera, que Hanabi y Mugi nunca pueden explorar su relación en paz, por andar enamorados de otras personas y porque Akane va y mete su sucia cuchara en el asunto. Y la segunda, que Narumi está dispuesto a aceptar a Akane tal y como es (incluyendo el hecho de que le va a ser infiel), y esto causa que Akane comience un camino de redención que incluye el que Hanabi la perdone hacia el final cuando Narumi y Akane anuncian su próximo matrimonio.

No me molesta que Narumi acepte a Akane con todo e infidelidad; de hecho me parece muy progresivo de su parte. No me molesta que Akane comience a redimirse; todo mundo merece el intentar corregir sus errores (y ojo: ni yo ni la serie ponen la promiscuidad de Akane como un error; los errores son lastimar y mentirle a la gente, especialmente de gratis). Tampoco me molesta que Hanabi la perdone; todo mundo merece una segunda oportunidad. No, lo que me molesta es que la comiencen a redimir; me hubiera encantado que continuara con su forma de ser malévola, y que además Narumi la siguiera aceptando así, mala como la carne en chile verde y en ayunas.

Además, dentro del hecho de que Hanabi y Mugi nunca pudieran explorar su relación en paz, está que nunca tienen sexo. Juguetean un poco y hay cierta exploración sexual; pero nunca se acuestan “propiamente”, si tal cosa existe. Y yo creo que sí merecían el intentar estar propiamente juntos, porque sinceramente se gustaban y se querían y se respetaban.

Sin embargo, al parecer, no estaba destinado a ser.

Yo recomiendo altamente esta serie: la música está padre; el diseño de personajes me parece muy bonito; la historia es deliciosamente melodramática; y es de verdad muy divertida. Nada más no se equivoquen; es casi exclusivamente romance adolescente, con una dosis muy saludable de sexo e infidelidad; y el ritmo es más bien lento mientras los personajes ponderan acerca de sus sentimientos o (en el caso de Akane) a quién hay que chingarse en ese momento.

Está en Prime Video, si les interesa.

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Zombieland: Tiro de Gracia

A finales de octubre de 2019 fui a ver Zombieland: Double Tap; se aplican las advertencias de spoilers normales.

Zombieland: Double Tap

Zombieland: Double Tap

La primera parte de esta película, que salió hace más de una década, me gustó bastante; era divertida, desfachada y bastante original para su momento.

Esta segunda parte es… no tan buena. Quiero decir, no es mala, nada más no se acerca a lo que fue la primera parte.

A mí me gustó, pero sí es un poquito más ridícula de lo que yo encuentro divertido; en particular la escena con los dobles de Tallahassee y Columbus no me pareció nada divertida, y eso que soy bastante fan de Luke Wilson.

La que sí me encantó (y lo viene haciendo desde las dos películas que he visto de ella), es Zoey Dutch como la güera tonta que le hace competencia a Wichita; básicamente se roba la película y me parece que la misma sale perdiendo cuando la muchacha desaparece durante toda la parte de enmedio.

Lo demás en la película está bien; no terriblemente malo, pero tampoco extraordinariamente bueno: es una comedia divertida, sin mucha pena ni gloria. Sí hace reír, pero no le llega a los talones a la primera parte.

Así que la recomiendo tibiamente; la verdad la original no necesitaba continuación, pero tampoco es que esta secuela la arruine, así que si un día están aburridos y tienen Prime Video, ahí la pueden ver para matar un par de horas.

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The Rising of the Shield Hero

Poco después de Love and Lies me chuté casi de corrido The Rising of the Shield Hero.

Antes de que lean mi reseña: les recomiendo encarecidamente que vayan y vean este animé. Es de lo mejor que he visto en años y (para aquellos de mis lectores que esto les preocupe) no es un animé romántico… digo, sí tiene romance (sigo siendo yo), pero es un animé de acción y aventura, y es de verdad extraordinario.

The Rising of the Shield Hero

The Rising of the Shield Hero

The Rising of the Shield Hero es un isekai casi al pie de la letra, pero que cambia un par de clichés que lo hacen muy interesante; además de que es indiscutiblemente muy bueno.

El protagonista es Naofumi Iwatani, que no es nini, ni es adolescente, ni es antisocial, ni muere atropellado por truck-kun; en su lugar, Naofomi es un joven adulto japonés que un día de buenas a primeras se ve invocado (por no decir raptado) a un mundo de fantasía, magia, héroes y monstruos.

Más diferencias: Naofumi no es el único héroe invocado (o raptado); es parte de un grupo de héroes: uno de la espada, otro del arco, otro de la lanza y Naofumi, del escudo; además, cada héroe viene de Japón, pero los cuatro muchachos se dan cuenta rápidamente de que vienen de versiones de Japón distintas (los primeros ministros son diferentes para cada uno, y no reconocen a los de los demás). La otra diferencia: los héroes no son encomendados a derrotar al demon lord; más bien tienen que defender al reino de una serie de ataques (llamados olas, waves) por parte de un enemigo nebuloso que nadie explica claramente.

Los problemas comienzan para Naofumi porque, por cómo lo tratan todos en el reino, al parecer nadie da dos pesos por el héroe del escudo, considerándolo medio inútil a comparación de los héroes que pueden realizar ataques.

Y además del sutil desprecio con el que todo mundo lo trata, Naofumi es embaucado por Malty, la primera princesa del reino, que promete ayudarlo para casi inmediatamente después acusarlo (falsamente, por si era necesario aclararlo) de haberla violado.

Por qué hace esto la princesa es medio enredado; tiene que ver que la religión estatal sólo reconoce a los tres héroes con armas de ataque, desconociendo al héroe defensivo. También tiene que ver que en el reino todo mundo (al parecer) desprecia al héroe del escudo. Y también lo hace para actuar como damisela desprotegida frente al héroe de la lanza, que es muy guapo y ligeramente retrasado mental.

Pero principalmente lo hace porque es una hija de la chingada.

Malty

Malty

La princesa Malty es de esos extraordinarios villanos del estilo de Dolores Umbridge o Gríma Wormtongue; alguien que no necesariamente está aliado con el villano principal, y de hecho se puede considerar nominalmente un aliado de “los buenos”; pero que es sin duda alguna un villano. Malty es de verdad la personificación del privilegio, el prejuicio, y (por si no fuera suficiente) el racismo, como se revela después en la historia.

Y todo lo asociado con ella es fabuloso en la historia.

Después de convencer a todo mundo que Naofumi la violó, queda claro que no pueden matarlo porque entonces perderían al escudo (se necesitan los cuatro héroes para detener las olas de ataques); y la única manera de cambiar de héroes es que los cuatro mueran y los reemplacen de golpe. Así que lo dejan ir, pero humillado, sin un centavo encima, y sin ningún apoyo por parte del reino (los otros héroes reciben en cambio todo el apoyo económico y moral que deseen).

Completamente amargado por la experiencia (hasta el gusto por la comida pierde Naofumi), el muchacho comienza a entrenar por su cuenta, decidido a limpiar su nombre y demostrarles a todos que sí es un héroe; pero rápidamente se da cuenta de que no puede avanzar (en niveles, experiencia y demás) por sí mismo: su arma (el escudo) no le permite atacar (o al menos al inicio no sabe cómo), y de hecho lo inhabilita para utilizar cualquier otra arma; por lo que necesita de alguien que pelee por él.

Y como absolutamente nadie en el reino está dispuesto a ayudarlo, Naofumi consigue ahorrar dinero derrotando monstruos débiles (un montón de monstruos débiles), y va y se compra una niña semihumana como esclava, Raphtalia.

Raphtalia chiquita

Raphtalia chiquita

Naofumi elije a Raphtalia básicamente por eliminación: además de ser una niña, está terriblemente enferma (el que se la vende le advierte que probablemente muera pronto), por lo que no tiene que pagar mucho por ella. Naofumi descubre con su escudo la capacidad de alimentarlo con básicamente cualquier material que le ofrezca, lo cual le permite analizar las cualidades de estos materiales, y eventualmente descubrir recetas de cómo combinarlos para hacer múltiples cosas, incluyendo medicina.

De esta manera Naofumi cura a Raphtalia y procede a entrenarla para que sea su espada; la niña inicialmente está aterrada (como esclava tiene un hechizo que le evita poder desobedecer a Naofumi), pero al poco tiempo se enfrentan a un enemigo que al parecer es demasiado para ellos, y cuando ve que su amo está dispuesto a sacrificarse por ella, toma la decisión de protegerlo con su vida misma, con lo cual ganan la pelea. La decisión también está justificada por múltiples otros episodios donde Naofumi la trata con más respeto del que casi nadie más le había dado, si bien de manera seca y cortante, porque él sigue amargado.

A partir de ese momento Raphtalia comienza a aumentar rápidamente sus habilidades de combate y subir sus niveles, lo cual hace que crezca aceleradamente (es una característica de los semihumanos, y parte de la razón por la cual son discriminados en el reino). Lo que nos lleva a que Raphtalia, que conocemos como una adorable niña, se convierta en esto:

Raphtalia grandota

Raphtalia grandota

A pesar del espectacular mujerón en que rápidamente se convierte Raphtalia, realmente sigue siendo una niña de 10 años; y por supuesto termina perdidamente enamorada de Naofumi (está orgullosa de y prefiere ser su esclava), pero sigue siendo tan inocente que cree que si dos adultos se besan quiere decir que tendrán un hijo.

Naofumi por lo mientras, la sigue viendo como si tuviera 10 años y es incapaz de ver que ella desea desesperadamente que le truene su cacahuatito.

El harén (la unidad básica familiar del animé) de Naofumi se ve completado por Filo, un monstruo en forma de ave (parece una gallina gigante), pero que puede adquirir la forma humana de una pequeña niña con alitas, literalmente como un angelito.

Filo

Filo

Así que nuestro héroe termina con un harén (la unidad básica familiar del animé) formado por niñas, no sólo menores de edad, sino prepubescentes, lo cual lleva a preguntarnos si realmente filo no es un juego de palabras con pedófilo.

Nunca cambies, Japón…

Siendo justos, Naofumi nunca intenta nada con Raphtalia (para desesperación de ella, ni siquiera le cruza por la cabeza); y con Filo tiene de hecho una relación padre/hija bastante chida (que no evita que Filo cele a Naofumi con Raphtalia). Siendo justos, también, la tercera integrante del harén (la unidad básica familiar del animé) de Naofumi es Melty, la hermana menor de Malty y segunda princesa del reino, que también es menor de edad y prepubscente.

Melty

Melty

Tampoco intenta nunca nada con ella (y ella tampoco se enamora de él, aunque lo respeta bastante), pero sí es desconcertante que el héroe termine rodeado de niñas prepubscentes (por más desarrollado que esté el cuerpo de Raphtalia).

Quitando esos elementos ligeramente incómodos (acusaciones falsas de violación, compra de esclavas, niñas prepubscentes viajando con un hombre adulto), la historia es espectacular: Naofumi tiene que trabajar absolutamente por todo, sin ayuda de nadie excepto sus niñas prepubescentes, y con todo mundo juzgándolo como violador de princesas indefensas.

Y él lo hace, de muy mal humor, pero disciplinadamente, eventualmente volviéndose mucho más poderoso que el resto de los héroes (tal vez predeciblemente, dado que ellos tenían un montón de ayuda y nada que probar, contrario a Naofumi).

La acción es espectacular; la música es espectacular; Raphtalia y su romance adolescente medio no correspondido es espectacular; los personajes son espectaculares (incluyendo los villanos); y el misterio del mundo y las famosas olas de ataque son también espectaculares. Es de verdad de los mejores animés que yo haya visto en mucho tiempo, y tiene literalmente de todo: acción, comedia, romance, intrigas políticas, comentario social…

Y por encima de todo a Raphtalia, que de verdad es de los mejores personajes que uno pudiera imaginarse: increíblemente hermosa, terriblemente aguerrida, y completamente leal a Naofumi; que una vez que ella está enferma le pide a él que pasen la noche juntos, y el muy estúpido cree que es porque tiene frío y le ordena a Filo que duerman juntas. Raphtalia es una feroz guerrera, pero nunca deja de ser adorable.

Así que vayan y véanlo; es muy bueno, increíblemente satisfactorio, y la segunda temporada se estrena en abril del año que viene. Está en Crunchyroll; no puedo recomendarlo lo suficiente, así que repito: vayan y véanlo.

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Gemini Man

A mediados de octubre de 2019 fui a ver Gemini Man. Se aplican las de siempre; y me parece que aquí sí podrían aplicar, porque creo que nadie la vio.

Gemini Man

Gemini Man

Buen dios, qué película más estúpida. Will Smith se enfrenta a un clon de sí mismo, mucho más joven porque el clon crece a velocidad normal. Al final lo adopta como su hijo, o algo así.

Esa es toda la película: un truco ni siquiera terriblemente original (es básicamente la premisa de The 6th Day con Arnold Schwarzenegger, y cientos de historias más de clones). Will Smith es simpatiquísimo, por supuesto; pero no tanto para sostener a una película que se cae a cada momento por la estupidez de la premisa.

Las escenas de acción están bien, supongo; nada del otro mundo. Mary Elizabeth Winstead siempre me ha encantado y, pues sale aquí. Clive Owen mastica el escenario como chicle Futigom.

Lo innovador de la película es el rejuvenecimiento de Will Smith, que hemos visto trabajos similares o mejores en las películas de Marvel; en particular Captain Marvel, donde Samuel L. Jackson aparece joven toda la película… que supongo que prefieren protagonistas negros para usar esta tecnología, con eso de que los negros no se arrugan. También está el alto número de cuadros por segundo que utiliza la película: yo fui verla en IMAX, porque sí quería ver qué tanto notaba el chisme ese. Que la respuesta es: no mucho, por cierto.

La verdad la película me mantuvo entretenido casi todo el tiempo; pero la historia sí es intragable; el tercer acto es estupidísimo; y el final de sitcom gringa de los noventas literalmente me puso de mal humor.

Así que no la recomiendo… que probablemente sea innecesario, porque como digo, al parecer nadie la vio; y los que la vimos en general no nos gustó.

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Love and Lies

Para el punto en que estaba viendo KonoSuba, la cronología se pone un poquito más complicada; en general para ese momento ya veía varios animés a la vez. Así que (más o menos) a partir de ahora, reseñaré los animés en el orden en que los terminé; de cualquier forma es muy probable que confunda el orden de varios.

Como sea; el que sigue es Love and Lies.

Love and Lies

Love and Lies

La premisa de este animé es bastante chida; en una realidad alterna en Japón, ante la baja tasa de crecimiento poblacional (que sí es un problema real en nuestro Japón desde hace décadas), el gobierno establece un sistema donde cada japonés, al llegar a los 16 años, se le asigna una pareja con la que se tiene que casar; la selección es utilizando un algoritmo que maximiza la probabilidad de que el matrimonio sea duradero y que los hijos salgan sin cola de cochino. Si una pareja decide no casarse, las consecuencias son “severas”, pero nunca quedan claramente definidas.

(Qué pasa con los homosexuales, con la población transgénero, con los asexuales, o sencillamente la gente que le gusta dormir sin que alguien le arrime pies congelados en la noche, la serie hace como si tal gente no existiera; o al menos nunca se menciona nada al respecto.)

Yukari Nejima es un muchacho a punto de cumplir 16, que está aterrado de que le asignen una pareja distinta de Misaki Takasaki, de quien está enamorado desde que eran niños, así que un día antes de su cumpleaños, le pide a la muchacha que se reúnan en un parque para confesarle su amor (o bueno, que le gusta, porque es animé). La muchacha tarda horas en llegar, que él aprovecha en jugar en la arena del parque (lo cual es intrascendente), y cuando está a punto de irse, Misaki llega. Después de darle vueltas al asunto, Yukari por fin se arma de valor y le dice a Misaki que le gusta. Para su sorpresa, la muchacha le dice que a ella también le gusta él (al parecer porque le prestó una goma cuando eran niños… es intrascendente); lo que escala a que Yukari la abrace y le diga que quiere estar siempre con ella; lo que escala a que Misaki le proponga que se besen, porque le gusta de tal forma que le dan ganas de besarlo… y otras cosas. No estoy bromeando, es en serio lo que dice la alegremente caliente muchacha.

Other things...

Other things…

Milagrosamente para este tipo de animé, los muchachos proceden a tener el primer beso de sus vidas, e inmediatamente después, Yukari recibe una notificación del gobierno en su celular, diciendo que su pareja es Misaki (justo se dio la media noche mientras se besaban). Sin embargo, la notificación (que parecía ser un glitch) se borra, y en ese momento aparecen dos agentes del gobierno con un sobre con la notificación de su pareja… que no es Misaki, sino Ririna Sanada, que por supuesto no conoce. Entendiblemente destrozada, Misaki le desea toda la felicidad del mundo con su futura esposa y se va llorando, y unos días después Yukari va y conoce a Ririna, que resulta ser una belleza que además no está interesa en casarse con él si no la ama, y cuando se entera de Misaki básicamente le da su bendición de que ande con ella.

Ririna Sanada

Ririna Sanada

De todas formas Yukari y Ririna tienen que hacer múltiples actividades que el gobierno les impone y que sus familias les piden, así que los tres terminan pasando un montón de tiempo juntos, a lo que eventualmente se les une un amigo de Yukari, que dicen que es muy guapo, pero que tiene la personalidad de una caja de pañuelos y a mí me pareció intrascendente. Las muchachas, como era de esperarse, se vuelven amigas, y después de pasar algo de tiempo juntos, como era de esperarse, Ririna se enamora de Yukari (y en el fondo también viceversa), así que el muchacho termina con un mini harén (la unidad familiar básica del animé).

El harén de Yukari

El harén de Yukari

Ni se emocionen de la imagen, era sólo una sesión de fotografía. El conflicto de la serie radica básicamente en que Yukari y Ririna (al menos inicialmente) no quieren casarse, y que Ririna quiere facilitar que Yukari ande con Misaki. Misaki a su vez no quiere meter en problemas a Yukari y Ririna, y ya que la conoce y se hace su amiga (y se da cuenta de que se enamora de su novio), tampoco quiere interponerse, en particular con la notificación del gobierno. Todo eso está padre; es más o menos novedoso y es una manera de modernizar el cliché del matrimonio arreglado. Yo en general, desde que vi Robotech siendo niño, nunca le he dicho que no a un triángulo amoroso.

La serie es justificablemente arrecha; estamos hablando de adolescentes con hormonas hasta las narices, al fin y al cabo, y además Misaki Y Ririna sí son muy bonitas y simpáticas. Lo que me molesta es que la serie termina sin ningún tipo de resolución (y el OVA que salió unos años después tampoco mejora la situación): Ririna en algún momento le propone a Yukari que actúen durante seis meses como si no se soportaran, y entonces hay una solicitud que se le puede hacer al gobierno para que les elijan nuevas parejas, bajo el argumento de que el matrimonio no sería duradero (que es todo el punto del sistema). Pero ninguno de los dos quiere hacer eso, y además no garantiza que Misaki sea asignada a Yukari (además de que quién sabe quién le tocaría a Ririna).

Así que el animé termina con Yukari decidiendo que quiere a ambas muchachas en su vida, pero sin dar ninguna explicación de cómo va a funcionar eso o cuál es el plan cuando por fin le asignen su pareja a Misaki. Es bastante frustrante.

El diseño de personajes no me gusta particularmente; pero lo perdono por cómo dibujan los ojos enormes de las muchachas; la animación es pasable, pero nada más; y la música está simpática. Así que es, viéndolo de manera desapasionada, un animé bastante mediocre (aunque con misericordiosamente pocos episodios); pero a mí me gustó bastante, excepto por el ambiguo final. Es puro romance adolescente; unas dosis decentes de buen humor; y el ver como tres adolescentes medianamente estúpidos exploran su sexualidad y lo que es querer estar con alguien (nadie nunca tiene sexo, sólo sesiones medianamente intensas de faje). Y aunque no entran mucho en detalle al respecto, siempre es interesante el atacar la pregunta de qué es lo que causa que dos personas se enamoren, y de si es posible automatizar el proceso para hacerlo más efectivo y exitoso (dada la tasa de divorcios en todo el mundo, la idea no suena tan descabellada).

Así que yo sí recomiendo Love and Lies; no es nada del otro mundo, pero si les gusta el romance adolescente, la serie tiene de eso para aventar al techo.

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Joker

En octubre de 2019 fui a ver Joker; diría que se aplican las advertencias de spoilers habituales, pero en serio, ¿todavía no la han visto?

Joker

Joker

Joker es una extraordinaria película, que puede caber en los mitos del universo DC; pero que no tiene que caber en ellos. La conexión con Gotham, los Waynes, Batman y el universo DC en extendido es un parche sobre el guión, y esto es notable a lo largo de toda la película.

No es un mal parche; todo lo contrario, está muy bien hecho y me parece que es de las interpretaciones más interesantes que hay para un origen de Joker. Aunque por supuesto: en primer lugar, yo siempre estaré más atraído a la que aparece en The Killing Joke; y en segundo lugar, como The Killing Joke explícitamente explica, el estado mental del Joker es tan único (se puede discutir que ese es su superpoder, en el universo DC), que el payaso criminal varía sus propias memorias de cómo fue que se convirtió en lo que es: “If I have to have a past, then I prefer it to be multiple choice.”

Me gustó la película (es de verdad muy buena); pero me niego a considerarla una película basada en cómics. Eso es mentira; es una novela de suspenso sicológico con una ambientación espectacular (completamente gratuita, pero espectacular); de las mejores actuaciones en la segunda década del siglo XXI; y como cereza en el pastel una música extraordinaria. Pero no es una película basada en cómics; sólo se cuelga en algunos personajes (a veces únicamente nombres de personajes) para decir que está conectada al universo DC. No le veo motivo, la verdad: Hannibal Lecter es un villano por sí mismo sin necesidad de conectarlo a un villano de Spider-Man; Arthur Fleck podría serlo también.

Está divertido que le digan Gotham a la ciudad; pero es obvio Nueva York… y sí, ya sé que Gotham es Nueva York, lo que quiero decir es que no hay ni siquiera un intento de poner Wayne Tower en el fondo en algún momento: es literalmente Nueva York, y además en 1981, por alguna razón que sigue sin caberme en la cabeza (que por cierto, si Bruce tenía 8 años en la película, en el presente tendría 48). Los personajes relacionados con Batman llevan los nombres; pero no actúan como el canon lo establece: Thomas Wayne jamás hablaría tan despectivamente de gente necesitada; Alfred Pennyworth nunca se dejaría sorprender por nadie para que lo agarrara del cuello… y básicamente son todos los personajes que la película utiliza para anclar la historia en el universo DC.

Así que aunque la película es muy buena, y a mí me gustó mucho, me niego a considerarla una película basada en un cómic. Lo cual no la demerita en ningún sentido, repito; sólo sí me gustaría una película de Joker donde saliera Batman (canónicamente Batman antecede a Joker… y se puede discutir que es el causante de su existencia) y los personajes correspondientes actuaran como en general lo establece el canon.

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KonoSuba

KonoSuba (técnicamente God’s Blessing on this Wonderful World!, pero nadie le dice así) es de los mejores animés que he visto, principal (pero no única) mente por su sentido del humor. Es hilarante casi todo el tiempo, pero este humor está anclado en los cuatro protagonistas principales, que son personajes muy bien definidos, que crecen a lo largo de la serie (con la posible excepción de Aqua), que tienen necesidades y deseos, y que son en general patéticas excusas de seres humanos (con la posible excepción de Aqua, porque no es humana, es diosa… una patética excusa de diosa).

KonoSuba

KonoSuba

Me da gusto que sea KonoSuba el primer isekai que reseño, porque es de los que más deconstruyen los clichés de los animés en la categoría. Kazuma (el protagonista) es un nini recluso antisocial, pero en lugar de morir gracias a truck-kun, realmente trata de salvar a una muchacha de ser atropellada por un tractor… innecesariamente, porque el tractor iba como a dos kilómetros por hora. Sin embargo Kazuma creía que había salvado a la muchacha y que iba a morir… lo que causa que muera… de miedo.

Su acción técnicamente heróica le gana la oportunidad de ser transferido con su cuerpo (y vestimenta) tal como era en la Tierra a un nuevo mundo de fantasía, así como elegir un arma y/o poder que le permitan derrotar al rey demonio de ese mundo, como bien tiene a explicarle Aqua, la diosa asignada a su caso. Sin embargo, cuando Aqua se desternilla de la risa al explicarle que su sacrificio fue bastante estúpido dado que el tractor al que se le aventó enfrente iba a dos kilómetros por hora, Kazuma (justificablemente molesto con la burlona diosa) decide que lo que elige para llevar al nuevo mundo es justamente a Aqua, lo que causa que de inmediato aparezca otra diosa (que era la subordinada de Aqua) y les diga a ambos que el deseo es concedido y los manda prontamente al nuevo mundo, no sin dejar de advertirle a Aqua que no puede regresar a sus labores como diosa hasta que hayan derrotado al rey demonio.

En el nuevo mundo Kazuma y Aqua descubren que no sirven para nada como aventureros: él tiene estadísticas pésimas en todas las categorías, excepto suerte; y Aqua es relativamente poderosa, pero su inteligencia la clasifica básicamente como una muy funcional retrasada mental… que la hermosa y estúpida diosa tiende a demostrar todo el tiempo.

El harén (la unidad familiar básica del animé) de Kazuma se ve completado por Darkness, una voluptuosa cruzada que es básicamente indestructible pero es incapaz de conectar con su espada a nada que se mueva (y muchas veces a nada que no se mueva), que además le encanta probar su indestructibilidad porque es masoquista y le encanta que se la madreen (y amarren, humillen, griten, y cualquier otra cosa que la ponga en una situación de sumisión); y Megumin, una linda hechicera que se especializa en explosiones… y absolutamente nada más, lo cual la vuelve inútil en casi toda circunstancia normal porque tiende a destruir todo lo que esté a su alrededor (aunque sí es estúpidamente poderosa).

KonoSuba entonces cumple con los clichés que mencionaba de isekai, pero con una sutil diferencia en cada caso, generalmente buscando burlarse del cliché, y además colgarse de ello para hacer chistes. Y yo le digo al de Kazuma harén (la unidad familiar básica del animé), pero realmente Aqua, aunque ridículamente hermosa, es tan retrasada mental que literalmente aniquila el líbido de Kazuma; Darkness probablemente podría andar con Kazuma, si el muchacho adquiriera los arrestos para darle a la cruzada el rigor de varón que probablemente ella ansía, pero Kazuma justo no tiene esos arrestos, además de que el ver que Darkness básicamente tiene un orgasmo cada vez que uno de los múltiples enemigos del grupo se la madrea también le mata el líbido; y al final está Megumin, que probablemente sí termine en algún momento siendo su novia (y ciertamente es lo que la mayor parte de los fans esperamos, porque es adorable).

El harén de Kazuma

El harén de Kazuma

Debo aclarar que no he leído las novelas ligeras sobre las que se basa el animé, entonces igual y la vida romántica de Kazuma toma direcciones completamente diferentes; pero ciertamente el animé al menos parece dirigir la historia a que Kazuma y Megumin se hagan novios… si no se matan mutuamente en el proceso. Que, como veremos más adelante, no es tan grave.

Megumin y Kazuma

Megumin y Kazuma

Establecidos ya los cuatro como grupo de aventureros (con Kazuma como reluctante líder), comienzan a tener aventuras que lo más común es que terminen en desastre: porque Aqua es retrasada mental; Darkness es una masoquista inútil para el combate; Megumin destruye todo lo que está a su alrededor; y Kazuma es bastante débil, por más ganas que a veces le eche. Esto causa que eventualmente Kazuma decida que sólo quiere tener aventuras hasta conseguir suficiente dinero para vivir cómodamente y olvidarse del rey demonio, lo cual por supuesto Aqua no quiere, porque necesita que lo derroten para regresar a sus labores como diosa.

A pesar de los deseos de Kazuma, y la innegable ineptitud de su grupo para ser eficientes y eficaces como unidad de combate, terminan derrotando (muchas veces por accidente o suerte tonta) a varios de los generales del rey demonio, cuando ningún otro grupo en ese mundo lo había conseguido. En el proceso de todas formas terminan metiéndose en múltiples problemas porque son medio idiotas, y no es raro que Kazuma termine muerto (en una ocasión, decapitado); pero entre el hecho de que tiene muy alta suerte y de que Aqua es aún, técnicamente, una diosa, siempre lo terminan reviviendo y restaurando su cuerpo. Esto ha ocurrido suficientes veces como para que en alguna ocasión Kazuma considerara seriamente el pasar a mejor vida definitivamente, pero Megumin sencillamente no le permite hacer eso, probablemente porque está enamorada de él.

La serie es una comedia irreverente que no se toma nada en serio; pero la historia está bien contada y no tiene inconsistencias; los personajes están bien definidos con deseos y necesidades claras y con un impacto en la historia; la animación es espectacular, con un frenesí hilarante en las múltples escenas de acción; y la música es más que pasable. Pero lo que a mí me encanta de la serie (además del romance entre Kazuma y Megumin, que es por sí mismo hilarante), es que los cuatro personajes principales son los más falibles y dañados que he visto en mucho tiempo. Son bastante idiotas, más bien egoístas, muchas veces flojos (especialmente Kazuma), y meten la pata hasta la ingle en casi todas las oportunidades que se les presentan. Y aún así se quieren y se protegen entre ellos, y por las razones que sean, pero terminan siendo el grupo más exitoso de ese mundo contra las fuerzas del rey demonio.

Por encima de todo, KonoSuba es hilarante; “me estoy meando de la risa” hilarante. Han salido dos criminalmente cortas temporadas, dos OVAs de media hora cada una, y una película espectacular entre otras cosas porque lleva al grupo a la villa de Megumin; Kazuma conoce a sus papás; y la mamá de Megumin hace todo lo posible para que tengan sexo, porque por supuesto que eso hace.

El animé es indiscutiblemente arrecho; Aqua usa algo que me parece ya ni siquiera puede calificar como minifalda (y no queda claro que use calzones); Darkness, como ya mencioné, básicamente tiene un orgasmo cada vez que se la madrean (que es lo común); y el único poder ligeramente útil de Kazuma es el de poder robar cosas mágicamente… que generalmente usa para robarle los calzones a las muchachas que lo molestan (y Megumin).

La “minifalda” de Aqua

La “minifalda” de Aqua

Nunca cambies, Japón…

Sin embargo, como todo lo demás en la serie, el ser arrecha es algo que tampoco se toma en serio: sólo es material para hacer más chistes. Vulgares y juveniles, pero chistes al fin y al cabo; y en su defensa, sí suelen ser bastante divertidos.

Yo sí recomiendo mucho que vean KonoSuba; es hilarante, por supuesto: pero de verdad es una historia muy padre de cuatro amigos, estúpidos como ellos mismos, pero que se quieren y se cuidan (después de burlarse y molestarse entre ellos, por supuesto). De verdad no creo que se arrepientan; está en Crunchyroll, si les interesa.

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Ad Astra

A inicios de septiembre de 2019 fui a ver Ad Adstra. Se aplican las de siempre, supongo.

Ad Astra

Ad Astra

El astronauta más guapo del mundo es encomendado con la misión de ir a revisar el proyecto de ciencias de su papá, que décadas atrás se fue de viaje a Neptuno por cigarros y para ver si descubría vida extraterrestre. No se ha oído de él en décadas, pero al parecer el proyecto de ciencias está fuera de control, y está causando fallas eléctricas que afectan a todo el sistema solar. El astronauta va con su papá, destruye el proyecto de ciencias, permite que el viejito se muera en el espacio, y regresa a la Tierra con una nueva motivación de reconectarse con su ex esposa y el resto de la raza humana.

Estoy siendo exagerado, por supuesto; pero básicamente en eso consiste Ad Astra, que en los anuncios la vendían como una película de acción en el espacio (y en su defensa tiene varias de escenas de acción muy buenas en el espacio), pero que realmente es una reflexión leeeeenta acerca de la vida y las relacionas emocionales entre humanos, con varias porciones que consisten en el astronauta ponderando acerca de la vida, el universo y todo lo demás. Alguien debió decirle que la respuesta es 42.

La verdad, aunque me burle, porque la película sí es increíblemente pretenciosa, sí me gustó bastante. Casi cualquier cosa donde salga Brad Pitt a mí me gusta, y la película es respetuosa de la ciencia y de la exploración espacial; está primorosamente hecha; y como digo arriba sí tiene varias escenas de acción que rompen la monotonía de los monólogos de Brad Pitt acerca de la vida, el universo y todo lo demás.

Así que sí la recomiendo; pero es mucho más lenta de lo que los avances pudieron haber insinuado, y aunque sí es interesante y está muy bien hecha, no deja de ser increíblemente pretenciosa.

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Isekai

En esta entrada voy a tratar de describir la categoría animé de isekai; porque está de moda desde hace unos años; porque varios de los animés que he visto caen en dicha categoría; y porque entonces puedo referirme a esta entrada cuando necesite usar ciertos términos, conceptos o clichés de la misma.

Los animé isekai suelen seguir, en múltiples casos al pie de la letra, los siguientes clichés:

  1. El protagonista es generalmente hombre y nini (NEET en inglés), además de muchas veces un recluido social que se niega a salir de su casa.
  2. El mismo procede a ser isekaiado a un mundo de fantasía con magia y dragones (o similares); la mecánica para ser isekaiado varía, pero suele involucrar a truck-kun atropellando al protagonista para que reencarne en el mundo de fantasía; o a veces siendo sencillamente raptado de nuestro mundo al mundo de fantasía.
  3. El protagonista es encomendado con derrotar al demon lord (o una misión del estilo) y recibe una o múltiples habilidades que lo vuelven (en general) básicamente un dios en el nuevo mundo.
  4. El protagonista se rodea de un harén (la unidad básica familiar del animé) de muchachas ridículamente hermosas que por alguna razón siempre andan enseñando los calzones a la menor oportunidad, y que todas desean casarse y/o acostarse y/o comerse al protagonista.

Esas son, me parece, los clichés generales de la categoría isekai; no son leyes, hay múltiples animés en isekai que no cumplen uno o varios de los clichés, pero el protagonista siempre es de alguna manera transportado de un mundo (generalmente el nuestro) a otro (generalmente de fantasía). El mundo de fantasía además suele cumplir las reglas de los juegos de computadora JRPG: es común que haya niveles, XP/MP, misiones y demás. Esto es importante, porque suele liberar a los creadores de tener que explicar a detalle las reglas del mundo, dado que con casi toda certeza los miembros principales de la audiencia esperada de este tipo de animés han jugado estos juegos. A isekai le digo categoría porque no me parece que sea un género; los géneros dentro de isekai varían enormemente: hay aventura, por supuesto; pero también comedia, romance, tragedia, slice of life, y múltiples otros.

Sin embargo, en el fondo los animés que caen dentro de isekai son, casi en su totalidad, fantasías de poder diseñadas para espectadores que probablemente se parezcan a los protagonistas: chavos (hombres casi todos) que no trabajan y muchas veces no estudian, que se la viven encerrados por el terror de interactuar con otros seres humanos, y que entonces pueden proyectarse en un protagonista que se les parece, y que llega a un mundo nuevo donde adquieren poderes increíbles y se ven rodeados de muchachas hermosas que quieren ligárselos, donde además tienen una misión importante a nivel mundial lo que a su vez los hace igualmente importantes.

Viéndolo desde esta perspectiva, es medio patético el asunto (aunque no por ello necesariamente menos entretenido).

Lo interesante de casi todos los animés dentro de la categoría que voy a mencionar, es justamente cuando no siguen los clichés arriba mencionados; o mejor aún, cuando los siguen pero de formas originales o variadas. De hecho, creo que casi ninguno de los animés que reseñaré dentro de la categoría cumplen estos clichés al pie de la letra… excepto tal vez Sword Art Online, que reseñé hace varios años. Paradójicamente, no creo que SAO sea isekai: el protagonista y su harén (la unidad básica familiar del animé) no son transportados de nuestro mundo; entran a un mundo virtual, pero su cuerpo permanece en el nuestro (y supongo que sus mentes también).

Entiendo perfectamente el atractivo que tiene una fantasía de poder; es la misma razón por la cual muchos gamers jugamos videojuegos. También entiendo la crítica a los animés que suelen estar en la categoría isekai; como son en el fondo fantasías de poder para hombres adolescentes, suelen caer en los excesos comunes al respecto: misoginia, sexismo, cosificación de mujeres y demás prejuicios, en general contra mujeres porque suelen estar orientados para hombres. Pero repito, eso no les quita, necesariamente, que sean muy divertidos: especialmente cuando tratan de deconstruir dichos clichés.

Varios de los animés que reseñaré en el futuro entran dentro de la categoría, entonces trataré de hacer énfasis en cuáles de los clichés correspondientes se cumplen en los mismos.

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IT: Capítulo Dos

A inicios de septiembre del 2019 fui a ver It Chapter 2. Se aplican las de siempre.

It Chapter 2

It Chapter 2

La primera parte de esta adaptación del tabique que es la novela de Stephen King me encantó. Era medio imposible que la secuela me gustara tanto; por lo que no es de extrañar que no me gustara tanto.

No me malentiendan; está divertida; a mí me encantan James McAvoy y Jessica Chastain; Bill Hader es espectacular como Richie (y que lo hicieran gay me pareció apropiado); y las escenas con los muchachos en su juventud realmente salvan a la película de la mediocridad… pero no es tan buena como la primera, sencillamente porque los actores adultos no tienen la química que tenían los adolescentes.

Por supuesto no da miedo la película, pero en su defensa tampoco me dio miedo la primera. Pero sí está entretenida y adapta la novela más o menos bien; que no es sencillo, porque Stephen King estaba tratando de inhalar toda la cocaína del mundo cuando la escribió.

Así que sí la recomiendo: si vieron la primera parte, probablemente al menos quieran saber cómo termina la historia. Está en HBO Max, si les interesa.

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Bikini Warriors

A lo largo de múltiples meses, concluyendo después de Kaguya-sama, me chuté Bikini Warriors. No es raro que uno se tarde meses en chutarse un animé; y de hecho si se está viendo en tiempo real de transmisión, es imposible no tardarse meses. No es el caso con Bikini Warriors: tenía toda la serie disponible, y además cada capítulo dura, literalmente, 5 minutos (con apertura y cierre incluidos). Me tardé porque Bikini Warriors es, usando el término técnico, ligeramente retrasada mental.

Binkini Warriors

Binkini Warriors

Como era de esperarse de un animé llamado Bikini Warriors, la serie es arrecha… pero además existe por el hecho de ser arrecha. Siendo justos, también intenta (y a veces consigue) ser divertida, y ciertamente las cuatro estupidísimas aventureras principales son muy agradables de ver.

La “historia” (por decirle de alguna manera) relata los desvaríos de cuatro aventureras en un mundo de ídem, magia, hechiceros y dragones. Nominalmente de eso trata la serie: en los hechos son viñetas (recuerden que duran 5 minutos los episodios) donde las protagonistas caen en situaciones imposibles para que las veamos en poses sugestivas. No hay necesidad de que dichas poses causen que enseñen los calzones, porque básicamente los están enseñando todo el tiempo… o bueno, los “bikinis”.

Enseñando los calzones

Enseñando los calzones

Este animé es de verdad medio retrasado mental; pero sí es divertido en un par de las situaciones imposibles, y las aventureras (que, repito, son muy agradables de ver) son (dentro del nulo desarrollo de personaje que tienen) razonablemente simpáticas y encantadoras. Además de que tiene ideas chistosas, como que por alguna razón (je) en el mundo donde viven, la armadura que mejor las proteje contra ataques físicos, mágicos y elementales, es paradójicamente (je) la armadura que menos cubre de sus cuerpos. Por razones.

La “armadura”

La “armadura”

¿Vale la pena ver Bikini Warriors? Oh, por el amor de Marx, de ninguna manera. Es literalmente una pérdida de tiempo; es tan estúpida, que las poses sugestivas en las que invariablemente terminan las protagonistas pierden cualquier cualidad erótica que uno pudiera esperar de dibujos animados. Y en los hechos, esa es la razón de existir de Bikini Warriors.

Dicho sea eso, los episodios están tan cortitos y es tan trivial de conseguir (básicamente están todos los capítulos en el tubo), que ver uno a la semana cuando se lavan los platos no es algo descabellado… que me parece fue así como los vi todos.

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Érase una vez en Hollywood

A finales de agosto de 2019 fui a ver Once upon a time in Hollywood. Se aplicarían las de siempre, pero me parece que todo mundo y sus hermanos ya vieron esta película.

Once upon a time in Hollywood

Once upon a time in Hollywood

Yo soy fan casi incondicional de Quentin Tarantino. Ninguna de las películas que ha dirigido me han dejado de gustar, siendo Jackie Brown mi menos favorita (probablemente porque no la escribió él), pero que de todas formas me gusta. Era casi imposible que no me gustara Once upon a time in Hollywood; y dicho y hecho, a mí me encantó.

¿Es la mejor película de Tarantino? Ni de lejos; pero es hilarante casi todo el tiempo (particularmente al final); el elenco es espectacular; la ambientación del Hollywood de finales de los sesentas es perfecta; la música es (como suele ser con él) excelente; y la historia, aunque una mamada apócrifa (como Inglourious Basterds), a mí me gustó mucho.

¿Clint mató a su esposa? Sí, por supuesto, ese es el chiste, que la mató accidentalmente. No entiendo por qué personajes que asesinan múltiples personas con lujo de violencia pueden ser considerados héroes (ahem, John Wick), pero un personaje secundario mata accidentalmente a su mujer, y eso demerita la película. Como ya he dicho; no me interesan personajes perfectos, me interesan personajes falibles.

¿Es insultante a Bruce Lee? A mí no me pareció; para empezar toda la historia es apócrifa (no sé si sabían, pero la familia de Charles Manson asesinó a Sharon Tate y múltiples otras personas), pero encima a mí me parece una caracterización muy chida del artista marcial: nada más él no esperaba tener que enfrentarse a un asesino de verdad (Clint mató a su esposa, ¿recuerdan? Pongan atención.)

Si la película tiene fallas éstas radican en que tal vez dura demasiado; que es excesivamente automasturbatoria con el homenaje al Hollywood de la época hippie; y que múltiples tomas extendidas podrían ser más justas y me parece que todo el mundo estaría más contento con ello: la película dura dos horas con cuarenta y un minutos, y a Quentin se les está haciendo costumbre extender de manera gratuita e innecesaria sus películas. Reservoir Dogs dura 99 minutos, keep it tight, man!

Así que yo sí la recomiendo, como todas las películas del director. Lo cual por supuesto es innecesario, porque me parece que todo mundo y sus hermanos ya la vieron.

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Kaguya-sama: Love is War

Durante la pandemia, y después de Domestic Girlfriend, me chuté las dos temporadas de Kaguyama: Love is War, y es de las cosas más divertidas que he visto durante este encierro interminable; la trama no importa mucho, entonces pueden leer mi reseña sin problemas, pero de verdad vayan y véanla, es hilarante.

Kaguya-sama: Love is War

Kaguya-sama: Love is War

Kaguya-sama: Love is War trata del concejo estudiantil de la Academia Shuchiin, que es una prepa de élite en Japón donde casi todos los estudiantes son hijos de ricos y famosos; aún así, los requisitos académicos de la escuela son altísimos. El concejo está formado por el presidente, Miyuki Shirogane, que es literalmente el mejor estudiante de la escuela (y el segundo en Japón, basado en los exámenes diagnóstico que realizan en ese país dos veces al año), que no es hijo de ricos y famosos (todo lo contrario), lo que causa que encima de su brutal agenda de estudio tenga que trabajar de medio tiempo, lo que resulta en que siempre esté tenso, cansado y con ojeras (además de ser increíblemente codo con el dinero); la vicepresidenta Kaguya Shinomiya, que es hija de un potentado japonés y que es literalmente la segunda mejor estudiante de la escuela, además de una experta en artes marciales y en arquería; la secretaria Chika Fujiwara, que es bastante avispada para cosas inmediatas y para relaciones interpersonales (excepto las que están justo en frente de ella), pero bastante mensa en lo académico e intelectual; y el tesorero Yu Ishigami, que es bueno con las cosas tecnológicas y malo en básicamente todo lo demás: escuela, deportes y cómo interactuar con seres humanos.

Cuando la historia comienza, Miyuki y Kaguya ya están perdidamente enamorados mutuamente, y conforme avanza la serie ese amor (y tensión sexual) sólo se incrementa, porque los muy estúpidos están esperando que el otro sea el que se confiese. De ahí el título de la serie: los dos muchachos actúan todo el tiempo como si estuvieran en un campo de batalla, donde la derrota en cada batalla consiste en demostrar interés o atracción por el otro; y la derrota final de la guerra es declarar su amor por el otro. Que es por supuesto de las premisas más idiotas de todo el universo; la historia terminaría de inmediato si, como seres humanos normales, Miyuki y Kaguya fueran honestos el uno con la otra; y cada uno consigo mismo, porque Kaguya, dada su posición social (y la de su familia), además de su condición de mujer, está convencida de que lo único propio y correcto es que Miyuki se le declare, y ni siquiera puede admitirse que ella también está enamorada (aunque por supuesto da por hecho que él está enamorado de ella incondicionalmente); y Miyuki tampoco se admite sus sentimientos porque en el fondo tiene un terrible complejo de inferioridad por su condición social, y no puede ni siquiera soportar la idea de que ella responda a sus avances con un cruel y despectivo “qué lindo” (“okawaii koto”, en japonés, que es el eslogan definitorio de Kaguya, aunque de hecho ella nunca lo haya dicho y probablemente nunca lo haga, al menos no como lo teme Miyuki).

Okawaii koto

Okawaii koto

El humor entonces viene de estos dos adolescentes superdotados intelectualmente, que se comportan como retrasados mentales cuando están juntos… justo como adolescentes enamorados. También están los increíblemente complicados planes (principalmente de Kaguya, asistida por su criada y confidente de toda la vida, Ai Hayasaka) para tratar de forzar al otro a que confiese un amor que ellos mismos no están dispuestos a admitir.

Es hilarante, porque además en esta dinámica estupidísima se integran Yu, que es inicialmente una caricatura del otaku japonés (aunque eventualmente tiene una evolución padrísima, auxiliado por los otros miembros del concejo); pero por encima de todo Chika, que en múltiples ocasiones se roba la serie porque en su inocencia y estupidez (principalmente al no darse cuenta de los sentimientos que tienen Miyuki y Kaguya el uno por la otra), hace y dice un montón de pendejadas para desternillarse de la risa, siendo además siempre adorablemente simpática y encantadora. Es muy probable que hayan visto el “baile de Chika”, que los realizadores avientan como si no fuera la gran cosa al final de un episodio, y donde probablemente se gastaron el 30% del presupuesto de animación de la primera temporada.

Chika

Chika

Chika es de verdad uno de los personajes más entrañables que se hayan creado en la historia del animé; me encantaría que Miyuki y Kaguya se dejaran de pendejadas y comenzaran a andar entre ellos, pero si por alguna razón Miyuki y Chika anduvieran, estaría padrísimo nada más por ver la reacción de Kaguya, que le tiene muchísimos celos a Chika y sus senos varias veces más grandes que los suyos. Esto nunca ocurriría, porque otra de las cosas padres que tiene el animé es que Miyuki y Chika son de verdad amigos nada más; pero las escenas donde Kaguya cela a Miyuki porque Chika dice o hace algo que le frustra sus planes son hilarantes; de inmediato Kaguya comienza a juzgar mentalmente a Chika como traidora/seductora/ganado/parásita y otra bola de pendejadas, para inmediatamente después darse cuenta de que está equivocada y disculparse con la mensa muchacha, que es en el fondo su mejor amiga, y que no suele darse cuenta de nada.

Kaguya y Chika

Kaguya y Chika

Además de un diseño de personajes encantador; una historia sorprendentemente bien contada y dirigida; personajes entrañables que además son multidimensionales y con deseos y necesidades relativamente complejos; una música espectacular (que además se sale de las choteadas tonaditas J-pop que suelen dominar el animé romántico); y una animación excelente; esta serie tiene un sentido del humor que es de los más inteligentes e hilarantes que yo haya visto. No era muy raro que tuviera que ponerle pausa a la serie, porque me estaba riendo tanto que ya no podía leer los subtítulos.

El animé tiene muy poco (casi inexistente) fan service, y a pesar de lidiar con adolescentes envueltos en el romance más retrasado mental de la historia, mi evaluación es que de hecho no es arrecho; porque el amor que se tienen Miyuki y Kaguya es una sincera atracción por la otra persona: por su comportamiento, forma de pensar y (por encima de todo lo demás) la innegable inteligencia que tienen ambos muchachos… cuando no están llevando a cabo algo de sus planes estúpidos para “ganarle” al otro en la “guerra” del amor. Los muchachos, además, se respetan sinceramente, por sus logros académicos y por su forma de ser, que es la base de cualquier relación que tenga alguna esperanza de tener éxito.

El aspecto sexual está presente, por supuesto (siguen siendo adolescentes); pero en el fondo es realmente muy inocente el asunto, y casi todo el tiempo para hacer bromas bastante efectivas, como cuando Kaguya, que por su educación súper tradicional (dícese: mocha y reprimida) básicamente no tiene ningún conocimiento del sexo o del discurso adolescente al respecto, se pone a estudiar por su cuenta y cae en la fase (no extraña entre muchachas: Hermione cae en un episodio similar en Harry Potter and the Goblet of Fire) de no poder aguantarse la risa cada vez que alguien hace mención de algo que incluso pudiera interpretarse como un pene… que Chika procede a explotar para casi hacerla orinarse de la risa.

Wiener

Wiener

Es de verdad un animé extraordinario y no puedo recomendarlo lo suficiente; es romántico, tierno y divertido todo el tiempo, incluso en las pocas escenas dramáticas que se gana con un muy buen pulso dadas las tribulaciones de sus muy estúpidos personajes, por más genios académicos que sean los dos principales. La pueden ver en Crunchyroll.

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La noche de las nerds

En agosto de 2019 fui a ver Booksmart. Se aplican las de siempre, si no la han visto.

Booksmart

Booksmart

Las películas de preparatorianos gringos (highschool) suelen ser básicamente idénticas en su premisa: un grupo de amigos trata de perder su virginidad en la “noche de graduación”, y una bola de pendejadas imposibles ocurren porque si no no existiría la película.

Booksmart tiene varias cosas novedosas: una de ellas es que las protagonistas son dos chavas, una de ellas lesbiana. Otra cosa novedosa es que lo que causa que intenten tener una noche de sexo, drogas y rocanrol es que se enteran que todos sus compañeritos, que fueron varias órdenes de magnitud menos matados y ñoños que ellas, de todas formas también consiguieron entrar a buenas universidades o conseguir buenos trabajos. Esa idea me gusta; dos adolescentes dándose cuenta de que estuvieron sacrificando vida social y diversiones toda la prepa, para darse cuenta al final de que no era necesario hacerlo. La película además la dirige Olivia Wilde, que me cae muy bien.

Está divertida la película; y en particular tiene una escena delirante donde las dos muchachas consumen drogas y se alucinan como muñecas barbies de plástico. Pero a pesar del puñado de cosas originales y de que es genuinamente divertida, termina siendo un churro de adolescentes preparatorianos gringos básicamente igual a todos los que le han precedido, y probablemente a todos los que le sigan. A los diez minutos de haberla visto, ya se me había olvidado.

De todas formas sí la recomiendo: sale Kaitlyn Dever, que es extraordinaria y me imagino hará muy buenas películas en el futuro; sale Diana Silvers, que es ridículamente atractiva; y sale Billie Lourd, que a sus 26 años realmente no debería hacerla de adolescente, pero su papel es tan espectacular que se le perdona. Probablemente, como a mí, se les olvide diez minutos después de que la vean, pero mientras tanto se van a divertir.

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Domestic Girlfriend

Poco después de Gurren Lagann, vi Domestic Girlfriend.

Se aplican las de siempre.

Domestic Girlfriend

Domestic Girlfriend

Domestic Girlfriend es un animé ecchi; nadie pone eso en duda y no está a discusión: la serie es arrecha de forma directa y honesta. Dicho sea eso, el que sea arrecha se puede discutir que es lo apropiado: varias veces los personajes tienen sexo; hay senos que literalmente brincan a la vista en múltiples escenas; y hay una más que saludable dosis de fanservice; pero todo esto ocurre de manera orgánica: las muchachas enseñan los calzones en general porque están a punto de coger, no nada más para enseñarlos. Y dentro de lo que cabe Domestic Girlfriend ni siquiera es muy extrema; nada es de excesivo mal gusto, en mi opinión… que estoy seguro no todo mundo compartirá.

Esto no es lo que hace que a mucha gente le desagradara Domestic Girlfriend; es la historia la que genera sentimientos encontrados y extremos entre los espectadores.

Natsuo es un estudiante preparatoriano de 17 años (o sea, ilegal, pero apenas) que está perdidamente enamorado de su joven profesora, Hina. El muchacho sensatamente siente que no tiene ninguna oportunidad con una mujer tan hermosa e “inteligente” como Hina, entonces cuando sus amigos lo invitan a un mixin, que son básicamente reuniones sociales que tienen los japoneses con el propósito explícito de ligar (generalmente en un karaoke o un bar cuando son adultos), Natsuo decide ir a ver si la experiencia al menos lo distrae. Por supuesto esto no ocurre; el muchacho se siente terriblemente incómodo, y cuando ve a una muchacha que al parecer está igual de incómoda que él, va a hacerle la plática cuando ella rellena su refresco. Mientras lo hace, se percata de que la muchacha, Rui, se parece un poco a Hina.

Después de platicar banalidades, Rui le pregunta a Natsuo si quiere irse de la reunión; de ahí procede a pedirle que le haga un favor; llevárselo a su casa, a su recámara y a su cama; y desvirgarlo mientras ella misma pierde la virginidad. De hecho así empieza la serie: la primera escena es Rui y Natsuo post coito, ambos con cara de no saber exactamente qué procede después de haberse acostado menos de cuatro horas después de haberse conocido; cómo se conocen y acuestan se muestra inmediatamente después. Rui sencillamente quería ver qué se sentía tener sexo, y Natsuo le dio un aire tan extremadamente virgen (porque lo tenía) que decidió usarlo para tener su primera experiencia sexual, suponiendo que sería relativamente seguro/equilibrado de esa manera. También, evidentemente, porque le resulta suficientemente atractivo.

Hasta aquí todo normal; es un poco raro que un animé que no sea hentai comience de inmediato con sexo, pero de hecho se agradece (hay un montón de series donde ni siquiera se dan un beso los protagonistas). Lo que procede en la historia es lo que genera la reacción negativa a la serie.

A los pocos días, y después de un par de pláticas entre Natsuo y Hina, donde el muchacho comienza a hacerse la ilusión de que tal vez sí tenga una esperanza de ligársela, el papá de Natsuo le sale con la noticia de que se casó de nuevo… con la mamá de Hina y Rui, que son por supuesto hermanas. Y ahora los cinco van a vivir juntos, porque claro que eso va a pasar.

La serie, en sus misericordiosos pocos episodios, relata las relaciones de Natuso con Rui, Hina y un par más de sus compañeras en la prepa. Hay quienes tienen una reacción casi instintivamente repulsiva al hecho de que Natsuo y Rei tengan relaciones sexuales en la serie, porque técnicamente son hermanos. De verdad no entiendo eso: no son hermanos de sangre y (tal vez más importante) no crecieron juntos. Sólo por culpa de sus papás los dos (y los quince millones de hormonas alborotadas que como adolescentes tienen) ahora viven bajo el mismo techo y pueden escabullirse fácilmente entre sus recámaras cuando los demás duermen o no están en la casa (los demás son adultos y trabajan).

La otra queja es la relación, que eventualmente se vuelve sexual, entre Natsuo y Hina. Eso lo entiendo más, porque es ilegal, y definitivamente es terriblemente impropio que una profesora se acueste con un estudiante, por joven que sea Hina (que sí es muy joven, tiene 22 años). Sin embargo, durante la serie absolutamente todo mundo (comenzando por Natsuo y Hina) están conscientes de que lo que están haciendo está mal; y cuando inevitablemente los cachan en la prepa, Hina tiene que rogar literalmente de rodillas para que la dejen transferirse a otra prepa y que no hagan público el escándalo, principalmente para protejer a Natsuo (y la reputación de la escuela, que es realmente por lo que aceptan).

La postración de Hina

La postración de Hina

La transferencia de escuela resulta en que Hina se tenga que mudar de la casa de Natsuo, lo que le da a Rui la oportunidad de hacer su movida, porque por supuesto que Rui también quiere a Natsuo para ella.

Entiendo la crítica al personaje de Hina; entiendo incluso también que se critique que no reciba un castigo más severo (perder su licencia de profesora; tal vez incluso ir a prisión). Pero no creo que estas decisiones creativas demeriten a la obra; la mayor parte de las películas exitosas de asaltos a una bóveda aplauden las acciones de criminales: no veo por qué no hacer lo mismo con una profesora joven e inmadura que comete un crimen por amor (desde su evidentemente dañada perspectiva).

Dicho todo lo anterior, tampoco es que Domestic Girlfriend sea una obra de arte elevadísimo: es terriblemente melodramática; está llena de clichés; los personajes cometen acciones que no tienen sentido en la cabeza de cualquier ser humano con dos dedos de frente; y es, usando el término muy diplomáticamente, increíblemente telenovelesca.

Y me encantó como no tienen idea.

Los diseños de personajes están padrísimos: Rui, Hina y el resto del harén (la unidad básica familiar del animé) de Natsuo son bellísimas y sexys; las escenas sexuales me parecen razonablemente eróticas (y sí, voy a incluir ahí la escena donde a Rui le da una fiebre muy alta y Natsuo, siguiendo las instrucciones de su madastra, le administra un supositorio); la serie está bien animada y dirigida; y (tal vez por encima de todo) musicalmente este animé tiene una de las aperturas más espectaculares de los últimos años… que es todavía más espectacular cuando uno se entera de que la compositora e intérprete tenía 17 años cuando compuso y grabó la rola.

Y sí, es telenovelesca y melodramática; pero a mí me encanta eso. Me encantan los celos que se tienen las hermanas sobre Natsuo; me encanta que Hina hipócritamente le prohíba a Rui acostarse con Natsuo porque es su “hermano” (“if not blood related, is good to be dated”); me encanta la alegremente promiscua Momo y que Natsuo se niegue a acostarse con ella; es de verdad, para mis gustos, para lamerse los dedos.

Así que yo sí la recomiendo; ampliamente, de hecho: nada más vale la pena por escuchar esa apertura al inicio de cada capítulo (que repito, son pocos); pero además si les gusta el drama, el romance adolescente, y una actitud bastante positiva hacia el sexo entre adolescentes (y una muy joven, inmadura y bruta adulta), me parece que también les va a gustar.

El animé termina razonablemente bien, con Natsuo y Hina terminando su relación y Rui básicamente dándole entender al muchacho que se prepare, porque se le va a aventar con todo. Tengo entendido que el manga tiene mucho más drama y que el final es delirante (bodas, embarazos, accidentes que dejan a los protagonistas en coma); pero ya no tengo edad (ni tiempo) de estar leyendo los mangas sobre los que se basan los animés, así que yo me quedo nada más con la serie, muchas gracias.

Está en Crunchyroll, si les interesa.

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The Lion King

También en julio de 2019 fui a ver The Lion King. Se aplican las de siempre, supongo.

The Lion King

The Lion King

Contrario a Aladdin, The Lion King (la original) sí es una película que siempre me ha gustado mucho; es medio imposible no sentirse abrumado por esa espectacular apertura.

Así que probablemente por eso me decepcionó bastante esta versión “en vivo”… para empezar porque termina siendo también animada, nada más con animales sin expresiones faciales. Pero además, en los puntos más altos esta película apenas alcanza un poquito a la original; y esto es en una minoría de escenas, en el resto es indiscutiblemente peor.

(Ni siquiera voy a opinar de la nueva canción de Beyoncé; casi ni siquiera merece una mención.)

Sencillamente no le veo sentido a que hicieran esta nueva versión, y casi me gustaría recuperar esas dos horas de mi vida que perdí en el cine.

Así que no la recomiendo, realmente; y ni siquiera soy muy original al respecto, creo que a casi nadie le gustó más que la original.

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Las tres categorías del animé para adultos

Hay varios animés que planeo reseñar que entran en la categoría de animé para adultos. Aunque esto le haga pensar a un montón de gente en básicamente tentáculos, muchachas adolescentes en uniformes de marinerito y a lo que todos sabemos que esto lleva, hay un montón de animé para adultos que no tiene nada de sexual; únicamente está pensado para adultos. Y por supuesto, también hay muchos más animés que cubren todo el rango desde sexualmente juguetón (imaginen el equivalente de múltiples películas de Marilyn Monroe), hasta básicamente pornografía que no sólo es hardcore, sino que abarca cosas mucho más depravadas que cualquier película pornográfica con seres humanos pudiera cubrir, porque es justo la libertad que da el dibujar las escenas: la imaginación es el único límite (una vez más: tentáculos).

No voy a cubrir pornografía en mis reseñas: pero sí voy a cubrir múltiples animés que me parecen sí son para adultos (como de hecho creo que lo son Citrus y Goblin Slayer, que ya reseñé); y un par que si somos sinceros probablemente rayen en la pornografía… si bien todos han sido transmitidos en la televisión abierta en Japón (aunque este par que menciono generalmente de madrugada).

Todo lo que sigue es lo que yo entiendo del medio; sin duda alguna puedo equivocarme y a lo mejor doy algunas de definiciones mal. Se aceptan correcciones.

En animé básicamente se tienen tres categorías para adultos: la primera, animé que sencillamente está pensado para adultos, por los temas que cubre, pero que no tiene contenido sexual, siguiendo la idea mocha de que ver un humano destrozado de la manera más violenta no es tan “grave” como mostrar un par de nalgas o un triste pezón.

En la segunda categoría básicamente puede haber desnudos (pero nunca genitales; particularmente en Japón… aunque cagadamente genitales de niños varones chiquitos se consideran casi como chistes), pero no hay nunca sexo explícito. A lo más una pareja puede abrazarse y besarse poco antes o poco después del coito, pero el acto mismo no se muestra… aunque a veces se escucha mientras la cámara enfoca una esquina del cuarto, o las caras de los participantes… o sus pies, como la famosa escena de Shinji viendo las memorias de Misato teniendo sexo con Ryoji en End of Evangelion.

Los pies de Misato

Los pies de Misato

Esta segunda categoría también abarca los animés que simpáticamente evitan desnudos utilizando trucos de cámara para ocultar pezones y/o genitales. Como siempre, Evangelion vuelve a dar aquí un buen ejemplo, en este caso en la segunda parte de Rebuild of Evangelion, Evangelion 2.0: You Can (Not) Advance.

Asuka y las cervezas

Asuka y las cervezas

A esta segunda categoría, que es básicamente todo lo que cubre a imágenes sexualmente sugestivas más que explícitas, se le suele denominar (al menos fuera de Japón) ecchi, y es la gran mayoría del animé para adultos que se transmite en la televisión abierta en Japón. Como digo arriba, hay animé para adultos sin contenido sexual, generalmente porque trata cosas como alta violencia, uso de drogas y cosas por el estilo; y también hay animé para adultos que sencillamente no está pensado para niños: de cualquier manera, todo esté animé para adultos sin contenido sexual está en la minoría.

Ahora: contenido sexual no necesariamente quiere decir contenido sexual. Dentro de ecchi se suele aventar, junto con pegado, a todo el animé (que se puede discutir es la mayoría) que utiliza el famoso fan service, en mayor o menor medida. El fan service ha evolucionado, en particular fuera de Japón; hoy en día por ejemplo, la escena con Dr. Strange en Thor: Ragnarok se le puede clasificar como fan service porque es literalmente en servicio de los fans. En Japón y con animé en particular, sin embargo, fan service es básicamente muchachas bonitas enseñando los calzones o el inigualablemente imposible zangoloteo de senos que produce la animación japonesa. Obviamente hay más variedad, pero en general son panty shots, muchachas (casi invariablemente muchachas) en vestimenta ridículamente reveladora y/o ceñida en poses sugestivas, o el antes mencionado imposible zangoloteo de senos como si estuvieran hechos de gelatina.

Aunque no es el 100%, el fan service sí permea a casi todo el animé; incluyendo múltiples series indiscutiblemente para niños y que la enorme mayoría de los espectadores no necesariamente clasificaríamos como ecchi. Para bien o para mal, es como ha sido el medio básicamente desde el inicio, y no se ve que vaya a cambiar pronto: pero sí es importante señalar que existen animés (muy buenos varios) que no tienen absolutamente nada de ecchi ni de fan service.

La tercera categoría es básicamente dibujos animados pornográficos; el sexo es explícito (aunque, hilarantemente, con genitales pixelados, por varias leyes arcaicas en Japón) y en un porcentaje no pequeño de los animés en esta categoría la historia es nada más un pretexto para mostrar encuentros sexuales entre los protagonistas… justamente como en las películas pornográficas; aunque también hay varios con historias muy buenas. A esta categoría se le conoce (de nuevo, fuera de Japón) como hentai, y exceptuando un puñado de casos nebulosos, los animés en esta categoría nunca se transmiten en televisión abierta en Japón; las series se compran vía Blu-ray (me parece que no hay realmente distribución digital).

La línea divisora entre las distintas categorías es borrosa, por decir lo menos, y como muchas cosas en la vida todo depende del cristal con que se mira: como ya mencioné, hay animé que tiene fan service pero es discutible si realmente es ecchi nada más por mostrar de vez en cuando calzones de muchachas; y animé ecchi que bajo cualquier definición legalera de pornografía debería ser hentai, si no fuera por el hecho de que habemos muchos que sentimos literalmente en las tripas que el animé en cuestión merece más que esa categorización. Como decía Potter Stewart, juez de la suprema corte gringa: “I could never succeed in intelligibly [define hardcore pornography…] But I know it when I see it“.

¿Por qué estoy dedicando tantos pixeles a tratar de enmarcar estas categorías? En primer lugar, porque me parece que cualquier expresión artística tiene el derecho de existir (módulo la paradoja de la tolerancia), incluso si la intención del o los artistas que la crearon sólo era ganar dinero. En segundo lugar, porque creo sinceramente que muchos animés ecchi (y un puñado de hentai) no tienen únicamente la intención de excitar a adolescentes urgidos; sino que sinceramente intentan ser sexo positivos, que me parece es algo que el mundo podría hacer más uso de (especialmente ciertos sectores de las izquierdas en todas las culturas 1). Y en tercer lugar, porque mucha gente tiene la idea de que todo el animé es inherentemente ecchi (si no es que hentai); esta idea, en defensa de quienes la tienen, se la ha ganado Japón a pulso, porque ciertamente la enorme mayoría del animé es al menos un poquito arrecho2… pero como ya dije no todo el animé es así: mi serie favorita de todos los tiempos, Cardcaptor Sakura no tiene nada de arrecha, así como tampoco, por ejemplo, Violet Evergarden… aunque, paradójicamente, Violet es sin duda alguna adulta, nada más sin temas sexuales (excepto una insinuación de abuso sexual).

Obviamente que una expresión artística tenga el derecho de existir automáticamente implica que todo mundo tiene derecho de criticarla; y dicha crítica puede ser tan inmisericorde como el mismo crítico decida. Eso es perfectamente válido: lo que no es válido es llamar a la censura bajo ninguna circunstancia (entendiendo que clasificar algo como “sólo para adultos” no es censurar); mucho menos satanizar al creador, que tiene el derecho de expresarse de todas las maneras que quiera (módulo la paradoja de la tolerancia); y mucho menos el caer en kinkshaming. Los fetiches y perversiones de cada quien, siempre y cuando sean con el consentimiento de todos los involucrados y sin violar los derechos de nadie, son asunto individual de cada persona, y nadie tiene el derecho de criticar a nadie más por ellos.

¿Es mucho del animé que existe (y que probablemente seguirá existiendo) arrecho? Eso es indiscutible; se puede incluso argumentar si es una característica semidefinitoria del medio. ¿Es esto algo malo? No necesariamente; que es justamente el punto de esta clasificación que planeo utilizar en mis reseñas: un montón de animé del que he escrito y del que escribiré es sin duda alguna arrecho: pero eso no es en sí mismo algo malo, y en muchos casos (como cuando es sinceramente sexo positivo) de hecho es algo bueno, me parece. Y, lo siento, sé que es juvenil y que puede hacer sentirse incómodas a ciertas personas, pero a veces que una muchacha enseñe los calzones sí es honestamente divertido. No digo que sea el paragón del humor inteligente; pero sí puede ser fuente sincera de humor bien intencionado.

¿Hay animé misógino? Por supuesto que hay animé misógino; en una cultura tan machista, conservadora, conformista y tradicional como la japonesa, sería absurdo imaginar que mensajes o tendencias misóginas no se filtraran en uno de los productos más emblemáticos de dicha cultura: los personajes femeninos son rutinariamente cosificados; las mujeres que suelen ser ostentosamente sexuales son casi invariablemente villanas; y en el siglo XXI el ideal femenino sigue siendo (con sus debidas excepciones) la mujer callada, abnegada, sumisa y buena para las labores del hogar. Y no sólo hay misoginia; hay una tradición ya añeja en el animé de mensajes homofóbicos y transfóbicos, donde los personajes codificados como queer son representados como sujetos de los cuales hay que desconfiar o tenerles cierta repulsión, incluso cuando son aliados de los héroes, como Leeron Littner en Gurren Lagann; o son de plano villanos deformes, como el Barón Ashner en Mazinger Z.

Leeron Littner y el Barón Ashner

Leeron Littner y el Barón Ashner

Y dejen ustedes la misoginia, homofobia y transfobia; la japonesa es una cultura históricamente xenofóbica y racista, incluso (o particularmente) contra “razas” cercanas como los chinos y koreanos, ya no digamos contra negros, donde en el animé suelen ser, valga la rebuznancia, una caricatura, como Mr. Popo en Dragon Ball; que paradójicamente es una serie en general adorada por los negros gringos.

Mr. Popo

Mr. Popo

Todo esto es cierto: hay mucha misoginia, homofobia, transfobia, xenofobia y racismo en el animé: los ejemplos abundan y en muchos casos hay personajes profundamente insultantes a un montón de sectores en todo el mundo. Nada de eso, necesariamente, afecta la calidad de un animé. Se vale criticar estos aspectos, por supuesto, pero los mismos no necesariamente demeritan a una serie en su conjunto.

Se está dando una tendencia desde hace varios años ya en este siglo, en círculos académicos y de gente educada y “progresista”, de tratar de clasificar como “mala” a toda expresión artística que no incluya los mensajes “correctos” de los árbitros de la moral moderna; donde se espera que toda historia incluya personajes diversos y la representación de todos los grupos sea “apropiada”, donde sepa la chingada qué quiere decir “apropiado”, pero lo que sea que definan probablemente esté mal para múltiples personas y/o grupos. Peor aún, se trata de “cancelar” a los creadores que producen cualquier tipo de contenido que no cumpla esta imposiblemente alta vara de medir, donde los postes se van moviendo constantemente de cuál es el mensaje “correcto” que una expresión artística debe tener. O peor aún, si un creador abre el hocico y dice alguna estupidez, hoy en día hay quien aboga por casi casi destruir sus obras o al menos satanizarlas (retroactivamente en muchos casos, además).

En mi humilde opinión, esto es una bola de pendejadas.

Mi novela favorita de todos los tiempos, Cien Años de Soledad, se puede discutir que es básicamente misógina, donde todas las mujeres son santas o putas (o santas bien putas). Una de mis novelas favoritas de ciencia ficción, Starship Troopers es básicamente un ensayo en favor del fascismo, e incluso se podría discutir que raya en la paradoja de la tolerancia (yo no creo que sea así, pero se puede discutir). Gone With the Wind es innegablemente racista y pro esclavitud, y parte del mensaje absurdo de la causa perdida de la confederación gringa. Todos esos son ejemplos de obras de arte innegablemente buenas (aunque me da hueva Gone With the Wind; debería durar 45 minutos menos); el mensaje de las mismas incluye estos componentes misóginos, fascistas y racistas, pero su calidad como expresión artística es ortogonal a esto.

O el caso de J. K. Rowling, que lleva ya varios años sin poder cerrar el hocico de la bola de pendejadas transfóbicas que se le ocurren, lo que ha causado que haya quienes quisieran básicamente quemar los libros de Harry Potter. Con todo respeto, váyanse mucho al carajo: en primer lugar los libros de Harry Potter son increíbles; en segundo lugar los mismos tienen varios de los mensajes más liberales, de izquierda y progresista de las últimas décadas; y en tercer y más importante lugar, sólo los Nazis queman libros.

Critiquen los componentes que merezcan la pena ser criticados de una obra; pero eso no necesariamente define a la obra en su conjunto. Critiquen a los creadores, si lo consideran pertinente, pero lo que dicen y hacen los creadores es en general ortogonal a la calidad de las obras que producen, y las mismas deben ser criticadas por su valor innato. Y ciertamente no critiquen a los fans de ciertas obras/medios/genéros, si los mismos no se meten con nadie. Es una extensión de que hacer kinkshaming está mal: si una persona no infringe los derechos de nadie más, no le hace daño a nadie, entonces nadie más tiene el derecho de criticarlos porque tienen ciertos gustos. Cada quien.

Y de hecho, si ciertas expresiones artísticas les parece tienen un mensaje incorrecto o los hace sentir incómodos, por supuesto están en su derecho de analizar y criticar dichas expresiones, si bien no de llamar a que se censuren o que se destruyan. Pero, ¿no sería más sencillo (y productivo) si no consumieran dichas expresiones en primer lugar? Que es el otro factor moderno problemático: la cultura de hoy en día de “compartir” y mezquinamente pelear por likes y similares recompensa mucho más la crítica destructiva (entre más vociferante mejor), que el alegremente platicar de las pendejadas que nos gustan sin meternos con los gustos de los demás. Sin duda alguna se va a generar más tráfico si me pongo a explicar, de la forma más agresiva o condescendiente posible, por qué ésto que le gusta a ciertas personas está mal, y encima por qué ellos fallan como seres humanos por tener esos gustos.

Ésta era la clara diferencia entre ser liberal y conservador hace unas décadas; los conservadores eran los que querían controlar qué pensaban y qué gustos tenían las personas: de ahí las “terapias de conversión” para los homosexuales; literalmente la idea era “cambiarles el gusto” para que quisieran andar con el sexo opuesto. Los liberales eran los que abogábamos por la libertad de cada quien de cómo pensar y de tener nuestros propios gustos, siempre y cuando no se infringieran los derechos de nadie más.

Ahora hay un sector no pequeño de gente que se autodenomina de izquierda, liberal y “progresista” que literalmente quiere humillar a otras personas por los gustos que tengan aunque no le hagan daño a nadie. Critiquen a las obras en su conjunto, no nada más por un aspecto que no les gusta (es su gusto; no el de todos); critiquen a los creadores, pero entiendan que las obras existen independientemente de los creadores (y siguen existiendo mucho después de que los creadores mueran); y definitivamente no critiquen a la gente que disfruta estas obras, si los mismos no le hacen daño a nadie.

Yo no quiero que los productos culturales que consumo tengan mensajes idílicos y los personajes en los mismos sean ejemplos intachables de cómo se deben comportar los seres humanos perfectos (bajo sepan ustedes qué definición de “perfecto”); quiero héroes y villanos dañados y falibles, que realicen acciones que yo nunca podría llevar a cabo, y con historias cuyos mensajes puedan contradecir lo que pienso y lo que digo, incluso cuando dichos mensajes estén mal. Si no qué hueva.

Y por supuesto me reservo el derecho a criticar inmisericordemente todas estas obras; o a no hacerlo si sólo ciertos aspectos son criticables y en su conjunto las encuentro de mi agrado.

No voy a ser parte de esta policía moral que se comporta como lo hacen los conservadores: tratando de determinar qué es o no lo “correcto” en ficción, y criticando a gente nada más por sus gustos. Así que en mis reseñas de cualquier tipo, pero particularmente de animé, porque ahí se darán los ejemplos más “controversiales”, no necesariamente mencionaré estos aspectos “negativos” si me parece que en general no demeritan a la obra en su conjunto.

Eso sí, siempre diré en cuál de las tres categorías del animé para adultos pertenecen, en mi opinión. Y si son o no arrechos, porque me encanta el término y quiero usarlo más seguido.

1Hablando de eso, vayan y vean Sex Education en Netflix: es espectacular y un ejemplo excelente de qué es ser sexo positivo.
1El término en inglés es, por supuesto, horny; la traducción obvia al español sería caliente, pero además de que no me parece que encapsule exactamente lo que quiero decir, el término usado en la Costa Chica de Guerrero (de donde es mi padre) es arrecho (especialmente cuando es aplicado a una mujer, arrecha), y creo que es un término que vale la pena que se recupere en español.
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El aborto a nivel nacional

Hace catorce años escribí una de las entradas de este blog de las que más orgulloso estoy: mi entrada del aborto. Cerca del final de esa entrada yo predecía:

El aborto durante las primeras doce semanas de gestación debe ser y será despenalizado en la Ciudad de México. Y de ahí seguirán otros estados, y eventualmente todo el país. Esta derecha estúpida, medieval y mocha que se opone podrá vociferar mucho, pero se van a chingar.

Nos llevó catorce años que ocurriera, y lo que pasó exactamente ayer es que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional el castigo penal contra las mujeres que aborten en todo el país. Y llevó tanto tiempo, porque la democracia es lenta y aburrida.

No voy a escribir aquí de nuevo acerca de las obvias razones por las cuales el aborto debe ser despenalizado: no es por nada, pero mi entrada de hace casi década y media se ha preservado bastante bien; me parece que los argumentos que expongo en ella siguen (y seguirán) siendo válidos. También, si algún mocho quiere discutir acerca de por qué sí debería penalizarse el aborto, alegremente voy a borrar su comentario sin ni siquiera pensarlo: es una discusión absolutamente rebasada que ya perdieron (a nivel mundial, encima de todo); y además, como predecía en mi entrada de hace catorce años: ya se chingaron; pónganse a chillar si quieren, no nos importa. Son minoría, para hacer más intrascendente su opinión.

De lo que quiero escribir es de lo que muchos van a obviar o tergiversar respecto a esta decisión histórica en favor de los derechos de las mujeres por parte de la SCJN: la misma es un logro de la 4T.

No es un logro del Peje, de ninguna manera; pero sí es un logro de la 4T. Y que es justamente lo que muchos nunca han entendido acerca de los que votamos por AMLO en 2018 (y 2012, y 2006…): nunca fue acerca de él. Fue acerca del proyecto de nación; un proyecto que justamente permitió que de manera “natural” (je) la Suprema Corte de Justicia de la Nación declarara como derecho constitucional la potestad de las mujeres de decidir por ellas mismas lo que ocurre con su cuerpo.

Hay múltiples sectores que no se sienten representados por la 4T, discutiblemente con mucha razón; un montón de mujeres feministas y sus aliados siendo uno de ellos. Pero lo que pasa no es que la 4T (tomando en cuenta que es realmente un cúmulo nebuloso desde el punto de vista ideológico) estuviera en contra de sus demandas (en general); es sencillamente que se decidió priorizar otras cosas, siendo la corrupción y la desigualdad social los temas con más alta prioridad, sin duda alguna.

Por el bien de todos, primero los pobres. En ese sentido (y en casi todos) el Peje ha sido desesperantemente consistente.

Eso nunca significó que no se estuviera trabajando también en los temas de interés de estos sectores, como quedó obviamente reflejado en lo que pasó el martes. Es sólo que no era el tema político estándarte ni del Peje ni de su administración, porque hay cosas más importantes. Ojo: no estoy diciendo que las exigencias de los grupos feministas no importen; estoy diciendo que el capital político se invirtió en otros temas porque se podían satisfacer (al menos algunas de) estas exigencias sin caer en el desgaste político correspondiente. Que es justamente lo que ocurrió.

El Peje inteligentemente dejó la papa caliente en la SCJN, y la misma lo resolvió sin ningún tipo de drama; por unanimidad por parte de los 10 ministros de la corte presentes (completamente fortuito: no hubo ahí un acuerdo con la presidencia y la dirigencia legislativa de la 4T, cómo creen). Más aún, el Peje procedió a lavarse las manos negándose a pronunciarse al respecto en ningún sentido, nada más remarcando que debía seguirse la ley que de facto estableció la Suprema Corte. Habrá quien lo acuse de pusilánime al no dar su apoyo explícito a la despenalización del aborto; y peor aún, habrá quien diga que lo que pasa es que él realmente está en contra de despenalizarlo. Y los que hemos seguido al insoportable tabasqueño por más de 20 años nos meamos de la risa porque le están haciendo un favor. No importa si el Peje está o no en lo personal a favor o en contra de la despenalización del aborto; es uno de los políticos más hábiles y pragmáticos que ha tenido México: lo que le importa es que se siga el proyecto de nación que él impulsa.

Hay un montón de católicos y cristianos que se oponen a la despenalización del aborto, pero que apoyan los programas de justicia social de la 4T (siguiendo de hecho las enseñanzas de Jesús, si suponemos que existió); el lavarse las manos, independientemente de qué crea el Peje en lo personal, le permite seguir recibiendo el apoyo de estos sectores para sus programas sin desgastarse en un conflicto que para muchos no nos es primordial. Y además, el lavarse las manos implica que tampoco obstaculiza la decisión de la SCJN, por lo que también gana puntos con los sectores (o al menos con una parte) que impulsábamos la despenalización del aborto desde hace décadas.

Él mismo lo dice con casi exactamente esas palabras:

Es una decisión del Poder Judicial, de la Corte que fue prácticamente unánime, que debe de respetarse, no debemos nosotros, en mi caso, tomar partido porque hay posturas encontradas, yo no debo en este caso pronunciarme más que en favor de lo que ya resolvieron los ministros de la Suprema Corte.

Es de verdad una maniobra política magistral; más aún si se toma en cuenta la coyuntura nacional, con los imbéciles senadores del PAN habiendo recibido unos días antes al líder de VOX (partido español fascistoide que está en contra del aborto, como el mismo PAN); y la internacional, con Texas habiendo pasado una ley que en los hechos prohíbe el aborto en todos los casos. Si no lo pueden ver, bueno, no hay mucho que yo pueda hacer por ustedes.

Y las feministas que votaron por el PAN en julio, porque se creyeron que ahora convenientemente resulta que a ese partido sí le importan los derechos de las mujeres: vean lo que siguen diciendo (encima del papelón respecto a VOX). Como dije en mi entrada de que la democracia apesta: nunca hay opciones perfectas, sólo hay opciones menos peores, y esas son las que debemos elegir.

¿Por quiénes les va a convenir votar en 2024? Porque fue durante el primer sexenio de la 4T cuando el aborto por fin se despenalizó a nivel nacional en México. Eso puede ser por muchas cosas; pero les puedo garantizar que no fue por casualidad.

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Margarita

En julio de 2019 fui a la Cineteca Nacional a ver Margarita.

Diría que se aplican las de siempre; pero como el documental realmente no cuenta una historia, no creo que importe.

Joker

Margarita

Yo jamás hubiera visto esta película por mi cuenta; y ciertamente hubiera preferido no verla (eso 73 minutos de mi vida están perdidos para siempre), pero bueno.

Antes que nada, Margarita es un documental bien hecho: los aspectos técnicos son más que pasables (más aún considerando la edad y experiencia del director cuando la hizo), y desde un punto de vista de cinematografía es bastante buena.

Dicho sea eso, este documental no me gustó porque, en primer lugar, es de estos documentales artísticos donde en lugar de, ya saben, documentar al objeto de estudio, lo que hacen es mostrar una serie de tomas (visualmente muy padres, la mayoría) desconectadas donde la epónima Margarita, a veces, explaya las cosas que circulan en su obviamente dañada cabeza, o bien tiene conversaciones delirantes con el director. Quién es Margarita; de dónde viene; qué ocurrió para que pasara de modesta actriz a situación de calle en la Ciudad de México; nada de esto al parecer le importa al realizador, porque ciertamente no lo muestra en la película (no me queda claro que él mismo lo sepa). Menos aún hay en general un análisis (o un intento del mismo) de las políticas sociales y de salud (particularmente mental) pública en el país que permiten que este tipo de casos ocurran. Pedir el comentario de algún experto (no digamos varios) que pudiera opinar al respecto y dar propuestas para subsanar dichas políticas es un sueño guajiro, supongo.

En segundo lugar hay una muestra increíble de prepotente privilegio en el subtexto del documental: “vamos a mostrar un ejemplo de cómo vive una adulta mayor en situación de calle… vamos a abrirle los ojos a la gente para que se enteren de esto”. Yo crecí rodeado de gente en situación de calle; todos los chilangos que hemos usado el metro sabemos de casos similares. Sólo desde una perspectiva de inmenso privilegio de alguien que ha decidido toda su vida ignorar el hecho de la pinche desigualdad que existe en el país y en la Ciudad, el tema le podría resultar novedoso: “Look! How quaint, a homeless lady in Mek-zi-kou City! Fascinating!” Más aún porque, de nuevo, no hay un análisis del porqué, u opiniones de cómo mejorar la situación.

En tercer y último lugar (y éste es el que me encabrona); esa pobre mujer, a falta de un mejor término, está mal de la cabeza. No es posible, en éste o ningún mundo similar, que pudiera dar consentimiento a que le estuvieran forzando una cámara de video en la cara durante múltiples meses. El documental es más de una hora de abuso en contra de alguien que obviamente no está en pleno uso de sus facultades mentales. Y la película justo termina cuando Maragarita le dice al director que ya no quiere que la esté grabando: güey, ¿de verdad te tuviste que esperar quién sabe cuánto tiempo a que una mujer en un precario estado mental te tuviera que suplicar que ya no la grabaras para dejar de hacerlo? ¿Y aún así liberas la película? ¿Dónde chingados está la pinche empatía que se supone un documental de este estilo debería generar?

Así que no, no recomiendo Margarita; aunque esté técnicamente bien hecha no presenta nada digno de presentar (especialmente si, como habitantes de está Ciudad, abren los ojos a lo que ocurre en nuestras banquetas); y me parece que, en el mejor de los casos, raya en básicamente abuso contra alguien en una situación de desamparo desgarradora.

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