Fin de semana

Salí al cine con Liliana el sábado. La idea al inicio era ir al cine, pero al final no fuimos porque terminamos platicando acerca de nuestra relación.

Todo comenzó porque le dije que había comenzado el blog. Nos peleamos un poquito (parece que no podemos abordar ciertos temas sin que haya algo de molestia entre ambos), pero al final me dijo que aunque ciertamente lo de Canadá era un problema, que ella estaba trabajando en eso y que no quería que yo lo viera todo el tiempo como una nube negra sobre nosotros.

Fue como si me quitaran una piedra del tamaño de un melón del pecho. Me hizo muy feliz escuchar eso, y me hizo sentir mucho mejor y más esperanzado con respecto a nosotros. Necesitaba mucho escuchar eso.

Fuimos por un helado a Coyoacán, que resultó ser un pisa y corre porque estaba llenísimo (como siempre), y luego fuimos a que yo cenara unas fórmulas en Las Fórmulas. Nos la pasamos muy padre, y ya luego la llevé a su casa y regresé a la mía.

Mi madre ya estaba en casa, pero yo aún no sabía lo de su accidente, y como ella ya estaba acostada pues no me enteré hasta la mañana. Lo primero que hice al entrar a la casa, fue levantar el teléfono. Nada: sin línea.

Llevaba así desde el viernes en la tarde, y yo suponía que era culpa de Telmex porque había conectado directamente un teléfono a la línea principal (de la cual se conectan todos los teléfonos de la casa), y estaba muerto. Sintiendo curiosidad (y síndrome de abstinencia por falta de Slashdot), abrí la caja que convierte la línea externa a RJ-12, y nada más ver al interior me di cuenta que probablemente no era problema de Telmex.

En mi casa, la señal del teléfono y DSL vienen de una caja que puso Telmex, y a través de un tubo de metal baja del techo hasta la sala. Ahí se conecta a la caja con salida RJ-12, de donde filtro la señal DSL, y con una conexión T saco un cable al teléfono inalámbrico que está en la sala, y otro que va pegado a las paredes hasta el estudio de mi mamá, donde vive el fax.

Mi cuarto, donde está otro teléfono y el módem DSL, tiene un cable que sale por la pared, viaja por el techo de la sala y baja por la pared para entrar también a la sala. Pero este cable se conecta directamente a la línea principal. Entonces si había una especie de corto en el cable que llega a mi cuarto, esta afectaba a la línea principal y, ergo, a todos los teléfonos de la casa. Carajo.

Así que desconecté el cable que viaja a mi cuarto, y conecté un teléfono directamente a la línea principal. Sorpresa sorpresa: había línea. Esto era cerca de las 12:30 AM. Tenía de dos sopas; dejar las cosas como estaban, o pagar mis pecados y dejar todo funcional. No lo pensé demasiado.

Lo primero que hice fue mover el cable que viaja a mi cuarto: evidentemente el culpable, ya que todos los demás cables viajan por dentro de la casa. Al estar en el techo de mi casa, vi lo que yo considero que fue la causa de todos los problemas: una enredadera había crecido alrededor del cable. En retrospectiva, no había tocado ese cable desde que se instaló el DSL, hace casi dos años.

Limpié de maleza el lugar, recogí el cable, y fui a la sala a hacer una prueba científica. Corté los extremos del cable, volví a pelar nuevas conexiones, y conecté un extremo a la línea principal, y otro a un teléfono. Había línea, así que el cable había dejado de ser el culpable; aunque sin duda lo había sido.

Reponer todo me llevó más de una hora; es ligeramente complicado hacerlo sin luz y colgándome de mi ventana para meter un cablecito por hoyitos en las paredes. Y después probé todos los teléfonos; la conexión a Internet se restableció automáticamente. Acabé sucio, cansado y enojado conmigo por no haber detectado antes el problema.

El domingo tuve que llevar a mi mamá al hospital, y de regreso en casa comencé a jugar un poco más con Rhythmbox. Está cambiando sustancialmente mi forma de escuchar música. También me está obligando a poner cierto orden en los tags ID3v1, porque es con ellos con los que las búsquedas funcionan. Coqueteé un momento con ID3v2, pero o bien id3lib no soporta UTF-8 o el intérprete de tags ID3v2 está roto en Rhythmbox. Así que me quedaré un rato con ID3v1; no es tan grave, sólo de repente tengo títulos que dicen “Show Me Love (Extended Vers”. Como es automático el pasarse a ID3v2 lo haré cuando la combinación Rhythmbox+ID3v2+UTF-8 funcione como debe ser. No me gusta tener Rene~@Á Zellweger en lugar de Reneé Zellweger.

Poco después Liliana me sorprendió yendo por mí a mi casa. Los Pumas ganaro 3-2, y después fuimos a comer pozole a un restaurante ilegal y feo, pero donde les queda delicioso. Por último vimos The Grudge (La Maldición). Buen Dios, o soy una niñita de seis años o de verdad está de miedo la película. Lamentablemente me temo que es lo primero.

The Grudge

The Grudge

Trato de no acostarme después de media noche cuando al otro día tengo trabajo; pero aún tengo que mandar unos correos a algunos doctores para pedirles carta de recomendación, imprimir cómo quieren las cartas el Conacyt y la Universidad de Vrije porque mañana el Benja me da unas, y quisiera además al menos empezar el esbozo de mi Statement of Purpose para la UV, porque necesito que alguien que de verdad intelija inglés me la corrija.

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Dawson’s Creek

Hoy llegué alegremente a mi casa, deseando ver otro episodio de Dawson’s Creek, pero al poner la videocasetera descubrí que la luz se había ido o algo así, y el capítulo no se grabó. Quedé devastado.

De Dawson’s Creek me gustan dos cosas: Pacey y Joey, en ese orden. Digo es obvio porqué me gusta Katie Holmes. No hay necesidad de discutir ese punto. Lo interesante es Pacey; sí está guapetón, pero ese no es el punto.

Soy incapaz de identificarme con el caracter principal del programa, o sea Dawson. Tranquilo, buena gente, educado, obediente, buen hijo, respetuoso, estudiante que no da broncas… qué hueva. En cambio Pacey… alocado, cínico, descuidado, impulsivo… me encanta. Por supuesto me identifico con él.

Y lo que es más importante: al final del día he gets the girl!

Nunca pude ver las dos primeras temporadas de Dawson’s Creek. Algún día rentaré los DVDs, supongo. Pero lo que es la tercera y cuarta temporadas, junto con algunos capítulos de la sexta (incluídos los dos capítulos finales), me encantan. Son los capítulos que exploran la relación entre Pacey y Joey, y el divertidísimo triángulo que se forma con Dawson. Muy entretenidos.

En Estas ruinas que ves de Jorge Ibargüengoitia, el personaje principal cerca del final se da cuenta de que pudo haberse ligado a la dueña de sus afectos, con todo y que ella estuviera comprometida con el “joven de porvenir”. Y entonces el personaje principal lanza una expresión que cambió mi vida (leí la novela a los 14 años más o menos):

“Yo era más feo, pero también más simpático.”

Santa María Madre de Dios. ¿Cómo nunca pensé eso antes?

Por supuesto, Jorge Ibargüengoitia era más feo que escupirle a Dios. Yo disto mucho de ello, pero ciertamente no apareceré jamás en la portada de una revista juvenil.

Esa frase explica muchas cosas en la vida. Y da esperanza. Digo, a los 27 años puedo entender perfectamente que la nena no se queda con el más guapo, sino con el mejor (lo que sea que a ella le parezca o crea que es lo mejor); pero a los 14 no es tan obvio. Y es lo que me gusta de Dawson’s Creek. Pacey no es tan guapo como Dawson, no conoce a Joey de toda la vida como Dawson, no tiene esas pláticas profundas y trascendentales que ella tiene con Dawson… pero la hace reír, y la reta a que haga cosas que nunca ha hecho, y la apoya de una forma que Dawson jamás podrá porque así no es él. Y mientras Dawson la ve y la ama de una forma cuasi mística y la idolatra y la idealiza, Pacey la ama de una forma mucho más real y mucho más humana.

Y, por supuesto, Pacey no es tan guapo. Pero es mucho más simpático.

Pero no pude ver mi capítulo hoy. Ni modo; tendré que ver mañana dos capítulos.

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Corazón, diario de un niño

Recuerdo haber visto el animé, y me parece recordar haber leído algunos capítulos de la novela. Me parecía algo ridícula (la serie), y queda principalmente en mi memoria como otra de esas caricaturas que veía porque daba la casualidad de que estaba en la programación. En esa época sencillamente me chutaba toda la programación.

Ai no Gakkou Cuore Monogatari

Ai no Gakkou Cuore Monogatari

(Además, ni siquiera me genera una sombra de duda como Josefina… ¿de qué carajo trataba todo eso? ¿Una ballena enana, que flotaba? ¿Qué demonios? Al menos a Josefina quiero volverla a ver para resolver el misterio.)

Nunca quise llevar un diario básicamente porque mi letra es espantosa. De verdad, es horrible. Mis compañeros de la facultad dicen que lo que pasa es que conforme transcurría el tiempo en la clase, me daba más y más hueva el escribir, y ponía cada vez menos esfuerzo en hacer la letra legible. Al final de la clase, mis apuntes eran poco más que algunos puntos y líneas y círculos, chiquitos chiquitos que sólo yo (a veces) podía leer.

Así qué, ¿cuál es la idea de todo esto? Las páginas personales me parecen la cosa más patética del universo, e inicialmente creí que los blogs eran su más abominable legado. Después de un rato terminé leyendo algunos, como todo mundo; pero ciertamente no espero que nadie lea esto (¡Hola mamá!)

Supongo que la idea de todo esto es que, después de tres años de stand-by en cuanto a lo relacionado a mi vida se refiere, parece que ahora sí va a llegar el momento de reiniciarla (podría incluso decirse que iniciarla), y no sé, creo que quiero tener una forma de recordar todo lo que estoy sintiendo sin tener que recurrir a mi memoria (que a veces raya en lo genial, para luego parecer de teflón) o a mi terrible costumbre de racionalizar todo, cambiando mis recuerdos a como me convenga en el momento. Necesito mantenerme sincero conmigo mismo.

Como sea, esto probablemente no será un diario (conociéndome lo dejaré abandonado semanas enteras), ciertamente no será tal cual mi corazón (es un blog, se supone deben leerlo otras personas), y puedo asegurar que ya no soy niño.

Pero la idea me emociona. Como a un niño.

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