La Séptima Profecía

Hoy fue particularmente interesante la columna de Jaime Sánchez Susarrey en Reforma. Tanto, que me voy tomar la libertad de reproducirla aquí tal cual aparece en la página de Reforma; no sé si viole alguna ley al hacerlo, pero si sí espero que no sea muy grave y que no me demanden. Reproduzco la columa de Sánchez (le quito el Susarrey ya que él le quita el Obrador a AMLO y le dice López) porque no se puede entender del todo lo que voy a decir más adelante sin ese contexto.

Siete ingenuidades

  1. Esta es una elección como las otras. El país no se hace y se deshace cada seis años. Así que no importa quién gane. México seguirá avanzando.

    Falso. Esta no es una elección como las otras. Lo que está en juego es todo el proceso de modernización y, con ello, el futuro de México. La victoria de AMLO (o de MALO, según su acta de nacimiento) implicaría un giro de 180 grados. Equivaldría al regreso del viejo PRI, el de Echeverría y López Portillo. Con un agravante adicional: López Obrador es un líder popular que no se detendrá ante nada ni ante nadie.

  2. AMLO no come lumbre. Una vez en la Presidencia de la República moderará sus posiciones. Sabe que hay que ser prudentes con la política económica. Al final, terminará aceptando las coordenadas de los organismos internacionales y negociará con ellos.

    Falso. Para entender a López Obrador hay que recordar una frase de Mao: la política debe estar al mando del fusil, y otra de Lenin: la política es economía concentrada. AMLO regirá sus decisiones económicas por objetivos políticos. Su prioridad será distanciarse del “modelo neoliberal” y hacer que la población sienta una mejoría tangible e inmediata. Para hacerlo utilizará todos los recursos del Estado. El incremento del gasto y del déficit fiscal se puede dar por descontado.

  3. No importa que AMLO gane la Presidencia de la República. Él, como cualquier otro, se enfrentará a un Congreso dividido en tercios. El PRD no será la fuerza mayoritaria y el Presidente se verá obligado a negociar.

    Falso. López Obrador no tendría el 2 de julio mayoría en el Congreso, pero podría forjarla fácilmente en los meses posteriores. La victoria de AMLO y el fin del PRI son la misma cosa. Lo estamos viendo desde hace tiempo. Los priistas no tienen empacho ni complicaciones para sumarse a la causa de Andrés Manuel. Lo sienten, por razones evidentes, como uno de los suyos. Además de que desde la Presidencia de la República se trabajaría a marchas forzadas para forjar con ellos ese bloque mayoritario.

  4. México es un país de instituciones fuertes. La separación de poderes es un hecho. Frente al Poder Ejecutivo está el Poder Judicial. AMLO no podrá ni querrá enfrentarse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ya en la Presidencia se moderará y dejará atrás los arrebatos.

    Falso. Una de las convicciones más profundas de AMLO es que cuando hay contradicción entre la Justicia y la Ley hay que optar por la primera y reformar la segunda. Ese fue el principio que utilizó en el caso de El Encino y del Paraje San Juan. Además, está convencido de otras dos cosas fundamentales: a) Mariano Azuela, presidente de la SCJN, fue parte del complot en su contra; b) la reforma del Poder Judicial es inaplazable. Así que el choque es más que previsible. Utilizaría todo el poder de la Presidencia para forzar la renuncia de Mariano Azuela y, posteriormente, para “reformar” al Poder Judicial.

  5. En el punto 45 de los 50 Compromisos de gobierno, AMLO se compromete explícita y formalmente a respetar la autonomía del Banco de México. Este compromiso es una garantía más de que respetará las instituciones y no impulsará políticas económicas populistas.

    Falso. Las descalificaciones constantes y abiertas que ha hecho de Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, no han sido ninguna broma u ocurrencia. Anuncian, como en el caso de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que una de sus prioridades como presidente de la República será forzar la renuncia de Guillermo Ortiz y, posteriormente, presionar a la Junta de Gobierno del Banco de México para que no choque con los lineamientos de la Secretaría de Hacienda. Todo eso se hará bajo una consigna: eliminar los reductos y los candados que los neoliberales le quieren imponer al Proyecto Alternativo de Nación del presidente de la República.

  6. Existen otros contrapesos reales que no hay que subestimar. AMLO ya negoció con las corrientes perredistas. La mejor demostración de ello es que nombró a Jesús Ortega como su coordinador de campaña. Pero, además, está la presencia y la autoridad de Cuauhtémoc Cárdenas en el PRD. Nada de eso desaparecerá el 2 de julio. Así que, como Presidente, López Obrador se verá obligado a entenderse con ellos.

    Falso. AMLO conoce bien el funcionamiento interno del PRD. No tiene respeto por las corrientes internas, que él y otros definen como “las tribus”. La tregua que pactó con Ortega es coyuntural. Finalmente, López Obrador sabe y está convencido de que con la sola estructura perredista no puede ganar la elección. Su apuesta fuerte es a las redes ciudadanas que están coordinando Ricardo Monreal y Manuel Camacho. Así que, de ganar la Presidencia, uno de sus primeros objetivos será reestructurar al PRD para acabar de apoderarse de lo que queda del partido. En esa ecuación, Cuauhtémoc Cárdenas y Lázaro Cárdenas no tienen cabida. Son el tumor que hay que acabar de extirpar. Porque, además, en una estrategia de largo plazo, el presidente López Obrador se fijará como objetivo la creación de un partido que esté en movimiento permanente, tal como hizo en Tabasco cuando fue presidente del PRI en 1983.

  7. No hay que ser tremendistas. La alternancia en el poder es un hecho. La gente ya votó por el PAN y se desilusionó. El giro hacia el PRD cierra un ciclo. Podría incluso ocurrir que los peores pronósticos se cumplieran, pero aun así no hay mal que dure 100 años, es decir, a mediados del sexenio la gente tendría la oportunidad de sancionar al gobierno y al cabo de seis años AMLO tendría que irse para su casa.

    Falso o, cuando menos, hay mucho que matizar. En sus 50 Compromisos de gobierno AMLO se ha comprometido a efectuar un plebiscito para que su mandato sea (o no) ratificado. Pero dice el dicho, y dice bien, que cuando alguien se despide muchas veces es que no quiere irse. Y eso aplicado al referéndum se traduce en algo muy sencillo: quien le pregunta al pueblo si debe continuar a la mitad de su mandato, igual le puede interrogar si debe continuar al final del mismo y, consecuentemente, reelegirse. Perogrullo: López Obrador en la Presidencia tendrá el poder de hacer y deshacer un sinfín de cosas; amén de que está convencido de que él y sólo él encarna la oportunidad y la posibilidad de restaurar la República. Así que quienes creen que al cabo de seis años se irá tranquilamente a su casa, bien se podrían llevar una sorpresa. O para decirlo con palabras de Ricardo Pascoe, quien conoce muy bien al candidato de la Alianza por el Bien de Todos: el problema no es que AMLO/MALO llegue al poder, el problema es que no se va a ir.

¿A quién va dirigido el artículo? Evidentemente no va dirigido a la gente que planea votar por Andrés Manuel; va dirigido a la gente que no lo quiere, pero que ya se está resignando a que va a ganar. Esto es muy importante; toda persona que se informe y vea cómo van las cosas, está llegando a la conclusión de que López Obrador va a ganar. Esto no es triunfalismo de mi parte (aunque sí apoyo al Peje); es una realidad aplastante. La campaña de Madrazo se hunde cada día más, y para dolor de los panistas esos votos o quedan inutilizados (se abstienen) o van al Peje… pero definitivamente no van a Felipillo.

La campaña de este último es un fracaso; peleado (o al menos no cercano) a la dirigencia de su partido que le hace “favores” como traer a Aznar a que nos diga cómo debemos votar, sin alianzas con algún partido pequeño para al menos mostrar pluralidad, y cargando con todas las pendejadas del foxismo y escándalos actuales como el de los hermanos Bibriesca, los eventos del michoacano cada vez son más tristes, su mensaje mercadotécnico (que fue de las cosas que le salieron muy bien a Fox) cada vez más errático (ya están viendo si lo cambian de nuevo; voy a creer que no se les ocurriera que eso de “manos limpias” la gente lo iba a tomar como “claro; pues nunca ha trabajado con ellas”), y el mismo candidato aparece cada vez más desesperado. Y lo peor es que se ve débil y acobardado al no deslindarse de la ultraderecha del PAN o de los hijos de Martha. Tal vez no lo hace porque no puede; él no tiene (ni puede tener) una infraestructura paralela al PAN (como la tuvo Fox con sus “amigos”) en la cual apoyarse.

Por supuesto, ambos candidatos (Madrazo y Calderón) siguen con su discurso triunfalista, porque tienen que hacerlo: están en campaña. Pero las encuestas no mienten; y tampoco los eventos de campaña donde a Madrazo lo empujan y a Calderón le sobran sillas vacías.

Ante este escenario negro para los que no quieren que el Peje gane, Sánchez Susarrey (le devuelvo su segundo apellido; ya me dieron lástima todos los de ese bando) escribe a los que están bajando los brazos y dicen: “bueno, va a ganar el Peje… ni modo, habrá que resignarse”, y les presenta las Siete Profecías del Apocalipsis. Si AMLO gana, se acaba el mundo.

Si el Peje gana, el sol dejará de salir.

Los niños dejarán de sonreír.

“Hijos míos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que El Anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es la última hora.”

En la comunidad técnica estás tácticas tienen un acrónimo (lo cual no es de extrañar; en la comunidad técnica todo tiene un acrónimo): FUD: Fear, uncertainty and doubt. Miedo, incertidumbre y duda.

Un ejemplo de FUD es lo que la gente de ventas de Microsoft le dice a las compañías que piensan cambiar de Windows a Linux. Les dicen cosas como “si pasas tus servidores de correo electrónico a Linux, ¡EL SOL VA A ESTALLAR!

Bueno, exagero; pero de verdad se inventan un montón de cosas. Ahorita está de moda que digan que el TCO (Total cost of ownership, costo total de propiedad) es mayor para Linux que para Windows… aunque Linux sea gratuito. La justificación es que cuesta más entrenar a alguien que sepa usar Linux que a alguien que sepa usar Windows; pero es fácilmente discutible.

Mi punto es que lo que hace Sánchez (le quito el Susarrey de nuevo, porque me da coraje lo que hace), es justamente promover FUD. O MID, en español. Básicamente la idea que quiere transmitir es “no podemos permitir que el Peje gane, porque es irreversible“. Esto último es importante.

Los siete puntos que maneja Jaime Sánchez Susarrey tienen distintos grados de veracidad; por ejemplo, yo sí creo que si el Peje gana, el PRD se aliará con una parte muy importante del PRI (y probablemente del PT, Convergencia y hasta el PVEM) en la Cámara de Diputados. También creo que tratará de quitar a Mariano Azuela y a Guillermo Ortíz de la Suprema Corte y del Banco de México, respectivamente. La diferencia es, yo creo que eso está bien.

No sólo creo que esté bien; yo digo que está a toda madre.

Pero su séptimo punto sí es una completa mamada. No sólo raya en la histeria (que lo hace); es completamente insultante a los miles de mexicanos que hemos peleado por tener democracia electoral desde hace años. Es el tipo de desprecio por las masas que siempre ha tenido la derecha; “estos pinches borregos van a dejar que AMLO se reelija y se instale aquí una dictadura… de izquierda que es lo peor”.

Una de las principales razones por las que el PRI duró 70 años en la Silla del Águila, fue precisamente que nunca permitió la reelección. Pasaban un montón de chingaderas con los presidentes que tuvimos, pero se sabía que cada uno de ellos a lo más duraba seis años. Ni siquera Salinas intentó reelegirse.

Incluso aceptando sin conceder que el Peje tratara de instaurarse como presidente vitalicio, el sugerir que va a pasar de forma inevitable si el Peje gana es un insulto a todos los mexicanos que hemos peleado (y seguiremos peleando) por la democracia; porque es como si nuestra opinión al respecto no importara. Y eso es generalizado a cada uno de los siete puntos; el tipo menciona que el Peje hará y deshará como si no hubiera una sociedad civil activa y madura en este país, que gane quien gane, estará vigilando cada uno de los pasos del próximo Presidente de la República.

Es otra vez esa pinche costumbre de la derecha de despreciar lo que diga la gente desde abajo. Excepto claro cuando lo que dicen es lo que a la derecha le gusta.

Yo lo he dicho varias veces en este blog: el evitar que gane la derecha en este país es una cuestión de seguridad nacional. PEMEX, la CFE, la educación y la salud públicas no aguantan otro sexenio como el de Fox. Pero si gana Calderón no voy a rasgar mis vestiduras y echar ceniza en mis cabellos; voy a hacer lo mismo que he hecho desde los 16 años: pelear en lo que creo que es jsuto. No me voy a poner bien Chicken Little y gritar “¡el cielo se está cayendo!” mientras corro en círculos como histérico.

Que es, básicamente, lo que hace Jaime Sánches Susarrey.

En otras circunstancias, sería sólo patético. Pero es de la derecha de quienes hablamos aquí. Hay que tener mucho cuidado con la derecha.

El discurso que Jaime Sánchez Susarrey está empezando a manejar con este artículo es peligrosísimo, porque si seguimos puntualmente su lógica, la conclusión inevitable es: “hay que hacer cualquier cosa para evitar que el Peje gane”. Porque si gana, el cielo se cae.

Y “cualquier cosa” incluye ponerle un balazo entre ceja, oreja y sien.

La derecha (de quien yo siempre he dicho que Sánchez es un muy claro ejemplo) está aterrada con el Peje. Tan aterrados están, que a lo mejor comienzan a pensar en “soluciones finales”.

Es lo que más me preocupa del artículo de la Séptima Profecía de Jaime Sánchez Susarrey; los ánimos en el ambiente político ya están de por sí bastante enardecidos como para que los analistas políticos entren en histeria. Demasiada gente histérica sólo lleva a la violencia.

Y creo que nadie quiere eso. Al menos eso espero.

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Manu Chao y el EZLN

No fui al concierto de Manu Chao en el Palacio de los Rebotes, pero leí sus declaraciones en La Jornada.

Me cae bien Manu Chao, y más importante, me gustan en general sus rolas. Y respecto a sus posiciones políticas, pues no puedo decir que las apoye al 100%, pero ciertamente se me hacen simpáticas. En ese sentido es como Bono de U2; no es muy profundo su conocimiento, pero sus intenciones sin duda son buenas.

Por supuesto Manu Chao apoya y simpatiza con el EZLN; eso está chido y yo estoy de acuerdo. Con lo que no estoy de acuerdo es con lo que últimamente Marcos ha estado haciendo.

Desde el estallamiento del 94 en Chiapas, el movimiento zapatero ha generado mucha simpatía dentro y fuera de México, por muchas razones que no voy a intentar enumerar aquí. Y sin duda alguna yo creo que el EZ es vocero de un número muy importante de indígenas de Chiapas, y que sus peticiones (principalmente las cubiertas por los Acuerdos de San Andrés Larráinzar) son no sólo justas, sino necesarias. Y pues en general los zapatistas han tenido mi apoyo en casi todas sus acciones (yo estuve en Chiapas en el 94, en la Convención Democrática Estudiantil).

Pero lo que ha estado haciendo últimamente Marcos no me gusta nadita. Porque lo que ha estado haciendo básicamente es atacar al Peje.

No porque me enoje que ataquen al Peje; hay que hacerlo si lo amerita, y hay pocas cosas que ayuden tanto como la crítica constructiva. Pero no es eso lo que ha estado haciendo Marcos: lo que ha estado haciendo es básicamente decir que el Peje no es la solución, que es lo mismo que los otros candidatos, y que si gana no cambiará nada en el país.

Que todo ello es no sólo posible, sino altamente probable, por cierto.

Lo que me molesta es el porqué de decir eso, y lo que quiere conseguir con ello. El porqué no me termina de quedar claro; no creo que Salinas haya negociado con Marcos para perjudicar al Peje, como alguna vez se aventuró a decir Jaime Avilés. Más bien lo que yo creo es que Marcos hizo el análisis (correcto) de que AMLO va a ganar el 2 de julio, y llegó a la conclusión (errónea) de que un gobierno de izquierda es lo que menos le conviene al EZLN. Algo así como que hasta cierto punto le quita la razón de ser al EZ.

Aunque los zapatistas tienen todo el derecho de dudar de las intenciones de los gobiernos de “izquierda” como el de Pablo Zalazar, y del PRD en general, creo que lanzarse abiertamente a atacar al Peje es un grave error. Política e ideológicamente.

Políticamente porque el Peje ha demostrado que es como la hierba mala; en cuanto más lo atacan más se fortalece. Ideológicamente porque se acerca a este espectro de la izquiera que se parece mucho a su equivalente de derecha, en el que la postura es: “o es como yo quiero, o está mal.”

Pero bueno, sea o no erróneo el análisis del escenario para el EZLN donde el Peje gana, sí me parece muy hijo de la chingada lo que quiere conseguir con ello. Porque podría equivocarme, pero lo que parece querer conseguir es que la gente (especialmente los jóvenes) no voten. Entre menos gente participe en la elección donde el Peje resultará ganador (y cada vez veo menos probable que no sea así), menos legítima es la victoria para AMLO.

No puedo estar de acuerdo con la campaña que ha estado saliendo desde hace unas semanas de “vota o cállate”, por la sencilla razón de que el voto, como cualquier otra cosa, es prerrogativa de cada ciudadano mexicano. Si alguien no quiere votar yo creo que comete un error (y además es irresponsable); pero es decisión de cada quién. Pero ciertamente esa campaña tiene más simpatía por mi parte que lo que está haciendo Marcos.

Nos ha costa un huevo a un chingo de mexicanos el conseguir que nuestro voto sea reconocido. Nos ha costado vidas. Y ahora viene Marcos y nos dice que de nada sirve votar porque todos los candidatos son iguales y nada va a cambiar gane quien gane.

Puede que tenga razón; pero que se vaya mucho a la chingada si cree que le voy a hacer caso. Menos ahora que por fin parece que un candidato de izquierda (con todos los defectos que quieran, pero de izquierda) puede ganar el derecho a sentarse en la silla del águila.

La otra campaña ahí va, pero es muchísimo más pobre que lo que fue la caravana zapatista de inicios del sexenio. Y un montón de gente de izquierda incondicional del EZ los ha ido abandonando porque es indefendible esa postura cuando venimos décadas peleando por un cambio electoral al sistema de gobierno en México. Yo no sé de verdad qué cree poder conseguir Marcos, porque sus actos no parecen atraer a mucha gente.

Pero lo que me molesta realmente, porque además Marcos lo sabe, es que lo único que puede llegar a conseguir es el ayudar a Calderón a subir algunos puntos. Porque obviamente Marcos no va a convencer a ningún panista de que no vote; a lo más podrá convencer a gente que coqueteaba con la idea de votar por el Peje.

(Tampoco va a convencer a ningún priista, pero eso cada día importa menos; Madrazo ya no gana).

Quiero creer que en esa cabeza loca Marcos tiene alguna razón real para hacer lo que está haciendo; pero si es así, yo no la capto. Lo único que capto es el comportamiento mezquino de los “líderes sociales” que prefieren mantener un conflicto sin resolver porque si se resolviera entonces perderían a sus masas de apoyo.

Y lo peor de todo es que es a lo puro pendejo; el discurso de Marcos no parece estar afectando casi en nada al Peje, y con todo y la otra campaña Andés Manuel se perfila día con día a ser el ganador el 2 de julio.

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Sabotaje

Respecto a la propuesta (o SPAM) de apagar dos días los celulares que publiqué ayer en mi blog, Juan me hizo notar varias cosas.

Las más importantes son: que es sabotaje contra una o varias empresas, y que no he comprobado si es verdad que empezarán a cobrar las llamadas perdidas.

La primera no podría importarme menos; no siento “cariño” por ninguna compañía privada mexicana (no considero a la refresquera Pascual “privada”, porque es una cooperativa), y cualquier cosa que se haga contra cualquier compañía privada creo que es, de entrada, mucho menos grave que si se hace contra una empresa estatal (PEMEX, por ejemplo). Pero además, es apagar los celulares, no quemar con antorchas las antenas repetidoras… no sé si apagar (voluntariamente) los celulares entré en la categoría de sabotaje: pero de verdad, hacer sabotaje contra una empresa privada no me parece de entrada algo malo.

La segunda le doy la razón a Juan: tal vez debí comprobar la autenticidad del correo antes de publicarlo íntegro en mi blog. Quiero decir, ir y averiguar si sí es cierto que empezarán a cobrar las llamadas perdidas.

Pero es que la idea me sigue pareciendo muy divertida. No sé si empezarán a cobrar o no las llamadas perdidas; sí sé que, conociendo al menos a Telcel, no lo dudaría. También sé que nadie resulta lastimado por apagar dos días los celulares (excepto, tal vez, una empresa, y repito: eso a mí no se me hace algo malo de entrada). E incluso si sólo están las compañías de celulalres pensando en cobrar las llamadas perdidas, se me hace una buena medida preventiva el mostrarles que si queremos podemos organizarnos y apagar los teléfonos un determinado periodo de tiempo.

Si no es verdad que van a empezar a cobrar las llamadas perdidas, al menos les quitamos las ganas de siquiera verlo como una posibilidad.

Así que sigo apoyando la idea. Por supuesto, cada quien es libre de hacer lo que se le pegue su regalada gana y hablar a Noruega por su celular todo el tiempo los días 18 y 19 de febrero, si así lo desean.

También es posible que el correo sea SPAM. Eso no hace que la idea sea mala.

(Y es más divertido que pastillas para agrandar el pene).

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Celulares

Me acaba de llegar un correo con la propuesta de que el 18 y 19 de febrero apaguemos los celulares como medida de presión a las compañías de telefonía celular porque ahora se les está ocurriendo cobrar las llamadas perdidas. Varias cosas del correo me gustaron: casi no tiene faltas de ortografía, es razonablemente coherente (si bien algo repetitivo y con un tono medio histérico), y menciona la palabra mágica huelga. Huelga de celulares; eso suena chido.

El correo también pide que se reenvíe a “todos tus conocidos”. No voy a hacer eso; aunque la idea no se me hace mala, prefiero métodos de comunicación viral menos odiosos que el utilizar el correo electrónico. Pero sí lo voy a poner en mi blog, y a decírselo a todos mis conocidos que usen celular (que varios cuates cercanos no usan, por cierto).

Pongo el texto completo del correo (con algunas correcciones ortográficas) íntegro:

Te mando esto que salió en el Universal para que te enteres está un poco largo pero vale la pena.

Las compañías de telefonía celular Telcel, Iusacell, Unefon, Nextel, por su propio interés, han decidido que las llamadas perdidas sean cobradas a un costo mayor que una llamada de un minuto. Y todos nos preguntamos, ¿a qué viene esto? ¿hacían daño acaso las llamadas perdidas? si igualmente nos robaban el dinero de las tarjetas de prepago ahora nos dicen: ¡MANOS ARRIBA ESTO ES UN ATRACO! y sin ningún reparo además. Se acabó eso de revisar tu celular y encontrarte esas llamadas perdidas de amigos, compañeros de trabajo y familiares mientras dormíamos.

Y es que ahora saldrá mas rentable mandar un correo que hacer una llamada por celular. Y es que esto es una injusticia, dentro de poco pagaremos por mensajes al celular no leídos o no enviados o por el solo hecho de oprimir una tecla de nuestro teléfono. Esto comentó un empleado de una empresa de telefonía celular de la Cd. de México:

¨Las compañías de celulares tienen el derecho a cobrar las llamadas perdidas, el motivo, cuando se realiza una llamada perdida estás utilizando las redes de comunicación de la empresa, por lo tanto sus servicios y por ello tienen derecho a cobrarlas.”

Por exigir nuestros derechos, porque el cliente siempre tiene la razón y por que esto no vuelva a pasar, proponemos una huelga de teléfonos celulares. Dejemos de darles de comer durante un tiempo, sin trabajo y que se den cuenta de que si esto sigue así, nosotros somos los que mandamos. Pon tu granito de arena y lo conseguiremos.

LAS EMPRESAS DE TELEFONÍA MÓVIL NOS ESTÁN ROBANDO, LAS COMPAÑIAS CELULARES NOS ESTÁN ROBANDO… URGENTE… ¡¡POR FAVOR PRESTE ATENCIÓN EN LA EXPLICACIÓN AL FINAL PARA REENVIAR ESTE MAIL Y ADEMAS TOMÁNDONOS POR IGNORANTES!!

En USA una compañía de celulares ofrece a sus clientes 2,000 (SI, DOS MIL, LEYERON BIEN) minutos libres por solo US$75.00 ¿¿¿Quién Gasta 2,000 minutos en un mes en México??? Usuarios comunes, seguro que no. Si alguien lo gasta seguro abonará una factura de alrededor de $3,000 lo cual es muy superior a los US$75.00 que se pagan en los USA. ¿¿¿CÓMO LLEGARON LOS NORTEAMERICANOS A ESTE BENEFICIO??? Mediante la UNIDAD. Sí, la unidad de la comunidad; ni haciendo huelgas, ni rompiendo ni quemando nada. Sólo de una manera: NO USANDO EL TELÉFONO durante 5 días, las empresas se vieron obligadas a BAJAR LAS TARIFAS O QUEBRAR. PONEMOS LAS PILAS LOS USUARIOS PARA DEFENDERNOS…

Un paro de los usuarios no les hará quebrar, pero sí las obligará a pensar en bajar de precio los servicios que prestan.

La propuesta:

Envíe este e-mail a todos aquellos que conozca para que los días 18 y 19 de FEBRERO DEL 2006 todos tengamos el celular apagado.

ES LA ÚNICA FORMA EN QUE PODREMOS EXPLICARLES A: UNEFON, TELCEL, IUSACELL, NEXTEL, PEGASO, QUE NO SOMOS IGNORANTES NI VAMOS A SEGUIR PERMITIÉNDOLES QUE NOS METAN LA MANO EN EL BOLSILLO. ENTRE TODOS LOS OBLIGAREMOS A QUE BAJEN POR LO MENOS UN 50% LAS TARIFAS, Y MEJOREN EL SERVICIO. SI NO NOS DEFENDEMOS NOSOTROS, NADIE MÁS LO VA A HACER.

Solo si TODOS COLABORAMOS en NO UTILIZAR el TELÉFONO CELULAR LOS DIAS 18 Y 19 DE FEBRERO DEL 2006 lograremos demostrarles a esas empresas que los ciudadanos mexicanos no somos ignorantes, como está demostrado que piensan, pueden juzgar el comportamiento que han tenido las Empresas para con los usuarios hasta el momento. Datos: En 1999 en Argentina los ciudadanos obligaron a ! TELECOM y TELEFONICA a poner una tarifa reducida a INTERNET por medio de DESCOLGAR los teléfonos durante 15 minutos. En USA actualmente lograron que las compañías proveedoras de Internet absorban el costo de la llamada, como comunicarse a un 0800 en vez de a un 0610. ¿¿¿Por qué no ahora, nosotros lo intentamos con los servicios de celulares????

APAGUEN SUS CELULARES EL MAYOR TIEMPO POSIBLE LOS DÍAS VIERNES 18 Y SÁBADO 19 DE FEBRERO DEL 2006 Y si lo necesitan por negocios eviten las llamadas que puedan. Por todos estos motivos, usuarios y clientes convocamos a un paro nacional por 48 horas. Porque somos los que mantienen el sistema, apagamos los Teléfonos celulares el 18 Y 19 DE FEBRERO DEL 2006 Les pedimos que apaguen sólo por esos días sus teléfonos celulares; esperemos que de esta forma las empresas entren en razón y bajen el costo del servicio e incluso lo mejoren. También les pedimos que corran la voz por todo el país, porque es la única forma de defendernos, ya que los organismos (como la COFETEL y la Procuraduría del Consumidor) encargados de regular la actividad, no hacen nada, y de esta manera defienden los intereses de las Compañías. La propuesta es bien sencilla: Este VIERNES 18 Y SABADO 19 DE FEBRERO NO ENCENDER el CELULAR y pronto todos estaremos agradecidos.

La idea suena divertida; además es buen pretexto para no andar cargando el celular dos días.

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Entrampado

Después de que mencioné la columna de Jaime Avilés, creo que lo más objetivo es que también mencione la columna de Sánchez Susarrey en Reforma. Necesitan subscripción; Reforma no es igual de libre que La Jornada.

Dos cosas de la la columna de Sánchez Susarrey: en primera, el tipo detesta al Peje. Le teme, lo odia, lo menosprecia, etc., etc. The whole nine yards. La segunda; el tipo escribe muy bien y es una (creo yo) muy clara representación de los puntos de vista de la derecha en México. El tipo me cae bien, aunque por supuesto difiero básicamente en todo con él.

La columna en particular que ligo, salió y es obvio que Sánchez Susarrey no había escuchado de la “encuesta” de GEA/ISA que empata a Calderón con el Peje (que por cierto; nadie la ha tomado como significativa… excepto Felipe claro; lo cual quiere decir que en general la gente no se la está tragando). Digo que es obvio, porque el tipo mienta madres a los estrategas de la campaña de Calderón porque no logran que suba lo suficiente en las encuestas.

No creo que Sánchez Susarrey le guste mucho Felipillo; pero sí creo que lo ve como la única esperanza de que el Peje no llegue a la silla del águila (porque Madrazo ni a ídems), y se nota en su columna un casi pánico porque la campaña de Calderón nomás no prende.

En ese aspecto, lean también el Proceso de hoy; un análisis muy interesante de las campañas.

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Desfiladero

El viernes iba en mi carro sin hacerle daño a nadie (incluso tratando de mantener el nuevo límite de velocidad que los radares nos imponen), cuando oí en Hoy por hoy, en su versión dirigida por Ezra Shabot y su equipo de Poder y Dinero, la noticia de que, según la última encuesta de GEA/ISA, Felipe Calderón había alcanzado al Peje en las preferencias electorales.

Por supuesto lo primero que pensé fue “ah chingá…”

La cosa no es que le voy al Peje y que Felipillo cada vez me cae peor; la cosa es que, desde cualquier punto de vista que se vea, está muy raro. Dos encuestas independientes, justo antes de la de GEA/ISA, ponían al Peje con una cómoda ventaja sobre Calderón. Los actos del Peje (especialmente el último en Villahermosa), han sido calificados por casi todos los medios de masivos, mientras los de Calderón han sido justamente lo contrario (con lo que pasó en Iztapalapa, en el Toreo, y en la Merced resaltando particularmente como reveses para el abanderado blanquiazul), además del escándalo que se está gestando por los hijitos rateros de Marta y la secretaria piojito, que por supuesto le pega al PAN, independientemente de cuánto quieran despegarse Felipe y Espino.

Si hubieran sido dos o tres encuestas, en cada una de las cuales Felipe se acercaba cada vez más al Peje hasta alcanzarlo, lo creería (y me preocuparía) sin lugar a dudas. Sólo que así de golpe está muy raro.

No me creo del todo el comentario que hace Jaime Avilés en su columna del sábado; pero ciertamente hace observaciones interesantes. Le recomiendo a cualquiera que le interese la contienda de este año que le eche un ojo: tómenselo con un grano de sal (es La Jornada); pero sí vean lo que dice.

Quiero creer que no intentarán hacer fraude este año; que entenderán que 1988 fue hace 18 años, y que la gente ya no está dispuesta a aceptar esas cosas. Pero incluso si lo hacen, le tengo una fe muy grande a la gente de este país, y aunque creo que se armaría un desmadre donde hasta muertos habría, estoy seguro de que la gente no se dejaría, y lo lograríamos evitar.

Sólo espero que no nos quieran poner a prueba.

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Cincuenta y ocho

Me mandaron un correo (yo lo pedí) con los resultados de la encuesta de enero de Parametría de la intención de voto en el DF para las elecciones de Jefe de Gobierno.

Encuesta Parametría

Encuesta Parametría

Para los que les da hueva leer: eso es 58% para Marcelo Ebrard, 16% para Demetrio Sodi, y 12% para la Beatriz Paredes.

Cincuenta y ocho por ciento. Contando a los indecisos. Hernández de La Jornada lo expone de mucha mejor manera de lo que podría yo decirlo:

El colmo

El colmo
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Luces de la Ciudad

Ayer fui a la Plaza a ver si ya tenían discos duros S-ATA 2 de 160 Gb. No había; así que fui a caminar un poco por el Centro. Pasé al Gandhi en frente del Palacio de Bellas Artes y compré Hijos de Dune; así tradujeron el título de Children of Dune, el tercer libro de la serie escrito por Frank Herbert.

Cuando leí los dos primeros, hace un par de años, los otros eran medio inconseguibles aquí en México. Al menos yo no había podido encontrarlos (y de verdad busqué).

De Gandhi me pasé al Sanborn’s de al lado, donde me tomé un café y un helado, mientras leía la novela. Estaba haciendo tiempo más que nada. A las 7:20 me salí y tomé el metro a Chabacano, donde recogí a Ana Laura. De ahí fuimos a Bellas Artes, donde descubrimos que no se pueden tomar fotos del palacio con tripié. Normales sí, pero con tripié no.

A la próxima, desarmo más rápido el tripié.

Fuimos a la Torre Latino, y ahí aparentemente sí se puede usar tripié (si la cámara no es “profesional”… no me termina de quedar claro por qué). Estuvimos viendo la ciudad, mientras le explicaba qué había en cada zona (poniente, sur, oriente, norte) y cuáles eran los rascacielos más significativos.

Que en la ciudad no son muchos; tienden a caerse en los temblores.

Hay pocas cosas que me gusten tanto como la Ciudad de México. Para mí es un ente vivo; la quiero, la conozco, la respeto. De repente me hace enojar; pero siempre consigue que la perdone.

Cuando hablo de la ciudad, mucha gente no me entiende. Me dicen que no pueden entender cómo me gusta tanto con el smog, el tráfico, la inseguridad. Algunos incluso mencionan a su gente como un factor para no querer a la ciudad.

Yo no niego ninguno de los problemas de la ciudad; tiene muchos. Pero sí creo que se exagera: por ejemplo, mucha gente cree que esta ciudad es la más insegura de México, e incluso de Latinoamérica. Y es que hay razones para creer tales burradas: muchos son los que atacan injustamente a mi Vieja Ciudad de Hierro. Si uno no se informa, puede llegar a creer cualquier cantidad de pendejadas.

Pero lo que en general aún menos entienden muchos, es que lo que más quiero de esta ciudad es a su gente. Yo estoy convencido de que la gran mayoría de los habitantes de esta inmensa ciudad la quieren tanto como yo; y probablemente por las mismas razones. Sí hay mucha gente que se queja; no hablo de las críticas constructivas que hacemos los que de verdad queremos a la ciudad… hablo de las quejas estridentes de quienes viven aquí sin apreciar lo que tienen. Son muchos; pero estoy también convencido de que son una minoría absoluta. Muy gritona, pero minoría al fin y al cabo.

A todos esos les tengo un consejo bien sencillo: lléguenle. Serán más felices si se van (si tanto desprecian a esta ciudad); y créannos, el resto de nosotros lo seremos aún más.

La gente que queremos a esta ciudad somos poseedores de un secreto milenario, que a veces se nos olvida porque caminamos sobre él todos los días: en la Ciudad de México, el cielo está en el suelo, y caminamos entre las estrellas.

El cielo en el suelo

El cielo en el suelo
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Democracia

Otra vez de política. Prometo no hacerlo muy seguido. Además, esta entrada es peje-free.

Hay que adorar a las “democracias” Occidentales… porque por supuesto nosotros pobres países en vías de desarrollo tenemos que voltear y tomar como ejemplos a seguir a países como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, para poder algún día (si nos esforzamos mucho mucho y seguimos las acertadas recomendaciones del FMI) llegar a ser como ellos.

Por supuesto nadie menciona en ese contexto que en esas democracias todavía discuten si enseñar creacionismo o evolución en las escuelas, tienen reyes, o revueltas que vuelven loca a París por rencor social y racial.

En ese sentido es fabuloso ver los sitios de noticias “occidentales” de los últimos días. Todos esos gobiernos imperialistas nos urgen a abrazar la democracia (como ellos la entienden) y aceptar las “bondades” del libre comercio mundial, y toman como pretexto el que un país no sea democrático (como ellos lo entienden) para mirarlo feo, imponerle bloqueos comerciales, o de plano bombardearlo.

La búsqueda de la “democracia” (como ellos la entienden) es el principal pretexto para cometer atrocidades que no le quitan el sueño a nadie porque generalmente son contra árabes, negros o indios a los que les tocan.

Pero cuando la democracia (como ellos no la entienden) es ejercida por esas muchedumbres de árabes, negros o indios, entonces se mesan los cabellos escandalizados de que tal cosa pueda ocurrir.

Evo ganó en Bolivia, un país con 60% de población india. Yo no entiendo como alguien puede sorprenderse de que haya ocurrido. Pero más sorprendentemente aún me parece la página de CNN, mencionando que “Occidente” (todo Occidente según ellos… aunque lo más propio sería decir los gobiernos imperialistas de Occidente) está “en SHOCK” porque Hamas ganó las elecciones palestinas.

Bueno ¿y qué esperaban?

Yo no soy fan o apoyador de Hamas; y creo (desde mi no muy informada perspectiva), que muchos de sus dirgentes están bastante locos. Pero lo que yo aprecio en su victoria en las recientes elecciones palestinas (con una participación altísima, por lo que he leído), es sencillamente que el pueblo palestino:

  1. Quiere un estado para ellos (que además es consenso internacional, incluido EU, desde hace ya rato), y
  2. Ya están hasta la madre de no obtenerlo y de los obstáculos que pone Israel, y creen que el de Hamas es el mejor camino para conseguirlo.

¿Eso es bueno? Claro que no; probablemente venga otro agravamiento de esa crisis, vengan más muertos (sorpresa sopresa: lo más serán palestinos), y probablemente se estanque el proceso de paz más décadas, si no es que hay incluso un retroceso en los avances conseguidos.

Pero que no salgan con mamadas de que “Occidente” está en shock por la victoria de Hamas. “Occidente” es en gran medida responsable de que Hamas haya ganado en primer lugar.

Lo que pasa es que a “Occidente” sólo le gusta la democracia cuando ganan los candidatos que les gustan.

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Comentarios

En mi correo electrónico de la Facultad de Ciencias (canek@ciencias.unam.mx), parece haber broncas para recibir correos. Como la UNAM está de vacaciones hasta el jueves (al menos), es poco probable que estos problemas sean resueltos pronto.

Esto se traduce en que las notificaciones de nuevos comentarios para moderar no me están llegando, y por lo tanto sus comentarios pueden tardar en aparecer uno o dos días (en general apruebo los comentarios de forma casi inmediata, porque estoy conectado casi todo el día). Si su comentario no aparece de forma rápida, tengan un poco de paciencia por favor.

En ese mismo canal, creo que es bueno que les recuerde que yo modero todos los comentarios que aparecen en mi blog. Inicialmente lo hice por el SPAM, pero ahora lo hago por ciertos comentarios que he recibido. En general, les pido que se abstengan de tratar de publicar los siguientes comentarios:

  • Insultos de cualquier tipo por el sólo hecho de insultar. No es porque sea mojigato y me molesten las groserías: yo digo un chingo de groserías. Es sólo que ciertos niños (y no me cabe la menor duda de que son niños) no sé porqué les parece divertido poner groserías sólo por el hecho de ponerlas.
  • Spoilers. A menos que sea en una entrada que ya tenga una advertencia contra spoilers, se me hace mala onda ponerlos sin darle una advertencia al lector. Además, suelen ser comentarios parecidos a los que hacen los niños que ponen groserías (del tipo “el príncipe mestizo es fulano de tal… ja ja ja”)… lo cual me hace pensar que son los mismos niños.
  • Propuestas de negocios; del estilo de “vendo capítulos de Robotech”. Si quieren lucrar con algo ilegal yo pienso que tienen todo el derecho de intentarlo, e incluso les deseo suerte y ojalá la ley no los agarre. Sólo no lo van a hacer en mi blog.
  • Porras al América, y en general a cualquier equipo que no sean los Pumas. Cada quién tiene todo el derecho de irle al equipo que se le de su regalada gana… pero este es mi blog, y aquí no habrá porras para ningún equipo que no sean los Pumas. Y de hecho, a menos que sea una porra muy original, tampoco creo aprobar ninguna porra a los Pumas.

Si no les importa, por supuesto pueden intentar publicar comentarios como los que les acabo de pedir que no publiquen. Sólo les recuerdo que yo los modero todos, así que no va a aparecer ningún comentario que yo no quiera. Y me quedo con un log de la IP y la hora en que se hicieron los comentarios. De todos los comentarios, aparezcan publicados o no.

Y aprovecho para agradecer a todos los que se toman un poco de su tiempo para leer mi blog y publicar comentarios que aportan algo a las cosas que aquí se discuten. De verdad agradezco todas las contribuciones sinceras.

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Del cerro a tamborazos

Hace mes y medio, Miguel de Icaza publicó en su blog una airada entrada contra Fox por el conflicto que surgió entre nuestro tarado presidente y Hugo Chávez.

Miguel me cae bien; y yo lo clasifico (no sé él cómo se clasifique) como de izquierda. Probablemente la realidad sea que esté más cerca de la “izquierda” gringa que de la mexicana, lo cual básicamente lo pone en el centro en el espectro político mexicano, pero sin duda es liberal. Y uso GNOME, claro.

Mi punto es que generalmente estoy de acuerdo con él; en el conflicto de Fox y Chávez también creo que Fox dio pena ajena (lo cual no es raro; en general siempre da pena ajena). Lo que no me gustó de esa entrada, fue el modo en que decidió descalificar a Fox:

Ese es el problema de elegir a alguien que bajaron del cerro a tamborazos.

No me refiero a que el “adjetivo” bajado del cerro a tamborazos sea políticamente incorrecto (yo nunca he sido políticamente correcto); me refiero a que sencillamente es falso.

Hace ocho días, Evo Morales ganó por aplastante mayoría las elecciones para presidente en la hermana república de Bolivia. Evo Morales, literalmente, lo bajaron del cerro a tamborazos. Y los cerros en Bolivia están como dos mil metros más altos que los de México.

Nada de eso impide que sea un legítimo líder de los indígenas de Bolivia, y que durante los últimos cinco años haya dirigido un movimiento de masas que en su punto más alto tomó (pacíficamente) La Paz, y que culmina ahora con una victoria que es una muestra más de qué pendejos están los gringos, y de cómo Latinoamérica se va desplazando hacia la izquierda en el espectro político, hartos los latinoamericanos de los últimos veinticinco años de gobiernos neoliberales (en el mejor de los casos; en el peor de guerras civiles y dictaduras donde los gringos siempre metieron las manos).

Espero que en siete meses ocurra lo mismo en México. Y el Peje no anda tampoco muy lejos de que lo hayan bajado del cerro a tamborazos. Por cierto.

Yo no soy políticamente correcto. Soy indio, y si alguien me dice indio yo contesto “sí, a mucho orgullo”. Si veo un negro probablemente le voy a decir en algún momento “negro”, y aun güero problablemente le diga “güero” (“güerita”, si es reinita). Se me hace idiota que algunos califiquen de políticamente incorrecto decirle a alguien lo que es.

Mi reacción ante el comentario de Miguel no va en el sentido de que Fox no lo hayan bajado del cerro a tamborazos. Por supuesto que lo hicieron. Va en el sentido de que eso no tiene nada que ver con que sea un pendejo.

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Chucho y Marcelo

No me gusta escribir mucho sobre política, la política de los partidos y las urnas, porque yo estoy muy convencido de mis ideas y mis principios, y creo que cada quien tiene el derecho de creer en lo que quiera; siempre y cuando no se meta con los demás. Mi blog es para pendejadas más banales; no quiero hacer ningún tipo de campaña con él.

Por supuesto de vez en cuando ocurre en el país algo que yo creo que es importante, y entonces escribo de eso. O a veces ocurre algo en mi vida personal que es directa consecuencia de la política, y también escribo de eso. Que por cierto, no lo hago tanto como pudiera, porque estoy convencido de que todo se relaciona al fin y al cabo con la política.

Como sea, de lo que voy a escribir hoy, no tiene nada que ver con ninguna de esas dos razones.

Antes de continuar, repito (porque ya lo he dicho antes) que yo me asumo de izquierda, que generalmente voto por el PRD, y que en julio del 2006 pienso votar por Andrés Manuel López-Obrador. Y de eso tiene que ver este asunto, así que si el Peje les da roña (que les da a muchos), les recomiendo que se detengan aquí.

Hoy cerraron campaña Jesús Ortega y Marcelo Ebrard para la campaña de elección interna del PRD a la candidatura a Jefe de Gobierno en el 2006. Es una precampaña que es mucho más interesante que la elección misma, porque la elección misma la va a ganar el PRD. Tendría que hacer muchas pendejadas el partido del sol azteca para perder.

Hace un par de semanas, cuando tuvieron su debate, mi madre me preguntó si quería verlo. Inmediatamente le dije que no; que me valía mucho madre. Si en algo tengo fe en este mundo, es en la gente del DF; no importa quién gane (que, repito, será un gobierno del PRD), la gente se encargará de que no haga pendejadas. O al menos demasiadas.

Y es que las opciones son bastante pobres.

Chucho es la burocracia del PRD, la parte más derechista, siempre dispuesto a negociar con el gobierno por mínimas ganancias políticas, y firme creyente de esta idea de que no hay que ser “radicales”. Lo que sea que eso signifique.

Marcelo está ligado a Camacho, que estaba ligado a Salinas. Nunca ha sido un militante de izquierda, no viene “de abajo” y aunque se monta en el carro del Peje, lo cierto es que mucho interés social no se le ve. No es del grupo de gente que llevamos luchando toda la vida por un cambio profundo de este país.

Si Pablo Gómez hubiese sido el candidato, mi opinión sería distinta.

Entonces mi decisión había sido esperar a ver quién ganaba (aunque me inclinaba más a votar por Marcelo que por Chucho), y confiar en la gente. Hasta hace un par de días.

En julio de 2006, por primera vez en 60 años, cabe la posibilidad de que un gobierno de izquierda llegue al poder en México. Cuando ganó Fox hace cinco años, yo me sentí bastante decepcionado de que la gente hubiera caído en la pendejada del voto útil; pero me dije “bueno, al menos sacamos al PRI”.

Ahora creo que eso fue un grave error que muchos cometimos. Que el bestia de Fox y todo su equipo llegara al poder, fue lo peor que le ha pasado al país en décadas. Le han dado en la madre a lo poco que el PRI había dejado más o menos bien, y terminaron de derruir lo que el PRI consumió en los últimos 25 años. Y de forma más descarada.

Voy a votar el 2006 por Andrés Manual López-Obrador. No creo que sea un héroe, no creo que vaya a salvar al país, y sinceramente no creo que sea el mejor para el trabajo. El tipo es provinciano (en el peor sentido que tiene la palabra), ególatra, y sin duda mucho más inculto de lo que yo estoy dispuesto a soportar.

Pero el país no puede aguantar otros seis años como los de Fox. Y Roberto Madrazo sin duda representa lo peor del PRI. Tuvieron seis años para intentar sacar lo mejor de ese partido, lo que hizo que se mantuviera en el poder tanto tiempo con un apoyo más o menos constante de la mayoría de la gente. Hicieron justo lo contrario.

El que el Peje llegue a la grande es un asunto de seguridad nacional a estas alturas. Hay que rescatar PEMEX y la CFE, y renovar la inversión en educación y salud. El PAN no va a hacer eso, y el ala del PRI que podría llegar a la silla del águila ciertamente tampoco.

Si el Peje gana no es solución mágica a nada. De hecho, seguirían faltando un chingo de cosas por hacer; y encima andar cuidando que el pendejo del Peje no le de por creerse Jesucristo Superestrella. Pero es que el país no podrá aguantar otro sexenio con estos pendejos.

La elección del año que viene no va a ser fácil. Todo lo contrario; Calderón es un candidato formidable para el PAN. Hay que hacer todo lo posible porque el Peje llegue a la grande. La grande es la importante.

Y el Peje piensa (y concuerdo) que el que Ebrard esté en la boleta por el PRD para la jefatura de gobierno lo va a ayudar. No que el PRD gane (eso va a ocurrir casi por defecto, repito), sino que Ebrard esté en la boleta. Así que voy a votar por Marcelo esté domingo para que sea el candidato a Jefe de Gobierno por el PRD.

No porque crea que es la mejor opción, no poque crea que será un buen jefe de gobierno, y menos porque crea que será un buen candidato. Voy a votar por él, porque creo que le ayuda al Peje a conseguir la grande.

Y la grande es la que importa.

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1985

Hace 20 años, dicen, se cayó la ciudad.

Los temblores de 1985 cambiaron para siempre a la gente de la Ciudad de México, y consecuentemente a la gente del país. Fueron causa o factor importante en la creación de la llamada sociedad civil, en la semi extinción del PRI en el DF, en la creación del PRD, en la crisis política de 1988, y muchas cosas más.

Y todo a causa de que el gobierno no supo o pudo hacer nada, o casi nada. Ahora dicen, de forma elegante, que el gobierno fue rebasado. Rebasados mis huevos; el gobierno fue incapaz de reaccionar a la tragedia, y la gente de la ciudad se encargó de ella misma, organizando el rescate de personas enterradas, la repartición de víveres, el transporte, la seguridad.

Me emputa la gente que vive en la ciudad y se queja de ella. No las quejas normales y cotidianas de todos nosotros (que el smog, que el tráfico, que el metro lleno de gente); sino la gente que piensa que los habitantes de la Ciudad de México son inherentemente “peores” que la gente de provincia. Más egoístas, más maleducados, más ñeritos.

Pendejos.

Cualquiera que haya estado en la ciudad durante los temblores sabe de qué está hecha la gente de aquí. Sabe de la solidaridad, de la civilidad, de el esfuerzo desinteresado por salir entre todos de una situación de desastre. La gente más generosa de este país está aquí; la gente más interesada, con más conciencia cívica, con más ganas de participar. Eso no es un insulto a la gente de provincia; es un halago a la de la ciudad.

Dicen los que no saben, justificando su idea de que la gente de la ciudad es “mala”: “me robaron”, “se me metieron en Periférico”, “me empujaron en el metro”. Como si eso caracterizara a la gente ciudad… me pregunto qué tipo de criterio tendrá esa gente con tan corta visión que sólo perciben eso de los habitantes esta gran ciudad. Si tanto les desagrada aquí, lléguenle. Aquí no los queremos y ciertamente no los necesitamos. Me gustaría saber cómo reaccionó esa gente en el temblor, o si tan siquiera estuvo aquí.

Yo tenía 8 años en el temblor. Estaba muy chico como para ayudar; pero recuerdo a la gente. Recuerdo a la gente. Recuerdo a los topos, a los estudiantes, a las señoras de vecindad haciendo comida, surciendo ropa. Recuerdo. La gente de la ciudad recuerda. Y nunca olvida.

Los que se quejan no son tantos; hacen mucho ruido, pero no son tantos. Y no es que no haya cosas de qué quejarse en esta ciudad; hay un chingo. Sólo que la gente que quiere a esta ciudad hace cosas para mejorarla, no sólo se queja.

Pero sí me emputa que hablen mal de su gente. Porque después del 85, la gente de esta ciudad se ganó una medalla colectiva.

Hace 20 años, dicen, se cayó la ciudad. La gente que dice eso no sabe lo que dice; hace 20 años, se cayeron los edificios.

La ciudad se levantó, apoyándose en millones de manos.

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La peor jugada política de la historia

Desaforaron al Peje el jueves, como ya sabíamos que ocurriría.

Ese día me di cuenta de que el Peje tenía razón; había que llamar a la movilización pacífica, y no quemar nada. Porque justamente eso era lo que querían los panistas; una masa de chusme enardecida, para poder culpar a la izquierda de que somos unos revoltosos.

Todo mundo se quedó apantallado del tamaño del mitin que hubo de apoyo al Peje antes de que fuera a la Cámara, y de que todo mundo se portó pacíficamente. Y conforme pasan los días (y no lo meten al bote), es cada vez más obvio que el consenso nacional e internacional es que son unos retrasados mentales los que decidieron esta jugada.

Así que, nada de quemar el Palacio Nacional. Al menos por ahora.

¿Qué va a pasar? No sé; me extraña que no hayan metido al bote ya al Peje. No tendría sentido que no lo hicieran. Pero es que tampoco va a tener sentido que lo hagan; están perdidos. No hay manera de que les salga bien el desmadre este en el que ellos solitos se metieron.

Si meten al Peje al bote (que es lo que tienen que hacer si siguen su misma lógica), la reacción popular e internacional va a ser abrumadora. Ya lo está siendo en este momento. Si no lo hacen todo este teatrito habrá sido para nada. Están realmente perdidos (y algunos encegados por el perverso deseo de meter al bote al Peje… como si la gente de izquierda no estuviérmos acostumbrados a eso).

Como sea, hay una marcha del silencio (chale, con lo que me gusta gritar) del Museo de Antropología al Zócalo. Yo ya pegué mis hojitas en mi carro llamando a la marcha, y vamos a ver de qué cueros salen más correas.

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El desafuero

Hoy vi a Omar y Juan; fuimos a comer al Cenote Azul (que nunca ha terminado de gustarme, pero que tiene una de las meseras más lindas que jamás haya yo visto), y después regresamos a mi casa por la laptop de mi mamá (que tiene salida a TV) para ver algunos capítulos de Cowboy Bebop y algunos capítulos viejitos de Robotech. Todavía me emociono cuando veo Hasta las estrellas.

Saliendo del Cenote, mi mamá me habló para decirme que la sección instructora había aprobado (3 votos contra 1, o sea, PRI-PAN vs. PRD) que el desafuero se vote en la cámara de diputados.

No sé si sea que faltan (a partir de hace 27 minutos) dos días para que el Conacyt publique los resultados de la convocatoria; o si sea que aún queda la posibilidad de que la cámara vote en contra el desafuero… pero me lo tomé con mucha calma.

En parte creo que es que he visto a la ciudadanía capitalina básicamente unida en torno al tema. Es una mayoría absoluta y aplastante la que apoya al peje, y son muchos los que no tienen la menor intención de dejarse. Y mientras eso continúe, no les va a resultar tan sencillo darnos en la madre.

Les platicaba a Omar y Juan de la encuesta que había escuchado en CNI: que 75% de la ciudad estaba en contra del desafuero y que 54% apoyaba marchas y protestas pacíficas para repudiarlo. Omar añadió “y seguro como 30% apoya manifestaciones violentas”. Yo le dije, “no, como 7%”. Omar me dijo algo que yo no había pensado: 7% en la Ciudad de México, es un chingo de gente.

No sé qué vaya a pasar. Hay una ínfima esperanza de que la cámara de diputados rechace el desafuero. Sinceramente lo dudo, pero la esperanza ahí está. Si a pesar de todo lo que la legalidad, sensatez política y cordura dicen, lo desafueran, entonces que ellos se atengan. Porque esto se va a poner feo.

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El Pejeapoyo

En la reunión del sábado en mi casa, me pasaron uno de los moñitos que se supone hay que ponerse para mostrar nuestro rechazo al desafuero. También pegué afuera de mi casa, y en la ventana de mi carro, una hoja que dice en letrotas: “NO AL DESAFUERO”.

Venía escuchando en el radio que, según El Universal, el 16 de febrero se le hizo la propuesta al Peje de que se desactivara el asunto del desafuero redirigiendo la acusación en contral de Ortiz Pinchetti. En la mañana el Peje confirmó esta noticia (o dijo que era cierta), y añadió que su respuesta fue “no”.

Si es verdad que tal propuesta fue planteada, según la noticia, por la Secretaría de Gobernación, o sea, Creel, o sea, Fox, se me ocurren varias cosas:

  1. estos idiotas son más tarados de lo que incluso parecía; ¿cómo se les ocurre hacerle un trato así al Peje cuando obviamente diría que no, y además lo haría público?
  2. ¿dónde está el supuesto respeto a la legalidad y al estado de derecho cuando se “transfieren” acusaciones y se negocia a quién se le echa la culpa de algo?
  3. tienen mucho miedo a las movilizaciones que podrían seguir en caso de que desaforaran y encarcelaran a Andrés Manuel

Falta ver que dice Creel: probablemente niegue todo, sea o no cierto que tal propuesta se hizo. Pero de cualquier forma se me hace claro que, viendo la cantidad de apoyo que se está generando alrededor de Andrés Manuel (y por transitividad, del PRD), ya les dio miedito y están viendo posibilidades para salir más o menos honorablemente (o sea, no quedando como los retrasados mentales que son) del lío en que se han metido.

El Peje ha llamado a “resistencia pacífica”. No estoy del todo de acuerdo con eso: la izquierda (la electoral particularmente) viene haciendo “resistencia pacífica” desde hace años y en general hemos conseguido avances mucho más lento de lo que era necesario, y muertos, encarcelados y desaparecidos.

También entiendo la presión que debe ser el saber que en uno está decidir (en gran medida) si se arma la grande, y el peso terrible de estar consciente de que hasta muertos puede haber por ello.

Pero está bien; no prendamos la ciudad en fuego todavía. Vamos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, y sigamos con la resistencia pacífica. Pero si el infierno se desata, yo no voy a ser de los que llamen a la calma.

Hoy por mientras traje mi moñito al trabajo. En el camino ya vi varios camiones (aunque no carros particulares) con letreros de apoyo al Peje, y los Mixes tienen un letrero en su miscelánea. Vamos viendo cómo se dan las cosas.

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Fin de semana

Mi mamá dio una fiesta el sábado, para festejar que el PRD ganó la gubernatura en Guerrero. Me da la impresión de que sólo en mi familia podría pasar algo así. Invitó a varios amigos suyos guerrerenses, y se armó un huateque bastante divertido. Al menos ellos parecían estarse divirtiendo, y mi mamá acabó con una borrachera marca diablo.

Yo me la pasé bien. No soy guerrerense, pero lo soy en espíritu; igual que mi mamá supongo. Mucha familia está allá, y si siento por alguna otra entidad del país algo que, toda proporción guardada, se asemeje a lo que siento por la Ciudad de México, es indudablemente Guerrero.

El ambiente estuvo chido, y me enteré de muchos chismes interesantes. Por ejemplo: el primer municipio en ser ganado por el Partido Comunista, fue en Guerrero. Aunque pensándolo bien suena bastante obvio. Digo; ahí había (o hay, dependiendo de a qué fuente uno le haga caso) guerrilla.

Un viejito que acabó con una borrachera increíble, nada más me vio y me reconoció como el hijo de mi padre. No es la primera vez que me lo dicen, ni será la última; y yo estoy consciente (y en muchos sentidos orgulloso) del parecido. Pero es divertido escuchar que a mi papá le decían en su pueblo Cabeza de Letra. Traducción: elh güero leeh muhcho. Porque mi papá es bastante blanco; en eso no me le parezco. Si el apodo fuera mío (como probablemente sería), se traduciría: elh indioh leeh muhcho.

Me ofreció su casa (como 20 veces) “que está en el corazón de la Costa Grande, a 120 Km de Acapulco y a 120 Km de Puerto-no-sé-qué, todo el año, excepto en vacaciones, porque en vacaciones está lleno”.

Yo no tomé nada; hace bastante que decidí que lo mejor que puedo hacer es no tratar de ingerir bebidas alcohólicas fuertes. Y como las no-fuertes son, básicamente, la cerveza, y a mí no me gusta la cerveza, me estoy convirtiendo en abstemio.

Al otro día me reuní con Juan, Omar y Enrique para seguirle con Gentoo. La máquina de Enrique ya quedó (aunque los drivers binarios de NVidia no querían jalar ya de madrugada), la laptop de Omar está quedando muy chida (USB Wireless funcionó sin muchas complicaciones, pero el módem no), y la de Juan ya tiene Windows XP. Me preocupa el disco duro de la de Juan; no sé si va a empezar a fallar indiscriminadamente.

A la hora de la comida llegó Citlali, con su máquina, y el encargo de que le pusiéramos “lo que fuera más rápido”. La idea original era ponerle Ubuntu porque

  1. se instala rápido,
  2. son binarios, entonces no hay que compilar,
  3. igual es muy rudo obligar a la Citlali a usar Gentoo,
  4. quería ver qué tan chido resultaba Ubuntu.

Pero ayer a las 11:00 de la noche decidí que Citla es geek-enough para usar Gentoo, que además instalar Gentoo me es más sencillo que casi cualquier otra cosa, y que además su máquina tiene un procesador casi idéntico que el de la mía, así que puedo generar paquetes binarios y pasárselos para que los use. Eso último fue lo que me hizo decidirme. Puedo pasarle OpenOffice, Mozilla, etc. sin tener que preocuparme del tiempo que tarde compilarlos.

Hoy cuando llegué al trabajo me conecté por SSH y vi que ya había terminado system. Tuve un pequeño retraso; se me olvidó hacer sus particiones ext3 y las dejé ext2, así que tareé /, corrí mke2fs de nuevo (usando -j), y estoy en este instante destareando. En unos momentos pondré a compilar el kernel, e incluso estoy pensando en reiniciar de modo remoto (aunque necesitaría que alguien sacara el CD de Gentoo de la máquina). O puedo seguir usando el LiveCD; no sé. Ya cuando llegué a mi casa en la noche, si va muy lento, generaré otros paquetes binarios.

Estoy muy relajado: no tengo que ir a Ciencias por ninguna carta (eso hasta mañana), pero ya tengo que terminar el floppy de Conacyt. Tengo que imprimir, y juntar todo; el miércoles voy a entregar papeles.

Ah, y en lugar de monitorear la máquina de Citlali y estar bloggeando, debería ponerme a hacer el manual del sistema, que ya es lo último que tengo aquí en TMM.

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Legalidad

Fui con Liliana a ver Hide and Seek, a Cinemark Pericoapa porque Cinépolis Perisur estaba, literalmente, hasta su madre.

Hide and Seek

Hide and Seek

Buena película. De Niro actúa muy bien; pero eso ya lo sabíamos. La impresionante es Dakota Fanning. Da miedo su cara la mayor parte del tiempo. Por cierto, esta vez no me comporté como niñita de seis años, y disfruté much la película.

El caso es que poco antes de entrar al cine, Liliana dijo que quería agua, no refresco (dieta homeopática…), y comprar agua dentro del cine no es precisamente lo más inteligente que uno puede hacer. Así que compró una botella de un litro fuera del cine, y la pusimos en la bolsa trasera de mi pantalón; uno de esos holgados con bolsas a los lados. Mi chamarra además la tapaba; era difícil notar que llevaba una botella de agua.

Esperamos como 10 minutos a poder entrar a la película, y cuando pasamos no hubo bronca. Por su puesto está prohibido entrar con comida al cine si uno no compró esa comida dentro del cine. Por supesto, es idiota y un montón de gente mete cosas de contrabando. Por supesto estoy dispuesto a correr el riesto.

Lo que me impresiona es cuánto me preocupa.

No me da miedo que me agarren; a lo más te quitan la botella de agua. No me da vergüenza que me hagan pasar una humillación pública con un “¿podría sacarse la botella de agua del pantalón, por favor señor?”; de avergonzarme a mí mismo me encargo yo. Es sencillamente la sensación de estar rompiendo una norma.

Lo cual es ridículo: básicamente me educaron para cuestionar la autoridad y las leyes, y quebrarlas cuando sintiera que no son justas y/o necesarias. Y, de verdad; no tengo ningún problema desafiando la autoridad. De hecho generalmente tengo problemas por desafiar la autoridad.

Pero a la vez soy muy respetuoso de las leyes. Siempre que las considere justas, claro. Pero aún cuando no las considero justas, me da un algo el estarlas rompiendo.

Uno de los grandes avances sociales de los últimos siglos, es que es ahora más o menos aceptado que las leyes:

  1. No son universales o absolutas, y
  2. La gente las sigue porque está de acuerdo en seguirlas.

El ejemplo más sencillo son los semáforos. ¿Por qué la gente (en general) no se pasa los semáforos en rojo? No es porque esté “prohibido”. Bajar MP3 de la red y comprar películas o música piratas también lo está, y no muchos les hacen caso.

La gente no se pasa (en general) los semáforos, porque sabe que si todos lo empezáramos a hacer, entonces no nos la acabaríamos con los desmadres de tránsito que se armarían.

Si la gente no quiere obedecer una ley, no la va a obedecer. Punto. Por eso muchos nos pásamos la luz roja a ciertas horas de la noche o cuando sabemos que en ese cruce se puede uno pasar la luz roja.

Esa es la sencilla razón por la que el aborto debería ser despenalizado, y las drogas legalizadas en México. Sin hablar de los beneficios económicos para el país, en el segundo caso.

Estoy firmemente convencido de eso. Y entonces no entiendo mi nerviosismo cuando paso una botella de agua de contrabando en el cine.

A las 12:00 imprimí las formas para que mis profes me den cartas de recomendación. Algo me dice que comienzo a hacer estas cosas en la madrugada para de alguna manera evitar dedicarle mucho tiempo al asunto.

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6 de Febrero

Hoy se cumplen 5 años de que la PFP entró a Ciudad Universitaria a romper la huelga eterna, que llevaba 10 meses en ese momento. Hasta que lo escribí caí en cuenta de que habían ya transcurrido cinco años. Buen Dios, eso es muchísimo tiempo.

Haber estado en la cárcel fue un evento bastante significativo en mi vida. Sólo fue una semana, y exceptuando el hecho de estar encerrado sin poder salir, no me la pasé tan mal. Pero era algo que yo tenía que hacer. No caer en el bote; estar en el Che Guevara ese 6 de febrero de 2000, hace cinco años.

En retrospectiva, lo volvería a hacer. Sin duda alguna.

Han pasado un montón de cosas en esos cinco años; todo lo que va del sexenio de Fox entre otras. En ese sentido yo he sido bastante consecuente; nunca confié en él, no confío en él, y no voy a confiar en él. No creo que sea mala persona; pero sí creo que es un retrasado mental y que además tiene la habilidad política de un elefante en gelatina.

Jamás me tragué lo del voto útil, lo del gobierno del cambio ni ninguna de esas mamadas. Y no lo voy a hacer.

Los periódicos del sábado que se leen en mi casa (Reforma y La Jornada) traían sendos editoriales que reflejaban el punto de vista de la izquierda y de la derecha respecto al desafuero de Andrés Manuel López Obrador. Porque se estaba todo perfilando a que lo desaforarían.

Mi postura ante eso es muy sencilla: vamos a quemar la ciudad.

Por supuesto, no es lo preferible. Pero, ¿qué están pensando realmente estos idiotas? ¿Qué agachemos la cabeza y nos digamos: “pues ni modo, a esperarnos otros seis años”? Están completamente zafados de la cabeza si creen eso. Se ve que en su vida han ido a Neza, o a Iztapalapa.

Nadie de izquierda queremos muertos o heridos o inestabilidad. Y no los queremos porque siempre son los nuestros los que caen. Eso es lo que diferencia a la izquierda de la derecha: nosotros siempre tenemos muertos, encarcelados y desaparecidos. Nosotros sólo queremos una oportunidad justa de pelear la grande; que dejen al peje entrarle. Nada más.

Pero estos imbéciles han entonado todo en un curso de confrontación directa. Claro, el peje tampoco ha ayudado, y con sus tendencias mesiánicas ha puesto todo en una situación todavía más extrema. Pero la verdad no sé qué más se pudo haber hecho, con la actitud del pendejo de Fox y su mujercita.

Sin embargo, después de hoy la cosa tal vez se calme. El PRD ganó Guerrero y Baja California Sur, y salió muy bien en Quintana Roo. Eso cambia el equilibrio de poder. Espero que Martita se trague su “se les van a bajar los humos”.

Pero igual y estoy siendo inocente, y sí van a desaforar al peje, y a tratar de meterlo a una cárcel de alta seguridad. Si eso ocurre yo digo que todos los que votamos por el peje, y los que apoyamos su proyecto de nación, detengamos el funcionamiento de esta ciudad, de las secretarías de estado, de las cámaras de senadores y diputados, y del mismo Palacio Nacional. Tomemos el maldito Palacio Nacional.

Por supuesto que me gustaría que no fueran necesarias acciones de ese tipo. Por supuesto que me gustaría que los políticos de este país pensaran más en los intereses de la banda que en los suyos propios. Pero el que metan al peje al bote es un golpe de estado, ni más ni menos.

Uy, no saben con quiénes se meten. No saben el tipo de gente que vive en esta ciudad.

Espero sinceramente que entre algo de racionalidad en las mentes de estos idiotas y todo se resuelva políticamente, y de manera pacífica. No hay necesidad de que haya sangre; todavía se pueden arreglar las cosas de forma civilizada.

Pero si madrazos quieren, madrazos habrá. Y a ver de qué cuero salen más correas.

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