Anticongelante

El plan era ir a comer con Mónica, e iba en Periférico sin hacerle daño a nadie, cuando vi vapor escapándose del cofre. Cuando me detuve en la salida a Insurgentes, un chingo de vapor se dejó escapar, lo cual en definitiva me preocupó. Vi entonces el medidor de la temperatura del aceite, y estaba arriba del máximo crítico.

Estacioné el carro cerca del Universum (donde Mónica trabaja), y abrí el cofre. Una de las mangueras que sirve para transportar el anticongelante había reventado, y además de embarrar todo mi motor con ídem, había dejado casi vacío el radiador. Utilizando uno de los dos trapos que siempre llevo en mi carro, ahora sí que le amarré un trapito a la manguera, y le puse el poco anticongelante que llevaba. Le llamé a Mónica para decirle que comeríamos otro día.

Por supuesto no era suficiente (supongo que como dos terceras partes de mi anticongelante quedaron desparramadas en todo Periférico), así que arriesgándome a evaporar el aceite de motor llevé el carro a una gasolinería, porque en gasolinerías es donde siempre compro anticongelante (fui a la que está saliendo de CU, en Avenida Universidad). Me salieron con que no venden en vacaciones, pero pude dejar ahí el carro y cruzar Universidad para comprar un galón de anticongelante en el Superama.

Vacíe con mucho cuidado como cuatro quintas partes del anticongelante en la válvula del radiador, respirando alegremente los vapores tóxicos y quemándome un dedo en el proceso, y también eché un poco en el tanque del anticongelante. Cuando prendí mi carro, vi con alivio que la temperatura del aceite estaba normal de nuevo, aunque se prendió en mi tablero la advertencia de revisar el motor (medio predeciblemente). Me eché un salto de fe para que mi trapito amarrado en la manguera rota aguantara hasta el taller donde llevo a mi carro cerca de mi casa, y me aventé el viaje.

El trapito aguantó, si bien ya estaba goteando anticongelante al llegar al taller. Justo hace como dos semanas había llevado mi carro a servicio general (afinación, cambio de aceite, cambio de anticongelante, revisión de líquido para frenos, etc.) Fue mala suerte que la manguera tronara ahora; así que les pedí que revisaran todas las mangueras, que me revisarán los faros delanteros (está medio tuerto mi carro ahora), y que me cambiaran las plumas de los limpiaparabrisas. Espero que lo tengan listo mañana o pasado.

Y ahora voy a recostarme; me siento mareado de estar respirando vapores tóxicos.

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3 comentarios sobre “Anticongelante

  1. Es mucho más grave en los carros de transmisión automática que en los de transmisión manual, y de hecho por eso se prendió la advertencia de revisar mi tablero. Si mi carro no fuera automático, creo que incluso hubiera podido llegar al taller sin amarrar ningún trapito.

  2. 1.- Que yo sepa los coches no tienen medidor de temperatura del aceite, sólo del agua, lo que marca del aceite es la presión.
    2.- Es exactamente lo mismo en los coches automáticos que en los standard, el anticongelante es para enfriar el motor, el cual tiene unas “venas” por donde corre éste, si se mantiene trabajando el motor sin refrigerante, sufre de sobrecalentamiento, lo que puede provocar por lo menos que se quemen las juntas del motor, que es lo mas barato, se puede desvielar, caro caro, y lo peor es que se tuerza la cabeza del motor.
    3.- ¿Qué pasó Canek?, sigo esperando tu respuesta del mail que te envié, a ver si nos ponemos de acuerdo y nos vemos un día de estos.

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