El Hobbit: La desolación de Smaug

El año pasado fui a ver The Hobbit: The Desolation of Smaug con Mina, y nada más me tardé seis meses en escribir al respecto.

Se aplican… ¿saben qué? Olvídenlo; ya todo mundo y su hermano vio esta película.

The Hobbit: The Desolation of Smaug

The Hobbit: The Desolation of Smaug

En la primera parte de esta triología, Peter Jackson y la bola de güeyes que la crearon decidieron invertarse como un cuarto de la historia: se la sacaron completamente del trasero. Como a la banda eso no le importa con tal de tener moar Señor de los Anillos, en la segunda entrega ahora se inventaron como tres cuartas partes.

El soso (si bien magistralmente escrito) librito para niños de Tolkien entonces se ve expandido con diálogo, escenas, personajes, y en algunos casos cambios fundamentales en la historia, con tal de poder llenar otra triología, porque entonces van a poder ganar muncho más dinero.

A mí no me importa; yo soy de los tarados que va a pagar por ir a verla al cine, y luego va a comprar el blu-ray, probablemente varias veces.

La película me gustó bastante; me valen madre los cambios realizados al libro, el cual siempre me dio más bien güeva. Me gusta ver de nuevo a Legolas, me gusta que salga Evangeline Lilly matando orcos como si fuera kermés, y me resulta simpatiquísimo que le pongan un galán enano, que como todo mundo sabe el racista de Tolkien inventó a los enanos como un equivalente de los judíos, porque para los ingleses de la primera mitad del siglo XX, obviamente los judíos no eran humanos, y sus esposas probablemente tendrían barba.

Como sea, la película es divertida (tiene una ridícula escena que a mí me encantó donde un enano girando dentro de un barril mata como catorce millones de orcos), tiene harta acción… que qué bueno, porque el libro básicamente no, y está lleno del legendarium de Tolkien… aunque los realizadores le agregan de su cosecha, porque por qué no.

Me interesa ver la Batalla de los Cinco Ejércitos, y cuánto dura Smaug en la tercera película. Tomando en consideración las primeras dos, probablemente Bard tardará como cuatro horas y media en disparar la flecha negra (?) y matar a Benedict Cumberbatch.

Así que les diría que fueran y la vieran, pero probablemente ya lo hicieron varias veces.

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Treinta y siete

Hoy cumplí treinta y siete años.

Generalmente escribo acerca de lo que hice durante el año, pero esta vez lo resumiré en cuatro palabras:

Este año me doctoré.

Ahora estoy oficialmente desempleado. Soy profesor de asignatura en la UNAM, pero pagan tan mal, que creo que todavía califica como desempleo.

Espero que el año que venga pueda decir que conseguí trabajo.

Y ya andando en esas: feliz día de la Guerra de las Galaxias. O como dicen los tarados gringos botándose de la risa, May the fourth be with you. Que por supuesto ocurrió que yo nací tres semanas antes de que estrenaran Star Wars.

Vamos a ver cómo nos va este año.

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Carrie

El año pasado fui a ver Carrie. No escribí al respecto por la misma razón que no escribí de un montón de películas; estaba enclaustrado con la tesis y las últimas correcciones.

Se aplican las de siempre.

Carrie

Carrie

Cuando era adolescente vi la versión original con Sissy Spacek. Exceptuando la escena inicial con un montón de “adolescentes” de treinta años completamente desnudas, y el guagüis que recibe John Travolta, la verdad la película no me causó mayor impacto. Hey, dije que era adolescente.

Esta nueva versión a mí me gustó mucho más; me parece una muy buena crítica al cristianismo fundamentalista, y Julian Moore y Chloë Grace Moretz actúan, me parece, mucho mejor que Piper Laurie y Sissy Spacek. Aunque debo admitir que a lo mejor estoy prejuiciado, dado que las primeras dos me caen mucho mejor.

Además en esta película de verdad da miedo Carrie; el control que muestra sobre sus poderes es espectacular. En la versión de antes de que yo naciera, creo que hasta los cables se podían ver cuando Carrie atraía cosas con su “telequinesis”.

A mí me gustó mucho; pero es tan similar a la primera versión, que creo que sí es apropiado preguntarse si valía la pena hacerla de nuevo.

Como sea, yo sí la recomiendo, así que vayan y véanla. A un Blockbuster. A la sección de “películas que se estrenaron hace meses”.

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Wicked

El sábado pasado Mina y yo fuimos a ver Wicked en el Teatro Telcel. Teníamos ganas de verla casi desde que se estrenó, pero fuimos hasta cierto punto para celebrar que ya por fin me hubiera doctorado.

Antes de hablar de la obra, quiero comentar el teatro. Similarmente al Museo Soumaya, el teatro me da la impresión de que es la forma de Slim de hacernos saber cuánto dinero tiene, cuánto se puede gastar en cosas culturales, y cuánto dinero sigue teniendo después de haberlo hecho. Lo cual por supuesto está bien; que se gaste su lana en cosas que en el peor de los casos no dañan al país, y en el mejor hasta lo ayudan. Sólo me da un poco de risa, y no puedo dejar de recordar las inmortales palabras de Jorge Ibargüengoitia en Estas ruinas que ves:

-Los de Pedrones -dicen en Cuévano- confunden lo grandioso con lo grandote.

En fin. Se aplican las de siempre.

Wicked

Wicked

La historia narra la juventud, enemistad, luego amistad, y luego enemistad de nuevo, de la Bruja Malvada del Oeste, antes de que fuera la Bruja Malvada del Oeste cuando se llamaba Elphaba, y de la Bruja Buena del Norte, antes de que fuera la Bruja Buena del Norte cuando se llamaba Galinda.

La trama trata de cambiar un poco los papeles de El Mago de Oz; Elphaba realmente era buena, Galinda (después Glinda) era un hígado híper fresa, y el Mago era un gobernante corrupto.

Debo aquí hacer un paréntesis y explicar que jamás leí ninguno de los libros del Mago de Oz, y que jamás lo haré porque no me interesan en lo más mínimo. También debo mencionar que, aunque por supuesto vi la ridícula (y sutilmente racista) película de Judy Garland, la verdad no tengo un particularmente emotivo recuerdo de la misma.

Dicho eso, la historia de Wicked está simpática (sin ser nada del otro mundo), y me parece que hace más interesante la ridícula historia original.

Pero nada de eso importa porque uno no va a ver musicales para ver historias particularmente profundas.

La puesta de escena de Wicked en el Teatro Telcel es espectacular; me parece que es el musical mejor puesto que he visto en México, y por mucho. El aspecto técnico de la misma (la escenografía, la iluminación, el sonido, el vestuario, todo) es impecable.

Y aún así eso se ve disminuido ante el espectacular papel que hacen Ana Cecilia Anzaldúa y Cecilia de la Cueva como Elphaba y G(a)linda respectivamente. La primera sin duda alguna tiene los números musicales más espectaculares, incluyendo el ya ahora incluso machacado Defying Gravity, que tiene una traducción más que pasable en En Contra De La Gravedad. La segunda es posible que cante mejor, pero una vez más eso ve disminuido ante la encantadoramente insoportable interpretación que hace de Galinda, que incorpora todos los estereotipos mexicanos de lo que es ser niña fresa.

(“¡Pelo, pelo!“, je).

Ahora voy a tener que ver la puesta en escena en inglés, porque si no no voy a saber nunca qué tanto mejora la versión en español a la original.

Es una delicia la obra, y me parece que es un crimen que se la pierdan. Especialmente en los lugares que mi novia se rifó, bastante adelante y casi perfectamente centrados. Lo único es que cuestan como medio riñón; pero por suerte (o desgracia) no es algo que uno haga cada fin de semana.

Así que, si pueden, vayan y véanla; al salir se encontrarán con la mágica visión del Museo Soumaya iluminado de noche:

Museo Soumaya

Museo Soumaya

(Y la verdad lo de afuera es lo más chido; por dentro me parece que no está muy bien curado que digamos).

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El último examen

Dejé de escribir por completo hace casi tres meses, y de hecho este año ha sido el más bajo en entradas de mi blog: en todo 2014 he escrito 3 entradas (una de ellas de dos líneas, deseándole feliz año nuevo a mis lectores).

Las razones por las cuales esto ocurrió son diversas; falta de tiempo fue una de ellas, pero realmente fue un problema más bien anímico. Sencillamente no tenía las energías para ponerme a escribir. Tal vez fue un error y debí hacerlo, precisamente para contrarrestrar el creciente estresamiento bajo el que me encontré; pero lo cierto es que de hecho no sólo dejé de escribir en mi blog: básicamente dejé de estar en línea. La única evidencia de que seguía respirando (para la gente que no me veía en vivo), fue una entrada que no pude dejar de hacer acerca del fallecimiento de Gabo.

Hoy por fin se levanta el peso que había estado aplastando mis hombros de forma insoportable durante el último par de meses, pero que de forma más sutil lo había venido haciendo desde 2008… y si nos ponemos estrictos desde 2005.

Hoy me doctoré.

Cuando tenga más tiempo ponderaré aquí acerca del examen, de las celebraciones subsecuentes, y de todo lo que ha ocurrido en todo este tiempo que permanecí desconectado. Por ahora, sólo quiero dejar registrado en mi blog que realicé (y aprobé, por supuesto) el último (espero) examen académico que tendré en mi vida.

Ahora, si me disculpan, iré con mis seres queridos a celebrar la ocasión.

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Nueve años

Hace dos semanas mi blog cumplió nueve años, lo cual me aterra un poco.

No escribí al respecto porque (de nuevo) se me acumuló la chamba, pero espero que ahora sí vuelva a escribir regularmente… especialmente porque tengo todavía como siete películas que fui a ver desde la última que comenté, y si no escribo al respecto yo creo que se me van a olvidar.

He sido increíblemente irresponsable con mi blog el último año y medio. Espero comenzar a corregir eso.

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El mayordomo de la Casa Blanca

Cuando por fin me había decidido a seguir escribiendo, cortaron la luz en Ciudad Universitaria y Xochitl pasó a morirse. Y cuando por fin revivió (al reabrir CU el pasado lunes), tuve suficientes pendientes como para no poder reanudar mi escritura hasta hoy.

El mismo fin de semana que Mina y yo vimos Catching Fire, fuimos a ver Lee Daniels’ The Butler.

Se aplican las de siempre.

Lee Daniels' The Butler

Lee Daniels’ The Butler

La película cuenta la historia (apócrifa) de un negro que de niño sufre el racismo en el sur profundo de gringolandia, incluyendo el asesinato de su padre por el dueño de una plantación (después de que lo confronta por haber violado a su esposa), pero que eso hace que la madre del dueño lo haga trabajar dentro de la mansión, lo que causa que aprenda a servir.

De ahí va subiendo posiciones hasta que lo mandan llamar a la Casa Blanca, donde sirve a un montón de presidentes gringos, incluyendo todos aquellos que tuvieron algún papel que jugar con el movimiento de derechos civiles en los sesentas. Al final, ya envejecido y habiendo dejado de trabajar mucho antes, Obama lo manda llamar, y la idea es que todo mundo llore.

Es difícil tragárselo, porque la película es increíblemente barata y melodramática. El elenco es espectacular; básicamente todos los actores gringos negros aparecen en ella (excepto las súper estrellas Denzel Washington y Will Smith), y los presidentes gringos son interpretados (lamentablemente en pedacitos de un par de minutos cada uno) por excelentes estrellas que me parecen reflejan muy bien el espíritu de cada uno de ellos. Excepto John Cusack; su Nixon es pésimo, pero se balancea por los noventa segundos que aparece Alan Rickman como Reagan: es sensacional.

La histora gringa me parece está bien contada; pero la historia personal del mayordomo es increíblemente barata (por no decir, en general, ficticia). Y eso incluye su relación con la bola de presidentes.

Ya lo he comentado antes, y este es sólo un nuevo ejemplo; el crimen imperdonable que cometieron los gringos de crear una nación donde “todos los hombres nacen iguales” (siempre y cuando uno no sea negro… o mujer… o latino… etc.), lo continúan (y continuarán) pagando, incluso con un presidente negro. Esta película pudo haber sido mucho más sobria y (a mi juicio) mejor, si esa especie de demencia que siempre domina a los gringos cuando tratan de discutir su pasado esclavista y su presente racista no la hubiera dominado también.

Como sea, la película vale la pena por aventarse la bronca de discutir el tema, y por las espectaculares actuaciones; tengo además que hacer mención especial para Oprah Winfrey, porque da una actuación desgarradora como la alcohólica esposa del mayordomo.

Así que no tan buena como pudo haber sido, pero sin duda alguna recomendable; aunque creo que ahorita ya la recomendación debe ser para rentarla.

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En llamas

En noviembre fui a ver Catching Fire con Mina en Guadalajara.

Se aplican las de siempre.

Catching Fire

Catching Fire

Dado que los muy malditos van a hacer dos partes del último libro de la triología, esta segunda parte ni siquiera es un verdadero acto intermedio. Por lo mismo, yo fui a verla porque las voy a ver todas, pero no esperaba mucho.

Salí agradablemente sorprendido; no sólo me gustó más que la primera parte: me gustó más que el libro. Muchas cosas son mejoradas; en particular, está muy padre que veamos más desarrollado al presidente Snow junto con sus lacayos.

Los actores de la película anterior siguen más o menos igual en esta (aunque Willow Shields de repente se está poniendo muy guapota a sus tiernos 13 años); y me parecieron muy buenas adiciones las de Philip Seymour Hoffman y Jena Malone.

Por lo demás, la historia tiene las mismas fallas que tiene el libro (si bien, como dije, mejoran varias cosas), pero es todo bastante perdonable dado que sí está muy chida la película. Así que vayan a verla, aunque probablemente ya todo mundo lo hizo.

Ahora a esperar vayan a saber cuánto tiempo a que salgan las últimas dos partes.

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Thor: Un mundo oscuro

Me robaron mi celular hace dos fines de semana, y eso me mantuvo lo suficientemente preocupado como para que dejara de escribir cuando mi ritmo de trabajo por fin disminuyó un poco. Planeo ahora sí volver a escribir más constantemente, comenzando por el montón de películas que he visto que no he mencionado.

Hace ya bastantes semanas fui a ver Thor: The Dark World. Se aplican las de siempre.

Thor: The Dark World

Thor: The Dark World

Fui a ver esta película porque tenía muchas ganas, y no me decepcionó en lo más mínimo. Es muy divertida, está llena de acción, está muy bien hecha, y las actuaciones son bastante buenas para ser la adaptación boba de un cómic todavía más bobo. Por suerte, además, sale Natalie Portman, porque si no yo creo que sí me hacía gay; Chris Hemsworth está muy guapo; es de verdad injusto (para nosotros hombres, digo) que gente como él y su hermano existan.

Como sea, así de divertida y emocionante como está, lo cierto es que también se vuelve rápidamente intrascendente en el cada vez más competido mundo de las adaptaciones de cómics a la pantalla grande; no me arrepiento de haberla visto en el cine, y salí de muy buen humor después de verla: pero no es nada particularmente novedoso. Sí veré una tercera parte, eso sí.

Así que vayan y véanla… si es que sigue en el cine; probablemente ya la quitaron.

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Intriga

Hace como dos semanas Mina y yo fuimos al cine a ver Prisoners. No había escrito al respecto porque (una vez más) chamba.

Se aplican las de siempre.

Prisoners

Prisoners

Hugh Jackman interpreta a un padre que le raptan a su hija, junto con la hija de un amigo suyo; Jake Gyllenhaal la hace del policía que investiga el caso; y Paul Dano es el que las rapta, pero que al final no las rapta, pero que sí tenía que ver con el rapto, pero no fue su culpa, aunque un poco sí. Cuando la policía lo deja ir por falta de evidencia, el papá obviamente lo rapta y junto con su amigo lo torturan esperando que les diga lo que sabe, porque ¿qué otra cosa podría hacer?

La película tiene más giros inesperados que un puesto de jugos y licuados; sería incluso molesto si fuera porque está espectacularmente hecha, y magistralmente actuada. Jackman, Gyllenhaal y Dano vuelan a que los nominen, y el resto de las actuaciones es también de muy bien nivel.

La recomendaría, pero probablemente ya todo mundo la vio.

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Riddick: El Amo de la Oscuridad

Hace más de tres semanas fui a ver Riddick con Juan. No había escrito al respecto porque chamba.

Se aplican las de siempre.

Riddick

Riddick

Tenía muchas ganas de ver esta película, aunque la verdad no esperaba mucho de ella.

Hice bien, porque básicamente volvieron a hacer la primera película, en algunas partes casi escena por escena, pero la verdad me divertí lo suficiente como para que no me importara. Además, y como Juan me hizo notar, esta tercera parte se toma mucho menos en serio que la primera.

Como sea, es Riddick; uno va a ver a Vin Diesel matando decenas de seres y actuando muy varonil. En ese sentido, no decepciona.

La recomendaría, pero creo que ya no la están exhibiendo en ningún lado.

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La vida digital

Ayer mi mamá me pidió que la acompañara a comprar una tele en Best Buy, porque así es la vida.

De pura chiripa encontramos una tele Samsung LED FullHD de 39″ en 5,999.99 pesos, porque estaba de promoción, así que le dije que se llevara esa, porque sí estaba muy barata. Ya pagando, vi que podía pagarse a 12 meses sin intereses con tarjetas de crédito Banamex; yo acabo de sacar la mía porque llevaban meses jode y jode los de Banamex con que sacara una, y porque con ella compré mi nuevo celular, así que le dije a mi mamá que me dejara pagarla con mi tarjeta de crédito y que luego ella me pagara las mensualidades.

Por supuesto mi tarjeta no pasó, porque con ella pagué el hotel de Oaxaca durante el congreso de la semana pasada y tengo como tres pesos de crédito; pero entonces se me ocurrió una idea: saqué mi celular, abrí mi aplicación de Banamex, y pagué mi tarjeta de crédito ahí mismo en la tienda, todavía enfrente de la caja donde la acababan de rebotar. Acto seguido, compré la tele de mi mamá con mi tarjeta de crédito, que ahora sí pasó.

Es chistoso, pero fue a la vez sorprendente y natural que pudiera hacer eso. Sorprendente porque nunca lo había hecho, y si hace algunos años me hubieran dicho que podría hacer algo así lo hubiera puesto altamente en duda… comenzando por el hecho de que yo tendría una tarjeta de crédito. Natural porque, vamos, es el mundo en el que ahora vivimos.

Ahora si tan solo pudiera comprar procesadores en Amazon México…

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La ola

La semana pasada fue el congreso por los 60 años de Jorge. Preparar el viaje a Oaxaca (donde se realizó), la presentación, y el dejar todo preparado en mis cursos para que pudiera irme una semana, y mi chamba habitual, consumió todo mi tiempo durante varias semanas.

Todavía tengo una ola de trabajo que terminar, pero ayer terminé mis cursos en la facultad, y gracias a eso apenas estoy regresando a la normalidad.

En particular, las tristes dos películas que tuve oportunidad de ver en este tiempo aún no las he comentado aquí; corregiré eso en los próximos días.

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Gravedad

El fin de semana pasado fui a ver Gravity con Mina. No había escrito al respecto porque chamba.

Se aplican las de siempre.

Gravity

Gravity

Gravity es una película con una historia muy sencilla, y que está magistralmente hecha. Las historia es sencillamente una historia de náufragos, que rápidamente se convierte en la historia de una náufraga. Realmente es casi irrelevante.

Lo relevante es lo bien hecha que está la película, y las extraordinarias actuaciones de Sandra Bullock (corriendo por otro Oscar baratísimo) y George Clooney. Fuera de eso, la verdad es una película muy pobre; pero en verdad se justifica irla a ver al cine nada más por los efectos y las actuaciones.

También es de las pocas películas que trata de ser realista en lo referente al espacio. Falla miserablemente en varias cosas (en particular, que todo al parecer está cerca de todo), y comete un par de errores científicos garrafales; pero lo cierto es que sin esos fallos y errores, la película sería inmensamente aburrida (dícese, todo mundo se moriría bien rápido). Además, me parece que Cuarón estaba perfectamente consciente de los errores y fallos, pero dicidió ignorarlos para poder darnos una película inmensamente disfrutable.

Y encima muy emocionante; creo que no me había emocionado tanto viendo una película desde hacía años.

Así que vayan y véanla; aunque probablemente ya lo hayan hecho de cualquier manera.

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Elysium

Hace una semana Enrique, Juan y yo fuimos a ver Elysium. No había escrito al respecto porque así.

Se aplican ya saben.

Elysium

Elysium

Elysium es una mala película que tiene el corazón en el lugar correcto.

Yo entiendo que la idea no es hablar del futuro, sino del presente; esa siempre ha sido la idea de la ciencia ficción. Así que Elysium, la estación espacial idílica flotando sobre la Tierra, no es una estación espacial idílica flotando sobre la Tierra: es Beverly Hills, o las Lomas (¿todavía son las Lomas lo más acá que hay en México?), y las máquinas casi mágicas que curan gente mientras los pobres y oprimidos mueren entre la mierda, no son máquinas casi mágicas que curan gente; es la tecnología que ya existe ahora para salvar miles de vidas, pero que nunca llega a los rincones más lejanos de África, o Chiapas, Oaxaca y Guerrero.

Es muy interesante que las partes más jodidas que Elysium muestra fueron filmadas en la Ciudad México, en Iztapalapa… y que las partes más lujosas fueron filmadas en la Ciudad México, en los suburbios de Huixquilucan-Interlomas.

El mensaje social de Elysium lo entiendo, y lo comparto. Como dije al inicio, la película tiene el corazón en el lugar correcto. Eso no quita que sea una mala película.

Matt Damon está bien (podrían haberle puesto un mejor coach de voz, para que su español fuera intelegible); Alice Braga sigue siendo bellísima, aunque su papel es la típica mujer honesta necesitando que la rescaten; Jodie Foster me pareció completamente desperdiciada en su papel de la villana villanísima Delacourt; y lo mismo digo de William Fichtner, tengo años diciendo que Hollywood lo desperdicia, y este es uno de los mejores ejemplos: el tipo se roba todas las escenas donde sale, pero le dan 10 minutos de pantalla. Diego Luna sale en la película, aparéntemente.

Sharlto Copley en cambio es sensacional como el sicótico mercenario Kruger. Yo ni siquiera lo reconocí: su papel es completamente opuesto al tímido y ligeramente estúpido Wikus Van De Merwe de District 9.

La historia, repito, es un pretexto para hacer comentario social. Eso está bien, chido; ¿pero no podrían haber escrito una mejor historia? Si los ricos y poderosos tienen robots con habilidades manuales casi perfectas, ¿por qué no usarlos como mano de obra para que todo mundo sea feliz? O al final de la película, que un montón de máquinas casi mágicas que curan gente bajan de Elysium a la Tierra para casi mágicamente curar gente, ¿si era tan fácil, porque no lo habrían hecho antes? ¿Son nada más ganas de joder a los pobres?

Y si dejamos fuera esos, y otros catorce millones de hoyos en la historia, ¿no podrían haberla hecho un poco menos barata? El personaje de Matt Damon sufre un accidente laboral que lo deja con 5 días de vida solamente, y lo despiden de forma inmisericorde dándole pastillitas para la tos. Cuando va con su nena de la infancia para que le saque una bala, su hijita (que, por supuesto, tiene leucemia y está a punto de morir), le cuenta la fábula del hipopótamo y el changuito. Supongo que la idea es enternecernos; yo tuve que esforzarme para no mearme de la risa.

La película se ve increíble: las zonas pobres uno casi puede oler los puestos de tacos de suadero, y las zonas ricas son tan lujosas que dan ganas de echar una meada en sus paredes; los robots están increíbles, aunque sigo diciendo que son el hoyo más grande de la historia; y la acción está bastante divertida. Nada de eso mitiga los problemas que tiene la película.

Aún así la recomiendo; es un churrito de ciencia ficción divertido, bien actuado y bien hecho, con una historia imposible y barata, pero que tiene el corazón en el lugar correcto. Así que vayan y véanla.

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Harry

Esta semana estuve haciendo trámites en Ciudad Universitaria, además de apurarme a terminar un artículo porque por güey creí que la fecha límite era diez días después de lo que realmente era. Esto implicó llegar a la Facultad de Ciencias antes de la hora de la comida, y en general no tuve tiempo de salir a comer, así que estos días fui por una torta de pierna (con) quesillo con Harry.

El puesto de comida de Harry está atrás de la cafetería de Ciencias. Cuando yo era estudiante, estaba el puesto y básicamente ya. Después pusieron al lado una tiendita, un puesto de tacos, y eventualmente llegamos al estado actual, donde el de Harry es uno de varios puestos detrás de la cafetería de la Facultad.

Nunca comí regularmente en la cafetería de la Facultad; excepto durante la huelga. Y después de la huelga, creo que no he vuelto a poner un pie dentro de la cafetería exceptuando contadas ocasiones.

Yo comía en el puesto de Harry, generalmente una torta de pierna (con) quesillo. Esta semana que fui a repetir esta constumbre mía, me enteré que Harry había fallecido.

Luto

Luto

No tengo idea de cuántas veces fui a comer con Harry con mis compañeros de la carrera; es posible que el número ronde las centenas, si no es que más. Y todavía más veces fui a comer yo sólo, o con cuates de la Facultad. Como siempre pedía lo mismo (una torta de pierna (con) quesillo), a mí a veces hasta me parecía que Harry la mandaba pedir nada más me veía acercarme.

Harry no hacía las tortas; era el dueño del lugar, pedía las órdenes y se encargaba del dinero. Ahora está en su lugar su hijo (creo que es su hijo), y las tortas de pierna (con) quesillo siguen sabiendo básicamente igual que hace 17 años. Que tampoco creo sea muy difícil de conseguir, por cierto.

No voy a decir que me sentí devastado por la muerte de Harry; dudo que él supiera cómo me llamaba. Pero sí fue parte de lo que ha sido mi vida en la Facultad de Ciencias, que a su vez es básicamente la mitad de toda mi vida, y sí siento una sutil tristeza de saber que ya no será él quien pida la orden cada vez que vaya por una torta de pierna (con) quesillo.

Descansa en paz Harry, sabiendo que a la hora de la comida, tu puesto sigue igual de lleno que hace años, incluso con la nueva competencia que le ha surgido alrededor.

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¿Quién Chingado Son Los Miller?

Debo explicar algo; ya casi no voy al cine, porque la mayor parte de las películas que quiero ver, las quiero ver con mi novia. Eso significa entonces que Mina y yo nos desquitamos de no ir al cine cuando voy a verla o cuando ella viene a verne.

Así que el fin de semana pasada vimos también We’re the Millers. Se aplican las advertencias de spoilers de siempre.

We're the Millers

We’re the Millers

Yo tenía ganas de ver está película porque Jennifer Anniston me sigue cayendo muy bien, y porque me gustó mucho Horrible Bosses. Y me estaba orinando de la risa al verla.

No me arrepiento en lo más mínimo de haberla visto; pero debo admitir que es terriblemente mala. Superficialmente podría comparársele con Kick-Ass 2; es grosera, escatológica, y políticamente incorrecta (aunque no violenta… realmente); la diferencia es que en We’re the Millers la historia no tiene ni pies ni cabeza, y sólo sirve para contar una serie de chistes (groseros, escatológicos, y políticamente incorrectos), además de una moraleja bastante superficial (y ligeramente incoherente) acerca de lo chido que es ser parte de una familila.

Yo no me quejo; la serie de chistes groseros, escatológicos, y políticamente incorrectos me tenían muerto de la risa. Hay una escena donde Jennifer Anniston y Emma Roberts le enseñan a besar a Will Poulter (cuyo personaje es, por supuesto, virgen), y es tan hilarantemente incómoda que yo por poco me ahogo de la risa. Nada más por esa escena yo recomiendo ver esa película; pero que no les quede la menor duda: es mala hasta decir basta.

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Armadas y Peligrosas

El fin de semana pasado, aprovechando el puente, fui a ver a Mina a Guadalajara. Entre las cosas que hicimos fue ir al cine a ver The Heat. Se aplican las de siempre.

The Heat

The Heat

Tenía ganas de ver esta película, porque en general sigo con la necedad de ver las películas de Sandra Bullock, y porque Melissa McCarthy me parece extraordinaria. Además, sale Demián Bichir.

La película no me decepcionó en lo más mínimo; está muy divertida, y aunque sigue absolutamente todos los clichés de todas las películas de dúos policiacos habidas y por haber, tiene la muy original característica de que ambos policías son mujeres, sin en ningún momento caer en el sinsentido de hacer una comedia romántica donde las protagonistas sólo ocurre que trabajan de policías.

Así que vayan y véanla; sólo no se engañen con que la Bullock tenga el primer crédito: la película se la roba por completo la MacCarthy.

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Kick-Ass 2

Hace dos semanas, un domingo en la noche en la que sencillamente ya no podía seguir chambeando, agarré y fui a ver Kick-Ass 2, en la que creo era la única sala de la Ciudad donde se seguía exhibiendo. No había escrito al respecto porque chamba.

Se aplican blah, blah, blah…

Kick-Ass 2

Kick-Ass 2

Tenía muchas ganas de ver esta película; la primera parte me pareció espectacular, y por los avances se veía divertida.

No me decepcionó en lo más mínimo; creo que es una excelente secuela, además de que Chloë Grace Moretz se ha convertido en una hermosísima muchacha; Aaron Taylor-Johnson combina perfectamente el adolescente geek con el héroe que lucha contra el crimen (incluyendo un impresionante físico); Christopher Mintz-Plasse da el papel de su vida combinando a su vez el adolescente geek con el villano demente; y Jim Carrey da una espectacular actuación saliéndose por completo del tipo de personajes que suele interpretar, haciéndola de un ex gángster convertido en héroe después de que se vuelve cristiano born again.

Y por supuesto a muchísima gente no le gustó.

La película es ridículamente violenta, grosera, escatológica, políticamente incorrecta (incluyendo partes que podrían interpretarse como misoginia, homofobia, y racismo en una trifecta casi perfecta), e imposible literal y figurativamente. Se necesita ser geek de cómics y videojuegos, amante de la violencia exagerada, y crítico de la gente que impulsa lo políticamente correcto (en lugar de pensar en soluciones de fondo) como respuesta a todos los problemas del mundo, para que esta película haga sentido; dejen ustedes que sea disfrutable.

Yo, cayendo perfectamente en ese conjunto, me enamoré de esta película; me gustaría que hubiera más películas así, que muestran una posibilidad (por exagerada y ridícula que sea) para que de verdad existieran héroes en este mundo. Como dice Kick-Ass al final de la película, “There’s no room for punks in suits. Just real heroes who can really kick ass.”

Creo que la película duró como dos semanas en cartelera, y por supuesto fue hecha pedazos por muchísimas personas que jamás en su vida han leído un cómic o jugado un videojuego. Sin embargo a mí me pareció excelente, y la recomiendo ampliamente.

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