El Libro de los Secretos

El viernes fui a ver una película tan pendeja, que salí del cine francamente molesto. Y tan molesto estaba que no escribí de ella hasta hoy, que me quedé en casa por no haber amanecido muy bien.

Se aplican las de siempre.

The Book of Eli

The Book of Eli

Denzel Washington interpreta a un ciego (oh, perdón; ya les conté el final de la película) con la mejor vista del mundo, que ha cargado un libro, que es la biblia (oh, disculpa; ya les conté el otro punto “importante” de la trama), durante 30 años desde que hubo una tragedia (suponemos una guerra nuclear) en el mundo.

Eso le ha costado atravesar estados unidos de costa a costa: 30 años. Puta madre, debe de haber estado caminando con las axilas la mayor parte del tiempo, porque ciertamente se ha tardado.

En el camino Eli se encarga de destazar harta gente con lujo de violencia cada vez que tratan de atacarlo o tocar su libro; lo cual por supuesto es ciertamente consistente con la gente que lee un único libro, y ese libro además es la biblia.

Así ocurre hasta que llega a un pueblo dirigido por Gary Oldman, que lleva todo este tiempo tratando de encontrar la biblia. Se supone después de la guerra quemaron todos los ejemplares de la biblia (un esfuerzo cabrón, porque el ridículo libro lo encuentra uno en todas partes y probablemente en todos los idiomas con los que puede uno escribir un libro), y él lo quiere para mantener subyugada a la población que de cualquier manera subyuga con armas.

La película, como pueden ver, es pendeja hasta decir basta; pero a mí en particular además era imposible que me convenciera, porque su premisa principal es que la biblia es un libro “especial”. Ya la he leído, y lo único de especial que le encuentro es que es aburrida, repetitiva, y ridícula en muchas partes. Otras son divertidas, otras interesantes; pero ciertamente no me puedo tragar la premisa de que le cambie la vida a alguien (o al menos de seguro a mí no), o de que un caciquillo patético la necesite para justificar su dominio; como si fuera muy difícil para caciquillos patéticos el inventarse otros modos de justificar su tiranía.

Y para acabarla de amolar, la revelación al final de que Eli era ciego y “guiado por dios” no sólo me parece ridícula e idiota; además está mal hecha, porque durante varias escenas es obvio que Eli usa sus ojos para ver; ¿si no para qué carajo voltear la cabeza?

La película tiene cosas buenas; la violencia es muy divertida, Mila Kunis está muy sabrosa, y a mí en particular siempre me han gustado los temas apocalípticos. Pero de verdad esta película me pareció pendejísima; no la puedo recomendar en buena consciencia.

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Invictus

Con la muerte de mi abuela y mi ida a Guanajuato no pude ir al cine en dos semanas, así que ayer desconté. Decidí, para variar, ver una buena película; y no creo haber podido haber elegido mejor: vi Invictus.

Se aplican las de siempre.

Invictus

Invictus

Morgan Freeman, en el papel de su vida, interpreta a Nelson Mandela cuando recién fue elegido para presidir Sudáfrica. Viendo al equipo nacional de rugby (que es como el futbol americano, pero para hombres de verdad) como una forma de ganarse a la (poderosa) minoría blanca del país, aplica todo su peso político para impedir que la mayoría negra cambie el nombre y colores del equipo (que era odiado y visto como símbolo del apartheid por casi todos los negros), y motiva al capitán del equipo François Pienaar (Matt Damon, bien en su papel; pero se lo come vivo Freeman) para que al final ganen la copa mundial de rugby que se celebró en Sudáfrica en 1995.

La película es barata y cursi, pero no importa, porque Freeman da una actuación tan encabronadamente buena que Mandela aparece como un dios entre los hombres, dando unas muestras de elegancia, inteligencia política y tacto social que hacen que a uno le den ganas de llorar por los patéticos líderes políticos que tenemos los mexicanos. Y me refiero a todos.

Mandela, que fue acusado de terrorista y que recurrió a las armas cuando así lo creyó necesario, y que luego pasó 27 años como preso político del sistema racista del apartheid, consiguió utilizar algo tan trivial como es el rugby para arengar a su nación en torno a una única causa.

Dos escenas en particular me gustaron, porque muestran la endiablada inteligencia política que tuvo Mandela; durante el primer partido de rugby al que asiste como presidente, al llegar al estadio lo reciben con varios abucheos, e incluso le lanzan un vaso de refresco (que no lo alcanza). En cambio, al partido de la final entre Sudáfrica y Nueva Zelanda, después de todo el apoyo que ha mostrado al equipo y de las varias y sutiles manipulaciones políticas que ha hecho con ello, lo reciben con una ovación que por poco tumba al estadio.

La película es maravillosa, en gran (si no es que única) medida por la portentosa presencia de Morgan Freeman, que si no le dan el Oscar los gringos yo digo que se merecen más avionazos a rascacielos. Es maravilloso el tipo.

I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.

Vayan y vean esta película; yo ya había leído que Freeman se moría por interpretar a Nelson Mandela, y de verdad, repito, creo que es el papel de su vida. No se la pueden perder.

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Crónicas Mutantes

Ayer fui a ver Mutant Chronicles. Se aplican las de siempre.

Mutant Chronicles

Mutant Chronicles

Me enteré de esta película cuando salió su corto hace, literalmente, meses. La verdad no pensé que jamás llegara a México; sorpresivamente sí lo hizo (y joyas como City of Ember no; no creo llegar a entender eso nunca). Salen Ron Perlman y John Malkovich, y se veía interesante, así que me metí a verla.

O. Dios.

Mutant Chronicles es una pésima película muy bien hecha. Todo el aspecto técnico de la película está super chido; especialmente la tecnología steampunk y los efectos especiales. Fuera de eso, la película es pésima en casi todos los sentidos.

Una historia revuelta y mal contada, con enormes y múltiples hoyos; todo mundo sobreactuando como si estuvieran compitiendo a ver quién es más ridículo; y las escenas de acción con violencia más gratuita que yo recuerde. Incluyendo cosas como Zombieland y District 9.

Dicho sea eso, yo disfruté enormemente la película. Es bastante divertida, me parece, y me hizo interesarme (levemente) en el juego de mesa sobre el cual está basada.

Al final del día me alegro de haberla visto en el cine; es tan increíblemente mala, que dudo dure mucho en cartelera.

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Tierra de Zombies

Fui ayer a ver Zombieland. Se aplican las de siempre.

Zombieland

Zombieland

Zombieland tiene dos cualidades fabulosas: es genuinamente divertida todo el tiempo, y nunca por ningún motivo para nada se toma en serio.

La historia, por supuesto, es una pendejada; pero no creo que eso importe mucho. Jesse Eisenberg es el personaje principal; es la segunda vez que lo veo en una película, y es exactamente el mismo papel que hacía en Adventureland, sólo que de repente dispara escopetas. Woody Harrelson interpreta a un redneck, y es por mucho lo mejor de toda la película. A Emma Stone es la tercera vez que la veo, y también hace el mismo papel que en otras películas; también disparando escopetas. Está muy chula, de cualquier forma. Abigail Breslin es probablemente la mejor actriz de la película, pero su personaje no es terriblemente atractivo. Sigue siendo encantadora, como sea.

Fuera de ellos, todos en la película son zombies. Y Bill Murray.

No hay mucho que decir acerca de la película: está muy, muy, muy divertida, y de verdad me la pasé muy bien viéndola. También está muy bien hecha, y al menos en cinematografía es ligeramente innovadora.

Vayan a verla; se van a divertir.

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Sherlock Holmes

Ayer, después de curarme la cruda, fui a ver Sherlock Holmes. Se aplican las de siempre.

Sherlock Holmes

Sherlock Holmes

Voy a comenzar diciendo que yo a Sherlock Holmes lo conocí como debe de ser: leyéndolo. No creo haber leído todo el material que Conan Doyle escribió del genial y excéntrico detective, pero ciertamente me chuté una porción considerablemente grande.

Por lo tanto, me parece natural que en general las representaciones del detective en televisión o cine siempre me hayan parecido artificiales, y (más grave todavía) terriblemente aburridas.

Esta idea de presentar a Holmes únicamente como una mente que razona utilizando la lógica, y más insultante, a Watson como un gordo chaparrito, tartamudo y torpe, siempre me pareció un ultraje a la imagen que yo siempre tuve del detective y su inseparable socio.

Holmes era un gran boxeador y artista marcial (venga; así se deshizo de su más grande enemigo, el Profesor Moriarty); y no sólo era “excéntrico”: era un adicto a cualquier droga que pudiera proveerse, un desmadre en su vida personal, y con una personalidad que me parece la única manera de describirla es como obsesiva-compulsiva, además de sin duda bipolar.

Watson además era un héroe de guerra, soldado profesional además de médico, que dejó la milicia por una herida que sufrió en batalla. También jugó rugby cuando era joven (que es como futbol americano, sólo que para hombres de verdad), y los cuentos del detective dejan entrever (veladamente porque, recordemos, es él en teoría quien los relata) a un tipo de acción, mujeriego y jugador.

Para mí esta película es la primera que veo donde muestran al gran detective y su compañero más o menos como los imaginaba. Nada más por eso valdría la pena que fueran a verla.

Pero además es divertidísima, con mucha acción, bien contada, muy emocionante, y con un elenco fabuloso.

Robert Downey Jr. se convierte en el detective de forma completa; incluso se me olvidó el hecho de que era gringo. Jude Law como Watson es maravilloso; hasta cierto punto es gracias a él que la película funciona tan bien. La química que los actores sin duda alguna desarrollaron en la vida real se refleja mucho en la pantalla grande, y además Law es sutil en su magnífica interpretación de Watson. Por ejemplo, tiene una ligera cojera, consecuencia de su herida de guerra (aunque en uno de los cuentos de Holmes decían que la herida había sido en el hombro).

Rachel McAdams (que a mí me encanta desde siempre) es fabulosa como Irene Adler; no sólo siendo tan inteligente como el mismo detective, sino también capaz de entrarle a los madrazos y disparar cuando es necesario. Mark Strong es un villano perfecto para el detective, y yo aplaudo la idea de dejar a Moriarty mejor para próximas películas (que estoy seguro harán como dieciocho después de ésta).

Mención especial merecen Geraldine James como Mrs. Hudson, que se roba todas las dos escenas donde aparece, y Kelly Reilly como la prometida de Watson, que las esposas del mismo sólo fueron ligeramente mencionadas en los libros.

Pero me parece que lo más fabuloso de la película es el romance de la misma; y hablo del romance entre Watson y Holmes, por supuesto; ese es el único romance que importa en las historias del detective. Law y Downey Jr. se portan como novios todo el tiempo; eso sí, muy seriecitos, que no olvidemos que estamos en la Inglaterra Victoriana que metió al bote a Oscar Wilde por ser homosexual. Se hacen panchos, se contentan, y de verdad nada más falta que se agarren a besos.

La película es maravillosa, y me alegra que por fin el siglo XXI tenga una representación del más grande detective que valga la pena. Hacía falta.

Vayan a verla, al cine, varias veces. Porque además seguro van a venir otras tres o cuatro secuelas. Me muero por ver a quién le dan el papel del Profesor Moriarty.

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Próximamente…

Una película que está irrevocablemente ligada a mi niñez es Clash of the Titans; tendría cuatro o cinco años cuando se estrenó en México, y mi madre jura que me llevó al cine a verla. Por supuesto, no lo recuerdo; pero la pasaban tanto en la tele y además fue de las primeras que conseguimos en VHS cuando nos compramos una videocasetera, que la recuerdo casi de memoria.

Como los gringos llevan diez o quince años quedándose sin ideas originales, la van a rehacer; nada más vi los escorpiones gigantes y a Medusa en el primer adelanto, me vine tantito. Ahora que acabo de ver el segundo avance, y cuando veo a Liam Neeson como Zeus diciendo “Release the Kraken!”, de hecho me vine un montón.

Kraken

Kraken

También viene Iron Man 2, con Don Cheadale com War Machine y la sabrosísima Scarlett Johansson como Black Widow.

Iron Man 2

Iron Man 2

También viene Kick-Ass, la segunda adaptación de una novela gráfica de Mark Millar a la pantalla grande; si sale la mitad de buena que la primera (la fabulosa Wanted del año pasado), sin duda valdrá la pena.

Y además de todo viene una nueva adaptación de Robin Hood al cine; que la verdad me alegro, porque no puedo creer que la versión de Kevin Costner sea la última buena (aunque ciertamente será difícil que puedan superar el personaje de Azeem, interpretado por Morgan Freman). No me parecer terriblemente buena la elección de Russell Crowe para interpretar a Robin Hood (y, sin ánimo de ofender, pero ya está medio viejo); pero el tipo me cae bien y ciertamente confío en Ridely Scott como director.

Súmenle a eso que saldrá la séptima (que no última) película de Harry Potter, la adaptación del video juego Príncipe de Persia, y la colección normal de comedias románticas intrascendentes, y el año que viene se ve bastante prometedor con respecto al cine.

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El Cascanueces

Total que ayer fui a ver El Cascanueces de Tchaikovsky en el Auditorio Nacional. La función era a las 5:00 PM y salimos de Xochimilco como a las 3:45. Nada más llegar a Periférico (que nos llevó más de media hora), nos dimos cuenta de que era sencillamente imposible que llegáramos a la función a tiempo; el tráfico en la Ciudad estaba horrible, mucho peor que de costumbre. Así que cuando el tráfico se medio aceleró pasando Gran Sur, me aventé de ahí al metro Barranca del Muerto en unos diez minutos, probablemente rompiendo un récord de velocidad, y seguramente rompiendo varias leyes de tránsito.

El metro nos salvó; llegamos a las 5:01, y como la función empezó tarde pudimos entrar sin problemas. Es una maravilla el metro.

El ballet no me gusta tanto como la ópera, pero la puesta estuvo muy padre. Nunca la había visto como ballet; aunque la música me la sé casi de memoria, como probablemente sepa casi todo el mundo. Los vestuarios y la escenografía están muy padres, y la Compañía Nacional de Danza es muy buena (o al menos eso opino, dentro de lo poco que yo sé de ballet); la orquesta fue al de Bellas Artes. Y nada más por ver a la reinita que bailó en la parte de la danza árabe vale la pena (no recuerdo el nombre, no me quedé con el programa, y la página del Auditorio Nacional es inútil). También la niña que interpretó a Clara me pareció fabulosa.

Estuvo divertido; pero seré sincero y diré que lo más emocionante fue la carrera que me aventé en el trayecto para llegar a tiempo.

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Avatar

Ayer fui a ver Avatar. Generalmente cuando se me acumulan películas que he visto en el cine y que no he comentado en el blog, las presento juntas en una sola entrada. En esta ocasión haré una excepción, porque Avatar es probablemente la mejor película de ciencia ficción de está década que muere, y me parece que merece una entrada para ella.

Se aplican las de siempre.

Avatar

Avatar

Como ya había comentado antes en mi blog, estaba esperando con ansias esta película. La misma no me decepcionó en lo más mínimo; y más importante aún, superó mis expectativas, en varios casos por mucho.

La película ocurre unos ciento cincuenta años en el futuro y sigue a Jake Sully, un ex-marine que quedó paralítico en alguna batalla en la Tierra, y al que le ofrecen la oportunidad de ir a Pandora, una luna con vida en algún planeta por las cercanías de Alfa Centauri. Su hermano gemelo idéntico era parte del equipo científico que iría a Pandora, y murió en un asalto; estaba dentro del proyecto Avatar, que permite controlar remotamente cuerpos creados a partir de ADN humano y extraterrestre para poder estudiar e interactuar con los indígenas de Pandora, los Na’vi. Cuando murió, su avatar quedó inútil porque están ligados al ADN de su controlador, y por eso le ofrecen la chamba a Jake.

Jake se une al resto del equipo Avatar, pero con una diferencia enorme: contrario a ellos, él no es científico; es más, ni siquiera es particularmente bien educado. Además, es un soldado de carrera, lo que hace que el Coronel Quaritch, a cargo de la seguridad de la colonia humana en Pandora, y que no se lleva muy bien con los científicos, lo utilice para sus propios fines.

Los Na’vi son “retrasados” tecnológicamente, y viven en clanes en una sociedad guerrera que además parece estar en simbiosis permanente con los enormes bosques que cubren Pandora y la vida animal que vive en ellos. Los humanos ahí están básicamente porque quieren obtener “unobtanium”, un metal carísimo y cuyas vetas principales ocurre que están debajo de los lugares más sagrados para los Na’vi.

Como decía al inicio de esta entrada, probablemente Avatar sea la mejor película de ciencia ficción de la década, considerando que The Matrix salió en 1999. Tecnológicamente es impecable; los Na’vi, que miden tres metros y son azules, están animados por computadora, y la verdad no se nota. Todo Pandora está hecho por computadora, incluidos insectos, pasto y los montones de criaturas mortíferas que pululan por ahí, y tampoco se nota que esté hecho por computadora. La tecnología de los humanos (portaaviones aéreos, helicópteros y trajes de combate) es creíble, y también magníficamente hecha.

Además la historia es bastante buena, criticando cosas como el imperialismo, las grandes corporaciones, y haciendo una defensa del derecho de los pueblos aparentemente “atrasados” a resistir injerencias extranjeras, y de la importancia de mantener el equilibrio ecológico. Y, todavía más importante, está muy bien contada; la película dura dos horas cuarenta minutos, y la verdad no se siente en lo más mínimo.

Las actuaciones son fabulosas; a mí me está cayendo muy bien Sam Worthington, que con ésta, la última de Terminator y la nueva versión de Clash of the Titans que saldrá el año que viene va pero que vuela a convertirse en el próximo héroe de acción a seguir. Pero mucho mejores están Sigourney Weaver como la Dra. Grace Augustine, y Stephen Lang como el coronel Miles Quaritch; éste último en particular es de los mejores villanos que he visto en mucho tiempo. Giovanni Ribisi como Parker Selfridge, el “trajeado” encargado de los intereses de la compañía minera, también es buenísmo en su papel. Por último, Zoe Saldaña como la “princesa” Na’vi Neytiri, también es maravillosa; más aún considerando que sólo vemos su “actuación” a través de la animación por computadora que hacen de su personaje.

La música también está muy padre, y en general es perfecta para ambientar la película; la misma es divertida de forma consistente todo el tiempo; las escenas de acción son excelentes y muy emocionantes; y hay detallitos simpáticos a lo largo de toda la película: lo bien pensado que está el mundo de Pandora, lo natural que se ve la cultura Na’vi, etc., etc.

De lo único que podría quejarme es bastante nimio; la historia es bastante predecible (cuando Neytiri le dice a Jake que sólo cinco guerreros han domado a la bestia voladora más cabrona del planeta, uno inmediatamente sabe que Jake va a terminar domando una); jamás explican qué carajo hace el unobtanium (que es una broma; unobtanium viene de unobtainable: imposible de obtener); cómo demonios las montañas flotantes de Pandora, ya saben, flotan; y cómo es que los Na’vi terminan siendo, para motivos prácticos, humanos de tres metros azules.

Pero la verdad la película supera por mucho esos problemitas. Además, creo, lo más importante es la historia y el mensaje de la misma; incluso alguien tan citadino como yo, que tengo un profundo y arraigado amor a la Ciudad, y que no le interesa en lo más mínimo los espacios verdes ni mamadas de ese estilo, al final estaba aplaudiendo para que los Na’vi pudieran defender sus bosques. Y al fin y al cabo la victoria de los Na’vi al final de la película se siente como si los Aztecas le hubieran ganado a los españoles; la imagen es bastante chida.

No es difícil prever que la película va a ganar todos los millones de dólares del mundo (lo cual es bueno; tengo entendido que salió carísima), y que además a casi todo mundo le va a gustar. Independientemente de eso, yo creo que de verdad es la mejor película de ciencia ficción de esta moribunda década; algo tiene que ver que la verdad no hubo mucha buena ciencia ficción en estos diez años, pero en mayor medida es que la película es muy buena. Objetivamente muy buena: bien hecha, bien dirigida, bien contada, bien actuada, y con una historia simpática, entretenida y emocionante. Súmenle a eso la revolución que es (porque es revolucionaria) en el aspecto tecnológico, y su lugar en la historia está básicamente asegurado.

A James Cameron se le ocurrió la idea de la película en 1994; se tuvo que esperar más de quince años a sacarla porque la tecnología para hacerla sencillamente no existía. Él mismo ha señalado que trató de meter en la película todo lo chido de ciencia ficción en la misma, y se nota: es de verdad el sueño húmedo de los que disfrutamos ver ciencia ficción en el cine.

Yo la vi el día del estreno (aunque la verdad no lo planeé), y ya quiero verla de nuevo (más todavía porque la vi en IMAX: sigo sin encontrarle el chiste a la chingadera). Véanla, en el cine, varias veces; la película va encaminada a ser un éxito escandaloso, lo cual casi casi asegura las dos secuelas con que amenaza el director. Es una saga que va a pasar a la historia.

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2012

El miércoles fui a ver 2012, porque había oído que lo único que valía la pena de esa película era verla en el cine. No me arrepiento.

Se aplican las de siempre.

2012

2012

2012 es una mala película. También es increíblemente divertida, y nada más por los espectaculares efectos especiales vale la pena verla en el cine.

Ni siquiera voy a platicar la trama; es tan estúpida que no merece la pena. Uno va al cine a ver esta película para ver el mundo valer madre; y en ese aspecto la película cumple con creces su cometido.

No recuerdo una película en la que me estuviera riendo tanto durante tanto tiempo. La destrucción y muerte son tan desproporcionadas y ridículas que para mí terminó siendo una comedia. La misma película complementa esto con muchos chistes insertados a lo largo de la misma, la enorme mayoría estupidísimos, pero no por ello dejan de ser chistosos.

Yo sí la recomiendo; pero únicamente en el cine. También creo que esta película le terminará por dar en la madre al género de películas de desastres, porque no creo que ninguna otra pueda superar el alcance de la destrucción y muerte que ésta presenta.

A mí sí me divirtió.

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Planeta 51

Últimamente me gusta planear mis idas al cine, porque como ya no voy tan seguido de hecho quiero ver algo que me interese. Ayer tenía que perder unas dos horas, y lo más provechoso era ir al cine, así que fui a ver si de chiripa me quedaba 2012 (y sí, ya sé que todo mundo dice que apesta, pero es el fin del mundo y eso generalmente vale la pena verlo en la pantalla grande).

No me quedó, y me metí a ver Planet 51. No resultó ser una tortura, pero ciertamente hubiera preferido ver algo más. Se aplican las de siempre.

Planet 51

Planet 51

La premisa de la película es medianamente interesante; un astronauta aterriza en un planeta que resulta estar habitado, y entonces él es el que termina siendo el alienígena. Además, a pesar del elenco gringo la película es de hecho española, lo que yo hubiera esperado resultaría en una perspectiva interesante y novedosa en una película de ciencia ficción/animada por computadora/para niños.

Lamentablemente esto no ocurre; es como si los realizadores españoles hubieran intentado complacer únicamente a un público gringo. Toda la trama está llena de referencias a películas de ciencia ficción gringas, el Planeta 51 termina siendo una caricatura de gringolandia en los cincuentas, y por supuesto el astronauta es gringo (hubiera sido muchísimo más novedoso si el astronauta hubiera pertenecido a la ESA).

Encima de ello, el doblaje (particularmente el del astronauta Chuck Baker) es intragable; yo esperaría que el original fuera mejor, pero la verdad no me consta. Los personajes son absolutamente unidimensionales, y la historia está llena de hoyos por todos lados; y sí, ya sé que es para niños; pero no por ello hay que suponer que son estúpidos.

En lo positivo la animación es decente (ciertamente no es mala), y hay varias partes donde sí me estaba meando de la risa; pero no pasó mucho tiempo para que me preguntara cuándo terminaría, porque me estaba aburriendo.

Es una mala película, y yo no la recomiendo. A lo mejor está bien para entretener a los enanos durante dos horas, pero no le veo más que eso.

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Luna Nueva

Habiendo leído las cuatro novelas pendejas de fantasía de Stephenie Meyer (y su novela pendeja de ciencia ficción); y además habiendo admitido de hecho disfrutarlas, decidí que era propio, y tal vez necesario, ir a ver la segunda película de la saga, New Moon.

Se aplican las de siempre, pero debo admitir que, como probablemente lo será con todas las películas de esta saga, es irrelevante.

New Moon

New Moon

Trataré de resumir la trama lo más que pueda. Edward deja a Bella para protegerla; su amigo Jacob Black, que es hombre lobo, intenta ligársela, pero Bella corre a salvar a Edward cuando él cree que ella ha muerto e intenta suicidarse por eso.

Mmmmh. Dos líneas. Pensé que al menos necesitaría tres.

Como ya lo he dicho en innumerables ocasiones, las novelas de la Meyer son basura. Dado el material original, era medio imposible que las películas resultantes no fueran basura también; tendrían que modificar la trama substancialmente para que eso ocurriera, y al parecer los realizadores quieren hacer las películas tan fielmente a las novelas como sea posible.

Consecuentemente, New Moon es basura. Sin duda alguna de las peores películas que he visto este año, y me siento tentado a incluir el año pasado también, pero tendría que competir entonces con Twilight. Que, por supuesto, también fue basura.

De eso no debe quedar duda. De lo que tampoco debe quedar duda, es de que New Moon es encabronadamente entretenida si es que disfrutaron las novelas. Si se pasaron un buen rato leyendo la basura que son las novelas, sin duda alguna se pasarán un buen rato viendo la basura que son las películas.

Pero si no es el caso, huyan de esta película como la peste; les causará náuseas. Y no creo estar exagerando.

Para mí, que sí disfruté las novelas, la película se me hizo fabulosa. En gran medida (y tal vez incluso únicamente) por Taylor Lautner, el actor que interpreta a Jacob Black y que mejora (que no creí fuera posible) al personaje del libro.

De hecho la película hubiera sido perfecta para mí si le cortaran los primeros 20 minutos, y los últimos 30, porque es ahí donde sale Robert Pattinson, que interpreta a Edward. Debo hacer notar que Pattinson no me cae mal; todo lo contrario, me cae muy bien desde que lo vi en la cuarta película de Harry Potter. Es sólo que el personaje de Edward es insufrible a niveles que no puedo ni siquiera comenzar a describir.

En cambio el personaje de Jacob es la neta. Mucho más simpático, mucho más encantador, y muchísimo más interesante que el aburrido y lánguido Edward. Y, en mi muy personal y ligeramente gay opinión, mucho (pero mucho) más guapo.

Es mi parecer que Lautner se roba completamente la película (y por poco a la nena de la misma), y de verdad no puedo creer lo tarada que fue la Meyer al incluir un personaje así, y de cualquier forma hacer que Bella siga con su infatuación infantil con Edward.

He leído a mucha gente alabar la actuación de Kristen Stewart (que me sigue pareciendo chulísima) como Bella, pero la verdad a mí me da risa; Bella tiene básicamente dos emociones: niña caliente, pendeja e insegura cuando está con Edward, y niña llorona, pendeja e insegura cuando no está con él. En cambio Lautner es maravilloso como Jacob Black, mostrando un rango de emociones mucho más amplio y (me parece) mucho más complicado; el amigo alegre y solidario, el pretendiente sufrido y despreciado, el héroe involuntario y aguerrido, el muchacho con el corazón roto que regresa a que se lo sigan rompiendo, una y otra y otra vez.

La película también mejora los efectos especiales de la primera; que no era muy difícil, porque en la primera los efectos apestaban. Las escenas de acción son muchas más y mucho más divertidas; nada más la jauría de hombres lobo hacen que valga la pena ver esta película en el cine. Y el punto más fuerte que tiene la Meyer como escritora (hey, alguno debía tener) se preserva en el cine: los diálogos entre los chavos (cuando Bella no se pone húmeda o llora por Edward) son muy divertidos, y todo el romance entre adolescentes está simpático.

Si las novelas los entretuvieron (que no creo que tenga nada de malo; digo, las películas del Santo pueden ser entretenidas), vayan a ver esta película: se van a divertir. Si no han sabido nada de los libros igual y podrían disfrutarla; tiene acción, buenos efectos especiales y romance adolescente. Pero si los libros no pudieron tragarlos, ni siquiera intenten ver esta película. Saldrán queriendo matar a alguien.

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Es benevolencia

Desde hace unos tres años veo House, porque el personaje principal, Gregory House, es probablemente mi personaje favorito en televisión. O al menos ahí se va con William Adama.

Me gustaría pensar que soy un poco como House, pero no me engaño; no soy lo suficientemente listo, ni lo suficientemente desapegado emocionalmente. Pero con el último episodio sí sentí una identificación muy grande con el personaje:

House: I’ve decided what I’m gonna do about Cuddy and Lucas.
House: I’m going to break them up.
Wilson: Of course.
House: It’s given me a purpose in life, a goal, a raison d’etre.
Wilson: Albeit a selfish, mean-spirited, childish raison.
House: I think of it more as benevolent.
House: There’s only two possible outcomes for their relationship.
House: They split, or they stay together forever.
House: If it’s split, then the sooner it happens the better for everyone.
House: If it’s stay, then my meddling won’t matter.
House: In fact, if they survive it, it might even make their bond stronger.
Wilson: How you manage to elevate your narcissism to beneficence
is masterful.

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Cirque du Freak: El Aprendiz de Vampiro

Ayer fui a ver Cirque du Freak: The Vampire’s Assistant, básicamente por John C. Reilly. He sido fan incondicional de Reilly desde que actuó en Chicago, y sigo esperando con ansias una película buena donde él sea el protagonista… y de preferencia donde no interprete a un imbécil.

Lamentablemente, Cirque du Freak no es esa película. Y para acabarla de amolar, cometí un error que hacía años no cometía: fui a ver la película en español. Estuve a punto de salirme de la sala, pero dado que el miércoles es básicamente el único día que tengo libre para ir al cine (con lo de los generales y todo), al final decidí verla.

Se aplican las de siempre.

Cirque du Freak: The Vampire's Assistant

Cirque du Freak: The Vampire’s Assistant

Dos adolescentes idiotas va un show de fenómenos, donde uno de ellos detecta que uno de sus integrantes es vampiro. Obsesionado como está con los vampiros, le pide que lo convierta, pero el vampiro se niega porque tiene “mala sangre”. Su amigo mientras tanto roba la araña del vampiro (que al parecer es más inteligente que los dos adolescentes juntos), porque está obsesionado con ellas, y por supuesto termina mordiendo al amigo y poniéndolo en peligro mortal. Desesperado le pide al vampiro el antídoto, y el vampiro accede con tal de que se deje convertir en “medio vampiro” y se vuelva su ayudante.

La trama es tan idiota como suena, si no es que peor. Las actuaciones no sé, porque en español es difícil de detectar, aunque siendo justo el doblaje es soportable. La película es ligeramente entretenida, pero completamente intrascendente. Al parecer está basada en una serie de libros, que me imagino igual de intrascendente porque no había oído hablar jamás de ellos.

Reilly me cae muy bien, pero su sola presencia no creo que valga la pena para ver la película. Ciertamente no en español, al menos. Tan intrascendente me pareció que por poco se me olvida escribir de ella.

Si les medianamente interesa (no creo que nadie muera por ver esta película), les recomiendo que la renten en un par de meses.

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Puedo esperar

Mucha gente que me conoce no sabe esto, pero, cuando se me pega la gana, mi paciencia puede ser casi infinita. El pedo, por supuesto, es que de hecho se me pegue la gana.

Como sea, con películas por estrenarse gente como yo no tenemos de otra más que esperarnos; en particular yo nunca compro una película pirata para poder verla antes de que se estrene. Lo que me más gusta de ver un estreno es, en gran medida, ir a verlo al cine.

Dos películas en este momento están poniendo a prueba mi paciencia; la primera es Avatar, de James Cameron, que por suerte se estrenará el 18 de diciembre, en menos de dos meses. He de haber visto el avance unas doce millones de veces, porque está poca madre, y la película se ve muy prometedora.

Avatar

Avatar

Si Cameron hace las cosas bien (que, admitámoslo, generalmente las hace), esta película puede resultar fabulosa.

La otra película, lamentablemente, no se estrenará hasta mayo del año que viene. Me refiero a la durante años esperada adaptación del videojuego Príncipe de Persia. La película en particular estará basada (que no adaptada) en la triología de las Arenas del Tiempo, así que se llamará Prince of Persia: The Sands of Time, y el avance salió hace como quince minutos, pero ya lo he de haber visto como cuatro veces, porque también se ve increíble.

No sólo se ve que pusieron a Jake Gyllenhaal (que siempre me ha caído muy bien) a dar de brincos y hacer maromas todo el tiempo; además varias escenas de verdad parecerían sacadas de los videojuegos. Y no sólo de las Arenas del Tiempo; hablo también de los videojuegos de hace casi veinte años, que yo jugaba en mi 8088 con monitor monocromático verde, y sonidos que salían de la bocinita Lili Ledy, porque entonces ni siquiera existía el concepto de “tarjeta de sonido”.

Prince of Persia

Prince of Persia

Las dos películas se ven muy bien, y pues sólo faltará esperar a que salgan. Por suerte para eso (y para muchas cosas más), sin muchos problemas puedo esperar.

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9

Fui el miércoles a ver 9. No lo había comentado porque… bueno, porque así es la vida.

Se aplican las de siempre.

9

9

Tenía muchas ganas de ver esta película; todo el concepto de muñequitos de trapo vagando por un mundo postapocalíptico me parece sumamente interesante, por alguna razón.

9 consigue que los muñequitos de trapo (stitchpunks) cobren vida; la idea en particular de los ojos funcionando como aperturas de diafragma se me hizo fabulosa. El mundo postapocalíptico donde los stitchpunks viven es también muy bien realizado; sucio, polvoriento, con cadáveres humanos por todos lados, y absolutamente muerto de cualquier forma de vida orgánica.

Toda la película es bellísima visualmente; más aún que Pixar, creo que esta película ha superado (por mucho) lo que la tecnología de animación por 3D es capaz de hacer. Las actuaciones que hacen creíbles a los stitchpunks también son muy buenas, con un elenco de primerísimo nivel, y una sincronización con los monitos básicamente perfecta. Y en general todo el diseño de las criaturas que habitan esta Tierra desolada y la “tecnología” que se muestra están muy bien hechas.

Todo eso, sin embargo, se va derechito a la basura porque la historia es una pendejada de proporciones monumentales. Comenzado con la idea de ludismo imbécil de que hay que temer a la tecnología, continuando con el hecho idiota de que los monitos son “partes” del alma del científico que los creó (lo cual hace ligeramente perturbador el romance que nace entre 9 y 7), y con el final básicamente sin sentido donde los stitchpunks que murieron durante la trama son “liberados” y se van a las nubes a hacer que llueva. Además de que, si al parecer es tan sencillo transmitir el alma (o porciones de la misma), ¿por qué no les crearon nuevos monitos para que sus almas residieran ahí?

Me hubiera gustado mucho amar esta película, pero de verdad la trama se cae completamente alrededor de las dos terceras partes, que dado que la historia es una “expansión” de un pequeño corto, a lo mejor se entiende. Visualmente es impresionante, y tal vez nada más por ello tal vez valga la pena verla en el cine. Pero a mí la verdad sí me decepcionó bastante.

Utilizando las mismas palabras con que la película comienza, los realizadores deberían decirse “we had such potential, such promise…”

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Castle

Veo Castle porque es una serie sinceramente divertida, porque no se toma en serio ni siquiera cuando se toma en serio, porque tiene romance del tipo que me gusta (que me gusta casi cualquier tipo de romance), porque tiene misterios policiacos sin las faroleadas de CSI, porque Stana Katic está muy guapa, y porque Castle lo interpreta Nathan Fillion, que era el capitán Mal Reynolds en la fabulosa (y corta) serie de Ciencia Ficción Firefly.

El último episodio ocurre en Halloween, y adivinen de qué se disfraza Castle:

Mal Reynolds

Mal Reynolds

Como Castle lo describe, de “vaquero espacial”. Como su hija tiene a bien decirle, no hay vacas en el espacio, y además ya había usado ese disfraz “cinco años atrás”. Que ya es hora de que lo “supere”.

Me estaba meando de la risa. Y me dio nostalgia por Firefly.

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Sector 9

Ayer fui a ver District 9, depués de haber oído en muchos lados que era “la mejor película de Ciencia Ficción” de este año. No necesariamente concuerdo, después de haberla visto, pero ciertamente me gustó mucho.

Se aplican las de siempre.

District 9

District 9

Hace más de veinte años, una nave gigantesca llegó a la Tierra y se dirigió directamente a Johannesburgo, Sudáfrica. Y después ya nunca más volvió a hacer nada, aunque varios científicos dicen que el módulo de control de la nave se desprendió de la misma, y se perdió entre el montón de cosas que constantemente caían de ella. Se quedó ahí, flotando alegremente sobre Johannesburgo.

Después de que durante días no hubo señales de ningún tipo desde la nave, los humanos decidieron abrirla y ver qué encontraban dentro. Después de hacerle un gújero y entrar, descubrieron a cerca de un millón de alienígenas con un cierto parecido a langostinos, en pésimo estado de salud y muy desnutridos. Los alienígenas no parecen ser particularmente inteligentes; uno de los científicos propone la teoría de que probablemente la especie completa tenga un sistema de castas (como las hormigas o las abejas), y que los alienígenas en la nave son los equivalentes a los obreros; acatan órdenes, pero no tienen mucha iniciativa propia.

Como sea, con un millón de alienígenas en sus manos, los humanos los hacinan en el espacio justo debajo de la nave, el famoso Sector 9, que al poco tiempo termina convirtiéndose en una copia de todos los campos de refugiados en el mundo, donde reina el crimen (cometido por alienígenas y humanos), la pobreza y la suciedad. La tecnología alienígena, además, es bastante inútil para los humanos, ya que al parecer está trabada para sólo funcionar cuando es operada por un extraterrestre; en particular, las armas (que sí hay, y muchas) no pueden ser utilizadas por humanos.

La película, relatada en gran parte como si fuera un documental, narra la historia de Wikus van de Merwe, un burócrata en general bien intencionado, aunque tirando a mediocre y lleno de prejuicios ignorantes contra los “langostinos” (como les dicen peyorativamente a los alienígenas), que se ve a cargo de la tarea de darles notas de desalojo a los alienígenas porque el MNU (la corporación privada que maneja la seguridad y la investigación científica en todo lo relacionado con los extraterrestres y su nave) los quiere mover a varios kilómetros de la ciudad, porque sus habitantes ya están hasta el huevo de los alienígenas y las broncas relacionadas con ellos. A Wikus le es asignada la tarea no por sus habilidades, sino porque es yerno de uno de los altos directivos de el MNU.

Haciendo su trabajo de la mejor forma que puede (si bien no siendo particularmente hábil), Wikus de repente se encuentra con un cilindro donde el único alienígena que la película muestra con iniciativa y algo de inteligencia, “Christopher”, ha venido recolectando “líquido” alienígena durante 20 años (al parecer es el combustible que la tecnología extraterrestre utiliza; la película no es clara al respecto), y Wikus es rociado por andar jugueteando con él.

Esto causa que Wikus poco a poco se vaya transformando en extraterrestre, y por lo tanto se vuelve el único ser humano capaz de operar las armas extraterrestres. Eso lo vuelve un fugitivo de la MNU, y Wikus se refugia en el único lugar posible: en el Sector 9. Ahí vuelve a encontrar a “Christopher”, que le propone un trato: si lo ayuda a recuperar el cilindro con el “líquido”, entonces él lo ayudará a transformarse en humano de nuevo.

La película tiene unos hoyos enormes en la historia; más grandes que la navesota flotando encima de Johannesburgo. También presenta demasiados personajes unidimensionales; los malos son malos en serio, sin ninguna cualidad que los redima; y todos los alienígenas (exceptuando a “Christopher” y su hijo) son violentos, idiotas, y adictos a la comida para gatos. De verdad.

Pero todo eso es perdonable porque a pesar de ello la película es fabulosa; bien contada, bien dirigida, y muy bien actuada: Sharlto Copley como Wikus es excelente, mostrando al inicio el racismo y prejuicio típicos de la gente ignorante de clase media (o sea, no consecuencia del odio, sino únicamente de la ignorancia), y después evolucionando en alguien capaz de sentir empatía por los alienígenas cuando él se ve recibiendo el mismo tipo de persecución y desprecio.

Además la película es al fin y al cabo un comentario acerca del trato que reciben todos los refugiados humanos en todo el mundo, los problemas de xenofobia y racismo, y el papel que juegan las grandes corporaciones cuando se encargan de situaciones del tipo que nunca deberían dejarse a cargo de grandes corporaciones.

Y, encima de todo, los efectos son fabulosos (los alienígenas nunca parecen hechos por computadora), y las escenas de acción cerca del final son muy emocionantes y muy bien hechas. Además de que hay una escena donde “Christopher” corre utilizando un panel de metal para protegerse de las balas, y yo sólo pude pensar en el Pípila.

Sólo como punta encima del pastel, la película es divertidísima en muchas partes, con un humor negro muy bien utilizado, y muchas escenas muy cagadas donde humanos y alienígenas son (literalmente) hechos mierda de forma tan ostentosa y exagerada, que yo sólo pude pensar (mientras me moría de la risa) que eran pequeños tributos a las películas iniciales de Peter Jackson (que produce esta película), como Bad Taste.

Aún faltan dos meses para que acabe el año, así que yo sí esperaré para decir si District 9 es la mejor película de Ciencia Ficción de este año; lo que sí es que es muy buena, está muy bien hecha, y además es muy divertida. Creo que mucha gente ha exagerado lo buena que es; tiene varios problemas, y algunos de ellos graves. Pero de cualquier forma vale muchísimo la pena que la van a ver al cine.

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