El asalto más estúpido de la historia

De hecho, debería llamarse el intento de salto más estúpido de la historia.

El sábado, Omar, Juan y yo nos vimos en Bellas Artes. La idea era ir a la Plaza de la Computación y después a Plaza Meave, y gastarnos mucho mucho dinero en ambos lugares. Juan y yo acabamos de ser becados, y Omar quería ser partícipe de la alegría que da comprarse gadgets y/o accesorios para gadgets. Enrique estaba invitado; y de hecho a mí me interesaba que fuera, porque quería asesoría respecto a la estéreo que quería comprar… pero tuvo a bien perder el celular y cuando se comunicó con nosotros apenas se estaba levantando y nosotros nos moríamos de hambe. Así que Enrique se perdió la aventura.

Fuimos a comer comida china en la Cerrada de 5 de Mayo, y después nos encaminamos a la Plaza de la Computación. Íbamos recién comidos y de buen humor, y caminábamos por las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México como lo que somos; jóvenes adultos acostumbrados a caminar por las calles de la Ciudad de México, sean del Centro Histórico o no. Eran las 4 de la tarde, hacía sol, y había un montón de gente caminando con nosotros; lo cual es perfectamente común un sábado a las 4 de la tarde en el Centro Histórico.

Llegamos al reloj turco de Bolívar y Carranza, y nos metimos en Carranza encaminándonos al Eje Central. Carranza estaba algo más vacía que Bolívar y el Eje Central Lázaro Cárdenas; pero aún así había gente. Era un buen día y nosotros estábamos forrados de dinero y dispuestos a gastárnoslo en juguetes para adultos. Lo que voy a contar a continuación es como yo lo recuerdo; puedo recordar algo mal, mover de orden los eventos y en general (como es el caso casi siempre conmigo) exagerar un poco: pero básicamente así estuvo el asunto.

Un tipo no muy alto (me llegaba al hombro) y gordo se acercó a nosotros y nos preguntó por la calle de Bolívar. En retrospectiva yo que veníamos de Bolívar, pero en ese momento no lo sabía… ninguno de los tres, de hecho, porque tratando de dar explicaciones nos pusimos a hablar al mismo tiempo sin poder ponernos de acuerdo en qué calle creíamos que estaba Bolívar. Entonces el monito comienza a saludarnos de mano y dice algo respecto a que habían madreado a su hermano… o algo así. Yo no escuché bien, y creo que Omar y Juan tampoco, porque los tres nos acercamos al tipo, preguntando “¿cómo?”, y entonces el tipo (sosteniendo la mano de Omar) nos dice “no se vayan a espantar…”

Llevo viviendo 28 años en esta ciudad. Me han asaltado como siete veces en mi vida; a mano armada, en bola, en callejones, fuera de mi secundaria, ustedes nómbrenlo. Sé moverme en esta ciudad, y lo más importante: jamás me ha dado miedo moverme en esta ciudad. Todo esto no es porque sea muy valiente o muy pendejo; es sencillamente que sigo ciertas reglas de sentido común. Una de estas reglas es: si hay un arma a la vista cierra el hocico y quédate quieto. Si no hay un arma a la vista, aléjate.

Así que di un paso atrás al mismo tiempo que alejaba a Juan del tipo (Omar estaba del otro lado de Juan, con su mano sujeta por el tipo), y me puse en alerta: piernas separadas, mirando al tipo (sus manos principalmente) y los brazos separados del cuerpo. Les recuerdo que le sacaba 20 centímetros al tipo, y que llevo algún tiempo haciendo pesas; es muy probable que el tipo creyera que me estaba poniendo al brinco. No era el caso; tenía miedo, más no pánico, y estaba actuando de reflejo (hasta ese momento no han pasado más de un par de segundos desde que el tipo dijo que no nos espantáramos: no es mucho tiempo para pensar).

El tipo inmediatamente se puso nervioso, y preguntó que porqué me ponía así, que no me estaba asaltando, que qué me pasaba. Ta bien, decía yo subiendo las manos. Quiero hacer notar que no subía las manos en actitud de que alguien me gritara “¡arriba las manos!”; subía las manos en actitud de “Canek suele mover las manos cuando habla”. Para esto, el tipo no había soltado la mano de Omar, y éste preguntó (muy educadamente, como suele ser Omar), “me podrías soltar la mano por favor”. El tipo lo soltó.

El gordito siguió regañándome por reaccionar como reaccioné, que de donde él venía (entendí por su perorata) por menos que eso mataban. Bueno; de donde yo vengo, la gente habla menos y actúa más: pero no le dije nada. Me preguntó si quería que llamara al que golpeaba; le dije que no, pero me dio risa el pensar en el gordito corriendo a buscar al que golpeaba, mientras nosotros esperábamos sin movernos para que nos golpearan.

En ese momento seguía yo con miedo, pero ya estaba mucho más tranquilo. A menos que llegara un carro con gente armada, no nos podía pasar nada; era medio día, estaba lleno de gente, y estábamos a 200 metros del Eje Central y de los policías. En ese momento llegó otro tipo, igual de zotaco, y mucho más flaco, que también procedió a regañarme por reaccionar así. Yo seguí diciendo “ta bien”, moviendo las manos, y los tipos seguían diciéndome que bajara las manos. A lo cual yo volvía a decir “ta bien” moviendo las manos, y ellos volvían a decirme que las bajara, que me calmara. Lo cual es muy cagado, porque realmente Juan, Omar y yo estábamos muy calmados. De hecho, creo que los tipos estaban más nerviosos.

El segundo tipo nos comenzó a encaminar al Eje; ninguno de los tres puso resistencia porque ahí estaba la muchedumbre, y por lo tanto la seguridad. Mientras nos encaminaba, además de seguir regañándome, nos explicó que su jefe los había enviado porque unos chavos de Tepito habían madreado a alguien (o algo así), y les habían dicho que eran barbones como nosotros. Fue algo más larga su explicación, pero básicamente era eso; que nos habían confundido. Y luego volvió a regañarme todavía más por mi actitud, y básicamente a averiguar si teníamos o no dinero. Le dijimos que éramos de la UNAM, y eso bastó para convencerlo de que no teníamos dinero. Pero siguió regañándome, que por mi actitud podía darle en la madre a mis amigos, o a mi familia, etc. etc. Muy poco coherente. La idea era básicamente que si ellos querían me madreaban a mí y a mis amigos, y que con mi actitud pude conseguir eso. Recuerdo tres cosas muy claras:

  • Que mi físico no me iba a servir de nada si me querían madrear… lo cual me hizo notar todavía más lo zotacos que estaban.
  • Que me paraba en la calle con una liga en el pelo… lo cual aparentemente es signo de opulencia en estos días.
  • Que me preguntó si era hijo de Presidente. Tal cual. Dije que no.

En algún momento el gordito regresó (había desaparecido poco después de que el flaco nos empezó a encaminar), y dijo algo así como que el jefe decía que todo estaba tranquilo o algo por el estilo. El flaco nos dejó cerca del Eje, pidiéndonos una disculpa si nos habían asustado, y que si nos agarraban que dijéramos que ya nos habían interrogado (o algo así); yo pedí una disculpa por mi actitud (dado que me regañaron tanto parecía la mínima cortesía), y por fin seguimos solos hacia el Eje.

Cinco segundos después, después de procesar mentalmente todo el asunto, lo primero que le dije a Omar fue: “hubiera preferido que nos robaran.”

A la conclusión que llegué (y conforme más la pienso más me parece la correcta), es que los tipos nos querían espantar o engañar para llevarnos a un sitio más solitario donde nos pudieran robar o estafar. Dudo mucho de la historia de los chavos de Tepito; y dudo aún más de un supuesto Jefe que ni siquiera para darle celulares a sus compinches tenía. Y en retrospectiva, mi actitud (esa que hizo que me estuvieran regañando por diez minutos), fue no sólo la correcta, sino la mejor. Les mostramos que no nos íbamos a espantar, y ciertamente que no nos íbamos a dejar hacer algo fácilmente.

Me molesté también. ¿Con qué derecho me regañaban de cómo me portaba? Como si yo no supiera portarme en esta Ciudad. Creo que por eso estaban tan molestos con mi actitud; fue en gran medida la que impidió que nos pudieran hacer nada. Eso y que Omar, Juan y yo estuvimos todo el tiempo tranquilos. Creo que toda la perorata y el “baja las manos” fue para que no llamáramos la atención de algún policía o de la gente. En retrospectiva, hubiera sido mejor en cuanto el tipo soltó a Omar darnos la media vuelta e irnos, y que nos siguieran si querían.

Me molestó que me confundieran con alguien que no sabe moverse por la ciudad. Me molestó que hace años vengo diciendo que esta Ciudad es segura, y particularmente el Centro, y que después de eso todo el resto de ese día miré a ambos lados de las calles más de lo que acostumbro. Pero lo que más me molestó fue que quisieran verme a mí y a mis cuates la cara de idiotas; jefe mis huevos. Era un par de radonzuelos patéticos, que no sé en qué momento se les ocurrió tratar de asaltar a tres güeyes, que además vestimos bastante mal, y que no nos vemos fáciles de asaltar.

Después fuimos a comprar nuestros gadgets y nos la pasamos bomba. Y nos la pasamos riéndonos del asunto todo el día.

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American Visa

Fui hoy a ver American Visa.

American Visa

American Visa

Seré sincero; básicamente fui porque Kate del Castillo sale de taibolera bailando en el tubo. Sin embargo, hay bastante más que decir acerca de la película.

Pero en primer lugar, y para quitarlo de en medio: . Vale la pena completamente ver la película por la escena de Kate del Castillo bailando el tubo. Aunque sólo dure dos minutos. Aunque use shortcito en lugar de tanga. Aunque no se quite nada ni muestre un triste pezón. Por esa escena vale la pena ver la película.

Superado ese punto, la película está bien hecha y bien actuada. Demián Bichir es de los actores mexicanos que más me gustan; y además es perredista, así que eso le da puntos extra. Pero sin duda la que se roba la película es Kate del Castillo… con escena del tubo y sin ella. El acento le sale muy bien (a mi entender; a mí no me suena como mexicana fingiendo un acento), y el personaje que interpreta es adorable. Pendeja, pero adorable.

La historia “social” y “moral” de la película es barata, predecible e inocente; pero es nacionalista (de Bolivia; pero por como la describen se aplica perfectamente a México), y anti gringa. Yo no pido mucho más al respecto. La historia de amor es todavía más barata, predecible e inocente: una mujer (pendeja) que elige lo que no le conviene, y ergo se enamora de un güey (pendejo) que no sabe lo que tiene hasta que casi lo ve perdido.

La única parte de ese esquema que no entiendo es porqué una mujer así no me elige mal a mí.

Está simpática la película; creo que sí vale la pena verla. Incluso sin escena de taibol; con la escena incluida, digo, ni lo piensen: vayan; esa mujer es un músculo enorme y torneadito. Da gusto ver a una mujer con un cuerpo tan hermoso y para nada anoréxico.

Hay una escena cerca del final donde Kate del Castillo atraviesa el umbral de una puerta, en un vestido muy sencillo con tacones altos, y literalmente quita el aliento. Nada más caminando. Hermosísima.

Y bueno, sólo para terminar; antes de la película pasaron un corto: La vida bajo los escombros (o algo así), acerca de un médico que queda atrapado en el temblor del 85. No tiene nada de espectacular; está basado en una historia real, y está bien hecho, pero desde el punto de vista artístico no tiene nada particularmente interesante. Pero fue impresionante escuchar el silencio del público cuando el personaje del corto dice “está temblando” y comienzan a zarandearse las cosas. La gente literalmente dejó de respirar… yo incluido.

La gente de esta ciudad no olvida.

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SPAM

Hace años que no me preocupo del SPAM. En GMail se maneja más o menos; y en mi casa con Evolution utilizo SpamAssassin y el número de SPAMs que se me filtran es cercano a cero. Y eso que recibo muchísimos SPAMs.

Ahora sin embargo, el SPAM comienza a molestarme una vez más… sólo que en mi blog.

Comenzó hace cierto tiempo, y lo había estado medio manejando. Primero, comencé a incluir palabras en una lista negra que tiene WordPress. Eso funcionó un rato; realmente no creo que mucha gente me escriba comentarios donde incluyan la palabra “póker”, o “shoes”. Pero ahora resulta que WordPress tiene un bug… o al menos así lo parece.

Cuando la lista negra de palabras prohibidas llega a cierto tamaño, nomás deja de filtrarlas. O al menos así me hizo a mí. WordPress además tiene la opción de marcar un comentario como SPAM; yo pensé que utilizaría un filtro bayesiano, pero al parecer sólo los quita de mi vista. Como sea, le di la vuelta borrando palabras “viejas” de la lista y poniendo las nuevas… este tipo de SPAM llega en olas; durante unos días uno es bombardeado con SPAM para sitios de póker en línea, y después ya no. Pero se estaba volviendo bastante molesto, y hoy me llegaron 3 SPAMs distintos, así que sólo puedo esperar que lleguen más.

Yo tengo en abulafia instalado WordPress 1.5.1.3… creo. La última versión es WordPress 1.5.2… creo. Espero que ésa haya compuesto el bug en la lista negra de palabras prohibidas.

Pero de verdad no quería actualizar… y no porque WordPress tenga problemas al actualizarse (como Gallery 2)… al contrario; se actualiza muy fácil. La bronca es que, como ya comenté en otra entrada, yo escribí mi propio archivo es_MX.mo, y corregí cosas de WordPress para que éste jalara. No quiero hacerlo de nuevo… pero de verdad ya se volvió medio odioso el problema del SPAM, así que básicamente no tengo de otra.

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XEmacs, Mule y LaTeX con UTF-8

Desde hace ya tiempo, cada vez que iniciaba XEmacs, éste se quedaba como pasmado durante unos 10 segundos, con la ventana completamente en blanco, hasta que por fin como que se desapendejaba y comenzaba a parsear mi .xemacs/init.el.

No era algo terriblemente grave; sólo muy molesto. Pero dado que en mi máquina de escritorio sólo inciaba XEmacs cada vez que hacía login, y esto a su vez sólo ocurría cuando se iba la luz o alguna desgracia por el estilo, no era una molestia frecuente.

Y entonces vino la laptop. La laptop la estoy prende y apague cada que vuela la mosca, y el apendejamiento al inicar XEmacs se convirtió en una molestia muy frecuente. Así que me puse a viriguar qué carajos ocurría que me apendejaba el XEmacs.

Jugando con las USE flags, llegué a la conclusión de que era Mule; si compilo XEmacs sin Mule, todo funciona como Dios quiere. La bronca es que sin Mule, XEmacs no maneja UTF-8. Lo cual a su vez no es tan grave, porque el único sitio de XEmacs donde utilizo acentos (y ergo, UTF-8), es mis archivos de LaTeX, y éstos los tengo en good, old latin1, A.K.A. ISO-8859-1.

Pero todo mundo sabe que ISO-8859-1 está a punto de desaparecer… desde hace como cinco años viene desapareciendo. Uno de estos días nos sorprende y desaparece de verdad. Y LaTeX ya soporta archivos editados bajo UTF-8 (o al menos todos los que yo le he puesto).

Así que una vez más me di a la tarea de investigar qué ocurría. La respuésta me la dio xfontsel; el honorable (y viejo, como Yoda) programa se apendeja de forma idéntica a XEmacs. Y xfontsel no hace mucho (contrario a XEmacs); básicamente carga fuentes. Busqué el único mensaje de error que escupía (“Warning: Missing charsets in String to FontSet conversion”), y encontré una entrada en la página de Adobe para no sé qué programa suyo que corría en una HP/UX. Proponían una solución, que intenté sin muchas esperanzas:

LANG=en_US.iso88591 programa

Y tarán… funcionó. Haciendo que XEmacs corra bajo ISO-8859-1 en lugar de UTF-8, todo funciona. Así que para poder usar XEmacs con UTF-8, necesito hacerle creer que uso ISO-8859-1. No tiene demasiado sentido, pero funciona.

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Gryffindor

Con Juan en el messenger:

Yo: Estaba en la sala común de Gryffindor… digo, del IIMAS, y saludé a unos compañeros. Ellos estaban cerca de la chimenea… digo, del Access Point…
Juan: ¿Leíste las 6 novelas de nuevo?
Yo: No, pero es una buena analogía… de hecho, hay una chava con el pelo rizado, que siempre anda con dos cuates… uno bajito de lentes, y el otro alto y pelirrojo…
Juan: Te cae…
Yo: Me cae… les voy a tomar una foto…

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Exámenes y tareas

Tuve un par de semanas algo agitadas.

El jueves 29 de agosto, tuve examen de Arquitectura de Computadoras con el Dr. Savage (neto, no invento). Aspiro a un 5.

La verdad es que me alegra mucho aspirar a un cinco; no es mi fuerte, no me interesa como campo de estudio, y no me iba a poner a estudiar acerca de multiplexores. Así que si saco cinco y con mi equipo hago un buen proyecto final, creo que libraré bien la materia.

El viernes 30 de agosto originalmente entregaría mi tarea 2 de Urrutia, pero la movieron para el lunes 3 de octubre. La tarea la acabé sin mayores complicaciones, y espero que me vaya tan bien como en la primera, en donde saqué 10.

Ese mismo lunes tuve examen de Lenguajes de Programación. El examen fue sencillo, pero estoy teniendo serios conflictos con la forma de calificar del ayudante; necesito hablar con Francisco y ver que no ocurra algo como en la primera tarea, donde casi todo el grupo no sabemos muy bien qué pensó el ayudante acerca de una pregunta, y nos la puso mal a casi todos.

El miércoles tuve que entregar tarea de Autómatas, y ahí estuvo medio raro el asunto. Una pregunta estaba ambigua, y a mí se me hizo fácil decirle a mi equipo que yo hacía dos versiones de la tarea; una por cada interpretación. Entonces ahí me tienen a las 3 de la mañana terminando mi tarea, versión “B”.

Y por último, el jueves tuve examen con Urrutia. El examen estaba sorprendentemente sencillo; pero (a mi juicio) innecesariamente talachudo. ¿Qué valor puede tener sacar el árbol de Huffman de un alfabeto de 21 caracteres? ¿No es idéntico a sacar el árbol de un alfabeto de 7? No creo sacar 10; hay muchos lugares donde me pude equivocar en sumas o algo así, y además no sé cómo me interpreten mi corrida de Dijkstra.

En medio de todo ello, estuvo el seminario de los lunes y miércoles, y uno más que nos insertaron martes, jueves y viernes.

Así que estuve básicamente en chinga todos estos días. Y para acabarla, el jueves comenzaron a salirme estos mensajes en la laptop:

dma_intr: status=0x51 { DriveReady SeekComplete Error }
hda: dma_intr: error=0x40 { UncorrectableError }, LBAsect=87454448, sector=87454368
end_request: I/O error, dev hda, sector 87454368

Muchos de esos. En distintos sectores y bloques. En mi experiencia, eso es un error de hardware en el disco duro, y no puedo darme el lujo de quedarme sin laptop; incluso aunque sólo sean dos semanas de garantía. Pero además, para aplicar la garantía tendría que quitarle Linux (o si no dirán que el error es por Linux), lo que significa hacer un backup y poner Windows, y luego convencerlos de que algo malo ocurre con el disco duro.

El disco duro cuesta alrededor de 1,000 pesos; misma velocidad, mismo tamaño. Y creo que sí estoy dispuesto a pagarlos con tal de no quedarme sin compu. Pero igual y puedo evitarlo; corrí e2fsck diciéndole que marcara los sectores dañados y parece que funcionó: ya no me ha marcado ningún error. La voy a traer así unas semanas; si vuelven a salir errores, tendré que hacer el backup e ir a garantía.

En el departamento de las buenas noticias: nos depositaron la beca, y ahorita no tengo nada que hacer. Aunque en teoría debería comenzar a ver el secuenciador para Arquitectura, pero ya estoy bajando el software de Xilinx para encargarme de ello. Sólo no creo hacerlo hoy.

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Animé en México

Me entró la nostalgia por haber terminado de ver Robotech, y me puse a recordar la viejas series de animé que vi cuando era niño. En México fueron muchas: estaba Remy, Candy Candy, La Ballena Josefina, Mazinger Z, Heidi, etc.

Así que me puse a buscar en la red; principalmente La Ballena Josefina, porque sólo tengo dos recuerdos de esa serie: 1. era un niño, que tenía una ballena que volaba. Neto. Lo juro. 2. La ballena hablaba.

Hubo un momento en que incluso pensé que lo había imaginado. Pero no, busqué y por fin encontré un foro, donde alguien más clavado que yo se puso a hacer un recuento de todas las series de animé que han pasado en México (las viejitas claro), y además añade comentarios cagadísimos, como este respecto a Remy:

Se trataba de: Remi es un huérfano que Jerome Barberand recogió en París (el libro original es francés). Y de ahí en delante sólo son tragedias y más tragedias para el niño y sus amigos, así como angustia tras angustia para los miles de fans que sufrían diariamente con el, aunque tiene la serie final feliz, dicho sea de paso.

No recuerdo lo mismo que él en muchas cosas; por ejemplo, él dice que Bell y Sebastian lo pasaron muy incompleto, cuando yo recuerdo claramente que pasaron casi toda la serie, incluidos el final y el inicio; y además menciona el nombre de la actriz que dobló a Akane Tendo como Patricia Acevedo, cuando es obvio que es Rosy Aguirre. Pero de cualquier forma es una lectura muy interesante; hay un montón de animés que yo sencillamente no recuerdo, que él menciona.

Altamente recomendable; el hilo del foro es:

http://miarroba.com/foros/ver.php?foroid=430279&temaid=2327074

Como sea, otra cosa interesante que él menciona, y que yo ya sospechaba pero que no he tenido el hígado de investigar por mí mismo, es que un montón de animé que pasó en México fue traído directamente aquí, y doblado aquí respetando los nombres de los personajes japoneses originales. Y en gringolandia ni siquiera han oído hablar de esos animés.

Voy a tratar de conseguir algunas de esas series viejas; recuerdo que algunas eran fabulosas… aunque, de nuevo, puede ser sólo el niño dentro de mí viendo las cosas a través del cristal de la nostalgia.

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Hannibal

A las 10:30 de la noche, esta noche, me subí a dormir. Me dije: “voy a leer un capítulo más de Hannibal“; Omar me prestó la edición en inglés el jueves, y lo había estado devorando en mis ratos libres. Y eso que ya tengo carro, y entonces no leo en el micro.

No lo pude soltar.

Pero además, ay hijo de la chingada; me asustó el pinche libro. Tengo miedo.

No voy a dormir bien lo que queda de la noche.

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1985

Hace 20 años, dicen, se cayó la ciudad.

Los temblores de 1985 cambiaron para siempre a la gente de la Ciudad de México, y consecuentemente a la gente del país. Fueron causa o factor importante en la creación de la llamada sociedad civil, en la semi extinción del PRI en el DF, en la creación del PRD, en la crisis política de 1988, y muchas cosas más.

Y todo a causa de que el gobierno no supo o pudo hacer nada, o casi nada. Ahora dicen, de forma elegante, que el gobierno fue rebasado. Rebasados mis huevos; el gobierno fue incapaz de reaccionar a la tragedia, y la gente de la ciudad se encargó de ella misma, organizando el rescate de personas enterradas, la repartición de víveres, el transporte, la seguridad.

Me emputa la gente que vive en la ciudad y se queja de ella. No las quejas normales y cotidianas de todos nosotros (que el smog, que el tráfico, que el metro lleno de gente); sino la gente que piensa que los habitantes de la Ciudad de México son inherentemente “peores” que la gente de provincia. Más egoístas, más maleducados, más ñeritos.

Pendejos.

Cualquiera que haya estado en la ciudad durante los temblores sabe de qué está hecha la gente de aquí. Sabe de la solidaridad, de la civilidad, de el esfuerzo desinteresado por salir entre todos de una situación de desastre. La gente más generosa de este país está aquí; la gente más interesada, con más conciencia cívica, con más ganas de participar. Eso no es un insulto a la gente de provincia; es un halago a la de la ciudad.

Dicen los que no saben, justificando su idea de que la gente de la ciudad es “mala”: “me robaron”, “se me metieron en Periférico”, “me empujaron en el metro”. Como si eso caracterizara a la gente ciudad… me pregunto qué tipo de criterio tendrá esa gente con tan corta visión que sólo perciben eso de los habitantes esta gran ciudad. Si tanto les desagrada aquí, lléguenle. Aquí no los queremos y ciertamente no los necesitamos. Me gustaría saber cómo reaccionó esa gente en el temblor, o si tan siquiera estuvo aquí.

Yo tenía 8 años en el temblor. Estaba muy chico como para ayudar; pero recuerdo a la gente. Recuerdo a la gente. Recuerdo a los topos, a los estudiantes, a las señoras de vecindad haciendo comida, surciendo ropa. Recuerdo. La gente de la ciudad recuerda. Y nunca olvida.

Los que se quejan no son tantos; hacen mucho ruido, pero no son tantos. Y no es que no haya cosas de qué quejarse en esta ciudad; hay un chingo. Sólo que la gente que quiere a esta ciudad hace cosas para mejorarla, no sólo se queja.

Pero sí me emputa que hablen mal de su gente. Porque después del 85, la gente de esta ciudad se ganó una medalla colectiva.

Hace 20 años, dicen, se cayó la ciudad. La gente que dice eso no sabe lo que dice; hace 20 años, se cayeron los edificios.

La ciudad se levantó, apoyándose en millones de manos.

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Huélum

Desde la huelga (tal vez desde antes), he sido de la firme idea de que las escuelas públicas del país son las mejores, y que hay que formar una especie de frente ante las escuelas privadas.

No porque sean malas (que lo son) ni porque produzcan gente mierda (que sí producen); sino por el tipo de filosofía que manejan. La educación no es un producto. Igual que la salud.

En ese sentido, la gente del Poli, de la UAM, y de varias universidades autónomas estatales, los veo como hermanos. Juntos peleamos en el 68, juntos rescatamos muertos y heridos en el 85 (tip: busquen qué tipo de ayuda ofrecieron las escuelas privadas y sus alumnos en los temblores de ese año), juntos producimos los mejores elementos de la clase política, académica, intelectual y técnica del país.

Durante la huelga, cuando los del Poli marcharon con nosotros, yo con cariño sincero aprendí y grité el “huélum”, hasta que se me acabó la garganta. Y lo volvería a hacer; estoy seguro que lo volveré a hacer (con suerte, en situaciones más alegres).

Eso para nada evita que me diera mucho gusto que los Pumas-CU les patearan el trasero a las Águilas Blancas en el partido de futbol americano que se jugó ayer en el Foro Sol.

Hace unas semanas un chavo del IIMAS mandó un correo para tratar de organizar una ida en bola al encuentro. La verdad yo no tenía ganas de ir en bola; pero nunca había ido a un partido de futbol americano de la UNAM, y no tenía nada planeado para el sábado. Así que le comenté a Mónica y fuimos juntos.

Llegamos tarde (no fue mi culpa); ya había comenzado el segundo cuarto, pero aún así fue un encuentro fabuloso; en lo deportivo y para mí. En primer lugar, me recordó lo que se siente ir al estadio (hacía años que no iba); en segundo lugar, me acordé de lo mucho que me gusta el futbol americano (hace años veía todos los partidos de lunes por la noche); y en tercer lugar, me hizo sentirme estudiante de la UNAM de nuevo. No por el hecho de estudiar (eso ya lo he venido sintiendo últimamente; se siente muy bien), sino en el tipo de cosas que hacen los estudiantes. Me desmadré la garganta gritando goyas hasta que perdí la voz.

Pumas CU anotando

Pumas CU anotando

(La foto es de La Jornada.)

El estadio estaba hasta su madre, y las porras estaban bastante animadas. Más la del Poli, porque acababan de empatar 7-7, y en comparación la de los Pumas andaba un poco desanimada. Pero conforme avanzó el encuentro, todos nos fuimos animando.

Hubo varias jugadas muy buenas; un pase de anotación de los Pumas de casi 30 yardas, una jugada de engaño con dos retrasos de las Águilas con el que empataron 14 a 14, y dos devoluciones del Poli en que el balón se les hizo de mantequilla y la UNAM lo recuperó.

Llevaba mi cámara; pero por la estúpida seguridad por poco me la quitan. Ahora resulta que uno no puede tomar fotos en los partidos. Ni que me fuera a hacer rico vendiéndolas. Por fin calmé al de la entrada quitándole la batería y guardándomela; y estuve viendo la oportunidad de sacarla, pero estaban al tiro los de seguridad. Supongo que al final valió la pena, porque hubo saldo blanco, al menos en el estadio.

Sin embargo, no me tomó ningún problema tomar mi celular y hacer algunas fotos:

Pumas CU a punto de anotar

Pumas CU a punto de anotar

También en algún momento se me atravesó una reinita. Lo juro.

Reinita

Reinita

Total que me la pasé muy bien; me divertí como enano y me sentí adolescente de nuevo. Al menos estaba rodeado de muchos. Y muchas. Muy guapas.

Que por cierto; el patronato de la UNAM tiene que dar algún tipo de beneficios para convertirse en porrista: están bien cuchas las actuales. Muy motivadas, eso sí; pero bien cuchas. Hay muchas muchachas bonitas en CU; hay que promover que se unan al equipo de porristas.

Porristas (abajo a la derecha)

Porristas (abajo a la derecha)

Me divertí mucho; a ver si vuelvo ir el año que viene.

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Gadgets al rescate

Fue una semana pesada.

No tanto por carga de trabajo o estudio; básicamente lo único que hubo fue la tarea de Urrutia. Lo malo fue que 1) nos hicieron ir el viernes a un seminario de orientación, y 2) ayer sábado tuve que ir al curso de Xilinx. Lo cual implicó levantarme temprano 6 días de esta semana. No bueno.

Por lo demás, académicamente todo fue bien. Acabé la tarea de Urrutia y estoy casi seguro de sacar 10. En Autómatas tuve dos respuestas mal en la segunda tarea, por hacerla en una hora un día antes. Y en lenguajes ya tengo casi toda la tarea, sólo necesito leer un capítulo del Mitchell. Ah, y ya tengo equipo… en dos de las materias en las que menos lo necesito, pero espero que me dejen trabajar con ellos en Arquitecura. Necesito a alguien dispuesto a alambrar por mí.

Mi choque del viernes de la semana pasada no fue tan grave; sólo afectó la puerta:

Nuevo madrazo

Nuevo madrazo

Tomé un par de fotos con mi nuevo celular justo después del accidente:

Carro Chocado

Carro Chocado

Madrazo

Madrazo

La resolución del celular es regular. Pero el modo nocturo apesta. Sin embargo, al otro día llevé el carro al servicio y tomé una foto a la luz del día:

Dejándolo en el Servicio

Dejándolo en el Servicio

No está tan mal; considerando que es un celular. La cámara es de 1.2 megapixeles. Mi nuevo celular es el Nokia 7260; lo compré el jueves antes del choque. Lo cual estuvo muy conveniente; pude llamar a mi seguro.

Nokia 7260

Nokia 7260

El teléfono está bien mamón. Y bien bonito; además de que quiero comprarle la carátula negra. También quería comprarle el cable USB; pero resulta que puedo transferir datos del celular a mi Palm (y viceversa) utilizando el infrarojo.

El viernes que choqué, regresaba del Centro, a donde fui con Juan a comprar cosas; una fuente de poder para mi mediana, una funda para mi Palm, y una tarjeta SD (con todo y lector USB) porque decidí que necesitaba espacio para videos e imágenes en mi Palm. La tarjeta de es 1 GB, y me costó 800 pesos. Eso es menos de 80 centavos por megabyte; yo estaba impresionado. También compré el lector de tarjets SD… y Memory Sticks, y SmartMedias, y no sé cuántas más, por 230 pesos.

Mi laptop tiene un lector; pero no parece funcionar en Linux. Todavía.

Como sea, tanto gadget ha venido a mi rescate en estos días sin carro. Leo en el tren ligero y en los microbuses, además de escuchar mi iPod, claro. Y mi celular me permite tomar fotos de forma mucho más sencilla que mi cámara; si bien con mucha menor calidad.

Pero aún así necesito mi carro; espero que esté antes del 16 de Septiembre.

Como mencioné hace poco, mi monitor está fallando. Eso significa que para poder trabajar, he estado haciéndolo en mi laptop, en la sala de mi casa. Así que mi ambiente de trabajo se ve ahora así:

Gadgets

Gadgets

Aunque realmente no utilizo casi la Palm ni el celular cuando trabajo, sí suelen estar cerca. Y mi iPod conectada me permite escuchar mis canciones en Rhythmbox mientras se carga la batería.

Que hablando de Rhythmbox; por fin salió GNOME 2.12. Después de actualizar todo lo actualizable, la estabilidad regresó. No como la tenía en GNOME 2.10, pero ciertamente mucho mejor.

No me termina de convencer pmount, aunque ciertamente ya funciona. Y sigo sin encontrar nada sorprendente en el nuevo GTK+, incluso utilizando el tema por omisión de Clear Looks. Aunque sí se ve mejor que mi tema Lila, y de hecho es el que utilizo en mi laptop.

Y ahora, necesito ponerme a trabajar en mi nueva tarea de Algoritmos, y en la de Lenguajes, que no está difícil, pero la parte de Cálculo Lambda está talachuda.

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Entrampado

Lunes y miércoles nos entramparon en seminarios obligatorios de tres horas y media por sesión, y con mi carro en el servicio reparándose, me duele asistir… literalmente, mi laptop pesa mucho.

Bueno realmente no pesa mucho, pero con mi carro no pesa nada.

Si además añadimos el hecho de que tengo clases el sábado, estas semanas sin carro no se ven bien.

He andado en chinga, con la tarea de Urrutía básicamente. Es para mañana, y en lugar de poder terminarla estoy aquí en el auditorio del IIMAS, asistiendo a un seminario que con todo respeto no me interesa.

Pero bueno, voy a dejar de escribir entradas para mi blog, y voy poner atención, a ver si algo interesante sale.

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El Choque de Jardines del Sur

Tuve a bien chocar hoy… de nuevo.

Juan me acompañó al centro a comprar ciertas cosas. Una funda para la Palm, mi fuente de poder para mi Mediana, porque murió, y una tarjeta SanDisk para la Palm. Quiero poner videos e imágenes en ella, y no tengo tanto espacio.

Total que dejé a Juan en su depa, y me regresé a mi casa. Estaba lloviendo, y el tráfico estaba lentísimo, y llegué muy cansado a la colonia. Cuando di la vuelta en la calle que siempre uso, una Ford Ranger en sentido contrario me embistió.

No fue mala onda; la ruta clásica para salir de la colonia estaba tapada por un huateque, y el tipo de la Ranger tomó la única alternativa.

A su Ranger no le pasó nada. A mí, la puerta trasera derecha se me hundió completamente. Fotos en cuanto llegue a mi casa; tomé un par con mi nuevo celular, pero no sé aún cómo sacarlas.

Cierro esta entrada aquí; llegó el ajustador.

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Palm Blog

Mmmmmmh.

Estoy probando un cliente para mi blog. Puede guardar drafts, enviar entradas utilizando el protocolo de MovableType, tiene atajos HTML peronalizados (que de hecho Drivel no tiene)… muy completo.

Falta ver qué tan bien envía esta entrada, y si hace la conversión ISO-8859-1 a UTF-8 de forma inteligente. Eso me ha jodido mucho en la Palm, que todo es ISO-8859-1.

Voy a enviar esta entrada y ver cómo jala.

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Gadgets

Hoy recogí a mi mamá en el Aereopuerto Internacional de la Ciudad de México Benito Juárez.

Venía de Brasil con una hora de retraso (aunque ciertamente no era su culpa), así que me tomé un cappuccino (¡18 varos… y ni siquiera estaba bueno!) en un cafecito ridículo, pero con Internet a través de Prodigy.

Prodigy en lugares públicos requiere autentificación (paréntesis… llevo años diciendo autentificación aunque he escuchado a un buen de gente decir autenticación… que además suena feo), pero mi Palm es lo suficientemente inteligente como para configurar el servidor proxy automáticamente y entonces no sólo puedo navegar (que no es muy útil en la Palm de cualquier forma… aunque la Wikipedia se ve chida), sino que además pude conectarme con SSH y con mi cliente de messenger. Me la pasé platicando con Omar y Citlali hasta que la batería se quejó amargamente que el Universo iba a implotar si no la apagaba. El güirles jala mucha batería.

Además tenía mi iPod Shuffle y escuchaba musiquita mientras me comunicaba electrónicamente con mis cuates y veía nenas guapas en el Aereopuerto. Que no había muchas esta vez, por cierto.

Estoy muy contento con mis gadgets, realmente hacen más divertida mi vida. Lo único que me faltó fue un cliente de mi blog para Palm, para poder publicar esto desde ahí. Pero estoy trabajando en eso.

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