Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald

El fin de semana de su estreno, fui a ver Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald.

Se aplican las advertencias de spoilers de siempre, pero sí quiero adelantar: a mí me encantó la película.

Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald

Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald

La segunda entrega en la ordeñación del universo mágico de Harry Potter me gustó mucho más que la primera. Tuvo mucho que ver Johnny Depp, que se relame los dedos siendo malo malérrimo en todas sus escenas; y que la franquicia regresa a Europa, porque qué hueva el mundo mágico en Estados Unidos.

Pero además, contrario a la primera entrega, ésta segunda parte fue (a mis ojos) la más cercana a lo que eran los libros del mago adolescente: revelaciones sorprendentes y giros inesperados, en particular. Además de lo que siempre ha sido el punto más fuerte de la Rowling: una construcción del mundo ficticio básicamente impecable.

Y entonces al regresar de verla leí con sincera sorpresa que a mucha gente no le gustó.

Comprendo algunas partes de la crítica; la novela es un medio descriptivo mientras que el cine es un medio visual. Lo que hace la película (especialmente en la escena crucial en el mausoleo de los Lestrange) de vomitar exposición durante varios minutos viola la regla de oro del medio cinematográfico: show, don’t tell. El guión, escrito por la Rowling, no sólo viola esta regla: después la asesina, destaza el cadáver y se mea encima.

Y sin embargo justo por eso es que me gustó tanto la película: se siente como las novelas y (en mi opinión) sin ser tan pesada como las primeras dos películas de Harry Potter. Pero debo admitir que soy fan incondicional de la serie; es posible que para un espectador casual, la película sean dos horas aburridísimas de exposición completamente enmarañada en el mundo mágico que sólo los fans hardcore comprendemos.

Sin embargo, otras de las críticas me parecen absurdas en el contexto del universo mágico de Harry Potter; que cómo es posible que ciertos personajes estén relacionados con otros personajes; que cómo es posible que algunos personajes cambien de lealtad; que cómo es posible que un bebé sea elegido encima de otro. Y seguramente olvidan que Snape era el mejor amigo de la mamá de Harry; que Peter Pettigrew (que fue enterrado y honrado como un héroe) resultó ser un traidor y que Draco cambió (apenas, pero cambió) de bando; y que justamente Voldemort eligió a Harry, que era mestizo, sobre Neville, que era de sangre mágica pura.

En otras palabras; no discuto que la película tiene un montón de puntos narrativos que son una bola de mamadas si les echamos encima una luz suficientemente brillante. Lo que yo digo es que la serie siempre ha contenido ese tipo de mamadas y de hecho por eso nos gusta.

Dicho todo lo anterior, admito que es de las peores entregas de la serie, pero únicamente si contamos a las 8 películas del mago adolescente. En ésta nueva serie, me parece la mejor. No tener a Harry y el trío es en detrimento de estas nuevas películas.

De cualquier forma me encantó la película; me encantaron las espectaculares escenas de acción; me encanta cómo Grindelwald manipula a sus seguidores y al Ministerio de Magia británico; me encanta que hayan dado una explicación de por qué Dumbledore esperó tantos años a enfrentarse con él; me encantan Newt y su no-del-todo novia (y que su asistente le sugiera que se quite la ropa); me siguen encantando Jacob y Queenie y quiero ver cómo carajo resuelven su romance; y quiero un gato/dragón gigante chino que quiera jugar conmigo.

Yo salí encantado del cine, y como la película ganó más de 600 millones de dólares (y más en mercancía relacionada, supongo), espero que sigan haciéndolas. Pero sí podría estar de acuerdo en que necesitamos a un guionista profesional que al menos le eche la mano a Rowling.

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The Front Runner

Hace unas dos semanas fui a ver The Front Runner. Se aplican las de siempre.

The Front Runner

The Front Runner

La política gringa me fascina porque es al mismo tiempo interesantísima y estupidísima. Por supuesto en los últimos 3 años ha tomado un giro definitivamente delirante, con la derecha gringa (especialmente los autodenominados “evangélicos”) mostrando su hipocresía y ceguera al cerrar filas en torno a alguien como Donald Trump; pero siempre ha sido interesante (siguen siendo, sin duda alguna, la primer potencia mundial) y estúpida (por darle importancia a cosas como si un político es o no fiel a su esposa).

Esta película relata la historia de Gary Hart, quien en 1988 parecía tener todo de su parte para lanzarse como candidato y ganar la presidencia gringa. No sólo parecía tener todo; según la representación en la película, el tipo era genuinamente inteligente, compasivo y progresivo (bajo los estándares gringos de los ochentas, que es como la derecha moderada del resto del mundo civilizado).

Y su campaña cayó directamente a un despeñadero porque reporteros del Miami Herald lo cacharon con una rubia 22 años más joven que él (Donna Rice) en su casa de Washington. Rice y Hart siempre negaron cualquier relación sexual; el registro histórico no es claro al respecto y la misma película no contesta si sí se habían acostado o no, aunque por las interacciones con su esposa todo apunta a que sí. La esposa sigue con él hasta estos días, por cierto.

Por supuesto que no importa en lo más mínimo con quién se acueste nadie (siempre y cuando sea consensual, por supuesto); en particular un líder político. Y la tesis central de la película, que a partir de ese momento la política gringa se convirtió en un show donde los reporteros perseguían los escándalos en lugar de centrarse en las propuestas, lo que la abarata y entorpece la discusión inteligente, me parece correcta. Más aún, yo nunca he sido moralista; no me interesa quién se frote sus partes privadas con quién, siempre y cuando sea consensual.

Y sin embargo para el final de la película yo estaba convencido de que Cary Gart era un pendejo y que no merecía ser presidente gringo.

No por haberle puesto el cuerno a su esposa (si es que ocurrió); no porque me parezca “inmoral” el adulterio; ni mucho menos porque la vida sexual de nadie tenga que ver con la capacidad de gobernar. No, el tipo me parece un pendejo porque no tenía la mente donde debía tenerla. No importa que fuera Donna Rice o su colección de estampitas; su objetivo primordial y básicamente único siempre debió ser su campaña. El tipo cancela un evento para ir a estar con Donna Rice en Washington: incluso si fuera por motivos inocentes, eso habla de alguien que no está comprometido con su ambición política.

Critíquenle todo lo que quieran al Peje (y, joder, cómo hay de cosas que criticarle); pero una cosa que hay que reconocerle es su enfoque tipo láser en llegar a la silla del águila: jamás perdió de vista que eso era lo más importante y el objetivo primordial detrás de todo lo que hacía. Si el tarado de Hart se distrajo con un par de piernas bonitas, para mí eso lo descalifica. Sí, a lo mejor sus ideas y sus políticas y su capacidad de gobernar eran buenas; pero si algo tan idiota como una muchacha menor que él por 20 años era todo lo que necesitaba para ser distraído, entonces qué bueno que le pasó lo que le pasó.

Claro que eso resultó en el periodo de Bush padre, pero bueno.

Me gustó mucho la película; pero la verdad no vale la pena verla en el cine, hay que verla cuando salga en Netflix o algo así. Que no tengo que decírselos, ya la quitaron.

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Venom

El fin de semana pasado me percaté, con cierto pánico, que llevaba casi dos meses sin ir al cine. Para resolver eso, fui a ver Venom.

Se aplican las de siempre.

Venom

Venom

Venom no es, bajo casi cualquier métrica, una buena película. Eso no quita en ningún momento que sea endiabladamente divertida; en gran medida por Tom Hardy, que se divierte como enano en el papel del perdedor ligeramente patán de Eddie Brock.

Hacia mediados de los noventas (joder, hace más de 20 años), Venom gozaba de una popularidad ligeramente ridícula para lo estúpido del personaje; fueron los años de Maximum Carnage, donde Venom comenzó a ser, hasta cierto punto, un anti héroe más que villano.

La historia (original) de Venom en los cómics yo me la aventé casi todita en los números que publicó Novaro aquí en México; desde cómo Spidey obtuvo su traje negro en Secret Wars; como se deshizo de él básicamente como lo muestran en Spider-Man 3; y cómo encontró a Brock para entre los dos hacerle la vida de cuadritos a Peter.

Esta película no tiene nada que ver con esa historia. Y me parece eso la mejora.

La historia tiene varios hoyos enormes y los personajes actúan de manera imposible la mayor parte del tiempo; pero para mí eso no tuvo nada de malo, porque muestran al Venom más agresivo y poderoso que yo jamás me hubiera podido imaginar; pero más importante aún, súper divertido, diciéndole pussy a Eddie cuando se niega a brincar de lo alto de un rascacielos; o comentándole a un ladronzuelo que cuando se coma sus piernas, sus brazos y su cara, quedará rodando por las calles like a turd, in the wind.

Con algo de extrañeza vi que la crítica no le ha gustado esta película idiota; no les hagan caso, es increíblemente divertida y tiene bastante acción muy buena. Y sí, no tiene sentido la historia y en qué universo ocurre queda en el limbo, por los embrollos legales entre Sony y Marvel de los personajes de Spider; pero de cualquier manera es entretenidísima.

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Misión: Imposible Repercusión

El fin de semana fui a ver Mission Possible: Fallout, porque por qué no.

Se aplican las de siempre.

Mission: Impossible Fallout

Mission: Impossible Fallout

Esta última entrega de Mission: Impossible ha sido laureada como la mejor de toda la saga; algunos dicen que es la mejor película de Tomás Crucero. Yo la verdad no veo la razón de tanta alharaca; sin duda alguna está divertida, pero no creo que sea mucho mejor que las anteriores.

Como sea; la recomiendo ampliamente porque es hilarante en varias partes (las situaciones en las que la IMF se encuentra son tan, valga la rebuznancia, imposibles que no queda de otra sino reírse); porque Rebecca Ferguson es una mujer básicamente perfecta; porque está simpático ver de nuevo a Michelle Monaghan como la sufrida ex-esposa de Ethan Hunt; porque Vanessa Kirby es encantadora como la Viuda Blanca (y está muy simpático que sea la hija de Max, de la primera película hace 22 años; y que como su madre no pueda quitarle las manos de encima a Ethan); porque Henry Cavill es imponente como un mastodonte mirando al zotaco de Tom Cruise (aunque la verdad lo desperdician un poco); y porque tiene acción idiota todo el tiempo.

Pero no sé en buena conciencia quién podría decir que es una “buena” película. Es un churrito de acción muy bien hecho, divertido y que cumple su cometido. Y sí, es impresionante ver como Tom Cruise arriesga su vida con escenas de acción cada vez más ridículas y peligrosas, pero la verdad no voy al cine a ver eso. Si lo hubieran filmado todo en pantalla verde con CGI y sin arriesgar la salud de nadie, yo creo que me hubiera gustado igual.

De cualquier manera vayan y véanla; sin duda alguna vale la pena verla en el cine y nada más por las encantadoras féminas que aparecen se justifica el precio del boleto.

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Ant-Man and the Wasp

El martes fui a ver Ant-Man and the Wasp, porque aunque sigo y seguiré siendo fiel al Universo Marvel, varias de sus películas creo que no ameritan el “plus” de ir a verlas el fin de semana de su estreno. Ésta en particular no amerita ni siquiera que se vea en el cine.

Se aplican las de siempre.

Ant-Man and the Wasp

Ant-Man and the Wasp

Ésta debe ser una de las peores películas del Universo Marvel; la historia es patéticamente simple (hay que rescatar a mamá), así que la rellenan con un montón de historias secundarias la mayor parte intrascendentes; casi no hay acción y básicamente todo lo que hay de acción salía en el avance; y la trama tiene más hoyos que una red de pescar, con el aspecto “científico” en particular de las párticulas Pym tomando un papel para motivos prácticos mágico. La premisa de la película (el hacer cosas chiquitas o grandotas) es completamente inverosímil… y quiero decir, dentro de un universo con dioses nórdicos, gigantes verdes y armaduras con “nanotecnología” también mágica, lo que pueden hacer las párticulas Pym es sencillamente inverosímil. No tiene el menor sentido.

Y por supuesto me encantó la película.

Por más tarada que fuera la historia (hay que rescatar a mamá), me dio gusto dar un paso hacia atrás de todas las mamadas que afectan literalmente a toda la realidad en el Universo Marvel. Nada de salvar a toda la vida en existencia; o a un planeta; o a una ciudad; o ni siquiera una tiendita de la esquina: la misión es realmente simple (hay que rescatar a mamá).

Y además es un error ver a esta película como una de superhéroes; es realmente una comedia, que ocurre que aparecen superhéroes del MCU en ella. Como comedia es bastante divertida, en gran medida por Paul Rudd, que sostiene con su actuación gran parte del peso del churrito, exitosamente además. Evangeline Lily me sigue encantando y aunque le dan poco para hacer desde el punto de vista de su personaje, tiene todas las mejores dos escenas de acción del churro. Michael Douglas sigue siendo un viejito encantador cascarrabias y ahora se le unen en el club de la tercera edad Laurence Fishburne y Michelle Pfeiffer (que la cabrona se sigue viendo bellísima); y aunque sale muy poquito la Pfeiffer, al final hace sentir mejor a la hermosa villana con sus dedos, lo cual por supuesto siempre quiero ver. La hermosa villana, por cierto, es simpáticamente interpretada de forma pastelera por Hannah John-Kammen. Y por supuesto Michael Peña se roba todas las escenas donde sale, haciéndola de mexicano encantador, que le es fácil porque es básicamente un mexicano encantador.

Sinceramente no creo que valga la pena ver esta película en el cine (muy poca y nada espectacular acción), y la mayor parte de la gente debe estar de acuerdo conmigo porque no le está yendo muy bien. Pero sin duda alguna está excelente para una tarde dominguera enfrente de la tele o en algún vuelo que tomen que dure más de dos horas. Es sin duda alguna divertida y yo iré a ver la secuela en el cine, porque le soy fiel al MCU.

Pero ustedes probablemente deban esperar a que sea rentable. Tanto ésta como la secuela, que me parece sí harán.

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The Clear Cards

Después de 22 episodios, terminó Cardcaptor Sakura: Clear Card, que por supuesto me aventé completita.

Cardcaptor Sakura: Clear Card

Cardcaptor Sakura: Clear Card

17 años después de terminar la serie original, la misma me sigue sorprendiendo. Comentaba en mi primera entrada de esta nueva temporada que algunas cosas me empezaban a desesperar. No tardé mucho en ver de nuevo lo profunda y original que puede ser la serie.

Lo primero que me pareció extraordinario es cuando Syaoran invoca su espada por primera vez; antes, al igual que Sakura, Syaoran cargaba su herramienta mágica de manera reducida, que al activarse crecía hasta su tamaño normal. Ahora Syaoran hace un hechizo que al parecer extrae la espada de su mano.

Me acabo de dar cuenta que todo lo anterior suena terriblemente obsceno, así que mejor muestro una imagen.

Espada de Syaoran

Espada de Syaoran

No estoy seguro de que eso haya ayudado.

Luego están los sutiles cambios entre varios personajes. Toya sabe de las aventuras de Sakura, pero ahora además varias veces platica con Yue directamente, a veces a espaldas de Yukito. Takashi por alguna razón comienza a dejar de decir historias inventadas. Cosas por el estilo.

Y por último están las revelaciones de lo que saben los personajes y cómo afectan las relaciones entre todos. Syaoran está en comunicación con Eriol, siguiendo sus instrucciones para proteger a Sakura, pero sin decirle a ella. Al enterarme yo de esto me hizo sentir incómodo; pero me sacó más de onda cuando queda claro que Sakura sabe que Syaoran le está ocultando cosas y que sabe que lo hace porque la quiere. Y entonces (por supuesto) ella le oculta que sabe que él sabe, también porque lo quiere.

Toya al parecer está recuperando su poder (que había sacrificado para salvar a Yukito/Yue), en gran medida porque el de Sakura está creciendo a un ritmo muy acelerado. Y sin embargo cuando introducen a un mago inglés, que es el mayordomo de Akiho, una nueva amiguita de Sakura (y que al parecer es su equivalente de Yue/Ruby Moon para Sakura/Eriol), Sakura no detecta su magia pero Syaoran sí. Y contrario a sus reacciones cuando era más inmaduro, el muchacho no hace otra cosa sino parpadear y en cuanto puede comunicarse con Eriol para avisarle de la nueva amenaza.

Por último lo más interesante es que resulta que el papá de Sakura también ha sabido todo el tiempo que algo pasa con su hija, pero confía lo suficiente en ella (y en Toya) como para no intervenir, a pesar de intuir que no es algo “natural” y potencialmente peligroso. Esto contrariamente de que el animé siempre ha dejado claro que Fujitaka nunca ha tenido poderes mágicos.

La serie es increíble; cuando introducen a Akiho, Kaito y Momo, es dolorosamente obvio que es un nuevo trío mágico, como Sakura/Kero/Yue o Eriol/Spinel/Ruby Moon, pero las subsecuentes revelaciones son fabulosas (Akiho al parecer no sabe absolutamente nada de las cosas mágicas que ocurren a su alrededor).

Después de 22 episodios comienza a adivinarse qué es lo que está ocurriendo con las cartas transparentes y qué papel juegan Akiho y sus guardianes, pero la verdad que todavía no queda claro nada. Y aunque ha avanzado un poco (muy poco) la relación de Sakura y Syaoran, yo sí me quedé esperando más; sobre todo porque dudo que la nueva temporada salga pronto.

Sakura y Syaoran

Sakura y Syaoran

Me está encantando esta continuación de mi animé favorito de hace casi veinte años; pero me desespera la velocidad a la que se mueve la historia (más aún si consideramos que varias aventuras son versiones nuevas de las que tuvo Sakura la primera vez que capturó las cartas Clow).

Y ya quiero ver a Sakura y Syaoran dándose un beso.

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El Legado del Diablo

Ayer (vaya, esto de escribir de política me está poniendo al día con mis reseñas) fui a ver Hereditary.

Se aplican las advertencias de spoilers habituales; les recomiendo ampliamente no leer mi reseña si no han visto la película (y me parece que deben ver la película).

Hereditary

Hereditary

Fui a ver esta película porque vi la reseña que hizo Grace en Beyond the Trailer. Me cae bien Grace, pero la verdad es terriblemente limitada cuando las cosas son un poquito más intelectuales del promedio gringo (que ya es decir). Así que cuando básicamente acusó a la película de ser pretenciosa y sin trama, decidí que iría a verla.

En defensa de Grace, la película sí es muy pretenciosa… pero se lo gana.

La historia es de la familia Graham, donde la abuela acaba de fallecer. La familia consiste de Annie (Toni Collette), la mamá que acaba de perder a su madre; Steve (Gabriel Byrne), el marido más pusilánime de la historia; Peter (Alex Wolff), el hijo adolescente dolorosamente simple; y Charlie (Milly Shapiro), la hija de 13 años con “capacidades diferentes”. La película es perturbadora la mayor parte del tiempo, pero un elemento muy sutil es que, escudándose de manera magistral en la cultura de “políticamente correcto” que siguen muchos gringos educados, jamás nadie menciona qué carajo es lo que le pasa a la niña. Evidentemente es deforme, pero no parece ser enanismo ni síndrome de Down; y más claro aún es que está mal de la cabeza, pero de nuevo no parecer ser síndrome de Down ni retraso mental. La actriz es espectacular, por cierto.

Después del funeral de la abuela (que parecía ser particularmente cercana con Charlie), Annie confiesa en un grupo de ayuda que su madre era manipuladora y al final senil, y que su hermano se había suicidado en la recámara de su madre, acusándola de “querer meterle a alguien”. A Peter lo invitan a una fiesta, y como buen adolescente el muchacho quiere ligar, así que le pide al carro a su mamá que se lo da con la condición de que lleve a Charlie con él y que no beba. Peter cumple ambas cosas, porque no le gusta beber, le gusta la mota harto rete mucho.

En la fiesta, Peter abandona a su hermanita poniéndola a comer pastel (la niña parece tener una obsesión con el chocolate) para poder ir y seguir los comandos de su pene (primer error). Por supuesto, Charlie comienza a entrar en un choque anafiláctico, porque el pastel tenía cacahuates y ella es alérgica, y por motivos de la trama no llevaban su epinefrina (segundo error). El muchacho en modo de pánico sube a Charlie al carro sin ponerle el cinturón de seguridad (tercer error) y se lanza hecho la madre al hospital. En el camino Charlie va ahogándose, así que abre la ventana y saca la cabeza tratando de respirar, cuando justo en ese momento Peter ve el cadáver de un perro en el camino, da un volantazo y un poste en el camino procede a decapitar a Charlie.

Es una de las escenas más intensas, dramáticas y terribles que he visto en mi vida. No es exactamente terror lo que se siente en esa escena; es algo mucho más primordial y mucho peor que simple terror.

Completamente en shock Peter se va a su casa y se acuesta en su cama, para despertar al otro día con los alaridos de su madre al encontrar el cadáver decapitado de su hija. Y no ponen la escena, pero se deja a la imaginación la tarea de tener que ir a recoger la cabeza abandonada de la niña al lado de la carretera. La cabeza sí la muestran, medio podrida y siendo devorada por moscas, porque por qué no.

De aquí en adelante las cosas se van poniendo de mal en peor, pero todo podría atribuirse a nada más muy mala suerte y una familia con historial de problemas mentales; incluso el título (Hereditary) podría dar eso a entender, dado que cosas como la esquizofrenia tienen factores genéticos que se heredan. Pero no, siguiendo la pauta de películas como Roser Mary’s baby y The Exorcist, es el diablo el culpable de todo.

A mí me encantó la película; no abusa de los sustos de pegar brincos; las actuaciones son espectaculares (Wolff y Collette en particular); la música es perfecta para el ambiente de la película; y desde el punto de vista artesanal es una obra maestra, probablemente el mejor uso que he visto este año de las herramientas visuales del medio cinematográfico. Y la historia es excelente también; no sé si sea porque soy ateo (lo único malo de no creer en dios es que tampoco creo en el diablo), pero todas las películas de terror que utilizan la mitología cristiana para dar fundamento a su historia yo generalmente las encuentro entretenidísimas. Lo único es que sí es terriblemente incómoda de ver la película en muchas partes; yo lo sentí en la sala donde la vi, todo mundo estaba aterrado.

Junto con A quiet place, es la mejor película de terror que he visto este año y la recomiendo ampliamente. Sólo sí es de terror y sin duda habrá gente que encontrará varias porciones de la película posiblemente insoportablemente incómodas.

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Han Solo: Una Historia de Star Wars

El jueves pasado fui a ver Solo: A Star Wars Story. Fue una decisión consciente de mi parte; me negué a ir el día del estreno después de Last Jedi, y además no fui en fin de semana, porque la ganancia en fines de semana es la métrica que usa Hollywood para determinar qué tan bien le está yendo a una película. Iba a ir a verla al cine (siempre voy a ir a ver al cine las películas de Star Wars, son lo más cercano que tengo a una religión), pero sí quería mostrar mi descontento con la última película con numeración.

Al parecer funcionó; bajo cualquier métrica, pero más aún porque costó cerca de 400 millones de dólares hacerla (incluyendo retomas y publicidad), la película fue un fracaso financiero. Con los mercados auxiliares probablemente recupere lo que costó hacerla; pero es la película de Star Wars que peor le ha ido en la historia del mundo mundial. Ahora sólo espero que el ratón diabólico entienda el mensaje y corrija las cosas con el episodio IX.

Se aplican las de siempre.

Solo: A Star Wars Story

Solo: A Star Wars Story

Debo dejar claro que yo no tenía nada en contra de esta película en particular; la postura que yo y un montón más de fans (al parecer) tomamos de no ir en masa a ver Solo el día de su estreno fue únicamente por lo que hicieron con el episodio VIII.

A mí me gustó el churrito.

Alden Ehrenreich hace un papel pasable dada la situación semi imposible en la que lo pusieron; tratar de reemplazar a Harrison Ford. Emilia Khaleesi Clarke siempre me ha encantado; y Donald Glover es espectacular como Lando. Woody Harrelson y Thandie Newton hacen lo que suelen hacer; Paul Bettany mastica el escenario con gusto. La historia son la misma bola de mamadas que suele ser Star Wars, relatando los puntos más famosos de la mitología de Han Solo; su encuentro con Chewie; el Kessel Run (y por qué se mide en distancia y no en tiempo); cómo le gana el Halcón Milenario a Lando en una mano de sabacc; etc. Es una película promedio de Star Wars.

Hay quien se está quejando de que hubiera sido mejor no saber exactamente cómo ocurrió la mitología de Han Solo; mamadas, está divertido verlo y la película está bien hecha y razonablemente contada. Pero me alegra que no le esté yendo muy bien (aunque me gustaría ver de nuevo a Alden Ehrenreich como Han Solo).

Sólo sí quiero comentar el cameo inesperado que hay al final de la película; toda la película es un chantaje emocional nostálgico, entonces no era de extrañar que apareciera Darth Maul al final. Eso me encantó; yo soy de los que le gustaron las precuelas. Pero incluso a mí me pareció ridículo que terminando de hablar con Qi’ra, Maul encendiera su sable de luz doble. ¿Qué razón tendría de hacer eso? “¡Ira, ira mi sable de luz!”

Como sea es un churrito de Star Wars entretenido y yo sí lo recomiendo. Pero más vale que el ratón diabólico repare las pendejadas del episodio VIII, porque si no el IX sí está objetivamente en peligro.

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Deadpool 2

Fui a ver Deadpool 2 el día de su estreno. Se aplican ya saben.

Deadpool 2

Deadpool 2

Fui a ver esta película con mis espectativas bastante altas, y la verdad no me decepcionó en lo más mínimo.

Es una comedia oscura de acción un poco más pelada de lo que normalmente se esperaría y bajo esa métrica es básicamente perfecta. Sí, refrigeran a Morena Baccarin y de verdad los escritores de Hollywood deberían dejar de utilizar ese trauma tan choteado como motivador del protagonista; pero por el lado positivo sale en pantalla grande la versión más espectacular de Take On Me en la historia del mundo mundial. Sí, Negasonic Teenage Warhead sale muy poquito; pero por el lado positivo conocemos a Yukio, su novia, que tiene los intercambios más cagados del universo con Wade. Sí, Black Tom Cassidy lo destazan como personaje; pero por el lado positivo los chistes de Deadpool de que Cable es racista hacen que valga la pena. Y sí, los avances fueron un engaño y asesinan a casi todos en X-Force cinco minutos después de que los introducen; pero por el lado positivo Zazie Beetz es espectacular como Domino y el cameo de Brad Pitt es muy divertido.

Y Josh Brolin como Cable es muy cagado.

Esta película vale la pena por las razones por las cuales vale la pena; dícese, chistes ininterrumpidos y acción con una cantidad ridícula de violencia innecesaria. Cualquiera que espere cualquier cosa diferente de ella necesita que le revisen el cerebro, probablemente. Pero además tiene un par de escenas un poco más profundas que están muy bien hechas y que creo que valen la pena.

Yo me divertí como enano viéndola, así que sí la recomiendo; y como le fue suficientemente bien (aunque no tanto como a la primera), espero con ansias la tercera parte del plan de jubilación de Ryan Reynolds.

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Avengers: Infinity War

Unos días después de su estreno fui a ver Avengers: Infinity War con mis cuates.

Se aplican las de siempre.

Avengers: Infinity War

Avengers: Infinity War

Aunque he sido bastante crítico del MCU, lo cierto es que también he sido bastante fiel al mismo: he visto todas sus 18 películas (además de la que hoy reseño) en el cine. Algunas de ellas múltiples veces.

Marvel Cinematic Universe

Marvel Cinematic Universe

El MCU ha comenzado a funcionar en los hechos como una serie de televisión en esteroides anabólicos: cada película (episodio) puede en general verse por sí misma, pero lo común es suponer que el espectador conoce a los personajes, sus relaciones interpersonales y la trama general de la historia. Siguiendo esta analogía, las películas de los Vengadores han servido como finales de temporada. Esta última entrega es la más grande, ambiciosa y espectacular de las tres que ha habido.

Desde un punto de vista logístico, tecnológico y artesanal, Avengers: Infinity War es uno de los logros más impresionantes de la historia de la industria cinematográfica. Que esté además basada en un cómic es fuente de regocijo para todos los fans de este medio, como lo soy yo.

Desde un punto de vista artístico, Avengers: Infinity War es una mierda.

Esto no es algo malo; para motivos prácticos todo el MCU es una mierda, con contadas excepciones. Son películas que siguen una receta cuidadosamente planeada a lo largo de 10 años y 19 películas para maximizar el entretenimiento de los espectadores (y por lo mismo la ganancia que las películas obtienen); estas películas (en general) no buscan contar una historia interesante y emocionante con personajes bien definidos y profundos explotando los mecanismos artísticos que el medio cinematográfico ha desarrollado en el poco más de un siglo que lleva existiendo.

Buscan ganar dinero entreteniendo de la manera más efectiva a sus espectadores. Y lo consiguen.

A mí me gustó Avengers: Infinity War, aunque la verdad está lejos de ser mi película preferida del MCU (si me preguntaran, supongo que Winter Soldier o Homecoming serían mis preferidas). Es un churrito entretenido y es innegable el placer que sentí al ver juntos a estos personajes que llevamos conociéndolos desde hace 10 años.

Pero la historia es imposiblemente mala y llena de hoyos. Las relaciones entre varios de los personajes son inexplicables. Y (probablemente lo peor de todo) el final es tan ridículo que a mí literalmente me sacó de la película. Mi suspension of disbelief, que generalmente la tengo magistralmente sintonizada (puedo disfrutar casi cualquier churro, por increíble que sea), fue destrozada por el hecho de que “mataron” (o desaparecieron) a varios personajes que sabemos que van a regresar (Spidey y Black Panther tienen secuelas en preproducción).

De cualquier manera disfruté la película. Es muy divertida, especialmente por varios puntos concretos: la relación entre Peter y Tony; el magnetismo de Thor y su toma-y-daca con los Guardianes; el pissing contest entre Tony y Dr. Strange; la espectacular actuación de Brolin com Thanos y el respeto que le nace hacia sus adversarios (en especial Tony); y las múltiples secuencias de acción, por poco sentido que tengan varias.

Vale la pena verla en el cine (que no tengo que decirles; todo mundo ya fue a verla al cine).

Pero salí del cine sintiéndome extraño. No decepcionado; pero sí extraño. Tardé un rato en darme cuenta, pero al final lo descifré: cuando acabó The Matrix Reloaded, casi pegué (o igual y pegué) un grito en el cine, porque no podía creer que me dejaran durante meses esperando con la angustia de saber qué iba a pasar.

Cuando acabó Avengers: Infinity War, especialmente después del truco barato de hacer polvito a un montón de personajes, sencillamente no me importó. Voy a ir a ver Avengers 4 (o como sea que le llamen), al cine; voy a seguir yendo al cine a ver todas estas películas. Pero la verdad no me interesa en gran medida cómo van a resolver la historia: va a ser divertida, con muy buenas escenas de acción, pero con casi toda certeza una completa mamada.

No tengo ninguna prisa para ver la secuela.

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Un lugar en silencio

El fin de semana fui a ver A quiet place.

Se aplican las de siempre; y va en serio, no lean la reseña si no han visto la película (y deben ver la película).

A quiet place

A quiet place

A quiet place está anunciada como una película de terror; y lo es, pero es mucho más que eso. Es también un drama familiar y una representación brutal de lo que dos padres están dispuestos a hacer para proteger a sus hijos.

John Krasinski (que siempre he sido su fan, desde The Office) y Emily Blunt (que la adoro, por supuesto) interpretan a los padres de una familia que vive bajo la amenza de monstruos ciegos que atacan al escuchar ruido. Los dos son marido y mujer en la vida real, además de padres; y John Krasinski dirige la película (espectacularmente), mientras su mujer tiene el primer crédito como actriz.

La historia está contada de manera inteligente, sin recurrir en ningún momento a narración o texto en la pantalla, y siguiendo la pauta de los protagonistas en un silencio casi absoluto toda la película (las partes con música son pocas y espaciadas). Uno de los niños (la hija mayor) es sorda (interpretada magistralmente por una actriz sorda en la vida real), y en las escenas centradas en su personaje de hecho el sonido se corta por completo.

Esto contribuye a hacer las partes donde aparecen los monstruos de verdad aterradoras.

La familia se comunica con lenguaje de señas, y se entiende que lo manejaban por la hija sorda; hay algo hipnótico de ver el lenguaje de señas (que en muchos casos es posible entender), un ritmo que hace más agudos los sentimientos que están tratando de expresar los personajes. Las interacciones de la familia son lo mejor que tiene la película, por mucho.

La película tiene varios momentos tiernos entre los miembros de la familia; pero es completamente carente de humor. Esto me parece muy bueno para el tono de la trama; pero además es un agradable respiro de que un montón de géneros últimamente no pueden evitar insertar chistes en todos los guiones. Y aunque me encantó Get Out, me parece que A quiet place es mucho mejor justo porque tiene la disciplina de mostrar un mundo silencioso, pero terriblemente angustiante y (en varias partes) terriblemente triste. Un mundo donde reír cuesta la vida.

Es todavía más sorprendente porque los antecedentes de Krasinski son en el mundo de la comedia. No sólo dirige una película de terror/drama de forma excelente; además su interpretación de un papel dramático es buenísima. La última escena de él vivo (hey, avisé de spoilers) es espectacular. La Blunt no se queda atrás, con una escena ella dando a luz mientras los mostros acechan su casa y ella teniendo que contener sus gritos al parir.

La película es maravillosa; de lo mejor que he visto en el cine en varios meses (desde It) y sin duda lo mejor que he visto en el año. Pero además de lo buena que es, tiene el final más satisfactorio que he visto en años. Se las recomiendo ampliamente, porque además verla en el cine con el público tan cautivado que no es capaz de hacer ningún sonido es una experiencia que no deben perderse.

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Ready Player One

Fui el domingo a ver Ready Player One, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican las de siempre, pero no es terriblemente importante si leen mi reseña y no han visto la película; la historia es lo que menos importa en la misma.

Ready Player One

Ready Player One

Ready Player One es, primero y antes que nada, un enorme ejercicio masturbatorio. Es literalmente una chaqueta mental de (casi) dos horas y media.

Si somos benevolentes, la historia es simple y los personajes unidimensionales. Si somos sinceros la historia no tiene el menor sentido (y un montón de hoyos) y los personajes son ridículos y genéricos; en particular el villano, que es tan caricaturesco que nada más le falta un bigote como el del Villano Reventón de los comerciales de Futy-Gom para que pueda jugar con él mientras planea su próximo plan malévolo.

Yo tenía 2 años el 1º de enero de 1980; consecuentemente, tenía 12 años el 31 de diciembre de 1989. Fui, por definición, un niño de los ochentas (cuando pasaban los comerciales de Futy-Gom, por cierto). Los ochentas no tienen en general nada de especial; fueron una década más bien sosa y ligeramente ridícula, pero que generaron una tonelada de pendejadas de cultura popular que mucha gente (varios que ni siquiera los vivieron) ahora añoran con la visión rosada que suelen dar los anteojos de la nostalgia.

Esta película es una larga, sensual y melosa chaqueta para esa gente. Es como si durante más de dos horas acariciara amorosamente los genitales del espectador mientras le grita en el oído: “¡Mira! ¡Mira! ¡Adorabas esto en tu niñez! ¡Y esto también! ¡Y AHORA ESTÁN JUNTOS EN LA PANTALLA GRANDE! ¡AHHH! ¡AHHH! ¡AAAAAAHHHHHHH!”

Así que la película me encantó, por supuesto. Hey, yo jamás le voy a decir que no a ningún ejercicio masturbatorio.

La película es objetivamente mala, pero el ataque nostálgico es tan inclemente y con la maestría y experiencia que sólo Spielberg puede dar, que aunque intelectualmente me daba cuenta de todos los fallos y hoyos que tiene la “historia” (si así podemos llamarle), no podía evitar sino sonreír por ver básicamente todo lo que definió mi niñez ochentera.

Y yo no soy alguien que le atraiga la nostalgia; los videojuegos y computadoras tienen un papel fundamental en mi vida, pero jamás he añorado las consolas viejas o los juegos de computadora de antaño; todo lo contrario, me alegro de ya no tener que lidiar con múltiples limitaciones técnicas del equipo de cómputo de hace treinta años. Lo mismo con los cómics; generalmente prefiero ver cómo evolucionan las historias, no regodearme en los “clásicos” (muchos de los cuales encuentro aburridos). Varias películas de los ochentas me gustan; pero (exceptuando Empire) no creo que ninguna sea de mis favoritas en este momento: sin duda me emocionan más las cosas que están por salir que las cosas que entonces salieron.

Y aún así, cuando Parzival lanza un hadouken contra el villano en la batalla final, y yo entendiendo perfectamente que estaba siendo manipulado emocionalmente de la forma más barata y centavera del universo, no podía quitarme la estúpida sonrisa de la cara ni evitar que una vergonzosa lágrima rodara por mi mejilla.

Hadouken

Hadouken

Ni siquiera quiero pensar cómo es para los que de verdad añoran esas cosas. Me preocupa mi hermano; probablemente va a necesitar suero para recuperar los líquidos perdidos mientras vea la película.

Además del maniqueísmo emocional de la película, tiene otras cosas buenas. Los efectos especiales son espectaculares (y probablemente donde se gastaron los casi 300 millones de dólares que costó, porque ciertamente no fue en los actores). Los dos chavitos principales son bastante buenos, en sus avatares y en su forma física; y hay un tierno si bien incomprensible romance entre ellos (que además la chava tiene a bien explicar por qué es incomprensible en la misma película). Sale Simon Pegg. Tocan Take On Me en el trailer. Tocan We’re Not Gonna Take It en la batalla final.

Ah, y la secuencia literalmente dentro de The Shining es de las cosas más espectaculares que Steven Spielberg haya hecho jamás en su vida. Es, dentro de una película que es homenaje a un montón de cosas intrascendentes, un homenaje en particular a Stanley Kubrick y a una de las mejores películas de terror que jamás se hayan filmado.

Pero es una historia pendeja donde los personajes unidimensionales y acartonados que viven en un futuro distópico se preocupan más en un juego que es imposible que exista desde un punto de vista económico o político, mientras al parecer no les interesa ni por qué el mundo se volvió distópico ni mucho menos qué se puede o debe hacer para componerlo.

De cualquier manera, probablemente le guste a cualquier ser humano con sangre caliente que vivió durante los ochentas; y sin duda alguna a la legión que no vivió en los ochentas pero que por alguna razón los añoran.

Así que vayan a verla. Con todos sus enormes y múltiples defectos, es sin duda alguna divertida y disfrutable.

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Pantera Negra

Llevaba muy buen ritmo manteniendo actualizado mi blog, hasta que el peso del semestre me cayó encima. Voy a tratar de recuperarme, pero se ve complicado.

El día de su estreno (hace poco más de un mes) fui a ver Black Panther. Se aplican las de siempre.

Black Panther

Black Panther

Generalmente soy muy crítico del universo cinematográfico de Marvel, diciendo que sus películas son basura, porque en general lo son. Aunque hubo cierta originalidad en el mismo al inicio, lo cierto es que encontraron una fórmula que indudablemente funciona y la siguen con muy pocas desviaciones. Literalmente es como comida chatarra; se hace bajo un estricto proceso que resulta en un producto que no tiene ningún valor nutritivo, pero que es delicioso y a casi todo mundo le gusta.

Black Panther no es basura. De hecho es tal vez la película más trascendente que surja del MCU, al menos hasta que salga Infinity War y la destrone no porque no sea basura, sino por ser la culminación de diez años de películas que son (en general) basura pero que son súper entretenidas y a casi todo mundo les gusta. Lamentablemente, esta trascendencia que tiene la película probablemente haga que sea, si somos honestos, bastante chafa con respecto a lo que hace a las demás películas del MCU tan entretenidas.

Yo ni soy negro ni soy gringo. Una de mis bisabuelas era negra y mi abuelo paterno mulato; mi hermano solía decirme “negro” cuando éramos jóvenes, pero ni de chiste yo intentaría identificarme como negro. Soy mexicano, y como la mayoría de los mexicanos soy una mezcla de un montón de razas, donde sin duda alguna las indias mesoamericanas son la mayoría. Pero además el racismo en México nunca ha sido institucional (aunque eso no quite que sea muy palpable), más si recordamos que (según la narrativa nacional), los gobiernos coloniales en México no eran gobiernos mexicanos; eran una intervención extranjera que derrocamos matando un montón de gente en el proceso. A partir de ese momento la igualdad de razas (al menos desde un punto de vista legal y de forma) ha sido parte integral de nuestra cultura: el primer presidente indígena de América (y probablemente del mundo) fue Benito Juárez.

Todo esto lo explico porque la Pantera Negra nunca ha sido un superhéroe que me llame la atención en lo más mínimo. Más aún cuando es el líder de una nación ficticia en África al sur del desierto del Sahara que los gringos tuvieron que inventarse porque en ese continente, después de cientos de años de explotación europea (que podemos decir comenzó con Alejandro Magno), básicamente era imposible que existiera una cultura como las que nosotros tuvimos aquí en Mesoamérica o en el Norte Chico. De ahí la necesidad de inventarse una cultura que haga suyas las tonalidades de las tribus africanas, pero que la imagine como altamente civilizada y tecnológica.

Todo el concepto de Wakanda y T’Challa son básicamente un “chinguen a su madre” al imperialismo y colonialismo gringo; aunque paradójicamente creados por dos gringos blancos en 1966: Stan Lee y Jack Kirby, sin duda resultado de que dos años antes se hubiera aprobado la legislación de derechos civiles en Estados Unidos. Como sea, la comunidad negra gringa rápidamente adoptó al personaje como suyo, y tiene ya muchos años que su cómic ha servido como medio para múltiples artistas negros de la industria.

En ese sentido, Black Panther es trascendente, y puedo entender la significancia que tiene para la comunidad negra gringa y (de manera secundaria) el resto de las minorías discriminadas y sectores desprotegidos en ese país.

Eso no hace a Black Panther particularmente entretenida, sin embargo. Para una película del MCU, le falta bastante acción; agraviado porque cada quince minutos un negro guapísimo e intenso se detiene a dar un discurso provocador y profundo acerca de temas trascendentes y que no ayudan al ritmo de una película de superhéroes. Tan es así que la última pelea entre T’Challa y N’Jadaka es en un tren subterráneo (sutiles, los gringos), para que cuando pasen los trenes los negros puedan detenerse y dar otro discurso.

Quiero resaltar que no estoy diciendo que Black Panther sea mala; todo lo contrario, es mucho mejor que casi todas las otras películas del MCU; lo que digo es que el precio que paga por eso es que es bastante más aburrida. Me divirtió mucho más Thor: Ragnarok, y esa película es tan basura que en algún momento Thor literalmente cae en una pila de basura.

Tampoco digo que sea aburrida; sólo es más aburrida que las películas del MCU.

Y tiene un montón de cosas buenas; en particular el montón de diosas de ébano que rodean a T’Challa y que de hecho son las que dan la mayor parte de la pelea por él y Wakanda. Bajo circunstancias normales vería cualquier película con Lupita Nyong’o o Letitia Wright (la última se roba toda la película), pero aquí aparecen bellísimas y pateando traseros a diestra y siniestra todo el tiempo.

Sólo el MCU me ha malacostumbrado y yo esperaba mi ración de basura como siempre, y esta película no es así. Como sea, la película está bien, sólo no es lo común que ofrece el MCU y sí tiene un contenido de acción mucho más bajo que cualquier otra entrada en ese universo.

Antes de terminar, nada más quiero mencionar a Michael B. Jordan y su personaje N’Jadaka, que son básicamente el Malcolm X para el Martin Luther King de T’Challa; ese negro además de que es un especimen básicamente perfecto de la raza humana, provee el mejor villano que ha tenido el MCU en toda su historia. No sólo es fácil entender sus motivos y aspiraciones; hay varios momentos donde uno podría estar de acuerdo con sus posturas. No es de extrañar que el hashtag #KillmongerWasRight surgiera después de la película. Michael B. Jordan da una actuación espectacular, y es otro motivo para ir a ver esta película.

Así que en resumen: es una película trascendente, que en general no conectó conmigo, pero que entiendo su trascendencia. También no es la basura que el MCU suele ofrecer, así que sólo ténganlo en cuenta si van a verla; que creo que es absurdo decirlo, porque ha ganado tanto dinero que probablemente ya todo mundo la vio.

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Cardcaptor Sakura: Clear Card

Como he comentado desde hace algunas entradas, no “veo” programas de televisión en este momento porque las series de televisión modernas (o al menos las que yo veo) salen de golpe o duran unas cuantas semanas, contrario a nueve meses como cuando era joven.

Casualmente hace unos días una amiga me hizo notar que, 17 años después de que la serie original terminara, acababa de empezar una nueva temporada de Cardcaptor Sakura. Con el mismo elenco del siglo pasado.

Inicialmente creí que sería una nueva serie que continuaba la original, pero no; es una nueva temporada. Incluso así sale en The TVDB. La música es nueva, pero eso es lo común en los animés; la música es distinta para cada temporada. La estructura de la serie es idéntica a la de hace casi 20 años, incluyendo las pausas antes de comerciales que los niños de hoy en día ni siquiera saben qué son y el pequeño segmento de Kero al final del episodio.

Yo estoy encantado; la nueva temporada ocurre dos años después del final de la anterior, así que los niños tienen ahora doce años y acaban de entrar a secundaria. Supongo que habría que comenzar a decirles jóvenes.

La historia comienza con Syaoran regresando a Tomoeda después de haber terminado sus “asuntos” en Hong Kong y reuniéndose con Sakura. Eso está padre, son “oficialmente” novios y nada más se ven se abrazan. De hecho se abrazan todo el tiempo y andan de la mano, lo que es novedoso; en las temporadas anteriores se habían abrazado como tres veces en total.

Sakura y Syaoran

Sakura y Syaoran

Eso me da esperanza en que ese tierno romance de hecho evolucione; me encantaría ver su primer beso. Claro que como estamos hablando de animé aquí, igual y no se detienen ahí; pero espero se contengan. Besos y manita sudada a los 12 años están bien, no creo estar listo para verlos hacer nada más.

La historia mágica es, de nuevo, andar convirtiendo las Sakura Cards, ahora a Clear Cards, por razones; pero la verdad nunca ha sido lo más importante de la serie, aunque espero que se inventen algo un poco más emocionante que lo que normalmente han hecho.

También he notado (en el prólogo y los dos capítulos que han salido) que yo sí he cambiado en este siglo. Algunas cosas que no me molestaban o que incluso encontraba entrañables hace quince años ahora las encuentro un poco de hueva.

Por ejemplo, cuando está el grupo de niñas juntas (ahora acompañadas por Syaoran y Takashi), todos son desesperantemente educados y propios. Ya son adolescentes por el amor de dios, generen algo de conflicto.

Otra; Kero sigue jugando a hacerse el muñeco de peluche cada vez que Toya está presente, pero Toya sabe que Yukito es Yue (dado que le salvó la vida) y que Sakura tiene aventuras mágicas que él ya no puede intuir (porque sacrificó su magia para salvarle la vida a Yukito). Todo el numerito de esconderse del hermano mayor no lo encuentro ni tierno ni particularmente entretenido.

Además hubo un ligero retcon; al parecer la segunda película (y por lo que sabemos la primera también) no ocurrieron. El prólogo es básicamente un recuento del último capítulo de la serie original y el inicio de la nueva temporada comienza con Sakura y Syaoran reuniéndose (al parecer) por primera vez, como si no hubiera pasado nada en medio.

Nada de eso es terriblemente importante, sólo me encantaron las evoluciones que introdujeron a la serie y me hubiera gustado ver más. Los personajes siguen estando magistralmente definidos y siendo entrañables; la animación es una modernización de la de hace casi veinte años, o sea excelente; la música es un montón de cancioncitas J-pop pegajosas; y todo es bonito y tierno y tenuemente emocionante.

Y el porcentaje de romance como que se triplicó, así que yo estoy encantado.

Como sea, me queda claro que es extraño que un profesor universitario de 40 años le guste una caricatura japonesa dirigida a niñas de doce años (y estoy siendo muy generoso conmigo mismo), así que no necesariamente la recomiendo. Pero sí la recomiendo completamente; es adorable.

Y yo ya tengo algo que ver de manera cotidiana durante los próximos meses.

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Travelers

Como comentaba hace un par de entradas, ya casi no veo televisión. Pero este año nuevo mi hermano me recomendó ver Travelers (es original de Netflix) y quedé prendido desde el primer episodio.

Travelers

Travelers

La serie gira en torno a cinco personas que justo antes de morir en el “registro histórico”, sus consciencias son reemplazadas por las de cinco viajeros (los famosos travelers) del futuro. Queda claro rápidamente que el reemplazo de consciencia es equivalente a asesinar al ser humano “original”, el dueño del cuerpo huésped donde se recibe la consciencia del viajero del futuro. La justificación ética es que el huésped iba a morir de cualquier manera; los viajeros sólo aprovechan eso para continuar la vida del huésped y tratar de evitar el futuro horrible del que vienen, aunque esto tal vez resulte en que nunca existan en primer lugar.

La premisa de la serie es fascinante, en particular porque resulta que los viajeros en el tiempo en nuestra época no son nada más los cinco protagonistas; son miles, de los cuales nuestros cinco protagonistas son sólo un equipo que se comporta en los hechos como una célula terrorista. Toda la labor de las distintas células es coordinada por un enigmático director, que cerca del final de la primera temporada resulta que es una inteligencia artificial que se ejecuta sobre una súper computadora cuántica en el futuro. Y se nota que es una computadora porque es implacable; los viajeros cometen un montón de actos éticamente reprobables y permiten que ocurran desgracias de las que saben por el “registro histórico”, todo bajo la suposición que el director sabe lo que hace y que su Gran Plan evitará que el futuro de donde vienen ocurra.

Hay bastante acción muy emocionante y harto drama porque los viajeros deben continuar la vida de sus huéspedes, así que se convierten en esposos, hijos y padres de completos extraños con los cuales tienen que comenzar a llevar relaciones bastante íntimas. Además la serie es increíblemente respetuosa de la ciencia en general y de las ciencias de la computación en particular; creo que nunca había visto una serie que tratara asuntos de computación de manera tan real y respetuosa (dentro de lo que cabe). Y en el futuro los programadores son los que llevan el mando, lo cual por supuesto me encanta.

Todo lo anterior bastaría para que me hubiera prendado de la serie, pero encima de todo eso, la misma cuenta con MacKenzie Porter.

MacKenzie Porter

MacKenzie Porter

MacKenzie Porter es bellísima, por supuesto; pero además es muy buena actriz. Por el detalle de la transmisión de consciencias y de vicisitudes en la trama, su huésped termina actuando con unas cuatro personalidades distintas, y la chava es muy buena en hacerlas realmente diferentes y reconocibles (una de ellas es, como lo dice otro de los personajes, a little bitchy blonde). Yo estoy perdidamente enamorado de ella, y prontamente comenzaré a escribirle extensas cartas donde explico a gran detalle por qué debería casarse conmigo.

But wait, there’s more! Además de todo lo anterior, la serie tiene un montón de romance. Y romance bien hecho con personajes entrañables que uno de verdad quiere que se puedan frotar sus partes íntimas en paz. Y de hecho el mejor romance de toda la serie justamente involucra al personaje de MacKenzie Porter.

MacKenzie Porter

MacKenzie Porter

El antepenúltimo capítulo de la segunda temporada es la cosa más romántica que he visto en muchísimo tiempo, y en gran medida sigo la serie porque quiero ver a dónde puede llegar ese romance entre una viajera del futuro y el personaje masculino más entrañable en la historia del mundo mundial, interpretado por Patrick Gilmore.

Patrick Gilmore

Patrick Gilmore

Al inicio de la serie me enamoré de MacKenzie Porter, pero creo que de hecho ahorita estoy más enamorado de Patrick Gilmore, porque interpreta al hombre más amable, gentil, generoso y simpático del universo. E increíblemente torpe; generalmente el personaje de MacKenzie Porter tiene que estar salvando su pobre trasero todo el tiempo.

La serie tiene de todo: acción, intriga (hay varias facciones del futuro luchando entre sí en el presente), drama, ciencia, romance y un humor bastante bueno para una historia que es seria la mayor parte del tiempo. Y debe costar como trece dólares hacer cada episodio; los efectos especiales son casi inexistentes y todo lo filman en Vancouver sin especificar nunca dónde transcurre la serie. Así que espero dure bastante.

Si tienen Netflix, se las recomiendo ampliamente. La única bronca es que ya vi las únicas dos temporadas y aunque es casi seguro que hagan una tercera (al parecer está teniendo bastante éxito), la misma no estaría disponible hasta finales de este año en el mejor de los casos. Así que una vez más, es como si no estuviera viendo nada en televisión en este momento.

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Future Man

Durante muchos años la televisión fue una parte muy importante de mi vida. Cuando era niño me sabía la programación del canal 5 de memoria; sabía qué tan tarde era por lo que estuvieran pasando en la tele (que yo probablemente estaba viendo).

Esto disminuyó en la universidad y cuando me mudé a mi departamento no tenía una buena recepción de la señal aérea (de hecho todavía no tengo) y no contraté ningún servicio de televisión de paga, así que sólo veía cosas que bajaba de la red.

En algún momento volví a ver mucha televisión, nada más ahora pirateada (generalmente con torrents) de la red. Veía cerca de una docena de programas, y como mi TOC no me permite ser de otra manera, quiere decir que en verdad veía una docena de programas, en el sentido de que no me perdía un solo episodio.

Hace unos pocos años esto comenzó a dejar de ser cierto, hasta este momento en mi vida donde básicamente sólo veo Rick & Morty y Game of Thrones. También veo Stranger Things y The Ranch en Netflix, pero como salen de golpe todos los episodios de una temporada, ya no tiene la regularidad que tenía ver programas de televisión cuando era más joven. Ya no es un ritual ciertos días de la semana llegar a ver un programa, ya sea en la tele o que bajé de Internet. Llevo más de una temporada de The Big Bang Theory que no veo uno de sus episodios.

Tengo dos cuentas de Netflix, por razones, pero la verdad no lo utilizo tanto, ciertamente no con series de televisión. Veo especiales de comedia y películas, pero series es más raro, excepto las que mencioné arriba. Veo mucho más contenido de YouTube (de política, tecnología, videojuegos y cine) que de Netflix. Y lo que me pasa en Netflix es que me angustio al ver la abrumadora cantidad de opciones disponibles. Me ha pasado varias veces que transcurren dos horas revisando lo que puedo ver, antes de llegar a la conclusión de que ya agoté el tiempo que tenía para ver algo en la tele e irme a dormir.

Tiene que ocurrir una serie de circuntancias medio aleatorias para que yo comience a ver una serie, pero una de ellas es que me tiene que gustar de inmediato; si se tarda un poco en ponerse entretenida o interesante, sencillamente dejo de verla (y de por sí hay que pelar un pollo para que algo en primer lugar llame mi atención).

Como sea; no sé cómo es que me enteré de Future Man, porque además de todo está en Hulu, no en Netflix. Pero es una seria que produce Seth Rogen y que protagoniza Josh Hutcherson; y como los dos me caen muy bien comencé a verla. Y a los cinco minutos ya me estaba botando de la risa.

Future Man

Future Man

La historia es un homenaje y parodia (al mismo tiempo) de un montón de películas de ciencia ficción. Josh Futturman es un empleado de limpieza en una compañía que hace estudios para curar el herpes (inserten 18,000 chistes de enfermedades de transmisión sexual), que vive con sus papás y que juega videojuegos. En particular lleva meses atorado en un juego que nadie ha podido terminar en todo el mundo, hasta que una noche por fin lo consigue.

Unos momentos después de que le gana al juego, dos viajeros del futuro (Tiger y Wolf) llegan a explicarle que el juego era una forma de encontrar al “salvador” que les permitirá evitar que ocurra el futuro distópico del que ellos vienen. Josh inmediatamente les hace ver que es la trama tanto de The Last Starfighter como de Terminator.

La serie es hilarante, con homenajes y parodias a esas dos películas, a Back to the Future, a casi toda la labor de James Cameron (y al mismo James Cameron), y con las inevitables referencias a los setentas, ochentas y noventas que una serie con viajes en el tiempo tenía que ofrecer. No se toma terriblemente en serio, pero está muy bien escrita y los chistes me parecen a mí muy divertidos, si bien el particular sentido del humor de Seth Rogen permea todo el asunto y yo sé que eso no le gusta a todo mundo.

(Je, boobies).

Aunque a veces sí puede pasarse de vulgar e infantil, la serie es muy honesta (desde los primeros cinco minutos) acerca de su estilo. Para mí es de verdad hilarante, y haciendo un homenaje del tipo de películas de ciencia ficción con las que yo crecí. Además los tres protagonistas principales son muy buenos y sus personajes (a su manera) entrañables, así que yo sí les recomiendo que si pueden le echen un ojo.

Vi la primera temporada durante las vacaciones y justo acaban de anunciar que harán una segunda; pero como saldrá dentro de meses (si no es que el año que viene), Game of Thrones hasta el 2019 y Rick & Morty hasta quién sabe cuándo, pues en los hechos de nuevo es como si no estuviera viendo nada en la tele.

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Jumanji: En la Selva

Un día antes de que acabara el año 2017 fui a ver Jumanji: Welcome to the Jungle.

Se aplican.

Jumanji: Welcome to the Jungle

Jumanji: Welcome to the Jungle

Ya no quería ir al cine después de ver Coco, pero me percaté de que expirarían todos los puntos de mi credencial Cinépolis y fui básicamente a gastármelos en un bagui de jamón serrano, que estuvo bastante rico.

Y la película me encantó.

A mí siempre me ha caído bien Dwayne Johnson, pero esta es tal vez la actuación más entrañable que le he visto, o a lo mejor nada más me parezca a mí así porque aunque sigue siendo un gorila de doscientos kilos de músculo, sí parece actuar como un nerd y gamer. Karen Gillan es bellísima y es espectacular como la chava increíblemente hermosa que no se da cuenta de que es increíblemente hermosa. Kevin Hart es muy cagado, como siempre. Y Jack Black vuelve a estar en una película que me guste, que ya tenía rato que no ocurría.

La verdad no esperaba menos del elenco; lo sorprendente es que los cuatro chavillos originales también son bastante buenos, y la película se toma el esfuerzo de establecerlos propiamente y darles más personalidad que una caja de pañuelos.

La película no es una joya de la cinematografía, y no intenta serlo; sólo trata de ser divertida y razonablemente emocionante, trata con respecto a sus personajes y a la historia de la primera película, y me parece que eso es más que suficiente. Además es hilarante en varias partes y tiene incontables referencias a videojuegos y algo de romance adolescente; yo no pido mucho más que eso.

Así que vayan y véanla; la disfruté mucho más que Star Wars, y no debo ser el único porque la destronó como primer lugar de la taquilla.

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Coco

Normalmente después de haber visto la última película de Star Wars habría ido al cine para verla de nuevo. Pero como comenté en mi reseña de la misma, eso no va a ocurrir.

Así que en su lugar a finales de diciembre fui a ver Coco. Se aplican las de siempre.

Coco

Coco

No quería ver esta película. Por principio me suele caer mal la imagen que tienen los gringos de México y los mexicanos, y me parecía que la película sólo era una caricatura de México para atraer al público mexicanogringo a las taquillas y como carnada para premios de la Academia.

Luego comenzaron las reseñas y varios amigos me comenzaron a decir que estaba bien bonita y que era respetuosa y que al final todos llorábamos. “Ridículos” me dije yo, pero como Star Wars resultó ser terriblemente decepcionante para mí, por fin fui a verla.

Pasaron unos quince segundos antes de que estuviera berreando como niña chiquita. De hecho, me pasé casi toda la película berreando como niña chiquita.

No estoy de acuerdo en que los gringos necesariamente entiendan a México y nuestra cultura (explico más adelante); pero reconozco que la película al menos intenta ser respetuosa de ambos. Independientemente de eso, la película es un excelente regreso a las mejores épocas de Pixar, con extraordinaria animación, una música excelente y una historia que me hizo llorar como niña chiquita básicamente todo el tiempo.

Me encantó la película, pero no puedo dejar de mencionar algo que me parece no mucha gente ha dicho. Nada más sí quiero dejar claro que la película me gustó mucho y yo sí la recomiendo.

De las cosas que más me gustaron de la película es que Miguel es, de manera natural y obvia, sin duda alguna mexicano. Y obviamente no me refiero a la definición legalera, me refiero justamente a la serie de características que nos definen a casi todos los mexicanos como mexicanos y que de hecho es terriblemente difícil de definir precisamente en qué consisten.

Y el pueblo donde vive Miguel lo mismo, es un pueblo mexicano. Hay como quince millones formas distintas que toman los pueblos mexicanos: un pueblo en Chiapas es completamente distinto a un pueblo en Sonora. Pero uno nada más tiene que ver a cualquiera de los dos y decir: “sí, claro, es un pueblo mexicano”. El pueblo de Miguel (Santa Cecilia) cumple esto.

Así que estamos hablando de una película donde muestran a un niño indiscutiblemente mexicano viviendo en un pueblo indiscutiblemente mexicano… y que ninguno de los dos tienen nada que ver conmigo, y me parece con una proporción enorme de la población mexicana.

En primer lugar está la cuestión de la temporaneidad; nadie usa celulares, los discos son acetatos y las televisiones son CRTs, por lo que la historia bien podría estar ocurriendo en 1983. OK, no importa mucho. En segundo lugar está el hecho de que aunque sin duda una historia de México, no es una historia de México.

Es una historia del México de provincia.

Y eso está muy bien; es probable que la historia sencillamente no pudiera funcionar si no fuera así. Pero eso no tiene realmente nada que ver conmigo ni con muchos otros mexicanos.

Hay una historia que me gusta mucho comentar; cuando vinieron a visitarme Fred y Anna, mis cuates alemanes, cerca del final de la visita Anna me preguntó (después de estarlos paseando) si entonces México no era un país de primer mundo. Y yo me reí y le expliqué que no, sólo que los lados por donde los estuve paseando bien podrían dar esa impresión.

Y obviamente yo soy (ahora al menos) terriblemente privilegiado; pero no me refiero a una situación socioeconómica. La gente pobre de la Ciudad de México tampoco tiene mucho que ver con lo que Coco muestra. Pepe el Toro tiene mucho más que ver (y de hecho puede discutirse que es la representación cultural definitoria de lo que es ser chilango).

Así que la película es respetuosa de un México, pero ciertamente no de México. Mi México es aquel que si uno se descuida, podría dar la impresión de que estamos en el primer mundo. Y probablemente a nadie le interese hacer una película de realismo mágico acerca de ese México.

Sólo es algo que sí me interesaba comentar. La película me encantó y la recomiendo ampliamente; pero como es la película más taquillera de todos los tiempo en México, probablemente no sea necesario.

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Star Wars: Los Últimos Jedi

El fin de semana de su estreno en diciembre, fui a ver Star Wars: The Last Jedi.

Se aplican las advertencias de spoilers regulares; y probablemente no deberían leer esta reseña si no la han visto.

Star Wars: The Last Jedi

Star Wars: The Last Jedi

No fui mucho al cine este año; ciertamente menos de lo que normalmente voy. En gran medida esto fue porque películas que esperara con ansias, básicamente se reducían a ésta.

Salí muy decepcionado del cine.

No voy a decir que The Last Jedi es una mala película, porque eso sería decir una mentira (y algo bastante idiota). La película está bien hecha y actuada; y está competentemente dirigida. La escritura tiene varias críticas justas, pero nada que la haga mala realmente. Sólo es la película de Star Wars que menos se parece a una película de Star Wars en la historia. Con la posible excepción del especial navideño de 1978, pero eso es algo de lo que no hablamos. También me parece que es terriblemente injusta con varios personajes, pero eso sólo causó que a mí no me gustara, no necesariamente la hace mala; aunque sí crea inconsistencias narrativas.

El problema principal, me parece, es que la película decide tirar a la basura un montón de convenciones que las películas de Star Wars seguían; incluyendo Force, porque es básicamente una copia de Hope.

Y en principio no está mal con evolucionar o revolucionar las cosas; el problema es que generalmente esto se hace cuando la audiencia ya está hasta la madre de algo o cuando un ciclo termina. Las cosas que Last decide (literalmente) obliterar me parece que casi nadie tenía problemas con ellas. Y por cierto, si todo ese borrón y cuenta nueva que hace la película hubiera ocurrido en el episodio IX, yo estaría de hecho muy contento. Sí, vamos a cerrar el ciclo y que los episodios X al MCMLXXIII sean acerca de otros ciclos. ¿Pero hacerlo a ocho episodios y medio de una nanología? ¿Dafuq?

Este romper con el pasado me produce problemas principalmente con los padres de Rey. De nuevo, si dejáramos a la familia Skywalker nada más en las primeras 3 trilogías, eso me parece que estaría muy chido. Sí, vámonos al carajo con los Trotacielos, se la pasan quejándose todo el tiempo. Pero, de nuevo, seis películas giran alrededor de ellos y la séptima se pasan mencionando a Luke. Dado que se desmuere (de la manera más anticlimática posible) en el episodio XIII, entonces el episodio IX rompe (sin niguna necesidad) con este hilo narrativo que habían seguido todos los episodios de Star Wars. Y además, así termina el ciclo, de manera anticlimática a la mitad de la última trilogía y sin despedir dignamente a Luke; al menos Anakin se redimió al final de su historia.

Pero además crea inconsistencias narrativas que no tienen el menor sentido; ¿por qué el sable de Luke llama a Rey? OK, La Fuerza. ¿Pero entonces por qué en su visión aparece el corredor donde Vader y Luke pelearon en Cloud City? Ese corredor sólo tiene significancia para los únicos Skywalkers varones vivos en el universo en ese momento, ¿qué tiene que ver con Rey? Si fuera porque ahí fue cuando el sable de luz dejó de tener contacto con Luke, entonces habría aparecido la plataforma donde Vader acorraló a Luke, no el pasillo anterior.

Eso para mí es lo más serio; pero me molestaron también cosas pendejas como que nadie dice “I have a bad feeling about this”. Según un robot lo dice en algún momento, pero que se dijera intelegiblemente era una de las tradiciones de las películas, ¿qué sentido tiene no ponerlo? ¿Por qué no quitamos también el texto inicial y la fanfarria de John Williams?

Luego está el trato a los personajes. Finn es realmente insultante cómo lo tratan, en particular porque nada más hay que pensarlo un poquito para ver que nada de lo que hace en toda la película importa en lo más mínimo. Poe ahora es un amotinado, y en cualquier organización militar que se respetara lo colgarían hasta morir; y sí, estoy diciendo colgar, no fusilar. La pendeja de Holdo (más adelante explico) además se hubiera ahorrado muchísimos problemas nada más diciéndole “güey, tenemos un plan, tranquilo”. No, vamos a mantener secreta la información para que ¿qué? ¿Aprenda una lección? El arco narrativo de Chewie es que se vuelve vegano.

Y por supuesto está Luke, que resulta que rompe con todo su carácter (el fue el que regresó a Darth Vader al lado luminoso) y cuando su sobrino cae en malas influencias, en lugar de hacer lo que cualquier mentor inteligente haría (darle su primer cerveza o algo así), se le ocurre por un momento la idea de matarlo. Y luego se siente tan culpable que dice “Fuck it, que se pudra la galaxia, yo me voy a vivir de leche de vaca espacial y a cuidar libros que jamás leeré porque qué hueva”.

Pero además, ¿qué sentido tenía que se proyectara con la Fuerza a Crait? Porque encima de todo ponen su X-Wing bajo el agua cerca de sus vacas espaciales. ¿No hubiera sido espectacular ver cómo lo sacaba, emulando lo que Yoda hizo en Dagobah hace décadas? ¿Y que con la Fuerza y su sable de luz de verdad evadiera los lásers de la Primera Orden? ¿Y qué se sacrificara como Ben en Hope?

Por último está la increíble incompetencia de ambos bandos. Hux es una caricatura Nazi, entonces que en particular él sea incompetente admito que es divertido. Pero cuando comienzan a perseguir a doce kilómetros por hora a la única nave de la Resistencia, ¿de verdad a nadie se le ocurrió “hey, ¿qué tal si hacemos que un Star Destroyer salte adelante de la nave que estamos persiguiendo a velocidad de bicicleta, y los flanqueamos?” O que mandaran más cazas. O lo que fuera excepto decir “sí, eventualmente se les va a acabar la Magna Sin”

Y Holdo… me encanta que le den papeles prominentes a mujeres; pero ¿podrían hacerlas no incompetentes por favor? Se le ocurre aventar la nave a velocidad de la luz contra la nave de Snoke cuando como la mitad de los transportes de la Resistencia ya habían sido destruidos. ¿De verdad no era evidente que debía hacerlo al momento que salió el último? ¿O en el peor de los casos cuando destruyen al primero?

Por su parte Rey despierta al lado de Kylo después de que inhabilitan la nave de Snoke, y agarra y se va. ¿Ni siquiera intentó patearle la cabeza? Voy a creer.

Puedo seguir durante horas; soy ateo, lo más cercano que tengo a una religión es justamente Star Wars y pendejadas de este estilo.

En mi perorata negativa quiero agregar nada más algo específico y una generalidad. Lo específico: en su afán de “romper” con justo lo que a mí y a muchos otros nos gusta de Star Wars, quitaron tal vez lo más emblemático que tiene: no hay un duelo con sables de luz en toda la película.

En Menace está el espectacular duelo entre Qui-Gon Jinn, Ben y Darth Maul. En Clones está el duelo entre Ben, Anakin, Dooku y Yoda, que es de las cosas que más me han gustado en el cine en mi vida. En Revenge están los duelos entre Ben y Vader y entre el Emperador y Yoda. En Hope por supuesto está el chafísima duelo entre Vader y Ben, donde parece que ambos tienen artrítis. En Empire está el duelo entre Luke y Vader, donde el primero pierde la mano. En Jedi está el duelo entre Luke y Vader, donde ahora Vader pierde la mano… de nuevo. En Force está el espectacular duelo entre Kylo y Rey.

Y en Last no hay nada, porque púdranse si querían ver duelos con sables de luz en una película de Star Wars.

(Y no, la pelea de Kylo y Rey contra la Guardia Roja de Snoke no cuenta, porque ellos no pelean entre sí, pelean juntos… y Luke ni siquiera estaba en Crait para enfrentar a Kylo).

La generalidad; la película es demasiado larga. Ya he oído a varios decir que se aburrieron al verla, lo que no me extraña porque la trama no necesita 150 minutos para contarse. Y en gran medida culpo a los chistes pendejos; en general no tengo nada contra chistes pendejos, si son divertidos (a muchos no los encontré divertidos), pero si esta película se hubiera quedado nada más con un 10% de las bromas idiotas, además de que sería equivalente al resto de las películas en la serie en términos de alivio cómico, duraría menos de dos horas y su ritmo sería mucho mejor. Eso, y la completamente inútil secuencia en el casino de Canto Bight; yo en general siempre seré de los que agradecerán algo de comentario social en una película, pero aquí es forzado, superficial, ridículo, demasiado largo y al final del día ni siquiera tiene un impacto en la trama, así que yo sencillamente lo hubiera quitado.

Como digo arriba, podría seguir durante horas. La cantidad de inconsistencias y acciones sin sentido de los personajes es abrumadora, especialmente si consideramos la historia que viene desde hace siete películas. Quéjense lo que quieran de las precuelas, pero George Lucas quería principalmente contar una historia (girando alrededor del clan Skywalker), y sus películas tenían muchas menos incosistencias y los personajes actuaban de forma mucho más racional. Lo que Rian Johnson proyecta en su película no es el deseo sincero de contar una historia (está, objetivamente hablando, mal contada); es más bien el deseo de decir “púdranse Lucas y Kershner y Marquand y Abrams, como yo quiero que sean las cosas es lo único que importa”.

De verdad espero que la siguiente trilogía no se la den a él, como han amenazado.

Yo disfruté mucho más las precuelas de Lucas que Last, y es por mucho la película de Star Wars que menos me gusta, justamente porque no parece de Star Wars.

Dicho todo lo anterior, obviamente hubo cosas que me gustaron.

Me gusta que lo que impulsa todo el tiempo a Finn es su deseo de reunirse con Rey, y que ella cuando llega el momento en que entiende que es probable que no salga con vida de su plan demente de ir con Kylo, en el que piensa es en Finn… claro que todo esto se medio deshace cuando por fin se ven; el abrazo está padre (y es la única vez en toda la película que Daisy Ridley nos favorece con esa luminosa sonrisa que tiene), pero inmediatamente Finn va a checar a su nueva novia y Rey es abordada por Poe.

Me gusta el sacrificio de muchos personajes, aunque es mucho más inteligente (y productivo) vivir para pelear otro día que sacrificarse a la primera oportunidad.

Me gusta que muchos personajes (incluyendo miembros de la Primera Orden) al verse de cara a la muerte no muestran ni miedo ni arrepentimiento.

Me gusta (a pesar del sinsentido general de la secuencia) cómo Luke se chamaquea a Kylo.

Me gusta como Kylo y Rey se comunican básicamente como adolescentes texteándose a espaldas de sus papás (o al menos ellos creyendo eso).

Me gusta mucho la actuación de Adam Driver; Kylo es un personaje más allá de patético (“just a child in a mask”), pero Driver lo interpreta de manera magistral.

Me gusta (de nuevo, independientemente del sinsentido de la motivación del personaje) que cuando Luke le dice a R2 que no puede decirle nada que lo haga cambiar de opinión, que R2 le muestre el holograma de Leia pidiendo ayuda al general Kenobi.

Me gusta Yoda, no importa que llegue a hacer todavía más cosas sin sentido.

Y por supuesto me gustó la espectacular secuencia de Holdo estrellando el último crucero de la Resistencia contra la nave de Snoke… la pendeja debió hacerlo siete horas antes, pero esa escena es de las mejores cosas que he visto en el cine en mi vida. Y completamente tomado de innumerables animés en la historia (no me quejo; todo mundo debería tomar más cosas de animés).

Pero todas esas cosas (que varias sí son dignas de elogio) no compensan el hecho de que, desde mi punto de vista, esta película quita mucho de lo que hace a una película parte del universo Star Wars. Eso, las inconsistencias narrativas (¿quién era Snoke? Supongo que nunca sabremos y además al parecer ya no importa: “The Supreme Leader is dead! Long live the Supreme Leader!”), el ritmo y duración de la película, y el asalto inmisericorde de bromas infantiles cada tres minutos.

Los que defendimos las precuelas en su momento (que por cierto, ahora lo haré mucho más) recibimos una andana de críticas por parte de la gente que no les gustaron; y las mismas precuelas recibieron críticas que siempre me parecieron injustas.

Yo no voy a denigrarme a ese nivel.

No voy a decir que Last violó mi niñez o que es una ofensa a la humanidad. Tampoco voy a insultar a la gente que le gustó; cada quien. Voy a hacer una cosa mucho más sencilla (y de hecho lo único que tiene sentido hacer, me parece): no voy a volver a irla a ver al cine y no voy a comprar el Blu-ray. La trilogía (cuando salga) la compraré si el episodio IX repara varias cosas; si no, olvídenlo.

Y puede parecer poco, pero las películas de Star Wars en general ganan una cantidad hereje de dinero por gente como yo, que va a verla al cine varias veces y que suelen llevar acompañantes al hacerlo. Y al parecer no soy el único; a pesar de que la película está ganando mucho dinero, palidece respecto a Force. Esto era de esperarse, pero no a este nivel.

En Rotten Tomatoes la película tiene 90% por parte de la crítica y 50% por parte de la audiencia. Hay que tomarlo con un grano de sal, porque yo en general no le creo ya nada a los tomates podridos, pero me parece que sí refleja un descontento (desde mi punto de vista) justificado a lo que la película trata de hacer.

Y el ratón diabólico está en modo de pánico; Mark Hamill se había quejado de cómo habían tratado a Luke y Disney ya lo obligó a retractarse. El director Rian Johnson ya dijo que a lo mejor los padres de Rey no es cierto que fueran borrachines (lo que ahora probablemente haga enojar a los que les gustara esa decisión). Etcétera.

Soy inherentemente optimista, así que espero que JJ repare varias cosas en el cierre del ciclo. Y como digo arriba, lo más cercano que tengo a una religión es Star Wars y pendejadas de ese estilo; voy a estar en el estreno del siguiente episodio y de los que le sigan.

Pero este episodio es el primero de la saga que no me gusta, realmente.

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Kingsman: El Círculo Dorado

A mediados de octubre fui a ver Kingsman: The Golden Circle. Los lectores que me pongan atención notarán que ya estaba reseñando películas de noviembre, así que es medio extraño que de repente mencione una de octubre de nuevo. Fui a ver dos veces Blade Runner 2049, y esta secuela de Kingsman quedó en medio y se me pasó entonces. Demándenme.

Se aplican las de siempre.

Kingsman: The Golden Circle

Kingsman: The Golden Circle

La mayor fortaleza de esta película es que es básicamente idéntica a la primera. Su mayor debilidad es exactamente la misma.

Disfruté mucho esta película, pero contrario a la primera no me sorprendió en lo más mínimo, porque como digo arriba son idénticas. Esto es cierto desde el punto de vista del estilo, pero incluso la historia es desconcertantemente similar: un supervillano, que tiene una mano derecha con una disabilidad, tiene un plan que amenaza a la humanidad, los Kingsmen se ven comprometidos y al final Eggsy y un par de sus compañeros tienen que ir a salvar al mundo. Fin.

No estoy diciendo que sea peor que la primera película, en lo más mínimo. Estoy diciendo que son básicamente iguales, y entonces es bastante decepcionante porque justamente lo mejor que tuvo la primera parte fue lo novedosa que era. La segunda parte no tiene nada de novedosa, y no me extraña que literalmente se me había olvidado que fui a verla al cine.

Disfruté mucho la película, de cualquier manera; Colin Firth, Mark Strong y Taron Egerton regresan (reviven a Harry, de manera decente por cierto); Roxy aparece literalmente dos minutos antes de que la maten; Jeff Bridges y Halle Berry son muy buenos como los equivalentes gringos de los Kingsmen; Julianne Moore es muy divertida como la dulce y sicótica Poppy Adams; Oberyn Martell se roba gran parte de la película al hacerla de stateman gringo con obvia ascendencia mexicana (o al menos latina); y Channing Tatum siempre es divertido. Ah, y sale Elton John dando patadas voladoras; debería existir un premio para ese tipo de papeles.

Pero esta secuela no hace ninguna innovación respecto a la primera, que justamente se caracterizó por ser extraordinariamente innovadora. En ese sentido, es ligeramente decepcionante.

De cualquier manera sí la recomiendo aunque sea en streaming, y si llegan a hacer la tercera probablemente vaya al cine a verla.

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