El Planeta de los Simios: Nuevo Reino

A finales de mayo del año pasado fui a ver Kingdom of the Planet of the Apes.

Se aplican ya saben.

Kingdom of the Planet of the Apes

Kingdom of the Planet of the Apes

Había visto en el cine las primeras dos partes de esta nueva encarnación del Planeta de los Simios; pero por alguna razón (creo que estaba en Europa) no fui a ver la tercera. Que es una lástima, porque es bastante buena.

Como sea; esta cuarta entrega la verdad no me llamaba mucho la atención, pero en primer lugar escuché de varias reseñas que estaba divertida; y (más importante, si soy sincero), sale Freya Allan, que me parecía bellísima desde que la vi en The Witcher en Netflix, pero aquí además sale con el cabello oscuro y oh dos meo es más allá de bellísima.

La película está bien, nada para ponerse a dar de brincos, pero está bien. Lo que pasa es que yo durante toda la película estaba seguro que Nova⧸Mae iba a ser el equivalente de Charlton Heston en su papel en la versión original de 1968. Que al final haya un grupo de humanos que no han sido infectados por el virus (y que ella en los hechos se sacrifica al haberse expuesto), la verdad me sacó de onda: todavía más porque al parecer hay más grupos por ahí perdidos, dado que Trevathan tuvo que haber salido de algún lado.

Como sea, está divertida y exclusivamente por ver a Freya Allan valdría la pena; nada más no estoy seguro a dónde quieren llevar la historia en el futuro. Al parecer la llave de cifrado que Mae lleva al asentamiento humano justo les va a permitir comunicarse con los demás asentamientos humanos que existan. ¿Entonces habrá otra guerra entre especies? No se ve como que haya mucho interés en convivencia pacífica.

Llámenme chapado a la antigua, pero me gustaría ver al Icarus llegar al planeta Tierra y ahora ver esa historia desde el punto de vista de los simios; y ciertamente todavía es posible, con la subtrama de los asentamientos humanos dejándose para otras películas o desarrollándose en paralelo.

No lo sé; me he chutado todas las películas de esta franquicia, pero la verdad no se acerca a mis franquicias favoritas pero ni de lejos. Vamos a ver cómo va evolucionando con el tiempo, porque sin duda alguna van a continuar esta encarnación al menos durante otra película, dado que a ésta le fue relativamente bien.

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Abigail

A finales de abril del año pasado fui a ver Abigail. Se aplican las de siempre.

Abigail

Abigail

Abigail es una película muy divertida.

Originalmente una nueva versión de la hija de Drácula, la película mantuvo a la protagonista pero es una historia completamente original. Un grupo de criminales es contratado para raptar a una niña bailarina de ballet, con el objetivo de pedir un enorme rescate a su padre.

Resulta al final que todo es una trampa: los criminales todos han interferido con los negocios de un gángster muy temido, y descubren que se encuentran encerrados en una mansión con la titular Abigail, que por supuesto es en realidad una guampira y la hija del gángster, que nunca se dice explícitamente, pero que podemos adivinar es Drácula.

No tienen idea, queridos lectores, cómo disfruté esta película.

El elenco es espectacular: el twink de Dan Stevens aquí actúa fuera de su molde normal, haciéndola muy bien de ex policía corrupto y sin duda alguna el más peligroso del grupo; la imposiblemente chula Kathryn Newton por primera vez la veo actuar bien aquí, como la niña rica convertida en hacker en busca de emociones fuertes; el mismísimo Blob (Kevin Duran) aparece aquí como el ligeramente idiota pero algo honorable músculo del grupo; y la paisana (además de bellísima) Melissa Barrera como la “heroína” de la historia, como una médico militar ex drogadicta. Hay otros dos en el grupo de criminales, pero los matan demasiado rápido como para que puedan hacer mucho realmente.

La titular Abigail es interpretada de manera excelente por la jovencísima Alisha Weir; y el guapísimo Matthew Goode aparece en un quasi cameo como su padre vampiro. Por último, pero no por ello en último lugar, el siempre bienvenido Giancarlo Esposito la hace del contacto entre los criminales y el gángster.

La película es de terror como lo eran cuando yo era adolescente: con una increíblemente generosa cantidad de tripas en la pantalla (los guampiros al morir suelen explotar como decían los Hombres G: entre vísceras y sangre) y con violencia gloriosa y gratuita cada quince minutos.

También es, me alegra repetirlo, muy divertida, con un humor negro que se mantiene de manera consistente a lo largo de los bastante razonables 109 minutos que dura la película.

Aunque bien recibida por la crítica, la película no fue un súper éxito, aunque sí recuperó lo que se gastaron en hacerla. Yo la disfruté como no tienen idea y me alegro muchísimo de haberla ido a ver al cine.

La recomiendo encarecidamente.

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Rascal Does Not Dream Of… Las Películas

A inicios de abril del año pasado fui a ver Rascal Does Not Dream of a Sister Venturing Out y Rascal Does Not Dream of a Knapsack Kid, convenientemente empaquetadas en una sola función de Cinépolis imaginativamente titulada Rascal Does Not Dream Of… Las Películas.

Se aplican no importa realmente; menos si no han visto el animé.

Rascal Does Not Dream Of... Las Películas

Rascal Does Not Dream Of… Las Películas

Me quejaba hace unos años de cuando fui a ver Demon Slayer: To the Swordsmith Village, porque nada más pegaron 3 capítulos juntos. Bueno, estas dos “películas” es lo mismo… dos veces.

Ahora, Rascal Does Not Dream Of normalmente me gusta mucho… excepto cuando no me gusta; que en esas ocasiones causa que me quiera sacar los ojos con un lapicero. Cuando es una dramedia romántica es una serie bastante chida en todos los aspectos: comenzando por los técnicos pero también en el desarrollo de personajes e historia.

Cuando trata de agregar los elementos sobrenaturales que la caracterizan (que en mi humilde opinión falla miserablemente por las explicaciones idiotas que se inventan), es cuando quiero cortarme las venas con pan Bimbo.

Fue entonces interesante ver esta “película”, porque la primera parte (la primera “película”) es casi completamente lo que me gusta de la serie: Sakuta ayuda a su hermanita Kaede a tratar de regresar a la escuela después de que dejó de asistir porque la buleaban, pero en el camino tiene que lidiar con el hecho de que la otra Kaede (la que suplantó a su hermanita durante la serie), a pesar de que no era su hermanita “original”, pues al fin y al cabo terminó también queriéndola; y aunque está sinceramente agradecido y aliviado de haber recuperado a su “verdadera” hermanita, eso significó perder a la otra Kaede.

Casi lloro en esta parte.

Además, tiene la mejor escena de la película cuando Kaede agarra a Mai y Sakuta en la recámara de él, con él en calzones.

Pero entonces la segunda parte sale con las mamadas de universos alternativos y ahora nadie puede ver a Sakuta (como originalmente nadie podía ver a Mai en la serie) y de nuevo quería que me atropellara un perro o me mordiera un tren. Y eso que en esta parte Mai y Sakuta llenan una forma de registro matrimonial, cosa que normalmente es como crack para mí.

Casi lloro en esta parte también, de lo estúpido que encuentro las explicaciones idiotas que dan para el “síndrome adolescente” de los protagonistas en esta serie.

Como sea, salí bastante contento del cine, porque sin duda alguna esta serie me entretiene; cuando me gusta me entretiene como normalmente me entretiene la cultura popular. Pero cuando la detesto, resulta que me encanta detestarla, entonces ganar-ganar, supongo.

La recomiendo con esos bemoles; y además reconociendo que si no han visto la serie, las “películas” no van a tener el más mínimo sentido. Además además, no tengo idea dónde puedan verla.

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Godzilla y Kong: El Nuevo Imperio

A inicios de abril del año pasado fui a ver Godzilla x Kong: The New Empire.

Se aplican literalmente no importa, es más allá de estúpida la película.

Godzilla x Kong: The New Empire

Godzilla x Kong: The New Empire

Tuve la mala puntada de ir a ver esta película unas semanas después de haber visto Godzilla Minus One, lo cual demolió cualquier posibilidad que hubiera podido existir de que me pareciera buena en lo más mínimo.

Es, indudablemente, una película mala; pero eso es más o menos lo que uno por omisión espera de las películas gringas de Godzilla o de King Kong. No, lo grave es que sea aburrida. También es increíblemente estúpida, pero la verdad puede haber cosas increíblemente estúpidas que sean altamente entretenidas.

Godzilla x Kong no es uno de estos casos.

Desde un punto de vista técnico es, meh, he visto peores. Como fatídicamente decían en la serie de Chernobyl, “3.6 roentgen, not great, not terrible”. Pero en comparación con los espectaculares efectos especiales de G-1, esta película tiene efectos lamentables. De nuevo, lo que uno esperaría de una película gringa de Godzilla o King Kong; pero en comparación con la fabulosa película japonesa del enorme lagarto, sí son lamentables.

Lo que destrozó cualquier posibilidad de que fuera más amable con el churro en general, es lo idiota, condescendiente y ligeramente racista de la historia; el inclemente y fallido intento de humor en básicamente todas las escenas; y los execrables personajes que yo le andaba ya rezando al supremo que por favor algún monstruo se los comiera.

En particular Dan Stevens aparece de repente, sin ningún tipo de antecedentes para su personaje, como interés romántico de Rebecca Hall, y haciéndola del veterinario de King Kong para reemplazar un diente rompido del mega chango. Me gustaría decir que todo lo anterior es un chiste mío, pero no, lamentablemente es la verdad que no miente.

Dicho todo lo anterior, eventualmente la película se deja de mamadas y los changos y lagartos gigantes comienzan a darse de madrazos, y pues al fin y al cabo (como casi todos los hombres) sigo teniendo dentro de mí un niño chiquito que se emociona con esas pendejadas, especialmente cuando equipan a Kong con un guante mecha para poder dar madrazos más fertes. Así que no salí de mal humor del cine.

Pero es indiscutible lo pobre que es esta entrega en el universo de kaijus que Warner Bros. ha intentado formar desde hace años; todavía más si la comparamos con la espectacular Godzilla Minus One, que cada vez que la vuelvo a ver de alguna manera se pone mejor y mejor.

Este adefesio está en Max, si por alguna razón quieren verla.

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Mother of the Goddess’ Dormitory

En general creo que me abstendría de escribir acerca de Megami-ryō no Ryōbo-kun; no por lo “controversial” que se le puede considerar, sino porque es muy mala. Para ser un animé “sexi” (ecchi), ademas, la verdad hasta en eso deja mucho qué desear; y más grave que todo eso, es aburrida. También es estúpida: pero la verdad me gustan muchísimos animés estúpidos, nada maś no cuando son aburridos.

Sin embargo sí tengo sentimientos acerca de la serie, entonces quiero expresarlos aquí.

Mother of the Goddess' Dormitory

Mother of the Goddess’ Dormitory

Koshi Nagumo es un adolescente de 12 años que su padre lo abandona cuando su casa se incendia, y entonces el muchacho termina en condición de calle, lo que causa que se desplome en la vía pública muriéndose de hambre.

(La serie deja muy claro, vía subtítulos, éste es un trabajo de ficción y entonces nombres, instituciones, leyes y sentido común quedan en las manos del autor.)

Una estudiante universitaria se apiada de él y lo recoge, llevándolo al dormitorio donde vive que casualmente necesita una “madre” (la persona que se encarga de limpiar y cocinar para las estudiantes universitarias que vivan en el dormitorio), papel que le ofrece a Koshi y que él acepta.

Supongo que se podrán imaginar a dónde va la historia: todas las innecesariamente sexis estudiantes que viven en el dormitorio terminan de una u otra manera restregando sus chichis en la cara de Koshi. Que por supuesto debemos como espectadores encontrar hilarante además de envidiar la “buena suerte” de Koshi.

Sólo como ejercicio mental, supongan que la historia relatara a una muchacha de 12 años que de repente se encuentra viviendo en la calle, y un grupo de frat-boys-dude-bros la recogiera en su fraternidad y terminaran de una u otra manera restregando sus camarones en la cara de la muchacha.

Nunca cambies, Japón.

Ahora: aún con la impropiedad de la historia y el inigualable doble estándar de género con el que los japoneses tratan este tipo de narrativas, yo podría incluso defender un animé de este estilo. La cosa es, tendría que ser bueno; o al menos genuinamente divertido.

No es divertido; no puede serlo cuando toda la historia es el mismo chiste contado de múltiples maneras: oh, miren, a Koshi le están restregando chichis en la cara. De nuevo.

En la historia de repente aparece Sutea Koroya, amiga de la infancia de Koshi (y por lo tanto inevitablemente la heroína perdedora de la historia; creo que es ley en Japón), que es una tsundere pelirroja con coletas dobles, y que por lo tanto yo estoy contractualmente obligado a que me guste… y ni siquiera ella pudo rescatar este animé para mí: no en menor medida porque es obvio que con quien va a terminar Koshi si descartamos la ruta del harén (la unidad básica familiar del animé), es con una de las estudiantes universitarias.

De nuevo, yo no me persigno ni escandalizo con este tipo de historias. No me ofende el estupro en ficción; me ofende que la serie sea mala y particularmente que sea aburrida.

No sé dónde puedan ver la serie; pero si supiera, creo que no se los diría: de verdad no vale la pena.

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Suzume

Después de detectar el error que cometí con The Boy and the Heron, me puse a revisar mis “registros” (o sea, mis correos de confirmación de cuando compro boletos para ir al cine) y descubrí que también me había brincado Suzume, que la vi en mayo de 2023.

Creo, creo que ahora sí ya no hay más huecos; pero esto sin duda ocurrió gracias a que estoy retrasadísimo con mis reseñas cinematográficas. No estoy seguro cómo es que dejé que las cosas se deterioraran hasta este grado, pero sí es algo que pienso reparar: este año de nuestro señor Cuauhtémoc 2025 (500 años de su asesinato), voy a ponerme al día con mis reseñas así sea necesario escribir múltiples consecutivamente.

Como sea, Suzume; se aplican las de siempre.

Suzume

Suzume

Me ecantó esta película; lamentablemente no vi Your Name. en el cine, pero después de verla y saber de la existencia de Suzume, tomé nota mentalmente de que si tenía la oportunidad, la iría a ver al cine. Y eso hice.

La historia es medianamente interesante, donde resulta que los temblores en Japón son causados por gusanos gigantescos que escapan de una dimensión llamada el Para-Siempre-Después, a menos que guerreros espirituales los detengan al cerrar puertas místicas.

El guerrero espiritual en turno, Souta Munakata, llega al pueblo de Suzume Iwato, una preparatoriana de 17 años, a cerrar una de estas puertas místicas, y la muchacha es tan caliente que lo sigue y termina involucrándose con Souta, que acaba con su alma transferida a una sillita amarilla con sólo 3 patas; y con un gato mágico que es la piedra clave del oeste para evitar que escapen los gusanos gigantes.

El estúpido gato escapa, lo que causa que Souta (en modo sillita amarilla con sólo 3 patas) lo persiga; y la caliente de Suzume lo sigue a él a su vez, porque evidentemente la estúpida sillita no va a poder cerrar las puertas mágicas sola.

Muchas aventuras se siguen; pero a mí me gustó la historia principalmente por ser un romance sutil, con Suzume evidentemente queriéndole tronar sus huesitos a Souta; pero todavía más por cómo se presentan los temblores en la historia.

Japón, como ya deben saberlo, queridos lectores, es agobiado por temblores todavía más de lo que nos agobian a los mexicanos, en particular a los de Guerrero, Oaxaca y obviamente la CDMX. Los temblores terminan siendo un protagonista más de esta historia, y es obvio que la película está en gran medida pensada para conectar con personas acostumbradas a sufrir todo lo relacionado con vivir en una tierra agobiada por terremotos.

Fue espectacular verla en el cine, porque casi toda la audiencia (yo incluido) justamente somos parte de ese conjunto de personas; es literalmente parte de la cultura mexicana, en particular en la CDMX (donde vi la película). En algún momento un mega gusano está a punto de caer sobre Tokio, y dados los antecedentes provistos por la historia, los espectadores sabíamos el mega terremoto que iba a causar esto. Yo literalmente sentí como toda la audiencia conteníamos la respiración en anticipación a un desastre mucho peor que un ataque extraterrestre; o un kaiju enfurecido; o una bomba que explotara: porque sabemos que es real; sabemos el alcance de la devastación que puede causar; y además lo hemos llegado a experimentar en carne propia a lo largo de nuestras vidas. Algunos de nosotros múltiples veces, de hecho.

Es muy buena película, y la disfruté mucho en el cine; de hecho más que la última de Miyazaki. La recomiendo ampliamente; está en Netflix si les interesa.

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El Niño y la Garza

Y total que volví a cometer un error en el orden en que reseño películas; fui a ver The Boy and the Heron a mediados de enero del año pasado, entre Godzilla Minus One y Con Todos Menos Contigo; pero como compré el boleto el mismo día que compré el de Godzilla Minus One, en mi correo se agruparon ambas compras.

Como uso mi correo como registro de qué películas he ido a ver, dado que ya nunca compro boletos en taquilla, se me fue la última película de Hayao Miyazaki.

Supongo que no es tan grave, pero sí quería explicarlo.

Se aplican las de siempre.

The Boy and the Heron

The Boy and the Heron

Hace dos décadas, fui con mis cuates a ver un maratón de animé, si mal no recuerdo en la prepa 7, donde entre otras películas presentaron Castle in the Sky, que este año cumplirá 39 años de existencia.

Es mi película preferida de Miyazaki, y cada vez que voy de al cine a ver una nueva película del director japonés, siempre salgo un poco decepcionado de que todavía no haya logrado superar las expectativas que desde hace dos décadas mantengo antes de ver cada una de sus nuevas entregas, esperando con ansias que supere lo que consiguió (y consigue) hacerme sentir con Tenkû no shiro Rapyuta.

Kimitachi wa dô ikiru ka es nada más la última película de Miyazaki que me decepciona de esta manera. Quiero decir, no es mala de ninguna manera; pero sigue quedándose corta (a mi parecer) en comparación con Castillo en el Cielo.

Desde un punto de vista técnico es… lo que suelen ser las películas de Miyazaki. No se le escatiman sus logros, pero la verdad como que ya hemos visto todo esto (aunque la secuencia del incendio de Tokio por un bombardeo donde muere la mamá de Mahito es más o menos original).

El protagonista, Mahito Maki me cayó bien porque aparece cuatro quintas partes de la película en un estado de permanente encabronamiento, primero por la muerte de su madre y después porque su padre tan campantemente decida reemplazarla con su hermana menor; pero la verdad la historia no conectó conmigo, al menos no en su mayoría. Es una historia “caprichosa” y fantasiosa, como suele ser con Miyazaki; pero en general carece del sentido del humor que en otras de sus obras es más prominente, además de que para motivos prácticos no tiene nada de romance. No ayuda en esto que la única protagonista mujer de una edad más o menos cercana a Mahito sea su madre.

Tampoco ayuda que el subtexto de la historia deja claro que el papá de Mahito, además de sustituir a su difunta esposa con la hermana menor de la misma, estaba cooperando con el esfuerzo bélico del imperio fascista japonés en la Segunda Guerra Mundial.

Como sea, sí me gustó la película; pero una vez más salí ligeramente decepcionado de que Miyazaki no haya conseguido (para mí) alcanzar los niveles que alcanzó (para mí) con Kimitachi wa dô ikiru ka cuando la vi hace veinte años en un maratón de animé con mis cuates de la universidad.

De cualquier manera la recomiendo; está en Netflix si les interesa.

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Zona de Interés

A finales de marzo del año pasado fui a ver The Zone of Interest. Se aplican las de siempre.

The Zone of Interest

The Zone of Interest

A veces, de puro milagro, voy al cine y de hecho veo una película buena. Y con esto quiero decir que no me refiero a que sea divertida o entretenida, o que esté bien hecha; no nada más, al menos. Me refiero a que es objetivamente buena en términos del séptimo arte.

Ésta fuea una de esas veces.

La película es maravillosamente simple; es la historia de un burócrata eficiente y eficaz, junto con la de su familia. Eso es todo, es un drama familiar intercalado con algo de grilla acerca de la chamba del padre de dicha familia.

Nada más ocurre que la chamba del papá es ser el comandante a cargo de Auschwitz, el campo de concentración nazi en Polonia probablemente más tétricamente famoso.

La película raya, superficialmente, en lo aburrido: no hay escenas de violencia física; no hay para motivos prácticos gritos; no hay nada que explícitamente muestre el terror que ocurre a unos cuantos metros de la vida aparentemente idílica de esta familia alemana a inicios de los años cuarentas del siglo pasado.

Implícitamente se llegan a notar estas cosas: balazos apagados de alguna ejecución arbitraria; las casi inaudibles súplicas de algún prisionero rogando por su vida. La suegra del comandante llega a invitación de su hija a vivir con ellos, pero sale corriendo a la primera noche al abrir sus ventanas y ver el cielo negro del humo con destellos rojos de los hornos incinerando a los prisioneros del campo. El papá lleva a sus hijos a nadar al río y los saca horrorizado cuando descubre una quijada humana que fue arrojada a dicho río sin mucho cuidado.

Y está por supuesto el hecho de que nosotros, como espectadores, sabemos qué está pasando. Que por suerte para casi toda la humanidad (exceptuando unos cuantos monstruos que tendremos que lidiar con ellos tarde o temprano), el ver un uniforme nazi inmediatamente conlleva el mensaje: “eso representa lo peor que la humanidad ha producido en la historia”.

No importa qué normal y humano pudiera verse Rudolf Höss al convivir con su esposa y sus hijos, al momento en que se pone ese uniforme, es información suficiente para poder extrapolar todo el terror subyaciente en esta historia que en la superficie es banal e inocua.

Como obra cinematográfica además hay un par de cosas que podrían haber sido ligeramente pretenciosas, pero que a mí sí me gustaron y que me resultaron interesantes. A veces la mamá le lee a las hijas trozos de Hansel y Gretel, mientras se muestran escenas usando una cámara térmica de una niña de la villa escondiendo comida para que los prisioneros la encuentren. Y el diseño de sonido es casi un personaje extra de la película, que deja apenas entrever los horrores detrás de la vida “normal” de la familia.

Y por supuesto no podemos ver una película de este estilo, y dejar de lado el hecho de que ochenta años después, el estado político de Israel, escudándose en los horrores que se cometieron en la Segunda Guerra Mundial contra la población judía (a quien se supone representan), están en los hechos realizando una limpieza étnica en la franja de Gaza, con alrededor de 65,000 palestinos muertos desde que comenzó la matanza por parte de Israel. Y esos son estimados que probablemente estén por debajo de la realidad.

Me gustó mucho la película, me alegro haberla ido a ver al cine. Porque aunque es indudable que normalmente voy al cine nada más para divertirme y escapar de la realidad, también es cierto que de repente, de puro milagro, voy a ver una película buena.

Está en Prime Video si les interesa.

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Ascendance of a Bookworm

Según mis notas, el siguiente animé que vi fue Ascendance of a Bookworm. Se aplican las de siempre.

Ascendance of a Bookworm

Ascendance of a Bookworm

Ascendance of a Bookworm relata la historia de una joven japonesa estudiante para bibliotecaria, amante de los libros de manera casi obsesiva, que irónicamente muere un día que tiembla en Japón (o sea, un jueves normal) y un librero le cae encima. Con su último aliento, desea reencarnar en un mundo donde pueda leer libros por siempre.

La muchacha entonces se encuentra en el cuerpo de una niña de cinco años en un mundo de fantasía, al parecer habiendo reemplazado el alma de dicha niña que, se puede adivinar, estaba muriendo de fiebre.

Así es, queridos lectores, es un Isekai.

Sin embargo, no es la mensa fantasía de poder que suelen ser casi todos los Isekais; Myne (como se llama la niña y por lo tanto el nuevo nombre de nuestra protagonista) resulta que vive en un mundo similar a la Europa del siglo XVI, con una diferencia enorme: no se ha inventado la imprenta. Los libros son un lujo, que la modesta familia de Myne ni de chiste puede ni siquiera soñar en adquirir.

Myne utiliza sus conocimientos del Japón moderno para ayudar económicamente a su familia (creando cosas como champú, por ejemplo), pero lo que le interesa es poder hacer ella misma libros, porque de otra forma nadie lo hará por ella y entonces no podrá leer, que es como que su más anhelado deseo.

La joven, dentro del cuerpo de una pequeña niña, entonces básicamente recorre todas las etapas de la historia humana en el desarrollo de la transmisión de la palabra escrita: trata de hacer tablillas de arcilla; trata de tejer fibras para poder escribir ahí; trata de crear pergaminos; y trata muchísimas cosas hasta que eventualmente (junto con su familia y una serie de aliados) consigue fabricar papel y tener una imprenta sencilla.

Hay toda otra serie de aventuras al mismo tiempo que Myne persigue su objetivo de poder imprimir libros; el clasismo del mundo donde vive es brutal; hay una iglesia que como suele ser en estos casos causa más problemas de los que resuelve; y hay magia y obviamente Myne resulta que tiene mucho poder: pero rompiendo el estereotipo de este tipo de series, esto le causa más problemas que otra cosa, porque su pequeño y enfermizo cuerpo no puede manejar tanto poder.

La serie a mí me encantó, queridos lectores, porque en mi familia yo crecí, siempre, rodeado de libros. Mis papás por supuesto tenían (y no estoy exagerando) cientos de libros; muchísimos de ellos libros “serios”, pero también decenas de novelas. Leí Cien Años de Soledad a los ocho años; leí Arráncame la Vida y Como Agua para Chocolate poco después de que fueran publicadas; leí a Conan Doyle y Carlos Fuentes; a Mika Waltari y Umberto Eco; a Patrick Süskind y Enrique Jardiel Poncela; a Frederick Forsyth y Fiódor Dostoyevski.

Y además mis padres fueron siempre generosos con la lectura; a ellos no les llamaba en lo más mínimo la atención géneros como la Ciencia Ficción, pero cuando se dieron cuenta de que a su hijo menor esas pendejadas le interesaban, me compraron novelas de Fredric Brown y Robert A. Heinlein; de Isaac Asimov y Ray Bradbury.

La verdad ya casi no leo libros impresos; y de hecho tiene rato que no leo literatura: en mi chamba hacemos lo que mi madre siempre ha denominado como “leer ajeno”. Y yo tenía la idea de que casi no tenía libros en físico, habiendo dejado todas las novelas de mi juventud en Oaxtepec: pero ahora que me mudé a mi nuevo departamento, me sorprendí de la cantidad de libros impresos que tuve que mover.

Hace poco salió la tercera temporada del animé, pero se comenzaron a centrar más en las grillas del reino y cosas por el estilo, entonces la verdad no la terminé. Espero hacerlo, pero la verdad quién sabe cuándo: para este punto en la historia Myne básicamente había conseguido su objetivo de poder imprimir libros de manera económicamente viable, que fue la parte que más me gustó de la serie.

Si les gustan los libros y leer, es una gran serie, al menos las primeras dos temporadas. La recomiendo ampliamente, está en Crunchyroll, si les interesa.

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Duna Parte Dos

A inicios de marzo del año pasado fui a ver Dune: Part Two. Se aplican las de siempre; de manera inútil, probablemente, dado que con casi toda certeza ya todo mundo la vio.

Dune: Part Two

Dune: Part Two

Creo que Dune 2: La Venganza es mi película favorita del año pasado; me gustó incluso más que la primera.

Algunos de los cambios respecto a la novela son desconcertantes, más prominentemente que ninguno el hecho de que reducen significativamente el periodo de tiempo entre la masacre de los Atreides y la Batalla de Arrakeen. En la novela son varios años entre ambos eventos; y en la película esto se reduce a menos de 9 meses, hecho indiscutible nada más de ver la panzota de Lady Jessica durante el duelo entre Paul Atreides y Feyd-Rautha Harkonnen.

Entiendo el razonamiento para reducir así el marco temporal de la historia; en particular, el librarse de tener que lidiar con un personaje tan perturbador como lo es Alya-de-la-Navaja, que es una niña preescolar con la consciencia de una anciana milenaria, pero sí es desconcertante.

En la novela Paul y Chani tienen un hijo que es asesinado por las fuerzas del Baron Harkonnen; es parte de la serie de eventos que fuerzan la mano de Paul para que consuma el Agua de la Vida. Que Chani es otro cambio importante respecto a la novela, mostrando un personaje más en conflicto con Paul y la adquisición hostil que realiza de los guerreros Fremen.

Como sea a mí me encantó la película: el elenco es espectacular y no me importa lo que nadie diga, Christopher Walken como el Emperador Padishah Shaddam Corrino IV es la neta. Austin Butler es espectacular como el sicótico Feyd-Rautha Harkonnen y la interpretación de Giedi Prime es fabulosa, con un sol “negro” que hace que todo se vea como cuando uno le baja toda la saturación a un video y aumenta al máximo el contraste. Florence Pugh es excelente como la Princesa Irulan y me muero de ganas de ver cómo conspira junto con Edric para derrocar a Paul en la secuela. Léa Seydoux está bien como Margot Fenring, pero extrañé no ver a su marido y ella misma aparece muy poco tiempo.

Todos los que regresan de la primera parte son increíbles, pero mención especial merecen Rebecca Ferguson (más hermosa y peligrosa que nunca, si acaso era posible); y sin duda alguna Timothée Chalamet, que sin esfuerzos pasa de adolescente enamorado con ojos de borrego con Chani, a arrogante tirano del universo conocido cuando va con los Fremen sureños a decirles cómo va a estar el pedo.

Lisan al-Gaib!

Lisan al-Gaib!

Por último, pero no por ello menos importante, Zendaya es excelente como Chani; en la novela Chani es Fedykin básicamente cuando conoce a Paul, pero casi inmediatamente después termina siendo poco más que la esposa-niña del protagonista (que también era niño). La película hace mucho más interesante a su personaje, además de que aparece mucho más de los catorce segundos de la primera parte.

Es espectacular la pinche película, con una cinematografía preciosista que nos presenta un mundo cruel y árido como la cosa más hermosa del universo. Y la edición de sonido: los gusanos viajando en la arena; los Fremen aclamando a Paul (Lisan al-Gaib!); los Sardaukar avanzando a su muerte tratando de defender a su emperador. Fui a verla dos veces al cine y no es raro que la tenga reproduciéndose en el fondo mientras hago otras cosas

He sido fan casi incondicional de Denis Villeneuve desde hace años; todas sus películas me han gustado. Prisoners está bien; pero Sicario, Arrival y Blade Runner 2049 son de mis películas favoritas, aunque no les fuera tan bien en la taquilla como a esta (por ahora) duología. Estoy algo decepcionado de que Dune 2: Much More Drier sólo tuviera 5 nominaciones al Oscar, pero no me extrañaría que próximas entregas tuvieran algo más de impacto con la crítica.

Y me emociona mucho el futuro de esta franquicia; disfruté bastante Dune: Prophecy, pero las próximas películas en este universo pueden reparar o aliviar algunas de las partes problemáticas de las novelas (que sí se ponen medio espesas después de Dune Messiah). Espero que corrijan el destino de Alya-de-la-Navaja; espero que permitan a Paul morir en el desierto como debía ocurrirle; y espero que hagan algo interesante con el Emperador-Dios.

Vamos a ver; pero con el declive de las películas de superhéroes y que los tarados de Disney no saben qué hacer con Star Wars, sí espero que el desmadre permanente que es Warner Bros. le permita a esta franquicia florecer como se lo merece bajo la guía de creadores que sí sepan lo que hacen.

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That Time I Got Reincarnated as a Slime

En algún momento hace algunos años comencé a ver Tensei Shitara Slime Datta Ken, así que hoy le toca a esta serie.

Tensei Shitara Slime Datta Ken

Tensei Shitara Slime Datta Ken

La serie del moco gigante (slime) es un Isekai; que tal vez para este punto debería ser mi pretexto simple para explicar por qué vi una serie.

Está divertida: nuestro protagonista es asesinado (al parecer de manera medio aleatoria) al proteger a su subordinado de la oficina y su novia de un asaltante; antes de morir consigue pedirle a su subordinado que por favor destruya el disco duro de su computadora (para que no descubran su colección de pornografía, uno supone; y un saludo al subordinado, por cierto, que lo hace aventando toda la computadora a la tina del baño llena de agua); y es reencarnado como un moco gigante en un mundo de fantasía.

Es entretenido cómo el moco gigante comienza a acumular poder, hasta que se hace amigo de un dragón enjaulado mágicamente en la caverna donde reencarnó, lo que lo hace todavía más poderoso. Eventualmente el moco sale de la caverna y comienza a reclutar monstruos como aliados, evolucionándolos en el proceso, volviéndolos a su vez más poderosos; lo que al final resulta en que él mismo se haga más poderoso.

Total que Rimuru (el moco) termina fundando la nación de mounstruos de Jura y viéndose involucrado en las grillas y peleas entre distintos grupos de monstruos, humanos y semihumanos, así como otros expatriados de nuestro mundo (normalmente de Japón) que también terminan en el mismo universo.

Así como lo estoy describiendo, las Aventuras del Moco Más Poderoso podría parecer la cosa más genérica del universo… que lo es. Pero es sinceramente divertida; el sistema de magia y poderes tiene sentido; Rimuru explota sus conocimientos de ciencia y tecnología humana de nuestro mundo para combinarlos con magia y crear cosas bastante imaginativas; y salen monstruas sexys todas enamoradas de Rimuru.

Monstruas sexys

Monstruas sexys

Rimuru, al convertirse en moco gigante, básicamente pierde su humanidad; pero contrario al protagonista de Overlord esto no lo hace inhumano, y de hecho tiene cierto apego a los humanos por haber sido uno en su vida anterior. Sin embargo, eso no le impide asesinar 10,000 tarados para poder ascender a ser rey demonio.

Eventualmente Rimuru puede tomar una forma humana (lo que le permite volver a disfrutar la comida para humanos); pero sigue siendo un moco gigante (por ejemplo, que le amputen un brazo le hace lo que el viento a Juárez), además de básicamente en los hechos asexual.

Con tres temporadas ya concluidas la historia está bastante embrollada, así que no se me da la gana seguir resumiendo cosas de ella; pero repito que está divertida, que la animación está muy chida (junto con el diseño de personajes: véase a las monstruas sexys), y pues yo la encuentro interesante.

Con la posible excepción de la tercera temporada, que tuve que hacer un esfuerzo por terminarla: es el primer animé que veo donde más o menos los seis primeros episodios de una temporada fueron básicamente reuniones entre múltiples personajes donde se sentaban a platicar. A veces había múltiples reuniones por episodio; a veces había reuniones para poder planear otra reunión subsecuente.

Se puso medio ridículo; pero por fin eventualmente dejaron de reunirse para poder darse de patadas. ¿Y saben que hicieron después? Una nueva reunión, por supuesto, para discutir el desenlace del haberse dado de patadas. Y luego más reuniones, porque por qué no.

A pesar de mis quejas yo sí la recomiendo; de la tonelada de Isekais que han salido en la última década, las Aventuras del Moco Gigante es sin duda alguna de las mejores y más entretenidas que yo he visto.

Está en Crunchyroll, si les interesa.

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Demon Slayer: Rumbo al Entrenamiento de los Pilares

A inicios del año pasado fui a ver Demon Slayer: To the Swordsmith Village y me quejé amargamente de que la película era un fraude porque era básicamente los dos últimos capítulos de la tercera temporada y el primero de la cuarta pegados, con créditos y viñetas para el inicio y final del bloque de comerciales para la transmisión en televisión. También hice notar que sí me había gustado.

¿Qué hice en febrero de este año? Fui a ver Demon Slayer: To the Hashira Training, que son básicamente los últimos dos capítulos de la cuarta temporada y el primero de la quinta.

Se aplican no importa.

Demon Slayer: To the Hashira Training

Demon Slayer: To the Hashira Training

Esta vez sí hicieron un poquito de esfuerzo para la entrega cinematográfica; quitaron los créditos de enmedio así como las viñetas pre- y post- comerciales, y pues sí se siente más como una película.

Además, el primer episodio de la quinta temporada no es nada más vómito expositorio; tiene un par de escenas de acción muy buenas.

Pero pues no es tan emocionante el final de la cuarta temporada si lo comparamos con el de la tercera, aunque sigue siendo literalmente inspirador ver a Nezuko como una sunwalker.

Está bien, yo me divertí; pero si uno no está siguiendo la serie con cuidado, no tiene mucho sentido o importancia. El año que viene no harán de nuevo el mismo truco barato; lo que van a hacer es estrenar a lo largo del año tres películas que narrarán el último arco de la historia. Yo, obviamente, las veré todas en el cine; probablemente el día de su estreno.

Dicho todo lo anterior, sí recomiendo la “película”; pero si están al día en la serie no tiene mucho sentido que la vean.

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Silvia Pinal

Este jueves 28 de noviembre, Silvia Pinal falleció.

Silvia Pinal

Silvia Pinal

Silvia Pinal fue una de las representantes más famosas de esa mezcla asquerosa que existió en nuestro país (y aún lo hace, aunque afortunadamente de manera muy desvanecida) de la política clientelar priista y el mundo del espectáculo dominado (así como comprado, corrompido y reprimido) por Televisa: fue asambleísta, diputada y senadora, así como la primera dama de Tlaxcala, todas por el PRI, obviamente.

Pero además de que es posible discutir que en ese papel Doña Silvia se desempeñó de manera relativamente honorable o al menos inofensiva, la verdad es que aunque no fuera así yo le disculparía todo eso, y mucho más, por una sencilla razón.

Actuó al lado de Pedro Infante.

Y sí, fue de las mejores actrices de la época de oro del cine mexicano, además de una mujer brutalmente hermosa y encantadora; probablemente la última gran diva del cine de México. Pero eso a mí no me importa.

Lo que a mí me importa es que Silvia actuó junto a Pedro en la aún hoy en día hilarante El Inocente y que hacen coro cantando a la víbora, víbora de la mar.

Descansa en paz, Mané.

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Demon King Daimao

El siguiente animé que tengo apuntado es Ichiban Ushiro no Daimaou, o Demon King Daimao.

Demon King Daimao

Demon King Daimao

A veces no sé porqué me aferro a terminar algunas series de animé.

Demon King Daimao es tan intrascendente que literalmente tuve que ponerme a leer la página en MAL para medio acordarme de qué carajo trataba. E incluso cuando terminé de leer tuve que hacer un esfuerzo, porque la historia es de verdad francamente olvidable.

Un güey en la escuela de magos es profetizado a convertirse en el próximo rey demonio, lo que automáticamente le concede un harén (la unidad familiar básica del animé) de muchachas, donde cada una de ellas cumple con uno de los múltiples y choteados clichés que permean al género.

Tiene un par de cosas chistosas la serie, en particular Korone, la robota que no es robota pero que en el fondo todos sabemos que es robota, asignada a vigilar a nuestro próximo rey demonio.

Pero ya, eso es todo. Esa es toda la historia; no pasa nada realmente interesante o emocionante, y literalmente me tardé más en ver la serie que en olvidarme de ella. Además de que la animación es francamente lamentable; con encima un diseño de personajes que me recuerda a los fallidos intentos de dibujar con “estilo manga” que algunos compañeros de secundaria tuvieron.

Yo les recomiendo se brinquen directamente a olvidar la serie. Aunque tiene música padre, eso sí.

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Argylle

A inicios de febrero fui a ver Argylle. Se aplican no importa en lo más mínimo.

Argylle

Argylle

Yo disfruté mucho este churrito. Me gustó mucho ver a Bryce Dallas Howard, que en su momento salía en películas como un montón de actrices de jólivud flaca como un palo, aquí apareciendo con un cuerpo normal de una mujer de 42 años. Me gustó ver (como normalmente es el caso) a Sam Rockwell, encantador como siempre. Y aunque aparecen tan poquito tiempo que casi podría hacerse la acusación de publicidad engañosa, me gustó ver a Henry Cavill y John Cena.

Y pues es una película en el fondo profundamente romántica, entonces yo estoy contractualmente obligado a que me guste. Y sí me gustó.

Eso no le quita lo mala que es.

Tampoco es tan mala como muchos críticos la calificaron; no es intragable. Pero sí es más bien malita y (especialmente cerca del final) ridícula al punto de ser incómoda.

De cualquier manera yo la disfruté mucho: si uno la ve como un cuento de hadas con una manita de gatos de aventura de espías (que implica no tomársela muy en serio), creo que puede ser muy disfrutable. Y bueno, en general yo no necesito pretextos para disfrutar a Bryan Cranston y Catherine O’Hara.

Yo la recomiendo. Nada más no esperen una buena película.

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Horimiya

Según mis notas, el siguiente animé que vi fue Hori-san to Miyamura-kun, pero que todo mundo llama Horimiya.

Horimiya

Horimiya

A veces me sorprende la desconexión que tengo con el resto de la comunidad que ve animé de manera regular. Todo mundo califica a Horimiya como una de las mejores comedias románticas que existen en el animé, y yo sencillamente no lo veo.

Quiero decir; está bien. Es suficientemente divertida; los personajes son suficientemente agradables; la animación es suficientemente decente; tiene música, creo.

Pero a mí sencillamente no me parece particularmente buena, dejen ustedes una de las mejores.

La historia es el romance entre Kyouko Hori y Izumi Miyamura, que a primera vista no tienen absolutamente nada en común, pero que por razones inverosímiles comienzan a pasar tiempo juntos, generalmente en la casa de la mamá de Hori. Al punto de que en algún momento sencillamente Hori le dice a su mamá que no le haga preguntas a su novio y ya, esa esa es la formalización de su relación.

De la misma manera, eventualmente la mamá de Hori le reclama a Miyamura que cuando se vaya de su casa, debe decir la tradicional frase en japonés que se dice cuando uno sale de la casa donde se vive, implicando que él ya es parte de la familia.

Igual, de repente Hori y Miyamura tienen sexo; y cerca del final de la serie la muchacha le dice que quiere seguir con él cuando terminen la prepa, y el muchacho responde diciéndole que OK, que se deben casar.

Y yo, que normalmente lloro como niña chiquita con las muestras más ridículas posibles del romanticismo más chafa, no sentí nada en ninguna de esas escenas.

Creo que por eso le gustó tanto a mucha gente la serie; y por qué no me gustó tanto a mí. El animé (como los superhéroes, la fantasía o la ciencia ficción), me gusta por la exageración de las cosas; cosas que en animé se consideran como muy románticas en el mundo real serían acoso si no es que asalto en algunas ocasiones, como cuando una tsundere se agarra a madrazos a un protagonista-kun.

Me gustan esas cosas justamente porque son un escapismo del mundo real; no me interesa ver un romance “real”: si yo no estoy involucrado, casi cualquier romance “real” es aburridísimo (y muchos de mis romances también han sido aburridísimos). O, como ya he dicho muchas veces, yo veo animé por los doki dokis y los ara aras; Horimiya se queda profundamente corto (desde mi punto de vista) en ellos, porque trata de ser realista.

Así que yo no la recomiendo particularmente; pero sí debo mencionar que un montón de gente se desvive por la serie; en MAL tiene un 8.2 de calificación, que es bastante alto para una comedia romántica.

La pueden ver en Crunchyroll, si lo desean.

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Con Todos Menos Contigo

A finales de enero fui a ver Anyone But You.

Se aplican… no importa en lo más mínimo, de ver el póster pueden adivinar toda la trama de la película.

Anyone But You

Anyone But You

Yo no era fan de Sydney Sweeney; no he visto Euphoria (ni planeo verla) y la joven actriz sencillamente ni siquiera había pasado por mi radar. Cuando salió el avance lo vi y me dije a mí mismo: “mí mismo, esa es una película perfecta para cuando inevitablemente salga gratis en Netflix”.

Así que no planeaba verla en el cine; hace años que no veía comedias románticas en el cine, creo que desde antes de la pandemia. Pero entonces conduciendo mi carro por la Ciudad vi un anuncio espectacular en español de la película.

Y me boté de la risa y compré un boleto.

Timbiriche está, me guste o no, irremediablemente ligado a mi niñez; particularmente Con Todos Menos Conmigo. No tiene nada que ver con mis gustos o preferencias en géneros musicales; para motivos prácticos me pasa exactamente lo mismo con Qué Bello de la Sonora Tropicana.

El cabrón que en lugar de Quién Sea Menos Tú eligió ponerle a la película Con Todos Menos Contigo se ganó su salario, desde mi punto de vista, porque fue la única razón por la que terminé yendo a verla al cine.

Dos veces.

En VIP ambas.

¿Es Con Todos Menos Contigo una buena película? No, por supuesto que no; pero, o sea, no es terrible. Está bien hecha y decentemente actuada; el escenario en Australia es espectacular; el cuerpo de Sydney Sweeney es espectacular; el cuerpo de Glen Powell es espectacular. Alguien de mi edad no puede evitar sentir una punzada de nostalgia al ver a Dermot Mulroney, igual o más guapo que hace más de un cuarto de siglo cuando salió en My Best Friend’s Wedding, haciéndola ahora de papá.

Y bueno, es una destazación de Shakespeare, pero pues no la estábamos viendo por ser una muy libre adaptación de Mucho Ruido y Pocas Nueces, ¿verdad?

Sydney Sweeney está linda, pero aunque tiene un cuerpo que probablemente debería ser ilegal tener, la verdad es que no es una belleza apabullante como Margot Robbie, Anne Hathaway o Rachel Zegler; se siente que si yo le preguntara la hora, sí me la daría sin llamar a la policía para que me arreste.

El que me sorprendió fue Glen Powell; yo lo recordaba de Hidden Figures y Top Gun Maverick, pero aquí la hace muy bien de frat boy dude bro… que siempre la hace de frat boy dude bro, en gran medida porque no tiene de otra, dado que sí es un frat boy dude bro. Sin embargo, da la impresión de ser un frat boy dude bro buena onda; fresa (inevitablemente), pero chido.

Creo que me gustó más él que Sydney Sweeney; especialmente cuando se pone a cantar Unwritten porque le tiene miedo a las alturas.

La película es lo que es; una comedia romántica donde nuestros protagonistas se juntan, se pelean por un malentendido, luego se vuelven a juntar y se vuelven a pelear por otro malentendido y al final se juntan finalmente para el final que finaliza la historia. Hay un par de cambios a la fórmula universal de las comedias románticas para hacerla más moderna; por ejemplo la boda a la que van todos invitados es de una pareja lesbiana… ¡progreso! Ya acabamos con la homofobia para siempre.

En otras palabras, no tiene nada de especial realmente.

Pero pues están muy guapos la Sweeney y el Powell; está divertida la historia y los personajes; y pues le pusieron en español como una canción irremediablemente ligada a mi niñez. Así que a mí sí me gustó.

Suficiente como para verla dos veces en el cine.

La recomiendo ampliamente.

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Asobi Asobase

No tengo idea cuándo, pero en algún momento vi Asobi Asobase.

Deberían ir y verla. Pueden leer primero mi reseña (no importa mucho, realmente), pero de cualquier manera deberían ir y verla.

Asobi Asobase

Asobi Asobase

Por poco me muero por andar viendo Asobi Asobase.

Un día llegué a Oaxtepec y me puse a ver un capítulo de Asobi Asobase en mi cama con mi tableta. En dicho capítulo, ocurre una de las secuencias más cagadas que yo jamás haya visto en mi vida, cuando las muchachas del Club de Pasatiempos son desafiadas por el Club de Shogi para que les den el salón de su club.

Por favor vean el video, aquí los espero.

¿Ya de regreso? Bueno, espero que entiendan entonces por qué estuve punto de morir: me estaba riendo tanto, que en algún momento perdí el conocimiento. O me quedé dormido; pero según yo sí estaba desternillándome de la risa al punto de espantarme de que no podía respirar.

Todavía hoy vuelvo a ver el video y casi me orino de la risa.

Asobi Asobase, como su nombre indica, relata las aventuras de las tres miembros del Club de Pasatiempos: Kasumi Nomura, una nerdcita solitaria con unas chichotas; Olivia, que es de origen extranjero y apesta como sólo las güeras suelen hacerlo; y Hanako Honda, una niña millonaria más plana que un burro de planchar que sueña con tener un novio.

Es difícil clasificar a Asobi Asobase; si uno ve la apertura, podría confundirse a la serie con un tierno e inocente slice of life; si uno ve el cierre, podría confundirse a la serie con… no tengo ni puta idea de con qué, pero seguro la serie no caería en esa clasificación.

De nuevo; les recomiendo encarecidamente que vean los videos, aunque sea una parte.

La verdad es que no hay una buena definición para lo que es Asobi Asobase, excepto que es demoledoramente divertida. Tengo décadas viendo animé; sinceramente no creo que ningún otro se acerque ni siquiera un poco a la cantidad de veces que me hizo morirme de la risa, especialmente en relación al relativamente poco tiempo que tiene la serie con sus breves 12 episodios.

El humor es altamente absurdo, y las historias consecuentemente también lo son: hay androides malhablados que adquieren conciencia; un mayordomo que puede disparar láseres de su trasero porque lo raptaron extraterrestres; y en general cualquier situación, por ridícula que sea, que sirva para continuar los chistes.

Las tres taradas muchachitas que son nuestras protagonistas son una basura de seres humanas (Sakura Kinomoto no sería amiga de ellas), pero son extremadamente divertidas; y sus aventuras son imposibles y absurdas, pero son extremadamente divertidas también.

Pueden explorar YouTube y ver muchas de las escenas más chistosas de la serie; pero les recomiendo encarecidamente que mejor la vean. Probablemente el humor no sea del gusto de todo mundo (aunque yo cuestiono su calidad como seres humanos si a ustedes no les gusta); pero para mí es indudablemente el animé más divertido que yo jamás haya visto, y yo (junto con miles de fans) esperamos con ansias que algún día anuncien una segunda temporada.

Está en Crunchyroll; y repito por enésima vez: deberían ir y verla.

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Godzilla Minus One

A mediados de enero fui a ver Godzilla Minus One. Se aplican las de siempre.

Godzilla Minus One

Godzilla Minus One

Putísima madre. Qué buena película. Diría que es la mejor película que he visto en el año, si no fuera porque no es cierto.

Fui a verla porque absolutamente todo mundo que oí hablar de ella dijeron que era buenísima, y por una vez en la vida sí me cumplieron: es extraordinaria.

También es sorpresivamente simple; además de íntima y romántica. Nominalmente una película de Godzilla, realmente es un drama romántico acerca de un fallido piloto kamikaze y una joven sin techo en las ruinas de Tokio después de la Segunda Guerra Mundial, que entre ambos crían a una niña huérfana que no tiene ni madre que ver con el uno o la otra.

Siguiendo el ritmo y las pistas culturales de todos los animés del universo, el guapérrimo Koichi (el piloto) y la bellísima Noriko (la sin techo) tratan de vivir una vida familiar con la que en los hechos es su hija chiquita, pero en esas cosas absurdas de las narrativas japonesas de este estilo, los terribles traumas con los que carga Koichi (que incluye ser uno de los dos sobrevivientes del primer ataque de Godzilla al final de la guerra), le impiden hacer lo que cualquier hombre joven de sangre caliente haría, que es ponerse a coger con Noriko como si fueran conejos; más aún porque evidentemente la bellísima muchacha es lo que también quiere.

Pero no, en su lugar nada más se pone a gritar en la noche cuando los fantasmas en sus pesadillas lo despiertan; y a decirle a todo mundo que Noriko no es su esposa ni Akiko (la absurdamente adorable huerfanita) su hija. Hasta que un segundo ataque de Godzilla en Ginza mata a miles de japoneses, incluida Noriko que perece al salvar a Koichi del aliento atómico del kaiju.

Es absurdo; está uno completamente ensimismado con una excelente telenovela, y de repente aparece un monstruo jurásico atómico a sembrar destrucción y muerte, lo que causa que uno recuerde: “ah, claro, ésta era una película de Godzilla”.

Y sin embargo funciona. El fascinante drama romántico hace que realmente nos involucremos emocionalmente con los personajes, entonces uno sinceramente teme por su seguridad y su vida en las raras ocasiones en que el monstruo decide hacer acto de presencia.

“Debiste casarte con ella; sabías lo que sentía” le reclama uno de sus amigos a Koichi, y ahí me tienen a mí casi casi al borde de las lágrimas.

Disfruté enormemente esta película; está magistralmente dirigida, extraordinariamente sobreactuada e impecablemente realizada: es el mejor uso de efectos especiales que he visto en mucho tiempo, con la ventaja adicional de que no salieron ridículamente caros. Me parece extremadamente justo que se ganaran el Oscar; y el video del equipo de efectos especiales celebrando cuando lo hicieron es adorable.

Creo que ya todo mundo fue a verla; pero si no lo han hecho, les recomiendo encarecidamente que lo hagan. Es la mejor telenovela que he visto en décadas, con la no despreciable ventaja de que de repente aparece un monstruo que destruye todo.

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Fate∕Stay Night: Heaven’s Feel

Como explicaba cuando reseñé Rebuild of Evangelion, me chuté 2 series 2 del universo de Fate∕Whatever, y esto lo rematé chutándome la trilogía de películas Fate∕Stay Night: Heaven’s Feel. Habiendo reseñado Rebuild of Evangelion, me siento ya libre para reseñar dicha trilogía, aunque no la viera en el cine.

Fate∕Stay Night: Heaven's Feel

Fate∕Stay Night: Heaven’s Feel

Contrario a RoE, reseñaré todas las películas al mismo tiempo.

La mayor ventaja que tiene que esta ruta de la novela visual, al ser películas, es que la historia es más concisa y tiene una animación mucho mejor.

Le peor desventaja es que la ruta es la de Sakura, la hermanita de Rin. No tengo nada contra Sakura; pero su personaje es tan abusado, que la verdad me incomoda. Además, como ya he explicado, Rin Tohsaka es una tsundere que usa coletas dobles, entonces yo estoy contractualmente obligado a preferirla sobre su traumada hermanita.

Además, al final de la historia Shirou pierde su cuerpo, pero no muere porque guardan su alma en un tupperware para que no se eche a perder (o algo por el estilo), y después lo vierten sobre un muñeco de trapo (o algo por el estilo). Lo cual me parece más rebuscado que la chingada.

Es un chiste recurrente entre los fans de animé que Fate es más o menos incomprensible (les recomiendo el hilarante video de Gigguk para un resumen razonablemente corto), y después de haberme aventado 2 series completas y una trilogía de películas, estoy completamente de acuerdo: en Fate∕Stay Night: Heaven’s Feel, una vez más los personajes actúan de manera completamente incoherente, con las dos series anteriores: con Fate∕Zero porque es una precuela de F∕SN:UBW; y con F∕SN:UBW porque pues es una ruta completamente diferente.

Pero entonces todo el abuso que sufre Sakura durante Fate∕Zero y en general antes de F∕SN:UBW, que es explorado explícitamente y con lujo de detalle y crueldad en F∕SN:HF, pues canónicamente debe seguir existiendo en F∕SN:UBW, donde al final Shirou se va a Inglaterra con Rin a estudiar magia y coger como conejos, y pues Sakura que se pudra, supongo.

Lo que hice cuando terminé la tercera película de Fate∕Stay Night: Heaven’s Feel fue apagar mi televisión, aspirar aire profundamente, y salir a la calle. Dejé que el sol tocara mi cara, vi a la gente caminar en la Ciudad, toqué el pasto. E inmediatamente después decidí que no quiero saber nunca nada más acerca de Fate∕Wathever y su historia incomprensible.

Ah, y para mí Saber es igual de mosca muerta en la trilogía que en las otras series, incluso cuando se vuelve villana. Sigo sin entender porqué nadie la consideraría la heroína ganadora en esta serie.

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