La doble ‘s’

Hay cosas que yo sencillamente no hago. Una de ellas es salir de la Ciudad durante las vacaciones de semana santa. Varios conocidos míos dirían, algo cínicamente debo agregar, que yo nunca quiero salir de la Ciudad; y hasta cierto punto tendrían razón.

Pero en semana santa es todavía más extremo; de verdad tendrían que darme razones muy poderosas para que me pudieran convencer de salir de la Ciudad en estos días. Y digo que tendrían que darme, porque obviamente nunca saldría de mí la idea.

En otras fechas puedo sin ningún problema salir de mi Ciudad. No necesariamente me va a agradar la idea, pero sin problemas puedo hacerlo. En semana santa va casi en contra de mis principios.

No sólo es un infierno entrar y salir de la Ciudad estos días; además son justo los días cuando más chido es andar paseando por la Ciudad, si uno acepta alegremente la idea de que un montón de cosas estarán cerradas.

De hecho, no creo haber salido de la Ciudad durante ninguna de las semanas santas de mi vida.

Como sea, este año no fue excepción; lo que sí es que no salí a ningún lado porque me quedé a trabajar (ya saben, el doctorado y la chingada). Pensé que tendría (como suele ser el caso) paz y tranquilidad para trabajar sin interrupciones.

Hasta que, claro, ayer en la noche uno de mis vecinos decidió tener una mega fiesta. Para ser sincero, no sé si fue mega; pero sí fue muy ruidosa. Con lo cual en general yo no tengo problemas; el problema es que se la pasaron cantando todo el tiempo.

Y sus habilidades de canto eran, por decir lo menos, básicamente inexistentes.

Supongo que podría haber sido peor.

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El mundo invisible de René Magritte

El martes (antes de ir a la Cineteca) fuimos a ver El mundo invisible de René Magritte en el Palacio de Bellas Artes. Siempre es divertido ir al pastelazo de quince años, y la exposición estuvo simpática, a pesar de que me pareció algo pequeña y poco después de que llegamos comenzó a llenarse rápidamente (semana santa o no).

Estuvo simpático; y después fuimos a comer a Los Girasoles, que es de mis restaurantes favoritos cerca del Centro.

Me encanta mi Ciudad; especialmente cuando me la dejan casi para mí solo.

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Recuérdame

El lunes fui al cine, a ver Remember Me, una película que no escogí. No estuvo tan mal, pero sí sigo con ganas de ver Cómo entrenar a tu dragón. Y luego el martes fui a ver LOL@, a la Cineteca; y de nuevo me quedé con ganas de ver Cómo entrenar a tu dragón.

Se aplican las de siempre.

  • Remember Me (Recuérdame).
    Remember Me

    Remember Me

    Me gustó cómo una crítica de cine resumió esta película: tragedias que le ocurren a gente bonita. O como decía un cuate mío hace años: historias de niños blancos con problemas.

    En general estaría bien; me gusta el drama. Sólo el final es tan barato y tan emocionalmente chantajista, que de verdad le roba la poca seriedad que podría tener la película. También desconcierta ver a tantos actores británicos intentar (miserablemente a veces) hablar con acento neoyorkino.

    Quitando el final, la película está bien hecha, bien actuada, y bien contada. Y ciertamente yo nunca me voy a quejar de ir al cine a ver gente bonita sufriendo; y sin duda Emilie de Ravin está suficientemente chula.

    Sólo no sé si recomendarla; pero lo que sí es que se puede ver en DVD sin ningún problema.

  • LOL@ (LOL – Laughing Out Loud).
    LOL@

    LOL@

    Básicamente una comedia adolescente, con la particularidad de que ocurre en París, Francia. Me divirtió, y ciertamente es refrescante ver una comedia con adolescentes que de verdad son adolescentes (no como las gringas, con veinteañeros), y donde además se rompe el idiota molde gringo de la noche de graduación y la chingada.

    Probablemente la historia es igual de pendeja que la de mi novelita, pero está divertida, y ciertamente es original cómo muestran el papel que juegan actualmente las tecnologías de la comunicación en las relaciones de los chavos de este siglo.

    Pero es completamente posible no verla en el cine; aunque sí la recomiendo por divertida

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Alicia en el País de las Maravillas

El martes por fin fui a ver Alice in Wonderland. Supongo que ya todo mundo y sus hermanos fueron a verla, pero de cualquier forma la voy a comentar.

Alice in Wonderland

Alice in Wonderland

Primero que nada, déjenme decirles que, a pesar de que las novelas de Carroll me parecen divertidas, no creo que tengan la mejor narrativa del mundo. Todo lo contrario; es mi opinión que es el equivalente de la Inglaterra victoriana a un viaje con hongos de Huautla. Y por lo tanto hacer una película siguiendo la historia al pie de la letra sería no sólo absurdo, sino ligeramente estúpido. En ese sentido la película clásica de Disney me parece bastante pasable, por cierto.

Tim Burton sencillamente manda al carajo la historia original, y hace una especie de secuela; pero más bien me parece que la mejor interpretación es que Burton sencillamente quiso filmar su interpretación de la novela de Carroll.

A mí me fascinó; me parece surreal (sin perder por ello una narrativa más o menos coherente), divertidísima, muy bien hecha en la animación por computadora, y maravillosamente actuada. Además, lo mejor de la novela (varias líneas que los personajes tienen, en mi opinión) es más o menos preservada.

Súmenle a ello que Johnny Depp y Helena Bonham Carter se roban todas sus escenas (como suelen hacer), que Anne Hathaway es fabulosa como la etérea y ligeramente sicótica Reina Blanca, y que Mia Wasikowska está muy chula, y la película es realmente buena. Como pilón, por si fuera poco, las inconfundibles voces de Alan Rickman, Christopher Lee y otros varios actores británicos le dan vida a varios de los fumados personajes en la historia.

Yo me divertí horrores viéndola; y aunque sigo creyendo que la pendejada esta 3D es más farol que sustancia, al menos no me resultó de hecho molesta, como me ha sucedido en otras ocasiones.

Váyanla a ver.

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Y ahora son seis

Total que por fin decidieron los del Instituto Clay que Gregori Perelman se merecía uno de los premios del milenio por haber resuelto la conjetura de Poincaré.

De eso no es esta entrada.

La entrada es de que decidí leer el artículo de la Wikipedia que más o menos platica, sin entrar en muchos detalles técnicos matemáticos, la prueba de Perelman para la conjetura. El artículo me parece fabuloso, y me estaba meando de la risa al leer cómo concluye:

Then he rebuilds the original manifold by connecting the spheres together with three-dimensional cylinders, morphs them into a round shape and sees that, despite all the initial confusion, the manifold was in fact diffeomorphic to a sphere.

Después de toda la confusión inicial. Altamente recomendable; léanlo.

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Higinio

Hace unos días me encontré en la Facultad de Ciencias a uno de mis antiguos camaradas de la huelga de 1999, y me preguntó si ya sabía. Le dije que no, y me comenzó a contar que Higinio estaba hospitalizado después de que le había dado meningitis, que ya lo habían desahuciado dos veces pero que seguía luchando.

El viernes sin embargo, Higinio falleció. La Jornada tiene una cobertura más o menos decente de los logros que tuvo Higinio.

Durante la huelga, la enorme mayoría de estudiantes que al inicio apoyó el movimiento se dividió en dos bloques: los pusilánimes que se espantaron de cuánto estaba durando la huelga, y quisieron levantarla aunque no se hubiera conseguido realmente nada; y los dementes que querían (por diversos motivos) que durara indefinidamente… y me queda perfectamente claro que en ambos grupos había infiltrados cuyo objetivo principal era sencillamente darle en la madre a la UNAM, porque ambas alternativas dañaban a la Universidad.

Yo no podía en buena conciencia apoyar a ninguna de esas dos facciones; no podíamos levantar la huelga mientras Barnés siguiera siendo rector y las cuotas siguieran ahí; y era pendejísimo el pensar que había que mantenernos en huelga de forma aferrada sin buscar modos inteligentes de forzar a la Rectoría a sentarse a dialogar.

Ahí fue cuando yo conocí a Higinio (aunque ya habíamos coincidido cuando fui a Chiapas en 1994), y casi de inmediato comencé a trabajar en su grupo. Dentro de la bola de personajes que fluctuaban entre la demencia y la estupidez, Higinio (y en gran medida su grupo) siempre fue alguien que mantuvo la lucidez de entender que no podíamos levantar la huelga al menos hasta que se garantizara que las cuotas se echarían para atrás, pero que eso mismo debía forzarnos a buscar maneras de destrabar el conflicto. Además de eso, Higinio siempre fue alguien que se caracterizó por su congruencia, por su honradez, y (algo nada despreciable en ese mundo lleno de divas) por su humildad.

Yo creo (realmente nunca podré saberlo con certeza) que yo terminé en la cárcel justo porque durante los últimos meses de la huelga yo siempre estuve con Higinio. Parecía, toda proporción guardada, que actuaba como su guardaespaldas.

Al término de la huelga, y cuando por fin logramos sacarlo del bote, Higinio me invitó (junto con otro par de compañeros) a que siguiera trabajando con él. Yo ahí fue que terminé tomando una decisión fundamental en mi vida, aunque no caí en cuenta sino hasta mucho después: le dije que no, gracias. Mi vida no era (ni es) la política; yo iba a terminar mi carrera, trabajaría o haría un posgrado, y daría clases y otras cosas académicas. Siempre seguiría participando en las movilizaciones sociales a las que yo considerara importantes, pero mi vida principal no sería eso.

Y así ha sido desde entonces.

A partir de ese momento dejé de ver a Higinio, aunque seguí oyendo de las cosas a las que se dedicaba. Todavía hace pocos meses me lo encontré en mi Facultad; como generalmente era con él, estaba en chinga.

La muerte de Higinio me duele por muchas razones; no sólo perdimos a un líder de los que hacen falta: decente, honesto, con una visión clara y trabajador como pocos. También yo en particular perdí a un amigo, a alguien a quien siempre admiraré y respetaré.

Me queda el consuelo de que Higinio alcanzó a ver que todo lo que hicimos durante la huelga en gran medida valió la pena, y que la Universidad sigue siendo (y no hay visos de que pueda cambiar dentro de poco) pública, gratuita, laica. Y bien chida.

Porque el color de la sangre jamás se olvida
Los masacrados serán vengados
Vestido de verde olivo
Políticamente vivo
No has muerto, no has muerto, no has muerto camarada
Tu sangre, tu sangre, tu sangre será vengada

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De regreso

A punto de salir de regreso para la Ciudad, pondero acerca de este coloquio, el segundo al que atiendo. Fue una semana particularmente interesante; fabulosa en casi todos los aspectos, algo dolorosa en algunas.

Pero antes que nada, me alegro de que al fin y al cabo yo estoy en control de mi vida… o al menos tanto como puede estarlo alguien normal.

I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.

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Querétaro

Y ahora estoy en Querétaro para el XXV Coloquio Víctor Neumann-Lara de Teoría de las Gráficas Combinatoria y sus Aplicaciones, bajo una luna fabulosa. Estaré aquí hasta el 6 de marzo, después de que dé una presentación el viernes.

Durante todas las veces que he ido a Guanajuato, siempre paso por Querétaro. Sólo he comido aquí una sola vez, y exceptuando esa ocasión, sólo he venido a esta ciudad al Primer Encuentro Nacional de Computación, el ENC 99 en (¡sorpresa!) 1999. Así que al menos es relativamente novedoso que ahora me quede aquí.

No esperen muchas actualizaciones esta semana.

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Orgasmos

Bajo circunstancias que no vienen al caso, fui a ver Orgasmos, la comedia. Hacía un ratote que no iba al teatro, y la verdad me tuvo botado de la risa la obra durante casi todo el tiempo.

Originalmente yo quería ver un musical, pero Avenida Q la quitaron de la cartelera sin que yo me enterara. Orgasmos, por lo que leí, sería un poquito como Defendiendo al Cavernícola (que ya he visto varias veces), y decidí que mejor viéramos esa.

No me arrepiento; aunque la verdad Defendiendo al Cavernícola está mejor. De todas formas Orgasmos está muy divertida, y me tocó verla con Shaula Vega que es maravillosa; a mí me encantó la chava. Guapa, sexy, y muy muy divertida.

Yo sí la recomiendo.

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Nine, una vida de pasión

Esta semana terminó siendo bastante atípica; entre otras cosas, terminé yendo cuatro veces al cine. El viernes fui a ver Nine, y salí con los ojos bañados en lágrimas y en un éxtasis emocional.

Se aplican las de siempre.

Nine

Nine

Del mismo director de Chicago, Nine es un espectacular musical basado en , la clásica película semi autobiográfica de Federico Fellini. Con una producción tan pulida (si no es que mejor que) la de Chicago, y unos números musicales fabulosos, nada más por eso valdría la pena ver la película.

Pero además está el elenco: dirigido por un maravilloso Danie Day-Lewis en el papel de Guido Contini, un atormentado y confundido director de cine (y veladamente el mismo Federico Fellini), y rodeado de siete mega súper ultra suma cum reinas: la hermosísima Marion Cotillard como la sufrida esposa; la fabulosa Penélope Cruz como la demente amante; la endiosada Nicole Kidman como la musa etérea; la aún maravillosa Judi Dench como la amiga y confidente; la sabrosísima Kate Hudson como la reportera coqueta; la talentosísima Fergie como el objeto juvenil de deseo; y por último pero no por ello menos importante, la increíblemente bella (a sus doscientos años) Sophia Loren como la edípica madre.

Cada personaje tiene su número musical, excepto Day-Lewis y la Cotillard, que tienen dos; y además está el número musical inicial y el final, donde salen todos pero nadie canta. Los números de la Cotillar son buenos; pero el segundo está de no mamen: no sólo es bella, sexy y cantando súper bien: además es un número fabuloso. El número de la Cruz es increíblemente divertido y uno de los más sexys (tomando en cuenta que todos son sexys), y la española se roba todas sus escenas. El número de la Kidman no es particularmente bueno; pero la actriz aparece tal vez lo más hermosa que ha aparecido nunca. Es una diosa. El número de la Dench es simpatiquísimo, y la mujer a sus 75 años incluso logra verse sexy. El número de la Hudson es divertidísimo, probablemente el más pegajoso, y lo único triste es que la pobre mujer se equivocó de década: debió ser veinteañera en los sesentas. Cuando me enteré de que salía Fergie, la verdad me dio mala espina; pensé que sólo la habían puesto porque está sabrosa. No sólo está sabrosa; el número de la Fergie es posiblemente el más espectacular de todos, y ella sin duda alguna es la que mejor canta (que no debería extrañarnos; a eso se dedica). Por último, la Sophia Loren es impresionante a sus 75 años, saliendo a escena aún bella y con unos tacones de veinte centímetros.

Pero además de los números y el elenco, la historia está bonita y muy bien contada; y el final es posiblemente el mejor que he visto, tal vez desde el que tuvo Cinema Paradiso.

Yo me metí a ver está película sin muchas expectativas; creí que me gustaría, pero la verdad no tenía idea de lo fabulosa que resultaría. Es increíble; de verdad tienen que ir a verla. Varias veces. En el cine.

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Una fabulosa, otra meh

Después de un periodo de no haber ido al cine tan regularmente como me hubiera gustado, terminé viendo tres películas en menos de una semana; además de The Lovely Bones el viernes, vi el martes Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans, y ayer The Wolfman.

Se aplican las de siempre.

  • Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans.
    Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans

    Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans

    Bad Lieutenant es de las mejores películas que he visto en mucho tiempo. También sin duda es de las mas divertidas; y la actuación de Nicolas Cage es arrebatadoramente buena, si bien yo sigo diciendo que Morgan Freeman debe ganar el Oscar por Invictus.

    Cage interpreta a un mal policía (obvio), que va cayendo en una espiral de adicción y violencia después de volverse adicto a medicamentos contra el dolor por lastimarse la espalda al salvar a un prisionero durante el relajo del huracán Katrina en Nueva Orleans.

    La historia en sí es sencilla, pero Herzog la relata de forma magistral y con un excelente humor oscuro todo el tiempo. Y Cage hace un trabajo espectacular mostrando a un individuo, originalmente incluso medio decente, que va descendiendo cada vez más en un abismo del que (aparentemente) le será imposible salir.

    La película tiene todos los elementos para ser de esas historias donde uno se la pasa todo el tiempo angustiado esperando que absolutamente todo termine de irse al carajo; pero Herzog se las ingenia para hacerla increíblemente divertida todo el tiempo, incluyendo en las escenas más violentas.

    No se porqué la quitaron tan pronto de la cartelera; pero como sea vayan y véanla, porque está genial.

  • The Wolfman.
    The Wolfman

    The Wolfman

    Este remake del clásico de 1942 es una mala película. Está simpática, y Benicio del Toro está bien en su papel de atormentado que ha sufrido una maldición; Anthony Hopkins hace lo que mejor le sale (cobrar lana por aparecer en churros); y Emily Blunt está reinísima. Pero fuera de ello, es una película completamente intrascendente; en particular, me parece que se desperdició de forma criminal a Hugo Weaving (y Geraldine Chaplin aparece como dos minutos, haciéndola una vez más de viejita demente pero sabia).

    Tal vez todo eso sería perdonable; pero la película termina por perder completamente la poca seriedad que hubiera podido mantener cuando aparece Hopkins maquillado como Hombre Lobo (que, como bien me tuvieron a hacerme notar, se parece al Aluxe), dándose de mordidas con el igualmente mal maquillado Benicio del Toro.

    Está dominguera; pero se pueden esperar tranquilamente a verla en Blu-ray después.

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Desde mi cielo

Total que fui a ver The Lovely Bones, porque me estoy convirtiendo inexorablemente en un fan incondicional de Saoirse Ronan.

Se aplican las de siempre.

The Lovely Bones

The Lovely Bones

Susie Salmon es una preciosa niña que vive con sus papás y sus dos hermanos menores en 1973. Su familia es amorosa y normal, y ella tiene una vida completamente normal para una niña de catorce años, incluido el imprescindible enamoramiento idiota que tienen todas las niñas de catorce años.

Todo eso termina cuando un vecino de la colonia la viola y la asesina. Su espíritu se niega a seguir adelante, por el profundo amor a su familia, y por el coraje que siente en contra de su asesino.

La película entonces se dedica a relatar la travesía de Susie por este espacio entre los vivos y los muertos, los problemas por los que pasa su familia tratando de superar el trauma de haberla perdido, y cómo el asesino comienza a planear en atacar a su hermanita.

La historia es una pinche tragedia griega, pero realmente no es lo mejor de la película. Lo mejor son las fabulosas actuaciones de absolutamente todos los actores. Stanley Tucci es un magnífico villano, aterrador de una forma sutil y velada. Rachel Weisz es maravillosa como la madre, pero el que me sorprendió fue Mark Wahlberg, quien siempre me ha parecido medio bobito; es muy bueno como el destrozado papá que pierde a su niñita. Susan Sarandon aparece como la alcohólica y caústica abuela, y se roba todas las escenas donde aparece; además de que se sigue viendo guapísima a los setecientos años que debe de tener.

A Saoirse Ronan tengo que mencionarla aparte. Sin duda actúa muy bien, y es una niña desarmadoramente encantadora y bonita; pero me parece que Peter Jackson (el director), se enamoró perdidamente de la niña. La película es un vehículo descarado para promocionar y lucir a la chavita, como actriz y como belleza incipiente. Es tan pronunciado, que a mí (que la niña me encanta desde que la vi en Atonement) me pareció incluso ligeramente de mal gusto.

Como sea, la película vale la pena únicamente por las actuaciones. Y voy a enfatizar el únicamente; a pesar de lo trágico de la historia, todo el pendejismo espiritual es bastante idiota, y la historia es demasiado simple. Hay algunas escenas emocionantes, pero en general es escuchar a Susie relatar (en su dulce y encantadora voz) lo que pasa por su cabeza antes y después de ser asesinada, mientras habita el universo semi mágico que está entre el mundo de los vivos y de los muertos. En otras palabras, la película es aburridísima la mayor parte del tiempo.

Eso sí, muy bien actuada.

Saoirse Ronan me encanta, y la película está construida con el único propósito de lucirla. En ese sentido, me alegra haberla visto… ah, y también por Susan Sarandon, que yo ni sabía aparecía aquí. Pero no sé si la película funcione para todo mundo.

De cualquier forma sí la recomiendo.

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Boogie, el aceitoso

Boogie, el aceitoso

Boogie, el aceitoso

De forma casi providencial me enteré de la próxima adaptación animada de la fabulosa tira cómica de Fontanarrosa; GMail había clasificado el correo como SPAM.

El avance lo pueden ver en el tubo, y se ve genial; las últimas películas mexicanas (animadas o no) que me habían llamado tenuemente la atención (Nikté y 2033) en general sólo he escuchado que son basura, pero dado el material original (es Boogie; si nunca lo han leído corrijan eso rápido, por favor), y el fabuloso avance me hacen de hecho estar optimista respecto a esta adaptación.

Además de que Jesús Ocho y Susana Zabaleta siempre me han caído muy bien. Bueno; la Zabaleta no tanto, pero está muy sabrosa.

Se antoja divertida; vean el avance.

Actualización: Ups, sólo una correción; la película es argentina, no mexicana… lo cual quiere decir que van como dos años que México no hace ni una película que medio me interese. Supongo que la Zabaleta y Jesús Ochoa doblarán a los actores argentinos, dada la poca paciencia que tenemos los mexicanos con el acento del país sudaca.

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Zona de Miedo

Fui al cine a ver The Hurt Locker. Originalmente iba a ver The Wolfman, pero de hecho me enteré que ya habían estrenado ésta; con tan pésima traducción del título, igual y nunca me daba cuenta.

Se aplican las de siempre.

The Hurt Locker

The Hurt Locker

La historia sigue a una unidad gringa especializada en desarmar bombas en Irak, después de la absurda invasión gringa. Al inicio de la película el jefe original de la unidad muere por estar demasiado cerca de una explosión, y es reemplazado por James, un muchacho que obviamente tiene problemas en la cabeza.

La película muestra cómo James trata de hacer su trabajo, y como el mismo lo ha ido afectando, al grado de que cuando por fin termina su periodo obligatorio de estar en la zona de guerra, decide regresar a pelear en lugar de quedarse en su casa con su esposa. Que es Evangeline Lilly; cualquier hombre que decida ir a arriesgarse a que lo vuelen en pedazos en lugar de quedarse con frickin’ Evangeline Lilly debe tener hecho puré el cerebro.

Al fin y al cabo James regresa a la guerra no por un sentido de deber, o de lealtad a sus compañeros; mucho menos porque crea que la guerra tiene sentido o es justa. Sencillamente regresa porque se ha vuelto adicto; la película comienza con la cita de un libro: “The rush of battle is a potent and often lethal addiction, for war is a drug.”

La película, de forma muy sutil y muy chingona, muestra la futilidad de la invasión gringa en Irak, y el odio, desprecio y rencor de la población contra los soldados gringos; nada más por eso me hubiera gustado. Pero además las actuaciones de los (en general desconocidos) chavos que son los principales protagonistas son fabulosas; en particular Jeremy Renner. Aunque sigo diciendo que el Oscar lo debe ganar Morgan Freeman.

La película es muy emocionante, hilarante en muchas partes con un humor negro y cínico, y además tiene dos fabulosos casi cameos de Guy Pearce y Ralph Fiennes. También está magistralmente hecha, y la tensión de que en cualquier momento James puede volar en mil pedacitos está muy bien construida.

Vayan y véanla; es altamente recomendable.

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Brian Herbert

Mi relación con el universo de Dune, la novela de ciencia ficción de Frank Herbert (que mucha gente considera la mejor novela de ciencia ficción jamás escrita), es larga y, contrario como generalmente es con mi vida, de hecho anterior a que la leyera.

En 1985 ó 1986, transmitieron en la televisión abierta de México la película tenuemente basada en la novela, dirigida por David Lynch. Yo, que tendría 8 ó 9 años, quedé profundamente apantallado por la misma. Por supuesto, no entendí ni madre, pero eso no quitó que fuera fascinante.

Había gusanos gigantes, escudos de energía personales, los guerreros disparaban gritando, y salía Sting en ropa interior. Es difícil borrar de la memoria dichas imágenes.

Pasaron quince años sin que yo volviera a pensar en la película, ni mucho menos que se me ocurriera leer la novela; no comencé a leer ciencia ficción regularmente sino hasta que me titulé. Antes de eso yo generalmente siempre leí otro tipo de literatura.

En el 2001 ó 2002, pasaron en Cablevisión la miniserie Frank Herbert’s Dune, y yo la vi una vez más fascinado, en esta ocasión principalmente por el (en retrospectiva francamente chafa) efecto especial que usaban para que los fremen tuvieran ojos azules.

Poco después de eso compré Dune, lamentablemente en español porque todavía no leía novelas en inglés. Para el 2006 había leído los primeros tres libros de los seis originales que escribió Frank Herbert (Dune, Dune Messiah, y Children of Dune), y por razones que no me quedan del todo claras, dejé de leer la serie.

Hace unos meses la empecé de nuevo, comenzando con el cuarto libro y esta vez leyéndolos en inglés; rápidamente me chuté los otros tres libros en ese universo que Frank Herbert escribió (God Emperor of Dune, Heretics of Dune, y Chapterhouse Dune).

Originalmente ese era mi plan; no tenía intenciones de continuar leyendo los libros que el hijo de Frank, Brian, ha venido escribiendo junto con Kevin J. Anderson para completar y expandir el universo creado por su padre.

De hecho, me daba algo de coraje; me parecía que Brian Herbert se estaba colgando de su padre para poder seguir exprimiéndole leche a la vaca. No lo sé; como si un camión atropellara a J. K. Rowling, y alguno de sus hijos decidiera aprovechar y seguir sacando libros de Harry Potter sólo para hacer dinero. Más mala espina me daba que necesitara un coautor; me sugería entonces que el tipo ni sabía escribir, que las novelas las estaba escribiendo Anderson, y que el nombre de Brian Herbert sólo lo utilizaban para “legitimar” a los nuevos libros.

Mi reticencia disminuyó cuando terminé Chapterhouse Dune, y me quedé con hartas ganas de ver qué pasaba (el libro termina en un enorme cliffhanger). Casi desapareció cuando me enteré que Brian Herbert era un autor de ciencia ficción por sí mismo; evidentemente no tan conocido como su padre, pero sí que había iniciado su carrera mucho antes de que Frank Herbert muriera.

Y dicha reticencia desapareció cuando me chuté en rápida sucesión la triología de prequelas Prelude to Dune; Dune: House Atreides, Dune: House Harkonnen, y Dune: House Corrino. Los libros son, antes que nada, una obra de amor; se ve que los dos autores de verdad conocen y respetan el trabajo original de Frank Herbert.

Además las novelas son francamente entretenidas, y en muchas partes muy emocionantes. Ahorita estoy comenzando la triología Legends of Dune, y espero leer las que me falten pronto. Además de que Brian Herbert amenza con seguir produciendo prequelas y secuelas.

No sé si Dune sea la mejor novela de ciencia ficción que se ha escrito; la verdad, aunque disfruto el género, no he leído tanta ciencia ficción, y no me considero calificado como para dar una opinión al respecto. Lo que sí es que plantean un universo fascinante, y sin duda alguna son entretenidísimas.

Ahora, si sólo pudiera conseguirme una novia Bene Gesserit…

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