Netflix

Mi mamá se compró una telesota en noviembre, y después de instalársela, le enseñé cómo funcionaban sus características inteligentes (YouTube, etc.)

Entre las cosas que trae preinstaladas está Netflix, y como el primer mes es gratis, lo di de alta a mi nombre y con mi tarjeta de crédito. Después de regresar de mi congreso en Guanajuato, y después de ver un Blu-ray en mi PlayStation 3, vi que éste también tiene la aplicación de Netflix, así que decidí probarlo.

Creo que me lo voy a quedar. Son 120 pesos al mes, así que si veo 3 películas al mes básicamente siento que ya le estoy sacando ganancia… y definitivamente voy a ver más que eso, si mi comportamiento en los últimos días se puede extrapolar al futuro.

Tengo mi media center, y otras maneras de obtener películas y series de televisión. Lo que tiene Netflix es que es ridículamente fácil de utilizar, y que las películas vienen en su idioma original. Preferiría subtítulos en inglés en casi todos los casos, pero puedo vivir sin ellos.

De cualquier forma voy a seguir comprando Blu-rays; me gusta tener mi colección de películas, y además no todo está en Netflix. Pero me he estado divirtiendo bastante viendo películas clásicas en Netflix, y otras que siempre quise ver pero jamás estrenaron en México. Aún no le entro a las series de televisión (mi débil corazón no soporta aún tanto compromiso), pero supongo que en vacaciones lo experimentaré.

Así que de ahora en adelante cuando le proponga a alguien “Netflix and chill”, de hecho sí voy a tener Netflix.

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La Tribu

Hace años que no voy a la Cineteca Nacional, porque las pantallas eran muy pequeñas, el sistema de sonido apestaba, los asientos eran muy incómodos y encima de todo la gente que solía frecuentarla la encontraba yo insoportable. Ayer sin embargo confluyeron dos cosas que me hicieron regresar a la Cineteca; comenzaron a vender boletos en línea, y además vi que estaba una película que no creí que se estrenara en México nunca: Plemya, La Tribu en ucraniano. Vean el avance en el tubo, si no lo han hecho; yo nada más verlo decidí que la iba a ir a ver en cuanto pudiera.

Así que ayer vi Плем’я en la Cineteca Nacional, después de años de no haber ido. Las pantallas siguen siendo muy pequeñas, el sistema de sonido sigue apestando, y sigo encontrando insoportable a la gente que suele frecuentarla. Pero los asientos son ahora más cómodos, y la película es salvajemente buena.

Se aplican las de siempre.

Plemya

Plemya

Plemya es de las películas más extraordinarias que he visto en mi vida. La película no tiene diálogo, todos los protagonistas son sordo mudos y se comunican entre ellos con lenguaje de señas. Además no tiene música de ningún tipo, así que casi todo el tiempo todo ocurre en un silencio brutal y opresivo, roto únicamente por los pasos de los protagonistas, o los golpes que muy fácilmente sueltan los mismos.

Ah, y no tiene subtítulos ni letreros de ningún tipo en un idioma que yo pudiera discernir.

Toda la historia uno la absorbe a través del lenguaje de señas de los personajes, que a pesar de que deja ciertos detalles ambiguos, en términos generales uno la puede seguir sin ningún problema.

Un tímido muchacho sordo mudo llega a un internado donde todos los profesores y alumnos son sordo mudos, y de inmediato es iniciado en una banda que lucra vendiendo pendejaditas en los trenes, robando y prostituyendo a dos de las compañeras sordo mudas. El muchacho es listo, fuerte y además sabe seguir órdenes, así que eventualmente consigue el trabajo de cuidar a las muchachas prostituidas cuando el cuidador original muere al ser atropellado por un tráiler que se estaba echando en reversa, y que no pudo oír el pitido de advertencia por ser sordo.

Como debe de ser, el muchacho se enamora de una de las muchachas prostituidas, y no es muy difícil imaginar la tragedia en lo que esto desemboca. Esto incluye la escena más atroz que jamás haya visto donde se muestre un aborto por legrado.

La película es fascinante todo el tiempo, especialmente cuando dos personajes están discutiendo. Uno no puede entender que están diciendo exactamente, pero la intención es 100% clara. Después de algunos minutos de ver la película, el lenguaje de signos adquiere un ritmo casi melódico; como si los personajes estuvieran bailando en lugar de comunicarse.

También hace que uno se fije en cosas que se dan por hecho, como el poder tener una conversación grupal; con el lenguaje de signos es mucho más complicado porque el que quiera tomar la palabra debe en primer lugar hacer que todos los demás lo miren.

La historia es muy violenta y muy terrible, pero dentro de ella hay un montón de escenas de increíble ternura y, de manera muy contaminada, de mucho romance.

No puedo recomendar lo suficiente esta película; es de verdad de las cosas más extraordinarias que he visto. Además, estoy seguro de que será medio inconseguible en México en DVD o Blu-ray, así que si pueden dense una vuelta por la Cineteca para ir a verla. Las pantallas son pequeñas, el sistema de sonido apesta y la gente que la frecuenta es insoportable, pero esta extraordinaria película hace que el viaje valga la pena.

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Victor Frankenstein

El sábado fui al cine. Están dos películas innegablemente buenas que quería ver, pero revisando noté que de hecho he estado viendo películas relativamente buenas, así que mejor opté por un churro y me metí a ver Victor Frankenstein.

No me arrepiento en lo más mínimo.

Victor Frankenstein

Victor Frankenstein

Victor Frankenstein es una película fabulosa. No se confundan, es una mala película; pero es fabulosamente mala.

Aunque el primer crédito es para Harry Potter, la verdad James McAvoy se roba todas sus sobreactuadísimas escenas. Es tan sincero el placer que tiene el tipo con su papel, que es difícil no sentirse contagiado.

La trama es una especie de reimaginación de la historia del moderno Prometeo, pero realmente no importa mucho; es divertida, asquerosa, emocionante, y bastante divertida (repito), al menos durante las primeras dos terceras partes. Al final trata de ponerse más seria (sin conseguirlo realmente), y eso la apesta un poco.

A mí me entretuvo bastante, y siendo como soy fan incondicional de Harry Potter y James McAvoy, la verdad hasta parecía un poco del fanfic que nunca jamás he escrito, cómo creen. Pero hasta yo debo admitir lo mala que es la película.

De cualquier forma es muy divertida, así que se las recomiendo ampliamente; especialmente si son fans del monstruo de Frankenstein, yo creo que sí apreciarán los pequeños homenajes esparcidos a lo largo de la trama.

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Sinsajo – El final

Estoy en Guanajuato en un congreso, lo que explica mi demora en publicar entradas los días que me hubiera gustado. Di mi plática ayer, lo que me ha permitido ya estar más tranquilo, y escribir esta entrada que debió salir el lunes.

El sábado, antes de venir para el congreso, fui a ver The Hunger Games: Mockingjay – Part 2.

Se aplican las de siempre.

The Hunger Games: Mockingjay - Part 2

The Hunger Games: Mockingjay – Part 2

La tercera película de esta saga me decepcionó un poco, porque movieron casi todo el romance y acción a la cuarta. Como era entonces de esperarse, la cuarta es mucho mejor. Pero no sólo es mejor que la tercera; creo que es genuinamente la mejor de la saga, que de por sí tiene muy buenas entradas.

Quiero mencionar las actuaciones de Jennifer Lawrence y Josh Hutchersonm que son muy buenas, especialmente el segundo que por fin pudo lucir su papel. Y Donald Shutherland, Jena Malone, Elizabeth Banks y Woody Harrelson también son extraordinarios, pero aparecen como cinco minutos entre todos.

La historia es la segunda parte del libro, que es más violenta y oscura que las otras novelas combinadas. El final es el final “feliz” de la novela (realmente no es feliz), y yo estoy más que contento con eso. Dada toda la violencia y muerte que ocurren al final, era lo mejor que podía esperarse.

Lo he dicho múltiples veces; la autora de The Hunger Games a veces peca de inocente, pero tiene el corazón en el lugar correcto. El mensaje de la película sigue siendo uno de igualdad, pacifismo, y anti consumista; tal vez incluso anti imperialista.

No hay mucho más que decir de la película; yo recomiendo que vayan y la vean en el cine. Están amenazando de hacer precuelas y cosas así; en este momento no me interesan, pero si lo hacen bien igual y hasta termino viéndolas.

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Tierra de Nadie

El sábado fui a ver Sicario.

Se aplican las de siempre, y lo digo en serio; si no han visto la película y desean hacerlo, no sigan leyendo.

Sicario

Sicario

Nominalmente la actriz principal es Emily Blunt, pero esto es de alguna manera un engaño. No me malinterpreten; la bellísima Blunt hace un extraordinario papel (aunque trate, y falle, de verse no tan guapa). Lo que ocurre es que el verdadero protagonista (que no héroe, ni villano) de la película es el de Benicio del Toro, que no me extrañaría fuera nominado al Oscar por su actuación.

Para resumir la trama, me centraré en el personaje que del Toro interpreta, Alejandro. Al hacerlo, estaré contando todo lo interesante de la película, así que les repito que no sigan leyendo si les interesa verla.

Alejandro era procurador en Ciudad Juárez, hasta que Manuel Díaz, jefe del cártel de Sinaloa, asesina a su familia cortándole la cabeza a su mujer y aventando a su hija pequeña en ácido. Alejandro entonces acude a la CIA y los convence de un plan que le permitirá vengarse; hacer un trato con el cártel de Medellín para que ellos tomen el poder cuando Alejandro mate a Díaz con ayuda de la CIA. A Medellín le interesa recuperar la superioridad en México; a la CIA (con la mentalidad idiota que sólo la CIA puede tener) le interesa tener un único protagonista con el cual pueda negociar y establecer algo parecido a estabilidad en la región. La CIA provee la inteligencia y equipo para poder localizar a Díaz; Medellín provee lo necesario para llenar el vacío de poder cuando Díaz no esté; y Alejandro es el mentado sicario, el que se encargará de dar el golpe para deshacerse de él.

Para poder operar dentro de suelo gringo, la CIA necesita tener al lado un representante de la autoridad federal; para esto contactan al personaje de la Blunt. Toda la película entonces es un engaño, porque realmente no les interesa lo que diga o haga la Blunt, sólo les interesa que al final de todo ella firme que todo se realizó cumpliendo las leyes gringas necesarias. No la quieren muerta; pero tampoco les interesa mucho qué pase con ella siempre y cuando al final firme el documento que legaliza sus acciones, cosa que consiguen con Alejandro literalmente poniendo una pistola debajo de su cabeza.

La escena de Alejandro ultimando a Miguel Díaz es de las cosas más terribles que he visto en el cine. Y no estoy hablando de sangre o violencia; es la inhumanidad del acto, del ver cómo Alejandro (que durante gran parte de la película podría parecer alguien duro, pero justo; incluso tal vez “bueno” bajo un cierto código personal), vende su alma, al cártel de Sinaloa y en los hechos parte de su país, únicamente para consumar una venganza que no le dará ningún tipo de paz.

La película tiene más que actuaciones extraordinarias y una historia trágica y bien contada; pero realmente por esas dos cosas vale la pena verla. Como dato adicional, Juárez aparece justo lo contrario a como aparece mi Ciudad de México en la última película de James Bond; sucia, peligrosa, en estado de guerra. Y sin embargo, es impresionante una escena de un convoy de la Policía Federal escoltando a los gringos para extraditar al hermano de Díaz, porque salen los policías mexicanos en armadura y con tapabocas, en pickups con ametralladoras montadas, y es de risa cómo el personaje de la Blunt está literalmente orinándose del miedo al ver cómo se ven y se comportan.

Lástima que en la vida real el gobierno use más a la Policía Federal para aterrorizar (cuando no asesinar) maestros y estudiantes.

Es una gran película; sale México (o al menos Juárez) en una pésima luz como un lugar sin ley y sin futuro, y nada más por las actuaciones vale la pena verla. Nada más no esperen salir de buen humor después de verla.

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El Último Cazador de Brujas

Fui con Juan a ver The Last Witch Hunter, porque estamos seguros de que la van quitar con los estrenos de esta semana.

Se aplican las de siempre.

The Last Witch Hunter

The Last Witch Hunter

Antes de hablar de la película, debo comentar acerca de la compra de los boletos. Resulta que a pesar de que al parecer tengo un coeficiente intelectual de más de 130 (me lo dijo una muy buena fuente después de científicamente sacárselo de su trasero), a mí siempre me ha quedado claro que soy un pendejo, y lo demostré hoy de manera inequívoca.

Compré los boletos el lunes, los imprimí, y hoy al llegar a la sala nos dijeron que los boletos eran para antier. Porque por supuesto no revisé que la fecha en que compré los boletos fuera la que me interesaba. Por suerte nos dieron boletos gratis para hoy, aunque tuvieron el descaro de preguntarnos si estábamos seguros de querer ver esta película.

Como sea; la película ha recibido una crítica bastante negativa, pero yo la encontré muy disfrutable; es una historia simple, pero bien contada; las actuaciones son rescatables (digo, es Vin I’m Groot Diesel, y Rose You Know Nothing John Snow Leslie tampoco va para convertirse en la próxima Meryl Streep); la magia de la historia se mantiene consistente siguiendo sus reglas internas; y la acción está simpática, si bien la verdad consiste en escenas que son un pretexto para mostrar a Vin Diesel en poses chidas.

No es una buena película bajo ninguna definición del término; pero está entretenida, y la idea de un guerrero inmortal que lleva 800 años cazando brujas está interesante. Y La leslie está bonita y su acento escocés es bastante sexy.

Así que yo sí la recomiendo, pero la mayor parte de la gente normal probablemente prefiera verla en Blu-ray.

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007 Spectre

El viernes fui a ver Spectre, porque tenía ganas de ver a un sociópata misógino matando gente y tratando a mujeres como objetos.

No me decepcionó en lo más mínimo. Se aplican las de siempre.

Spectre

Spectre

Veinticuatro años después de la caída de la Unión Soviética, y con el género femenino todavía luchando por cosas tan básicas como equidad salarial, James Bond se ha convertido en una caricatura tan ridícula que lo único que pueden hacer los realizadores de estas películas es no tomarse demasiado en serio… cosa que hacen de manera muy divertida en esta entrega.

Esta película funciona en gran medida por tres cosas: en primer lugar las féminas que aparecen en ella son espectaculares (incluyendo a la pobre mexicanita Stephanie Sigman, que le dan unos tres minutos de tiempo en la pantalla, y una triste línea), con una mención especial para Monica Bellucci, que a sus cincuenta años tiene muchísima más presencia que el resto de las chicas Bond.

En segundo lugar, Christoph “SS-Standartenführer Hans Landa” Waltz es el mejor actor que jamás haya interpretado a un villano de Bond, y sin duda alguna es el mejor Ernst Stavro Blofeld (incluyendo a parodias como el Dr. Evil de Mike Myers) que jamás hay existido. El tipo es sensacional como supervillano.

Y en tercer lugar, esta película permite al caricaturesco personaje de James Bond el crecer un poco, al encontrar el amor y algo de paz al ligarse a una muchacha diecisiete años menor que él (que comienza a sonar como una buena idea, por cierto).

El resto de la película (incluyendo la ridícula historia) son la típica bola de mamadas que las películas de Bond suelen tener. Eso no quita que sean divertidísimas, con énfasis en particular en el espectacular Dave Bautista como Mr. Hinx, que a veces ni humano parece, y que da una sensacional interpretación diciéndo exactamente una línea (Shit!)

Una mención especial (para mí) merece la espectacular primera escena en mi hermosa Ciudad; la Majestuosa aparece increíble, clásica y exótica; y es además una muy buena escena de acción con un helicóptero dando de vueltas alrededor de un Zócalo retacado de gente.

La película está muy divertida, no se toma muy en serio, y vale la pena verla únicamente por Christoph Waltz (y Léa Seydoux, supongo). No es una película clásica, no es la mejor película de James Bond, y ni siquiera es la mejor película de James Bond con Daniel Craig; pero cumple su cometido, y sin duda alguna vale la pena verla en el cine.

Así que vayan y hagan eso. Especialmente si quieren a mi Ciudad tanto como yo; nada más por esa escena inicial valdría la pena.

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From the New World

El siguiente animé que vi es probablemente de los más pertubardores que he terminado. Y estoy incluyendo toneladas de hentai. Se llama From the New World.

From the New World

From the New World

Esta serie ocurre 1,000 años en el futuro. En el pasado (nuestro presente), 0.1% de la población desarrolla poderes telequinéticos, y proceden a hacer lo que cualquier persona haría con poderes telequinéticos: matar gente y destruir cosas. No queda claro en la serie, pero en gran medida el caos que sigue parece ser causado porque los poderes telequinéticos se manifiestan alrededor de los 12 años, y entonces uno puede imaginar la destrucción que habría si de repente millones de emos pudieran destruir personas a pedazos.

Después del colapso de la sociedad, y de un periodo semi feudal (con la gente con poderes siendo los dominantes, obviamente), todo se estabiliza en una “utopía” donde hay muy pocos seres humanos, todos tienen poderes telequinéticos, y la sociedad se regresa a pequeñas comunidades rurales, casi sin utilizar electricidad u otras tecnologías que ahora consideramos modernas.

Para evitar las masacres que los ciudadanos podrían cometer (cada uno de ellos increíblemente poderoso), la población es adoctrinada desde que son niños a controlar sus emociones, se les mantiene apaciguados al tener una moral muy relajada respecto a las relaciones sexuales, y además hay una modificación genética que causa que cualquier ser humano que asesine a otro, muera automáticamente al activarse una “retroalimentación mortal”.

Esto no resuelve todo todo el tiempo; a los niños que se les detecta que no tienen la suficiente diciplina para controlar sus poderes telequinéticos, se les asesina utilizando jaguares genéticamente manipulados, y a sus compañeritos de clase los hipnotizan para que se olviden de ellos. E incluso así ocurre de vez en cuando que un adolescente no puede controlar su subconsciente, lo que hace que sus poderes se “fuguen” cuando no está poniento atención, y a ellos también se les asesina (aunque se les da la oportunidad de suicidarse inicialmente). Por último, y aunque extraño, ocurren “ogros” que son capaces de negar la “retroalimentación mortal”, y que suelen desatar masacres de miles de personas antes de que puedan ser detenidos, porque el resto de la población no puede asesinarlos por la misma “retroalimentación mortal”.

Ogro

Ogro

Los poderes telequinéticos de los habitantes en From the New World son extraordinarios; van mucho más allá de mover pelotitas por el aire. En sus versiones más extremas son capaces de manipular las cosas a nivel molecular, incluyendo cambiar genéticamente a seres vivos, o incluso detener el envejecimiento de las personas.

La historia sigue a Saki y sus amiguitos desde que tienen 12 años hasta que llegan a los 26… los que llegan, porque varios son asesinados por varias razones, aunque siempre bajo el estándarte de “el bien común”. Es éste un animé con uno de los artes más bellos que he visto, y que es utilizado para representar un mundo cruel y reprimido, donde en el fondo la población vive aterrada de lo que cada uno de ellos (pero en particular los niños y adolescentes) pueden hacer.

Lo pertubador de la serie es cómo va revelando este mundo superficialmente idílico, pero en el fondo aterrador. A eso se aúna las relaciones sexuales entre los niños; en general en el animé “normal” (no hentai), es muy raro ver despliegues públicos de afecto. Es todo un evento cuando dos personajes se dan la mano o se abrazan románticamente; no digamos que se besen o se insinúe que tienen relaciones sexuales. En esta serie ocurre todo el tiempo sin el menor miramiento; y todo mientras queda claro que tienen 12, 14 ó 16 años.

Saki y Maria

Saki y Maria

Y he hablado acerca de la gente rata, que son casi esclavos de los humanos en este mundo. No lo haré, porque al fin y al cabo es el punto central de la historia, y lo que desata el conflicto más grave (y sangriento) hacia el final de la serie.

Me parece que es muy buena serie, y la recomiendo ampliamente. Pero no es para todo mundo, y no dudo que haya gente que le cueste digerir varios aspectos de la misma. También debo dejar claro que es muy violenta y muy sangrienta en varias partes, de manera explícita y sin miramientos. E incluye generosas porciones de sexo (o al menos la intuición del mismo), entre personajes que son indiscutiblemente menores de edad.

Pero si no tienen problemas con eso, véanla. Es de los mejores animés que he visto en mucho tiempo.

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La Cumbre Escarlata

El viernes fui a ver Crimson Peak, porque la dirige Guillermo del Toro, porque sale Mia Wasikowska, porque sale Jessica Chastain, y porque sale Tom Hiddleston.

No me arrepentí en lo más mínimo. Se aplican las advertencias de spoilers regulares; y voy a contar toda la trama y el final, así que si no la han visto y planean hacerlo, guarden mi reseña para después.

Crimson Peak

Crimson Peak

Puta madre. Qué extraordinaria película.

Aunque creo que Mad Max: Fury Road sigue siendo la mejor película de este año, Crimson Peak es sin duda alguna mi favorita. Falta ver qué ocurre en diciembre con el episodio siete (que, conociéndome, probablemente supere a todas las demás), pero hasta ahora esta nueva entrega de Guillermo del Toro me ha satisfecho como espectador como no lo había hecho ninguna otra película en años.

La película no es perfecta. El diálogo es en varias partes, intencionalmente además, caricaturesco; la historia es descaradamente predecible (incluyendo el último misterio, que ni es último ni es misterio), y hay varios hoyos en la trama que, me parece, pudieron haber sido subsanados con nada más un mejor cuidado de la continuidad y en general del manejo de la historia.

Pero nada de eso importa, porque todo lo demás compensa cualquier falla, real o imaginaria, que la película pudiera tener.

En primer lugar, las actuaciones de Chastain y Wasikowska son espectaculares, la primera como la fría, calculadora y dañada Lucille Sharpe, y la segunda como la inteligente, fuerte e inmaculada Edith Cushing. En la trama las dos pelean por el amor y la atención de Thomas Sharpe, el hermano de Lucille; frente a la cámara las dos actrices pelean por ver quién se roba más escenas, y me parece que gana (por un pelo) la Chastain, con todo y la sobreactuación, porque el personaje es en sí mismo increíblemente sobreactuado. Pero nada más ver la batalla mental, verbal y al final física entre estas dos extraordinarias mujeres (que por supuesto son las que llevan los dos primeros créditos en el elenco) haría que valiera la pena ver esta película.

Tom Hiddleston en cambio aparece tan guapo y tan encantador que hasta yo quería casarme con él. El personaje es débil y fácilmente manipulable, abrumado al final del día por las dos formidables mujeres que dominan su vida; pero al mismo tiempo eso le da una fragilidad y una entrañabilidad que en el misógino mundo de Hollywood suelen estar reservadas para personajes femeninos. La subversión de genéros funciona espectacularmente bien en esta película, donde la increíble villana es mujer, donde la heroína es mujer, y donde los hombres deben ser generalmente rescatados.

Visualmente la película es bellísima, además de increíblemente tétrica y tenebrosa. La mansión donde Edith se muda con su flamante marido es, literalmente, oscura y decadente, pero aún así hermosa en su ruina y abandono. Los fantasmas que desesperadamente tratan de advertirle a Edith del futuro que le espera son espantosos, sí, pero van adquiriendo un aire de fragilidad y desesperanza que al final terminan por ganarse nuestra lástima y piedad. Y bueno, ni qué decir de la ambientación a inicios del siglo pasado, con el vestuario, carruajes y demás.

La historia, irónicamente, es lo más débil de la película, porque como dije arriba es predecible, consecuencia de lo simple de la misma. Pero lo importante de todo esto es que es una historia de amor; cosa que el material promocional y avances de la película no han conseguido proyectar. Crimson Peak no es una película de terror; es un romance gótico que ocurre tiene fantasmas como personajes. Los fantasmas no son los villanos, ni nada realmente qué temer; son almas atormentadas que tratan de advertirle a Edith que tiene que salir corriendo de esa casa de horror… y no de horror por los fantasmas, sino por la demente Lucille, que es la que toma todas las decisiones importantes en la misma.

Edith es una naciente novata escritora de novelas que involucran fantasmas, porque los ha podido sentir y ver desde niña que su madre murió, y que regresó a advertirle de la cumbre escarlata famosa. A su ciudadcita llegan los hermanos Sharpe, nominalmente buscando investores para poder restaurar las minas de barro rojo de las cuales son herederos, pero realmente van con la intención de conseguir una esposa acaudalada para Thomas, que no tenga ningún familiar vivo, y así ellos puedan quedarse con el dinero después de envenenarla. Es la cuarta vez que realizan el crimen, que en esta ocasión incluyó asesinar al padre de Edith de tal forma que pudiera pensarse que fue un accidente.

La mente maestra de la macabra operación, y la despiadada ejecutora de sus partes más horribles, es por supuesto Lucille, la hermana mayor de Thomas, que asesinó a su madre cuando la misma descubrió el oscuro secreto que compartían los hermanos… y el oscuro secreto que compartían los hermanos es, por supuesto, que Lucille había iniciado una relación sexual incestuosa con Thomas para poder dominar por completo al de por sí fácilmente manipulable muchacho.

Y porque está loca de atar.

Tanto era el control que Lucille tenía sobre Thomas, que él nunca consumó el matrimonio con ninguna de sus víctimas-esposas. Y probablemente hubieran continuado con su enfermizo modus operandi, si no fuera porque la hermosísima e irresistible Edith de verdad consigue que Thomas se enamore de ella.

El uso de incesto en la trama, por predecible que sea, consigue en general el objetivo de causar un horror y repulsión mucho más grande que el que pudiera causar cualquier fantasma. En casi todas las culturas existe un repulsión natural en contra de las relaciones sexuales entre hermanos, posiblemente porque aquellas culturas que practicaban la endogamia a nivel generalizado (no únicamente entre la realeza, como los faraones egipcios o la aristocracia parásita europea), terminaron por destruirse genéticamente a sí mismas.

El golpe emocional es tan fuerte que cuando Edith descubre a los hermanos (¡in fraganti!), en una de las mejores escenas de la película, le dice a Lucille “you are not his sister!“, a lo que la hermosa, lasciva y demente Lucille contesta (parafraseando) “Charming. Yes I am!” Y procede a tirarla de un balcón, porque les digo que a veces el diálogo es caricaturesco, y parece de telenovelas de Televisa que sin duda del Toro vio cuando era niño.

La película es extraordinaria. Salí fascinado de la misma; quiero volverla a ver, varias veces, y les recomiendo que hagan lo mismo. Sólo no esperen una historia de terror; es un romance, gótico, con una villana incestuosa demente, y fantasmas que tratan desesperadamente de salvar a nuestra hermosa heroína.

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Esta Chica es un Desastre

El sábado fui a ver Trainwreck, porque no me quedaba nada más en ese horario, y porque supuse que ver una comedia romántica estaría bien.

Se aplican las de siempre.

Trainwreck

Trainwreck

La película sigue las convenciones normales de una comedia romántica, pero es novedosa en que la protagonista sí es un pinche desmadre, y además está contenta y (hasta cierto punto) orgullosa de serlo. El conflicto surge cuando conoce a un güey que de verdad le gusta, y va cayendo en cuenta que su manera de ser sí conflictúa con una relación estable.

Eso está bien; me da gusto ver un personaje femenino que no se desvive por pendejadas de romanticismo o superficialidades, y que además es una mujer inteligente y simpática que no es una belleza (bajo ninguna definición del término), pero sin duda alguna atractiva y sexy.

Lo que no está bien es que la película es más bien aburrida, y que dura unos cuarenta minutos más de la cuenta.

Amy Schumer es chistosa. No Louis CK o Tina Fey chistosa; pero sin duda alguna divertida, y superando la desventaja de ser, para los estándares misóginos de Hollywood, gordita. Conozco cuates que le dirían “gordibuena”; yo creo que tiene un cuerpo bastante normal, pero esos cachetotes ciertamente no la ayudan.

El problema que tiene Schumer (quien escribió la película), es que trata más de causar shock que de ser divertida, y que su personaje muchas veces no es nada más una mujer fuerte e independiente que vive su vida como quiere; su personaje es un pendejo. Y uso el término masculino para hacer énfasis en el hecho de que le diría exactamente igual a un hombre que se comportara así.

De todas formas la película tiene varias escenas genuinamente divertidas; pero definitivamente no vale la pena verla en el cine. No me queda claro que valga la pena verla en Blu-ray tampoco; probablemente lo justo sea decir que es una película para cuando la pasan de repente en la tele. Por novedoso que pueda ser su personaje principal.

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Misión Rescate

El sábado fui a ver The Martian, por Matt Damon en gran medida.

Se aplican ya saben.

The Martian

The Martian

Esta película debe de tener una de las historias más sencillas; Matt Damon es un astronauta en Marte, que lo abandonan sus compañeros al creer que había muerto, y que debe utilizar ciencia y así para sobrevivir hasta que van por él meses después, que es justo lo que pasa.

La película es predeciblemente pro gringa, pero podría haber sido mucho peor. También es básicamente imposible, aunque “trata” (entre comillas) de presentar la ciencia de manera creíble.

Nada de eso importa, porque lo chido de la película es Matt Damon sembrando papas usando caca como abono. De eso trata la película, realmente.

El elenco es espectacular, pero realmente el único que importa es Damon; todos los demás son comparsas, incluyendo el espectacular Michael Peña haciendo lo que siempre suele hacer, y Jessica Chastain viéndose más hermosa que nunca.

Después de los últimos brodios que había excretado Ridley Scott, esta película yo la encontré muy satisfactoria. No es realmente buena; pero es divertida, emocionante, bien actuada y contada, y tiene una pizca de romance, nomás pa no dejar.

Y vale la pena verla en el cine, así que vayan y hagan eso.

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El Agente de C.I.P.O.L.

Hace un par de semanas fui a ver The Man from U.N.C.L.E. con mi mamá. Yo nunca vi la serie de televisión (aunque he oído mucho de ella), pero mi mamá sí, según ella todos los capítulos.

Se aplican las de siempre.

The Man from U.N.C.L.E.

The Man from U.N.C.L.E.

Me encantó esta película. Está divertida, bien actuada, extraordinariamente bien ambientada en los sesentas, y la pareja principal tiene una química increíble. La pareja principal es por supuesto la que consiste de Superman y el Llanero Solitario, aunque Alicia Vikander también tiene buena química con Armie Hammer. La hermosísima sueca sólo la había visto en Ex Machina, donde se roba toda la película; pero aquí es increíblemente bella y simpática, funcionando muy bien como alemana del este trabajando para la inteligencia británica y mediando entre el par de espías ruso y gringo. La muchacha se equivocó de década; debió nacer de tal modo que fuera veinteañera en los sesentas.

Alicia Vikander

Alicia Vikander

La historia es una pendejada, por supuesto, casi por definición, pero está emocionante y divertida, y siempre es entretenido tener a nazis como malos malérrimos.

Otra cosa padre de la película es que es una cinta “modesta” de 75 millones de dólares; en general ya casi no están haciendo de esas películas. O bien son “independientes” de menos de 30 millones, o son monstruos colosales de más de 200 millones. Me gustaría que hicieran más películas como The Man from U.N.C.L.E.; no “indies”, pero tampoco que cuesten el producto interno bruto de varias naciones tercermundistas, y que consecuentemente tampoco tengan que ganar cientos de millones de dólares para ser consideradas exitosas.

A mí me divirtió mucho y espero hagan al menos otra (a ver si Illya por fin puede besar en paz a a Gaby sin que los interrumpan). La recomiendo ampliamente.

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K-On!

Otro animé que vi, y del que no he terminado la segunda temporada (así que técnicamente sigo viéndolo), es K-On!.

K-On!

K-On!

K-On! es especial en mi lista de animé, porque es de un género al que se le conoce como slice of life. Esa es una forma rebuscada de decir que realmente la serie no trata de nada en específico.

Nominalmente, K-On! es acerca de unas chavitas en secundaria que forman una banda de Pop-Rock (o sea, Pop). En realidad, K-On! es acerca de cinco chavitas, y las cosas completamente normales que les ocurren mientras forman una banda de Pop-Rock (o sea, Pop).

Dejen hago énfasis en esto; no hay romance, no hay acción, para motivos prácticos no hay drama, y nada más de estar enumerando todas estas características me pregunto, una vez más, cómo pude echarme toda una temporada de un animé donde no pasa absolutamente nada nunca.

El programa está divertido, las protagonistas son agradables (la maestra asesora del grupo, una rockera de corazón enclosetada, es cagadísima), y el arte es más que pasable. Únicamente no pasa nada. Nunca.

Eso sí, tiene bastante J-Pop que, no me avergüenza admitirlo, disfruto bastante. Pero no creo que justifique ver la serie.

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Ciudades de Papel

Hace más de dos semanas fui a ver Paper Towns, en gran medida por Cara Delevingne. La inglesita interpreta a uno de los muchos locutores que existen en las estaciones de radio ficticias en Gran Theft Auto V, y a mí me parece encantadora ahí, nada más por su voz. Además va a aparecer en Suicide Squad, como Enchantress.

Total que hubiera pedido mi dinero, porque aperece como 20 minutos en total en la película, y hablando con acento gringo. Pero me gustó la película.

Se aplican las de siempre.

Paper Towns

Paper Towns

Quentin ha estado perdidamente enamorado de su vecina Margo desde que ella se mudó cuando era chiquita, pero nunca ocurrió nada entre ellos porque es un tetote. Hasta que una noche Margo entra por su ventana y le pide ayuda para cometer actos ilegales de venganza contra su ex-novio y sus dos mejores amigas porque el primero lo engañaba con una de ellas, y la segunda amiga no le dijo nada.

El tarado muchacho acepta, y comienza a hacerse ilusiones de que esa noche de aventuras abrirá la posibilidad de que algo ocurra entre ellos, pero todo se se va a la basura cuando Margo desaparece de la faz de la tierra.

Junto con sus dos igual de tetos amigos, Quentin comienza a descifrar el misterio de dónde fue Margo, y al poco rato se les une la segunda amiga, la que se supone no le dijo nada del novio infiel, porque dice que nunca supo nada. Todos terminan yendo en la camioneta de Quentin de Orlando a Nueva York (el estado, no la ciudad), siguiendo las pistas que el muchacho ha ido descifrando.

La película es una recolección de clichés, lugares comunes y viñetas que hemos visto en doscientas películas del estilo; pero funciona en gran medida por varias razones. Nat Wolf, el muchacho que interpreta a Quentin, es genuinamente encantador, a su manera torpe y poco decidida, como buen adolescente. Sus amigos, aunque nerds sin duda alguna, son bastante felices y uno de ellos hasta novia tiene. Y por último, Margo aparece (o se habla de ella) durante toda la película como si fuera un ser celestial sin ninguna imperfección, y al final se revela como una muchacha insegura que realmente no sabe qué hacer con su vida.

Pero más importante que todo eso, el viaje que “Q” hace con sus amiguitos lo que consigue es conectarlo con ellos, que eran con los que realmente tenía una relación sana y tangible. Margo termina al final siendo un pretexto. Y por supuesto no termina con Margo; porque era un espejismo lo que siempre vio en ella.

Aunque debió ser muy satisfactorio el besote que le pega antes de despedirse.

Paper Towns no es original; pero está bien hecha, muy bien actuada, con personajes adolescentes que se siente reales, no caricaturas, y la historia es satisfactoria y bonita.

Dicho todo lo anterior, véanla en Blu-ray; no tiene caso irla a ver al cine. Que de cualquier forma creo que ya la quitaron.

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Fantastic Four

El domingo pasado fui a ver Fantastic Four.

¿Por qué hice eso? No lo sé, pero es de las peores decisiones que he tomado he mi vida. Voy a ponerme medieval con los spoilers, pero no importa porque no deben ver esta película bajo ninguna circunstancia.

Fantastic Four

Fantastic Four

Los que hemos leído cómics toda la vida sabemos que existe una regla básica de los negocios relacionados con dichos cómics: cada personaje pertenece a un universo. En otras palabras, Superman y Batman viven en el mismo universo, Thor y Iron Man viven en el mismo universo, etc.

Y el universo de Spider-Man, los Cuatro Fantásticos, los Vengadores y los X-Men es el mismo: el universo Marvel.

¿Por qué no ha habido una película de los Vengadores donde salga Spider-Man, o una de los X-Men donde aparezcan los Cuatro Fantásticos? Esto no sólo es el fanboi dentro de mí hablando; Spider-Man es de hecho miembro de los Vengadores en los cómics (o lo ha sido), y el hijo de Reed Richards y Susan Storm (Franklin Richards) es mutante, y en toda historia de posibles futuros se da por hecho que será parte de los X-Men.

La respuesta es que los derechos de las películas de Spider-Man, los X-Men y los Cuatro Fantásticos pertenecen a compañías distintas. Los Vengadores (y todos los superhéroes involucrados) son de Marvel; pero recuerden que no había una compañía cinematográfica de Marvel hace unos cuantos años.

Justo lo que pasó es que durante décadas Marvel vendió los derechos cinematográficos de distintos personajes a diferentes compañías, y en general dichas compañías estuvieron produciendo basura durante todas esas décadas, hasta que a inicios de este siglo Sony por fin produjo una película de Spider-Man decente, que fue lo que detonó esta etapa de oro del cine de superhéroes que por fin está entrando a su crepúsculo.

Fascinante; ¿qué tiene que ver todo este chisme narco-empresarial con Fantastic Four? Tiene que ver todo. Los derechos que 20th Century Fox tiene sobre las películas de los FF expiran si una nueva película no es estrenada cada cierto tiempo; así que después del desastre que fue Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer (que en comparación con esta nueva parece una joya de la cinematografía mundial), a Fox se le hizo bolas el engrudo para iniciar la producción de una nueva película, y cuando se fijaron se dieron cuenta de que tenían que sacarla ya o perdían los derechos.

Y básicamente eso es lo que le pasó a la película; una producción apresurada y errada, que por cierto, es lo mismo que le pasó a Amazing Spider-Man 2. Pero mientras Sony miró el error de sus caminos y decidió “devolverle” Spider-Man a Marvel (lo que permitirá que aparezca en la próxima película de los Vengadores), dudo que Fox haya aprendido la lección.

Fantastic Four es un sangriento accidente de trenes. Pero mientras Amazing Spider-Man 2 a mí me tuvo entretenido, esta nueva película del cuarteto de superhéroes comete el peor pecado que puede haber en una película de este estilo. Es insufriblemente aburrida.

Y eso que el elenco es espectacular: Miles Teller es un extraordinario actor, y me parece que pudo haber interpretado al mejor Reed Richards hasta la fecha; Kate Mara me parece bellísima y descaradamente inteligente, además de súper sexy, y me hubiera gustado verla de Susan Richards en una buena película; Jamie Bell probablemente sea el más experimentado de los cuatro muchachos, y sus capacidades histriónicas nadie las cuestiona, pero es pésima elección para Ben Grimm; y por último, Michael B. Jordan sólo lo había en Chronicle y That Awkward Moment, pero se me hace guapísimo y muy buen actor.

Las actuaciones de estos sin duda alguna talentosos muchachos son tan aburridas que dan ganas de llorar. Pareciera que sólo leyeron el guión en voz alta, sin darle ninguna emoción a ninguna de sus líneas. Miles Teller, que suele ser muy rápido al hablar y muy intenso físicamente, aquí parece que le está dando un aneurisma todo el tiempo.

El director es Josh Trank, que dirigió Chronicle (véanla, es de las mejores películas de superhéroes de este siglo, lo que quiere decir de toda la historia), pero las peleas que tuvo con el estudio son ya ahora motivo de leyenda; él mismo es el primero en decir que no le gustó la película.

La historia es opaca y no hace mucho sentido; el villano es una mala caricatura; y esta película tiene el descaro de tener dos escenas de acción en total. Cuando la película terminó yo literalmente me dije en voz alta what the fuck?!, porque no podría creer que eso fuera todo.

Mucho talento criminalmente tirado a la basura; el peor estreno de películas de superhéroes en todos los tiempos, y las peores reseñas de la crítica.

Ni siquiera voy a intentar empujar mi teoría de que el cine de superhéroes está entrando en un declive usando esta película como ejemplo; es sin duda alguna un espécimen aparte, porque nadie ha hecho nada tan malo en mucho tiempo.

Evítenla como la peste.

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Misión Imposible: Nación Secreta

El domingo pasado fui a ver Mission: Impossible – Rogue Nation, porque por qué no.

Se aplican las de siempre.

Mission: Impossible - Rogue Nation

Mission: Impossible – Rogue Nation

Desde mi punto de vista, ésta es la mejor película de misión imposible que ha hecho Tom Cruise, con la única posible excepción de la primera.

Está muy divertida, muy bien hecha, con un montón de acción, y con la mejor protagonista que ha tenido la serie. Rebecca Ferguson interpreta a Ilsa Faust, una agente británica, y se roba toda la película. Además de ser hermosísima (y no tener cuerpo de ranita escuálida, sino de mujer como Marx manda), da de patadas igual o mejor que Ethan Hunt (él nunca la salva en la película; ella de hecho lo hace varias veces), y como muy buen detalle es suficientemente inteligente como para quitarse los zapatos de tacón antes de ponerse a dar de patadas.

Lo único que no me gustó de la película es que la historia es medio idiota, pero eso es tiro por viaje con MI; y que el villano es bastante meh. Pero cualquier problema que pudiera haber tenido la película, sería perdonable nada más por la espectacular persecusión en motocicletas que ocurre a la mitad de la misma. Hace parecer que en la escena de la autopista en Matrix: Revolutions, los personajes andaban en triciclos.

De verdad no hay mucho que reclamarle a la película. Es un perfecto ejemplo de churrito de acción para el verano.

Altamente recomendable.

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Ant-Man

El viernes fui a ver Ant-Man. Se aplican las de siempre.

Ant-Man

Ant-Man

Ant-Man debe ser de los superhéroes con los poderes más estúpidos que puedan existir. El equivalente de DC Comics (Atom) se las ingeniaba para hacer algunas cosas medianamente interesantes, pero Hank Pym en Marvel siempre fue más bien una broma. Me declaro lo suficientemente viejo como para que ya no haya leído ningún cómic de Marvel con Scott Lang como Ant-Man, pero la verdad el poder de “hacerse chiquito” nunca me ha parecido muy interesante.

Dando eso como antecendente, creo que Ant-Man es tan buena como era humanamente posible esperar, en gran medida por el espectacular elenco. Paul Rudd abraza sus raíces cómicas y las explota en la mejor de las maneras en esta película interpretando a Scott Lang. Jamás me voy a tragar que Paul Rudd sea un superhéroe; pero de entrada no puedo tragar que “hacerme tan pequeño que me puede aplastar un niño” sea un superpoder, entonces está bien. La hermosísima Evangeline Lilly interpreta a la hija de Hank Pym y su esposa, Janet van Dyne, Hope, además del obvio interés romántico de Lang. Es un papel más bien pequeño, especialmente porque no hay realmente romance, pero lo maneja de manera excelente. Michael Douglas aparece rejuvenecido al inicio de la película (muy buen efecto especial, por cierto), y después como viejito cascarrabias todo el resto del tiempo. Le queda bien el papel al anciano, y se ve que se divirtió como enano. Por cierto, al inicio también aparecen John Slattery y Hayley Atwell volviéndola a hacer de Howard Stark y Peggy Carter; no es muy trascendente para el resto de la película, pero están simpáticos los cameos. Corey Stoll me gustó mucho como villano; lo he visto en dos o tres películas, y en general me está gustando como actor.

Pero el que casi se roba la película (y de hecho no lo hace nada más por falta de escenas), es Michael Peña como Luis, el antiguo compañero de celda de Lang. Es extraordinario el mexicano haciéndola de mexicano, y siendo entreñablemente simpático en su papel de patiño.

Me gustó mucho la película… y sin embargo reafirma todo lo que he venido diciendo del ocaso en el que está entrando el universo cinematográfico de Marvel. La película es de verdad tan buena como pudo haberse esperado de una premisa tan estúpida, y es el segundo estreno más pobre de Marvel después de alguna de las de Hulk (escojan ustedes; todas son terribles).

Lo que sí es que después del trailer que presentaron los de DC en la Comic Con, estoy sintiendo más optimista respecto a Batman v Superman. En una de esas y terminan recogiendo la estafeta de Marvel.

Como sea; está simpática la película, pero se centra en un héroe que casi nadie conoce fuera de los fans de cómics, que tiene un poder estúpido, y que en este universo cinematográfico está relacionado apenas con los Avengers, así que no creo que le vaya tan bien como le ha ido a las demás películas. Sí le va a ir bien (como dije antes, es una campana, no un crash), pero ya cruzamos el cénit con Marvel. Espero que haya uno para DC.

De cualquier forma, vayan y véanla; aunque honestamente no se perderán nada que no hayan visto en otras películas de Marvel si no lo hacen.

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Terminator: Génesis

El domingo pasado fui a ver Terminator: Genisys en preestreno. Estábamos yo y otros tres güeyes en el cine.

Se aplican las de siempre.

Terminator: Genisys

Terminator: Genisys

Terminator, la primera película de esta saga, salió cuando yo tenía 7 años. La vi hasta que estuve en secundaria, y siempre me ha gustado mucho. No sé si considere a T2 (la segunda entrega) mejor o peor, porque hace mucho que no las veo, pero sin duda alguna a ambas las considero muy buenas películas de ciencia ficción y acción.

Lo que ocurrió después con la saga fue extraño, por decir lo menos. Terminator 3: Rise of the Machines es sin duda alguna mala, pero está suficientemente divertida como para que muchos la perdonáramos. En cambio Terminator Salvation por poco manda la serie directamente a la basura.

En medio, la serie de televisión Terminator: The Sarah Connor Chronicles fue sorprendentemente divertida, si bien trágicamente corta.

Como sea: soy fan de la serie, nada más no muy clavado. Espero que las películas de Terminator que me diviertan, no que cumplan un particular nivel de calidad. Mi reseña se basa en que yo siempre he considerado estos como los puntos más importantes de la saga:

  1. El personaje principal es Sarah Connor.
  2. La historia es, antes que nada, la historia del romance entre Sarah Connor y Kyle Reese.
  3. John Connor is a whinny little bitch.

La columna vertebral de la quinta película se basa en el hecho de que después de todo lo que ha pasado en las películas anteriores, la serie de televisión, y los cómics (y por supuesto los estoy incluyendo), las líneas temporales se han enredado tanto que ya no es posible determinar exactamente qué pasado, presente y/o futuro es seguro. Lo único de lo que se tiene certeza es de que Skynet siempre trata de matar a Sarah y John en el pasado, y siempre falla.

La película se basa mucho en la original de 1984, rehaciendo algunas escenas casi cuadro por cuadro. La diferencia es que cuando Kyle llega, el T-1000 (interpretado espectacularmente por Lee Byung-hun) lo está esperando, y es salvado por Sarah Connor y un T-800 modelo 101, que la ha protegido desde que es una niña.

No voy a entrar mucho en el desmadre de los viajes en el tiempo; sólo sí quiero dejar claro que yo no tengo ningún problema con las explicaciones ofrecidas (muchas de ellas por el gobernator en persona), y que me parecen una salida satisfactoria. No es la historia mejor contada ni mejor armada del mundo, y al igual que con todas las películas de Terminator no es terriblemente profunda; pero a mí me pareció divertida y suficientemente bien contada.

En lo que quiero entrar es en los personajes; que después de todos los desmadres que han ocurrido con las distintas líneas temporales antes mencionadas, son lo único que tenemos realmente como ancla en esta serpentina historia.

Primero que nada, Schwarzenegger a sus 478 años es encantador como el viejo, pero no obsoleto, Terminator. Resulta tan entrañable el viejito en el papel que lo llevó a la fama que es casi imposible no sentir cariño por él, y por la perseverancia de seguir interpretando un personaje que sencillamente nadie podrá interpretar mejor jamás en toda la historia del mundo mundial. Se roba la película en todas las escenas donde sale, que realmente no son tantas.

En segundo lugar, Emilia Khaleesi Clarke me encantó como Sarah Connor. He leído de mucha gente decepcionada de su actuación; mi opinión más sobria y mesurada al respecto es que están todos bien pendejos. Sí, no es Linda Hamilton en T2; pero no se supone que lo sea; aunque sí fue educada y preparada por el T-800 Pops, sigue siendo básicamente una niña, de la edad de Linda Hamilton en Terminator original. Cuando le sala la vida a Reese y abre la puerta de su camión blindado para decir Come with me if you want to live!, y después procede a disparar su pistola para rematar con Now, soldier!, yo me vine un poquito.

Me encanto la Clarke en el papel de Sarah Connor, y me pareció salvajemente hermosa; mucho más de lo que jamás me ha parecido en Game of Thrones. Será que le queda mejor ser morena.

En tercer lugar, Jai Courtney me pareció bastante bien como Kyle Reese. De nuevo, por supuesto que no es Michael Biehn; nadie podrá ser jamás Kyle Reese como lo fue Michael Biehn. Pero Courtney hace un papel más que decente, y me gustó mucho cómo interpreta el romance con una Sarah Connor que realmente no lo necesita (más que como donador de esperma), y como en esta versión es él el que tiene que estar pidiendo que, por favor, le expliquen qué rayos está pasando.

Por último, se me hizo fabuloso Jason Clarke como John whinny little bitch Connor, y me pareció una idea muy original que Skynet llegue a la conclusión de que no puede matarlo, y que entonces debe reclutarlo.

Me gustaron mucho los personajes, y la escena donde por primera vez en la historia aparecen Sarah, Kyle y John juntos me pareció por mucho de las mejores y más divertidas no sólo de esta película, sino de toda la saga.

Agréguenle a esto que la acción es espectacular y muy bien hecha, y yo salí encantado del cine. De hecho, y creo que es la mejor alabanza que puedo darle a la película, salí como cuando tenía unos doce años y por fin vi Terminator en una cinta VHS con casi toda certeza pirata.

Y entonces llegué a mi casa para leer a un montón de gente que se queja de la película.

Ni siquiera voy a tratar de argumentar porque sinceramente creo que toda esa gente sencillamente está equivocada; sólo vayan y vean Terminator: Genisys. No es tan buena como Terminator o T2, pero me parece que sí es mejor que la tercera, y sin duda alguna mucho mejor que la cuarta. Vayan y véanla; denle una oportunidad a los nuevos actores jóvenes, y por encima de todo disfrútenla por el sincero cariño que le tiene a las raíces de la serie.

Creo que con eso podrán encontrarla mucho más que satisfactoria.

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Porque aún estás aquí

Todavía no era hora de levantarse.

Eduardo giró a su izquierda y abrazó el cálido cuerpo de Amanda. Hundió la nariz en su cabello y aspiró el aroma que tanta paz le brindaba, mientras sentía como los dos cuerpos se acomodaban plácidamente para dormir.


“Te digo que es perfectamente legal”, le dijo Roberto, mientras Eduardo giraba la llave del cubículo y lo seguía en el pasillo. “Los estudiantes tienen prohibido consumir alcohol en el campus, pero los profesores no.”

“Eso no tendría sentido, ¿entonces los profesores podemos emborracharnos en nuestros cubículos así nada más?”

“No estoy diciendo que esté bien, estoy diciendo que es legal.”

Eduardo se detuvo a la mitad del pasillo. Algo estaba mal; éste era el departamento de Historia, no el de Letras. Su cubículo no estaba aquí; ¿cómo podía haber cerrado un cubículo de Historia?

Regresó el corto camino que había cubierto, y notó que el cubículo que había cerrado había desaparecido. ¿Estaba seguro de haber cerrado alguna puerta? Tardó en notar al estudiante detrás de él, hablándole.

“Profesor…”

Eduardo giró y se le helaron las entrañas. El muchacho extendía su brazo hacia él, pero en lugar de una mano, era un muñón ensangrentado, con un pedazo de hueso incongruentemente blanco que salía de la herida por varios centímetros, y decenas de moscas volando alrededor del mismo. Moscas negras, grandes, zumbantes, que se lanzaron al unísono a la cara de Eduardo.

Eduardo despertó de golpe, sintiendo su corazón palpitar, un grito atorado en su garganta. Miró el reloj en su buró.

Era hora de levantarse.


“Sigo teniendo pesadillas” le dijo Eduardo al terapeuta. “Todavía relacionadas con insectos.”

El terapeuta levantó una ceja, como invitándolo a continuar.

“Estaba en la universidad, con un compañero, y de repente un estudiante me llamó. Tenía la mano amputada brutalmente, como si acabara de haber sufrido un accidente; pero la herida era revoloteada por muchas moscas, que se lanzaron a mi cara en cuanto las noté. ¿Qué cree que signifique?”

Una ligera inclinación de cabeza fue la única respuesta del terapeuta. Como si le regresara la pregunta.

“No sé” continuó Eduardo. “¿Me preocupan los estudiantes?”


Amanda y Eduardo estaban sentados frente a la televisión, abrazándose. Sin percatarse de que lo estaba haciendo, Amanda se quitó los calcetines y los metió entre los cojines del sofá. Eduardo detestaba que hiciera eso, pero al ver sus piecitos sintió un oleada de cariño por ella tan abrumadora, que sólo la abrazó más fuerte y la besó en la cabeza.


Eduardo bajó la velocidad de su carro frente al semáforo en rojo. Varios peatones comenzaron a cruzar su campo de visión, y por el rabillo del ojo alcanzó a ver en el retrovisor un carro a su izquierda que no parecía que quisiera (o pudiera) frenar.

El carro se detuvo en seco justo enfrente de un peatón, que le dio un golpe en el cofre. Eduardo frunció el ceño. Algo estaba mal; ¿de dónde venía ese zumbido?

El enjambre de abejas dentro del carro creció exponencialmente. Las podía sentir en sus brazos, en su cuello, en su cara. Podía sentir cómo se metían en su cabello, en sus orejas y en su nariz, y cuando abrió la boca para gritar horrorizado, pudo sentir como volaban dentro de su garganta.

Eduardo despertó tosiendo, sintiendo todavía que se ahogaba. Miró el reloj en su buró.

Era hora de levantarse.


“Ahora un enjambre de abejas me sofocó dentro de mi carro”, le relató Eduardo al terapeuta, que procedió a reclinarse en su asiento juntando las puntas de los dedos, como invitándolo a elaborar.

“Siempre son insectos. Siempre me despierto de un sobresalto. Siempre es justo a la hora en que tengo que levantarme.”

El terapeuta lo miró fijamente a los ojos, sin decir nada.

“¿No debería decirme algo además de escucharme?”

El terapeuta asintió lentamente.


Amanda estaba lavando los trastes. Tenía puestos unos pants holgados que solía utilizar de piyama. Eduardo se acercó por detrás y comenzó a besarle la espalda y el cuello. Se fue inclinando mientras le besaba la espalda, hasta que estuvo de rodillas detrás de ella y le empezó a bajar el pants y los diminutos calzoncillos.

Eduardo hizo que Amanda se diera la media vuelta y comenzó a lamerla, dejando que el olor y el sabor de ella envolvieran todos sus sentidos. Amanda empezó a reír entre los gemidos.


Eduardo le estaba dando la espalda al terapeuta. Se sentía realmente molesto.

“¿Sabe qué, doc?” le preguntó, “no me gusta cómo está funcionando esto. No me está ayudando para nada a resolver mi problema de no poder dormir.”

“Eduardo, tu problema no es que no puedas dormir”, dijo el terapeuta con una voz imposiblemente seductora.

Eduardo sintió que los vellos detrás del cuello se le ponían de punta. Algo estaba mal; el terapeuta nunca hablaba.

Dio la media vuelta muy despacio, sintiendo un hueco en el estómago que crecía hasta cubrir todo su ser. El terapeuta tenía la sonrisa más encantadora que pudiera existir, y lo miraba con los ojos compuestos de una mosca, de color rojo brillante. Su postura era relajada, su sonrisa irresistible. Pero sus ojos le helaron la sangre a Eduardo. Vio maldad en ellos, peligro. Sintió el peso de la realidad inescapable de que algun día moriría.

“Eso sólo es un síntoma del problema real” continuó el terapeuta.

Eduardo despertó, sintiendo el sudor frío que cubría su cuerpo. Miró el reloj en su buró.

Era hora de levantarse.


Eduardo abrió los ojos y miró el techo. Estaba cubierto de cientos de mosquitos, de miles. Cerró los ojos con fuerzas. Estoy en un sueño, pensó.

Al abrir los ojos de nuevo, los moscos habían desaparecido. Sintió sus músculos relajarse, y oyó un suspiro de alivió de Amanda a su lado.

“Eran muchísimos moscos”, dijo ella.

“Lo sé”, contestó él.

“¿Qué es eso?”

Eduardo siguión con su mirada la de ella. Un mosco del tamaño de su puño estaba en la pared. Su cuerpo tenía una joya verde brillante que ocupaba casi todo su torso. No se movía, no hacía ningún sonido, pero Eduardo sintió el peligro al verlo.

“No sé, pero si nos movemos bruscamente volará hacia nosotros.”

“¿Qué hacemos?”

“Creo que si me muevo muy despacio a lo mejor puedo ir a la cocina por un vaso para atraparlo”.

Eduardo miró de nuevo a Amanda, y sintió como el alma se le caía a los pies.

“Esto es un sueño”, le dijo.

“¿Cómo sabes?”, le preguntó ella.

“Porque aún estás aquí”.

Eduardo abrió los ojos, y miró el otro lado de la cama, vacío como siempre desde aquel fatídico día. Como había ocurrido casi diario desde que Amanda ya no estaba, Eduardo empezó a llorar sin poder evitarlo, sintiendo de nuevo como si fuera la primera vez el dolor, la soledad, la desesperanza, el miedo.

Como todos los días, su reloj comenzó a sonar.

Era hora de levantarse.

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Intensa-mente

El fin de semana pasado fui a ver Inside Out.

Se aplican ya saben.

Inside Out

Inside Out

Juan me preguntó unos días antes si no se me antojaba verla, y le dije que no. No por la película, sino porque estoy hasta la madre de que todas las películas para “niños” las estén doblando. No importa qué tan bueno sea el doblaje, prefiero siempre ver las películas en su idioma original.

Y entonces vi el fin de semana pasado que Inside Out estaba subtitulada en Perisur, y ahí es que la vi. Por cierto, antes de empezar con la película misma, nada más por ver el corto Lava valió la pena el viaje al cine, y me da mucho gusto haberlo visto (repitió Canek, ligeramente molesto) en su idioma original. Pueden ver un pedacito del corto en el tubo.

Inside Out es tal vez el proyecto más ambiciosos desde el punto de vista conceptual que Pixar haya intentado. Tratar de describir emociones es terriblemente complicado; hacer una película donde dichas emociones son los personajes de la misma es altamente arriesgado, y me parece que hay que encomendar a Pixar por haberlo intentado, incluso si el resultado hubiera sido un fracaso.

Por suerte, el resultado no es un fracaso. Tampoco es todo lo que pudo ser, pero en general me parece que es una de las mejores películas de Pixar. Aunque Wall•E me sigue pareciendo mejor; y por cierto, en algunas cosas es más efectiva para representar emociones que Inside Out.

La premisa de la película es que todos los seres humanos somos controlados por un comité de cinco emociones básicas: Alegría, Tristeza, Enojo, Miedo y Desagrado, y que se van turnando para tomar el “control” de una persona de acuerdo a las circunstancias que la rodean. Una vez que un episodio ocurre dominado por una de las cinco emociones, se produce una memoria codificada con el color de la emoción dominante, y hay memorias centrales (core memories) que de hecho son las que terminan definiendo a la persona misma.

La historia sigue a Riley, una gringa que como es blanca y sus papás sí la quieren y le hacen caso, pues casi todas sus memorias son felices (dominadas por Alegría), y que de hecho todas sus memorias centrales son así. Esto hasta que se mudan de Bumbelch, Nebrahoma (que por ser su pueblo natal Riley asocia con todo lo que es felicidad en el mundo) a San Francisco, California, y pues la pobre niña provinciana tiene hartos problemas para lidiar con la que será su nueva vida.

En medio de todo el pandemonio asociado con la mudanza, Alegría hace su mejor esfuerzo por conducir a Riley alegre y con chispa, pero eventualmente todo confluye en un primer día traumático en su nueva escuela, lo que genera una memoria central dominada por Tristeza, y Alegría en su afán de impedir que la personalidad de Riley incluya una memoria triste (o, más egoístamente, una memoria no dominada por ella), trata de evitar que la memoria central vaya a donde deba ir, y pues ella y Tristeza terminan en la zona de almacenamiento a largo plazo con todas las memorias centrales de Riley. Las dos emociones deben tratar de regresar al cuartel central antes de que Riley haga algo irreparable al no contar con sus dos emociones más importantes, y las memorias centrales que la definen.

La película es antes que nada muy original e hilarantemente divertida todo el tiempo. Eso está bien, y es consistente con lo que Pixar ha hecho antes; pero además de todo es una película que trata de lidiar con temas muy difíciles y conceptualmente muy profundos. Cosas como miedos subconscientes, el pensamiento abstracto, por qué lo que creemos lo confundimos con hechos, etc., son presentados de manera muy divertida y, dentro de lo que cabe en una historia con emociones antropomorfas, creíble.

Amy Poehler y Phyllis Smith son extraordinarias como Alegría y Tristeza; particularmente la segunda, que con su voz apagada y monótona suena exactamente como la tristeza encarnada debe sonar.

Pero lo que más me gustó de la película, es el mensaje final de que estar triste está bien. Que es lo normal en muchas circunstancias, y que sí, los episodios tristes de nuestra vida son sin duda alguna parte de aquellos que terminan definiéndonos como personas. Que es parte de crecer, como lo es olvidar para siempre a amigos imaginarios.

También me gustó mucho que Riley es un personaje femenino (güera, porque de esos hacen falta, pero bueno), y juega hockey, no está interesada en princesas o cosas de color rosa, y que a pesar de que tiene 11 años, no está obsesionada con chicos ni cuándo tendrá su primer novio. Tiene un novio imaginario canadiense, pero se usa eso básicamente como una de las múltiples bromas de la película.

No sé qué tanto entiendan los niños menores de 10 años de la película, pero tampoco creo que importe mucho. Los chistes son suficientes como para tener entretenidos a los más pequeños, y yo esperaría que los demás al menos alcanzaran a medio entender las ideas centrales de la historia. Pero definitivamente es de las películas de Pixar más enfocadas para adultos que han hecho.

Así que váyanla y véanla, en el cine de preferencia. Y si les interesa mi opinión particular, véanla subtitulada, porque las actuaciones en inglés son fenomenales.

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