Fate/Zero

En algún momento en los últimos años, me aventé Fate∕Zero.

Fate∕Zero

Fate∕Zero

Fate es una de esas sagas legendarias de animé, que incluso los más clavados fans de la misma admiten que es medio imposible ver todas las series y películas que han salido (por no decir juegos y otros medios asociados), o al menos hacerlo en un orden que tenga sentido.

Sin embargo sí quería echarle un ojo, entonces vi Fate∕Zero porque es una precuela, y esto me parece fue un error: la precuela en gran medida tiene sentido sólo si uno sabe qué pasa en alguna de las historias futuras; hay varias, porque siendo la obra original un videojuego (una novela visual), hay distintos finales dependiendo de qué ruta toma el jugador.

Fate/Zero no me gustó mucho, la verdad; Saber, la versión idiota y femenina del Rey Arturo y que es en gran medida la mascota de toda la franquicia, actúa como una kuudere, pero es más bien sosa desde mi punto de vista. Todos los personajes son basuras de seres humanos (o basuras de “sirvientes”); y además casi todos carecen del más mínimo sentido del humor. Excepto Iskandar, la versión idiota de Alejandro Magno de la serie; él es la neta.

Las escenas de acción están padres, la verdad; pero eso nunca ha sido lo que más me llama la atención en un animé.

Por último, pero no por ello menos importante (y me imagino que varios de ustedes, queridos lectores, ya habrán adivinado qué diré), le falta romance y el final es deprimentemente deprimente.

No me queda claro por qué muchos arman tanta alharaca respecto al animé; la historia me parece increíblemente pretenciosa y varias de las reglas de la magia, poderes y sirvientes en torno a lo cual gira la misma son medio incoherentes.

Sin embargo sí la terminé; y aunque no me gustó mucho, sí me gustó. Nada más creo que se exagera lo buena qué es. Está en Crunchyroll, si les interesa.

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The Marvels

A inicios de noviembre del año pasado fui a ver, como es mi costumbre, la última película del MCU el día de su estreno.

Había comenzado a ver la serie Ms. Marvel cuando se estrenó, pero la verdad me resultó difícil: aunque me parece adorable Iman Vellani como la epónima heroína adolescente, la verdad no estaba de humor para ver las aventuras con su familia paquistaní. La dejé de ver después del primer episodio y tuve que terminarla de corrido justo antes del estreno de la película; nada más no conectó conmigo.

Así que esperaba poco de la película. Se aplican las de siempre.

The Marvels

The Marvels

Salí sorprendidamente satisfecho del cine: no es (definitivamente) la mejor película del universo Marvel; pero tampoco se merece las carretadas de odio racista y misógino que recibió. Es una película competente de superhéroes, nada más con el elemento de que son 3 heroínas trabajando juntas. Contra una villana, además.

Y de hecho Iman Vellani se roba gran parte de la película; y otra parte importante se la roba su familia, porque son adorables también.

En lo negativo, yo adoro a los gatos, y hasta a mí me pareció sumamente estúpido utilizar a los flerkens para desalojar S.A.B.E.R.

Pero fuera de eso me gustó bastante. Repito, no es ni de lejos lo mejor de Marvel, pero está entretenida y tiene bastantes escenas de acción más que pasables.

Lo peor que tiene la película, es lo mismo malo que han tenido todas las entregas de este universo después de Endgame: no tienen un hilo conductor que una a todas las historias que están contando. GotG Vol. 3 escapó esto en gran medida por ser el cierre de una trilogía; pero justamente con The Marvels esperaban poder hacer una tercera película con Brie Larson como Captain Marvel, y además subir de nivel a Teyonah Parris e Iman Vellani como Monica Rambeau y Ms. Marvel respectivamente, para pasarlas de la televisión a la pantalla grande.

Eso ahora está en el aire, como varios otros proyectos de Marvel como son las apariciones de Kang el Conquistador (porque Jonathan Majors le gusta usar a sus novias como sacos de boxeo); o la ya ahora mítica película con un nuevo Blade interpretado por Mahershala Ali, que ha cambiado como cinco veces de director.

Muchos creíamos posible que la nueva película de Deadpool lograra reconfigurar todo el MCU; y yo así lo esperaba, porque aunque salí satisfecho de haber visto The Marvels en el cine, es una triste sombra de lo que Marvel estaba haciendo cuando todo se encaminaba a Infinity War y Endgame. Sin embargo, habiendo ya visto Deadpool & Wolverine, dicha reconfiguración no se dio, así que quién sabe cómo le funcione al MCU el reciclar a Tony Stark como Victor von Doom.

De cualquier manera recomiendo The Marvels; Iman Vellani es adorable; Teyonah Parris es guapérrima y simpatiquísima; y Brie Larson sale vestida de princesa y canta en un número musical. ¿Qué más quieren en la vida?

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Romcom Where The Childhood Friend Won’t Lose

El siguiente animé que vi fue Osananajimi ga Zettai ni Makenai Rabu Kome, que por supuesto nadie le dice así porque es un título ridículamente largo; le dicen Osamake.

Osamake

Osamake

A veces no entiendo por qué termino ciertas series.

Nominalmente esta serie es una comedia romántica, donde la linda Kuroha le confiensa su amor a Sueharu, su amigo de la infancia, sólo para ser rechazada porque él esta enamorado de Shirokusa; pero cuando él se confiesa con Shirokusa, ella lo rechaza porque tiene novio. Así que Kuroha le propone que se venguen de ella y su novio aparentando que Kuroha y Sueharu son a su vez novios.

Porque eso hace la gente normal.

Digo “nominalmente”, porque una parte muy importante de la trama es que Sueharu en el pasado era un niño actor de bastante fama, hasta que una tragedia lo traumó fuera del mundo del espectáculo. Que el muchacho vuelva a actuar termina ocupando gran parte de la historia (de hecho es lo que más recuerdo), y la verdad a mí todo eso me da una hueva infinita; es de las razones por las que en general nunca veo animés de idols, a pesar de que las protagonistas son siempre (por definición) adorables.

Pero además sí varios de los personajes de la serie (comenzando por Kuroha, la epónima chilhood friend que se niega a perder) actúan de manera que raya en lo sociópata; la idea es que sea divertido (y en defensa de la serie a veces lo es), pero la verdad yo lo encontré más bien aburrido.

La serie tiene una animación pasable (excepto un comercial que filma Sueharu, donde la verdad sí me gustó lo original de la animación), una música pegajosa, y todas las semi sociópatas muchachitas son adorables. Sólo no es muy divertida y la verdad todo el drama del mundo del espectáculo y el trauma de Sueharu me dio muchísima hueva; lo suficiente para opacar todo le romance adolescente, que además no es particularmente interesante y/o divertido.

Por alguna razón la terminé, pero la verdad dudo mucho que vea una segunda temporada; si acaso llegara a ocurrir, porque además de todo la serie al parecer no fue terriblemente exitosa. No la recomiendo, realmente, pero está en Crunchyroll, si les interesa.

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Five Nights at Freddy’s

A finales de octubre del año pasado, me aventé Five Nights at Freddy’s. No sólo había oído que estaba bien; consideré un poco que estaba obligado a verla en mi papel de gamer.

Se aplican las de siempre.

Five Nights at Freddy's

Five Nights at Freddy’s

Tengo que hacer una confesión: nunca jugué FNaF ni ninguna de sus secuelas. Paradójicamente tengo varias entradas de la serie tanto en mi cuenta de PlayStation como en mi cuenta de Steam; sólo no me he puesto a jugarlos.

Sin embargo, obviamente conozco de qué van los juegos: nadie jamás ha sostenido que tengan una narrativa particularmente complicada.

Disfruté enormemente la película: he sido fan de Josh Hutcherson básicamente desde Zathura y aquí la hace muy bien del traumado perdedor que se vuelve el guardia nocturno en Freddy’s; como casi todo el mundo soy fan de Matthew Lillard, que en esta película es deliciosamente perturbador como el villano; Elizabeth Lail está muy chula y yo espero aparezca en la secuela (termina en el hospital su personaje); y Piper Rubio no es execrable como actriz infantil, lo que se agradece.

Es una entretenida y (me atrevo a afirmar) buena película cómica de suspenso, que no es lo mismo que terror. No tengo idea de qué tan cercana o lejana sea con las mitologías establecidas en los videojuegos (repito, no los he jugado), pero la historia es relativamente original y las acciones de los personajes de hecho tienen sentido en el contexto narrativo.

Me gustó mucho, y me alegró oír que a la audiencia le había gustado bastante y que había ganado suficiente dinero como para justificar una secuela (a la crítica no le gustó tanto, ¿pero qué saben ellos?)

Yo la recomiendo; no es revolucionaria ni nada por el estilo, pero está entretenida y la historia es medianamente interesante.

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Vivy: Fluorite Eye’s Song

El siguiente animé que vi fue Vivy: Fluorite Eye’s Song.

Vivy: Fluorite Eye's Song

Vivy: Fluorite Eye’s Song

A veces me sorprende la desconexión que tengo con el resto de la comunidad que ve animé de manera regular. Vivy es casi universalmente aclamada, y la verdad a mí me dio más bien hueva.

Está extraordinariamente bien hecha y con escenas de acción que literalmente quitan el aliento… pero la historia a mí me dio más bien hueva.

Vivy, nuestra heroína, es una robota con inteligencia artificial cuya única misión es hacer feliz a la gente cantando. Lo cual hace con poco éxito; en el parque de diversiones donde “trabaja”, generalmente van a verla sólo un puñado de personas.

Un día un osito de peluche que también es roboto y que le regaló una fan, es poseído por Matsumoto, una inteligencia artificial de 100 años en el futuro (recuerden niños: transferir materia a través del tiempo hacia el pasado es aparentemente imposible; información es más probable), que la recluta para que juntos eviten una guerra total entre los robotos y la humanidad, al evitar que ciertos eventos claves ocurran.

Vivy originalmente es reticente a ayudar al osito, porque esa no es su misión: su misión es cantar para hacer a la humanidad feliz; pero Matusmoto no le da muchas opciones, y además se convierte en su patiño ayudándola además a aprender habilidades de combate como las que muestra en el video que puse arriba.

La historia me dio más bien hueva porque es lo menos original que existe en el universo, aunado a que una vez más la inteligencia articifial que muestra la serie es algo que no sólo no estamos cerca de poder inventar, sino que para motivos prácticos nadie está trabajando en poder inventarla (afortunadamente, tal vez). Vivy además es un personaje increíblemente soso (Matsumoto le roba todas las escenas donde aparecen juntos), y su motivación (repetida hasta el vómito) de “hacer feliz a la gente con mi música” no sólo es aburridísima, sino que es rápidamente mandada al carajo en las misiones donde Matsumoto invariablemente obliga a Vivy a desmorir a múltiples desafortunados involucrados con los eventos clave famosos.

Hay toda una subtrama de Vivy básicamente bloqueando la personalidad que desmuere humanos y robotos a diestra y siniestra, y cómo debe desbloquear esa personalidad para poder continuar la misión, pero la verdad yo ya estaba ligeramente hasta la madre cerca del final de la historia. Que a mí no me satisfizo en lo más mínimo.

Yo soy monotemático y unilineal; yo veo animé en gran medida por los doki dokis y los ara aras, y Vivy carece profundamente de ambos: para motivos prácticos no hay nada de romance (que no es de extrañar, la mayor parte de los personajes son robotos).

No niego los valores de producción de Vivy; son extraordinarios. Pero la historia y los personajes definitivamente no conectaron conmigo, además de que la resolución de los múltiples hilos narrativos son insatisfactorios, o incoherentes, o contradictorios, o en el peor de los casos inexistentes. Al menos en mi opinión.

Las patadas voladoras están muy bien hechas, si eso les llama la atención. Está en Crunchyroll si la quieren ver.

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The Creator

A finales de septiembre del año pasado fui a ver The Creator, porque soy fan tanto de John David Washington como de Gareth Edwards.

Se aplican las de siempre.

The Creator

The Creator

Los humanos crean a la Inteligencia Artifical; un sector de la Inteligencia Artifical se rebela; los humanos genocidian a la Inteligencia Artifical; la Inteligencia Artifical se defiende y en el proceso nos enseña qué es ser realmente humano.

Me parece que ese esqueleto de historia ocurre como en catorce millones de películas de ciencia ficción, más o menos, así que no la podemos calificar de ninguna manera como original.

¿Aporta algo nuevo este nuevo intento? No realmente, desde mi punto de vista; en particular que Alpha-O sea una niña chiquita me parece de hecho medio barato.

Dicho sea eso, está muy bien hecha la película y el mundo que construyen es, al menos parcialmente, creíble. Además, ver a Allison Janney fuera de su estereotipo cómico, como una militar de acción fue probablemente lo que más me gustó de la película.

El problema más grave que tiene The Creator, en mi opinión, es que es más bien intrascendente. No hay ni un trozo de una idea original que plantee la película, entonces termina siendo un drama envuelto en ciencia ficción, sin que dicho drama sea particularmente llamativo. Y sin que la ficción tenga mucho de ciencia.

Hay un grave problema con cómo suele Hollywood representar a la Inteligencia Artificial; cómo la gente “normal” (lo que sea que es eso) entiende lo que es la Inteligencia Artificial; y todo el ruido que están causando los productos que, de manera incorrecta (me parece) son clasificados como Inteligencia Artificial hoy en día.

No nada más estamos a años luz de acercarnos a una Inteligencia Artificial como la que se muestra en la película; para motivos prácticos nadie está trabajando en algo que ni siquiera se acerque a eso. Todo mundo está invirtiendo en cosas que podrían dar la apariencia de Inteligencia Artificial, y que en muchas ocasiones puede engatuzar al usuario, pero que eventualmente siempre muestran su no-inteligencia de la manera más hilarante (o peligrosa) posible.

Pero esto no es culpa de la película, que sí la disfruté, pero de la cual la verdad me olvidé casi de inmediato.

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I’ve Been Killing Slimes for 300 Years and Maxed Out My Level

Otro animé que me aventé fue Slime Taoshite 300-nen Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita, pero tiene un título tan ridículamente largo, que todo mundo le dice Slime 300.

Slime Taoshite 300-nen Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita

Slime Taoshite 300-nen Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita

Hay dos géneros que por sí mismos no me llaman la atención, pero que paradójicamente incluyen varios de mis animés favoritos: CGDCT y SOL. Los acrónimos abrevian Cute Girls Doing Cute Things (chicas lindas haciendo cosas lindas); y Slice of Life (rebanada de vida), respectivamente. El primero es autodescriptivo: son, literalmente, chicas lindas haciendo cosas lindas, y todos nos alegramos con tanta lindura; suelen ser series bastante puras, pero no es raro que incluyan un poquito de arrechez, si bien suele ser igualmente puro.

El segundo se refiere a ver escenas de la vida cotidiana de gente en general “normal” (lo que sea que eso signifique); no hay (o no es necesario que haya) un arco narrativo global y los episodios consisten en ver a nuestros personajes disfrutar la vida de manera bastante mundana. También suelen ser bastante puras.

Slime 300 es, nominalmente, un Isekai; pero en los hechos es una combinación de CGDCT y SOL: Azusa Aizawa, una empleada japonesa semi esclavizada por su corporación, de buenas a primeras se muere un día por trabajar demasiado, y una diosa se apiada de ella y le concede su deseo de reencarnar en un mundo de fantasía con la posibilidad de vivir una vida tranquila como bruja, además de hacerla inmortal en un cuerpo de una adolescente de 17 años, porque así le gustan a la diosa.

Nunca cambies, Japón.

Azusa se vuelve literalmente la bruja de su aldea, y vive una rutina simple durante 300 años, que incluye el matar 25 slimes todos los días. Por si no lo sabían, los slimes (que son básicamente mocos gigantes) suelen ser los enemigos más débiles en los juegos JRPG, entonces que mate 25 al día no es muy impresionante que digamos. El que lo haga durante 300 años durante todos los días, sin embargo, sí lo es: eso le permite maximizar su nivel y todas sus estadísticas, lo que la convierte básicamente en una semidiosa en su mundo.

La historia comienza realmente pasados esos 300 años, cuando distintas criaturas se acercan y hacen amigas de Azusa, incluyendo dragonas, elfas, demonias, fantasmas, leviatanes, y los dos espíritus encarnados de los millones de slimes que ha matado en esos 300 años, que se asumen como sus hijas.

Y sí, todas esas criaturas son femeninas y hermosas y sí, la serie trisca todo el tiempo con potenciales parejas lésbicas para Azusa sin en ningún momento resolverlo explícitamente, los muy cobardes. Las pseudo hijas no son potenciales parejas lésbicas, afortunadamente.

No hay mucho más de la historia: hay algunas peleas, generalmente cuando introducen a una nueva criatura que tiene una forma humana innecesariamente sexy y que termina convirtiéndose en una nueva amiga para Azusa, pero la brujita es básicamente todopoderosa después de pasarse tres siglos genocidiando 25 slimes por día, entonces no hay pelea que pueda perder.

Por lo tanto la historia es literalmente chicas lindas haciendo cosas lindas (si ignoramos el hecho de que la mayoría tiene cientos de edad, y en un caso más de mil); y trozos de su vida cotidiana viviendo muchas de ellas juntas en la casa de Azusa.

Es a un nivel intelectual bastante pendejo; pero la verdad yo la disfruté mucho. Es muy divertido ver cómo distintas criaturas tratan de ganarle a Azusa en combate sólo para que la brujita las derrote básicamente apenas moviendo una mano; y hay algo de terapéutico de ver a chicas lindas haciendo cosas lindas mientras viven su vida pacífica en un mundo de fantasía.

Objetivamente la serie no se puede calificar de buena; la animación es apenas competente (aunque el diseño de personajes está padre, con todas las muchachas estando muy lindas); la música es agradable, pero intrascendente (aunque las letras son hilarantes); y la historia es básicamente inexistente, como suele ser con todas las series de CGDCT.

Sin embargo sí es genuinamente divertida y a mí sí me ganaron la brujita y todas sus pretendientes, aunque ninguna tenga los arrestos de intentar de hacer algo más candente con la densa brujita de más de 300 años.

Está en Crunchyroll, si les interesa.

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Gran Turismo

A finales de agosto del año pasado, fui a ver Gran Turismo, dado que múltiples críticos dijeron, en pocas palabras, que estaba “divertida”.

Y la verdad sí está divertida. Se aplican las de siempre.

Gran Turismo

Gran Turismo

Gran Turismo es una serie de videojuegos para distintas versiones del PlayStation; se precia de ser de los simuladores (no nada más videojuegos) más fieles que existen. Lo que me da risa, porque los carros literalmente rebotan cuando chocan.

Los videojuegos no incluyen ningún tipo de historia: hay campañas, pero consisten en participar en distintas carreras con cierto orden; no hay personajes ni arcos ni nada que se pueda considerar como una narrativa.

Para adaptar el videojuego a una película, entonces, Sony lo que hizo fue dramatizar una historia verdadera: la Academia GT que Sony/Nissan organizó para tratar de poner un conductor gamer de Gran Turismo detrás de un volante de verdad y darle la oportunidad de convertirse en un piloto profesional de carros de carreras. El protagonista es Jann Mardenborough, un muchacho británico que sí comenzó jugando Gran Turismo en PlayStation, y que después de la academia se volvió piloto profesional de carros de carera.

Los puntos principales de la historia son verdaderos; pero están no sólo dramatizados, sino cambiando su orden o cuándo ocurrieron. Y en ese sentido es una película deportiva como suelen ser todas: un protagonista externo que gracias a su esfuerzo y dedicación, así como el apoyo de un entrenador que es veterano del mismo deporte, consigue superar todas las adversidades y terminar en el podio de una carrera con puros pilotos profesionales.

Y me parece que hasta ahí llegó, por cierto; creo que el tercer lugar que obtiene en la película es el mejor resultado que Mardenborough ha obtenido en toda su carrera profesional.

Como sea, está entretenida la película, pero realmente no hay mucho que tenga que ver con el juego, que yo he jugado y es de mis favoritos. Hay una escena donde los frenos de su carro se cristalizan y entonces no puede frenar y choca contra una barrera de llantas, pero la verdad yo ni sabía que el juego podía emular eso. Y otra escena, que con esa sí me identifiqué, donde Jann dice: “conozco esta pista; la he recorrido miles de veces”.

Lo cual es cierto; cuando está la carrera de su accidente en Nürburgring Nordschleife, yo fácilmente reconocí varias porciones de la pista, porque es de las más icónicas del mundo y está en múltiples videojuegos de carreras. Y justamente cuando Jann se acerca al punto donde ocurrió el accidente, yo casi me levanto en el cine y grito: “¡indio, frena!, ¡te vas a matar!”, porque justo en ese punto no es raro que yo salga volando, porque es una de las características de esa parte de Nürburgring Nordschleife. Y sí, el muchacho sale volando lo que causa que mate a un espectador.

La película no es particularmente original ni es una obra de arte. Y la tesis principal que la historia plantea (que un jugador de videojuegos podría convertirse en piloto profesional) la verdad no me queda claro que quede demostrada, excepto por grandes números: tanta gente juega simuladores de carreras, que probablemente uno de ellos la pueda hacer en la vida real.

De todas maneras es bastante disfrutable; está padre el drama familiar (además de que adoro a Djimon Hounsou y Geri Halliwell); David Harbour y Orlando Bloom siempre me han caído bien y aquí no decepcionan; ver carreras en el cine siempre es muy emocionante, además de que hay varias tomas con drones espectaculares; y pues son carritos yendo harto bien rápido, además de que hablan con cierto respeto (aunque también con un montón de escarnio) de los gamers.

Así que yo sí la recomiendo.

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Combatants will be dispatched!

El siguiente animé que vi fue Sentouin Hakenshimasu!, también conocida como Combatants will be dispatched!, en gran medida porque es del mismo autor que KonoSuba, que es de mis animés favoritos.

Combatants will be dispatched

Combatants will be dispatched

Luego me enteraría que sí, es el mismo autor; pero que de hecho escribió Combatants will be dispatched! antes de escribir KonoSuba.

Se nota que es un primer intento.

No me malinterpreten: sí es divertida y el diseño de personajes (especialmente Snow y Freezing Astaroth) está bastante padre. Sólo la historia sí se pasa de estúpida.

El Agente de Combate 6 y Alice Kisaragi (una “niña bonita androide”) son empleados de la malévola corporación Kisaragi, que después de haber conquistado casi todo el planeta Tierra, ha decidido expandir sus operaciones a otros mundos, por lo que los mandan a un mundo de fantasía como una fuerza de avanzada para una futura conquista.

Esto en sí ya es idiota; pero la verdad se pone peor: 6 debe coleccionar “puntos malévolos” para poder ayudar a Kisaragi a conquistar este nuevo mundo. ¿Cómo adquiere 6 “puntos malévolos”? Hay varias maneras, pero éstas incluyen acosar sexualmente a Snow, una guerrera del mundo que están tratando de conquistar, por ejemplo.

Snow

Snow

Nunca cambies, Japón.

No me parece esto estúpido porque yo sea mojigato; sencillamente no tiene sentido (¿por qué limitar a tus operativos en territorio enemigo?), y además no es particularmente divertido.

Terminé la serie, pero la verdad sí me dejó qué desear, más aún si la comparamos con la espectacular KonoSuba, que es igual y todavía más arrecha; pero cuyo humor es mucho más orgánico y natural, además de muchísimo más inteligente.

Además, le falta romance: sí hay coqueteos entre 6 y Snow; y entre 6 y una de sus jefas en la Tierra, Freezing Astaroth, pero todo se siente forzado y con una capa de imbecilidad flotando cerca de todos los personajes todo el tiempo, con el agraviante de que ni siquiera es particularmente divertido.

Freezing Astaroth

Freezing Astaroth

La verdad no sé si vería una segunda temporada; pero creo que ni siquiera le fue suficientemente bien como para que la hagan. Está en Crunchyroll, si les interesa.

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Blue Beetle

Después de Oppie fui a ver al cine Blue Beetle, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican las de siempre, que igual e importa, porque es posible que esta encarnación de Jaime Reyes se reintegre al DCEU dirigido por James Gunn.

Blue Beetle

Blue Beetle

Me encantó esta película: y no nada más porque Jaime Reyes (interpretado por un ridículamente guapo y simpático Xolo Maridueña) es de ascendencia mexicana. Además de Xolo, todo el elenco es espectacular: nuestro ex asambleísta de la Ciudad (por Morena, por supuesto), Damián Alcázar, es excelente como el padre de Jaime; Elpidia Carrillo como su mamá es discutiblemente mejor; Adriana Barraza se roba la película en el rescate de Jaime como la abuela ex miembro de la Liga 23 de Septiembre; George Lopez es sorprendentemente no sólo soportable, sino entrañable como el tío de Jaime; y Belissa Escobedo como la hermana es inicialmente medio insoportable, pero hacia el final de la película ya me había caído bien.

Susan Sarandon es fabulosa masticando el escenario y relamiéndose los dedos como villana de telenovela de Telerisa; y Raoul Max Trujillo es espectacular como Carapax/OMAC, especialmente en el tercer acto cuando se muestra su origen.

Bruna Marquezine está muy chula, pero la verdad es más modelo que actriz, y se nota.

Por último, pero no por eso menos importante, Becky G como la voz de Khaji-Da es bastante buena; y no nada más porque yo como hombre estoy contractualmente obligado a pensar en el álbum visual de Mala Santa cada vez que la escucho.

Dicho sea eso, la verdad es una película más bien limitada; en adaptaciones de cómics ni siquiera creo que esté en el tercio mejor. Pero es buena para lo que es: un churrito de superhéroes de acción, entretenido y sin muchas pretenciones.

Lo que toda la crítica tuvo como consenso es que los Reyes son adorables; para mí, me parecieron exactamente como suelen ser un montón de miembros de mi familia (mexicana, si era necesario que lo explicara): divertidos, muy ruidosos y que a veces fácilmente nos avergüenzan, pero que sin pensarlo darían la vida por nosotros y viceversa.

Y no puedo negar lo obvio, como mexicano (que no es lo mismo que chicano): la representación importa. Yo no sabía que necesitaba oír en una película de Hollywood a una mamá mexicana decirle a su hijo, en español, “párteles su pinche madre”, pero resulta que sí lo necesitaba. Es de mis escenas favoritas del año pasado, junto con la mamá de Carapax hablando maya en una película de Hollywood, en la que es probablemente la escena más desgarradora de la película.

La película sufre y se beneficia a la vez de estar desconectada del DCEU en general; es divertido que Rudy diga que Batman es un fascista, pero es como de paso y sin hacer mucho énfasis en que forman parte de un mismo universo. Sin embargo, esta ambigüedad hace que exista la probabilidad de que Jaime y Khaji-Da se puedan incorporar después al universo de James Gunn. Vamos a ver.

Todavía leía cómics cuando Jaime Reyes reemplazó a Ted Kord, después de que Max Lord lo matara en la continuidad de esos días. Aunque el traje y la relación del mismo con Jaime es muy fiel, la verdad yo no renconocí mucho más del cómic en la película; pero dado el estado y el potencial futuro del DeCeEU, sinceramente creo que no podemos verle el dienta al caballo regalado.

A mí me encantó la película, de hecho es de mis favoritas del DCEU; pero tampoco es particularmente buena o importante. Eso sí, es sin duda entretenida.

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So I’m a Spider, So What?

El siguiente (creo, se me confunden en la mente) animé que vi, fue Kumo desu ga Nani ka, conocida en inglés como So I’m a Spider, So What?, pero que la comunidad normalmente le dice Spider Isekai.

Kumo desu ga Nani ka

Kumo desu ga Nani ka

Esta serie tiene varias cosas interesantes; es un Isekai, entonces es una fantasía de poder como suelen ser casi todos, pero contrario al resto, tiene:

  • Una protagonista mujer, inicialmente anónima.
  • Dicha protagonista es isekaiada al nuevo mundo como una araña, recién nacida como tal.
  • La protagonista es isekaiada con toda su clase de la prepa (aunque originalmente no sabe esto).
  • El método de desmorir a los estudiantes para que reencarnen en el nuevo mundo es a la vez original e hilarante: los hacen volar con una bomba.
  • La araña es representada a los espectadores (y se sospecha a ella misma) de forma adorable, cuando en realidad es un monstruo espeluznante.
    Las formas de la araña

    Las formas de la araña
  • Después de evolucionar, la araña se vuelve sexy.
    Araña sexy

    Araña sexy
  • Y por último adquiere una forma humana.
    White

    White

Eso último es de lo mejor de la serie: el personaje White aparece relativamente temprano en la historia, pero siempre permanece con los ojos cerrados. El nombre y que nunca abra los ojos es para destantear el espectador; la idea es que no tengamos idea de que White es nuestra adorable arañita evolucionada (que tiene unos ojos muy distintivos), pero la verdad yo me di cuenta como a los cinco minutos, y eso es grave porque a mí no es raro que se me vayan esas cosas.

Todos los muchachos reencarnados comienzan su nueva vida desde que nacen, pero la protagonista, siendo una araña, tiene autonomía y capacidad de defenderse a sí misma casi de inmediato, mientras que el resto de sus compañeros necesitan primero literalmente destetarse. Aunque muy débil inicialmente, la araña (que era gamer en nuestro mundo) deduce que el nuevo mundo funciona como un RPG y rápidamente comienza a subir de nivel, adquirir habilidades y hacerse cada vez más fuerte.

El resto de la historia es, en gran medida, las mismas mamadas de Isekais de siempre, pero sí está muy entretenida y preferiría que lo vieran por su cuenta. Yo la disfruté enormemente.

Sin embargo, lo más interesante de la serie lamentablemente no tiene nada que ver con su historia: tiene que ver con la producción de la misma. Al parecer fue tan desastrosa que historias de terror comenzaron a filtrarse fuera del estudio (lo cual es relativamente raro en Japón, tengo entendido), hasta que llegó un punto donde de plano un capítulo fue retrasado una semana.

A mí nunca me había tocado que eso ocurriera durante la transmisión de una serie; después, con la pandemia despedazando los flujos de trabajo de básicamente todas las industrias del mundo, se volvió de hecho común, pero esta serie fue la primera que me tocó verlo.

Lo segundo es que hacia el final de la serie estaba ya tan mal la producción de la misma, que la animación se volvió risiblemente mala, regalándonos escenas como la siguiente, del antepenúltimo episodio:

Fondos de PlayStation 2

Fondos de PlayStation 2

Sí, esos son un puñado de personajes dibujados torpemente encima de un fondo que al parecer lo renderearon utilizando un PlayStation 2: pero eso no es lo peor. Lo peor es que se supone los personajes están en un bosque.

La serie tiene muy buena animación en múltiples puntos, incluyendo varios usos de CGI bastante buenos. Sin embargo los malos ejemplos son de las peores cosas que yo haya visto. Y es una lástima, porque la historia está interesante, la música es espectacular y los personajes son muy entrañables, comenzando con nuestra inicialmente anónima arañita.

La producción fue tan desastrosa al final que no he oído a nadie hablar de una segunda temporada; lo cual es una desgracia, sí me gustaría ver qué pasaba con la araña y sus compañeritos de la escuela.

Aún así la recomiendo: está en Crunchyroll, si les interesa.

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Oppenheimer

Una semana después de ver Barbie, me chuté Oppenheimer. Se aplican ¿alguien de verdad no vio esta película?

Oppenheimer

Oppenheimer

Disfruté mucho esta película en el cine, pero la verdad disfruté más Barbie. Es increíblemente pretenciosa, pero Christopher Nolan es de esos realizadores que me parece se han ganado el ser increíblemente pretenciosos. También es, como suele ser este tipo de obras, medio nauseabunda en omitir las chingaderas que hicieron los gringos por ejemplo con los dueños legítimos de las tierras donde se instaló el Proyecto Manhattan en Los Alamos. Y no entiendo el sinsentido de no usar CGI para representar la explosión nuclear en el clímax de la película; si existía una escena donde se justificara el utilizar efectos por computadora, era justamente esa.

Pero básicamente esas son mis únicas críticas; yo no sentí que fuera muy larga, en todos los aspectos técnicos (excepto esa estúpida explosión que parece de boiler de leña) es perfecta, el elenco es espectacular y esa escena cerca del final donde Emily Blunt como la esposa de Oppie se niega a darle la mano a Edward Teller, me parece de lo más espectacular que ha hecho la británica.

Sólo no me emociona mucho el tema; es una tragedia que la única vez que los gringos (junto con sus aliados más cercanos) volcaron todos los recursos a su alcance, fue para crear un arma que fue utilizada de manera criminal para matar indiscriminadamente a civiles; se puede discutir que también lo hicieron en un inicio para el programa espacial, pero realmente perdieron el interés una vez que le ganaron a los rusos.

Si ese esfuerzo de coordinar y facilitar el avance de la ciencia se hubiera aplicado a buscar la cura del cáncer o del VIH, a desarrollar mejores maneras de producir alimentos, a investigar formas de repartir la enorme riqueza con la que cuentan (sin un interés en ganancias económicas para inversionistas privados), este mundo probablemente sería muy distinto.

Como sea, la película está padre; pero supongo es inútil que se los diga, cuando probablemente ya la vieron múltiples veces.

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Hige wo Soru Soshite Joshikousei wo Hirou

Poco después de Nagatoro (o concurrentemente; ya no sé a estas alturas), el siguiente animé que vi fue Hige wo Soru Soshite Joshikousei wo Hirou, que en inglés tiene el título ridículamente largo After Being Rejected, I Shaved and Took in a High School Runaway; pero que todo mundo mejor le dice Higehiro.

Higehiro

Higehiro

(Voy a contar tooooooda la historia, así que si les interesa les recomiendo que la vean antes de leer mi reseña; y definitivamente les recomiendo que la vean).

Yoshida es un joven y relativamente atractivo oficinista que un día se arma de coraje e invita a salir a su jefa, la muy hermosa y ridículamente chichona Gotou. Después de confesarle cómo se siente, su chichona jefa lo manda al carajo, ante lo cual Yoshida decide emborracharse, lo que es entendible.

Encaminándose a su casa propiamente borracho, Yoshida se topa en una calle cercana a su casa con una muy linda adolescente en uniforme escolar, que le pide que le deje pasar la noche con él. Demasiado borracho para ponderar el asunto, Yoshida acepta: cuando llegan a la casa de él, Yoshida se queda inmediatamente dormido.

Al otro día la muchacha, que se llama Ogiwara, le ofrece sexo, que Yoshida rechaza tajantemente por dos razones: una, es un ser humano fundamentalmente decente (si bien a veces medio güey); y dos, a él le gustan las mujeres mayores y ridículamente chichonas, que es la razón por la cual quería andar con su jefa. En círculos aculturados, se le suele denominar como que le gustan las oneesans, y que entonces es más parcial a los ara aras que a los doki dokis.

Ogiwara le explica a Yoshida que se escapó de su casa y que eventualmente comenzó a prostituirse básicamente por habitación y comida, hasta que invariablemente el sugar daddy en turno se hartaba de ella y la corría. Yoshida se apiada de la muchacha y le ofrece que se quede, sin que tenga que acostarse con él, lo cual extraña muchísimo a Ogiwara.

La muchacha comienza a hacerse cargo de las labores del diminuto departamento de Yoshida, y constantemente le ofrece que tengan sexo, que él siempre rechaza.

Arriba digo que Yoshida es un ser humano fundamentalmente decente (lo que sostengo) si bien a veces medio güey (lo cual también sostengo): nadie, jamás, bajo ninguna circunstancia debería hacer lo que Yoshida hace. Por buenas intenciones que se puedan tener (que a ver quién se las cree), que un hombre adulto le dé “asilo” a una adolescente menor de edad es pie para que lo metan a la cárcel por años. Justificadamente.

Pero esto es ficción y es discutible que raya en un cuento de hadas, entonces vamos a continuar bajo ese contexto: es una historia ficticia con personajes que no existen y que es una versión modernizada de lo que denominamos cuentos de hadas.

Eventualmente Ogiwara le cuenta toda su historia a Yoshida: no voy a repetirla, porque me parece de las mejores partes de la serie, pero la niña es en los hechos una niña rica, y la razón por la que escapa está bien justificada; no es nada más un capricho.

Después de un tiempo el hermano de Ogiwara contacta a Yoshida y entre los dos básicamente negocian una reunión entre la muchacha y su madre, donde después de una muy tensa e incómoda conversación consiguen que la mamá y la hija lleguen a un compromiso que le permita a Ogiwara volver a casa.

Yoshida pasa la noche en la mansión de la mamá de Ogiwara, y bajo la cubierta de la oscuridad la muchacha se mete en la cama con él y le pide, una última vez, que tengan sexo (como hizo múltiples veces cuando vivían juntos).

Para este punto en la historia, es discutible que Yoshida no sólo hizo lo correcto, sino que fue mucho más allá de lo que le correspondía para ayudar, de forma altruista, a Ogiwara. La muchacha está sana y salva en casa de su mamá; su deber (si acaso tenía alguno) está cumplido; y Ogiwara está a unos pocos meses de cumplir 18 años. Existe un escenario donde se podría argumentar que el que tuvieran sexo (a petición de ella) no sólo estaba justificado, sino que incluso era lo “correcto”.

Y yo me dije a mí mismo: “mí mismo, si esté cabrón se acuesta con la muchacha, voy a quemar las calles”.

Yo, por la naturaleza de mi trabajo, todos los años convivo con muchachas casi siempre adultas, pero extremadamente jóvenes y dónde además existe una dinámica de poder completamente desequilibrada: soy su profesor. Bajo ninguna circunstancia, de ninguna manera se podría justificar que yo aceptara el avance de ninguna de ellas: es una línea que sencillamente no sólo no quiero cruzar yo, sino que no quiero ver que la crucen personajes ficticios en historias ídem que pasen por situaciones similares.

(Por ¿suerte?, la verdad creo que hoy en día ya no le gusto nunca a mis alumnas, porque me agrade o no la idea ya estoy lejos de mis años de “joven profesor”).

Entonces yo estaba literalmente conteniendo el aliento esperando a ver qué respondía Yoshida; y no podría haber estado más contento cuando el oficinista la manda mucho al carajo. Todavía al otro día en el aeropuerto, al despedirse, la muchacha le pide que por favor la espere a que cumpla 18 años, y Yoshida de nuevo la manda al carajo, recordándole que a él lo que le gustan son las mujeres mayores y ridículamente chichonas.

Pero ya que está solo, Yoshida no puede evitar a echarse a llorar. Porque por supuesto que se enamoró de Ogiwara; la muchacha no sólo es lindísima (incluyendo estar chichona, aunque no ridículamente, como Gotou), sino que es adorable y en muchos aspectos admirable. Uno no puede controlar lo que siente; el corazón quiere lo que el corazón quiere: pero sí podemos controlar qué acciones llevamos a cabo a partir o a pesar de nuestros sentimientos.

Y la única acción humanamente decente era rechazar a Ogiwara, por más enamorado que pudiera estar Yoshida de ella.

La serie termina brincando a unos meses más adelante, con Yoshida regresando a su departamento de noche, y descubriendo a Ogiwara esperándolo en el mismo lugar donde la encontró por primera vez, con la única diferencia de que no lleva un uniforme escolar sino un lindo vestido.

Y que ya tiene 18 años.

Me encantó Higehiro; es asquerosamente romántica, apropiadamente dramática, deliciosamente arrecha y en muchas ocasiones honestamente muy divertida. Pero me gustó principalmente porque Yoshida, por güey que pueda llegar a ser, sinceramente intenta hacer lo correcto en las situaciones idiotas en las que se mete sin deberla ni temerla.

La seria está en Crunchyroll, si les interesa; y yo sin duda alguna la recomiendo.

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Barbie

Aunque no hice el Barbenheimer tal cual (ver Barbie y Oppenheimer el mismo día), sí vi ambas películas; y vi primero Barbie, porque por supuesto me interesaba mucho más que Oppenheimer.

Se aplican las de siempre.

Barbie

Barbie

Me encantó esta película, no en menor medida por Margot Robbie, que hace un papel espectacular en la misma. Ryan Gosling también, pero yo (contrario, al parecer, a todo el resto del mundo) preferí por mucho a la Robbie, que además hizo su papel viéndose increíble toda la película, al grado de que la misma se burla del hecho de que es ligeramente imposible creer que alguien como ella se pueda sentir fea.

La película es obviamente un comercial de dos horas para vender juguetes de plástico a niñas y me imagino a algunos niños; pero no por ello deja de tener un mensaje bastante chido, y además no se toma terriblemente en serio a sí misma. Lo cual debería ser por omisión, dado que es un comercial de dos horas para vender juguetes de plástico a niñas y me imagino a algunos niños.

Yo me estaba medio orinando de la risa con casi todos los chistes de la película, porque además de ser objetivamente hilarantes, muchos fueron particularmente inteligentes, lo cual yo agradezco. Y también me gustó que la película ni siquiera trata de explicar la existencia de Barbieland y cómo se translada uno de ahí al mundo real y de regreso; es, toda proporción guardada, la versión gringa de lo que en Latinoamérica llamamos realismo mágico: más plástico y más menso, pero relativamente honesto, me parece.

Llevo años criticando a Warner Bros.; con justa razón, me parece. Sin embargo, ese desmadre que caracteriza a la compañía, es también parte de lo que le permite (de vez en cuando) producir obras extraordinarias, como me parece lo es Barbie. Una compañía tan mercenaria como es Disney jamás podría producir algo del estilo de Barbie: es demasiado inteligente y subversiva para el ratón diabólico. Yo creo que WB podría de todas formas producir este tipo de obras sin necesidad de tanto drama y de esperpentos como los que luego se saca, pero eso es otra discusión.

Sinceramente no me cabe en la cabeza cómo alguien podría odiar esta película; no es para todo mundo, evidentemente, pero según yo incluso nada más ver a Robbie y Gosling todos hermosos todo el tiempo valdría por sí mismo el precio del boleto de entrada. Pero ese soy yo, supongo.

Yo la recomiendo encarecidamente; de forma probablemente medio inútil, porque al parecer casi todo el mundo fue a verla. Múltiples veces.

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Don’t toy with me, Miss Nagatoro

Me parece que en 2021, cuando se transmitió originalmente, me aventé Ijiranaide, Nagatoro-san, traducida oficialmente como Don’t toy with me, Miss Nagatoro, pero que (si mal no recuerdo) en las traducciones no oficiales hechas por fans era Don’t bully me, Miss Nagatoro, originalmente. Creo que es más fiel esa traducción original.

Don't toy with me, Miss Nagatoro

Don’t toy with me, Miss Nagatoro

Esta serie, junto con Komi-san wa, Komyushō Desu y Sono Bisuku Dōru wa Koi o Suru, cambiaron mi forma de ver animé de los últimos años: me gustaron tanto las tres, que comencé a comprar las impresiones en papel traducidas al inglés del manga (en español está en el dialecto de España, que todo mundo sabe uno necesita un traductor para entenderlo en México). Y cuando adquirí todos los volúmenes en papel del manga, me puse a leer las traducciones digitales hechas por fans en línea, porque esas van al día (las traducciones en papel tardan meses en publicarse en muchos casos).

Las tres series son espectaculares, y a estas alturas no estoy 100% seguro de cuál sea mi favorita; pero Nagatoro en particular es de las cosas más puras que he visto en mucho tiempo, lo cual es sorprendente, porque es incluso incómoda al inicio por todo el bullying de Nagatoro, además de que es indiscutiblemente arrecha.

(Les recomiendo ampliamente que la chequen, entonces no sigan leyendo si planean hacerlo, porque voy a soltar toda la sopa).

La historia relata la relación entre el protagonista inicialmente anónimo de la historia, que es estudiante de segundo año de prepa; y Hayase Nagatoro, una linda estudiante de primer año en la misma escuela. Nuestro protagonista (que el manga tarda siglos en revelar su nombre, Naoto Hachiouji) es miembro del club de arte y es un muchacho con lentes, inseguro y reservado. En el fondo le tiene miedo a todo mundo, pero más aún a mujeres; y todavía más a mujeres bonitas.

Un día Naoto va a la biblioteca y termina sentado cerca de Nagatoro y su grupo de amiguitas; todas las cuales son ruidosas, llamativas y bonitas, si bien indudablemente agresivas en todos los aspectos. Eventualmente el grupo de Nagatoro se va, pero ella se queda después de notar a su senpai, y comienza a hablar con él.

Ese primer encuentro entre Nagatoro y su senpai es, literalmente, doloroso; después de ver algunas páginas de un manga que Naoto había dibujado, Nagatoro comienza a burlarse de él, lo que causa que él entre en pánico, lo que le resulta enormemente divertido a la muchacha y causa que se burle todavía más de él, que a vez hace que Naoto entre todavía más en pánico, etcétera; formando un círculo vicioso que termina con el muchacho literalmente llorando de rabia y frustración y Nagatoro desternillándose de la risa de haberlo hecho llorar.

A lo largo de mi vida he tenido altibajos con múltiples mujeres en múltiples relaciones en múltiples circunstancias; pero nunca he sentido que literalmente alguien haya estado “jugando” conmigo, mucho menos con el objetivo de hacerme llorar. Aún así, es difícil ver esa escena en el animé o leerla en el manga; es cruda, cruel, dolorosa y de pena ajena: y me imagino que para las personas que sí han experimentado un abuso de ese estilo, la escena es básicamente insoportable. Hay un contingente en línea que destazó al animé acusándolo de normalizar o aceptar el bullying (o peor aún, al parecer, fetichizarlo) y que sencillamente se negaron a seguirlo viendo; y en algunos casos a pedir la cabeza del autor en una estaca.

(Hay que mencionar además que Nanashi, el autor, comenzó su carrera artística dibujando mangas pornográficos, hentai, lo cual se alcanza a percibir en múltiples episodios del manga y del animé).

A mí me pareció genial; porque los seres humanos somos estúpidos y falibles y me gusta ver eso representado en mi ficción. Nagatoro comienza a juntarse con su senpai en el casi desierto club de arte, y continúa molestándolo pero nunca con la intensidad de ese primer encuentro.

Entendiblemente, Naoto inicialmente no está muy contento de tener que lidiar con Nagotoro básicamente todos los días; pero rápidamente se da cuenta de que, hey, una chica linda le está prestando atención. Molestándolo (de forma juguetona, mayormente, después de la primera vez), sin duda alguna; pero prestándole atención de cualquier manera.

Por qué se acerca Nagatoro con su senpai es inicialmente difícil de entender, pero la explicación más sencilla es que le dio curiosidad, probablemente sin caer en cuenta de que, como dijo García Márquez, la curiosidad es otra de las tantas celadas del amor.

El romance entre Naoto y Nagatoro es de las cosas más puras, divertidas y reales que he tenido el placer de disfrutar; ambos tienen defectos y cualidades creíbles; ambos crecen y evolucionan como personas de carne y hueso; ambos descubren, con algo de sorpresa, cuánto les gusta el otro; y ambos terminan admitiéndolo, sin extenderlo a muerte de manera artificial como suelen hacer muchos mangas y animés románticos.

Y todo esto está enmarcado en una serie que es indiscutiblemente comedia; nunca deja de ser divertida, hilarante incluso en múltiples episodios, porque la historia está firmemente plantada en estos dos personajes (y su círculo de amiguitos, que también son espectaculares) que están muy bien definidos y que tienen deseos y necesidades reales y creíbles.

Senpai (que así le dice Nagatoro toda la serie) pasa de ser un muchacho con lentes, inseguro y reservado, a madurar en un muchacho sin lentes (comienza a usar de contacto; y me encanta la broma de que aún así trata todo el tiempo de acomodarse sus no existentes lentes con dos dedos en el puente de la nariz), mucho más seguro y proactivo, al grado de que muchos le decimos Chadpai, porque termina siendo un Giga Chad que en muchas ocasiones le voltea el plato a Nagatoro (que así le dice su senpai toda la serie), culminando en siendo él el que se confiesa, como debe de ser (en mi visión boomer de la vida).

Es de los chistes más adorables de toda la serie; Nagatoro se revela como un tanque de cristal, capaz de hacer mucho daño pero completamente incapaz de recibir ninguno, entonces cuando Chadpai toma la ofensiva la pobre muchacha termina literalmente toda chiveada y sin saber que hacer.

Bueno; a veces azota contra el piso a Naoto, dado que es una judoka a nivel cercano a olímpico.

Ijiranaide, Nagatoro-san es, indudablemente, arrecha; pero yo me atrevo a decir que es apropiadamente arrecha y, si acaso es posible, manteniendo el buen gusto. La arrechez de la historia además se presta para múltiples y muy cagados chistes, como que Nagatoro le gusta incomodar a su senpai amenzándolo con que se va a quitar la ropa, para que de repente le falle y sí le enseñe más de lo que había planeado y sea ella la que entre en pánico. O también para momentos dulces y emocionalmente muy satisfactorios, que han resultado en que por ejemplo Naoto haya pintado un cuadro de Nagatoro desnuda (de espaldas) o que entre sus múltiples aventuras hayan terminado bañándose juntos (en un onsen o baño público de aguas termales), aunque en ese momento ni siquiera se habían besado.

El animé sigue casi al pie de la letra al manga; pero sólo cubre el inicio de la historia, aunque hacia el final de la primera temporada ya es obvio que Nagatoro está perdidamente enamorada de su senpai. El manga va mucho más adelantado; Naoto y Nagatoro son novios oficiales y justo hace unos días por fin se dieron su primer beso, aunque los muy degenerados andaban de la mano desde hacía mucho tiempo, los muy sucios.

Do you want to kiss me?

Do you want to kiss me?

Me encanta Ijiranaide, Nagatoro-san; el manga va que vuela a convertirse en uno de mis favoritos de toda la vida, y el animé falta que alcance al manga, pero es igualmente de recomendable. No es una serie para niños: es arrecha y a veces innecesariamente agresiva; pero justamente eso podría usarse para describir a Hayase Nagatoro, y a mí al parecer eso me gusta (como también a Chadpai). Y debajo de todas las calenturas de un par de adolescentes en la edad exacta en la que se pasan dichas calenturas, además de la agresividad que a veces muestran Nagatoro y sus amiguitas, está una historia en el fondo muy tierna, muy dulce e hilarantemente romántica: de verdad, si pueden aguantar la incomodidad del primer encuentro entre Nagatoro y su senpai, yo creo que sí van a disfrutar la serie.

La recomiendo encarecidamente. Está en Crunchyroll, si les interesa; y los volúmenes en inglés del manga están en Amazon.

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Misión Imposible: Sentencia Mortal Parte 1

En julio del año pasado fui a ver Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One, porque por supuesto que eso hice.

Mission: Impossible - Dead Reckoning Part One

Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One

Estas películas cada vez son más idiotas. Como ya no saben qué país ahora hay que usar como enemigos, se inventaron una “inteligencia artificial”, entonces pues es Tomás Crucero contra ChatGPT.

La película me gustó bastante; es muy entretenida si uno apaga las neuronas de la estupidez de inventarse un enemigo casi omnisciente porque así lo dice el guión, tiene acción casi ininterrumpida (incluyendo una secuencia en un tren que es casi idéntica al inicio de Uncharted 2: Among Thieves), y Hayley Atwell es estupidizantemente sexy.

Lo único que no me gustó fue que desmurieran a Ilsa Faust, interpretada por la imposiblemente hermosa Rebecca Ferguson; con el agravante de que al parecer es para que Ethan Hunt se consiga nuevo modelo (interpretado por la antes mencionada Hayley Atwell).

La película está bien, si uno la ve como lo que es; lamentablemente se enfrentó al monstruo de Barbenheimer, entonces no le fue muy bien que digamos en la taquilla, y pues sepan entonces qué pasará con la segunda parte, porque además de todo termina en un cliffhanger.

De cualquier manera, yo sí la recomiendo.

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Puro

Tal vez debí escribir esta entrada antes de reseñar The Saint’s Magic Power is Omnipotent, pero sin duda alguna debo de hacerlo antes de que reseñe mi siguiente animé.

Todo lo que sigue es cómo entiendo yo entiendo el asunto; es posible que esté interpretando mal ciertas cosas, en cuyo caso ofrezco una disculpa por adelantado: pero tampoco es como que importe demasiado, me parece.

Lo que quiero discutir en esta entrada es lo que, al menos en los subreddits de animé y manga, pero también en comentarios YouTube y otros rincones de internet, es denominado como contenido wholesome.

El término, cuya traducción literal debería ser entero, porque es literalmente a lo que se refiere uno cuando habla de pan de trigo entero o integral (dícese, no tan procesado como el blanco), en algún momento comenzó a usarse en internet para referirse a contenido “bueno”.

Pongo “bueno” entre comillas porque no me refiero a la calidad; me refiero a las cualidades éticas y (supongo) morales de dicho contenido: simplificando, algo es wholesome cuando deja a básicamente a todo mundo que lo consume sintiéndose bien y contento.

Casi siempre (pero no siempre), el contenido wholesome tiene un fuerte componente romántico; pero a diferencia de otras formas popularizadas de romance, suele no tener drama: esto descarta a la mayoría de las comedias románticas de Hollywood de calificarlas como tales (según yo lo entiendo).

Si uno mete wholesome en Google Translate, la máquina contesta con el término “sano”, que supongo está bien en el contexto de pan Bimbo; pero me parece que queda corto en el contexto de animés, que es donde primordialmente yo quiero usarlo. Yo voy a usar puro, porque se me da la gana; pero creo que también se queda un poco corto.

Un poco como con pornografía, el término puro en este contexto es fácil de reconocer, pero difícil de definir formalmente: a falta de mejor vocabulario de mi parte, daré dos ejemplos. Neon Genesis Evangelion definitivamente no es puro; mientras Cardcaptor Sakura es tal vez el ejemplo por antonomasia.

En general, casi no hay crueldad ni violencia en el contenido puro; la malicia suele no existir, siendo en general reemplazada por malentendidos, si acaso. Esto podría dar la impresión de que el contenido puro es aburridísimo, soso o meloso; pero en mi experiencia justamente los animés que se ganan el adjetivo suelen ser todo lo contrario.

Creo que muchos de los animés que más me han gustado en los últimos años fácilmente se pueden clasificar como puros, que es justo una de las razones por las que decidí tratar de definir el término.

También es importante señalar (me parece) que la pureza de un animé es generalmente ortogonal a su clasificación por edades: es mi impresión que el contenido puro justamente tiene la cualidad de poder encontrarse en series que no sólo son indiscutiblemente adultas, sino incluso en algunas que rayan en la pornografía. Hay todo un subreddit dedicado exclusivamente a hentai puro.

Por último, hay series que tal vez no son 100% puras, pero que tienen al menos una parte que puede clasificarse como pura (generalmente una relación romántica, no necesariamente entre los protagonistas principales).

Voy a comenzar a resañar múltiples series que o bien son puras, o tienen un porcentaje importante de contenido puro; son además, de las series que más he disfrutado en toda mi vida viendo animé, y me parecer importante hacer notar que es en gran medida por su pureza, ya que me he dado cuenta que a estas alturas del partido, disfruto muchísimo más el contenido puro que la acción o los dramas pendejos.

Y no me malentiendan: sigo disfrutando la acción y los dramas pendejos; nada más disfruto más el contenido puro.

Como sea; el último animé que reseñé (The Saint’s Magic Power is Omnipotent) es bastante puro, pero también es demasiado simple, al grado de rayar en aburrido. El siguiente animé que reseñaré es todo menos aburrido; y aunque es bastante arrecho, también es indudablemente puro. Espero que esta definición me ayude a explicar por qué me gustó tanto.

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The Flash

Después de Spiderverse 2: More Spiderversing, fui en junio del año pasado al cine a ver The Flash; el día de su estreno, si mal no recuerdo.

Se aplican las ya saben.

The Flash

The Flash

Disfruté mucho esta película, que es por supuesto casi la última patada de ahogado del Snyderverse. La disfruté porque Ezra Miller estará certificadamente demente, pero es extraordinario actor; la disfruté porque Batman, con Michael Keaton, fue la primera película que fui a ver al cine nada más yo con mis amigos de la secundaria, sin papás o hermanos involucrados; la disfruté porque Sasha Calle es imposiblemente hermosa y de las mejores versiones que yo jamás haya visto de Superwoman; y la disfruté porque es una película altamente disfrutable, si uno le perdona el crimen imperdonable, de pertenecer al (en estos momentos en febrero de 2024) morido Snyderverse.

La escena al final con la colisión de los universos infinitos de DC cómics casi me hizo llorar; y no nada más por lo terrible del CGI, sino porque me encantó ver a Christopher Reeve junto a Helen Slater; y al Caballero Luminoso encarnado por Adam West; y a Jay Garrick por primera vez en la pantalla grande. Venga, décadas después de que por primera vez nos enteráramos de la idea, por fin vimos a Nicholas Cage como Superman peleando con la pinche araña gigante con la que John Peters chingó incesantemente a Kevin Smith.

(Warner Bros., por supuesto, lo hizo todo mal al no explicarle a Cage exactamente qué estaba filmando y al no garantizar que los herederos de los estados de los actores occisos estuvieran de acuerdo con el uso de sus imágenes.)

No es mala película, The Flash; es algo inocente (especialmente al inicio) y las dos versiones de Barry Allen que Ezra Miller interpreta (que realmente son Wally West, pero bueno) pueden resultar algo desesperantes, especialmente la de la realidad alternativa. Pero es una buena película de superhéroes; no la mejor, sin duda alguna, pero buena si somos justos.

Y he ahí el problema; la audencia y la crítica no están dispuestas a ser justas con los remanentes ligeramente malolientes del Snyderverse. Lo cual, siendo justos, está algo justificado; pero también se ha ido exagerando durante la última década.

Pero no tiene mucho sentido hacer olas sobre lo que es, en la práctica, actualmente un cadáver (el Snyderverse, no The Flash); sólo a mí sí me emocionó mucho volver a ver Batkeaton y oírlo decir “You wanna get nuts?”.

La pueden ver bara bara en HBO Max, o Max, o como se llame ahora; y a mí la verdad sí me parece muy entretenida. Pero al parecer estoy en la minoría.

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The Saint’s Magic Power is Omnipotent

En algún momento en los últimos tres años, vi Seijo no Maryoku wa Bannou Desu. Acabo de terminar la segunda temporada el año pasado, entonces me confundo de cuándo vi la primera temporada.

Como sea, The Saint’s Magic Power is Omnipotent.

The Saint's Magic Power is Omnipotent

The Saint’s Magic Power is Omnipotent

Este animé es un Isekai, con la novedosa novedad, de que la protagonista es mujer. Sei Takanashi es una oficinista japonesa que un día de buenas a primeras es isekaiada a un mundo fantástico, donde además le salen con el chiste de que fue sin querer, que a quien querían era a otra chava que también la isekaiaron, y que pues perdón pero no sabemos cómo regresarla a su casita.

Sei se lo toma con buen humor y se dedica a investigar plantas y sus propiedades curativas, lo que le permite descubrir que tiene el poder de curar y crear pociones sanadoras, hasta que eventualmente se descubre que siempre sí era ella la santa que buscaban los que la raptaron (para motivos prácticos) de nuestro mundo.

A lo largo de este proceso, Sei interactúa con múltiples hombres que tienen todos en común que están bien papis, en particular un capitán de la guardia del reino que toma un especial interés en ella.

La serie me encantó, porque siguen siendo las mismas fantasías de poder que suelen caracterizar a los Isekais, pero desde una visión femenina, lo cual al menos es más original que el promedio. Hay algo de acción y la mecánica de los poderes de Sei es investigada y explorada a lo largo de la historia; pero no me engaño, es realmente un romance de principio a fin con una muchacha más bien “nerdcita” que se liga al papi más papi de todos.

Yo la recomiendo ampliamente, pero sí deben ser al menos tolerantes al romance, si no probablemente les dé diabetes al verla. Está en Crunchyroll, si les interesa.

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Spider-Man A Través del Spiderverse

En junio del año pasado (tengo que ponerme al día con mis reseñas, rayos), fui a ver Spider-Man: Across the Spider-Verse.

Se aplican las de siempre.

Spider-Man: Across the Spider-Verse

Spider-Man: Across the Spider-Verse

Spider-Man: Into the Spider-Verse es una de mis películas favoritas de todos los tiempos; no sólo animada, no sólo basada en cómics, una de mis películas favoritas, punto.

Creo que me gusta más Across the Spider-Verse.

Al parecer, soy minoría en esto; un montón de gente se queja de que termina en un cliffhanger; y otros se quejan de que Miles no tiene un desarrollo de personaje tan intenso como en Into, que no hay un momento What’s Up Danger.

No tengo problemas con cliffhangers desde The Empire Strikes Back; y aunque es verdad que no hay una escena tan espectacular como What’s Up Danger en esta secuela (en el sentido de desarrollo de personaje; hay un montón de escenas espectaculares), lo cierto es que no es necesaria: la trayectoria de héroe de Campbell la tuvo en la película anterior. En esta segunda parte, Miles sabe exactamente lo que quiere y lo que necesita para conseguirlo.

Quiere a Gwen; y necesita aprender a viajar entre dimensiones para tenerla.

Miles y Gwen

Miles y Gwen

Que no me engaño; es por eso que me gustó tanto esta segunda parte: es dolorosamente romántica, y no nada más de Miles hacia Gwen, es hilarantemente obvio que de Gwen hacia Miles también.

Encima de todo tenemos los innumerables easter eggs en toda la película; una acción espectacular en gran parte de la misma; y por supuesto el giro inesperado al final que hizo que literalmente se me cayera la quijada en el cine.

Es de verdad de las mejores películas que vi el año pasado y sin duda alguna la que más disfruté. La recomiendo encarecidamente, pero supongo que todos ustedes ya la vieron, múltiples veces.

Si no lo han hecho, no saben de lo que se pierden.

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