There’s a pretty young thing in front of you
and she’s real pretty and she’s real into you
and then she’s sleepin’ inside of you
and the talkin’ leads to touchin’
then touchin’ leads to sex
and then there is no mystery left

Porque a veces tienes tantos pensamientos, que te gustaría sacarte algunos de la cabeza.
Cualquier creación de alguien más que yo consuma.
There’s a pretty young thing in front of you
and she’s real pretty and she’s real into you
and then she’s sleepin’ inside of you
and the talkin’ leads to touchin’
then touchin’ leads to sex
and then there is no mystery left
Hoy, después de dos semanas, volví a ir al cine. La verdad estoy considerando el costo/beneficio de ver Speed Racer en la IMAX, porque no quiero verla en español (y los jodepús de Cinépolis sólo la tienen en inglés en VIP y en IMAX); y The Chronicles of Narnia: Prince Caspian la verdad no se me antoja. La primera me gustó bastante, pero después caí en cuenta de que pudo ser por con quién la vi; y no he leído el libro: para empezar nunca creí que fuera de la calidad de Tolkien (me gustó más la película que el libro), pero además después de leer His Dark Materials de Philip Pullman, la verdad me da aún más hueva Lewis en comparación.
Así que me metí a ver Sommer ’04. Se aplican ya saben.
Un matrimonio alemán (Mirjam y André) está de vacaciones no sé dónde en Europa, y con ellos van su hijo de 15 años, Nils; y su novia de 12-a-punto-de-cumplir-13, Livia (una alemanita bellísima).
Un día la niña conoce a un hombre mayor llamado Bill, y comienza (aparentemente) a coquetear descaradamente con él. André y Nils no parecen tener el más mínimo problema con ello, pero Mirjam se preocupa porque siente que la niña es su responsabilidad, ya que los padres de Livia están de vacaciones acá en México.
La trama se pone ligeramente sórdida, y después ligeramente trágica, pero la verdad yo me estaba muriendo de la hueva.
Creo (y lo enfatizo una vez más: creo) que la película es buena; ciertamente las actuaciones son tan naturales que en parte eso contribuyó a mi hueva, y la fotografía y escenas marinas están chidas. Pero la verdad no sé qué tanto tuviera la película la culpa de que me muriera de hueva.
Pueden ser los ojos, pero la verdad no tuve ningún problema durante la función, y de hecho en muchas partes me olvidaba de fijarme conscientemente de qué tan bien o mal veía. Pero lo que es cierto es que esta hueva no era natural, porque hice algo que nunca hago en el cine, y que de hecho es de las cosas que más me molestan que haga alguien que va al cine conmigo: me quedé dormido.
Sólo unos segundos, pero para acabarla de amolar fue la parte donde Livia tiene bien a matarse en el accidente en bote más pendejo de la historia. Eso me despertó; pero también me sacó de onda, porque la niña de verdad era lo mejor de la película. Al menos para mí, en este estado en que ando.
En resumidas cuentas, la película no me gustó; pero creo que puede atribuirse a cosas externas a la misma película. Y ciertamente, creo que es mejor que meterse a ver Speed Racer en español.
На бой кровавый,
Святой и правый
Марш, марш вперед,
Рабочий народ.
На бой кровавый,
Святой и правый
Марш, марш вперед,
Рабочий народ.
Como comentaba, ayer fui a ver dos películas. Se aplican las advertencias de spoilers de siempre; pero ahora sí es de verdad: no lean mi comentario hasta ver Iron Man. La otra película es intrascendente, entonces ésa sí léanla.
Más de diez años despues de hacer My Best Friend’s Wedding, a los gringos se les ocurrió hacer lo mismo pero con los géneros invertidos. Sólo que al final el tipo sí se roba a la novial; no como en la película de la Roberts.
(Podría entrar en lo sexista que me parece eso; ambas películas son básicamente iguales; pero mientras en la de Julia Roberts la chava tiene que aguantarse y dejar a su amado para que se case, en ésta el güey obtiene su segunda oportunidad. Pero bueno.)
Yo en parte la quería ver porque ya soy fan de Grey’s Anatomy, y porque de verdad no puedo creer que Patrick Dempsey ahora la haga de indiscutible galanazo cuando hace veinte años la hacía de mega nerd en películas como Can’t Buy Me Love… que por cierto, es mejor película que ésta.
Tom y Hannah son amigos desde hace diez años cuando se conocieron en la universidad (que por cierto, es una escena muy bien hecha porque de verdad se ven diez años menores los dos chavos), y Tom se precia mucho de tener sexo con multitud de mujeres, y la compañía de una chava como Hannah.
Un día Hannah se va a Escocia por motivos de trabajo, y durante su ausencia Tom descubre (diez años después) que con quien quiere estar es con Hannah, y decide decírselo cuando regrese. Por supuesto, Hannah regresa enamorada y comprometida con un escocés guapísimo que además es para motivos práticos perfecto.
Hannah le pide que sea su “damo” de honor, y Tom acepta porque decide robarse a la novia. Y después de hora y media de múltiples enredos, Tom consigue su propósito. Y tantán, esa es la película.
Me divirtió bastante la película, y Patrick Dempsey sí actúa muy bien, junto con Michelle Monaghan (que es bellísima; yo sólo la conocía de Mission: Impossible III, pero aquí brilla) y Kevin McKidd como el perfecto escocés. Pero es una comedia romántica completamente intrascendente; tal vez algo menos pendeja que el general, y ciertamente disfrutable. Mas si van a ir a ver una comedia romántica al cine, yo sí les recomiendo más Definitely, Maybe.
De películas basadas en cómics de superhéroes (para descartar cosas como Sin City o V for Vendetta), yo creo que Batman Begins, X2 y Spider-Man 2 son las mejores que se han hecho.
O eso creía hasta ayer, al menos.
Iron Man es tal vez la mejor película basada en un cómic de superhérores que se haya realizado. En gran medida esto es por la increíble actuación de Robert Downey Jr., que sin duda se conectó con el personaje a niveles que muchos tal vez no podamos comprender. También están las actuaciones de Gwyneth Paltrow como una perfecta Pepper Potts, y un irreconocible Jeff Bridges como Iron Monger. Los efectos especiales hacen que uno crea posible que Iron Man exista, y además es una película muy divertida, todo el tiempo, y con un soundtrack de rock/metal que es perfecto para el tipo de superhéroe que es Iron Man.
Pero la película es sin duda de Robert Downey Jr.; el tipo es Tony Stark.
Tiene sus fallas, sin duda; los villanos son bastante caricaturescos, y el papel de Stark como constructor de armas no toma en cuenta todo lo relacionado con el gobierno gringo. Pero la verdad son fallas menores; la película es básicamente perfecta, y disfrutable en todos los sentidos.
Y al final final (después de los créditos) sale Samuel L. Jackson como Nick Fury mencionando a los Avengers; nada más por eso valdría verla también.
Quiero ver cómo sale The Dark Knight, que se ve bastante bien; pero hasta que salga creo que es muy seguro decir que Iron Man es la mejor película de superhéroes que se ha hecho, y la que las demás deben tomar como base para hacer comparaciones.
Véanla. En el cine. Varias veces.
No me gustan los gringos.
Esa frase es indiscutiblemente un producto de mis prejuicios, que ya he discutido aquí antes. Cuando digo “no me gustan los gringos”, en general no me refiero a todos los gringos; me refiero a su gobierno, o a su política exterior, o a varios aspectos de su estilo de vida. Sin embargo a veces sí me refiero a todos los gringos.
También hay que tomar en cuenta que cuando digo “gringo” generalmente me refiero a un WASP; pero no me voy a hacer güey, a veces “gringo” para mí abarca negros, asiáticos, musulmanes y sí, inclusive, latinos.
Por todo eso cuando digo “no me gustan los gringos”, la frase no es sólo discriminante (que lo es); también es adrede muy ambiguo y genérico contra quién estoy despotricando. Pero aún así (ambiguo y discriminante) lo sostengo: no me gustan los gringos.
Dicho eso, los gringos y los mexicanos tenemos una relación simbiótica, nos guste o no. La historia de Estados Unidos (expecialmente a partir del siglo XIX) no se puede entender sin tomar en cuenta a México, y ciertamente la historia de México a partir de su independencia no se puede entender sin tomar en cuenta a Gringolandia. Somos vecinos, y culturamente nos inlufenciamos cabronamente los unos a los otros… y es para ambos lados; yo antes creía que los mexicanos estábamos siendo más influenciados por los gringos que al revés: ahora tiendo más a creer lo inverso, y probablemente la realidad sea que es algo más bien equilibrado.
Todo este debralle viene a partir del Escarabajo Azul, o Blue Beetle, un superhéroe de DC Comics que apareció en los 40s. El primer Escarabajo Azul fue Dan Garret, y apareció en una compañía de cómics que fue adquirida por DC a finales de los 60s. DC utilizó a su sucesor, Ted Kord, y después de la Crisis en las Tierras Infinitas fue integrado de forma permanente al Universo DC, donde hizo pareja con Booster Gold en la Liga de la Justicia (parece ser el consenso de crítica y fans) más divertida que ha habido; en México varios de esos números los publicó Editorial Vid en el cómic de Batman.
En la Inifite Crisis (o mejor dicho el “conteo a”), Ted fue asesinado. No se preocupen; ya ven que eso en los cómics suele ser un mal temporal, y de hecho parece que ya está vivo y coleando (aunque sea temporalmente).
De cualquier forma, el manto del Escarabajo Azul pasó a Jaime Reyes, un adolescente gringo de ascendencia mexicana. Jaime vive en El Paso, Texas, y sus labores superheroicas tienden a dividirse entre El Paso y Ciudad Juárez. Juan no es mexicano; pero tampoco es gringo en el sentido que suele no gustarme. Es, y parece que los escritores han tratado de verdad de ser “reales”, un chavo chicano; el cómic tiene generosas porciones en español, y trata de representar a esa amplia comunidad dentro de los Estados Unidos.
Yo he seguido el cómic (de hecho quiero los TPB) no sólo por eso, sino porque es muy divertido, con Juan siendo un héroe a regañadientes además de un muchacho de verdad agradable, y un aire entre místico y de ciencia ficción, combinado con un grupo de personajes latinos casi todos y adolescentes la mayoría, y con hartos diálogos que combinan el inglés y el español de forma muy cagada.
Justo esta semana salió el número 26, escrito casi en su totalidad en español, corregido por Sergio Aragonés. Aunque tiene aire indudablemente pocho el número, es divertido ver un cómic mainstream publicado por DC escrito casi completamente en español.
No es el primer personaje de ascendencia mexicana que DC usa; antes estuvo el Diablo (en inglés), y el (para mí) ligeramente ridículo Aztec, aunque la crítica gringa estaba fascinada con el cómic (que sólo duro 10 números). No lo sé; yo sólo leí sus apariciones en la Liga de la Justicia.
Lo que sí es que el Escarabajo Azul de Jaime Reyes le está yendo relativamente bien en ventas, y a la crítica parece gustarle. Yo sólo sé que a mí me parece uno de los cómics más divertidos que he leído, y además muy respetuoso del legado del Blue Beetle original y Ted Kord.
Y al final del día son las aventuras de un adolescente que es superhéroe sin realmente proponérselo, con problemas de adolescente en la escuela y con chavas, que además combate extraterrestres y entes mágicos. Encima es de ascendencia mexicana, y asume como su responsabilidad no sólo El Paso, sino también a Ciudad Juárez.
Altamente recomendable.
Como he estado alejado del Universo Marvel desde hace un ratotote (sólo leí World War Hulk hace poco), decidí echarle un ojo a Secret Invasion.
La idea general es que los Skulls, extraterrestres que aparecieron en el Universo Marvel en los sesentas (de hecho en el segundo número de los Cuatro Fantásticos) y que tienen la habilidad de cambiar de forma (shapeshifters), han estado infiltrando a los superhéroes humanos desde hace años, y están a punto de dar su golpe maestro.
Leí los primeros tres números, y al final del tercero no pude evitar decir we’re doomed. Así que está chida.
En la Uncyclopedia me encontré esta imagen:
Ojalá fuera en serio. Así habría otra razón para no comprar Windows Vista.
I wanna move you,
I wanna move you around.
I, I, I, I wanna move you,
I wanna move you around.
I, I, I, I wanna kick off your boots,
give up the fight,
summon the night,
sick and tired of super light.
You gotta kick off your boots,
give up the fight,
summon the night,
sick and tired of super light.
I wanna move you,
I wanna move you around.
Ayer me metí al cine para esconderme durante dos horas. Consecuentemente, me metí a ver lo que mejor acomodaba mi horario, que era Death Sentence… y me arrepiento profundamente.
Se aplican las advertencias de spoilers regulares.
La película es muy similar a esas que hacía Charles Bronson en los ochentas; a un tipo unos criminales le matan/lastiman a miembros de su familia, y entonces se venga. Sólo que aquí sólo se venga contra los criminales que lo hicieron; no contra todos los criminales.
Al inicio no es terriblemente buena; pero tampoco mala. Algo lenta sin duda… y ligeramente inexplicable a veces. Pero todo el final a mí sí me pareció completamente sin sentido, con Kevin Bacon convirtiéndose en un completo John Wayne. O Rambo.
Dicho eso (y recalcando que sí es un churro), las escenas de acción al final son muy buenas, y además las actuaciones de Bacon (con todo y lo inexplicable de las acciones de su personaje), Garrett Hedlund, y John Goodman (en un papel maravilloso) son muy buenas.
Pero yo sí recomendaría no ir a verla.
Ayer fui a ver Hors de prix. Se aplican etc.
Ésta debe de ser la comedia romántica más predecible que he visto en años; pero no importa, porque Audrey Tautou es encantadora y bellísima (que yo ya sabía), y porque Gad Elmaleh también es encantadoramente torpe (que yo no sabía).
Jean es botones y cantinero en un hotel de lujo, donde Irène y su decrépito novio rabo verde se hospedan. El día del cumpleaños de Irène el viejito se queda dormido, así que la muchacha va al bar donde por casualidad cree que Jean es un huésped y no el cantinero. Predeciblemente se acuestan después de una noche de juerga (Jean la lleva a la suite imperial; es botones del hotel), y al otro día Irène se va.
Un año después Irène regresa, y Jean vuelve a hacerse el huésped rico para volverse a juntar con ella; sólo que esta vez el rabo verde la descubre y la manda por un tubo, cuando estaba a punto de ya casarse con ella. Ella entonces va con Jean, porque sigue creyendo que es rico; pero cuando descubre que es un pobre botones lo manda al caño y vuele a su modus operandi: tratar de ligarse un millonario que le pague sus carísimos gustos.
Jean, perdido por ella, trata de hacer eso por un par de días, y en una de las secuencias más crueles que yo haya visto, Irène despilfarra todos sus ahorros (incluyendo su fondo para pensión) dándose la vida a la que está acostumbrada, y dejando bien claro todo el tiempo que en cuanto se acabe su dinero lo va a botar… que lo hace en cuanto a él se le acaba su último euro.
Cuando en el hotel donde se estaban quedando ya están a punto de llamar a la policía para que vaya por Jean (porque ya no puede pagar la cuenta), una elegante mujer de unos sesenta años (de forma que a mí me pareció medio inexplicable, pero bueno) se lo liga, salvándolo de la prisión; y entonces Jean termina haciendo lo mismo que Irène hace, sólo que con los géneros invertidos. Y como Jean e Irène están en el mismo hotel, ella le comienza a dar consejos de cómo ordeñar más y mejor a su sugar mami.
Como pueden imaginar, qué ocurre después es completamente predecible; pero de verdad no importa, porque es muy divertida, y Audrey Tautou y Gad Elmaleh tienen una química maravillosa. Además de que el tipo es de verdad adorable. La Tautou además es bellísima, y sale todo el tiempo en vestidos súper sexys y con tacones de diez centímetros.
A mí me gustó mucho la película; pero sí es pendeja y predecible. De cualquier forma, váyanla a ver.
Ayer fui al banco (de hecho a dos bancos) y después a Ciudad Universitaria donde hice trámites burocráticos y además voté (no sé si considerar el ir a votar como un trámite burocrático).
En la Facultad me encontré con Rubén (que no veía hace años) y que me platicó que estaba haciendo la maestría; también me encontré con Juan Pablo (que no veía hace años) y me contó que también estaba haciendo la maestría, además de que se compró un Quad Core (maldito) y que se ha hecho fan de Battlestar Galactica. Fue de verdad chido verlos, porque no tenía idea de qué onda con sus vidas.
Después fui con Enrique y Juan a comer carne con vino, donde por fin pedimos dos botellas porque realmente no habíamos celebrado que me hubiera titulado, y después yo me fui al cine (hablaré de la película en otra entrada).
Después fui con Mónica, que me invitó a una exposición de erotismo que montaron varias amigas suyas en el Centro Cultural de la Diversidad Sexual, lo cual estuvo chido porque por la titulación había dejado de hacer cosas culturales. La exposición me pareció ligeramente pretenciosa; pero algunas de las fotos y cuadros, y una mini escultura en particular, me gustaron bastante, y me pude poner al día con Mónica (el día de mi examen la verdad casi no platiqué con ella).
De ahí nos salimos como a la media noche con varios de sus amigos para ir a cenar tacos, donde me encontré a otras dos amigas del CCH, una de las cuales no había visto yo creo en los 12 años que han pasado desde que salimos de ahí.
En general me la pasé muy padre; sólo que todo mundo al que Mónica les decía que me acababa de titular de la maestría, me decían que ya debía estar mucho más tranquilo. Terminé por entenderlo como un eufemismo de “ah, ¿entonces ahora estás desempleado?”
Fue un viernes divertido.
All the people on the street, I hate you all
And the people that I meet, I hate you all
And the people that I know, I hate you all
And the people that I don’t, I hate you all
Oh, I hate you all
Entre mi titulación, y luego que estaba medio molido, no había ido al cine después de la espantosa experiencia que tuve al ver Una niñera en apuros. Además del trauma de ver tan mala película, la verdad no había nada en cartelera que realmente me interesara, y llegué a la conclusión de que no tengo que chutarme cualquier churro, membresía o no membresía.
Hoy me aventé una de policías y otra romántica; se aplican las advertencias de spoilers de siempre.
Ésta me metí a verla porque Keanu Reeves me cae bien, porque sale Hugh Laurie (el de House) y me encanta el tipo, y por la Martha Higareda, que me parece bellísima la cabrona, aunque sólo haga churros aquí en México.
La película sigue una temática similar a Training Day (el director de la primera fue co-productor y director de acrobacias de la segunda); policías que violan la ley con la idea de que así consiguen una mejor impartición de justicia.
No voy a decir mucho de la trama, excepto que no es terriblemente original. Y los personajes son como que los mismos de siempre: el policía rudo y amargado, pero básicamente honesto; el policía corrupto y manipulador; el policía novato e inocente; la novia fiel y preocupada; etc.
No es muy buena película, la verdad; pero me gustaron las escenas de acción, y Keanu Reeves y Chris Evans (la Antorcha Humana de los Cuatro Fantásticos) actúan bastante bien; también Laurie (que sale como veinte minutos) y la Higareda (que sale como diez). El que no me lo tragué ni por un segundo fue Forest Whitaker; después de esta película y la de Vantage Point comienza a preocuparme, solían gustarme las películas donde él salía.
Dado que no hay otras películas de acción (que yo no haya visto) creo que está en general pasable. No buena, pero pasable.
Lo he dicho muchas, muchas veces: me gustan las películas románticas y pendejas; así que por supuesto quería ver ésta. Además Ryan Reynolds me cae bien (y la va a hacer de Deadpool en la próxima película de Wolverine), y me encanta Abigail Breslin desde Little Miss Sunshine. Es una niña maravillosa.
Will Hayes (Reynolds) es el papá de Maya (Breslin), y se está divorciando de su mamá. La niña recibe una ligeramente adelantada clase de educación sexual, y eso hace que le nazca preguntarle a su papá cómo fue que conoció a su madre. El papá, medio a regañadientes, le cuenta la historia de sus tres novias “serias”, pero no le dice cuál es su madre: es tarea de la niña averiguarlo.
La película es romántica y pendeja, y me encantó como no tienen idea; en gran medida por Abigail Breslin que se roba todas y cada una de las escenas donde sale (su papel es lucidorsísimo, siendo justos), y por las tres actrices que la hacen de novias: Rachel Weisz, que me encanta desde hace mucho; Elizabeth Banks, que es perfecta para su papel; e Isla Fisher, que yo no conocía porque no vi (ni planeo ver) Wedding Crashers, pero que se me hizo preciosa y simpatiquísima y encantadora y maravillosa y perfecta en todos los aspectos posibles.
Me gustó además que al final yo había descubierto todo, y no porque fuera obvio; pero por encima de todo que la historia no fuera tan barata como para que el papá decidiera no divorciarse después de platicarle la historia a la hija.
Preciosa película; si les gustan las comedias románticas vayan y véanla. Dos veces.
Hace como veinte años (no exagero), descubrí que el que algo sea de buena o mala calidad no tiene (necesariamente) nada que ver con que me guste o no.
Desde entonces he sido muy feliz con las cosas que disfruto. En particular, Kafka me da una hueva enooooooooorme.
We will defeat the Cylons… or at least we will run really really fast from them.
Ayer después de ir al Cenote Azul, Juan y Enrique me convencieron para que fuera con el primero al cine. Por recomendación de Juan, y porque era la que menos tiempo había que esperar, entramos a ver The Nanny Diaries.
Diría que se aplican advertencias de spoilers, pero es tan asquerosamente mala que realmente no importa.
La película es mala, pendeja y barata, pero eso no es lo realmente grave. Lo realmente grave es lo clasista y sexista que es, además de toda la estupidez de “pobres niños ricos” que plantea. Cuando hay millones de niños con problemas de verdad graves, como ser abusados sexualmente, asesinados en guerras idiotas o sencillamente muriéndose de hambre, esta película estúpida quiere que nos preocupemos de un pendejo y execrable niño que jamás le faltará nada porque su mamá lo ignora.
Asquerosa. Vomitiva. La peor película que he visto de Scarlett Johansson, incluso peor que Scoop. Evítenla como la peste.
Dice la RAE:
glamour.
- m. Encanto sensual que fascina.
Es la definición más maravillosa que he visto en la RAE. Fascinantemente sensual de hecho.
¿Cómo lidia uno con el hecho de que su examen de grado se pospuso quién sabe para cuándo? Pues va uno y se chuta tres películas una detrás de otra.
Se aplican las advertencias de spoilers normales.
Tenía muchas ganas de ver esta película desde que vi los avances, y no me decepcionó. Es una dramatización de la Operación Bernhard, de la cual yo había oído por primera vez cuando leí Yo Fui Cicerón, el relato de uno de los espías alemanes más famosos de la Segunda Guerra, y al cual le pagaron con dinero falsificado producto de la Operación Bernhard.
Por encima de todo lo que uno podría esperar de una película de este estilo (nazis, campos de concentración, judíos maltratados), a mí lo que en particular me pareció interesante fue Salomon “Sally” Sorowitsch, interpretado genialmente por Karl Markovics, y el Sturmbannführer Friedrich Herzog, interpretado por Devid Striesow.
Sorowitsch nunca se asume como judío; él es un delincuente, sigue dentro de los campos de concentración el mismo código que siguen los delicuentes, y aunque sí hace un esfuerzo por ayudar a sus compañeros prisioneros, a mí me parece que hubiera hecho lo mismo en una prisión “normal”. No es un héroe (ni se cree tal), y al terminar la guerra él continúa su vida de delincuente. Es lo que él hacía; y era buenísimo.
Herzog de la misma manera no es un nazi común y corriente; no se asume como tal, e incluso le confiesa a Sorowitsch que en su juventud fue comunista. Sí utiliza los mismos métodos que los nazis (como amenazar con matar a cinco prisioneros si Sorowitsch y su equipo no consiguen falsificar el dólar gringo); pero parece que de verdad no toma placer en ello, y se ve a sí mismo como un burócrata altamente eficiente. De hecho eso es lo que era; él fue el que (como policía) detuvo en primer lugar a Sorowitsch (como delincuente).
La relación de ambos es muy interesante, y fue de lo que más me gustó de la película. Además del final, que es perfecto.
Véanla.
Como ya decidí que Philip Seymour Hoffman es mi ídolo no podía perderme esta película; además de que sale también Albert Finney.
Es la historia de dos hermanos; uno un completo perdedor, Hank (Ethan Hawke, en la que yo creo es la mejor actuación que yo le haya visto), y otro que aparentemente es más inteligente, Andy (interpretado por Seymour Hoffman). El primero está divorciado y le debe dinero a su ex-esposa para la manutención de su hija. El segundo es un drogadicto en secreto que ha estado desfalcando la nómina de su compañía para pagar sus vicios.
Y la esposa de Andy se acuesta con su hermano, sólo para hacer más sórdido el asunto. La esposa es interpretada por Marissa Tomei, que por fin le vuelvo a ver una buena actuación después de Mi Primo Vinny… que de cualquier forma, por encantadora que haya actuado ahí, no creo que se mereciera el Oscar. Aquí además de actuar bien se ve muy guapa.
A Andy se le ocurre la genial idea de robar la joyería de sus padres, pensando que el robo será rápido y sin sangre, que el seguro le pagará a sus padres, y que él y su hermano podrán solucionar sus problemas. Todo mundo gana.
El problema por supuesto es que todo lo que podía salir mal sale mal, y además las cosas se van saliendo de control cada vez más rapido hasta que todo acaba descomunalmente jodido. Muertos, odios, abandonos. Todo jodido.
La película se me hizo fabulosa, por la brutalidad de contar una historia que es obvio que va a salir mal, y ver cómo en cada uno de los pasos del camino los dos hermanos cometen estupidez tras estupidez, encerrándose cada vez más en su propia maraña. Y que no traten de solucionar nada con salidas mágicas; las cosas van mal, se ponen peor y acaban de la chingada, como a cualquiera con dos dedos de frente hubiera podido prever al escuchar el plan de Andy.
Yo la recomiendo ampliamente; sólo sí entiendan que es el opuesto absoluto de “final feliz”.
A mí está película se me hizo fabulosa, así que fue con cierta sorpresa que llegué a mi casa y vi que en general la crítica la ha hecho pedazos. Y entonces me cayó el veinte; pasó lo que muchas veces ocurre con este tipo de películas. Mucha gente que la fue a ver no entendió que es un comic.
David Rice (un Hayden Christensen que da una actuación pasable) es un adolescente que un día descubre que puede teleportarse a cualquier lugar que esté o haya estado en su rango de visión (video y fotos no sirven), y entonces hace lo que cualquier persona con dicho poder haría: se hincha de lana robando bóvedas bancarias al teleportarse dentro de ellas en la noche, y vive una vida de lujo sin preocuparse por nada o nadie en el mundo.
Hasta que un día un negro enorme llamado Roland (Samuel L. Jackson en el mismo personaje que ha venido interpretando desde hace como quince años, desde Jules en Pulp Fiction hasta Mace Windu en la Guerra de las Galaxias… no que no me encante de cualquier forma) lo trata de atrapar. Así David se entera de la existencia de más personas como él (llamados jumpers), y de una organización que los busca para matarlos (llamados paladines).
Inexplicablemente entonces David regresa a su pueblo natal y busca a su enamorada de la secundaria, una bellísima Millie Harris (la había visto en Chuck, pero aquí de verdad es demoledoramente hermosa), y se la lleva de paseo a Roma, donde encuentra a otro jumper que lo salva de más paladines que lo siguieron.
La película está basada en una novela que yo no he leído (me ha dado hueva), pero independientemente de eso lo cierto es que tiene toda la estructura de un comic de superhéroes… bueno, tal vez sin el “héroes”. Como tal, es buenísima.
Y sí, los personajes no son del todo creíbles y la historia es ligeramente inexplicable a veces; pero es un comic. Yo le perdono eso y mucho más, porque es divertida, está bien hecha, y explora las posibilidades de un poder que creo cualquiera moriría por probar.
Así que no esperen la gran cosa; pero si van con la idea de divertirse la película puede ser muy divertida. Así que véanla.
Como decía ayer, fui al cine después de ir a Ciudad Universitaria. Fui a ver Horton Hears a Who!; se aplican etc.
En Cinépolis Perisur quedaban tres películas que no hubiera visto. No que quisiera ver; que no hubiera visto, punto. Las otras dos son The Spiderwick Chronicles y Promised Land; y elegí la de Horton porque era la que menos tiempo tenía que esperar para que empezara.
De hecho faltaba tan poco, que me perdí los primeros cinco minutos. Creo que la trama tan compleja la pude comprender a pesar de dicha pérdida.
La película está basada en un librito de Dr. Seuss, que como no fui niño gringo, no leí. La película está bonita, y se puede ver como una defensa del pensamiento científico; Horton parece un poco Galileo, que lo quieren obligar a decir algo que él sabe no es verdad. Y la cangura es una caricatura de esas viejas histéricas que quieren “proteger” a sus hijos de pensamientos “nocivos” (aquí en México suelen vestirse de blanco y hacer actos de diversos grados de ridiculez).
Pero eso es racionalizar mucho; la verdad es que sólo es una película bonita con un mensaje sencillo. Así que véanla. Especialmente si no tienen otra cosa que ver.
Hace unos días confirmaron que Harry Potter and the Deathly Hallows será una película de cinco horas partida en dos mitades. Sí, sin duda alguna la movida está pensada para poder ordeñar todavía más dinero de la franquicia; pero creo sinceramente que es una decisión inteligente. Rayos, yo venía proponiendo dos películas por libro desde Goblet of Fire.
Además el director será David Yates; dado que me gustó mucho Order of the Phoenix, yo espero que salgan bien las restantes tres películas, pero me reservo el derecho de cambiar mi juicio hasta ver Half-Blood Prince.