“Push the red button”

En el hotel donde estamos quedándonos para el taller de investigación, hay red wireless.

Eso sin embargo es tal vez exagerar las cosas: hay tres Access Points, y hasta ahora sólo nos habíamos podido conectar a uno. Como queda relativamente lejos de la habitación, la entrada de las seis horas de viaje la escribí en una escalera del hotel, donde la señal sí llegaba.

Regresé a la habitación, escribí la entrada de Cuando cae la noche, y cuando regresé a las escaleras, aunque sí recibía IP, no pude conectarme. Estuve dando vueltas por varias partes del hotel, sin lograr conectarme, y mirando incómodo las cámaras de seguridad (que son sospechosamente similares a las de Splinter Cell: Chaos Theory), hasta que de reojo vi una maderita en la pared, encima de la cual estaba uno de los Access Points.

Tratando de ser stealth, verifiqué que ninguna de las cámaras podía capturar el área del Access Point o sus cercanías, y tarareando el tema de Mission: Impossible hice la maniobra técnica más utilizada por todos los geeks del mundo: desconecté el Access Point de la corriente eléctrica, conté hasta cinco y volví a conectarlo.

En otras palabras, lo reinicié. O como diría Pitr Dubovich, “I pushed the red button”.

Regresando a la habitación, vi con gusto que mi precisa maniobra había funcionado y que ahora podemos conectarnos sin necesidad de estar sentados en ninguna escalera. Lo cual está bastante chido, si se me permite decirlo.

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Cuando cae la noche

Hace poco más de diez años estaba en el CCH y enamorado de una chava que, en ese momento de su vida, estaba confundida acerca de si le gustaban los niños o las niñas.

Además de todo el drama que yo hacía entonces cuando una chava no me hacía caso (que era lo común, por cierto), añádanle todo el drama de que la chava en cuestión no supiera si era o no lesbiana.

Como sea, en ese estado de ánimo fue que vi la película Cuando cae la noche. En ese particular momento de mi vida, la película se me hizo maravillosa: tierna, divertida, inteligente, sensual, erótica y muy romántica. Y romántica bien, no pendejadas tipo Tom Hanks.

Hace tiempo la conseguí, y como ayer tenía que esperar a Enrique para que recogiera unas cartas de recomendación que tengo que encargarle a él porque estaré fuera de la ciudad hasta que regrese de Guanajuato, decidí verla a las dos de la mañana (lo cual es muy recomendable, por cierto, desvelarse antes de manejar seis horas en carretera).

La verdad tenía miedo de verla, porque no es raro que algo que experimentamos siendo chavos quede brillando en nuestra memoria con el resplandor de la nostalgia, y luego termine decepcionándonos (y feamente además) si lo volvemos a experimentar. Pero decidí correr el riesgo.

Puta madre. Qué maravillosa película.

No sólo no me gustó menos; me gustó creo que más. Es fabulosa. Consíganla y véanla, porque es bellísima. Y si no la han visto dejen de leer, porque voy a básicamente contarla todita.

Camille es una profesora de mitología en una Universidad Cristiana de Canadá. La profesora cristiana más sabrosa que yo jamás haya visto, por cierto; pero no sabrosa vulgar: realmente es una mujer muy bella. Tiene un novio teólogo bastante guapo (Martin) que da clases en la misma universidad, y un perro llamado Bob, y su vida transcurre sin mucha pena o gloria hasta que un día ocurre algo que desata una serie de eventos que cambiarán su vida para siempre.

Bob, su perro, aparece muerto en un callejón. Sin ninguna explicación; sólo aparece muerto.

Devastada (incluso ella misma parece sorprenderse de cuánto quería a su perro), Camille hace lo que cualquier persona sensata haría en su caso: mete al cadáver de Bob en el refri de su casa. Y después va a lavar su ropa y llorar desconsoladamente.

En la lavandería llama la atención de Petra, un muchacha negra guapísima que también lavaba su ropa, que le pregunta si está bien, y Camille le cuenta de su perro. En un arranque de sinceridad, le confiesa a Petra que se daba cuenta de que quería más a Bob que a nada (o nadie) en el mundo.

Petra, aprovechando el estado de Camille, cambia sus cargas de ropa y se despide, después de consolarla.

Camille se da cuenta del cambio de ropa, y en un arranque travieso se pone una de las prendas de Petra. Camille (como buena profesora de una universidad cristiana) en general viste de forma bastante conservadora, y la prenda de Petra (que le queda fabulosa, por cierto) es todo menos conservadora.

Camille va con su novio a ver al “reverendo” (parecido a un rector), y éste les ofrece el puesto de capellanes a ambos; pero les deja claro que si aceptaran el puesto, no podría permitirse que se sospechara que tienen relaciones sexuales si no están casados: en otras palabras, que tienen que casarse para obtener el puesto.

Consecuentemente, Martin le propone matrimonio a Camille.

Con todo esto sobre su cabeza, Camille va a recoger su ropa que tiene Petra (quien dejó una tarjeta en su ropa para que pudiera localizarla). Resulta que Petra trabaja en un circo, rodeada de un montón de gente maravillosa (si bien algo excéntrica). Después de tomarse unas copas, Petra le confiesa a Camille que cambió la ropa a propósito, y le hace una insinuación bastante agresiva, ante la cual Camille se retira bastante afectada y (al menos así lo expresa) ofendida.

Lo que sigue a partir de este momento son dos partes de una historia; la primera de cómo Petra seduce a Camille (que realmente no le cuesta tanto: Camille se siente terriblemente atraída hacia Petra); y la segunda de cómo Camille sencillamente elige mandar por un caño su vida de profesora de mitología cristiana y seguir a Petra cuando se da cuenta de lo enamorada que está de ella.

Pero todo en esta historia es bellísimo, divertido, romántico, tierno, erótico. La primera vez que Camille besa a Petra, y después agarra y se va sin decir una palabra, escandálizada de su comportamiento. La primera vez que hacen el amor, intercalado todo con escenas de una coreografía en trapecio maravillosa.

Camille y Petra

Camille y Petra

La escena donde Martin descubre que su de facto prometida se está acostando con otra mujer, y va y confronta a Petra. Y su frustación de que no puede golpearla (que sería lo que aplicaría si no fuera porque es mujer), que desquita golpeando su camper. La escena donde Camille le confiesa al reverendo todo, y éste le pide que oren juntos, a lo cual Camille responde retirándose hartada. Como Martin le da la oportunidad a Camille de no confesarle nada, para que él pueda seguir amándola como si nada hubiera pasado.

Camille y Petra

Camille y Petra

Y por último el final, donde Camille entierra a Bob en la nieve, y se emborracha y termina al borde de la muerte con hipotermia, de la cual la salva Petra acostándose desnuda con ella (el mejor modo para curar una hipotermia, por cierto; está demostrado). Al final Camille decide seguir a Petra a donde ella tenga que ir (su circo se va a San Francisco a una especie de convención de cirqueros).

No sé por qué dejé que pasaran tantos años para volver a ver esta película. Tal vez tenga que ver que la relacionaba con esta chava del CCH a quien sinceramente amé con ese amor idiota adolescente; o tal vez sencillamente no se me había presentado la oportunidad de volver a verla.

No lo sé: pero no importa. La película es maravillosa, y sería un crimen que se la perdieran.

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Seis horas de carretera

Hoy al medio día partí, junto con Marco y Armando, a Guanajuato a nuestro taller de investigación.

Tomamos todo periférico hasta alcanzar los letreros que decían “Querétaro”, y al llegar a ídem nos detuvimos a descansar y comer. Después seguimos los letreros que decían “San Miguel Allende”, donde tomamos fotos (no las voy a mostrar ahora; las dejaré al final del viaje), y depués seguimos los letreros que decían “Celaya”, hasta encontrar letreros que decían “Guanajuato”, los cuales seguimos hasta llegar a nuetro destino.

En total fueron seis horas de viaje en carretera, y una más de tráfico en la ciudad (y se quejan del D.F.) El hotel está simpático, tiene red wireless y mañana empezamos a trabajar.

No sé si nuestro método de viaje sea el más efectivo (en retrospectiva, el siquiera mirar un mapa tal vez hubiera estado chido), pero llegamos sin ningún problema y no manejé en carretera de noche, que era lo que quería evitar.

Mañana empezamos lo chido. Por ahora parece que aprovecharemos para pasear por la ciudad.

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“Byte-by-byte”

Federico Mena escribe de cosas chidas que están pasando en GNOME. Uno de los puntos que menciona:

Callum is working on gathering statistics of the desktop’s memory consumption. GNOME and KDE seem to be pretty close, to within a few MB. We should riot in the streets and demand a byte-by-byte recount, or just get the damn bugs fixed so that we can get unquestionable numbers ;)

Por supuesto, Federico es mexicano. ¿Me pregunto cuánta gente en el mundo (Planet GNOME es leído por personas de decenas de países) habrá entendido el chiste?

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Children of Men

El miércoles fui con Enrique a ver Children of Men. Por todo el desmadre de mi viaje no había escrito al respecto, pero aquí va. Se aplican las advertencias de spoilers normales.

Children of Men

Children of Men

El único problema que tiene esta película es básicamente la premisa: nunca explican (ni siquiera lo intentan) porqué de repente todas las mujeres del mundo se volvieron estériles. Además de que queda implícito que algunas (si no es que muchas) que habían tenido hijos de repente ya no pueden.

Pero también es comprensible esto: si uno sencillamente toma como artículo de fe esta premisa, la película es fabulosa. No sólo por las actuaciones de Clive Owen, Julianne Moore y Michael Caine (encantador en su papel de hippie viejito), y de la “nueva madre esperanza de la humanidad” Claire-Hope Ashitey; la dirección de Cuarón realmente quita el aliento.

Tiene dos escenas larguísimas la película, una por la mitad y otra cerca del final, donde es una sola toma. Y no son escenas donde los personajes están sentados mirando al infinito; en una de ellas están dentro de un carro pasándose pelotas de golf con la boca (vean la película para entender) y de repente comienzan los putazos. La escena nunca se corta, y es una coordinación de actuaciones y efectos especiales impresionante.

La segunda escena es todavía más compleja, porque es en una zona de guerra, con explosiones, disparos, gritos, y gotas de “sangre” que manchan la cámara y permanecen ahí hasta que termina la escena.

A mí me encantó la película, además de ser muy emotiva en varias partes. Una parte de mí hubiera preferido alguna explicación para la causa de la esterilidad; pero realmente es una imperfección diminuta si se le compara con todo el resto. Vayan a verla; sólo sí advierto que tiene algunas escenas muy fuertes de guerra. A mí eso no me afecta en nada, pero conozco gente que sí, entonces se los dejo saber.

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Comparing Programming Languages in real life

Alguien se puso a hacer una comparación de lenguajes de programación en la vida real. De la entrada:

Ada – A WAC colonel built like an amazon. She is always setting strict rules, but if you follow them, she keeps her temper. She is quite talkative, always spouting army regulations, and using obscure military talk. You gotta love her though, because the army says so.

Cute.

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El TOEFL de Puerto Vallarta

Antes que nada, perdón por no tener nada nuevo en varios días y por no haber aprobado o contestado comentarios. No fue por ninguna razón rara; sólo no estuve conectado todo este tiempo.

Acabo de pasar un fin de semana bastante sui generis, por decir lo menos. Resulta que tenía que hacer el TOEFL para mis solicitudes a las universidades donde quiero hacer el doctorado: ya estoy en eso… de nuevo.

El TOEFL que tenía expiró en febrero de este año, y me vine a enterar la semana pasada. Por suerte el GRE dura 5 años, si no también tendría que haberlo hecho; pero el TOEFL era imposible que no lo hiciera. Y para acabarla de amolar, ya no había lugares para hacerlo antes del 15 de diciembre (fecha límite para varias de mis solicitudes) en el DF.

Ni en Querétaro, ni Puebla, ni Guanajuato, ni Morelia, ni en ningún lado relativamente cercano. El único lugar donde todavía podía hacerlo, era Puerto Vallarta. Así que con todo el dolor de mi corazón, tuve que sacrificarme y pedirlo ahí.

Ahora, mucha gente que no me conoce probablemente crea que estoy siendo sarcástico cuando digo que me tuve que sacrificar. No lo estoy siendo; a mí no me gusta la playa. No me gusta el sol, no me gusta la arena, y menos me gusta el agua salada. La combinación me gusta aún menos.

Pero tenía que hacer el TOEFL, y además de Puerto Vallarta sólo había lugares como Mexicalli o Yucatán… Vallarta era la opción menos lejana.

Primero intenté solicitar el TOEFL en línea usando la página del ETS. Por supuesto, el sistema se murió cuando estaba enviando la información de la tarjeta de crédito… dos veces, así que al otro día (el miércoles) hablé por teléfono. Después de cinco minutos de dar mis datos en inglés y explicar que el sistema de la página me había fallado, la señorita que me contestó la llamada me preguntó si quería que continuáramos mejor hablando en español, lo cual yo agradecí infinitamente y terminé de solicitar el TOEFL sin broncas. El jueves fui por los boletos de camión y algunas cosas para el viaje, y el viernes me fui.

Sólo que con la banda habíamos quedado de reunirnos aprovechando que Edgar está en México, así que en mi camino a la terminal pasé a darle un abrazo a Edgar.

Óscar, Yo, Erick y Edgar

Óscar, Yo, Erick y Edgar

Después de un trago con los cuates, ahora sí fui a la Terminal del Norte, donde tomé el camión que hizo doce horas a Puerto Vallarta.

Dado que eran doce horas de ida, y doce de regreso, decidí que era idiota el regresarme el mismo sábado, así que renté una habitación de hotel para regresarme el domingo por la noche a la ciudad. Fue chistoso, en la agencia de viajes en la terminal de Puerto Vallarta les pedí la habitación más económica que tuvieran, y resultó que era una con vista al mar.

Vista de la habitación

Vista de la habitación

Me bañé y descansé un poco del viaje de doce horas, y después fui a comer a un restaurante cerca de mi hotel, también con vista a la playa.

Vista del restaurante

Vista del restaurante

Mi examen era a las 6:00 de la tarde, con órdenes de presentarme a las 5:30, así que estuve baboseando un rato por Puerto Vallarta, y después tomé un taxi al lugar del examen (la “American School of Puerto Vallarta”… o algo similar).

El examen fue mucho más largo de lo que recordaba. Y ahora además piden hablar, y lo graban a uno con un micrófono; esa parte fue nueva para mí, y me puse algo nervioso, pero creo que contesté todo de manera coherente y con una pronunciación entendible. El resto del examen creo que me fue bien; pero ya no le ponen a uno los resultados objetivos. Antes, al final del examen le ponían a uno en pantalla cuánto iba a sacar en las partes que la computadora puede calificar (el ensayo y la otra pregunta de redacción evidentemente no las puede revisar la computadora); pero ahora no. Pero de cualquier forma creo que me irá bien; aunque claro no puedo saberlo a ciencia cierta hasta que salgan los resultados.

Después me regresé al hotel y dormí bien por primera vez en muchas horas, y al otro día fui a pasear por el Malecón, que me lo habían recomendado ampliamente.

Yo en el Caballito de Mar

Yo en el Caballito de Mar

Aunque ciertamente está simpático, sí prefiero más el de Acapulco.

Dado que hacía años que no me remojaba en agua de mar, decidí que era medio absurdo que estando en Puerto Vallarta no lo hiciera, y procedí a meterme al mar.

Yo en la playa

Yo en la playa

Después de unas cuantas horas, refrendé mi posición de toda la vida: no me gusta el mar. La arena se mete por todos lados, la sal se me pega en los pelos del cuerpo (que tengo muchos), y el sol pega constantemente.

Pero estuvo divertido, y satisfice mis requerimientos de agua de mar de aquí a los próximos cinco años. Si puedo evitar la playa en todo ese tiempo, no voy a quejarme.

Me metí a la alberca del hotel para quitarme cualquier resto de sal que la regadera no hubiera eliminado, y me fui de nuevo al Malecón a buscar dónde comer. Comí en la Bodeguita del Medio, donde pude tomar algunas fotos bastante padres de la puesta de sol.

Puesta de sol desde la Bodeguita del Medio

Puesta de sol desde la Bodeguita del Medio

Y donde comí un Camarón dos quesos que estaba delicioso, y me tomé un mojito igualmente rico.

Camarón dos quesos

Camarón dos quesos

Muy chido lugar; nunca había ido. Voy a ir a uno de los dos que están en la Ciudad de México, a ver si están tan padres.

Mi autobús salía a las nueve, así que recogí mis maletas del hotel, y me fui a la terminal de autobuses donde pude fotografiar a una chava bastante guapa. Lástima que por querer ser discreto le quité el flash, y entonces la foto no salió muy bien que digamos.

Guapa en la terminal

Guapa en la terminal

Y me regresé a la ciudad, haciendo de nuevo doce horas. Por supuesto cuando llegué y vi mi correo, resultaba que tenía que terminar un texto de forma inmediata, que fue lo que estuve haciendo ayer y por lo cual esta entrada la escribí hasta ahora.

En total estuve más o menos 60 horas fuera de la ciudad, 24 de ellas en un autobús viendo películas malas o tratando de dormir incómodamente. No lo recomiendo a nadie si pueden evitar algo del estilo.

Y bueno, esta semana tengo que seguir viendo lo de mis solicitudes (tres de ellas; otras dos las voy a enviar en enero o febrero), y preparar mi viaje a Guanajuato porque me voy ahí a un taller de investigación la próxima semana.

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Váyanse a la verga

Después de lo que pasó hoy (y sigue pasando) en la cámara, salió en el noticiero de Joaquín López Dóriga el presidente de la cámara, Jorge Zermeño, llamando “a los legisladores del PRD, a los miembros del PRD, a los simpatizantes de ese partido”, a que (básicamente), permitamos una toma de posesión “tranquila”. Sin broncas.

Para él (y todos los que nos piden eso), sólo les tengo cuatro palabras.

Váyanse a la verga.

No va a haber una toma de posesión “tranquila”… si acaso llega a haber toma de posesión. El gobierno de Calderón comenzará (repito: si llega a comenzar) raspado por el fraude, por la represión en Oaxaca, y por el desmadre político y la inestabilidad que ellos causaron, desde el desafuero, la campaña sucia, la intervención de Fox en las elecciones y la parcialidad del IFE y del Tribunal Electoral.

Fox empezó su sexenio con un capital político y una legitimidad formidables. Se podía decir mucho del guanajuatense (yo dije mucho), pero llegó limpiamente a la presidencia y eso significó una confianza (o beneficio de la duda) de la mayoría del país (aunque muchos como yo nunca le dimos ni siquiera eso).

Fox terminó su sexenio (porque ya acabó… por suerte) en fracaso. Utilizando la represión y la manipulación de medios de la misma forma (y en algunos casos peor) que como hacía el PRI en sus peores épocas; con el mayor número de indocumentados que ningún otro sexenio haya generado; con la delincuencia organizada descabezando gente en varios estados del país; con la soberanía nacional una broma; con una reducción vergonzosa en educación pública, investigación, salud y seguridad social; etc., etc., etc.

Si comenzando el sexenio con tanto le fue tan de la chingada a Fox, sólo espero que estén conscientes de cómo le va a ir a Calderón. Si llega.

Y repito: váyanse a la verga los que crean que nos quedaremos sentados y esperaremos seis años a ver si entonces se les antoja al Consejo Coordinador Empresarial no pagar para transmitir comerciales ilegales en tiempo de elecciones, o a ver si al presidente que esté se le antoja no meter las manos en la elección, o a ver si el IFE y el Tribunal Electoral se les antoja comportarse como la ley les exige. Vamos a movilizarnos desde el día uno, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitar que le sigan dando en la madre a la infraestructura energética del país, para evitar que sigan descuidando la salud y la educación pública en México, y para evitar que sigan mancillando la soberanía nacional.

La designación de Francisco Hernández Acuña (famoso por torturar estudiantes en Guadalajara) para la Secretaría de Gobernación manda una señal muy clara: Calderón (si llega) va a llegar dando putazos. Metiendo la PFP con todavía más fuerza en Oaxaca, y probablemente en cualquier movilización de importancia.

Que lo intente. Como si no estuviéramos acostumbrados.

El sexenio de Calderón empieza (si acaso empieza) mal. Y si transcurre como se deja adivinar que lo hará, cada vez irá peor. Y yo (y millones como yo) no le daremos cuartel ni respiro: con o sin PFP.

Así que a los que, después de llamarnos peligro para México, de descalificarnos de todas las formas que se les pudo ocurrir, y de hacer todo lo posible por evitar que un candidato de izquierda llegara a la presidencia (fraude electoral incluido), ahora llaman hipócritamente a la “unidad” y a la “paz” y al “orden”…

Lean el título de esta entrada.

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“The dream is gone”

There is no pain you are receding
A distant ship, smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can’t hear what you’re saying.
When I was a child
I caught a fleeting glimpse
Out of the corner of my eye.
I turned to look but it was gone
I cannot put my finger on it now
The child is grown,
The dream is gone.
I have become comfortably numb.

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Introducing Lorelai Planetarium

Después de meses de negarme a ver las Gilmore Girls al ver cómo empezaba la séptima temporada, vi con mi madre los primeros siete capítulos. Después vi yo solo el octavo (Introducing Lorelai Planetarium), porque para ese no tenía subtítulos en español.

Me hizo sentir mal. No enojado, no molesto, no incómodo: mal.

Muy mal.

Una de dos: o planean tener una octava temporada (lo que yo consideraría un terrible error), o van viendo rapidito cómo le componen, porque las cosas se están deteriorando a pasos agigantados.

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La insurrección en Oaxaca

Estaba escuchando a Denise Maerker, y realmente no podía creer cómo relató (junto con su enviado en el lugar) la crónica de lo que ocurrió en Oaxaca. No sólo las omisiones descaradas (como el hecho de que había francotiradores apostados en los edificios del centro, o que había gente vestida de civil disparándole a la multitud), sino la insinuación (si no es que acusación directa), de que esto era culpa de la APPO.

En cualquier lugar del mundo, incluyendo México si no fuera por esta coyuntura, donde un estado estuviera en tan obvio desmadre, el gobernador hubiera renunciado hace meses. Lo único que mantiene a Ulises Ruiz en la silla gubernamental es la PFP: a eso fue la policia militarizada a Oaxaca, a sostener a Ruiz lo suficiente para que se llegara al primero de diciembre sin perder el apoyo del PRI.

La PFP no entró a mantener la paz, ¿o alguien ha oído de algún grupo paramilitar o policías estatales que haya sido detenido por la PFP aún cuando está documentado los múltiples crímenes que continuamente cometen contra integrantes de la APPO? Entró a mantener a Ruiz al menos hasta el primero de diciembre, y pensando sólo en el intento de toma de posesión.

¿Qué va a pasar después del primero de diciembre? Depende de si Calderón logra tomar posesión. Suponiendo que lo lograra, yo creo que el tipo va a ordenar la represión inmediata. No lo sé; aunque ciertamente un montón de gente de derecha llama a la represión encarnizada.

Lo que sí es innegable es que ha sido un crimen por parte del gobierno federal el alargar este conflicto que ha costado ya varias vidas, por la única razon de mantener el apoyo priista que necesitan para intentar llevar a buen término la toma de posesión.

Que ni siquiera me parece que lo consigan.

Y pensar que había idiotas que creían que el conflicto acabaría con la entrada de la PFP.

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“…y, de preferencia, no tan cara”

Con mi hermano en el messenger:

Mi hermano: Mis cuates me hacen una consulta urgente, y el único que es capaz de dar el ancho a semejante cuestionamiento eres tú.
Yo: A ver.
Mi hermano: Estamos por contratar una página porno, con mi tarjeta de crédito, pero necesitamos saber cuál es la mejor, la más segura y, de preferencia, no tan cara (este último punto no es tan relevante).

¿Les había dicho cuánto quiero a mi hermano? Un chingo.

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El nuevo trailer de Harry Potter

Después de que varios lectores comentaron que qué chido estaba el nuevo trailer de Harry Potter, por fin tuve el tiempo suficiente para bajarlo y verlo.

El trailer se ve chido, si bien estoy convencidísimo de que la quinta película va a ser tijereteada hasta la ignominia. No hay de otra, ciertamente; el quinto libro es enorme.

Como sea; me emocionó ver el trailer, y esta escena en particular:

Helena Bonham Carter

Helena Bonham Carter

Helena Bonham Carter se me hace perfecta para el papel de Bellatrix Lestrange. Bellísima, pero con cara de loca degenerada.

Esta escena (aunque indudablemente dramática) en cambio me dice que no habrá thestrals en la película. Si van en escobas a Londres, los thestrals básicamente dejan de tener importancia.

No thestrals

No thestrals

La verdad lo entiendo; no son terriblemente importantes y ciertamente se ahorran bastante tiempo si no tienen que explicarlos. Como sea, me hubiera gustado ver el efecto especial de los animalotes.

Lo único realmente malo es que falte tanto para la película. Y para la última novela.

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Eldest

Después de terminar Eragon, decidí seguirme y leer Eldest. Voy a dar spoilers, así que si siguen leyendo aténganse a las consecuencias.

Lo acabo de terminar; éste sí me atrapó, tomando en cuenta además que es considerablemente más grueso.

Sin duda alguna es mejor; Paolini mejoró bastante después de escribir la primera parte. La historia sigue siendo predecible y llena de lugares comunes de años de historias de elfos y enanos, pero sigue siendo entretenida, es consistente y además profundiza en cosas como la filosofía y religión de los habitantes Alagaësia, y en cómo funciona la magia y de dónde viene.

Además en lo particular a mí me gustó bastante que no hay deidades, que “cuando el cuerpo se destruye también el alma” (lo que evita cualquier concepto de “más allá”), y que los elfos busquen explicaciones racionales (básicamente científicas) a todo. Se me hace muy original que la magia sea sencillamente una forma de manipular energía.

Esta padre esta novela, me gustó bastante más que la primera. Ahora la bronca es cuándo carajo saldrá la tercera.

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2 películas 2

Ayer fui al cine dispuesto a aventarme uno de mis clásicos maratones de miércoles de 2 × indio, pero Babel no me quedaba; era esperar casi dos horas en Perisur. Así que sólo me aventé dos.

Se aplican los advertencias de spoilers normales.

  • La Science des rêves (La ciencia del sueño).
    La Science des rêves

    La Science des rêves

    Qué película tan chida. Tenía ganas de verla desde que leí la crítica del Filthy Critic. A mí no me gustó tanto (el tipo le dio cinco dedos; casi nunca hace eso), pero sí se me hizo muy bonita, muy original y muy divertida. También increíblemente pacheca; pero era medio inevitable si estamos hablando de sueños.

    La recomiendo sin duda alguna, pero tengo que advertir que esta película no le va a gustar a mucha gente, creo yo. A mí se me hizo muy chida (inocente–en el buen sentido de la palabra–me gustaría decir), pero entenderé perfectamente a quienes no les guste.

  • The Departed (Los Infiltrados).
    The Departed

    The Departed

    Esta película está muy chida. También tiene unos hoyotes en la historia y la resolución más idiota (y sencilla) que se le pueda dar a una trama… sencillamente matan a toditos.

    Pero realmente son pequeños baches; la película es rapídisima y todo mundo actúa bien. Venga, Leonardo DiCaprio actúa bien. No sólo eso; actúa mejor que Matt Damon… aunque siendo justos su papel es más lucidor.

    Está padre; sólo no es espectacular ni nada por el estilo. Ah, y la música está muy chida. Vayan a a verla.

No había escrito de mi ida al cine porque he estado ocupado, para variar en cosas importantes.

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Pine

Salió en Slashdot que Pine, el venerable programa de correo electrónico, va a perder su sitio de parches.

Pine tiene en primer lugar un sitio de parches porque no es Software Libre. Se podría discutir si es o no Open Source (yo creo que sí lo es), pero ciertamente no es lo suficientemente libre como para que alguien tome el código y comience a mantenerlo si así lo desea. Se necesita permiso especial de la Universidad de Washington, que es la “dueña” del código.

En general, esta noticia no me interesa en lo más mínimo; pero me hizo recordar mi breve uso de Pine al inicio de la carrera, y los distintos clientes de correo electrónico que he utilizado desde que tengo correo… que son sorprendentemente pocos, por cierto (descontando clientes webmail).

Al inicio de la carrera yo no utilicé mi correo electrónico. No lo necesitaba en ese entonces; no conocía a nadie fuera de la Facultad que usara correo electrónico, y dentro de la Facultad no era necesario utilizarlo: la única materia de la carrera era Matemáticas Discretas, y ahí no había laboratorio. En las materias de Matemáticas era aún menos necesario.

Comencé a usar mi correo (cpelaez@ada.fciencias.unam.mx, creo que aún sirve, por cierto) hasta segundo semestre cuando tuve mi primer materia de la carrera que necesitaba laboratorio. Siguiendo a la manada, utilicé Pine para leer mi correo; casi todos los newbies era lo que usábamos.

Pine sin duda alguna funcionaba. Era feo y triste; pero era puro amor. Yo creo que hubiera seguido usándolo si no fuera por dos razones: comencé a utilizar mucho Emacs (todavía no XEmacs, creo), y descubrí con horror que meter acentos en Pine era ligeramente engorroso. Era 1998.

Como a mí siempre me ha interesado escribir en español, no en espanol, y como ya había descubierto cómo escribir caracteres acentuados y eñes en Emacs, no tardé mucho en descubrir rmail y pasarme de volada a ese cliente. Rmail, debo hacer la aclaración por si no es obvio, es un programa escrito en elisp, y que corría dentro de Emacs.

Eso tiene ventajas y desventajas. Las ventajas son obvias; uno utiliza Emacs para escribir correos. Todo el poder de Emacs (y elisp) están ahí para que uno pueda escribir los tres párrafos que en promedio tiene un correo. Las desventajas también son obvias: uno utiliza Emacs para escribir correos. Todo el consumo de memoria y procesador que utiliza Emacs son necesarios para escribir los tres párrafos que en promedio tiene un correo.

Rmail funcionaba. Mejor que Pine, debo decir, si bien le faltaban ciertas cosas que cualquier cliente de correo moderno tiene: en particular hilos (threads); que una serie de correos sobre un mismo tema se aniden. En rmail (y Pine, en esa época) todos los correos sencillamente aparecían uno detrás del otro. Eso era inconveniente, por decir lo menos. Especialmente si uno comenzaba a suscribirse a listas de correo como degenerado, que fue lo que yo hice.

Por esa razón, y porque me mudé a XEmacs, decidí pasarme a Gnus. Gnus también corría dentro de XEmacs, pero tenía soporte para hilos (dado que, originalmente, era un cliente para news, no para mail), y de hecho tenía una cantidad ridícula de cositas que lo hacían increíblemente poderoso. A partir de que comencé a usar Gnus, de vez en cuando veía otros clientes de correo electrónico, pero era dolorosamente obvio que ninguno le llegaba a los talones a Gnus.

Y así seguí durante años; y tal vez así hubiera seguido si no fuera por una combinación de circunstancias. La primera es que comencé a usar GNOME en serio, y quería un cliente de correo que utilizara Gtk+ 2. La segunda es que descubrí GnuPG, y quería empezar a firmar digitalmente mis correos. Con este punto debo hacer la aclaración de que estoy seguro de que se puede utilizar GnuPG con Gnus… y también estoy seguro de que en ese entonces (hace unos tres años) era una desmadre hacerlo. La tercera circunstancia es que en Gnus es, para motivos prácticos, imposible mover un correo de una “carpeta” a otra. Lo cual tiene sentido si uno comprende que Gnus no era originalmente un cliente de correo, sino uno de news.

Gnus por lo demás hacía todo lo que ahora hago con Evolution; se podía filtrar SPAM con SpamAssassin, se podía poner cualquier script para generar firmas (lo que va al final del correo; yo utilizo fortunas), etc. Y ciertamente fue Evolution el primer cliente que encontré que hacía eso y más. O lo hacía más fácil; por ejemplo, en Gnus borrar un correo era particularmente engorroso (una vez más, legado de ser un cliente de news originalmente).

Evolution me gusta bastante; se integra sin ningún problema con GnuPG y con SpamAssassin; mis contactos y calendario se sincronizan con mi Palm; puedo utilizar cualquier script para firmar mis correos; puedo verificar firmas digitales apretando un botón; firmo digitalmente mis correos de forma transparente; si así lo deseo puedo cifrar un correo completamente; etc., etc., etc.

Evolution también tiene sus broncas, claro. En primer lugar, sí es pesado en memoria y procesador. Y en segundo lugar, sí me gustaría tener un cliente de correo electrónico, un programa para manejar contactos, un programa para mi calendario y un programa para memos y lista de tareas; no tenerlo todo junto en un programa enorme.

Pero quitando eso, es un excelente cliente de correo electrónico.

Ahora, lo obvio es preguntar: ¿por qué no utilizar un cliente de webmail? Sí lo utilizo, y el que yo creo que es el mejor: GMail; pero no es mi correo electrónico principal.

Las razones son varias. Primero, aunque GMail da tres gigas (casi) de espacio, el punto es que tengo espacio limitado. Si quiero conservar mis correos para siempre, lo único que me garantiza espacio suficiente es tenerlos en una máquina que yo controle. Segundo, no hay manera de usar GnuPG, a menos que yo a pie cree los adjuntos necesarios al correo, lo cual está de hueva. Y tercero; estoy muy orgulloso de que mi correo termine con “unam.mx”, y es algo que no quiero dejar de usar nunca para mi correo principal. Que además sea “ciencias.unam.mx” es un bono extra.

Las ventajas de un correo webmail son obvias; principalmente la capacidad de consultar y responder o mandar correos desde cualquier máquina con un navegador. Mi cuenta en Ciencias tiene un cliente web, que utilizo para emergencias. Para otras cosas, como listas de correo y cosas así, utilizo mi cuenta de GMail (no quiero guardar en mi máquina mis correos de listas; ya hay archivos en la red).

Pero mi correo principal, el que uso exclusivamente para cosas académicas y con el que uso Evolution como cliente, es el de Ciencias. Y Evolution es un gran cliente de correo electrónico.

No sé si eventualmente aparezca un mejor programa (ya no llegué a probar Thunderbird, por ejemplo), pero a menos que Evolution me de algún tipo de problema, yo creo que seguiré usándolo indefinidamente.

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Grub

Hace ya casi 10 años, instalé Linux en mi casa por primera vez; una versión modificada de RedHat Linux que unos chavos aquí en México hacían.

En ese entonces no había de otra: uno instalaba Lilo porque no existía ninguna alternativa. Y de hecho, el paso de que Lilo quedara bien era el fundamental; si después de todo el desmadre que era instalar Linux uno veía el prompt de “LILO:” al reiniciar, básicamente se estaba del otro lado.

Después de un rato me volví bastante experto en las opciones que venían con Lilo, y conforme fui probando otras distribuciones y reinstalando cada vez, siempre puse Lilo; incluso cuando Grub apareció en escena.

Cuando instalé Gentoo, en el Handbook decía que lo “recomendado” era utilizar Grub, aunque (por supuesto) se puede instalar Lilo sin ningún problema. Eso es decir mucho, porque Gentoo no se eligen paquetes para recomandar porque sean fáciles de usar; generalmente se eligen basados únicamente en el mérito técnico. Pero a mí me valió madre e instalé Lilo.

¿Tiene algo de malo Lilo? No, en absoluto. Es un programa probado hasta la ignominia y que hace muy bien su trabajo. Sólo es viejo, y poco flexible. Pero funciona y funciona bien.

Entonces, ¿para qué cambiarse a Grub? Me gustaría decir que son los méritos técnicos, o que es porque no hay que correr ningún comando después de modificar el archivo de configuración, o porque estoy tratando de ser más “moderno”. Pero no: la verdad es que cambié a Grub porque tiene temas más bonitos y además las etiquetas para cada sistema operativo pueden tener espacios (y entonces se lee “Gentoo Linux 2.6.18-2” en lugar del poco llamativo “linux” que hasta ahora siempre había tenido).

Fue trivial cambiar de Lilo a Grub, y la verdad sí está bastante más bonito. Lo voy a poner en mi laptop también dentro de poco (nada más recupere el eliminador de corriente), y es lo que voy a instalar desde ahora cuando le instale a alguien más Linux. Exceptuando si instalo un servidor; ahí sí creo que Lilo es mejor opción.

Lilo es un gran programa que durante años me funcionó sin ningún problema; sólo que era hora de cambiar a la opción más moderna.

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Eragon

Juan me había platicado de la novela hacía meses (si no es que años), pero sencillamente no había tenido el humor para agarrarla y leerla. Con la película literalmente encima, decidí que era hora de por fin ver cómo estaba: no me gusta ver una película basada en una novela si no la he leído antes; con Harry Potter de hecho también leí la primer novela con la película encima… para ser exacto, la película llevaba casi un mes en cartelera cuando por fin leí la novela. Leí Eragon en inglés; a estas alturas del partido creo que es mejor ahorrarse cualquier problema que pudiera venir con la traducción.

Si hay algo que aprecio mucho en una historia, es la originalidad de la misma. Es de las cosas más atractivas de Harry Potter, creo; a pesar de que pasa por un montón de lugares comunes, a mí me parece que de cualquier forma en su núcleo las novelas del mago adolescente son muy originales. También me queda claro que ser original no sólo es terriblemente difícil, sino que además conforme transcurre el tiempo y surgen nuevas historias, es cada vez más difícil.

Por eso no es para nada de extrañar que Eragon pueda ser muchas cosas menos original. Eso no es algo inherentemente malo; El Silmarilion es básicamente un recuento de un montón de leyendas épicas europeas de la Edad Oscura: y eso no demerita en nada a la obra. Lamentablemente, Christopher Paolini no es J. R. R. Tolkien: Tolkien era un académico, un estudioso de años de la lengua inglesa y (muchos lo dicen) la autoridad máxima en su tiempo en Beowulf.

Paolini básicamente vio la Guerra de las Galaxias.

Son tan dolorosamente obvias las similitudes entre las historias, que de verdad uno sabe qué va a pasar las tres cuartas partes del tiempo. “Ah, sí; ahorita matan a Obi-Wan… digo, Brom”.

Para la otra cuarta parte, uno sólo tiene que aplicar tantita lógica a todo el legado de obviedades que nos han dejado las historias de elfos/enanos/magos/dragones que son comunes en cualquier obra de fantasía de este estilo. El único elemento que al inicio podría parecer medianamente original (cómo funciona la magia en Alagaësia), resulta ser una copia (pasada por agua) de la magia en las novelas de Earthsea de Ursula K. Le Guin.

La novela termina siendo, pues, poco original, bastante predecible y (siendo escrita por un chavo casi adolescente que lo educaron en su casa toda la vida y que nunca fue a la universidad) no terriblemente bien escrita, si bien hay que hacer la aclaración de que no está mal escrita.

Dicho eso, la novela me gustó bastante. Está divertida, no es aburrida en ningún momento (si bien nunca me atrapó de que no pudiera soltar el libro), los personajes están bien definidos (si bien son instancias del stock común para este tipo de personajes) y uno se encariña con ellos, y sí tiene suficiente acción como para que nada más por eso valga la pena el libro.

Pero además, si hay algo que creo que esta novela aporta al género de fantasía, es el diálogo y actitud de los personajes; particularmente Eragon y Saphira (obvio dado que son los principales), pero todos los personajes del libro en general rompen el estereotipo de hablar como si estuvieran dando un discurso todo el tiempo, incluso para pedir la mantequilla en el desayuno:

Pasadme, ¡Oh, amigo de tantas batallas!, la mantequilla, por favor.

Ese tipo de diálogo no aparece en la novela (al menos no todo el tiempo), y yo lo agradezco mucho. Los personajes en general hablan como gente normal, se hacen bromas y utilizan sarcasmos, y creo que en gran medida por eso caen tan bien. También agradezco el que nos ahorren algún personaje secundario que sirva únicamente de alivio cómico, por cierto.

La novela es muy disfrutable, y la recomiendo sin duda alguna. No creo que llegue a ser un clásico (en mi opinión le falta mucho para eso), pero tampoco creo que caiga en el olvido (y menos con la película que viene). Que por cierto, nada más de ver el trailer (que no había visto porque quería primero terminar la novela) ya empieza a preocuparme: especialmente por todo lo que se refiere a Arya. Pero bueno, falta menos de un mes para que la estrenen, así que ya lo averiguaremos.

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