El viernes voy a ir a ver The Force Awakens, así que durante los últimos días he estado viendo los seis primeros episodios, porque por supuesto que eso he estado haciendo.
Estoy bastante emocionado por la película que viene, y en gran medida esto es porque tengo una gran ventaja que muchos otros fans de la serie no tienen; yo de hecho disfruté la trilogía de las precuelas. Sí, incluso Phantom, y sí, contando a Jar Jar Binks.
He leído bastante acerca de las críticas a las precuelas, y en mi no tan humilde opinión, la razón por las que fueron tan mal recibidas (particularmente Phantom), se puede resumir en tres puntos:
- La expectación que había respecto a las películas era imposible de satisfacer. Incluso así hubieran sido mucho mejores que la trilogía original, los fans de la serie esperaban casi casi la segunda venida de Jesucristo. Literal y figurativamente.
- El guión es en varias partes atroz, y en eso estoy 100% de acuerdo. A mí en lo particular no me parece que sea tan grave, pero sí es de dar pena ajena en varias partes.
- La historia de las precuelas es distinta a la de la trilogía original.
Quiero hacer énfasis en este último punto, porque realmente no lo he leído en otro lado (y leo bastante de esto, porque por supuesto que eso hago).
La trilogía original era terriblemente maniquea, excepto por la segunda mitad de Jedi; los buenos son buenos y los malos son malos. Si alguien es del Imperio, inmediatamente es malo y merecedor de ser asesinado sin ningún tipo de miramiento. De forma opuesta, todos los rebeldes son buenos buenérrimos, que a veces se equivocan pero cuyas intenciones siempre son buenas.
Las precuelas tienen una profundidad que la trilogía original desconoce casi por completo; Sith (que en mi opinión es la segunda mejor película de la saga, detrás de Empire) comienza refiriéndose a la República y los separatistas: “There are heroes on both sides. Evil is everywhere.” Una cosa así era impensable en la trilogía original.
Y por supuesto es que es en Jedi donde esta profundidad aparece por única ocasión en la trilogía original, cuando Darth Vader primero duda y al final traiciona a Palpatine, satisfaciendo por fin la profecía que estaba destinado a cumplir. Y digo que es por supuesto, porque es mi opinión que sencillamente ocurrió que George Lucas al fin maduró.
La primera película es un cuento de hadas, y George Lucas quería principalmente entretener al contarla. Seis años después, Lucas había comenzado a querer contar una historia más profunda, y el elemento de la redención de Vader se incorporó a la misma.
Veinte años después, Lucas de hecho quería contar una historia de intriga política profunda y con personajes terriblemente imperfectos. Eso a mí me encanta (suficiente como para que Jar Jar no me moleste), pero un montón de gente encontró “aburrido” que hubiera largas escenas que transcurrían en el senado o donde personajes discutían las complejidades de la grilla entre el Consejo Jedi, el senado y los separatistas. Para mí son de mis escenas favoritas.
Lo cual nos lleva de nuevo a Phantom; lo único que ocurre de trascendencia para la saga en esta entrega, es que Palpatine se convierte en Canciller Supremo, y que Obi-Wan toma a Anakin como padawan. Lucas decidió centrarse en los tejemanejes políticos que permiten que todo esto ocurra, y un montón de fans lo encontraron aburrido porque lo que ellos querían eran más sablazos de luz.
Por mí que se pudran; yo me divertí como enano. Acabo de ver las seis películas de nuevo, y aunque ciertamente estoy de acuerdo que Phantom es la peor película de la saga, yo considero a Clones mejor que Jedi: para mí la Batalla de Geonosis es órdenes de magnitud mejor que la ridiculez que es un motón de osos de peluche escabechándose a una legión de tropas de élite de Palpatine. Y Sith lo pongo por debajo de Empire únicamente por nostalgia; cómo manipula Palpatine a Anakin, al Consejo Jedi y al senado es de las cosas más entretenidas de toda la saga. Al menos para mí.
Es por ello que estoy bastante emocionado de la nueva película. Lucas dijo de la misma que era “lo que los fans quieren”, diciendo de forma muy diplomática que es un regreso al maniqueísmo de la triología original. A mí no me molestaría más intriga política; pero no me molestan tampoco los sablazos de luz.
Y ciertamente espero que el diálogo no sea atroz.
