Rendezvous with Rama

(Realmente debí hablar de Rendezvous with Rama antes de The Forever War, porque salió en 1972; pero se me confundió el orden).

Mi intento de leer todas las novelas que ganaran los premios Nebula y Hugo comenzó con Rendezvous with Rama, de Arthur C. Clarke.

Dios. Qué buena novela.

No sólo es de las historias más reales (en el sentido de usar ciencia de verdad) de ciencia ficción que yo haya leído; además es muy divertida y mostrando un futuro y ciertos avances tecnológicos que en verdad suenan posibles.

La novela trata de cómo los seres humanos descubren a un artefacto de obvia manufactura extraterrestre que va a pasar cerca del sol, y la apresurada misión que se organiza para poder investigar lo más posible acerca de él.

El artefacto (que llaman “Rama” porque los dioses grecoromanos se acabaron décadas antes) es un cilindro hueco de 50 kilómetros de largo y 16 de diámetro, que gira rapidísimo (lo que permite una cierta “gravedad” dentro de él), y que contiene lo que parecen ser los “planos” de una forma de vida extraterreste. Los científicos de la Tierra y otros planetas del sistema solar (que a esta altura están colonizados) no saben exactamente qué pensar del objeto, porque viaja a una velocidad lentísima para distancias cósmicas (parece que salió 200,000 años antes de una estrella “cercana”).

Más sorprendente es cuando de repente Rama cambia su dirección, y alegremente se acerca al sol para, aparentemente, tomar energía directamente de él, y seguir con su camino; lo que hace suponer que su paso por el sistema solar fue, básicamente, una ida a la gasolinería.

La novela es fabulosa, entre otras cosas, porque no contesta un montón de preguntas, y todo lo que presenta es posible en teoría (con la posible excepción de su motor interestelar, que aparece al final del libro cuando “carga gasolina” con el sol). Morgan Freeman lleva años queriendo hacer la película, y parece que ya está en producción con una tentativa fecha de estreno para el 2009. Yo espero que sí se haga, porque me parece que la novela es altamente cinematográfica.

Creo que puedo decir sin exagerar que Rendezvous with Rama es de las mejores novelas de ciencia ficción que he leído. Altamente recomendable.

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The Forever War

En California conseguí y leí The Forever War de Joe Haldeman. Muchos dicen que es una respuesta y crítica a Starship Troopers de Robert A. Heinlein, pero Haldeman ha dicho varias veces que no es cierto, y que realmente se basó en sus propias experiencias en Vietnam.

Como sea la novela es fabulosa, burlándose perpetuamente de los militares y la vida militar, y mostrando una muy interesante perspectiva de cómo podría evolucionar socialmente la raza humana. La característica más interesante de The Forever War es que los soldados viajan en naves interestelares que se mueven a velocidades cercanas a la de la luz, lo que causa que una campaña de algunas semanas para ellos se transformen en años, décadas o siglos en la Tierra.

La novela es de muchísima acción, lo cual es sorprendente al momento de compararla con Starship Troopers, porque aunque la segunda glorifica la vida militar, lo cierto es que no muestra muchas batallas. También es muy divertida, con un sentido del humor negro que se mantiene a lo largo de todo el libro (y que es particularmente interesante cuando el protagonista descubre que después de décadas la sociedad humana ha adoptado el homosexualismo como lo “normal” y el heterosexualismo como lo “anormal”).

Pero además a mí me gustó porque tiene un romance muy bonito entre el protagonista y una de sus compañeras en su compañía, que se ve seriamente amenazado cuando los mandan a misiones distintas… lo que significa que probablemente regresarán en siglos distintos de sus respectivas misiones.

Me sigue gustando más Starship Troopers; pero The Forever War es una novela de ciencia ficción muy buena, con much acción, divertida, e incluso con algo de romance para los que como yo prefieren eso. Además es una obra pacifista, y presenta ideas muy interesantes respecto a ciertos avances tecnológicos (sin perder nunca el sentido del humor; creo que es el relato de cómo alguien recibe una prótesis “artificial” más cagado que yo haya leído).

La novela la leí en parte porque empecé (nunca llegué muy lejos) con la idea de leer todas las novelas que hubieran ganado los premios Nebula y Hugo desde los setentas hasta la fecha. Pero The Forever War además de tener premios está bonita, y de verdad tiene mucha acción, así que yo la recomiendo ampliamente

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The Golden Compass

Como comenté en la entrada anterior, el viernes 21 de diciembre fui a ver The Golden Compass. Si quieren ver lo que tengo que decir de las novelas lean la página correspondiente.

Se aplican las advertencias de spoilers de siempre.

The Golden Compass

The Golden Compass

La película se me antojaba mucho desde antes de leer las novelas (sale un oso en armadura y además rugiendo en el avance); pero cuando terminé la primera novela se me antojó aún más.

Ya pude volver a ver la película después de haber leído las tres novelas, y mi comentario sigue siendo el mismo que cuando la vi por primera vez.

Es una película maravillosa.

No sólo adapta fiel y respetuosamente el libro (que de por sí es difícil de hacer); además tiene un reparto para motivos prácticos perfecto, tiene unos efectos especiales maravillosos (que como he dicho ya hace mucho, cada vez hay que dar más por sentado), y está actuada de forma impecable. La dirección me pareció también buenísima; la película es rapidísima y en ningún momento se siente lenta.

Quiero enfatizar el elenco: Daniel Craig es perfecto para el papel de Lord Asriel; guapo (sin ser bonito), fuerte, mamón y prepotente. Sir Ian McKellen es también perfecto para interpretar a Iorek Byrnison; y además el hecho de interpretar a un personaje animado por computadora le da la libertad al ancianito de encarnar a un guerrero sin tener que preocuparse de romperse la cadera. Sam Elliott es (lo siento, no hay otro término) perfecto en su papel de Lee Scoresby, con su bigotazo (mucho más espeso que como lo describen en las novelas), su voz profunda y con tono permanentemente divertido, y su acento encabronadamente tejano. Y aunque nada más dice dos líneas en toda la película, Kathy Bates como su dæmon Hester también es perfecta. Eva Green como Serafina Pekkala está muy bien (algo sobreactuada; pero no mucho), y ciertamente consigue transmitir esa belleza etérea y cachondez que parecen tener todas las brujas del mundo de Lyra.

Pero además está Dakota Blue Richards como Lyra… Oh. Dios. Mío.

La cabrona chamaquita es idéntica a la Lyra de las novelas; perfecta no alcanza a describir su actuación en la película. Es encantadora, y tiene una sonrisa preciosa sin en ningún momento ser una “niña bonita”… porque no es bonita. Sin embargo creo que será una mujer guapísima cuando crezca. Es tal cual imaginaba a Lyra, y sigue siendo traviesa, mentirosa, respondona y desobediente. Me encantó su actuación; no puedo imaginarme cómo podría haber sido mejor.

Dejé al final a Nicole Kidman porque es el único “pero” que le tengo a la seleción de elenco. Actúa muy bien y es hermosísima; además de que en verdad transmite la crueldad y jijez de la chingada de las que la Coulter es capaz. Sin embargo, en las novelas la única forma que tenemos de ver que la Coulter es mala es porque rapta a Tony Makarios en su primera aparición; si no fuera por eso queda claro que la Coulter es capaz de mostrarse al mundo como la mujer más hermosa, sexy, simpática, inteligente y encantadora que existe. En cambio nada más aparece la Kidman en la pantalla y se le ve que es más mala que la carne de cerdo en chile verde.

Me queda clarísimo que eso fue una decisión consciente, ya sea de la Kidman o del director, porque me consta que la actriz puede interpretar papeles que generen la simpatía del espectador. Sólo digo que hubiera sido posible (y más emocionante y abrumador) verla transformarse de la perfección hecha mujer a el diablo en persona.

El guión y la dirección también los quiero resaltar, porque el libro no es pequeño y sin embargo consiguieron meter toda la historia sin que en ningún momento se sienta apretada o aburrida (como las dos primeras películas de Harry Potter). Sólo quitan algo de la grilla de los gyptians e intercambian dos pasajes cerca del final.

Ah, y cortan el final.

Creo que sé por qué cortaron el final del libro. Es un final muy triste y algo fuerte, y dado que de por sí las novelas son altamente subversivas, los productores saben que la única forma de garantizar al menos una secuela, es que le vaya bien a la primera película. Y con el final tal cual de la novela se arriesgaban a que no.

Se arriesgaban aún más, quiero decir; como menciono en mi página de los libros, el autor dice que sus novelas son de matar a Dios; a me impresiona incluso que hayan hecho película de la primera. Y las otras dos son más cabronas todavía.

Espero de verdad que hagan las secuelas, porque me muero de ganas de ver a quién le dan el papel de Will y cómo interactúa con Dakota Blue Richards. Y quiero volver a ver a esa niña actuando como Lyra; es maravillosa.

La película me encantó como no tienen idea. Es un poquito más alivianada que las novelas (en ningún momento dice que el Magisterio es la Iglesia Católica, o que la Autoridad es “Dios”), pero captura (y por mucho) todo el espírito y belleza de la novela. Y de verdad vale la pena verla nada más por la actuación de Dakota Blue Richards; no me alcanzan las palabras para describir cómo actúa la niña.

Si son creyentes no se prejuicien porque es una película basada en una novela atea. Sería como si los ateos nos prejuiciáramos contra El Señor de los Anillos o Crónicas de Narnia sólo porque llevan un mensaje profundamente cristiano. Las novelas (ateas o no) hablan de la libertad y de la inocencia y de la lucha del bien contra el mal. Un montón de cristianos ha salido en defensa de ellas porque realmente transmiten un mensaje muy bonito.

Vayan a verla, y disfrútenla. Sale un oso en armadura y además rugiendo. Y sale Dakota Blue Richards, que como la Lyra de las novelas capturó mi corazón con nada más cinco minutos de andar dando brincos en la pantalla.

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La captura

Esta entrada es de cómo fue que, a pesar de estar enclaustrado por mi tesis, me leí los tres libros de la saga His Dark Materials y fui a ver la película The Golden Compass. Para leer mi opinión de la película vean la entrada que sigue a ésta, y para leer lo que tengo que decir acerca de la triología de novelas, vean la página que escribí para ello.

Unos días antes de navidad, fui a dejar mi carro al departamento. Porqué hice eso no viene al caso, pero el punto es que tenía que manejar a la Benito Juárez y regresarme a Xochimilco en el democrático metro. Eso significaba que iba a pasar entre una hora y hora y media en transporte público, lo que me obligaba durante una hora u hora y media a olvidarme de mi tesis. Y decidí aprovechar ese tiempo en algo que de verdad quisiera hacer.

Hace meses, cuando salió, vi el avance de The Golden Compass. Sale un oso polar, en armadura, rugiendo; era más que obvio que tendría que ver esa película en el cine. Ahora, siempre que veo una película de fantasía o ciencia ficción en el cine, me aseguro de haber leído la novela antes (si hay novela, claro). Me parece (y hasta ahora jamás me ha fallado) que es mucho más probable que la película me arruine la lectura, a que la lectura me arruine la película.

“No hay problema” me dije, “seguramente habré acabado la tesis para el 14 de diciembre” (la película se estrenó el 14 de diciembre), “y la novela la puedo leer en un par de días.”

Ja. Buen chiste.

Conforme a diciembre se le acababan los días yo tenía suficientes cosas en la cabeza como para preocuparme de una película, pero cuando llegaba a pensar en ello me decía: “no hay problema; seguro será un exitazo y estará semanas en cartelera… acabo la tesis, leo la novela y voy a verla al cine.”

El plan era bueno, en teoría, pero el día que fui a dejar mi carro al departamento decidí que de regreso comenzaría a leer la primera novela de la triología, Northern Lights; ya había conseguido la edición británica para ese momento (los gringos le pusieron The Golden Compass, porque son medio idiotas). Me dije que la seguiría leyendo cuando fuera al baño, cuando comiera, o en mis descansos de diez minutos cuando sentía que los ojos se me derretían de tanto ver al monitor.

Grave error.

Comencé a leer el libro, y no pude soltarlo. No es la primera vez que me ocurre esto; pero sí es la primera vez que me ocurre con esta intensidad. En la página de las novelas explico por qué.

Ese día dormí unas tres horas por leer la novela en la noche, y al otro día he de haber escrito a lo más una cuartilla de mi tesis; nada más lo suficiente para no sentirme tan culpable y poder seguir leyendo. En la noche acabé el libro, y por suerte no tenía los siguientes dos, porque si no me hubiera seguido. Al otro día, viernes 21 de diciembre, era la Tradicional Posada de Fin de Año de Enrique.

(Ya sé que es medio reiterativo decir “posada de fin de año”, pero suena más acá.)

Como Enrique me había dejado claro que si no iba me arriesgaba a ser castrado, decidí ir al cine a ver la película de la novela antes de ir a la posada. Fui a Cinépolis Perisur, y la única función subtitulada que me quedaba para llegar a una hora más o menos decente a la posada era en la sala VIP, así que entré ahí, razonando que no había casi gastado en cine este año y bien podía permitirme una función en la sala VIP.

No me arrepiento para nada haberla visto ahí. Y es sólo la segunda película que veo en sala VIP; la otra fue El Señor de los Anillos: El Regreso del Rey. Que tampoco me arrepiento, por cierto.

Después fui a la posada de Enrique (llegué a las 10:30; eso todavía es decente), me divertí un rato y regresé a mi casa a la 1:30 de la mañana. Un poco para apaciguar mi culpa trabajé una hora en mi tesis antes de dormir.

Al otro día conseguí las otras dos partes de la triología, y en la noche comencé a leer la segunda parte: The Subtle Knife.

Otra noche sin dormir. La segunda parte me gustó mucho más que la primera, y esa sí la leí de principio a fin sin detenerme para nada más. Terminando me dormí, y nada más despertarme (y comer), decidí dejar de hacerme güey y mandé a un tubo mi tesis para poder leer la tercera parte, The Amber Spyglass… que me gustó aún más que las otras dos.

No fue su culpa totalmente, pero sin duda la triología de His Dark Materials contribuyó bastante a que acabara mi tesis horas antes del fin de año.

Y esa es la triste historia de cómo leí His Dark Materials. Si quieren enterarse de por qué fue que me atraparon estas novelas, lean la página.

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Aliens

El otro día pasaron Aliens en la tele. Lamentablemente la señal de Cablevisión tuvo a bien joderse justo al final, en la parte más emocionante de la película cuando Ripley va a rescatar a Newt.

Alien es una película fabulosa, pero Aliens es sin duda alguna mucho mejor. La primera película es al fin y al cabo la misma fórmula de “pocos güeyes encerrados con monstruo persiguiéndolos”; la segunda en cambio es una de las mejores películas de acción/ciencia ficción que existen.

En la película aparecen Michael Biehn y Lance Henriksen como Hicks y Bishop, en dos papeles chingonsísimos. Además Bishop rinde homenaje a Asimov diciendo que no puede dañar a un ser humano, o por inacción permitir que un ser humano sea dañado. Y tiene una línea muy cagada cuando se ofrece a llevar la terminal para llamar por control remoto a la segunda nave del Sulaco: “I might be synthetic, but I’m not stupid”.

A los actores de la película James Cameron los obligó a leer Starship Troopers, y la novela de Heinlein aparece en todos lados en la película; desde que el soldado interpretado por un jovencísimo Bill Paxton pregunta si la misión será otra “cacería de bichos” (bug hunt), las “bajadas” (drops), y en general toda la actitud de los marines.

También medio sutil, pero cuando están cayendo, el personaje de Bill Paxton dice “I’ve got a bad feeling about this drop”.

Toda la acción de la película es fabulosa (como suele ser en las películas de James Cameron), pero lo mejor de todo es sin duda la “batalla de las madres” entre Ripley y la Alien Queen. That monster’s a bitch.

Aliens3 no es una película mala, pero sí fue una mentada de madre que después de todo el desmadre por el que pasó Ripley para rescatar a Newt, se muriera incluso antes de empezar la película. Por no hablar de que Hicks ni siquiera aparece; o Bishop, que tiene una aparición como semicadáver.

Alien: Resurrection tampoco es mala película; exceptuando por el final con el humano-alien-híbrido (que es de las cosas más chafas que he visto), de hecho es una película de acción bastante divertida.

El problema con la tercera y cuarta partes es que mandaron al carajo una continuidad que Aliens cuidadosamente había construido siguiendo la premisa que Alien había dejado. Los comics que Dark Horse publicó continuaban la historia de forma mucho más inteligente, incluyendo a Newt enamorándose de un soldado que era parte de una compañía de puros androides que no sabían que lo eran.

Así que aunque por sí mismas Aliens3 y Alien: Resurrection pueden ser películas divertidas, para mí la serie terminó en su punto más alto, con Aliens.

Y no me hagan empezar con Alien vs. Predator.

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La Trinidad

Las mejores historias del Universo DC, en la gran mayoría de las veces, incluyen a Superman, Batman y Wonder Woman.

La Trinidad

La Trinidad

Son los fundadores de la Liga de la Justicia, los líderes por omisión en cualquier crisis que se presente, los personajes más interesantes de DC por mucho (especialmente Batman, por supuesto), y además es en general divertidísimo cómo interactúan entre ellos.

Kingdom Come es maravilloso entre otras cosas por los papeles que juegan ellos tres, y el final es perfecto (de nuevo, entre otras cosas) porque Clark y Diana van a tener un hijo y le piden a Bruce ayuda para criarlo.

En la continuidad actual, algo inestable porque estamos entre crisis, después de la Infinite Crisis y esperando la Final Crisis, la Trinidad como siempre está jugando un papel fundamental. La “nueva” Supergirl (que vuelve a ser la prima de Superman y no un ente de Futigum de fresa) fue encontrada por Batman, y él y Superman sirven como tutores para después mandarla con Wonder Woman a que reciba entrenamiento entre amazonas. Y el número cero de la nueva encarnación de la Liga de la Justicia es un divertidísimo recuento de historias pasadas, futuras y posibles de momentos que ellos tres comparten mientras en el “presente” deciden a quién invitar para la nueva Liga.

DC sabe la importancia de la Trinidad, y por ello muchas veces abusa de su presencia en una historia. Lamentablemente por ello no es que todas las historias que involucren a la Trinidad sean buenas. Y sin embargo me arriesgo a decir que sí lo son la mayoría.

No sé cuándo se usó el término “Trinidad” por primera vez; sólo sé que ya es viejo. Y según yo (que podría equivocarme; no soy una enciclopedia), nunca se había usado dentro de la continuidad misma. Me explico; en el Universo DC nadie había dicho “Trinidad” refiriéndose a Clark, Bruce y Diana (cuando alguien menciona a los tres como un grupo, suelen decir algo como “the big three”). Había habido un TPB llamado Trinity que relataba la primera aventura que juntó a los tres; pero dentro de ella nadie dice nunca “Trinidad” (o “Trinity” en inglés), y además me parece que es fuera de la continuidad regular, porque en un momento dado Bruce no se contiene y besa a Diana.

Es muy divertido, eso sí.

Durante 52 la Trinidad desapareció un año (en sus identidades superheróicas, claro) mientras se dedicaban a diversas actividades alejadas del negocio de superhéroes. En ese año, justo al final, Black Adam se vuelve loco de furia por el asesinato de su familia, y mata miles (o millones; no queda claro) de personas en su deseo de venganza. Al evento le llamaron dramáticamente World War III, y fue desencadenado cuando todos (o casi todos) los científicos locos de DC los ponen a trabajar juntos para crear (o invocar, dependiendo de cómo lo quieran ver) a los “Cuatro Jinetes”, cuatro supervillanos originarios de Apokolips, que son los que matan a la familia de Black Adam. Antes de que WWIII termine, Adam los destruye.

Justo ahora acaba de terminar The Four Horsemen, una miniserie que relata cómo de los Cuatro Jinetes sólo fue destruida su “envoltura”, y que su escencia está recostruyendo nuevas “envolturas”. La Trinidad lidia con el problema, inicialmente de forma discreta porque todo lo relacionado con WWIII fue un desastre político para los gobiernos del mundo y la comunidad de metahumanos (que fue, para motivos prácticos, incapaz de hacer nada para detener a Black Adam cuando inició su venganza).

La miniserie es buenísima, como en general lo son aquellas donde la Trinidad es protagonista principal, y voy a comprar el TPB en cuanto salga. La interacción entre los tres más grandes superhéroes de DC es de las mejores que he visto, y tiene pasajes fabulosos: cerca del final, con uno de los jinetes ya puesto fuera de combate, otros dos de ellos toman posesión de los cuerpos de Superman y Wonder Woman. Ambos tratan de pelear dicha posesión, pero tienen que ser salvados de forma bastante dramática por Veronica Cale. Inmediatamente después, alguien pregunta que dónde está el cuarto jinete, y Batman tranquilamente pregunta que cuándo Cale podrá quitárselo. Superman le pregunta “Yuurd took you?!”, y Bruce sencillamente responde “He tried to.” Inmediatamente después vuelve a preguntar que cuándo podrá quitárselo Cale.

Que además Veronica Cale es un personaje maravilloso; yo quiero casarme con ella. Creada por Greg Rucka en 2003, él ha dicho que su intención era crear una “Lex Luthor” para Wonder Woman. Como en muchas historias donde Luthor termina siendo el héroe para eliminar una amenaza peor que él, Cale es sin duda alguna la heroína de The Four Horsemen.

Pero de lo que quiero hablar en esta entrada es que al final de la historia Clark, Bruce y Diana tienen una cena entre amigos en la mansión del segundo, y el siguiente panel aparece:

"Impose on the Trinity"

“Impose on the Trinity”

Me parece, les repito que no puedo estar seguro porque no soy una enciclopedia del Universo DC, que es la primera ocasión que dentro de dicho universo se le dice “Trinidad” a la Trinidad.

Que la “creadora” del término sea Lois es divertido.

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El final de las Gilmore Girls

Durante mi estancia en California tuvieron a bien acabar las Gilmore Girls, después de siete telenovelescas temporadas.

Después de seis temporadas que mal que bien fueron en general fabulosas, la séptima temporada fue marcada por dos cosas que en mi opinión estuvieron muy cerca de (e incluso se puede decir que lo consiguieron) arruinar la serie. La primera y más obvia, que Lorelai se acuesta con Christopher, rompe con Luke, y después se casa con el primero. La segunda y más sutil, pero sin duda relacionada a la dirección que tomó la vida de Lorelai, es la salida de los Palladino como productores de la serie. Ellos fueron los creadores de la serie, y es mi parecer que de hecho su salida ha de haber sido en parte porque ellos no han de haber estado de acuerdo con esa dirección en la historia.

En un punto más secundario, está el pendejo de Logan. Al tipo jamás lo pude tragar porque la serie, pendeja e intrascente como era, al fin y al cabo tenía un transfondo de conflicto de clases: Lorelai en parte manda a la chingada a sus padres para huir de ese mundo de la “high society” gringa. Que Rory anduviera con él se sentía (yo así lo sentí) como una traición a la educación que su madre le había inculcado.

De cualquier modo la última tempora tiene buenas puntadas, y debo admitir que la seducción de Lorelai por parte de Christopher está bien hecha. El tipo ciertamente (algunos podríamos decir) merecía una oportunidad más; al fin y al cabo era el papá de Rory.

Lo que sí es medio imposible de creer es que truenen tan rápido. Aunque ciertamente era lo que los que siempre hemos sido fans incondicionales de Luke queríamos.

Yo digo que Luke y Lorelai debieron casarse al inicio de la última o finales de la penúltima temporada, y la serie acabar con Rory graduándose y consiguiendo su primer empleo de verdad, y Lorelai y Luke esperando su primer hijo. Un poco como el sueño que tiene Lorelai al inicio de la tercera (¿o cuarta?) temporada.

Pero puedo al menos encontrar una justificación de por qué no hicieron esto. Más de eso adelante.

Decía que hay buenas puntadas en la temporada. Una de ellas es cuando Luke y Christopher tienen su primera (y última) pelea a puñetazos; era algo que yo quería ver, y lo único que lamento es que fuera tan sosa. Otra es cuando Lorelai le canta “I Will Always Love You” a Luke en el karaoke; es fabulosa. Y está la última escena de la serie, que es una repetición de exactamente la misma escena del final del primer capítulo de la serie. Eso fue bonito.

Esa última escena fue lo que causó que la serie no fuera completamente arruinada para mí por la última temporada, y de hecho incluso que se rescatara bastante. Por esa escena califico de “bien” el final de la serie. No “excelente” o “fabulosa” (que creo pudo haber sido), pero sí “bien”.

Esa escena me hizo recordar que la serie era de Lorelai y de Rory. De las Gilmore Girls; no de sus novios. Que Lorelai regresara con Luke y Rory mandara al carajo al pendejo de Logan estuvo bien, pero lo chido de la serie es que nos mostró la vida de Rory desde que entra a Chilton hasta que sale de Harvard, y durante todo ese tiempo la relación de ella con su madre no sólo siguió igual de cercana, sino que incluso se fortaleció.

Aunque claro, ayuda mucho que Lorelai regresara con Luke y Rory tronara con Logan; que además deja abierta la posibilidad de que termine algún día con Jess, que era su pareja perfecta, como todo mundo sabíamos.

El final estuvo bien. Creo que pudo ser mejor, y yo hubiera tomado otras decisiones respecto a cómo avanzar la historia; pero el final está bien.

Aunque claro, ridículo como soy yo, me quedé con las ganas de ver la boda de Luke y Lorelai.

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TPB

Durante años yo compré comics. Una vez a la semana iba al puesto de periódicos (o a un Sanborn’s) y compraba varios comics que leía con placer. Todavía los tengo, varias cajas con comics, algunos de ellos con casi treinta años de edad, porque además cuando empecé a coleccionar comics también busqué muchos ejemplares viejos.

Comprar comics individuales (floppies les dicen los gringos, porque son “flexibles”) es caro.

No sólo es caro; es mal negocio. Ningún comic (que no sea serie limitada) es bueno en todos sus números. Si uno compra un comic regularmente, las probabilidades de que uno (o varios; o muchos) sean de dudosa calidad (por no decir pésimos) es muy alta.

Por eso, porque salía muy caro y porque tenía otros intereses en ese momento, dejé de comprar comics. Pero dios cómo los extrañaba.

En California fuimos un día a Marina del Rey, y entre las múltiples tiendas que entramos había una librería/tienda de comics. Y ahí fue que conocí los TPB.

TPB significa Trade Paperback, y es una edición en pasta dura que junta varios ejemplares de un comic o de varios comics.

Poco antes de regresarnos, me metí a Amazon y vi varios TPBs que sencillamente tenía que tener. Uno de ellos era Absolute Kingdom Come, que pedí y ahora mismo tengo enfrente.

Es una edición preciosa de Kingdome Come, con como doscientas páginas extras de comentarios, notas y borradores de Alex Ross y Mark Waid. Además es como una tercera parte más grande que el comic original, y viene en una caja de cartón que protege al libro de pasta dura.

Y entonces vi la luz. Cuando uno es adolescente compra floppies. Cuando uno es adulto compra TPBs.

Por supuesto, fue como descubrir el hilo negro; comprar TPBs es lo que hacen casi todos los fans de comics cuando llegan a cierta edad. La calidad de los TPBs es muy superior a la de comics regulares; en general sólo se publican TPBs de buenas series; se ven de pelos en un librero; etc., etc.

Por supuesto, es una jugada arriesgada. Si todos nos esperamos a comprar TPBs, cabe la posibilidad de que un comic no venda suficientes números como para que se gane el derecho de ser publicado como TPB. Pero en general creo que funciona, y cuando funciona vale la pena.

Lo que hago ahora es leer los comics cuando salen (les dejo a la imaginación cómo los leo), y si la serie es realmente buena entonces voy a comprar el TPB.

Así es como ahora tengo dos de los tres tomos de Justice (no he tenido dinero para comprar el tercero), una fabulosa serie de Jim Krueger, Alex Ross y Doug Braithwaite, y los tomos iniciales de Fables y Y: The Last Man, dos series de vértigo que son de lo mejor que he leído en comics en años. También los dos primeros TPBs de Astonishing X-Men, y eventualmente compraré los demás, porque Joss Whedon es la neta.

Es más caro comprar TPBs; pero es mucho mejor negocio porque en general uno termina con cosas no sólo mejores, sino además con una edición más bonita y que es fácil de acomodar en un librero.

En otras entradas comentaré de los comics que he descubierto (o redescubierto) en TPBs.

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Fullmetal Alchemist

Cuando escribí mi entrada de Cardcaptor Sakura, una de las cosas que quería dejar bien claras era que, según mi opinión, Cardcaptor Sakura era el mejor animé que hubiera visto en mi vida.

Después explicaba porqué; pero eso no importa para el resto de esta entrada. Lo que importa es que en alguno de los comentarios que mis lectores me dejaron, uno de ellos mencionaba que aunque Sakura era buena, que definitivamente no era la mejor. Mencionaba varios animés que él consideraba los mejores, y entre ellos estaba Fullmetal Alchemist.

Full Metal Alchemist

Full Metal Alchemist

Como yo de por sí ya había oído cosas muy buenas de Fullmetal Alchemist, regresando de California la conseguí y la vi, más o menos de forma ininiterrumpida.

Fullmetal Alchemist es sin lugar a dudas un gran animé. Creo que su cualidad más grande es su sentido del humor, que durante tres cuartas partes de la serie logra mantener un ambiente ligero y divertido, sin por ello renunciar a escenas muy dramáticas y emocionantes. En la última cuarta parte las cosas se complican y la serie adquiere un tono decididamente más oscuro.

El diseño de personajes, aunque no es de mis preferidos, es consistente durante toda la serie, y la animación es de al menos la calidad de la de Sakura. De hecho son similares por el uso de efectos con computadora en todas las partes que incluyen el uso de la alquimia.

La historia trata de dos hermanos: Edward y Alphonse Elric, hijos de un famoso alquimista (o al menos eso afirma su madre), que viven con su madre una idílica vida provinciana, mientras aprenden alquimia, que permite transmutar elementos bajo la “ley de cambio igualitario”; básicamente que para conseguir algo, uno tiene que dar otra cosa.

Todo sigue así hasta que su madre muere de alguna enfermedad, y entonces Edward decide que usen alquimia para revivirla. La idea (que nunca explican del todo bien) es que sólo necesitan transmutar los elementos básicos que conforman un cuerpo humano (que ciertamente son sorprentemente pocos y sencillos de conseguir), y “atar” el alma de su madre a ese nuevo cuerpo; Edward cree que con una gota de sangre de cada uno de ellos bastará para “pagar” por el precio de tal atadura. La práctica es conocida como “transmutación humana”, y está prohibidísima por las leyes de la alquimia, pero los chavos deciden intentarlo.

Por supuesto el experimento falla, creando un monstruo que tiene ciertas características humanas (y vivo además), y encima causa que Edward pierda su pierna izquerda (más o menos desde la mitad del muslo). La escena es bastante sangrienta, por cierto.

Para horror de Edward, a su hermanito Alphonse le fue peor; él pierde todo su cuerpo. Horrorizado, Edward se da cuenta de que el cuerpo de su hermano y su pierna izquierda fueron el precio que pagaron por intentar la transmutación humana, y consciente de que el alma de Alphonse no debe haberse alejado mucho todavía, sacrifica su brazo derecho (aunque de hecho estaba dispuesto a sacrificar todo su cuerpo) para poder atar el alma de su hermano a una vieja armadura que estaba ahí cerca.

Después de conseguir un brazo y pierna “biónicos” (entre comillas porque realmente son sólamente mecánicos, pero parece que la energía de las prótesis tiene que ver con la alquimia; tampoco lo explican claramente nunca), Edward y Alphonse se dirigen a los cuarteles centrales de los Alquimistas Estatales, que son básicamente una rama del ejército que emplea alquimistas. Aunque los Alquimistas Estatales son (al parecer) odiados y despreciados universalmente, Edward decide ir ahí porque sabe que si se convierte en Alquimista Estatal tendrá los recursos suficientes para investigar y descubrir cómo recuperar el cuerpo de Alphonse. Y todo está ligado a la mítica Piedra Filosofal, por supuesto.

La serie sigue a los hermanos teniendo aventuras en distintas regiones del país donde viven, y enterándonos de las guerras, políticas e intrigas del gobierno, de los refugiados de Ishbala (una minoría que fue masacrada genocidamente en varias guerras), de los Homunculi (monstruos creados cuando alguien intenta la transmutación humana), y de los distintos grupos que buscan desesperadamente la Piedra Filosofal.

La serie es muy emocionante, y las peleas suelen ser muy entretenidas porque en general cada alquimista utiliza sus poderes de forma distinta. Hay mucha acción en casi todos los capítulos, y como dije arriba en general el sentido del humor es muy bueno durante gran parte de la serie.

Me eché la serie completita y la película Conqueror of Shamballa. Y después de hacerlo, la pregunta evidente es, ¿es Fullmetal Alchemist la mejor serie de animé que yo haya visto?

No. Sigue siendo mejor Cardcaptor Sakura.

Muchos (la enorme mayoría) de los personajes de FMA son demasiado unidemensionales; la serie es muy inconsistente (o ambigua) con muchas cosas; quedan un montón de hoyotes al final de la película, no digamos de la serie; y muchos otros detallitos.

No lo tomen a mal; creo que FMA es de las mejores series de animé que he visto. Hay un dramatismo en ciertas escenas fabuloso, y de verdad la acción, para no incluir robots gigantes en ningún momento, es increíble.

Solo que Sakurita sigue siendo mejor. Desde mi subjetivo punto de vista, por supuesto.

Además hay dos cosas que a mí en particular me incomodan con la serie. La primera es Winry, el único posible interés romántico de Edward; el tipo la abandona siempre. El romance ni siquiera es secundario en la serie; es terciario o peor. No hay romance en ningún momento, para motivos prácticos… excepto entre Edward y Alphonse.

Que es la otra cosa que no me termina de gustar; el amor, lealtad e interés de los hermanos Elric es para ellos nada más. Los dos hermanos se quieren profundamente, y están dispuestos a renunciar a su propia vida el uno por el otro. Y ya; ese amor, lealtad e interés es básicamente inexistente para nadie más.

Y no es que yo diga que hay algo malo con eso; sólo que para mí eso no funciona. Una serie cuyo principal romance sea entre dos hermanos, no, lo siento; no es lo mío. A lo mejor lo será para alguien más, pero no para mí.

Yo quiero mucho a mi hermano, y sé que él a mí; pero lo que tienen los hermanos Elric es pleitesía el uno por el otro. A mí al final me resultó incluso un poco enfermizo.

Pero independientemente de todo eso la serie es muy buena. Sólo no la mejor.

Por cierto, la música también es fabulosa; en particular Kesenai Tsumi de Nana Kitade y Melissa de Porno Graffitti me parecen de las mejores rolas J-Pop que he oído.

Sin duda alguna recomiendo la serie ampliamente; creo que cualquiera se puede divertir mucho con ella. Es muy buena.

Pero Cardcaptor Sakura sigue siendo la mejor serie de animé que yo haya visto en mi vida.

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Sobresexualizado

Justamente leyendo Occasional Superheroine fue que comencé a oír bastante acerca del término oversexualized, que sin un gramo de originalidad decidí traducir como sobresexualizado.

M. J. y Black Cat

M. J. y Black Cat

Valerie (la autora de Ocassional Superheroine) suele quejarse amargamente cuando los personajes femeninos en los comics (especialmente los realmente importantes, como Wonder Woman, Catwoman o Jennifer Walters, mejor conocida como She-Hulk) son presentadas en poses (a su parecer) ridículamente sexys y con sus trajes más ajustados o cortos de (según ella) como normalmente son.

Wonder Woman

Wonder Woman

La idea (porque he de admitir que no termino de entender de qué se queja), es que estas mujeres (en los comics, claro; en realidad no existen) son personas fuertes y decididas, y que representarlas (según ella) como poco más que teiboleras es no sólo faltarles el respeto a los personajes y a los lectores que los siguen, sino además es caer en la idea de que la única manera de vender más comics es (literalmente así lo dice) “enseñar más carne”. Eso (repito, según Valerie) pone en segundo grado lo realmente importante (según ella) de los personajes: que son mujeres fuertes, independientes, etc., etc. El argumento (me parece; repito que no termino de entender) es que mujeres como ellas no necesitarían estar enseñando los calzones.

Lady Blackhawk

Lady Blackhawk

También hay un argumento de que de por sí hay un número relativamente pequeño de lectoras de comics, y que la representación que reciben las mujeres en ellos no sólo evita que más lectoras se acerquen, sino que aleja a las que ya hay.

Power Girl vs. Supergirl

Power Girl vs. Supergirl

No voy a negar que a veces las poses de las superheroínas/supervillanas, sus atributos (por decirles de alguna manera) y sus uniformes son ridículamente exagerados para hacerlas resaltar sexualmente.

Elektra

Elektra

Tampoco voy a negar que existen dibujantes que se divierten horrores haciendo pin-ups que no pueden calificarse de otra forma más que eróticos.

Gwen Stacy, Black Cat, M. J.

Gwen Stacy, Black Cat, M. J.

…y otros que muchos (pero yo no) calificarían incluso de pornográficos.

M.J.

M.J.

Lo que pasa es que, ante estos innegables hechos, yo pregunto:

¿Y qué carajo tiene de malo?

Black Cat, Spidey, M.J.

Black Cat, Spidey, M.J.

Yo me considero feminista. Uno de mis padres es una mujer inteligente e independiente; y de hecho ocurre que en mi vida la mayor parte de las mujeres cercanas a mí son terriblemente inteligentes. Cuando veo una mujer sexy no pienso en ella como objeto sexual. Venga, en toda mi vida nunca he visto a mis compañeras sexuales como objetos de ningún tipo; en particular no sexuales.

Que una mujer sea sexy (incluso de forma exagerada al punto de la caricatura) no tiene por qué decir que yo no la voy a respetar y/o admirar. Son dos cosas completamente independientes.

No es que una mujer necesite ser sexy. Es que es su derecho, si así lo desea, el verse sexy. Si no me parece como los retrasados mentales gobiernos panistas que han intentado prohibir el uso de minifaldas en oficinas de gobierno. Siempre que los artistas dibujan sexys a las superheroías/villanas, yo lo interpreto como que son ellas las que así decidirían hacerlo. Porque para mí que una mujer sea inteligente e independiente no está peleado con que quiera verse sexy si así se le pega la gana. Por ella misma o por su pareja; a mí me parece completamente normal que una mujer (si así lo desea) se vista sexy para su pareja.

M.J.

M.J.

Del punto de las lectoras. Por las mismas razones no creo que las mujeres sexys en los comics ahuyenten a las lectoras; si son ahuyentadas lo son por razones más profundas, me parece. Pero además, ¿qué nunca han visto cómo dibujan a los hombres?

Superman

Superman

¿De verdad creen que la mayoría de los hombres que leemos comics esperamos poder llegar a vernos así?

Algunas mujeres me podrán decir: “es que no es lo mismo”. Y para ese momento perderán cualquier tipo de credibilidad ante mí para poder discutir nada que tenga que ver con feminismo. Porque el punto es que debe ser lo mismo.

El autor de todas las imágenes de esta entrada (que no me hago güey; en gran medida la escribí para poder ponerlas) es Ed Benes, y en particular las saqué de su fotoblog. Ah, excepto la de Superman; esa la encontré con Google.

Benes es el actual dibujante de Justice League of America, y a mí me parece un artista fabuloso.

La Trinidad

La Trinidad

En particular, quiero comentar esta imagen suya de Wonder Woman:

Wonder Woman

Wonder Woman

A algunos les podría parecer una imagen sobresexualizada. Y ciertamente es difícil no notar el hermoso trasero de Diana en un calzón estrellado mucho más diminuto de cómo generalmente lo dibujan.

Sin embargo lo que a mí me llama la atención del dibujo es la poderosísima espalda de Marvila (que no deja de ser hermosa), así como los músculos de sus brazos y sus puños cerrados, que junto con la tensión que su lenguaje corporal transmite hablan de un personaje atormentado. Y los detalles de las pequeñas cicatrices que cubren casi todo el cuerpo de la Princesa.

Pueden ver en el dibujo a una reina sabrosísima enseñando casi todas las nalgas. O pueden ver en él a una guerrera pasando por un momento difícil.

Yo elijo lo segundo. Y si eso es sobresexualizado, yo no tengo nada encontra.

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No Pink Ponies

Poco después de regresar de California, leyendo Occasional Superheroine (gran blog de una fanática de comics feminista), salió una liga a un webcomic que se llama Marry Me, y decidí echarle un ojo.

El webcomic está divertido; sin duda alguna basado en lo que de hecho ocurrió con Britney Spears, la historia trata de Stasia, una cantante pop apenas salida de la adolescencia que durante un concierto se aloca y se casa con un fan de la primera fila que tenía un letrero que decía “Marry Me”.

(Lo divertido es que el chavo, Guy, le estaba sosteniendo el letrero a su mejor amiga lesbiana, que era la realmente enamorada de Stasia: Guy ni siquiera había oído sus canciones.)

El webcomic está divertido, repito, si bien sale de forma muy inconsistente y la historia se ha movido de forma medio lenta. Lo que sin duda me pareció maravilloso fue el arte, a cargo de Remy “Eisu” Mokhtar, un dibujante de Malasia con obvias influencias manga, y que tiene un particular don para dibujar chavas que irradian simpatía. No sé cómo mejor describirlo; sus personajes femeninos son sexys, pero no sobresexualizados (no que yo tenga ningún problema con personajes femeninos sobresexualizados), y de alguna manera parecen tener un aire entre inocente e inteligente al mismo tiempo. Me encantan.

Investigando más de Eisu, descubrí No Pink Ponies.

Así como hay películas que no tienen mejor forma de describirse que como chick flicks, No Pink Ponies no tiene mejor forma de describirse que como chick webcomic… lo cual lamentablemente suena estúpido.

Sin embargo, aunque la premisa principal de No Pink Ponies es la vida sentimental de Jess (que en general consiste en perseguir, de forma muy torpe además, a un único galán), lo realmente divertido del webcomic es que Jess es una geek de comics hecha y derecha. De hecho el webcomic comienza con Jess abriendo su propia tienda de comics para leer los que ella quiera, y además poder contratar como empleado a su galán en potencia (a quien conoce comprando comics en otra tienda).

Alrededor de ella hay otros personajes, varios de ellos los estereotípicos geeks de comics, su mejor amiga que sale con su hermano… el cual es negro, y Maureen, una chava cuyo personaje se basa físicamente en Jennifer Love-Hewitt, y que es lesbiana y está enamorada de Jess sin que esta última lo sepa.

Los personajes del webcomic son bastante tiernos, y toda la trama tiene un indudable aire girly-girl. Sin embargo, no es pero para nada algo como Lágrimas y Risas, y tiene una intersección muy grande (además de muy divertida) con varios aspectos del geekdom de lectores de comics. La historia, por lo tanto, no son ponis rosas; lo cual es la mejor forma de explicar el título.

Pero además, como dije arriba, Eisu tiene la virtud de que de alguna manera hace a sus protagonistas femeninas encantadoras; Jess es un personaje adorable en muchísimos aspectos, y nada más por ella vale la pena leer el webcomic.

Jess

Jess

Ambos webcomics los recomiendo; y ninguno de ellos salió hace mucho, así que es muy fácil ponerse al día con ellos.

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“Still Crazy…”

Estoy retrasadísimo en qué ocurre en el Universo Marvel.

Para los que no lo sepan, a cada continuidad autocontenida en comics (aunque en últimos tiempos se ha extendido a series de televisión, libros e incluso películas) se le suele denominar “Universo”. En comics los más importantes por supuesto son Marvel y DC.

Yo siempre he preferido al Universo DC al de Marvel; aunque en personajes individuales sin duda mis favoritos están en Marvel (dícese Spider-Man y los X-Men, para ser original). El Universo DC es en parte mi favorito porque cuando comencé a leer comics en serio (circa 1994), la Crisis en las Tierras Infinitas estaba suficientemente cerca en el tiempo (fue en 1986) como para que se sintiera “fresco”, además de que la amalgamación de personajes de varias compañías de comics que ese “evento” causó (Fawcett Comics, Charlton Comics y otras compañías fueron compradas por DC y todos esos “universos” se integraron en la Crisis) dio como resultado un universo enormemente complejo y muy divertido.

Además en México era mucho más fácil leer al Universo DC que al Universo Marvel; durante años el Grupo Editorial Vid ha publicado los comics de DC haciendo un trabajo relativamente decente, mientras que Marvel fue siempre un desmadre entre Novaro, un tiempo Vid, luego Marvel mismo, y ahora creo que es Televisa (en un convenio con Marvel) quien publica los comics de ese universo.

Como sea; de los comics que tengo casi completos (del verbo me faltan como 20) es “El Hombre Araña Presenta”, de cuando Novedades imprimía los comics de Marvel en México. Ahí se imprimieron historias de los Cuatro Fantásticos (el periodo de John Byrne; altamente recomendable), los X-Men (incluida La Saga de Fénix Oscura) y Avengers de la Costa Oeste.

Mi conocimiento del Universo Marvel en gran medida viene de ahí; un poco también de la Saga de los Clones de Spidey y de Onslaught con los X-Men cuando Vid retomó la publicación, pero en general lo que sé del Universo Marvel viene de lo que Novedades publicó entre 1980 y 1996 ó 1997.

De DC en cambio tengo un conocimiento mucho más profundo, y ahora que he vuelto a conseguir comics (fue en California; y tengo que escribir una entrada de ello), decidí sólo buscar del Universo DC. En este momento estoy más o menos al tanto de lo que ocurre en el Universo DC.

Del Universo Marvel sólo me llegan chismes de lo que llego a ver en los blogs de comics que he comenzado a frecuentar. Sé que Peter Parker desclosetó su identidad secreta en la Guerra Civil, y que mataron al Capitán América (je, quiero ver cuánto tiempo dura eso). También que parece ser que borraron de la “realidad” el matrimonio de Spidey con Mary-Jane (lo cual se me hace herético, por decir lo menos). Pero no sé bien qué pedo con ese Universo (y requerirá meses de leer TPBs antes de que esté al día).

Lo que sí sé es que ha habido cuatro grandes “eventos” en Marvel en los últimos años: House of M, Avengers Disassembled, la Guerra Civil y hasta hace poco World War Hulk. Lo que importa para esta entrada es el primero, House of M.

No he leído esa saga, pero básicamente (por lo que he oído) va así la cosa: Wanda Maximoff, a.k.a. la Bruja Escarlata, hija de Magneto, hermana de Quicksilver y durante un tiempo esposa del robot Vision (neto), utilizando sus aparentemente ilimitados poderes altera la realidad para que el mundo esté dominado por los mutantes.

Qué más ocurre o cómo regresan las cosas a la “normalidad”, no tengo ni puta idea. Pero en gran medida Wanda se vuelve loca y altera la realidad, por lo que ocurrió con sus “hijos”.

Y eso sí lo sé, porque fue de lo que publicó Novedades en “El Hombre-Araña Presenta”. Va un resumen rapidito, porque esto se suponía iba a ser de tres líneas y ya se me extendió demasiado: Wanda se casó con un robot, Vision, porque el robot tenía la personalidad del güey que era Wonder Man. Creo; no recuerdo bien, pero el punto es que el robot era humano desde un punto de vista intelectual, se enamoró de Wanda y ella de él y se casaron.

El Vaticano no estuvo disponible para comentarios entre la primera boda entre una mujer y un tostador ligeramente más avanzado.

Después Wanda tuvo dos “hijos” con su esposo robot, se suponía usando sus poderes de alterar la realidad. Pero después resultó que eran dos pedazos del alma de Mefisto (o algo así), y se los quitaron. Eso destrozó a Wanda.

Después Vision fue capturado (me parece) y desarmado, y aunque los Vengadores pudieron rearmarlo, se perdió su humanidad, y entonces Wanda perdió en muy poco tiempo a todos sus seres queridos y, consecuentemente, se le botó la canica.

Eso no fue lo que causó House of M; House of M fue otra ocasión en que se le botó la canica, pero parece que todavía relacionada con la pérdida de sus hijos ficticios y su esposo Osterizer.

Como sea, leyendo Newsarama (excelente lugar para oír lo último que pasa en comics), leí la opinión de un comentarista acerca de un TPB que Marvel sacará pronto donde se relata la primera ocasión en que Wanda se le botó la canica:

Avengers West Coast: Darker Than Scarlet trade paperback

Kevin: Collecting Avengers West Coast #51-57 and #60-62, this trade paperback chronicles one of the Scarlet Witch’s infamous breaks with reality. Marvel should lose the pretense and just release Still Crazy: The Worst of Wanda Maximoff, with some of these issues, The Avengers #187, the “Avengers Dissassembled” storyline, and maybe House of M.

“Still Crazy: The Worst of Wanda Maximoff”… ¡fabuloso!

(Para ver una historia “similar” en el Universo DC, léanse la biografía de Jean Loring en la Wikipedia).

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“Anything?”

A student comes to a young professor’s office. She glances down the hall, closes his door, kneels pleadingly.

“I would do anything to pass this exam.”

She leans closer to him, flips back her hair, gazes meaningfully into his eyes. “I mean…” she whispers, “I would do… anything.”

He returns her gaze. “Anything?”

“Anything.”

His voice softens. “Anything?”

“Anything.”

His voice turns to a whisper. “Would you… study?”

De Slashdot.

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Dumbledore era homosexual

(Mi tesis de maestría puede esperar veinte minutos; esto es enorme.)

En mi estúpidamente largo ensayo Harry Potter y las 4,100 páginas de magia, justo al final donde hablo de política, religión y sexo, me quejaba amargamente:

Y ahora sí para terminar, y relacionado a la sexualidad, ¿dónde carajo está la gente de ambiente en el mundo mágico? ¿Por qué no conocemos aunque sea un mago homosexual o una bruja lesbiana? La respuesta tal vez sea que el número de magos y brujas es relativamente diminuto comparado a muggles, y por lo tanto el número de gays en la comunidad mágica también es muy pequeño. Y que sería muy complicado meterse a explicar temas de sexualidad entre gente del mismo género cuando durante todas las novelas los niños duermen rodeados de niños, y las niñas duermen rodeadas de niñas.

(Sé que no es de buen gusto andarse citando a uno mismo, pero no me importa; esta noticia es enorme y lo merece.)

La Rowling se encargó de que ese párrafo sea innecesario; hoy (o mejor dicho, ayer viernes 19 de octubre de 2007), la autora desclosetó al mago más poderoso de la serie de novelas:

She was asked by one young fan whether Dumbledore finds “true love.”

“Dumbledore is gay,” the author responded to gasps and applause.

She then explained that Dumbledore was smitten with rival Gellert Grindelwald, whom he defeated long ago in a battle between good and bad wizards. “Falling in love can blind us to an extent,” Rowling said of Dumbledore’s feelings, adding that Dumbledore was “horribly, terribly let down.”

Eso explica muchas cosas, y tiene todo el sentido del mundo en retrospectiva. Alguien que veía al amor como la magia más poderosa que existe, y que pareciera que jamás estuvo enamorado sonaba contradictorio, y ciertamente por cómo relatan los que la vieron la relación entre Dumbledore y Grindelwald suena a que Dumbledore estaba fascinado por el joven mago. También explica porqué Dumbledore esperó tanto en confrontarlo cuando Grindelwald inició su reino de terror (además del miedo a saber quién había dado el golper mortal a Ariana); y porqué nunca pudo reponerse de su primer amor para volver a tener una relación romántica.

A mí se me hace fabuloso; no sólo por la elegancia con que la Rowling muestra al único (hasta donde sepamos) personaje homosexual en las novelas, sino porque además (repito) es el mago más poderoso de todos los libros, y hacerlo gay me parece otra muestra más del liberalismo y modernidad que caracterizan a las novelas (lo digo de nuevo; hubiera querido ver a Tolkien o Lewis hacer algo similar).

Digo que es elegante la forma en que la Rowling presenta a Dumbledore porque (como ya expliqué arriba) es completamente consistente con la historia y de hecho justifica varias cosas, pero además porque por cómo describe al personaje, su sexualidad termina siendo irrelevante. Me explico: en el contexto de cómo se relatan las novelas, el que Dumbledore sea gay no tiene nada de bueno o malo; sencillamente es como es él, y no es obstáculo (ni ayuda) para ninguna de las propiedades que definen al personaje.

Que es como todo mundo debería ver la sexualidad de los demás; no importa quién le gusta, a quién ama o con quién se acuesta alguien: lo que importa son sus acciones. Una vez más, la Rowling se muestra de izquierda, liberal y moderna (como lo he venido diciendo desde hace años).

Yo aplaudo enormemente la decisión de hacer a Dumbledore gay, y lo único que lamento es que no quedara explícitamente dicho en las novelas… aunque entiendo perfectamente la controversia que hubiera generado. No la comparto, ni la justifico; sólo digo que la entiendo.

(De por sí ahora saldrán montones de idiotas a vociferar que cómo es posible que Dumbledore fuera gay… ¡y que le diera lecciones “privadas” a Harry de noche! ¡Horror!)

Así que una de las pocas quejas que tenía de las novelas queda eliminada. Cada vez se acercan más a las perfección las malditas novelas.

(Además de que me muero de ganas de ver en el próximo desfile del orgullo gay a los que decidan disfrazarse de Dumbledore; la comunidad LGBT seguro no tarda en tomarlo como estandarte).

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Salida al cine

(Se está volviendo bastante repetitivo que doce mil de mis entradas se llamen “miércoles dos × indio”).

El miércoles terminé el primer capítulo de mi tesis. El primer capítulo de mi tesis es el segundo que termino. El primero que terminé es el tercero. Y técnicamente no es cierto que lo haya terminado, porque me falta el teorema de Tóth, pero definitivamente acabé como \frac{4}{5} partes.

Así que ahora tengo que acabar realmente el primer capítulo (que es el segundo que termino), comenzar el segundo (que es el tercero), y terminar luego el cuarto (que será… el cuarto… a menos que haga antes el quinto).

Comprenderán que, después de razonar todo lo anterior, decidiera que necesitaba un descanso. Así que me fui al cine, donde vi 2 películas 2.

(Se aplican etc…)

  • Day Watch
    Day Watch

    Day Watch

    Crap.

    Fui a ver esta película porque las escenas de acción en los avances se veían maravillosas. La buena noticia es que las escenas de acción son tal cual como en los avances.

    La mala noticia es que las escenas de acción son tal cual como en los avances: básicamente ahí están todas. Hay unas cuantas más, pero las mejores son las que se ven en el trailer. Así que si sólo les interesan las escenas de acción, bien podrían ahorrarse el boleto y sólo visitar el sitio de avances de Apple.

    La película comienza con una larga exposición de eventos, lo cual me hizo pensar que esto parecía una segunda parte. Por supuesto, pendejo de mí, resultó que sí era una segunda parte. La verdad no tengo idea de si la primera se estrenó en México o incluso si llegó a las tiendas de videorentas (¿alguien sabe?; hace muchísimo que no me meto a un Blockbuster).

    La verdad la historia no es lo suficientemente compleja como para que importe haber visto o no la primera parte. Está revuelta, y es sorprendentemente consistente (considerando todo lo referente a la película), pero no es compleja. Tampoco es terriblemente buena, por cierto; pero no es pésima. Creo que es mejor que Eragon, por ejemplo.

    El problema es que a los dos minutos de haber comenzado la película, ya no podía soportarla. Y la razón por la que no podía soportarla es que es la película peor doblada que creo jamás haber visto. Es doloroso escuchar las actuaciones de los actores en inglés (que por supuesto ni siquiera se sincronizan con los labios de los actores rusos). He visto películas de Hong Kong de los setentas mejor dobladas… y eso es decir mucho.

    Y entonces por ello la verdad no sé si Dnevnoy dozor sea o no una mala película. Las escenas donde nadie habla son infinitamente superiores a las escenas donde alguien abre el hocico, porque el doblaje es insultantemente malo. Tendría que ver la película en ruso para poder decir si realmente me parece mala o no.

    Pero así tal cual está en los cines en México, es intragable. Con todo y las bellísimas rusas que aparecen en ella.

  • Shoot ‘Em Up
    Shoot 'Em Up

    Shoot ‘Em Up

    Oh, Dios meo. Que chida película.

    Hace ya mucho que había decidido que iría a ver cualquier película donde saliera Paul Giamatti, y algo similar había pensado con respecto a Clive Owen, así que entré bastante emocionado a la sala.

    Pero la película superó por mucho mis expectavias. Es divertidísima, y Paul Giamatti es fabuloso como villano. Clive Owen también está bien como anti-héroe permanentemente encabronado, pero la verdad ya lo he visto hacer el papel, así que no hubo nada novedoso ahí. Monica Bellucci sale un poco acartonada en su papel de puta con corazón de oro, pero sigue siendo una mujer hermosísima y tiene mucho de encanto su personaje.

    Tengo que aclarar que la película es exagerada, caricaturesca, absurda e improbable en muchas partes, además de que la historia es bastante débil; pero tienen que entender que, en gran medida, ese es el punto.

    De hecho, es como una caricatura de Bugs Bunny, sólo más sexual y sangrienta (si acaso es posible superar en ello a las caricaturas de Bugs Bunny) y (en mi opinión), muchísimo más divertida. La analogía se hace obvia porque el personaje de Clive Owen se la pasa comiendo zanahorias, e incluso saluda en un momento al villano con un “what’s up, doc?”… a lo que inevitablemente el personaje de Paul Giamatti contesta: “you wascally wabbit” en la voz de Elmer Fud.

    (Eso y que el celular de Giamatti suena con la tonada de Ride of the Valkyries de Wagner que, como todo mundo sabe, a Elmer Fud le encanta cantar como “kiww the wabbit, kiww the wabbit, kiww the wabbit…!”)

    La película se me hizo maravillosa, y con las duelos a pistolazos más cagados que he visto en mucho tiempo. Además de que jamás se toma en serio, lo que para mí siempre es un bonus.

    Yo la recomiendo ampliamente, pero me queda claro que a mucha gente no le va a gustar. Y es una lástima, porque es maravillosa.

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Miércoles 2 × indio

Una de las desventajas de el claustro, es que se van atrofiando las nociones de tiempo y espacio. Bueno, espacio no, porque generalmente me la paso enfrente de la computadora escribiendo (o intentándolo); pero del tiempo sí. De repente ya no sé el día de la semana o qué hora de la madrugada es. Pero diré más al respecto en otra entrada.

La buena noticia es que ya estoy escribiendo. Tal vez no tan rápido como me gustaría, pero ya estoy escribiendo de forma regular. Por eso, y porque ya tenía la cabeza saturada, decidí ir al cine y aventarme un miércoles de 2 × indio, pero sólo con dos películas. Se aplican las advertencias de spoilers de siempre.

  • The Invasion
    The Invasion

    The Invasion

    Puta. Madre. Qué mala película.

    Fui a verla porque Nicole Kidman me gusta y me cae bien, y porque Daniel Craig me gusta más y me cae mejor. Pero de verdad, qué mala película. Es básicamente una película de zombies, pero con los zombies más aburridos de la historia, que en lugar de comer cerebros escupen (de verdad), y que para terminarla de amolar al final se curan.

    Es pésima; aburrida, lenta y sin el menor sentido en varias partes: si los aliens ya habían “poseído” al presidente gringo como para que anduviera haciendo pactos de “paz” con Venezuela, ¿entonces porqué permiten que sigan funcionando los laboratorios que desarrollan la cura? Absurda.

    Además de que toda la idea de que la violencia y guerras son “inherentes” a la forma de ser de los seres humanos me parece estúpida; yo soy materialista dialéctico, y me niego a creer que los grandes problemas de la humanidad se puedan reducir y trivializar a que “así somos”. Realmente estúpida la película.

    Eso sí, tiene una persecusión bastante divertida cerca del final; pero exceptuando eso, es malísima. Evítenla como la peste.

  • I Now Pronounce You Chuck and Larry
    I Now Pronounce You Chuck and Larry

    I Now Pronounce You Chuck and Larry

    Por los avances esta película me parecía ligeramente interesante; además de que salen Adam Sandler (quien me cae bien aunque sea republicano) y Jessica Biel (que está absurdamente sabrosa; tiene un trasero perfecto la muy maldita). Pero normalmente hubiera esperado a que saliera en DVD para verla un fin de semana que no tuviera nada mejor que hacer.

    Sólo que me topé con lo que dice La Jornada en su cineguía:

    La ultraderecha de Hollywood satiriza los matrimonios entre personas del mismo sexo con esta “comedia” homófoba sobre una boda entre bomberos. Abominable.

    La sinopsis se me hizo tan visceralmente negativa, que no pude resistir ir a ver la película para ver si estaba justificada siquiera por un poquito.

    No lo está.

    La película está bonita y divertida; sí es innecesariamente vulgar en varias partes, y cae inevitablemente en todos los estereotipos gringos acerca de la forma de vida gay en ese país. Pero también es genuinamente divertida, además de que el mensaje está indiscutiblemente a favor por la tolerancia e igualdad de derechos, y en contra de la discriminación y del odio.

    La película no es una obra de arte (ni intenta serlo en ningún momento); pero está bastante divertida, además de que transmite muy bien la idea (que yo comparto) de que la amistad (la verdadera amistad, independiente del género) es en el fondo indistinguible del amor… descontando el sexo, por supuesto. Dos amigos (hombre y hombre, hombre y mujer o mujer y mujer) realmente cercanos sin duda alguna se aman; lo que distingue a las relaciones románticas en el fondo es básicamente la atracción sexual. Eso lo ponen muy bonito en esta película, porque Chuck y Larry, aunque sin duda alguna heterosexuales, también sin duda alguna sienten un cariño profundo y sincero el uno por el otro. Se aman, pues; y eso no tiene nada que ver con sus preferencias sexuales.

    La película fue presentada a la comunidad gay en gringolandia antes de que se estrenara, y en general la respuesta fue favorable. Entonces realmente no entiendo al güey que hizo la sinopsis para La Jornada; ¿acaso no vio la película, o desde su punto de vista de izquierda barata no es lo “suficientemente” pro gay? No lo entiendo; pero ciertamente no tiene nada de homófoba esta película.

    Tampoco le hará cambiar de opinión a ninguno de los imbéciles que se oponen al matrimonio entre homosexuales (que por cierto, la película también hace un trabajo admirable explicando porqué es un problema de derechos y no una simple cuestión moral), pero creo que el mensaje es el correcto, y que lo transmiten de forma divertida y original.

    (Además de que Jessica Biel sale 10 minutos en calzones con zapatos de tacón alto y oh Dios mío nada más por eso valdría la pena ver esta película).

    Yo la recomiendo ampliamente; tal vez sí se justifique esperar a que salga en DVD, pero no creo que sea un error irla a ver al cine. El trasero de Jessica Biel se ve mejor ahí.

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2 × miércoles 2 × indio

Desde hace años tengo una metodología para ser estudiante que en general me ha funcionado: no falto a clases.

Ese es el único compromiso que tengo realmente con estudiar: no faltar a clases nunca. Comencé en el CCH; dado que tenía clases de 10:00 a 14:00, se me hacía terriblemente descarado faltar a clases si eran tan poquitas horas al día, y después sencillamente seguí con la costumbre.

En todo lo demás soy un desmadre; no tomo apuntes, cuando los tomo generalmente son ilegibles, y cuando los tomo y son legibles generalmente nunca los leo. No tengo horas de estudio, u horas de hacer tareas o trabajos, ni nada por el estilo. He intentado durante años tener algún tipo de agenda (en últimos tiempos electrónica, ya sea PDA o al menos el calendario de Evolution o de GMail), y he fallado miserablemente siempre. Es muy normal que me entere de un trabajo o programa que tengo que entregar algunos días antes de la fecha límite, y sí me ha pasado que me entero después de la fecha límite. Estoy casi seguro que al menos una vez me enteré de un trabajo al final del semestre.

Y sin embargo creo que mi metodología (o falta de) en general me ha funcionado. La única otra cosa que hago (además de ir a clases), es jamás dedicarme únicamente a la escuela. No importa que tan pesado este el semestre (o el equivalente), siempre trato de leer comics y novelas, ver cine y televisión (caricaturas incluidas, por supuesto), oír música, e incluso cuando estoy frente a la computadora me doy mis vueltas cada hora por Slashdot o por CNN, o leo algún artículo en la Wikipedia o algo por el estilo.

La idea (cuando trato de racionalizarlo) es que el cerebro funciona mejor si se le permite distraerse en múltiples problemas y/o actividades. Me gusta pensar que es así, porque la alternativa es que tengo ADD.

Sólo tengo dos excepciones para esta regla: la primera es algunos días al final de ciertos semestres donde de plano sí dejo cualquier actividad recreativa y me dedico exclusivamente a trabajos y exámenes finales; pero nunca es más de una semana (y generalmente sólo son un par de días), y no es en todos los semestres. En el IIMAS sólo mi primer semestre fue así.

La segunda es para escribir la tesis, y esa sí se extiende por varios meses. Yo le digo cariñosamente enclaustrarse, y lo hice para la tesis de licenciatura, y en general he visto que todo mundo lo hace (que escriban tesis, claro). Llega un punto donde uno se encierra, y escribe.

Llevo cerca de un mes en el claustro, y la verdad comienza a preocuparme que no avanzo mucho. Y lo he extendido incluso a no conectarme en el messenger o ir a comer con mis cuates (que generalmente lo hago una vez por semana). Pero no está funcionando esta vez; y más vale que comience a funcionar, porque necesito terminar la tesis pronto.

Como sea hoy me harté y decidí ir al cine a ver dos películas, que me gustaron bastante. Pero ahorita que me puse a escribir de ellas, me acordé que hace casi un mes también tuve un miércoles 2 × indio del cual no escribí por estar en la depre. Y como desde que inicié este blog no he dejado de comentar una sola película que haya visto en el cine, hoy les entrego 4 películas 4.

Y también, nada más porque se me pega la gana, voy a comenzar a poner el póster de las películas que reseñe… nada más porque se ve padre.

Se aplican las advertencias de spoilers correspondientes.

  • Ratatouille
    Ratatouille

    Ratatouille

    Esta la fui a ver hace un mes, básicamente porque cabía. Era eso o esperar dos horas a que empezara la película de Los Simpsons.

    Sencillamente no tenía muchas ganas de verla. La última de Pixar que había visto (Cars) me gustó, pero la verdad no me arrepiento de no haberla visto en el cine, y Ratatouille sencillamente no me llamaba la atención.

    Por eso fue una grata sorpresa que me gustara tanto la película. La animación por computadora es, sin duda alguna, lo mejor que he visto; pero la verdad es que dejó de ser sorpresa hace años que la animación por computadora mejore y mejore y mejore. En cambio la película no sólo es divertidísima, además pone a París como un lugar mágico, tiene romance (no mucho; apenas lo necesario), y convence en la idea (absurda y demente desde cualquier punto de vista) de una rata (o cientos de ratas, al final) cocinando en un restaurante de cinco estrellas.

    La escena cerca del final del crítico (que por cierto qué personaje más cagado… además del no muy sutil sablazo a los críticos de cine) probando el ratatouille y recordando su infancia es fabulosa. Yo me meaba de la risa.

    Me gustó muchísimo; no más que Los Increíbles o Monsters, Inc., que siguen siendo mis favoritas de Pixar, pero creo que sí alcanza holgadamente un tercer lugar.

  • The Simpsons Movie
    The Simpsons Movie

    The Simpsons Movie

    La vi en inglés y en el cine, porque creo que debía verse en el cine. No me arrepiento de haberla visto ahí; pero ciertamente no la vería de nuevo.

    Es un capítulo largo (y ni siquiera muy largo) de Los Simpsons. Con la calidad en el guión de la tercera o cuarta temporada (las mejores, creo yo), aunque ciertamente con el surrealismo de las últimas. Y una animación años luz superior a la de la tele.

    En pocas palabras: está bien. Yo sí me estaba meando de la risa en varias partes, pero no es sorprendentemente buena. Es sólo un capítulo particularmente divertido de los Simpsons; no creo que ni siquiera llegue al más divertido de todos.

    Pero creo que hubiera sido bueno terminar la franquicia con la película; la serie en sus últimas temporadas sencillamente ha perdido mucho. La película recupera bastante, pero no creo que eso se transmita a la serie regular.

    Como sea, me divertí. Sólo que creo que esta película no pasará a la historia de ninguna manera; no es lo suficientemente trascendente.

  • Stardust
    Stardust

    Stardust

    Qué bonita película.

    Lo voy a decir de nuevo: qué bonita película. Está padrísima: un cuento de hadas con sentido del humor… y sin necesidad de eructos como Shrek.

    La verdad no tengo suficientes palabras para describirla: es bonita, divertida, emocionante, romántica, tierna… y tiene un montón de personajes fabulosos sacados tal cual de cuentos de hadas, sólo que sin ser de hueva.

    Claire Danes brilla en su papel. Y no sólo digo que actúe bien (que lo hace): literalmente brilla (es una estrella, al fin y al cabo). Michelle Pfeiffer es bellísima y terrible como bruja malvada, Peter O’Toole es cagadísimo como rey moribundo poniendo a sus hijos a asesinarse entre sí, y Robert De Niro por poco se roba la película en el papel de un capitán pirata (del aire) de ambiente.

    (Casualmente al lado de mí en el cine estaba una pareja homosexual, y estaban meándose de la risa en la escena en que De Niro sale en drag al ritmo del Can-Can.)

    Me encantó la película como no tienen idea; incluso quiero volverla a ver. En el cine. Altamente recomendable.

  • The Bourne Ultimatum
    The Bourne Ultimatum

    The Bourne Ultimatum

    Creo que es acertado decir que esta es la mejor película de la triología. Lo que más me gusta de las películas de Bourne, es que son películas de acción inteligentes. No se trata de la explosión más grande o de la persecución más emocionante (aunque tiene varias persecuciones muy emocionantes): la trama es compleja y profunda; o al menos mucho más que en el común de películas de acción.

    Esta es la más inteligente de las tres, y eso sin demeritar en nada a la acción.

    La actuación de de David Strathairn se me hizo fenomenal, así como la de Albert Finney (aunque sólo sale como cinco minutos). También me gustó mucho Julia Stiles, y me pregunto si alguien se le habrá ocurrido si su papelito de la primera película terminaría siendo tan importante en las secuelas. Además de que se me hizo original que Bourne no se la ligara (o ella a él).

    La película (como las otras dos) muestra una escalofriante perspectiva de cómo pueden estar usando la tecnología para vigilar (y en algunos casos matar) gente; pero creo que esta secuela es todavía más convincente que las otras dos en ese aspecto.

    Muy buena; la recomiendo bastante. Si les gustaron las otras dos partes, vean esta: no se van a arrepentir en lo mas mínimo

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