Deadpool 2

Fui a ver Deadpool 2 el día de su estreno. Se aplican ya saben.

Deadpool 2

Deadpool 2

Fui a ver esta película con mis espectativas bastante altas, y la verdad no me decepcionó en lo más mínimo.

Es una comedia oscura de acción un poco más pelada de lo que normalmente se esperaría y bajo esa métrica es básicamente perfecta. Sí, refrigeran a Morena Baccarin y de verdad los escritores de Hollywood deberían dejar de utilizar ese trauma tan choteado como motivador del protagonista; pero por el lado positivo sale en pantalla grande la versión más espectacular de Take On Me en la historia del mundo mundial. Sí, Negasonic Teenage Warhead sale muy poquito; pero por el lado positivo conocemos a Yukio, su novia, que tiene los intercambios más cagados del universo con Wade. Sí, Black Tom Cassidy lo destazan como personaje; pero por el lado positivo los chistes de Deadpool de que Cable es racista hacen que valga la pena. Y sí, los avances fueron un engaño y asesinan a casi todos en X-Force cinco minutos después de que los introducen; pero por el lado positivo Zazie Beetz es espectacular como Domino y el cameo de Brad Pitt es muy divertido.

Y Josh Brolin como Cable es muy cagado.

Esta película vale la pena por las razones por las cuales vale la pena; dícese, chistes ininterrumpidos y acción con una cantidad ridícula de violencia innecesaria. Cualquiera que espere cualquier cosa diferente de ella necesita que le revisen el cerebro, probablemente. Pero además tiene un par de escenas un poco más profundas que están muy bien hechas y que creo que valen la pena.

Yo me divertí como enano viéndola, así que sí la recomiendo; y como le fue suficientemente bien (aunque no tanto como a la primera), espero con ansias la tercera parte del plan de jubilación de Ryan Reynolds.

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Avengers: Infinity War

Unos días después de su estreno fui a ver Avengers: Infinity War con mis cuates.

Se aplican las de siempre.

Avengers: Infinity War

Avengers: Infinity War

Aunque he sido bastante crítico del MCU, lo cierto es que también he sido bastante fiel al mismo: he visto todas sus 18 películas (además de la que hoy reseño) en el cine. Algunas de ellas múltiples veces.

Marvel Cinematic Universe

Marvel Cinematic Universe

El MCU ha comenzado a funcionar en los hechos como una serie de televisión en esteroides anabólicos: cada película (episodio) puede en general verse por sí misma, pero lo común es suponer que el espectador conoce a los personajes, sus relaciones interpersonales y la trama general de la historia. Siguiendo esta analogía, las películas de los Vengadores han servido como finales de temporada. Esta última entrega es la más grande, ambiciosa y espectacular de las tres que ha habido.

Desde un punto de vista logístico, tecnológico y artesanal, Avengers: Infinity War es uno de los logros más impresionantes de la historia de la industria cinematográfica. Que esté además basada en un cómic es fuente de regocijo para todos los fans de este medio, como lo soy yo.

Desde un punto de vista artístico, Avengers: Infinity War es una mierda.

Esto no es algo malo; para motivos prácticos todo el MCU es una mierda, con contadas excepciones. Son películas que siguen una receta cuidadosamente planeada a lo largo de 10 años y 19 películas para maximizar el entretenimiento de los espectadores (y por lo mismo la ganancia que las películas obtienen); estas películas (en general) no buscan contar una historia interesante y emocionante con personajes bien definidos y profundos explotando los mecanismos artísticos que el medio cinematográfico ha desarrollado en el poco más de un siglo que lleva existiendo.

Buscan ganar dinero entreteniendo de la manera más efectiva a sus espectadores. Y lo consiguen.

A mí me gustó Avengers: Infinity War, aunque la verdad está lejos de ser mi película preferida del MCU (si me preguntaran, supongo que Winter Soldier o Homecoming serían mis preferidas). Es un churrito entretenido y es innegable el placer que sentí al ver juntos a estos personajes que llevamos conociéndolos desde hace 10 años.

Pero la historia es imposiblemente mala y llena de hoyos. Las relaciones entre varios de los personajes son inexplicables. Y (probablemente lo peor de todo) el final es tan ridículo que a mí literalmente me sacó de la película. Mi suspension of disbelief, que generalmente la tengo magistralmente sintonizada (puedo disfrutar casi cualquier churro, por increíble que sea), fue destrozada por el hecho de que “mataron” (o desaparecieron) a varios personajes que sabemos que van a regresar (Spidey y Black Panther tienen secuelas en preproducción).

De cualquier manera disfruté la película. Es muy divertida, especialmente por varios puntos concretos: la relación entre Peter y Tony; el magnetismo de Thor y su toma-y-daca con los Guardianes; el pissing contest entre Tony y Dr. Strange; la espectacular actuación de Brolin com Thanos y el respeto que le nace hacia sus adversarios (en especial Tony); y las múltiples secuencias de acción, por poco sentido que tengan varias.

Vale la pena verla en el cine (que no tengo que decirles; todo mundo ya fue a verla al cine).

Pero salí del cine sintiéndome extraño. No decepcionado; pero sí extraño. Tardé un rato en darme cuenta, pero al final lo descifré: cuando acabó The Matrix Reloaded, casi pegué (o igual y pegué) un grito en el cine, porque no podía creer que me dejaran durante meses esperando con la angustia de saber qué iba a pasar.

Cuando acabó Avengers: Infinity War, especialmente después del truco barato de hacer polvito a un montón de personajes, sencillamente no me importó. Voy a ir a ver Avengers 4 (o como sea que le llamen), al cine; voy a seguir yendo al cine a ver todas estas películas. Pero la verdad no me interesa en gran medida cómo van a resolver la historia: va a ser divertida, con muy buenas escenas de acción, pero con casi toda certeza una completa mamada.

No tengo ninguna prisa para ver la secuela.

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Un lugar en silencio

El fin de semana fui a ver A quiet place.

Se aplican las de siempre; y va en serio, no lean la reseña si no han visto la película (y deben ver la película).

A quiet place

A quiet place

A quiet place está anunciada como una película de terror; y lo es, pero es mucho más que eso. Es también un drama familiar y una representación brutal de lo que dos padres están dispuestos a hacer para proteger a sus hijos.

John Krasinski (que siempre he sido su fan, desde The Office) y Emily Blunt (que la adoro, por supuesto) interpretan a los padres de una familia que vive bajo la amenza de monstruos ciegos que atacan al escuchar ruido. Los dos son marido y mujer en la vida real, además de padres; y John Krasinski dirige la película (espectacularmente), mientras su mujer tiene el primer crédito como actriz.

La historia está contada de manera inteligente, sin recurrir en ningún momento a narración o texto en la pantalla, y siguiendo la pauta de los protagonistas en un silencio casi absoluto toda la película (las partes con música son pocas y espaciadas). Uno de los niños (la hija mayor) es sorda (interpretada magistralmente por una actriz sorda en la vida real), y en las escenas centradas en su personaje de hecho el sonido se corta por completo.

Esto contribuye a hacer las partes donde aparecen los monstruos de verdad aterradoras.

La familia se comunica con lenguaje de señas, y se entiende que lo manejaban por la hija sorda; hay algo hipnótico de ver el lenguaje de señas (que en muchos casos es posible entender), un ritmo que hace más agudos los sentimientos que están tratando de expresar los personajes. Las interacciones de la familia son lo mejor que tiene la película, por mucho.

La película tiene varios momentos tiernos entre los miembros de la familia; pero es completamente carente de humor. Esto me parece muy bueno para el tono de la trama; pero además es un agradable respiro de que un montón de géneros últimamente no pueden evitar insertar chistes en todos los guiones. Y aunque me encantó Get Out, me parece que A quiet place es mucho mejor justo porque tiene la disciplina de mostrar un mundo silencioso, pero terriblemente angustiante y (en varias partes) terriblemente triste. Un mundo donde reír cuesta la vida.

Es todavía más sorprendente porque los antecedentes de Krasinski son en el mundo de la comedia. No sólo dirige una película de terror/drama de forma excelente; además su interpretación de un papel dramático es buenísima. La última escena de él vivo (hey, avisé de spoilers) es espectacular. La Blunt no se queda atrás, con una escena ella dando a luz mientras los mostros acechan su casa y ella teniendo que contener sus gritos al parir.

La película es maravillosa; de lo mejor que he visto en el cine en varios meses (desde It) y sin duda lo mejor que he visto en el año. Pero además de lo buena que es, tiene el final más satisfactorio que he visto en años. Se las recomiendo ampliamente, porque además verla en el cine con el público tan cautivado que no es capaz de hacer ningún sonido es una experiencia que no deben perderse.

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Ready Player One

Fui el domingo a ver Ready Player One, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican las de siempre, pero no es terriblemente importante si leen mi reseña y no han visto la película; la historia es lo que menos importa en la misma.

Ready Player One

Ready Player One

Ready Player One es, primero y antes que nada, un enorme ejercicio masturbatorio. Es literalmente una chaqueta mental de (casi) dos horas y media.

Si somos benevolentes, la historia es simple y los personajes unidimensionales. Si somos sinceros la historia no tiene el menor sentido (y un montón de hoyos) y los personajes son ridículos y genéricos; en particular el villano, que es tan caricaturesco que nada más le falta un bigote como el del Villano Reventón de los comerciales de Futy-Gom para que pueda jugar con él mientras planea su próximo plan malévolo.

Yo tenía 2 años el 1º de enero de 1980; consecuentemente, tenía 12 años el 31 de diciembre de 1989. Fui, por definición, un niño de los ochentas (cuando pasaban los comerciales de Futy-Gom, por cierto). Los ochentas no tienen en general nada de especial; fueron una década más bien sosa y ligeramente ridícula, pero que generaron una tonelada de pendejadas de cultura popular que mucha gente (varios que ni siquiera los vivieron) ahora añoran con la visión rosada que suelen dar los anteojos de la nostalgia.

Esta película es una larga, sensual y melosa chaqueta para esa gente. Es como si durante más de dos horas acariciara amorosamente los genitales del espectador mientras le grita en el oído: “¡Mira! ¡Mira! ¡Adorabas esto en tu niñez! ¡Y esto también! ¡Y AHORA ESTÁN JUNTOS EN LA PANTALLA GRANDE! ¡AHHH! ¡AHHH! ¡AAAAAAHHHHHHH!”

Así que la película me encantó, por supuesto. Hey, yo jamás le voy a decir que no a ningún ejercicio masturbatorio.

La película es objetivamente mala, pero el ataque nostálgico es tan inclemente y con la maestría y experiencia que sólo Spielberg puede dar, que aunque intelectualmente me daba cuenta de todos los fallos y hoyos que tiene la “historia” (si así podemos llamarle), no podía evitar sino sonreír por ver básicamente todo lo que definió mi niñez ochentera.

Y yo no soy alguien que le atraiga la nostalgia; los videojuegos y computadoras tienen un papel fundamental en mi vida, pero jamás he añorado las consolas viejas o los juegos de computadora de antaño; todo lo contrario, me alegro de ya no tener que lidiar con múltiples limitaciones técnicas del equipo de cómputo de hace treinta años. Lo mismo con los cómics; generalmente prefiero ver cómo evolucionan las historias, no regodearme en los “clásicos” (muchos de los cuales encuentro aburridos). Varias películas de los ochentas me gustan; pero (exceptuando Empire) no creo que ninguna sea de mis favoritas en este momento: sin duda me emocionan más las cosas que están por salir que las cosas que entonces salieron.

Y aún así, cuando Parzival lanza un hadouken contra el villano en la batalla final, y yo entendiendo perfectamente que estaba siendo manipulado emocionalmente de la forma más barata y centavera del universo, no podía quitarme la estúpida sonrisa de la cara ni evitar que una vergonzosa lágrima rodara por mi mejilla.

Hadouken

Hadouken

Ni siquiera quiero pensar cómo es para los que de verdad añoran esas cosas. Me preocupa mi hermano; probablemente va a necesitar suero para recuperar los líquidos perdidos mientras vea la película.

Además del maniqueísmo emocional de la película, tiene otras cosas buenas. Los efectos especiales son espectaculares (y probablemente donde se gastaron los casi 300 millones de dólares que costó, porque ciertamente no fue en los actores). Los dos chavitos principales son bastante buenos, en sus avatares y en su forma física; y hay un tierno si bien incomprensible romance entre ellos (que además la chava tiene a bien explicar por qué es incomprensible en la misma película). Sale Simon Pegg. Tocan Take On Me en el trailer. Tocan We’re Not Gonna Take It en la batalla final.

Ah, y la secuencia literalmente dentro de The Shining es de las cosas más espectaculares que Steven Spielberg haya hecho jamás en su vida. Es, dentro de una película que es homenaje a un montón de cosas intrascendentes, un homenaje en particular a Stanley Kubrick y a una de las mejores películas de terror que jamás se hayan filmado.

Pero es una historia pendeja donde los personajes unidimensionales y acartonados que viven en un futuro distópico se preocupan más en un juego que es imposible que exista desde un punto de vista económico o político, mientras al parecer no les interesa ni por qué el mundo se volvió distópico ni mucho menos qué se puede o debe hacer para componerlo.

De cualquier manera, probablemente le guste a cualquier ser humano con sangre caliente que vivió durante los ochentas; y sin duda alguna a la legión que no vivió en los ochentas pero que por alguna razón los añoran.

Así que vayan a verla. Con todos sus enormes y múltiples defectos, es sin duda alguna divertida y disfrutable.

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Pantera Negra

Llevaba muy buen ritmo manteniendo actualizado mi blog, hasta que el peso del semestre me cayó encima. Voy a tratar de recuperarme, pero se ve complicado.

El día de su estreno (hace poco más de un mes) fui a ver Black Panther. Se aplican las de siempre.

Black Panther

Black Panther

Generalmente soy muy crítico del universo cinematográfico de Marvel, diciendo que sus películas son basura, porque en general lo son. Aunque hubo cierta originalidad en el mismo al inicio, lo cierto es que encontraron una fórmula que indudablemente funciona y la siguen con muy pocas desviaciones. Literalmente es como comida chatarra; se hace bajo un estricto proceso que resulta en un producto que no tiene ningún valor nutritivo, pero que es delicioso y a casi todo mundo le gusta.

Black Panther no es basura. De hecho es tal vez la película más trascendente que surja del MCU, al menos hasta que salga Infinity War y la destrone no porque no sea basura, sino por ser la culminación de diez años de películas que son (en general) basura pero que son súper entretenidas y a casi todo mundo les gusta. Lamentablemente, esta trascendencia que tiene la película probablemente haga que sea, si somos honestos, bastante chafa con respecto a lo que hace a las demás películas del MCU tan entretenidas.

Yo ni soy negro ni soy gringo. Una de mis bisabuelas era negra y mi abuelo paterno mulato; mi hermano solía decirme “negro” cuando éramos jóvenes, pero ni de chiste yo intentaría identificarme como negro. Soy mexicano, y como la mayoría de los mexicanos soy una mezcla de un montón de razas, donde sin duda alguna las indias mesoamericanas son la mayoría. Pero además el racismo en México nunca ha sido institucional (aunque eso no quite que sea muy palpable), más si recordamos que (según la narrativa nacional), los gobiernos coloniales en México no eran gobiernos mexicanos; eran una intervención extranjera que derrocamos matando un montón de gente en el proceso. A partir de ese momento la igualdad de razas (al menos desde un punto de vista legal y de forma) ha sido parte integral de nuestra cultura: el primer presidente indígena de América (y probablemente del mundo) fue Benito Juárez.

Todo esto lo explico porque la Pantera Negra nunca ha sido un superhéroe que me llame la atención en lo más mínimo. Más aún cuando es el líder de una nación ficticia en África al sur del desierto del Sahara que los gringos tuvieron que inventarse porque en ese continente, después de cientos de años de explotación europea (que podemos decir comenzó con Alejandro Magno), básicamente era imposible que existiera una cultura como las que nosotros tuvimos aquí en Mesoamérica o en el Norte Chico. De ahí la necesidad de inventarse una cultura que haga suyas las tonalidades de las tribus africanas, pero que la imagine como altamente civilizada y tecnológica.

Todo el concepto de Wakanda y T’Challa son básicamente un “chinguen a su madre” al imperialismo y colonialismo gringo; aunque paradójicamente creados por dos gringos blancos en 1966: Stan Lee y Jack Kirby, sin duda resultado de que dos años antes se hubiera aprobado la legislación de derechos civiles en Estados Unidos. Como sea, la comunidad negra gringa rápidamente adoptó al personaje como suyo, y tiene ya muchos años que su cómic ha servido como medio para múltiples artistas negros de la industria.

En ese sentido, Black Panther es trascendente, y puedo entender la significancia que tiene para la comunidad negra gringa y (de manera secundaria) el resto de las minorías discriminadas y sectores desprotegidos en ese país.

Eso no hace a Black Panther particularmente entretenida, sin embargo. Para una película del MCU, le falta bastante acción; agraviado porque cada quince minutos un negro guapísimo e intenso se detiene a dar un discurso provocador y profundo acerca de temas trascendentes y que no ayudan al ritmo de una película de superhéroes. Tan es así que la última pelea entre T’Challa y N’Jadaka es en un tren subterráneo (sutiles, los gringos), para que cuando pasen los trenes los negros puedan detenerse y dar otro discurso.

Quiero resaltar que no estoy diciendo que Black Panther sea mala; todo lo contrario, es mucho mejor que casi todas las otras películas del MCU; lo que digo es que el precio que paga por eso es que es bastante más aburrida. Me divirtió mucho más Thor: Ragnarok, y esa película es tan basura que en algún momento Thor literalmente cae en una pila de basura.

Tampoco digo que sea aburrida; sólo es más aburrida que las películas del MCU.

Y tiene un montón de cosas buenas; en particular el montón de diosas de ébano que rodean a T’Challa y que de hecho son las que dan la mayor parte de la pelea por él y Wakanda. Bajo circunstancias normales vería cualquier película con Lupita Nyong’o o Letitia Wright (la última se roba toda la película), pero aquí aparecen bellísimas y pateando traseros a diestra y siniestra todo el tiempo.

Sólo el MCU me ha malacostumbrado y yo esperaba mi ración de basura como siempre, y esta película no es así. Como sea, la película está bien, sólo no es lo común que ofrece el MCU y sí tiene un contenido de acción mucho más bajo que cualquier otra entrada en ese universo.

Antes de terminar, nada más quiero mencionar a Michael B. Jordan y su personaje N’Jadaka, que son básicamente el Malcolm X para el Martin Luther King de T’Challa; ese negro además de que es un especimen básicamente perfecto de la raza humana, provee el mejor villano que ha tenido el MCU en toda su historia. No sólo es fácil entender sus motivos y aspiraciones; hay varios momentos donde uno podría estar de acuerdo con sus posturas. No es de extrañar que el hashtag #KillmongerWasRight surgiera después de la película. Michael B. Jordan da una actuación espectacular, y es otro motivo para ir a ver esta película.

Así que en resumen: es una película trascendente, que en general no conectó conmigo, pero que entiendo su trascendencia. También no es la basura que el MCU suele ofrecer, así que sólo ténganlo en cuenta si van a verla; que creo que es absurdo decirlo, porque ha ganado tanto dinero que probablemente ya todo mundo la vio.

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Cardcaptor Sakura: Clear Card

Como he comentado desde hace algunas entradas, no “veo” programas de televisión en este momento porque las series de televisión modernas (o al menos las que yo veo) salen de golpe o duran unas cuantas semanas, contrario a nueve meses como cuando era joven.

Casualmente hace unos días una amiga me hizo notar que, 17 años después de que la serie original terminara, acababa de empezar una nueva temporada de Cardcaptor Sakura. Con el mismo elenco del siglo pasado.

Inicialmente creí que sería una nueva serie que continuaba la original, pero no; es una nueva temporada. Incluso así sale en The TVDB. La música es nueva, pero eso es lo común en los animés; la música es distinta para cada temporada. La estructura de la serie es idéntica a la de hace casi 20 años, incluyendo las pausas antes de comerciales que los niños de hoy en día ni siquiera saben qué son y el pequeño segmento de Kero al final del episodio.

Yo estoy encantado; la nueva temporada ocurre dos años después del final de la anterior, así que los niños tienen ahora doce años y acaban de entrar a secundaria. Supongo que habría que comenzar a decirles jóvenes.

La historia comienza con Syaoran regresando a Tomoeda después de haber terminado sus “asuntos” en Hong Kong y reuniéndose con Sakura. Eso está padre, son “oficialmente” novios y nada más se ven se abrazan. De hecho se abrazan todo el tiempo y andan de la mano, lo que es novedoso; en las temporadas anteriores se habían abrazado como tres veces en total.

Sakura y Syaoran

Sakura y Syaoran

Eso me da esperanza en que ese tierno romance de hecho evolucione; me encantaría ver su primer beso. Claro que como estamos hablando de animé aquí, igual y no se detienen ahí; pero espero se contengan. Besos y manita sudada a los 12 años están bien, no creo estar listo para verlos hacer nada más.

La historia mágica es, de nuevo, andar convirtiendo las Sakura Cards, ahora a Clear Cards, por razones; pero la verdad nunca ha sido lo más importante de la serie, aunque espero que se inventen algo un poco más emocionante que lo que normalmente han hecho.

También he notado (en el prólogo y los dos capítulos que han salido) que yo sí he cambiado en este siglo. Algunas cosas que no me molestaban o que incluso encontraba entrañables hace quince años ahora las encuentro un poco de hueva.

Por ejemplo, cuando está el grupo de niñas juntas (ahora acompañadas por Syaoran y Takashi), todos son desesperantemente educados y propios. Ya son adolescentes por el amor de dios, generen algo de conflicto.

Otra; Kero sigue jugando a hacerse el muñeco de peluche cada vez que Toya está presente, pero Toya sabe que Yukito es Yue (dado que le salvó la vida) y que Sakura tiene aventuras mágicas que él ya no puede intuir (porque sacrificó su magia para salvarle la vida a Yukito). Todo el numerito de esconderse del hermano mayor no lo encuentro ni tierno ni particularmente entretenido.

Además hubo un ligero retcon; al parecer la segunda película (y por lo que sabemos la primera también) no ocurrieron. El prólogo es básicamente un recuento del último capítulo de la serie original y el inicio de la nueva temporada comienza con Sakura y Syaoran reuniéndose (al parecer) por primera vez, como si no hubiera pasado nada en medio.

Nada de eso es terriblemente importante, sólo me encantaron las evoluciones que introdujeron a la serie y me hubiera gustado ver más. Los personajes siguen estando magistralmente definidos y siendo entrañables; la animación es una modernización de la de hace casi veinte años, o sea excelente; la música es un montón de cancioncitas J-pop pegajosas; y todo es bonito y tierno y tenuemente emocionante.

Y el porcentaje de romance como que se triplicó, así que yo estoy encantado.

Como sea, me queda claro que es extraño que un profesor universitario de 40 años le guste una caricatura japonesa dirigida a niñas de doce años (y estoy siendo muy generoso conmigo mismo), así que no necesariamente la recomiendo. Pero sí la recomiendo completamente; es adorable.

Y yo ya tengo algo que ver de manera cotidiana durante los próximos meses.

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Travelers

Como comentaba hace un par de entradas, ya casi no veo televisión. Pero este año nuevo mi hermano me recomendó ver Travelers (es original de Netflix) y quedé prendido desde el primer episodio.

Travelers

Travelers

La serie gira en torno a cinco personas que justo antes de morir en el “registro histórico”, sus consciencias son reemplazadas por las de cinco viajeros (los famosos travelers) del futuro. Queda claro rápidamente que el reemplazo de consciencia es equivalente a asesinar al ser humano “original”, el dueño del cuerpo huésped donde se recibe la consciencia del viajero del futuro. La justificación ética es que el huésped iba a morir de cualquier manera; los viajeros sólo aprovechan eso para continuar la vida del huésped y tratar de evitar el futuro horrible del que vienen, aunque esto tal vez resulte en que nunca existan en primer lugar.

La premisa de la serie es fascinante, en particular porque resulta que los viajeros en el tiempo en nuestra época no son nada más los cinco protagonistas; son miles, de los cuales nuestros cinco protagonistas son sólo un equipo que se comporta en los hechos como una célula terrorista. Toda la labor de las distintas células es coordinada por un enigmático director, que cerca del final de la primera temporada resulta que es una inteligencia artificial que se ejecuta sobre una súper computadora cuántica en el futuro. Y se nota que es una computadora porque es implacable; los viajeros cometen un montón de actos éticamente reprobables y permiten que ocurran desgracias de las que saben por el “registro histórico”, todo bajo la suposición que el director sabe lo que hace y que su Gran Plan evitará que el futuro de donde vienen ocurra.

Hay bastante acción muy emocionante y harto drama porque los viajeros deben continuar la vida de sus huéspedes, así que se convierten en esposos, hijos y padres de completos extraños con los cuales tienen que comenzar a llevar relaciones bastante íntimas. Además la serie es increíblemente respetuosa de la ciencia en general y de las ciencias de la computación en particular; creo que nunca había visto una serie que tratara asuntos de computación de manera tan real y respetuosa (dentro de lo que cabe). Y en el futuro los programadores son los que llevan el mando, lo cual por supuesto me encanta.

Todo lo anterior bastaría para que me hubiera prendado de la serie, pero encima de todo eso, la misma cuenta con MacKenzie Porter.

MacKenzie Porter

MacKenzie Porter

MacKenzie Porter es bellísima, por supuesto; pero además es muy buena actriz. Por el detalle de la transmisión de consciencias y de vicisitudes en la trama, su huésped termina actuando con unas cuatro personalidades distintas, y la chava es muy buena en hacerlas realmente diferentes y reconocibles (una de ellas es, como lo dice otro de los personajes, a little bitchy blonde). Yo estoy perdidamente enamorado de ella, y prontamente comenzaré a escribirle extensas cartas donde explico a gran detalle por qué debería casarse conmigo.

But wait, there’s more! Además de todo lo anterior, la serie tiene un montón de romance. Y romance bien hecho con personajes entrañables que uno de verdad quiere que se puedan frotar sus partes íntimas en paz. Y de hecho el mejor romance de toda la serie justamente involucra al personaje de MacKenzie Porter.

MacKenzie Porter

MacKenzie Porter

El antepenúltimo capítulo de la segunda temporada es la cosa más romántica que he visto en muchísimo tiempo, y en gran medida sigo la serie porque quiero ver a dónde puede llegar ese romance entre una viajera del futuro y el personaje masculino más entrañable en la historia del mundo mundial, interpretado por Patrick Gilmore.

Patrick Gilmore

Patrick Gilmore

Al inicio de la serie me enamoré de MacKenzie Porter, pero creo que de hecho ahorita estoy más enamorado de Patrick Gilmore, porque interpreta al hombre más amable, gentil, generoso y simpático del universo. E increíblemente torpe; generalmente el personaje de MacKenzie Porter tiene que estar salvando su pobre trasero todo el tiempo.

La serie tiene de todo: acción, intriga (hay varias facciones del futuro luchando entre sí en el presente), drama, ciencia, romance y un humor bastante bueno para una historia que es seria la mayor parte del tiempo. Y debe costar como trece dólares hacer cada episodio; los efectos especiales son casi inexistentes y todo lo filman en Vancouver sin especificar nunca dónde transcurre la serie. Así que espero dure bastante.

Si tienen Netflix, se las recomiendo ampliamente. La única bronca es que ya vi las únicas dos temporadas y aunque es casi seguro que hagan una tercera (al parecer está teniendo bastante éxito), la misma no estaría disponible hasta finales de este año en el mejor de los casos. Así que una vez más, es como si no estuviera viendo nada en televisión en este momento.

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Future Man

Durante muchos años la televisión fue una parte muy importante de mi vida. Cuando era niño me sabía la programación del canal 5 de memoria; sabía qué tan tarde era por lo que estuvieran pasando en la tele (que yo probablemente estaba viendo).

Esto disminuyó en la universidad y cuando me mudé a mi departamento no tenía una buena recepción de la señal aérea (de hecho todavía no tengo) y no contraté ningún servicio de televisión de paga, así que sólo veía cosas que bajaba de la red.

En algún momento volví a ver mucha televisión, nada más ahora pirateada (generalmente con torrents) de la red. Veía cerca de una docena de programas, y como mi TOC no me permite ser de otra manera, quiere decir que en verdad veía una docena de programas, en el sentido de que no me perdía un solo episodio.

Hace unos pocos años esto comenzó a dejar de ser cierto, hasta este momento en mi vida donde básicamente sólo veo Rick & Morty y Game of Thrones. También veo Stranger Things y The Ranch en Netflix, pero como salen de golpe todos los episodios de una temporada, ya no tiene la regularidad que tenía ver programas de televisión cuando era más joven. Ya no es un ritual ciertos días de la semana llegar a ver un programa, ya sea en la tele o que bajé de Internet. Llevo más de una temporada de The Big Bang Theory que no veo uno de sus episodios.

Tengo dos cuentas de Netflix, por razones, pero la verdad no lo utilizo tanto, ciertamente no con series de televisión. Veo especiales de comedia y películas, pero series es más raro, excepto las que mencioné arriba. Veo mucho más contenido de YouTube (de política, tecnología, videojuegos y cine) que de Netflix. Y lo que me pasa en Netflix es que me angustio al ver la abrumadora cantidad de opciones disponibles. Me ha pasado varias veces que transcurren dos horas revisando lo que puedo ver, antes de llegar a la conclusión de que ya agoté el tiempo que tenía para ver algo en la tele e irme a dormir.

Tiene que ocurrir una serie de circuntancias medio aleatorias para que yo comience a ver una serie, pero una de ellas es que me tiene que gustar de inmediato; si se tarda un poco en ponerse entretenida o interesante, sencillamente dejo de verla (y de por sí hay que pelar un pollo para que algo en primer lugar llame mi atención).

Como sea; no sé cómo es que me enteré de Future Man, porque además de todo está en Hulu, no en Netflix. Pero es una seria que produce Seth Rogen y que protagoniza Josh Hutcherson; y como los dos me caen muy bien comencé a verla. Y a los cinco minutos ya me estaba botando de la risa.

Future Man

Future Man

La historia es un homenaje y parodia (al mismo tiempo) de un montón de películas de ciencia ficción. Josh Futturman es un empleado de limpieza en una compañía que hace estudios para curar el herpes (inserten 18,000 chistes de enfermedades de transmisión sexual), que vive con sus papás y que juega videojuegos. En particular lleva meses atorado en un juego que nadie ha podido terminar en todo el mundo, hasta que una noche por fin lo consigue.

Unos momentos después de que le gana al juego, dos viajeros del futuro (Tiger y Wolf) llegan a explicarle que el juego era una forma de encontrar al “salvador” que les permitirá evitar que ocurra el futuro distópico del que ellos vienen. Josh inmediatamente les hace ver que es la trama tanto de The Last Starfighter como de Terminator.

La serie es hilarante, con homenajes y parodias a esas dos películas, a Back to the Future, a casi toda la labor de James Cameron (y al mismo James Cameron), y con las inevitables referencias a los setentas, ochentas y noventas que una serie con viajes en el tiempo tenía que ofrecer. No se toma terriblemente en serio, pero está muy bien escrita y los chistes me parecen a mí muy divertidos, si bien el particular sentido del humor de Seth Rogen permea todo el asunto y yo sé que eso no le gusta a todo mundo.

(Je, boobies).

Aunque a veces sí puede pasarse de vulgar e infantil, la serie es muy honesta (desde los primeros cinco minutos) acerca de su estilo. Para mí es de verdad hilarante, y haciendo un homenaje del tipo de películas de ciencia ficción con las que yo crecí. Además los tres protagonistas principales son muy buenos y sus personajes (a su manera) entrañables, así que yo sí les recomiendo que si pueden le echen un ojo.

Vi la primera temporada durante las vacaciones y justo acaban de anunciar que harán una segunda; pero como saldrá dentro de meses (si no es que el año que viene), Game of Thrones hasta el 2019 y Rick & Morty hasta quién sabe cuándo, pues en los hechos de nuevo es como si no estuviera viendo nada en la tele.

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Jumanji: En la Selva

Un día antes de que acabara el año 2017 fui a ver Jumanji: Welcome to the Jungle.

Se aplican.

Jumanji: Welcome to the Jungle

Jumanji: Welcome to the Jungle

Ya no quería ir al cine después de ver Coco, pero me percaté de que expirarían todos los puntos de mi credencial Cinépolis y fui básicamente a gastármelos en un bagui de jamón serrano, que estuvo bastante rico.

Y la película me encantó.

A mí siempre me ha caído bien Dwayne Johnson, pero esta es tal vez la actuación más entrañable que le he visto, o a lo mejor nada más me parezca a mí así porque aunque sigue siendo un gorila de doscientos kilos de músculo, sí parece actuar como un nerd y gamer. Karen Gillan es bellísima y es espectacular como la chava increíblemente hermosa que no se da cuenta de que es increíblemente hermosa. Kevin Hart es muy cagado, como siempre. Y Jack Black vuelve a estar en una película que me guste, que ya tenía rato que no ocurría.

La verdad no esperaba menos del elenco; lo sorprendente es que los cuatro chavillos originales también son bastante buenos, y la película se toma el esfuerzo de establecerlos propiamente y darles más personalidad que una caja de pañuelos.

La película no es una joya de la cinematografía, y no intenta serlo; sólo trata de ser divertida y razonablemente emocionante, trata con respecto a sus personajes y a la historia de la primera película, y me parece que eso es más que suficiente. Además es hilarante en varias partes y tiene incontables referencias a videojuegos y algo de romance adolescente; yo no pido mucho más que eso.

Así que vayan y véanla; la disfruté mucho más que Star Wars, y no debo ser el único porque la destronó como primer lugar de la taquilla.

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Coco

Normalmente después de haber visto la última película de Star Wars habría ido al cine para verla de nuevo. Pero como comenté en mi reseña de la misma, eso no va a ocurrir.

Así que en su lugar a finales de diciembre fui a ver Coco. Se aplican las de siempre.

Coco

Coco

No quería ver esta película. Por principio me suele caer mal la imagen que tienen los gringos de México y los mexicanos, y me parecía que la película sólo era una caricatura de México para atraer al público mexicanogringo a las taquillas y como carnada para premios de la Academia.

Luego comenzaron las reseñas y varios amigos me comenzaron a decir que estaba bien bonita y que era respetuosa y que al final todos llorábamos. “Ridículos” me dije yo, pero como Star Wars resultó ser terriblemente decepcionante para mí, por fin fui a verla.

Pasaron unos quince segundos antes de que estuviera berreando como niña chiquita. De hecho, me pasé casi toda la película berreando como niña chiquita.

No estoy de acuerdo en que los gringos necesariamente entiendan a México y nuestra cultura (explico más adelante); pero reconozco que la película al menos intenta ser respetuosa de ambos. Independientemente de eso, la película es un excelente regreso a las mejores épocas de Pixar, con extraordinaria animación, una música excelente y una historia que me hizo llorar como niña chiquita básicamente todo el tiempo.

Me encantó la película, pero no puedo dejar de mencionar algo que me parece no mucha gente ha dicho. Nada más sí quiero dejar claro que la película me gustó mucho y yo sí la recomiendo.

De las cosas que más me gustaron de la película es que Miguel es, de manera natural y obvia, sin duda alguna mexicano. Y obviamente no me refiero a la definición legalera, me refiero justamente a la serie de características que nos definen a casi todos los mexicanos como mexicanos y que de hecho es terriblemente difícil de definir precisamente en qué consisten.

Y el pueblo donde vive Miguel lo mismo, es un pueblo mexicano. Hay como quince millones formas distintas que toman los pueblos mexicanos: un pueblo en Chiapas es completamente distinto a un pueblo en Sonora. Pero uno nada más tiene que ver a cualquiera de los dos y decir: “sí, claro, es un pueblo mexicano”. El pueblo de Miguel (Santa Cecilia) cumple esto.

Así que estamos hablando de una película donde muestran a un niño indiscutiblemente mexicano viviendo en un pueblo indiscutiblemente mexicano… y que ninguno de los dos tienen nada que ver conmigo, y me parece con una proporción enorme de la población mexicana.

En primer lugar está la cuestión de la temporaneidad; nadie usa celulares, los discos son acetatos y las televisiones son CRTs, por lo que la historia bien podría estar ocurriendo en 1983. OK, no importa mucho. En segundo lugar está el hecho de que aunque sin duda una historia de México, no es una historia de México.

Es una historia del México de provincia.

Y eso está muy bien; es probable que la historia sencillamente no pudiera funcionar si no fuera así. Pero eso no tiene realmente nada que ver conmigo ni con muchos otros mexicanos.

Hay una historia que me gusta mucho comentar; cuando vinieron a visitarme Fred y Anna, mis cuates alemanes, cerca del final de la visita Anna me preguntó (después de estarlos paseando) si entonces México no era un país de primer mundo. Y yo me reí y le expliqué que no, sólo que los lados por donde los estuve paseando bien podrían dar esa impresión.

Y obviamente yo soy (ahora al menos) terriblemente privilegiado; pero no me refiero a una situación socioeconómica. La gente pobre de la Ciudad de México tampoco tiene mucho que ver con lo que Coco muestra. Pepe el Toro tiene mucho más que ver (y de hecho puede discutirse que es la representación cultural definitoria de lo que es ser chilango).

Así que la película es respetuosa de un México, pero ciertamente no de México. Mi México es aquel que si uno se descuida, podría dar la impresión de que estamos en el primer mundo. Y probablemente a nadie le interese hacer una película de realismo mágico acerca de ese México.

Sólo es algo que sí me interesaba comentar. La película me encantó y la recomiendo ampliamente; pero como es la película más taquillera de todos los tiempo en México, probablemente no sea necesario.

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Star Wars: Los Últimos Jedi

El fin de semana de su estreno en diciembre, fui a ver Star Wars: The Last Jedi.

Se aplican las advertencias de spoilers regulares; y probablemente no deberían leer esta reseña si no la han visto.

Star Wars: The Last Jedi

Star Wars: The Last Jedi

No fui mucho al cine este año; ciertamente menos de lo que normalmente voy. En gran medida esto fue porque películas que esperara con ansias, básicamente se reducían a ésta.

Salí muy decepcionado del cine.

No voy a decir que The Last Jedi es una mala película, porque eso sería decir una mentira (y algo bastante idiota). La película está bien hecha y actuada; y está competentemente dirigida. La escritura tiene varias críticas justas, pero nada que la haga mala realmente. Sólo es la película de Star Wars que menos se parece a una película de Star Wars en la historia. Con la posible excepción del especial navideño de 1978, pero eso es algo de lo que no hablamos. También me parece que es terriblemente injusta con varios personajes, pero eso sólo causó que a mí no me gustara, no necesariamente la hace mala; aunque sí crea inconsistencias narrativas.

El problema principal, me parece, es que la película decide tirar a la basura un montón de convenciones que las películas de Star Wars seguían; incluyendo Force, porque es básicamente una copia de Hope.

Y en principio no está mal con evolucionar o revolucionar las cosas; el problema es que generalmente esto se hace cuando la audiencia ya está hasta la madre de algo o cuando un ciclo termina. Las cosas que Last decide (literalmente) obliterar me parece que casi nadie tenía problemas con ellas. Y por cierto, si todo ese borrón y cuenta nueva que hace la película hubiera ocurrido en el episodio IX, yo estaría de hecho muy contento. Sí, vamos a cerrar el ciclo y que los episodios X al MCMLXXIII sean acerca de otros ciclos. ¿Pero hacerlo a ocho episodios y medio de una nanología? ¿Dafuq?

Este romper con el pasado me produce problemas principalmente con los padres de Rey. De nuevo, si dejáramos a la familia Skywalker nada más en las primeras 3 trilogías, eso me parece que estaría muy chido. Sí, vámonos al carajo con los Trotacielos, se la pasan quejándose todo el tiempo. Pero, de nuevo, seis películas giran alrededor de ellos y la séptima se pasan mencionando a Luke. Dado que se desmuere (de la manera más anticlimática posible) en el episodio XIII, entonces el episodio IX rompe (sin niguna necesidad) con este hilo narrativo que habían seguido todos los episodios de Star Wars. Y además, así termina el ciclo, de manera anticlimática a la mitad de la última trilogía y sin despedir dignamente a Luke; al menos Anakin se redimió al final de su historia.

Pero además crea inconsistencias narrativas que no tienen el menor sentido; ¿por qué el sable de Luke llama a Rey? OK, La Fuerza. ¿Pero entonces por qué en su visión aparece el corredor donde Vader y Luke pelearon en Cloud City? Ese corredor sólo tiene significancia para los únicos Skywalkers varones vivos en el universo en ese momento, ¿qué tiene que ver con Rey? Si fuera porque ahí fue cuando el sable de luz dejó de tener contacto con Luke, entonces habría aparecido la plataforma donde Vader acorraló a Luke, no el pasillo anterior.

Eso para mí es lo más serio; pero me molestaron también cosas pendejas como que nadie dice “I have a bad feeling about this”. Según un robot lo dice en algún momento, pero que se dijera intelegiblemente era una de las tradiciones de las películas, ¿qué sentido tiene no ponerlo? ¿Por qué no quitamos también el texto inicial y la fanfarria de John Williams?

Luego está el trato a los personajes. Finn es realmente insultante cómo lo tratan, en particular porque nada más hay que pensarlo un poquito para ver que nada de lo que hace en toda la película importa en lo más mínimo. Poe ahora es un amotinado, y en cualquier organización militar que se respetara lo colgarían hasta morir; y sí, estoy diciendo colgar, no fusilar. La pendeja de Holdo (más adelante explico) además se hubiera ahorrado muchísimos problemas nada más diciéndole “güey, tenemos un plan, tranquilo”. No, vamos a mantener secreta la información para que ¿qué? ¿Aprenda una lección? El arco narrativo de Chewie es que se vuelve vegano.

Y por supuesto está Luke, que resulta que rompe con todo su carácter (el fue el que regresó a Darth Vader al lado luminoso) y cuando su sobrino cae en malas influencias, en lugar de hacer lo que cualquier mentor inteligente haría (darle su primer cerveza o algo así), se le ocurre por un momento la idea de matarlo. Y luego se siente tan culpable que dice “Fuck it, que se pudra la galaxia, yo me voy a vivir de leche de vaca espacial y a cuidar libros que jamás leeré porque qué hueva”.

Pero además, ¿qué sentido tenía que se proyectara con la Fuerza a Crait? Porque encima de todo ponen su X-Wing bajo el agua cerca de sus vacas espaciales. ¿No hubiera sido espectacular ver cómo lo sacaba, emulando lo que Yoda hizo en Dagobah hace décadas? ¿Y que con la Fuerza y su sable de luz de verdad evadiera los lásers de la Primera Orden? ¿Y qué se sacrificara como Ben en Hope?

Por último está la increíble incompetencia de ambos bandos. Hux es una caricatura Nazi, entonces que en particular él sea incompetente admito que es divertido. Pero cuando comienzan a perseguir a doce kilómetros por hora a la única nave de la Resistencia, ¿de verdad a nadie se le ocurrió “hey, ¿qué tal si hacemos que un Star Destroyer salte adelante de la nave que estamos persiguiendo a velocidad de bicicleta, y los flanqueamos?” O que mandaran más cazas. O lo que fuera excepto decir “sí, eventualmente se les va a acabar la Magna Sin”

Y Holdo… me encanta que le den papeles prominentes a mujeres; pero ¿podrían hacerlas no incompetentes por favor? Se le ocurre aventar la nave a velocidad de la luz contra la nave de Snoke cuando como la mitad de los transportes de la Resistencia ya habían sido destruidos. ¿De verdad no era evidente que debía hacerlo al momento que salió el último? ¿O en el peor de los casos cuando destruyen al primero?

Por su parte Rey despierta al lado de Kylo después de que inhabilitan la nave de Snoke, y agarra y se va. ¿Ni siquiera intentó patearle la cabeza? Voy a creer.

Puedo seguir durante horas; soy ateo, lo más cercano que tengo a una religión es justamente Star Wars y pendejadas de este estilo.

En mi perorata negativa quiero agregar nada más algo específico y una generalidad. Lo específico: en su afán de “romper” con justo lo que a mí y a muchos otros nos gusta de Star Wars, quitaron tal vez lo más emblemático que tiene: no hay un duelo con sables de luz en toda la película.

En Menace está el espectacular duelo entre Qui-Gon Jinn, Ben y Darth Maul. En Clones está el duelo entre Ben, Anakin, Dooku y Yoda, que es de las cosas que más me han gustado en el cine en mi vida. En Revenge están los duelos entre Ben y Vader y entre el Emperador y Yoda. En Hope por supuesto está el chafísima duelo entre Vader y Ben, donde parece que ambos tienen artrítis. En Empire está el duelo entre Luke y Vader, donde el primero pierde la mano. En Jedi está el duelo entre Luke y Vader, donde ahora Vader pierde la mano… de nuevo. En Force está el espectacular duelo entre Kylo y Rey.

Y en Last no hay nada, porque púdranse si querían ver duelos con sables de luz en una película de Star Wars.

(Y no, la pelea de Kylo y Rey contra la Guardia Roja de Snoke no cuenta, porque ellos no pelean entre sí, pelean juntos… y Luke ni siquiera estaba en Crait para enfrentar a Kylo).

La generalidad; la película es demasiado larga. Ya he oído a varios decir que se aburrieron al verla, lo que no me extraña porque la trama no necesita 150 minutos para contarse. Y en gran medida culpo a los chistes pendejos; en general no tengo nada contra chistes pendejos, si son divertidos (a muchos no los encontré divertidos), pero si esta película se hubiera quedado nada más con un 10% de las bromas idiotas, además de que sería equivalente al resto de las películas en la serie en términos de alivio cómico, duraría menos de dos horas y su ritmo sería mucho mejor. Eso, y la completamente inútil secuencia en el casino de Canto Bight; yo en general siempre seré de los que agradecerán algo de comentario social en una película, pero aquí es forzado, superficial, ridículo, demasiado largo y al final del día ni siquiera tiene un impacto en la trama, así que yo sencillamente lo hubiera quitado.

Como digo arriba, podría seguir durante horas. La cantidad de inconsistencias y acciones sin sentido de los personajes es abrumadora, especialmente si consideramos la historia que viene desde hace siete películas. Quéjense lo que quieran de las precuelas, pero George Lucas quería principalmente contar una historia (girando alrededor del clan Skywalker), y sus películas tenían muchas menos incosistencias y los personajes actuaban de forma mucho más racional. Lo que Rian Johnson proyecta en su película no es el deseo sincero de contar una historia (está, objetivamente hablando, mal contada); es más bien el deseo de decir “púdranse Lucas y Kershner y Marquand y Abrams, como yo quiero que sean las cosas es lo único que importa”.

De verdad espero que la siguiente trilogía no se la den a él, como han amenazado.

Yo disfruté mucho más las precuelas de Lucas que Last, y es por mucho la película de Star Wars que menos me gusta, justamente porque no parece de Star Wars.

Dicho todo lo anterior, obviamente hubo cosas que me gustaron.

Me gusta que lo que impulsa todo el tiempo a Finn es su deseo de reunirse con Rey, y que ella cuando llega el momento en que entiende que es probable que no salga con vida de su plan demente de ir con Kylo, en el que piensa es en Finn… claro que todo esto se medio deshace cuando por fin se ven; el abrazo está padre (y es la única vez en toda la película que Daisy Ridley nos favorece con esa luminosa sonrisa que tiene), pero inmediatamente Finn va a checar a su nueva novia y Rey es abordada por Poe.

Me gusta el sacrificio de muchos personajes, aunque es mucho más inteligente (y productivo) vivir para pelear otro día que sacrificarse a la primera oportunidad.

Me gusta que muchos personajes (incluyendo miembros de la Primera Orden) al verse de cara a la muerte no muestran ni miedo ni arrepentimiento.

Me gusta (a pesar del sinsentido general de la secuencia) cómo Luke se chamaquea a Kylo.

Me gusta como Kylo y Rey se comunican básicamente como adolescentes texteándose a espaldas de sus papás (o al menos ellos creyendo eso).

Me gusta mucho la actuación de Adam Driver; Kylo es un personaje más allá de patético (“just a child in a mask”), pero Driver lo interpreta de manera magistral.

Me gusta (de nuevo, independientemente del sinsentido de la motivación del personaje) que cuando Luke le dice a R2 que no puede decirle nada que lo haga cambiar de opinión, que R2 le muestre el holograma de Leia pidiendo ayuda al general Kenobi.

Me gusta Yoda, no importa que llegue a hacer todavía más cosas sin sentido.

Y por supuesto me gustó la espectacular secuencia de Holdo estrellando el último crucero de la Resistencia contra la nave de Snoke… la pendeja debió hacerlo siete horas antes, pero esa escena es de las mejores cosas que he visto en el cine en mi vida. Y completamente tomado de innumerables animés en la historia (no me quejo; todo mundo debería tomar más cosas de animés).

Pero todas esas cosas (que varias sí son dignas de elogio) no compensan el hecho de que, desde mi punto de vista, esta película quita mucho de lo que hace a una película parte del universo Star Wars. Eso, las inconsistencias narrativas (¿quién era Snoke? Supongo que nunca sabremos y además al parecer ya no importa: “The Supreme Leader is dead! Long live the Supreme Leader!”), el ritmo y duración de la película, y el asalto inmisericorde de bromas infantiles cada tres minutos.

Los que defendimos las precuelas en su momento (que por cierto, ahora lo haré mucho más) recibimos una andana de críticas por parte de la gente que no les gustaron; y las mismas precuelas recibieron críticas que siempre me parecieron injustas.

Yo no voy a denigrarme a ese nivel.

No voy a decir que Last violó mi niñez o que es una ofensa a la humanidad. Tampoco voy a insultar a la gente que le gustó; cada quien. Voy a hacer una cosa mucho más sencilla (y de hecho lo único que tiene sentido hacer, me parece): no voy a volver a irla a ver al cine y no voy a comprar el Blu-ray. La trilogía (cuando salga) la compraré si el episodio IX repara varias cosas; si no, olvídenlo.

Y puede parecer poco, pero las películas de Star Wars en general ganan una cantidad hereje de dinero por gente como yo, que va a verla al cine varias veces y que suelen llevar acompañantes al hacerlo. Y al parecer no soy el único; a pesar de que la película está ganando mucho dinero, palidece respecto a Force. Esto era de esperarse, pero no a este nivel.

En Rotten Tomatoes la película tiene 90% por parte de la crítica y 50% por parte de la audiencia. Hay que tomarlo con un grano de sal, porque yo en general no le creo ya nada a los tomates podridos, pero me parece que sí refleja un descontento (desde mi punto de vista) justificado a lo que la película trata de hacer.

Y el ratón diabólico está en modo de pánico; Mark Hamill se había quejado de cómo habían tratado a Luke y Disney ya lo obligó a retractarse. El director Rian Johnson ya dijo que a lo mejor los padres de Rey no es cierto que fueran borrachines (lo que ahora probablemente haga enojar a los que les gustara esa decisión). Etcétera.

Soy inherentemente optimista, así que espero que JJ repare varias cosas en el cierre del ciclo. Y como digo arriba, lo más cercano que tengo a una religión es Star Wars y pendejadas de ese estilo; voy a estar en el estreno del siguiente episodio y de los que le sigan.

Pero este episodio es el primero de la saga que no me gusta, realmente.

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Kingsman: El Círculo Dorado

A mediados de octubre fui a ver Kingsman: The Golden Circle. Los lectores que me pongan atención notarán que ya estaba reseñando películas de noviembre, así que es medio extraño que de repente mencione una de octubre de nuevo. Fui a ver dos veces Blade Runner 2049, y esta secuela de Kingsman quedó en medio y se me pasó entonces. Demándenme.

Se aplican las de siempre.

Kingsman: The Golden Circle

Kingsman: The Golden Circle

La mayor fortaleza de esta película es que es básicamente idéntica a la primera. Su mayor debilidad es exactamente la misma.

Disfruté mucho esta película, pero contrario a la primera no me sorprendió en lo más mínimo, porque como digo arriba son idénticas. Esto es cierto desde el punto de vista del estilo, pero incluso la historia es desconcertantemente similar: un supervillano, que tiene una mano derecha con una disabilidad, tiene un plan que amenaza a la humanidad, los Kingsmen se ven comprometidos y al final Eggsy y un par de sus compañeros tienen que ir a salvar al mundo. Fin.

No estoy diciendo que sea peor que la primera película, en lo más mínimo. Estoy diciendo que son básicamente iguales, y entonces es bastante decepcionante porque justamente lo mejor que tuvo la primera parte fue lo novedosa que era. La segunda parte no tiene nada de novedosa, y no me extraña que literalmente se me había olvidado que fui a verla al cine.

Disfruté mucho la película, de cualquier manera; Colin Firth, Mark Strong y Taron Egerton regresan (reviven a Harry, de manera decente por cierto); Roxy aparece literalmente dos minutos antes de que la maten; Jeff Bridges y Halle Berry son muy buenos como los equivalentes gringos de los Kingsmen; Julianne Moore es muy divertida como la dulce y sicótica Poppy Adams; Oberyn Martell se roba gran parte de la película al hacerla de stateman gringo con obvia ascendencia mexicana (o al menos latina); y Channing Tatum siempre es divertido. Ah, y sale Elton John dando patadas voladoras; debería existir un premio para ese tipo de papeles.

Pero esta secuela no hace ninguna innovación respecto a la primera, que justamente se caracterizó por ser extraordinariamente innovadora. En ese sentido, es ligeramente decepcionante.

De cualquier manera sí la recomiendo aunque sea en streaming, y si llegan a hacer la tercera probablemente vaya al cine a verla.

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Liga de la Justicia

A mediados de noviembre fui a ver Justice League. Ya saben qué aplica.

Justice League

Justice League

Hace 28 años, en 1989, fui a ver Batman (la primera de Tim Burton) con mis amigos de la secundaria. Fue de las primeras veces que fui al cine con amigos, no con mi familia, y recuerdo que al regresar a mi casa le dije a mi hermano que era la mejor película que yo había visto hasta ese momento.

(Por cierto, no le hablo a ninguno de esos cuates con los que fui al cine; espero estén bien, pero evidentemente no me interesa tanto como para ir y salir a averiguarlo).

Justice League es una película que llevaba casi tres décadas esperando ver, es lo que estoy tratando de decir.

En 1995, en Batman Forever (donde Val Kilmer es el Batman más intrascendente de la historia), en algún momento Bruce Wayne le dice a Dick Grayson que su circo probablemente ya esté “a la mitad del camino hacia Metrópolis”.

Para mí eso fue un pequeño nerdgasmo; la idea de ver a Superman y Batman juntos era básicamente un sueño… la Liga de la Justicia ni siquiera podía imaginármelo.

Todo esto que estoy diciendo justificaría el hecho de que llegara al cine con las expectativas altísimas (esperando satisfacer un sueño de mi tierna juventud) y que saliera de ahí terriblemente decepcionado.

Eso no fue lo que pasó.

Justice League tiene problemas, sin duda alguna, incluyendo hoyos en la trama obviamente generados por el cambio de director de Zack Snyder a Joss Whedon. Un montón de cosas que vimos en los avances brillan por su auscencia. Y la historia es más bien simple, como suele serlo con las películas basadas en cómics.

Dicho todo lo anterior, es la primera película en años que me hizo sentir niño de nuevo. No niño pequeño (7 u 8 años), pero sin duda sí como me sentí esa tarde de 1989 cuando fui con mis cuates a ver a Michael Keaton interpretar un Batman que usaba balas y explosivos y que mataba criminales, y que nadie se quejaba de eso en esa época.

Independientemente de cómo me hiciera sentir, la película no es mala. No es una joya de la cinematografía, pero no es mala, y de hecho se puede argumentar que es suficientemente buena. En gran medida lo que subsana las fallas de Justice League todo se relaciona con el elenco.

Gal Gadot sigue siendo encantadora y maravillosa como Diana, y sin duda alguna el lugarteniente de Bruce porque (como la misma trama elabora) nunca ha tenido las agallas de tomar el mando; Bruce lo hace básicamente porque alguien tiene que hacerlo. Batfleck sigue siendo el mejor Batman cinematográfico (incluyendo a Christian Necesito-Urgentemente-Unas-Pastillas-Vick Bale), aunque el traje que usa aquí evita que tenga los espectaculares movimientos de BvS; él en los hechos es el protagonista principal de la película (y de hecho recibe el primer crédito). Henry Cavill es extraordinario como Superman aquí, por fin dejando a Clark tener algo de su sentido del humor de papá geek provinciano buena onda y aprovechando al máximo el talento para comedia que Whedon siempre ha mostrado.

Durante años he defendido a la visión de Zack Snyder, pero debo admitir que Whedon hace mejor labor con estos personajes en media película, que lo que Snyder hizo en las otras dos y media (aunque hay que reconocerle que fue él el que eligió a Gadot para ser Marvila).

Ezra Miller se roba todas sus escenas como Flash, aunque para lectores de cómics sencillamente ese no sea Barry Allen, aunque así se llame. Es (sin duda alguna) Wally West; pero en particular a mí eso me encantó, porque Wally fue el Flash que me tocó, no Barry. Jason Momoa es buenísimo como Aquaman y de hecho por fin le hace justicia al personaje. La verdad es más bien como Lobo en el océano en lugar del espacio, pero no me quejo. Y Cyborg es al personaje que más recortaron para que la película durara menos de dos horas, pero Ray Fisher le da un porte y dignidad al personaje que compensa en gran medida por eso.

Hay varias cosas que adoré de esta película; pero hay dos en particular que quiero resaltar. La pelea de la liga contra Superman revivido es toda orgásmica, pero el momento en que Barry entra al campo de la velocidad y comienza a flanquear a Clark, y él voltea a verlo como diciendo (en las palabras del inigualable Kevin Smith) “You think you are fast? I can see you bitch!” es de las cosas más divertidas y emocionantes que he visto en una película de superhéroes.

La otra es cuando Supes se integra a la pelea contra Steppenwolf (que por cierto, no me molesta en lo más mínimo que fuera el villano); ese fue el momento donde volví a tener 12 años y por fin vi a mis héroes favoritos peleando juntos en la pantalla grande.

Hace unos días comenté que Thor: Ragnarok es basura; sin ningún problema se puede argumentar que Justice League también lo es. La cosa es, sinceramente trata de no serlo… podemos discutir qué tan profundamente falla (si acaso), pero honestamente la película trata de ser algo más.

Pero más importante que eso (y aquí reconozco mi sesgo personal) es que la Liga de la Justicia de hecho me importa.

Adoro las películas de Marvel y seguiré yendo al cine a verlas todas y cada una de ellas (algunas incluso más de una vez), pero lo cierto es que ninguno de sus personajes me importan. ¿Iron-Man? Por favor, el personaje de hecho es insoportable (por diseño) y nunca me ha caído bien; pero Robert Downey Jr. es tan encantador que salva al que en los hechos siempre ha sido un superhéroe de segunda categoría. Capi fue un símbolo (¡literal!) del imperialismo gringo, y la encarnación de las películas funciona en gran medida porque Chris Evans es entrañable y humaniza al personaje como probablemente nadie más hubiera podido. Estoy enamorado de Scarlett Johanson y espero que algún día responda todas mis cartas donde le explico en gran detalle porqué debería casarse conmigo, pero ¿Black Widow? ¿De verdad? ¿A quién le importa un personaje que literalmente surgió en la Guerra Fría? Etcétera etcétera.

Marvel ha hecho maravillas con personajes de segunda, porque sus armas pesadas (Spidey, los Cuatro Fantásticos, los X-Men) los licenció a otros estudios. Ahora que el ratón diabólico los compró de vuelta y que ha llegado a una tenue alianza con Sony probablemente esto cambie, pero en los hechos el MCU surgió de héroes por los que el público en general no daba ni un carajo. Y tal vez eso explique (en parte) el éxito que han tenido; como a nadie (o casi nadie) le interesaban estos personajes, fuimos a ver sus películas con no muchas expectativas y salimos agradablemente sorprendidos de que de hecho nos gustaran.

En cambio la santísima trinida (Superman, Batman y Wonder Woman) son los superhéroes más importantes y probablemente más queridos que existan. Y por ello las expectativas para sus películas son tan altas (y tan fácilmente incumplidas).

Todo esto que digo lo sostengo, pero también reconozco que Marvel ha sabido hacer las cosas mucho mejor con recursos limitados (y no hablo de dinero), y que Kevin Feige ha dirigido con puño de hierro a sus directores y escritores para llevar al MCU en la dirección que él quiere. En cambio WB no tiene un líder indiscutible en su división de películas de superhéroes y suele ser bastante permisivo con sus directores y escritores; lo que ha resultado en esperpentos como Green Lantern y en maravillas como Wonder Woman (que probablemente sea nominada a varios premios importantes el año que entra).

Fui a ver Justice League varias veces al cine, y estoy enamorado de la película. Como suele ser el amor verdadero, no oculta o niega las fallas que tiene; sólo las perdono porque el núcleo de lo que la define es maravilloso y me gustaría que el DCEU continuara expandiéndose sobre esta base. Pero como la película “solamente” ganó 650 millones de dólares y como Batfleck está hasta la madre de que todo mundo lo bulee diciéndole que apesta, no sé si esto vaya a ocurrir.

Así que no tenemos idea de qué futuro le depare a esta (primera) versión de la liga; pero a mí me encantó la película (con todas sus fallas) y sin problemas yo sí la recomiendo.

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Thor: Ragnarok

A inicios de noviembre fui a ver Thor: Ragnarok. Se aplican las de siempre.

Thor: Ragnarok

Thor: Ragnarok

Me parece que es en general consenso que las primeras dos películas de Thor son consideradas las más débiles del universo Marvel. A mí me gustaron bastante, incluida Thor: The Dark World, que hay gente que odia con la intensidad de diez mil soles.

Esta tercera película es un borrón y cuenta nueva para el dios asgardiano; matan a los Warriors Three (aunque Sif brilla por su ausencia), muere Odin y encima de todo destruyen Asgard. Más importante que eso, sin embargo, es que por fin dejan de intentar de hacer a Thor un personaje dramático y hacen uso de los innegables talentos cómicos de Chris Vuelvo-Gay-A-Los-Hombres Hemsworth: en los hechos Thor: Ragnarok es una comedia.

Hay mucha acción y un par de escenas dramáticas (como la muerte de Odin), pero la película es cómica básicamente todo el tiempo, con un porcentaje de escenas con bromas que llega casi al 100%.

No me molesta; Chris Papi Hemsworth es increíblemente simpático y me parece que es mucho mejor aprovechado haciéndolo sonreír y contando chistes que haciéndolo fruncir el ceño y siendo serio. Y eso y que se quite la camisa, por favor.

La otra cosa que tiene la película es que agrega a Hulk porque Marvel no tiene permiso de hacer una película de Hulk como personaje principal; tienen permiso de usar al personaje, pero sólo Universal puede hacer películas con Hulk como protagónico. Para darle la vuelta a ese problema, Marvel puso una parte importante de World War Hulk en esta película.

Pero como van las cosas, a lo mejor el ratón diabólico compra Universal y se olvida del asunto. Y luego compra el sol, el universo como lo conocemos y nuestras almas inmortales, probablemente.

Anyway, me divertí como enano viendo esta película; me encantó el bromance entre Thor y Hulk; Tessa Thompson como Valkyrie es una delicia de personaje (y una de las mujeres más hermosas que existen); Tom Hiddleston como Loki se roba todas sus escenas; los villanos de Karl Urban como Skurge y Cate Blanchett como Hela son extraordinarios; Jeff Goldblum por alguna razón la hace de sí mismo, lo cual adoro… y saliendo del cine prontamente me olvidé de la película, porque es al final del día el nuevo producto de la fábrica en serie que es Marvel.

¿Se dan cuenta de que en general las películas de Marvel nunca son nominadas para nada? Y esto es porque son basura; increíblemente bien hecha e indudablemente entretenida basura.

Me encanta esta basura, de la misma manera que me encantan las hamburguesas de Carl’s Jr. Pero no tiene nada que ver con ir a comer escamoles al Cardenal.

Esta particular entrega de basura del universo Marvel es de mis favoritas; abrazan su condición de basura en el sentido artístico y se lanzan con gusto a hacer una comedia donde dos seres super poderosos se dan de madrazos mientras nosotros nos reímos como niños chiquitos de ver las explosiones y los disfraces y la entretenidísima sobreactuación de Cate Blanchett y nos olvidamos de nuestros problemas por dos horas y diez minutos.

Y todo eso esta bien; en gran medida voy al cine a ver este tipo de basura porque como dije arriba, me encanta. Espero que sigan haciéndolo (y dada la cantidad hereje de dinero que están generando por supuesto van a seguir haciéndolo). Y yo voy a seguir yendo a verla.

Nada más para terminar quiero mencionar al director, Taika Waititi, que además hace la cagadísima voz de Korg; me encantó What We Do in the Shadows que es lo que lo llevó a la fama (está en Netflix y yo se las recomiendo), y fue bastante exitoso en transferir ese sentido del humor de una película que costó como 18 dólares neozelandeses a una nueva que costó 180 millones de dólares gringos. Eso no es para nada sencillo de realizar, y hay que aplaudirlo.

Así que yo sí recomiendo Thor: Ragnarok. Como ir por una hamburguesa a Carl’s Jr., es delicioso, nos divertimos un rato, y a la larga probablemente nos bloqueemos las arterias (o las neuronas), pero es sin duda alguna entretenido.

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Blade Runner 2049

A inicios de octubre fui a ver Blade Runner 2049.

Se aplican las de siempre.

Blade Runner 2049

Blade Runner 2049

Me encantó esta película. Yo soy fan del corte de Ridley Scott de la primera parte… o alguna de sus versiones al menos, porque hay como ocho. La versión con el voice-off de Harrison Ford no la odio, como otras personas, pero sí prefiero la versión más meditativa de Scott.

Esta segunda entrega emula ese estilo muy bien.

Ryan Gosling es extraordinario como el replicante K; pero la que me encantó fue su esposa virtual, Joi, interpretada por Ana de Armas. Por supuesto es bellísima, pero la idea misma del personaje me fascinó. Tengo la inquietante sensación de que si algún día de verdad inventaran a Joi, la humanidad se extinguiría.

La historia (como la de la primera parte) es de hecho simple; me parece que lo importante de la película es el ambiente y las preguntas que se hace de qué ocurriría si la humanidad diseñara esclavos que son, objetivamente, mejores que nosotros en absolutamente todos los aspectos que nos definen como seres humanos.

Al final del segundo acto, cuando Joi decide poner en riesgo su existencia al acompañar a K físicamente, y cuando al final “muere” amándolo, no podía yo dejar de preguntarme, ¿de verdad lo amaba? Por supuesto estaba programada para amarlo, ¿pero no lo estamos todos?

Todas (o casi todas) las preguntas que dejó la primera pare son básicamente ignoradas en esta película. Hay gente que está diciendo que es porque quieren hacer una tercera parte. Yo no lo creo; quiero decir, sí quieren hacer una tercera parte y yo espero que la hagan, pero la película no responde esas preguntas porque el universo de Blade Runner nunca ha sido explícito en su presentación de este futuro triste que se imagina para la humanidad y sus esclavos artificiales.

Independientemente de la historia y los misterios de este universo, la película es un manjar visual y las actuaciones de Gosling, de Armas y el viejito de Ford hacen que valga la pena verla. Y la música y diseño de sonido merecen un premio.

Así que yo sí la recomiendo, y espero hagan la tercera parte.

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Eso

A finales de septiembre fui a ver It.

It

It

Yo nunca vi la miniserie, al menos completa; vi sólo pedazos cuando mis papás la rentaron. Se veía muy chafa, aunque sé de gente que tiene recuerdos muy buenos de ella.

Sí leí la novela, recientemente de hecho. Hace dos o tres años comencé a leer novelas de Stephen King porque estaban muy baratas en Google Play Books; It fue una de ellas.

Las novelas de Stephen King las encuentro entretenidas, pero la verdad lo menos que me producen es miedo, o ni siquiera una sensación de temor. It no es la excepción, y de hecho lo único que tiene de excepcional (al menos de las novelas de King que he leído, que no son muchas) es que un grupo de muchachos son los protagonistas (el 50% del tiempo) y que es larga como las misas en las bodas. Por suerte no es muy aburrida (generalmente), si no probablemente nunca la hubiera terminado.

Como sea, la película es espectacular porque básicamente es una versión más oscura de Stranger Things, lo que no es de extrañar dado que Stranger Things toma muchas cosas de la novela. Lo cual a la larga seguro causará ciertas confusiones, como la gente que llegó a decir que Lord of the Rings (la triología de Peter Jackson) se estaba robando cosas de Warhammer.

La película me encantó por los muchachos, aunque varios de los personajes son seriamente degradados en comparación con la novela (en particular Ben y Mike), probablemente para hacer lucir aún más a Bill, Richy y Bev. Stan no es degradado; básicamente es igual que en la novela: medio un comparsa. Tampoco Eddie es degradado, pero en gran medida porque el niño que lo interpreta es muy bueno.

Como sea, Bill es interpretado por Jaeden Lieberher, que ya había visto en St. Vincent y es muy bueno en ambas películas. No he visto The Book of Henry y las opiniones que he oído de la película abarcan casi todo el rango posible, pero el consenso es que Lieberher es bastante bueno. Richy es por supuesto interpretado por Finn Wolfhard, que saltó a la fama (merecidamente) por Stranger Things y que es todavía más espectacular en It. El papel es lucidor, con problabemente las mejores líneas de todo el elenco, pero Wolfhard lo interpreta con gusto, y en ese monólogo al final de la película donde le reclama a Bill todo lo que ha tenido que hacer por él, y que encima de todo ahora tiene que matar a este pinche payaso, su interpretación es fabulosa.

Y por supuesto una mención especial merece Sophia Lillis como Bev. No sólo la niña es hermosísima; da una actuación impresionante como la abusada (física, emocional y sexualmente) Bev, y como uno de los varios pegamentos que mantiene unido al grupo (por suerte sin necesidad de la orgía preadolescente al final, como en la novela).

Me gustaron los cambios a la mitología de Pennywise; que sus víctimas literalmente floten es medio burdo, pero funciona, y los poderes del payaso extraterrestre quedan más claros en la película (si bien no completmente).

Pero al fin y al cabo la película es un éxito en gran medida (si no es que exclusivamente) por el grupo de muchachos y la sincera química que existe entre ellos. Y no me refiero únicamente a las hormonas explotando alrededor de Beverly.

Así que yo sí la recomiendo, aunque es absolutamente redundante dado que es la película de horror más exitosa de todos los tiempos. Merecidamente, me parece.

Vamos a ver cómo sale la secuela. Me preocupa un poco, porque la verdad lo mejor de esta primera parte son los niños, pero vamos a ver.

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Atómica

Regresando de mi viaje a Europa en septiembre, casi al otro día, fui a ver Atomic Blonde, porque me gustan mucho Charlize Theron y James McAvoy, no necesariamente en ese orden.

Se aplican las de siempre, si les preocupa enterarse de la trama de una película que dejó de estar en cartelera hace meses.

Atomic Blonde

Atomic Blonde

Charlize Theron es una espía británica que mandan a Berlín para tratar de obtener un microfilm (ocurre cerca de la caída del muro) con las identidades de un montón de espías británicos. Su contacto es James McAvoy, que lleva demasiado tiempo (“a little too deep”) moviéndose entre los distintos servicios de inteligencia que ahí pululan (alemanes, gringos, soviéticos, franceses, etc.)

Peleas con puños, tacones y balazos se siguen.

La película fue dirigida por uno de los dos directores de John Wick (la primera), y la Theron ya había mostrado en Mad Max: Fury Road que puede dar madrazos como los mejores hombres. McAvoy hace un excelente papel, pero la película es un vehículo primordialmente para la Theron.

La intriga internacional es un poco de hueva, y el ambiente de finales de los ochentas en güest yermani un poco choteado; pero la música compensa todo eso, las escenas de acción son espectaculares y hay una escena lésbica entre Furiosa y Gazelle, so there’s that.

Disfruté mucho la película, pero no es revolucionaria ni nada por el estilo. Sólo un muy buen churro de acción, y con una protagonista mujer que (contrario a Sarah Connor o Ellen Ripley) abraza su femenidad y además con un estilo harto mucho fashion (que yo no me quejo). Así que yo sí la recomiendo.

Más de este estilo, por favor.

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Baby: El Aprendiz del Crimen

Antes de ir a Europa (de hecho en agosto), fui a ver Baby Driver. Rayos, me tengo que poner al día con mi pobre blog.

Como sea, se aplican las de siempre.

Baby Driver

Baby Driver

Soy fan de Edgar Wright desde hace años; tengo la triología del Cornetto en Blu-ray, así como Scott Pilgrim vs. the World. Me encantan sus películas, visualmente y por su sentido del humor. Y Baby Driver no es la excepción; sólo no entiendo por qué a tanta gente le gustó, cuando me parece que sus películas anteriores son del mismo calibre (si no es que mejores).

Como sea; Baby Driver es un cuento de hadas con criminales tomando el papel de dragones, gángsters tomando el papel de hadas madrinas con moralidad ambigua, y lindas meseras tomando el papel de princesas. Nuestro héroe protagonista es un muchacho de buen corazón trabajando de conductor para un gángster/hada madrina al que le debe dinero, y que resulta es un genio manejando carros, así que generalmente la hace del conductor con el que huyen después de realizar un crimen.

La trama es estúpida, es lo que estoy diciendo; pero la película funciona no únicamente por la genialidad visual de Edgar Wright y por el sentido del humor, sino también por la encantadoramente adorable Lily James y la súper química que se trae con Ansel Elgort.

Lily James

Lily James

Las actuaciones son mucho mejores de lo que esta película merece (especialmente el depredador sexual Kevin Spacey), las escenas de acción (especialmente las persecuciones) son divertidísimas, y es al final del día un romance, así que por supuesto me encantó. Es un cuento de hadas bastante violento con una historia más bien pendeja; pero no importa: es divertida y Lily James debería casarse conmigo.

Así que vayan y véanla.

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El café italiano

No recuerdo si llegué a mencionarlo en el blog, pero la única otra vez que estuve en Italia (en 2011) me enfermé y entonces sólo probé café una vez, justo antes de treparme a mi avión de salida.

Esta vez no estoy enfermo, así que he estado tomando café italiano todo el tiempo. Y es delicioso.

No sé si sean los granos, cómo los tuestan o cómo los hacen, pero es por mucho el café más suave que yo haya probado. Y con suave no quiero decir débil, quiero decir suave. El café es fuerte, pero suave (como los buenos amantes).

Se siente como si una prostituta milenaria acariciara tu lengua con la suya, mientras recita antiguos hechizos de amor lujurioso en tu oído. Es así de bueno.

Ahora sólo me preocupa que me voy en unos días y no sé dónde encontraré este tipo de café de nuevo.

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Valerian

Después de ver la última película de Spidey, pasaron unas semanas y fui a ver Valerian and the City of a Thousand Planets, en gran medidad por Cara Delevingne y Dane DeHaan, y un poco por Luc Besson.

Se aplican las advertencias de spoilers habituales.

Valerian and the City of a Thousand Planets

Valerian and the City of a Thousand Planets

Basado en el cómic seminal de ciencia ficción francés, esta película tenía muchas ganas de verla. Estoy ligeramente enamorado de Cara Delevingne desde que la oí en la estación Non-Stop-Pop FM de Grand Theft Auto V, y me parece uno de los seres humanos más hermosos que jamás han existido. En ese sentido la película no decepciona; Laureline es hermosa y patea traseros.

Dane Haan me decepcionó un poco su personaje; el tipo me parece un extraordinario actor desde que lo vi en Chronicle, pero en general no lo he visto bien utilizado en nada desde entonces (aunque no he visto A cure for Wellness). Su papel (el protagónico Valerian) es un héroe de acción ligeramente chapado a la antigua, y medio güey en comparación de Laureline, pero tampoco es nada terrible.

La que me sorprendió fue Rihanna, que sale como 10 minutos pero se roba todas las escenas donde lo hace. Y siempre es agradable el ver a Clive Owen e Ethan Hawke, aunque son medio caricaturescos en sus personajes.

La dirección de Luc Besson sufre de lo que siempre ha sufrido; el tipo puede hacer cosas extraordinarias (como León o The Fifth Element), o puede hacer esperpentos (como The Big Blue), generalmente cayendo en esperpentos muy divertidos (como Lucy). Lamentablemente Valerian cae más bien en el último grupo, pero tampoco es tan mala como Rotten Tomatoes aparenta.

La película comienza con un montaje de cómo la estación espacial Alpha comenzó su existencia, utilizando como soundtrack una de mis canciones favoritas en todo el mundo mundial.

Ground Control to Major Tom

Todo el inicio es muy padre; muy imaginativo, bastante optimista y visualmente increíble, con la voz de David Bowie de fondo. Se explica cómo Alpha fue expandiéndose hasta que tuvo que alejarse del planeta Tierra porque su gravedad comenzaba a afectarla, y después la historia se mueve a la destrucción de una raza idílica que vive idílicamente en un idílico planeta. Y hasta entonces llegamos a Valerian y Laureline.

La película no es mala; sólo podría estar mejor contada y tener mejor ritmo, además de que a veces los actores no parecen saber exactamente qué deben hacer. Yo lo culpo todo en el director.

Como sea es muy europea (el desprecio por la vida de todos aquellos que no son personajes principales es deliciosamente total), muy antiimperialista (lo que tal vez explica que no le haya gustado a los gringos) y tiene el corazón en el lugar correcto. Además, en el fondo es una historia romántica, así que yo de eso no me puedo quejar.

Tell my wife I love her very much
She knows!

Desde el punto de vista técnico además la película es impecable, mejor hecha y con un universo mucho más interesante que el de Avatar.

Pero sí tiene bastantes fallas. No para justificar sus porcentajes en Rotten Tomatoes, pero sí las tiene.

Al parecer los chinos le están entrando al quite para ver esta película en el cine, y no dudo que le vaya muy bien en los mercados auxiliares, así que espero haya una secuela. Quiero ver más de este universo, y sin duda alguna quiero ver más de Cara Delevingne.

Por todo eso sí la recomiendo, y probablemente vaya y la compre en Blu-ray, aunque que a veces me pregunto cuánto durarán los Blu-ray y se moverá todo a la nube.

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