Yamada’s First Time: B Gata H Kei

Otra seria de animé que vi poco después de ver Hyouka, fue Yamada’s First Time: B Gata H Kei.

Yamada's First Time: B Gata H Kei

Yamada’s First Time: B Gata H Kei

Esta serie debe de ser de las más estúpidas que he visto; Yamada (la titular protagonista) acaba de entrar a la prepa y su sueño es salir de ahí después de haberse acostado con 100 muchachos.

Les dije que era estúpida.

Pero como Yamada es virgen y en el fondo bastante insegura, decide que lo que primero debe hacer es perder la virginidad con alguien igual de inexperto que ella, para que no vaya a notar que ella también es virgen.

Así que de buenas a primeras elige al pobre de Takashi para que la desvirgue, y toda la serie es Yamada y Takashi tratando de coger infructuosamente. Y enamorándose entre ellos, porque por supuesto no podía haber otro desenlace.

Dicho sea lo anterior, recomiendo la serie altamente porque es hilarante en los desatinados esfuerzos de Yamada en lograr que Takashi (que al fin y al cabo es un buen muchacho) se la coja. Por favor.

Otra cosa es que como Yamada es muy atractiva, otras muchachas atractivas de la escuela suponen que algo tendrá Takashi para que Yamada se fije en él, así que también comienzan a perseguirlo, de formas igualmente ridículas pero muy entretenidas.

La historia es en serio estúpida; pero en gran medida es la intención, y es consistentemente divertida en sus gracias a Marx cortos 12 episodios, así que si pueden véanla. Sólo sí me hubiera gustado ver a este par de idiotas poder desvirgarse mutuamente.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Ant-Man

El viernes fui a ver Ant-Man. Se aplican las de siempre.

Ant-Man

Ant-Man

Ant-Man debe ser de los superhéroes con los poderes más estúpidos que puedan existir. El equivalente de DC Comics (Atom) se las ingeniaba para hacer algunas cosas medianamente interesantes, pero Hank Pym en Marvel siempre fue más bien una broma. Me declaro lo suficientemente viejo como para que ya no haya leído ningún cómic de Marvel con Scott Lang como Ant-Man, pero la verdad el poder de “hacerse chiquito” nunca me ha parecido muy interesante.

Dando eso como antecendente, creo que Ant-Man es tan buena como era humanamente posible esperar, en gran medida por el espectacular elenco. Paul Rudd abraza sus raíces cómicas y las explota en la mejor de las maneras en esta película interpretando a Scott Lang. Jamás me voy a tragar que Paul Rudd sea un superhéroe; pero de entrada no puedo tragar que “hacerme tan pequeño que me puede aplastar un niño” sea un superpoder, entonces está bien. La hermosísima Evangeline Lilly interpreta a la hija de Hank Pym y su esposa, Janet van Dyne, Hope, además del obvio interés romántico de Lang. Es un papel más bien pequeño, especialmente porque no hay realmente romance, pero lo maneja de manera excelente. Michael Douglas aparece rejuvenecido al inicio de la película (muy buen efecto especial, por cierto), y después como viejito cascarrabias todo el resto del tiempo. Le queda bien el papel al anciano, y se ve que se divirtió como enano. Por cierto, al inicio también aparecen John Slattery y Hayley Atwell volviéndola a hacer de Howard Stark y Peggy Carter; no es muy trascendente para el resto de la película, pero están simpáticos los cameos. Corey Stoll me gustó mucho como villano; lo he visto en dos o tres películas, y en general me está gustando como actor.

Pero el que casi se roba la película (y de hecho no lo hace nada más por falta de escenas), es Michael Peña como Luis, el antiguo compañero de celda de Lang. Es extraordinario el mexicano haciéndola de mexicano, y siendo entreñablemente simpático en su papel de patiño.

Me gustó mucho la película… y sin embargo reafirma todo lo que he venido diciendo del ocaso en el que está entrando el universo cinematográfico de Marvel. La película es de verdad tan buena como pudo haberse esperado de una premisa tan estúpida, y es el segundo estreno más pobre de Marvel después de alguna de las de Hulk (escojan ustedes; todas son terribles).

Lo que sí es que después del trailer que presentaron los de DC en la Comic Con, estoy sintiendo más optimista respecto a Batman v Superman. En una de esas y terminan recogiendo la estafeta de Marvel.

Como sea; está simpática la película, pero se centra en un héroe que casi nadie conoce fuera de los fans de cómics, que tiene un poder estúpido, y que en este universo cinematográfico está relacionado apenas con los Avengers, así que no creo que le vaya tan bien como le ha ido a las demás películas. Sí le va a ir bien (como dije antes, es una campana, no un crash), pero ya cruzamos el cénit con Marvel. Espero que haya uno para DC.

De cualquier forma, vayan y véanla; aunque honestamente no se perderán nada que no hayan visto en otras películas de Marvel si no lo hacen.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Uncharted 2: Among Thieves

Después de obtener mi platino en inFAMOUS, fue el turno de Uncharted 2: Among Thieves.

Por cierto; siendo obsesivo como soy, resulta que sí tenía apuntado dónde compré LBP e inFAMOUS; el primero fue a través de Amazon (aunque probablemente Sergio, el hermano de Enrique, me lo trajo a México), y el segundo en GameSpot, así que me imagino lo compré cuando estuve en mi estancia del 2009. Digo por cierto, porque UC2 mis notas dicen que lo compré en Best Buy en California, con casi toda certeza en mi estancia de investigación de 2011.

No que venga mucho al caso, pero mis “notas” vienen de GC Star, una aplicación que permite manejar colecciones, y agregar notas a cada ítem en ellas. Neurótico como soy, llevé con cierto cuidado mi colección de videojuegos hasta 2012; después no sé si vaya a recordar dónde y cómo obtuve mis juegos (por suerte mis neurosis son muchas, y sólo puedo manejar un par a la vez).

Como sea, UC2.

Uncharted 2: Among Thieves

Uncharted 2: Among Thieves

Los juegos de Uncharted son básicamente películas en donde uno puede controlar al protagonista principal durante ciertos segmentos de la historia. La verdad, no me queda claro que dichos segmentos sean “la mayoría”, dado que el número y duración de escenas intermedias (cutscenes) al jugar es enorme; es posible que uno se pase más tiempo viendo las animaciones que jugando.

UC2 es “más” que UC1; dura más, tiene más armas, tiene más enemigos, tiene más traiciones, tiene más nenas que coquetean con Nathan Drake (Chloe es introducida a la historia, después de que Elena desaparece al inicio del juego, sin que sepamos qué fue de ella desde la aventura anterior), y (para mí desesperación) tiene más modalidades de juego, incluyendo entre ellas un modo multijugador.

En general, “más” no necesariamente significa “mejor”. En particular, encontré más bugs mientras jugaba UC2 que los que vi en UC1; pero siendo objetivo la verdad la segunda parte sí es mejor que la primera. La historia es mucho mejor (y más satisfactoria, si bien Drake vuelve a asesinar a cientos de enemigos durante todo el juego), la acción está increíble, y varias de las numerosas escenas intermedias son espectaculares. Y tiene más romance… que no tengo idea de si continúe o no en la tercera parte, que aún no juego.

El platino fue relativamente sencillo de obtener; me tomó cinco meses en total, pero fue realmente un mes de jugarlo en las pausas mientras escribía mi tesis doctoral. El problema fueron los trofeos de los DLC, que de hecho aún no termino. Me faltan exactamente dos trofeos de UC2 para poder cienporcentearlo, y no los he obtenido porque tengo que jugar con otros seres humanos para poder hacerlo.

Detesto eso. Juego videojuegos justamente porque no quiero comunicarme con otros seres humanos.

Y de hecho todos los trofeos de los DLC de UC2 son multijugador, y muchos fueron una pinche tortura sacarlos. Contrario a GTA4, donde al final la verdad me estaba divirtiendo como enano para completar el 100%, en UC2 siempre ha sido terriblemente frustrante, por cómo funciona el lobby en UC2. Uno no puede eleguir con quién jugar… bueno, uno puede crear un equipo hasta de cinco para jugar en equipo, pero no se puede escoger al equipo contrincante; el sistema hace el apareamiento de equipos automáticamente siguiendo un conjunto de reglas que nadie entiende.

Muchas de mis sesiones terminaron siendo la mitad del tiempo esperando que el apareamiento se realizara. Y ya que esto ocurría, había que rezar para que todo saliera bien, porque todos en los dos equipos debían estar bien organizados para que todo funcionara; generalmente se le permitía a dos jugadores por ronda obtener lo que quisieran, y el resto tenía que cooperar para que esto funcionara.

Dos años me costó obtener casi todos los trofeos de los DLC, hasta que por fin obtuve el más tardado (conseguir matar 2,500 jugadores) en mi cumpleaños el año pasado. En ese periodo me quedé sin novia, sin casa, sin dinero y sin trabajo, empecé y terminé de trabajar en el IFE, regresé a dar clases a la UNAM, me doctoré, etc., etc.

Por supuesto lo frustrante del proceso colaboró en mi desidia; generalmente participaba en sesiones sábados o domingos, y obviamente no todos; entre el primer y último trofeo DLC de UC2 que obtuve, saqué otros 15 platinos. Es sólo que UC2 sí ha sido de los juegos más frustrantes en el sentido de sacar el 100% de sus trofeos.

Los últimos dos trofeos que me faltan son colaborativos, así que sólo debo conseguir otros dos buenos jugadores, y sacarlos. Pero lo he dejado pasar, porque ya sueño este juego. Y lo peor del caso es que es un buen juego, y uno de los juegos insignia del PS3.

Tengo por ahí UC3, creo que todavía envuelto en papel celofán. Me da pavor jugarlo; dependiendo de a quién se le pregunte, el modo multijugador de UC3 es mucho peor o mucho mejor desde la perspectiva de trofeos. Pero supongo que lo haré, eventualmente.

Me cae bien Nathan Drake, y sí quiero saber si se casa o no con Elena.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Terminator: Génesis

El domingo pasado fui a ver Terminator: Genisys en preestreno. Estábamos yo y otros tres güeyes en el cine.

Se aplican las de siempre.

Terminator: Genisys

Terminator: Genisys

Terminator, la primera película de esta saga, salió cuando yo tenía 7 años. La vi hasta que estuve en secundaria, y siempre me ha gustado mucho. No sé si considere a T2 (la segunda entrega) mejor o peor, porque hace mucho que no las veo, pero sin duda alguna a ambas las considero muy buenas películas de ciencia ficción y acción.

Lo que ocurrió después con la saga fue extraño, por decir lo menos. Terminator 3: Rise of the Machines es sin duda alguna mala, pero está suficientemente divertida como para que muchos la perdonáramos. En cambio Terminator Salvation por poco manda la serie directamente a la basura.

En medio, la serie de televisión Terminator: The Sarah Connor Chronicles fue sorprendentemente divertida, si bien trágicamente corta.

Como sea: soy fan de la serie, nada más no muy clavado. Espero que las películas de Terminator que me diviertan, no que cumplan un particular nivel de calidad. Mi reseña se basa en que yo siempre he considerado estos como los puntos más importantes de la saga:

  1. El personaje principal es Sarah Connor.
  2. La historia es, antes que nada, la historia del romance entre Sarah Connor y Kyle Reese.
  3. John Connor is a whinny little bitch.

La columna vertebral de la quinta película se basa en el hecho de que después de todo lo que ha pasado en las películas anteriores, la serie de televisión, y los cómics (y por supuesto los estoy incluyendo), las líneas temporales se han enredado tanto que ya no es posible determinar exactamente qué pasado, presente y/o futuro es seguro. Lo único de lo que se tiene certeza es de que Skynet siempre trata de matar a Sarah y John en el pasado, y siempre falla.

La película se basa mucho en la original de 1984, rehaciendo algunas escenas casi cuadro por cuadro. La diferencia es que cuando Kyle llega, el T-1000 (interpretado espectacularmente por Lee Byung-hun) lo está esperando, y es salvado por Sarah Connor y un T-800 modelo 101, que la ha protegido desde que es una niña.

No voy a entrar mucho en el desmadre de los viajes en el tiempo; sólo sí quiero dejar claro que yo no tengo ningún problema con las explicaciones ofrecidas (muchas de ellas por el gobernator en persona), y que me parecen una salida satisfactoria. No es la historia mejor contada ni mejor armada del mundo, y al igual que con todas las películas de Terminator no es terriblemente profunda; pero a mí me pareció divertida y suficientemente bien contada.

En lo que quiero entrar es en los personajes; que después de todos los desmadres que han ocurrido con las distintas líneas temporales antes mencionadas, son lo único que tenemos realmente como ancla en esta serpentina historia.

Primero que nada, Schwarzenegger a sus 478 años es encantador como el viejo, pero no obsoleto, Terminator. Resulta tan entrañable el viejito en el papel que lo llevó a la fama que es casi imposible no sentir cariño por él, y por la perseverancia de seguir interpretando un personaje que sencillamente nadie podrá interpretar mejor jamás en toda la historia del mundo mundial. Se roba la película en todas las escenas donde sale, que realmente no son tantas.

En segundo lugar, Emilia Khaleesi Clarke me encantó como Sarah Connor. He leído de mucha gente decepcionada de su actuación; mi opinión más sobria y mesurada al respecto es que están todos bien pendejos. Sí, no es Linda Hamilton en T2; pero no se supone que lo sea; aunque sí fue educada y preparada por el T-800 Pops, sigue siendo básicamente una niña, de la edad de Linda Hamilton en Terminator original. Cuando le sala la vida a Reese y abre la puerta de su camión blindado para decir Come with me if you want to live!, y después procede a disparar su pistola para rematar con Now, soldier!, yo me vine un poquito.

Me encanto la Clarke en el papel de Sarah Connor, y me pareció salvajemente hermosa; mucho más de lo que jamás me ha parecido en Game of Thrones. Será que le queda mejor ser morena.

En tercer lugar, Jai Courtney me pareció bastante bien como Kyle Reese. De nuevo, por supuesto que no es Michael Biehn; nadie podrá ser jamás Kyle Reese como lo fue Michael Biehn. Pero Courtney hace un papel más que decente, y me gustó mucho cómo interpreta el romance con una Sarah Connor que realmente no lo necesita (más que como donador de esperma), y como en esta versión es él el que tiene que estar pidiendo que, por favor, le expliquen qué rayos está pasando.

Por último, se me hizo fabuloso Jason Clarke como John whinny little bitch Connor, y me pareció una idea muy original que Skynet llegue a la conclusión de que no puede matarlo, y que entonces debe reclutarlo.

Me gustaron mucho los personajes, y la escena donde por primera vez en la historia aparecen Sarah, Kyle y John juntos me pareció por mucho de las mejores y más divertidas no sólo de esta película, sino de toda la saga.

Agréguenle a esto que la acción es espectacular y muy bien hecha, y yo salí encantado del cine. De hecho, y creo que es la mejor alabanza que puedo darle a la película, salí como cuando tenía unos doce años y por fin vi Terminator en una cinta VHS con casi toda certeza pirata.

Y entonces llegué a mi casa para leer a un montón de gente que se queja de la película.

Ni siquiera voy a tratar de argumentar porque sinceramente creo que toda esa gente sencillamente está equivocada; sólo vayan y vean Terminator: Genisys. No es tan buena como Terminator o T2, pero me parece que sí es mejor que la tercera, y sin duda alguna mucho mejor que la cuarta. Vayan y véanla; denle una oportunidad a los nuevos actores jóvenes, y por encima de todo disfrútenla por el sincero cariño que le tiene a las raíces de la serie.

Creo que con eso podrán encontrarla mucho más que satisfactoria.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Porque aún estás aquí

Todavía no era hora de levantarse.

Eduardo giró a su izquierda y abrazó el cálido cuerpo de Amanda. Hundió la nariz en su cabello y aspiró el aroma que tanta paz le brindaba, mientras sentía como los dos cuerpos se acomodaban plácidamente para dormir.


“Te digo que es perfectamente legal”, le dijo Roberto, mientras Eduardo giraba la llave del cubículo y lo seguía en el pasillo. “Los estudiantes tienen prohibido consumir alcohol en el campus, pero los profesores no.”

“Eso no tendría sentido, ¿entonces los profesores podemos emborracharnos en nuestros cubículos así nada más?”

“No estoy diciendo que esté bien, estoy diciendo que es legal.”

Eduardo se detuvo a la mitad del pasillo. Algo estaba mal; éste era el departamento de Historia, no el de Letras. Su cubículo no estaba aquí; ¿cómo podía haber cerrado un cubículo de Historia?

Regresó el corto camino que había cubierto, y notó que el cubículo que había cerrado había desaparecido. ¿Estaba seguro de haber cerrado alguna puerta? Tardó en notar al estudiante detrás de él, hablándole.

“Profesor…”

Eduardo giró y se le helaron las entrañas. El muchacho extendía su brazo hacia él, pero en lugar de una mano, era un muñón ensangrentado, con un pedazo de hueso incongruentemente blanco que salía de la herida por varios centímetros, y decenas de moscas volando alrededor del mismo. Moscas negras, grandes, zumbantes, que se lanzaron al unísono a la cara de Eduardo.

Eduardo despertó de golpe, sintiendo su corazón palpitar, un grito atorado en su garganta. Miró el reloj en su buró.

Era hora de levantarse.


“Sigo teniendo pesadillas” le dijo Eduardo al terapeuta. “Todavía relacionadas con insectos.”

El terapeuta levantó una ceja, como invitándolo a continuar.

“Estaba en la universidad, con un compañero, y de repente un estudiante me llamó. Tenía la mano amputada brutalmente, como si acabara de haber sufrido un accidente; pero la herida era revoloteada por muchas moscas, que se lanzaron a mi cara en cuanto las noté. ¿Qué cree que signifique?”

Una ligera inclinación de cabeza fue la única respuesta del terapeuta. Como si le regresara la pregunta.

“No sé” continuó Eduardo. “¿Me preocupan los estudiantes?”


Amanda y Eduardo estaban sentados frente a la televisión, abrazándose. Sin percatarse de que lo estaba haciendo, Amanda se quitó los calcetines y los metió entre los cojines del sofá. Eduardo detestaba que hiciera eso, pero al ver sus piecitos sintió un oleada de cariño por ella tan abrumadora, que sólo la abrazó más fuerte y la besó en la cabeza.


Eduardo bajó la velocidad de su carro frente al semáforo en rojo. Varios peatones comenzaron a cruzar su campo de visión, y por el rabillo del ojo alcanzó a ver en el retrovisor un carro a su izquierda que no parecía que quisiera (o pudiera) frenar.

El carro se detuvo en seco justo enfrente de un peatón, que le dio un golpe en el cofre. Eduardo frunció el ceño. Algo estaba mal; ¿de dónde venía ese zumbido?

El enjambre de abejas dentro del carro creció exponencialmente. Las podía sentir en sus brazos, en su cuello, en su cara. Podía sentir cómo se metían en su cabello, en sus orejas y en su nariz, y cuando abrió la boca para gritar horrorizado, pudo sentir como volaban dentro de su garganta.

Eduardo despertó tosiendo, sintiendo todavía que se ahogaba. Miró el reloj en su buró.

Era hora de levantarse.


“Ahora un enjambre de abejas me sofocó dentro de mi carro”, le relató Eduardo al terapeuta, que procedió a reclinarse en su asiento juntando las puntas de los dedos, como invitándolo a elaborar.

“Siempre son insectos. Siempre me despierto de un sobresalto. Siempre es justo a la hora en que tengo que levantarme.”

El terapeuta lo miró fijamente a los ojos, sin decir nada.

“¿No debería decirme algo además de escucharme?”

El terapeuta asintió lentamente.


Amanda estaba lavando los trastes. Tenía puestos unos pants holgados que solía utilizar de piyama. Eduardo se acercó por detrás y comenzó a besarle la espalda y el cuello. Se fue inclinando mientras le besaba la espalda, hasta que estuvo de rodillas detrás de ella y le empezó a bajar el pants y los diminutos calzoncillos.

Eduardo hizo que Amanda se diera la media vuelta y comenzó a lamerla, dejando que el olor y el sabor de ella envolvieran todos sus sentidos. Amanda empezó a reír entre los gemidos.


Eduardo le estaba dando la espalda al terapeuta. Se sentía realmente molesto.

“¿Sabe qué, doc?” le preguntó, “no me gusta cómo está funcionando esto. No me está ayudando para nada a resolver mi problema de no poder dormir.”

“Eduardo, tu problema no es que no puedas dormir”, dijo el terapeuta con una voz imposiblemente seductora.

Eduardo sintió que los vellos detrás del cuello se le ponían de punta. Algo estaba mal; el terapeuta nunca hablaba.

Dio la media vuelta muy despacio, sintiendo un hueco en el estómago que crecía hasta cubrir todo su ser. El terapeuta tenía la sonrisa más encantadora que pudiera existir, y lo miraba con los ojos compuestos de una mosca, de color rojo brillante. Su postura era relajada, su sonrisa irresistible. Pero sus ojos le helaron la sangre a Eduardo. Vio maldad en ellos, peligro. Sintió el peso de la realidad inescapable de que algun día moriría.

“Eso sólo es un síntoma del problema real” continuó el terapeuta.

Eduardo despertó, sintiendo el sudor frío que cubría su cuerpo. Miró el reloj en su buró.

Era hora de levantarse.


Eduardo abrió los ojos y miró el techo. Estaba cubierto de cientos de mosquitos, de miles. Cerró los ojos con fuerzas. Estoy en un sueño, pensó.

Al abrir los ojos de nuevo, los moscos habían desaparecido. Sintió sus músculos relajarse, y oyó un suspiro de alivió de Amanda a su lado.

“Eran muchísimos moscos”, dijo ella.

“Lo sé”, contestó él.

“¿Qué es eso?”

Eduardo siguión con su mirada la de ella. Un mosco del tamaño de su puño estaba en la pared. Su cuerpo tenía una joya verde brillante que ocupaba casi todo su torso. No se movía, no hacía ningún sonido, pero Eduardo sintió el peligro al verlo.

“No sé, pero si nos movemos bruscamente volará hacia nosotros.”

“¿Qué hacemos?”

“Creo que si me muevo muy despacio a lo mejor puedo ir a la cocina por un vaso para atraparlo”.

Eduardo miró de nuevo a Amanda, y sintió como el alma se le caía a los pies.

“Esto es un sueño”, le dijo.

“¿Cómo sabes?”, le preguntó ella.

“Porque aún estás aquí”.

Eduardo abrió los ojos, y miró el otro lado de la cama, vacío como siempre desde aquel fatídico día. Como había ocurrido casi diario desde que Amanda ya no estaba, Eduardo empezó a llorar sin poder evitarlo, sintiendo de nuevo como si fuera la primera vez el dolor, la soledad, la desesperanza, el miedo.

Como todos los días, su reloj comenzó a sonar.

Era hora de levantarse.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Intensa-mente

El fin de semana pasado fui a ver Inside Out.

Se aplican ya saben.

Inside Out

Inside Out

Juan me preguntó unos días antes si no se me antojaba verla, y le dije que no. No por la película, sino porque estoy hasta la madre de que todas las películas para “niños” las estén doblando. No importa qué tan bueno sea el doblaje, prefiero siempre ver las películas en su idioma original.

Y entonces vi el fin de semana pasado que Inside Out estaba subtitulada en Perisur, y ahí es que la vi. Por cierto, antes de empezar con la película misma, nada más por ver el corto Lava valió la pena el viaje al cine, y me da mucho gusto haberlo visto (repitió Canek, ligeramente molesto) en su idioma original. Pueden ver un pedacito del corto en el tubo.

Inside Out es tal vez el proyecto más ambiciosos desde el punto de vista conceptual que Pixar haya intentado. Tratar de describir emociones es terriblemente complicado; hacer una película donde dichas emociones son los personajes de la misma es altamente arriesgado, y me parece que hay que encomendar a Pixar por haberlo intentado, incluso si el resultado hubiera sido un fracaso.

Por suerte, el resultado no es un fracaso. Tampoco es todo lo que pudo ser, pero en general me parece que es una de las mejores películas de Pixar. Aunque Wall•E me sigue pareciendo mejor; y por cierto, en algunas cosas es más efectiva para representar emociones que Inside Out.

La premisa de la película es que todos los seres humanos somos controlados por un comité de cinco emociones básicas: Alegría, Tristeza, Enojo, Miedo y Desagrado, y que se van turnando para tomar el “control” de una persona de acuerdo a las circunstancias que la rodean. Una vez que un episodio ocurre dominado por una de las cinco emociones, se produce una memoria codificada con el color de la emoción dominante, y hay memorias centrales (core memories) que de hecho son las que terminan definiendo a la persona misma.

La historia sigue a Riley, una gringa que como es blanca y sus papás sí la quieren y le hacen caso, pues casi todas sus memorias son felices (dominadas por Alegría), y que de hecho todas sus memorias centrales son así. Esto hasta que se mudan de Bumbelch, Nebrahoma (que por ser su pueblo natal Riley asocia con todo lo que es felicidad en el mundo) a San Francisco, California, y pues la pobre niña provinciana tiene hartos problemas para lidiar con la que será su nueva vida.

En medio de todo el pandemonio asociado con la mudanza, Alegría hace su mejor esfuerzo por conducir a Riley alegre y con chispa, pero eventualmente todo confluye en un primer día traumático en su nueva escuela, lo que genera una memoria central dominada por Tristeza, y Alegría en su afán de impedir que la personalidad de Riley incluya una memoria triste (o, más egoístamente, una memoria no dominada por ella), trata de evitar que la memoria central vaya a donde deba ir, y pues ella y Tristeza terminan en la zona de almacenamiento a largo plazo con todas las memorias centrales de Riley. Las dos emociones deben tratar de regresar al cuartel central antes de que Riley haga algo irreparable al no contar con sus dos emociones más importantes, y las memorias centrales que la definen.

La película es antes que nada muy original e hilarantemente divertida todo el tiempo. Eso está bien, y es consistente con lo que Pixar ha hecho antes; pero además de todo es una película que trata de lidiar con temas muy difíciles y conceptualmente muy profundos. Cosas como miedos subconscientes, el pensamiento abstracto, por qué lo que creemos lo confundimos con hechos, etc., son presentados de manera muy divertida y, dentro de lo que cabe en una historia con emociones antropomorfas, creíble.

Amy Poehler y Phyllis Smith son extraordinarias como Alegría y Tristeza; particularmente la segunda, que con su voz apagada y monótona suena exactamente como la tristeza encarnada debe sonar.

Pero lo que más me gustó de la película, es el mensaje final de que estar triste está bien. Que es lo normal en muchas circunstancias, y que sí, los episodios tristes de nuestra vida son sin duda alguna parte de aquellos que terminan definiéndonos como personas. Que es parte de crecer, como lo es olvidar para siempre a amigos imaginarios.

También me gustó mucho que Riley es un personaje femenino (güera, porque de esos hacen falta, pero bueno), y juega hockey, no está interesada en princesas o cosas de color rosa, y que a pesar de que tiene 11 años, no está obsesionada con chicos ni cuándo tendrá su primer novio. Tiene un novio imaginario canadiense, pero se usa eso básicamente como una de las múltiples bromas de la película.

No sé qué tanto entiendan los niños menores de 10 años de la película, pero tampoco creo que importe mucho. Los chistes son suficientes como para tener entretenidos a los más pequeños, y yo esperaría que los demás al menos alcanzaran a medio entender las ideas centrales de la historia. Pero definitivamente es de las películas de Pixar más enfocadas para adultos que han hecho.

Así que váyanla y véanla, en el cine de preferencia. Y si les interesa mi opinión particular, véanla subtitulada, porque las actuaciones en inglés son fenomenales.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Hyouka

Después de ver Accel World, vi Hyouka.

Hyouka

Hyouka

Les voy a ser sincero; no recuerdo mucho de esta serie. Supuestamente es acerca de Hotaro que se une al club de literatura, y sus compañeros en el mismo: Eru, Satoshi y Mayaka.

Together, they fight crime! Bueno, no realmente; pero resulven misterios idiotas. Y no estoy exagerando; son realmente idiotas e intrascendentes, con la única posible excepción siendo el titular Hyuoka, cuya mejor traducción sería Icecream.

No, a quién engaño; también es un misterio idiota.

Terminé la serie porque realmente los misterios idiotas no importan demasiado; lo que importa es el tierno y sutil romance entre Hotaru y Eru, y que Eru es de los personajes femeninos más encantadores que he visto en un animé; y sin tener la agresividad de Akane Tendo o Haruhi Suzumiya. Es, de hecho, como una versión unos pocos años mayor de Sakura Kinomoto. Y un mucho más torpe.

Eru Chitanda

Eru Chitanda

Ahora bien, si dicho romance hubiera cuajado propiamente durante los interminables 22 capítulos de la serie, yo hubiera terminado encantado con la misma. En lugar de eso, la serie únicamente intuye lo que sienten los dos muchachos, y no resuelve su relación de ninguna manera, dejen ustedes de manera satisfactoria.

Dicho sea eso, la animación es espectacular (especialmente los diseños de personajes), y es moderadamente divertida, si bien los interminables dramas entre las dos parejas a veces sí se vuelven un poco medio de hueva.

Así que no la recomiendo exactamente, pero tampoco les diría que no la vieran. Sólo a mí sí me dejó más o menos insatisfecho.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Jurassic World

En la semana fui a ver Jurassic World, porque al parecer todo mundo lo está haciendo.

Se aplican las de siempre.

Jurassic World

Jurassic World

A mí nunca me obsesionaron los dinosaurios. Ese sería mi hermano; yo, como buen hermano menor, le habré seguido la corriente varias veces, pero realmente los lagartos (ahora pájaros, al parecer) enormes nunca me causaron mucho interés.

Vi la primera película de esta saga hace más de veinte años, y recuerdo haber pensado “meh, está entretenida”. Las siguientes dos secuelas ni siquiera las tengo registradas; de la segunda recuerdo que salía de nuevo Jeff Goldblum y en la tercera Sam Neil. Básicamente es todo lo que recuerdo de ellas.

Así que fui a ver esta nueva entrega únicamente porque, repito, todo mundo al parecer lo está haciendo.

No salí realmente decepcionado, pero creo que desde cualquier perspectiva que se le mire, Jurassic World es una película mediocre, en el mejor de los casos, y sencillamente mala en el peor. No terriblemente mala, eso sí.

Chris Pratt y Bryce Dallas Howard los dos me encantan, pero están muy mal utilizados en esta película. Pratt es encantador justamente cuando la hace de héroe ligeramente atolondrado; aquí le quitan eso, poniéndolo más bien serio, y sencillamente pierde mucho de su encanto. Y Dallas Howard interpreta el estereotipo imbécil de que una mujer existosa tiene que ser estirada y controladora. Aunque admiro mucho el sinsentido de la película de tenerla corriendo todo el puto tiempo con stilettos.

Los niños son execrables y merecían ser asesinados por los dinosaurios a los cinco minutos.

La historita es la misma mamada de siempre con estas películas; las cosas se salen de control y los dinosarios se comen gente, con la única novedad de que hay un nuevo dinosaurio. Ah, y le meten con calzador un romance entre Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, que incluso yo que me encanta el romance me pareció gratuito e innecesario.

Y ya; esa es toda la película. Tiene dos o tres escenas que sí son espectaculares al momento de mostrarnos dinosaurios (casi seguramente como no lo eran), y un par (literalmente) de chistes efectivos; fuera de eso, es realmente aburrida. Los efectos especiales que hace veinte años eran innovadores, ahora los utilizan en los comerciales de pan Bimbo. Es la norma, ya no impresionan a nadie.

Y sin embargo, esta mediocre película ganó en una semana el doble de dinero que Mad Max Fury Road ha ganado en cinco. Yo lo culpo en la gente que, como mi hermano, sencillamente ha estado enamorada de los lagartotes (más bien pájaros) gigantes desde siempre. No le veo sentido de otra forma.

No me arrepiento de haber visto la película en el cine; creo que vale la pena hacerlo. Sólo sí creo que no tiene nada de espectacular.

A menos que estén enamorados de los enormes ancestros de los pollitos.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Just lemme go home

Tratando de entrar a la puerta E:

Girl: Good day.
Me: Hi.
Girl: Where did you flew from?
Me: Montreal.
Girl: Your boarding pass says Geneva.
Me: Yes, it does.
Girl: So you flew from Geneva.
Me: Originally, yes, but we passed through Montreal.
Girl: Your boarding pass doesn’t says Montreal.
Me: No, it doesn’t.
Girl: It says Geneva.
Me: I just want to go home.

Imprimir entrada Imprimir entrada

La primera vez que no voy a votar

Estoy a punto de abordar mi avión a Ginebra, en donde tomaré un avión a Toronto, y de ahí por fin uno a México. Supongo que es un buen momento para mencionar que, por primera vez en mi vida, no voté en una elección que me tocara.

El viaje a Grecia se dio de manera muy intempestiva, y hasta que ya tenía todo listo y preparado, caí en cuenta de que regresaría un día después de las elecciones.

No había mucho que pudiera hacer; el costo del boleto y del hotel y del registro había sido demasiado alto como para cancelar, además de que académicamente estaba comprometido. Así que me resigné a no votar por primera vez desde que tengo 20 años.

Sí quiero dejar claro que no creo que no votar no importe; todo lo contrario. Como ya he mencionado antes, la única manera que realmente tenemos para salir del hoyo, es a través de elecciones pacíficas: todo lo demás son sueños idiotas o fantasías sicópatas.

Por débiles y maleadas que estén nuestras autoridades electorales, y por patéticos que sean todos nuestros partidos políticos, la vía electoral es la única razonablemente real por la cual cambiaremos algo. Y justamente la participación ciudadana (además de ir a votar) es lo que causará que esas autoridades electorales y esos partidos políticos mejoren significativamente.

Así que espero ustedes sí hayan votado, aunque yo no pudiera por estar viendo el Partenón en la Acrópolis de Atenas.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Óμορφα κορίτσια

Después de cuatro agitados días, terminó mi congreso en Grecia.

Aunque al inicio todo fue como normalmente suele ir en congresos internacionales, rápidamente la situación se convirtió en algo que honestamente sólo puedo calificar de fellinesco. De verdad, algunos episodios fueron tan surreales que no pude sino botarme de la risa mientras ocurrían. No sé qué tanto tuvieron que ver los innegables problemas de organización que ocurrieron, o si realmente fue que el congreso fue en un área muy distinta a la que pertenecí en el doctorado.

Como sea, no me arrepiento en lo más mínimo de haber venido; me divertí como enano, conocí una banda muy entretenida, paseé en la Acrópolis y vi a muchas de las que le dieron el título a esta entrada.

Mañana regreso a México en un alucinante viaje de 24 horas, persiguiendo el atardecer por el Atlántico, y el lunes vuelvo a mi vida normal.

Nos vemos del otro lado del charco.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Turco, tiempo libre y datos

Durante mi vida académica he seguido una política muy simple en congresos; trato de ir a todas las pláticas. Esto a veces es físicamente imposible, por ejemplo cuando hay varios tracks o pláticas en paralelo.

El congreso en el que estoy ahorita es uno de esos, tiene 6 salones donde hay pláticas al mismo tiempo, y únicamente las plenarias son para todo mundo. En estos casos de cualquier manera trato de ir a todas las pláticas que me interesan, o como es el caso ahora, trato de ir a todas las del salón relacionado con mi área.

Paréntesis tecnológico; cuando llegué antier, rápidamente me percaté de que el servicio de red inalámbrico apestaba. Pensé en comprar una tarjeta SIM (una de las ventajas de haber comprado mi teléfono desbloqueado), pero luego pensé que si iba a estar todo el día metido en el congreso (las pláticas son de 9am a 7pm), pues no tenía mucho sentido.

Ayer después de dos plenarias por fin fui al salón que me correspondía, y me senté esperando a que llegara el chairman y el que daría la plática. El título de la misma no era particularmente fascinante, pero pues era el salón que me “tocaba”, y procedí a seguir mi política de siempre.

Que hubiera tenido sentido, de no ser porque la plática estaba en turco.

El congreso estipula claramente que las pláticas podían ser en inglés, en griego o en turco, pero yo había supuesto que si el título estaba en inglés, entonces la plática estaría en ídem. No, cada bloque de una hora en un salón tiene predeterminado el lenguaje de sus pláticas.

Así que recogí mis cosas y me fui mucho a la chingada de ahí. Las pláticas en los otros salones no tenían nada que ver conmigo, así que procedí a salir a la calle, y meterme a la primera sucursal de Vodafone que encontré, donde vi con agrado que un SIM con 1 gigabytes de datos costaba 10 euros.

Resulta que como la tercera parte de las pláticas que podrían interesarme serán dadas en turco o griego, así que tendré más tiempo libre del que había supuesto, y pues tener datos para poder babosear cómodamente hace todo el sentido del mundo.

10 euros por 1 giga me parece razonable.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Opa!

Y me encuentro, una vez más, en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México a punto de abordar mi vuelo, que me llevará a Atenas, Grecia, vía Toronto y Münich. Voy a un congreso del cual regresaré el próximo lunes.

Es la primera vez desde 2011 que salgó del país para algo académico, cuando aún era estudiante becado de doctorado.

También es la primera vez que voy a Europa en un viaje tan corto. Me hubiera encantado tomarme unos días para babosear, o para pasar a ver a mis amigos europeos, pero sencillamente me es imposible en las circunstancias actuales; tal vez más adelante pueda explicar dichas circunstancias, pero por ahora sólo diré que está cabrón.

Los veo del otro lado del charco, si el avión tiene a bien a no caerse.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Tomorrowland

El fin de semana fui a ver Tomorrowland, porque George Clooney.

Se aplican las de siempre.

Tomorrowland

Tomorrowland

Tomorrowland es un cuento de hadas. La han estado tratando de vender como una película de “ciencia” ficción, pero que no los engañen; como buen producto de Disney, es realmente un cuento de hadas.

La historia sigue a Casey Newton, una adolescente “demasiado lista para su propio bien”, que le dan la pista para ir al famoso mundo del mañana; un refugio y/o zona segura para que las “mentes más brillantes” del mundo pudieran trabajar sin los estorbos de los “gobiernos” o el “dinero”. Para hacerlo la dirigen al cascarrabias Frank Walter, que después de mucho hacerse del rogar la lleva al titular mundo mañanero, donde descubre que ahí están esperando a que el mundo “normal” termine por una catástrofe no determinada (calentamiento global, guerra nuclear, que gane el América; escojan su opción preferida). Saben que esto va a ocurrir porque tienen un “visor de taquiones” (les dije, “ciencia”) que les permite ver hacia el futuro.

Sólo que Casey tiene la pregunta que al parecer ninguno en el mundo matutino se había hecho; ¿que tal si ver el futuro nos permite cambiarlo? O peor aún, ¿que tal si ver un futuro nos lleva a realizarlo?

La película tiene más hoyos que el queso Gruyère, la “ciencia” de la misma es patética, y la posibilidad de que alguien pudiera construir Tomorrowland niega básicamente la necesidad de construir Tomorrowland; nada más con los avances en generación de energía, inteligencia artificial y robótica que plantea se acabarían como que todos los problemas de los que sufre la humanidad. Todos.

Dicho sea eso, la película a mí me encantó por varias razones. La primera es que es genuinamente optimista, y además argumentando que de hecho es necesario ser optimista para poder mejorar el mundo. Dado que toda mi vida he sido un optimista empedernido, esa parte del mensaje de la película resonó mucho conmigo, si bien hubiera esperado un vehículo más racional y bien justificado para el mismo.

La segunda es que es una película muy divertida, con un humor inteligente y muchas veces basado en argumentaciones lógicas. Incluso cuando gente muere o es gravemente malherida, la película se las ingenia para que esto sea divertido.

La tercera es el elenco. Clooney es Clooney es Clooney, y hubiera podido verla nada más por él; pero en su papel de casi-abuelito cascarrabias es a la vez hilarante y enternecedor, además de que cerca del final el tipo se las ingenia para dar una interpretación espectacular, en una escena trágico-romántica que estoy seguro casi cualquier otro actor en el mundo la hubiera arruinado, conviertiéndola en perturbadora y/o incómoda. Clooney la libera increíblemente.

Britt Robertson es encantadora como la energética, empecinada, inteligente, decidida y muy bonita Casey; por poco se roba la película la niña, y yo ya quiero ver más cosas donde salga ella, porque es de los mejores papeles femeninos-adolescentes que he visto en mucho tiempo, incluyendo a Jennifer Lawrence en los juegos del hambre.

Pero la que me sorprendió totalmente (más aún porque no tenía ni siquiera idea de que aparecía), y que de plano ella sí se roba la película en todas las escenas donde sale, es Raffey Cassidy como Athena. La niña de 12 años interpreta uno de los personajes más divertidos, interesantes, entrañables y trágicos que he visto en mucho tiempo, y quiero ir a ver la película de nuevo en el cine nada más por ella.

Y Hugh Laurie, aunque me parece desperdiciado en la película, da un muy buen villano en los doce segundos en que aparece.

Por último, la cuarta razón por la que la película me gustó es el final, donde el futuro de la humanidad se distribuye no sólo entre científicos, sino también entre artistas, y ecologistas, y músicos, y maestros, y entre gente de todo el mundo. Es predecible y terriblemente barato; pero creo que ser optimista implica ser un poco predecible y barato.

Así que yo sí la recomiendo, mucho. Especialmente para niños, pero creo que todo mundo la puede disfrutar; incluso los pesimistas: las dos niñas principales hacen que esta película se altamente disfrutable, incluso si uno no se traga el cuento de hadas.

Imprimir entrada Imprimir entrada

inFamous

Después de obtener mi trofeo de platino en LBP, fue el turno de inFamous. No puedo recordar cuándo lo compré, pero es probable que fuera al mismo tiempo que LBP.

inFamous

inFamous

En febrero de 2011 decidí jugarlo; acabé la primera misión, dije “chido”, y no lo volví a tocar durante más de un año, hasta que en abril del 2012 lo retomé. Para finales de mayo ya lo había acabado.

Como juego, inFamous está bien; es fluido, es un mundo abierto sin ser tan apabullante como GTA, la acción está padre (especialmente hacia el final, que uno adquiere los poderes de casi un dios), y hacer que Cole ande brincando por las calles y edificios de Empire City está simpático.

Pero lo que tiene impresionante el juego es la historia; es un excelente cómic de superhéroes, con un origen bastante interesante (si bien trillado), y un giro inesperado al final muy chido.

El juego es relativamente fácil, lo que hizo que consiguiera el platino en poco tiempo; pero está divertido, y la verdad sí distruté estar coleccionado trozos de la explosión que le da poderes a Cole, y “dead drops”, que son grabaciones que aumentan la historia del juego (que como digo, es lo más chido).

Tengo ya la secuela, pero no he podido jugarla. Tampoco es que me muera de ganas; el primer juego fue bueno, pero tampoco nada del otro mundo.

Sin embargo, yo sí lo recomiendo. Especialmente si les gustan las historias de superhéroes.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Mad Max: Furia en el Camino

El fin de semana fui a ver Mad Max: Fury Road al cine. Dos veces.

Antes de comenzar mi reseña (con la advertencia de spoilers de siempre), sólo quiero dejar algo bien claro: la de Mad Max es la mejor película que he visto este año. Por mucho, me parece.

Mad Max: Fury Road

Mad Max: Fury Road

La trama de esta película es muy sencilla: a Max lo persiguen los war boys; los war boys persiguen a las nenas arrastrando a Max; los war boys persiguen a las nenas y a Max de ida; y los war boys persiguen a las nenas y a Max de regreso.

En medio hay un par de escenas para recuperar el aliento, pero esta película realmente son dos horas de gente muy extraña persiguiéndose por el desierto de día, el desierto de noche, el desierto empantanado, el desierto en una tormenta de arena, y el desierto rocoso.

Quiénes son las nenas, quiénes son los war boys kamikaze, y de hecho quién chingados es Max no importa demasiado. Aunque perfectamente definidos, la película no pierde ni cinco minutos en antecedentes y orígenes de sus personajes, prefiriendo que las acciones hablen por sí mismas. Y acciones hay, oh sí.

Max termina siendo un personaje secundario en su propia película: la protagonista es, sin duda alguna, la espectacular, letal, inteligente, empecinada y mortalmente sexy Furiosa, interpretada por Charlize Theron en el papel de su vida (mucho más que Monster). Sale rapada, con aceite negro para protegerse la frente y los ojos del sol, mutilada con el brazo izquierdo amputado, enseñando lo menos posible de piel, y sin embargo más ferozmente hermosa que nunca. Las pobres niñas que rescata del asqueroso líder de los war boys, por muy super modelos que sean (o hija de Lenny Kravitz), parecen pajaritos escuálidos a su lado. Encantadoras y subvirtiendo el cliché de la damisela en peligro, pero pajaritos escuálidos al fin y al cabo.

Tom Hardy, aunque comparsa, es espectacular como Max. Si dice más de cien palabras en total, me sorprendería; en general se limita a manejar, a disparar, a golpear, y a gruñir muy masculinamente. Nicholas Hoult interpreta a un war boy que se les une a las nenas y a Max (the power of boners is strong!), y hace lo que se ha convertido en su especialidad desde que debutó en About a boy; ser entrañable. En su papel de war boy half life a punto de morir, sólo desea con todas sus fuerzas que su vida signifique algo, poder contribuir en lo que sea, dejar su marca en el mundo.

Los villanos reciben menos tiempo en pantalla, a excepción de Inmortan Joe, pero aún así son cagadísimos. Y Joe… vean la película y me dicen qué opinan de Joe. A mí me pareció extraordinario como una muy aguda caricatura de lo que es un patriarca abusivo.

Mad Max: Fury Road es la película más feminista que he visto en años. Y no tengo idea de por qué eso le puede parecer malo a alguien.

Por si los personajes y los actores interpretándolos no fueran suficiente, la película es una obra de arte en el aspecto visual y técnico. Carros explotan, balas vuelan, puños desmadran caras, y todo ocurre bajo una fotografía increíble y una dirección impecable que no le permiten a uno más que mirar incrédulo la pantalla, esperando la siguiente escena de acción espectacular.

Y encima de todo están los espectaculares detalles como que los war boys llevan un camión retacado de amplificadores, con tambores y un guitarrista ciego para proveer música metalera durante toda la persecusión. O que el granjero de balas se quita una bala que usa como diente para cargar su pistola. O que los war boys se pintan de cromo los dientes cuando hacen un asalto suicida, demandando de sus compañeros que sirvan como testigos en su gloriosamente espectacular sacrificio. O que Rictus Erectus (sí, así es su nombre) arranca el motor de un camión en marcha para estrellarlo contra el mismo.

Y por supuesto, en una película que realmente casi no tiene diálogos, los divertidísimos diálogos:

Toast: What do you suppose he’s gonna do?
Imperator Furiosa: Retaliate first.

Toast: What are you doing?
The Dag: Praying.
Toast: To who?
The Dag: Anyone who’s listening.

Nux: Oh what a day, what a lovely day!

Para terminar, también considero que esta película, desde un contexto correcto, es de las más románticas que he visto. He oído decir a mucha gente que no, pero me parece que es un error de interpretación. Obviamente los personajes no van a estarse besando y apapachando en una película que son dos horas de persecusión desenfrenada. Por paradójico que parezca esto, perdería seriedad la historia.

Pero cuando Max le dice a la moribunda Furiosa: “Max. My name is Max. That’s my name.”, o cuando Nux le dice a Capable antes de sacrificarse “Witness me.”, de verdad creo que son de las escenas más románticas que se han hecho.

Mad Max: Fury Road es básicamente perfecta. Esto no quiere decir profunda, o importante. Esto no quiere decir que la historia no tenga hoyos, o que no hayan cosas que pudieran haberse hecho mejor. Sólo quiere decir que es perfecta en lo que intenta ser: una película endiabladamente divertida, con una historia y personajes honestamente feministas, realizada de manera intachable sin abusar de CGI, y que consigue relatar una historia que es básicamente dos horas de gente muy extraña persiguiéndose por el desierto, sin en ningún momento ser aburrida.

Vayan y véanla en el cine. Varias veces de ser posible.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Accel World

Técnicamente terminé de ver Accel World antes de terminar Sword Art Online, pero como empecé a ver primero la segunda, pues de esa escribí primero. Como sea, los dos animés son relativamente similares, y de hecho ocurren en el mismo universo; el autor de los mangas es el mismo, pero las compañías que realizaron los animés son distintas.

Accel World

Accel World

Unas décadas después de los eventos relatados en Sword Art Online, los estorbosos cascos utilizados para la realidad virtual se han reducido a unos cómodos collares, y la mayor parte de la población no sólo los utiliza para realidades virtuales inmersivas; todo mundo anda navegando por la vida con realidad aumentada que se integra de manera perfecta y transparente en el mundo real.

Nada más por la premisa de un mundo tan potencialmente fabuloso vale la pena esta serie.

La serie relata un videojuego clandestino llamado Brain Burst, que es un programa que se instala en el cerebro de los jugadores, y que les permite experimentar la realidad de manera acelerada (de ahí el título). Varias horas dentro del juego se traducen en unos cuantos segundos en la vida real.

El famoso videojuego tiene unas reglas que hacen poco sentido, pero la serie se siente básicamente como un videojuego gracias al mismo, lo cual está divertido. Nadie está nunca en peligro de muerte (al menos no por el juego), pero los personajes están chistosos; el protagonista es un niño chaparro y con sobrepeso, que es “reclutado” para el juego por la muchacha más linda y popular de la escuela, gracias a sus habilidades como jugador de videojuegos “normales”. Es refrescante ver un personaje así, y su relación (que no avanza lo suficiente como para calificarla de romance) con la antes mencionada niña.

Me gustaron los veintitantos capítulos de este animé, y después procedí a básicamente olvidarme de él. No es malo, nada más no es muy trascendente que digamos.

Como sea, sí lo recomiendo; nada más no es nada terriblemente innovador.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Avengers: Era de Ultrón

El día del estreno fui a ver Avenger:Age of Ultron con mis cuates.

Se aplican las de siempre.

Avengers: Age of Ultron

Avengers: Age of Ultron

Yo tenía muchas ganas de ver esta película, y no me decepcionó en lo más mínimo. Es divertida, con mucha acción, hartas explosiones, y además está muy bien hecha, y competentemente actuada.

La historia no hace demasiado sentido; el inicio parece in media res, sin explicarnos muchas cosas que supongo debieron ocurrir entre la última película del capitán mamérica, la última de Iron Man, y esta nueva película. Fuera de eso, un montón de cosas tampoco hacen mucho sentido (como el romance entre la Viuda Negra y Hulk, o mejor dicho Banner, que aparece medio de repente).

Se siente justamente como se sentían los cómics de un héroe (o equipo de héroes) cuando tenían que estar cuidando la continuidad en “eventos” que afectaban a todo el universo en cuestión. Se siente que la película trata de cuidar o preparar las cosas para las próximas películas del capi, de Thor, y de los mismos Avengers.

No es tan grave; sigue siendo muy divertida y muy entretenida. Nada más por la espectacular pelea entre Hulk y Iron Man en su armadura aumentada valdría la pena la película.

Y sin embargo algo no terminó de gustarme al salir del cine. Tardé varios días en poder determinar qué era; y la respuesta está ligada al hecho de que Avengers: Age of Ultron, por divertida que sea, no es tan satisfactoria como la primera parte.

Creo que, sin darnos cuenta, ya cruzamos el cénit de esta época del cine de superhéroes, y que entre The Avengers y Guardians of the Galaxy ocurrió dicho cénit.

No me parece que vaya a haber un crash del género. Sencillamente será más parecido a una gráfica de la campana; llegamos al punto más alto, y ahora suavemente bajará la satisfacción que generan las películas de superhéroes. Y no porque sean peores, sino porque ya vimos lo que podía soprendernos.

Creo que ya comenzó el decline de ésta época de oro del cine de superhéroes; habrá otras, espero, en el futuro. Y me da mucho coraje que DC no haya podido producir nada decente (sans Batman).

De todas formas, está muy divertida, y les recomiendo que vayan a verla varias veces al cine. Que dada la cantidad absurda de dinero que está ganando, no creo que fuera necesario decirles.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Aztlán

Si hice todo bien, cualquier persona que trate de acceder mi blog en su antiguo hogar en Xóchitl será redireccionado a su nuevo hogar en Aztlán.

No sé si esto funcione también para los feeds RSS, pero como ya casi nadie usa de esos no me va a importar mucho.

Con más tiempo y más calma platicaré por qué el cambio; por ahora sólo espero no haber roto nada.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Treinta y ocho

Hoy cumplí treinta y ocho años.

Este año pasado en mi vida fue bastante interesante, por muchas razones, algunas de las cuales relataré más adelante.

Por ahora, lo voy a dejar así: este año conseguí el que, espero, será el último trabajo en mi vida.

Vamos a ver qué tan cierto es eso.

Imprimir entrada Imprimir entrada