Volví a ver Atonement. Qué. Hermosa. Película. Estoy perdidamente enamorado de ella.
Altamente recomenable.

Porque a veces tienes tantos pensamientos, que te gustaría sacarte algunos de la cabeza.
Películas que veo.
Volví a ver Atonement. Qué. Hermosa. Película. Estoy perdidamente enamorado de ella.
Altamente recomenable.
Ayer fui a ver dos películas… que en retrospectiva igual y no fue muy inteligente ir a ver cuatro horas de cine dos días después de que me rebanaran el ojo. De cualquier forma sólo salí con los ojos algo rojos, pero todo bien.
Se aplican etc.
A mí me cae muy bien Jack Black; en general me gustan las películas donde él sale. Dicho eso, de verdad no tenía muchas ganas de ver esta película; se veía bastante babosa. Pero para mi sorpresa estaba subtitulada, así que pedí boleto para ella. Últimamente no he visto varias películas porque los tarados de Cinépolis las ponen únicamente dobladas.
Me perdí los primeros minutos porque tuve que ir al Centro a comprar unas cosas, pero no creo que fueran terriblemente importantes. El resto de la película me la pasé meándome de la risa.
Es fabulosa; no sólo está muy divertida: también es una muy buena película de Kung Fu, con excelentes coreografías de peleas y escenas de acción de verdad emocionantes (el escape de Tai Lung de la prisión es increíble). Además, es una película bonita, con personajes creíbles y un mensaje si bien simple, también simpático.
Altamente recomendable; vayan y véanla.
Esta película, pésimamente basada en un equipo del MIT que encontró como “ganar” en Blackjack (entre comillas, porque en la vida real la ventaja matemática que obtienen se acerca, en el mejor de los casos, a 4%), es mala.
Es increíble, los personajes son completamente erráticos (especialmente el de Kevin Spacey), las reglas para ganar en Blackjack están súper simplificadas y erróneas en algunos casos, y además es predecible como ella sola. De verdad no hay una sola cosa que llegue a sorprender en la trama, porque todo se ve venir desde varios kilómetros de distancia.
Dicho eso, a mí me gustó; está divertida (si uno presiona un poco su suspension of disbelief), y la Kate Bosworth se ve bonita; al contrario de Superman Returns donde sólo se veía pasmada. Eso sí, la gota que colma el vaso en la inverosimilidad de la historia es en la escena final donde ella se la pasa huyendo en tacones altos. Que digo, no me quejo; se ve muy guapa en tacones, pero cualquier persona con dos dedos de frente sabe que si vas a correr porque te persiguen, te quitas los tacones.
Tiene partes divertidas la película, pero no creo que valga la pena verla en el cine. De hecho, si no la ven no se van a perder de nada; pero igual y se divierten como yo.
La película que realmente quería ver era The Incredible Hulk, y lo hice aunque tuve que esperar casi dos horas. Que aproveché para escribir de la otra película.
Se aplican ya saben qué.
Antes de empezar con la película, debo especificar que yo no tengo ningún problema con la que hicieron en el 2003 dirigida por Ang Lee. Sí, el monstruo parecía de caricatura; pero es un cómic, ¿qué esperaban? La película de Lee me pareció pasable, incluso entretenida. Además de que Jennifer Connelly me parece años luz más hermosa que Liv Tyler.
Dicho eso, esta versión me gustó mucho más. Tiene muchísima más acción, y la pelea entre Hulk y la Abominación es brutalmente fabulosa. También me hicieron gracia los guiños a la serie de televisión de los 70s y 80s, incluyendo el cameo fabuloso del encantador Lou Ferrigno.
Pero de cualquier forma no le llega a Iron Man. Aún así, vayan y véanla.
Fui a ver What Happens in Vegas porque me quedaba. Se aplican las de siempre.
What Happens in Vegas es cursi, predecible y pendeja. También es bastante divertida.
Cameron Diaz y Ashton Kutcher tienen broncas personales y se van de juerga a Las Vegas, cada uno por su lado. Ahí se conocen y, después de una noche de juerga, terminan casados. Inmediatamente después de decidir cancelar el matrimonio, se ganan 3,000,000 de dólares, y por pelearse la lana un juez los obliga (de forma imposible) a que intenten componer su matrimonio durante seis meses.
Una hora y media después acaban juntos y felices, por supuesto, y uno puede adivinar todas y cada una de las escenas que llevan a dicho final. La película además utiliza todos y cada uno de los artificios de las comedias románticas gringas.
De todas formas a mí me pareció muy divertida, y ciertamente es disfrutable. Sólo no esperen nada del otro mundo.
Fui a ver (de chiripa) The Happening. Se aplican etc.
M. Night Shyamalan es un director de malas películas que a mí tienden a gustarme mucho. Pero son en general muy malas. Con la posible excepción de The Sixth Sense y Unbreakable, las historias en sus películas son completamente inverosímiles, y muchas veces sin ningún o con muy poco sentido.
Signs no fue realmente tan mala, The Village de plano sí ya fue increíble, y Lady in the Water sencillamente tenía una historia que se sostenía con alfileres. De cualquier forma las tres me gustaron.
The Happening de plano ya no. Sí es muy bueno el tipo para crear ciertos ambientes, y son muy entretenidas algunas de las formas en que tiene de hacer que sus personajes se suiciden; pero la historia es una completa mamada. Ni siquiera que aparezca Zooey Deschenel (que a mí me encanta) hizo que esta película me agradara; sencillamente es muy aburrida, muy predecible, y muy muy MUY pendeja.
Ni siquiera voy a perder tiempo explicando la trama. Espero que el Shyamalan se ponga las pilas, porque de verdad van de mal en peor sus películas.
Y resulta que el otro día iba caminando del Instituto de Matemáticas, cuando me encontré a Marusia. Le pregunté que qué estaba haciendo, y me dijo que seguía estudiando cine en el CUEC; la última vez que la había visto (hacía más de año y medio, antes de que me fuera a California) apenas estaba pensando en entrar, así que se me hizo chido. Lo que se me hizo súper chido fue que cuando le pregunté que cómo iba, ella tan tranquila me dijo que “bien, el viernes estrenan un corto mío en la Cineteca”.
No sé a ustedes, pero que a una estudiante de tercer semestre de cine le proyecten un corto en la Cineteca Nacional a mí se me hace como que importante, así que cuando me invitó a que fuera a verlo yo ni lo pensé y ahí estuve esta noche, donde me aventé el segundo programa de la Muestra Fílmica del CUEC 2008.
El corto de Marusia (El Insecto) a mí me encantó; me pareció muy bonito, para nada pretencioso, y muy bien hecho. Además de que hay escenas en el Tren Ligero, que yo utilicé todo el CCH y toda la carrera, así que me identifico mucho con eso.
Además de que es muy chula la niña actriz que ahí sale.
Euforia de hecho me puso de mal humor. No sé exactamente cuál era el punto que Marco Ortega, el director, quería hacer; pero me pareció terriblemente pretenciosa y desconectada de la realidad: por no mencionar que tiene un aire anti-izquierda terrible. A lo mejor entendí yo mal el mensaje, pero de verdad no me gustó.
Ana en cambió está muy bonita, si bien tal vez peque un poco de simple. Además de que siento que los conejitos se roban el corto.
Dejad que los niños… se me hizo genial, si bien ciertamente es algo burda y vulgar en su ataque al padre Marcel Maciel; pero creo que esa era justamente la idea. Sin duda alguna son más burdos y vulgares los padres pederastas.
(Además de que las escenas musicales son hilarantes).
Trabalenguas para una casa vacía es otra terriblemente pretenciosa. Está muy bien hecha, con unas tomas muy interesantes y una música y efectos de sonidos impecables; pero es básicamente un ejercicio cinematográfico. No hay realmente una historia; y además es aburridísima.
El comienzo del fin está simpática; pero debe durar menos de un minuto. Se puede resumir como “muchacho conoce muchacha… y años después la deja”.
Estas horas son más bellas que mis días también está simpática, pero también dura demasiado poco.
Sombras del cielo es (junto con Dejad que los niños…) la más ambiciosa de todas, en producción, guión, fotografía, desarrollo de personajes, etc. Y Aleyda Gallardo, además de bellísima, actúa de verdad de forma espectacular. Pero también peca un poco de pretenciosa, que de verdad yo no soporto.
Y ya, esos fueron todos los cortos, que en total tomaron como noventa minutos, seguidos de una media hora de diálogo entre el público y los realizadores. Que independientemente de si me gustaron o no sus trabajos, qué huevos (y ovarios) de pararse ahí enfrente a que algunos miembros de la audiencia destazaran (con razón o no) sus trabajos.
Yo estoy muy contento de haber ido; nunca me había parado a una muestra del CUEC, y además estoy muy orgulloso de Marusia, porque de verdad me gustó mucho su corto, y porque se me hace un enorme logro que se lo hayan proyectado cuando lleva tan poquito tiempo estudiando cine.
Ayer jueves por fin vi Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, pero hoy tuve uno de esos días y no había podido escribir al respecto. Se aplican.
Las películas de Indiana Jones son malas películas divertidas. Además suelen ser racistas e insultantes a las civilizaciones antiguas (especialmente las precolombinas y del medio oriente). En ese sentido, esta última es la peor de todas.
De cualquier forma es una película divertida, y creo que es fiel a la franquicia de Indiana Jones (que ya pueden ustedes decidir si eso es bueno o malo). Además, es chido ver a Indy viejo y con el pelo cano, y que se burlen de eso todo el tiempo. También es chido ver a una heroína ya grande, como Karen Allen, y un romance divertido en edad madura.
Pero es básicamente una mala película divertida, y ni siquiera muy trascendente.
Como sea es dominguera, y a mí sí me entretuvo (aunque la idea de enemigos rusos se me hizo ridícula). Así que véanla; creo que no hay nada mejor ahorita.
La obsesión de mi cuate Enrique con Jessica Alba me ha costado ver muchos churros que van de malos a infumables, e incluso lesiones físicas. Así que cuando me dijo que fuera a ver Awake, yo dudé si hacerle caso o no.
Por suerte al final decidí ir a verla; se aplican las advertencias de spoilers de siempre… pero de verdad, si no la han visto no sigan leyendo, porque revelo el plot twist, y sin él la película no tiene ya mucho sentido.
Hayden Christensen interpreta a un chavo millonario, y Jessica Alba a su obscenamente sabrosa prometida. El chavo está esperando un corazón para que se lo transplanten, porque el suyo está descompuesto, y además oculta a su madre (Lena Olin, que no puedo creer ya la haga de madre de adultos) su compromiso con su novia.
En un mismo día que termina siendo más que memorable, el chavo le confiesa a su mamá de su compromiso, se pelea con ella, se casa con su novia, y le encuentran un corazón. La operación la realiza el mismo doctor que lo atendió la primera vez que tuvo un ataque cardiaco, y que se ha convertido en gran amigo suyo (es su padrino en la apurada boda). La madre no quiere que sea él el cirujano, porque el tipo ha tenido varias demandas por mala práctica; pero el chavo confía completamente en él y se niega a ser operado por el mejor cirujano que existe en cosas del corazón y que es amigo de la madre.
Lo que da el título a la película es que cuando comienza la cirugía, el chavo no se duerme. Queda completamente inmovilizado y sedado; pero está consciente de todo lo que ocurre y además siente toda la operación. Nada más por las escenas donde el chavo aulla de dolor (dentro de su cabeza) cuando le abren el pecho y le sacan su corazón descompuesto del pecho valdría la pena esta película; son fabulosas.
Pero además el chavo descubre que todo el equipo médico (excepto el anestesiólogo, que se raja y tienen que llamar a un suplente) está tratando de matarlo. Y para agregarle insulto al perjurio, resulta que su sabrosísima nueva esposa está coludida, y que el plan es que él muera, se quede la chava con una herencia millonaria, y se repartan entre todos el botín.
La crítica a hecho pedazos la película porque es increíble… lo cual a mí por supuesto me parece idiota; nadie se queja de eso en las películas del Señor de los Anillos, y la última ganó 12 Oscares. A mí me pareció fabulosa; sí, hay que tragarse la idea de que la conciencia durante la anestesia funciona así, y otra bola de inverosimilidades médicas; pero eso es lo de menos. El compló para matar al chavo de verdad no se ve venir, y la traición de la perra maldita de su esposa es todavía más impresionante.
Además actúa muy bien la Jessica Alba; de verdad parece un angelito bajado del cielo toda la primera mitad de la película, y después se muestra como la zorra bastarda que es… a mí me encantó; me quiero casar con ella…
…que a lo mejor eso explica mis experiencias amorosas, pero bueno.
Christensen actúa decentemente, pero aunque me sigue pareciendo que el chavo actúa de forma pasable, todavía no me impresiona en lo más mínimo. En cambio la Lena Olin como la mamá más cuervo del universo se roba toditas sus escenas; es maravillosa. Aunque de hecho lo que menos me gustó de la película fue la increíblemente edípica relación entre el chavo y su madre, que a mí me pareció rayando en lo perturbador e incestuoso.
Si ya leyeron esta reseña espero que ya hayan visto la película, porque si uno sabe la traición de la novia la verdad pierde todo el chiste; pero de cualquier forma a mí me pareció muy muy buena.
Hoy, después de dos semanas, volví a ir al cine. La verdad estoy considerando el costo/beneficio de ver Speed Racer en la IMAX, porque no quiero verla en español (y los jodepús de Cinépolis sólo la tienen en inglés en VIP y en IMAX); y The Chronicles of Narnia: Prince Caspian la verdad no se me antoja. La primera me gustó bastante, pero después caí en cuenta de que pudo ser por con quién la vi; y no he leído el libro: para empezar nunca creí que fuera de la calidad de Tolkien (me gustó más la película que el libro), pero además después de leer His Dark Materials de Philip Pullman, la verdad me da aún más hueva Lewis en comparación.
Así que me metí a ver Sommer ’04. Se aplican ya saben.
Un matrimonio alemán (Mirjam y André) está de vacaciones no sé dónde en Europa, y con ellos van su hijo de 15 años, Nils; y su novia de 12-a-punto-de-cumplir-13, Livia (una alemanita bellísima).
Un día la niña conoce a un hombre mayor llamado Bill, y comienza (aparentemente) a coquetear descaradamente con él. André y Nils no parecen tener el más mínimo problema con ello, pero Mirjam se preocupa porque siente que la niña es su responsabilidad, ya que los padres de Livia están de vacaciones acá en México.
La trama se pone ligeramente sórdida, y después ligeramente trágica, pero la verdad yo me estaba muriendo de la hueva.
Creo (y lo enfatizo una vez más: creo) que la película es buena; ciertamente las actuaciones son tan naturales que en parte eso contribuyó a mi hueva, y la fotografía y escenas marinas están chidas. Pero la verdad no sé qué tanto tuviera la película la culpa de que me muriera de hueva.
Pueden ser los ojos, pero la verdad no tuve ningún problema durante la función, y de hecho en muchas partes me olvidaba de fijarme conscientemente de qué tan bien o mal veía. Pero lo que es cierto es que esta hueva no era natural, porque hice algo que nunca hago en el cine, y que de hecho es de las cosas que más me molestan que haga alguien que va al cine conmigo: me quedé dormido.
Sólo unos segundos, pero para acabarla de amolar fue la parte donde Livia tiene bien a matarse en el accidente en bote más pendejo de la historia. Eso me despertó; pero también me sacó de onda, porque la niña de verdad era lo mejor de la película. Al menos para mí, en este estado en que ando.
En resumidas cuentas, la película no me gustó; pero creo que puede atribuirse a cosas externas a la misma película. Y ciertamente, creo que es mejor que meterse a ver Speed Racer en español.
Como comentaba, ayer fui a ver dos películas. Se aplican las advertencias de spoilers de siempre; pero ahora sí es de verdad: no lean mi comentario hasta ver Iron Man. La otra película es intrascendente, entonces ésa sí léanla.
Más de diez años despues de hacer My Best Friend’s Wedding, a los gringos se les ocurrió hacer lo mismo pero con los géneros invertidos. Sólo que al final el tipo sí se roba a la novial; no como en la película de la Roberts.
(Podría entrar en lo sexista que me parece eso; ambas películas son básicamente iguales; pero mientras en la de Julia Roberts la chava tiene que aguantarse y dejar a su amado para que se case, en ésta el güey obtiene su segunda oportunidad. Pero bueno.)
Yo en parte la quería ver porque ya soy fan de Grey’s Anatomy, y porque de verdad no puedo creer que Patrick Dempsey ahora la haga de indiscutible galanazo cuando hace veinte años la hacía de mega nerd en películas como Can’t Buy Me Love… que por cierto, es mejor película que ésta.
Tom y Hannah son amigos desde hace diez años cuando se conocieron en la universidad (que por cierto, es una escena muy bien hecha porque de verdad se ven diez años menores los dos chavos), y Tom se precia mucho de tener sexo con multitud de mujeres, y la compañía de una chava como Hannah.
Un día Hannah se va a Escocia por motivos de trabajo, y durante su ausencia Tom descubre (diez años después) que con quien quiere estar es con Hannah, y decide decírselo cuando regrese. Por supuesto, Hannah regresa enamorada y comprometida con un escocés guapísimo que además es para motivos práticos perfecto.
Hannah le pide que sea su “damo” de honor, y Tom acepta porque decide robarse a la novia. Y después de hora y media de múltiples enredos, Tom consigue su propósito. Y tantán, esa es la película.
Me divirtió bastante la película, y Patrick Dempsey sí actúa muy bien, junto con Michelle Monaghan (que es bellísima; yo sólo la conocía de Mission: Impossible III, pero aquí brilla) y Kevin McKidd como el perfecto escocés. Pero es una comedia romántica completamente intrascendente; tal vez algo menos pendeja que el general, y ciertamente disfrutable. Mas si van a ir a ver una comedia romántica al cine, yo sí les recomiendo más Definitely, Maybe.
De películas basadas en cómics de superhéroes (para descartar cosas como Sin City o V for Vendetta), yo creo que Batman Begins, X2 y Spider-Man 2 son las mejores que se han hecho.
O eso creía hasta ayer, al menos.
Iron Man es tal vez la mejor película basada en un cómic de superhérores que se haya realizado. En gran medida esto es por la increíble actuación de Robert Downey Jr., que sin duda se conectó con el personaje a niveles que muchos tal vez no podamos comprender. También están las actuaciones de Gwyneth Paltrow como una perfecta Pepper Potts, y un irreconocible Jeff Bridges como Iron Monger. Los efectos especiales hacen que uno crea posible que Iron Man exista, y además es una película muy divertida, todo el tiempo, y con un soundtrack de rock/metal que es perfecto para el tipo de superhéroe que es Iron Man.
Pero la película es sin duda de Robert Downey Jr.; el tipo es Tony Stark.
Tiene sus fallas, sin duda; los villanos son bastante caricaturescos, y el papel de Stark como constructor de armas no toma en cuenta todo lo relacionado con el gobierno gringo. Pero la verdad son fallas menores; la película es básicamente perfecta, y disfrutable en todos los sentidos.
Y al final final (después de los créditos) sale Samuel L. Jackson como Nick Fury mencionando a los Avengers; nada más por eso valdría verla también.
Quiero ver cómo sale The Dark Knight, que se ve bastante bien; pero hasta que salga creo que es muy seguro decir que Iron Man es la mejor película de superhéroes que se ha hecho, y la que las demás deben tomar como base para hacer comparaciones.
Véanla. En el cine. Varias veces.
Ayer me metí al cine para esconderme durante dos horas. Consecuentemente, me metí a ver lo que mejor acomodaba mi horario, que era Death Sentence… y me arrepiento profundamente.
Se aplican las advertencias de spoilers regulares.
La película es muy similar a esas que hacía Charles Bronson en los ochentas; a un tipo unos criminales le matan/lastiman a miembros de su familia, y entonces se venga. Sólo que aquí sólo se venga contra los criminales que lo hicieron; no contra todos los criminales.
Al inicio no es terriblemente buena; pero tampoco mala. Algo lenta sin duda… y ligeramente inexplicable a veces. Pero todo el final a mí sí me pareció completamente sin sentido, con Kevin Bacon convirtiéndose en un completo John Wayne. O Rambo.
Dicho eso (y recalcando que sí es un churro), las escenas de acción al final son muy buenas, y además las actuaciones de Bacon (con todo y lo inexplicable de las acciones de su personaje), Garrett Hedlund, y John Goodman (en un papel maravilloso) son muy buenas.
Pero yo sí recomendaría no ir a verla.
Ayer fui a ver Hors de prix. Se aplican etc.
Ésta debe de ser la comedia romántica más predecible que he visto en años; pero no importa, porque Audrey Tautou es encantadora y bellísima (que yo ya sabía), y porque Gad Elmaleh también es encantadoramente torpe (que yo no sabía).
Jean es botones y cantinero en un hotel de lujo, donde Irène y su decrépito novio rabo verde se hospedan. El día del cumpleaños de Irène el viejito se queda dormido, así que la muchacha va al bar donde por casualidad cree que Jean es un huésped y no el cantinero. Predeciblemente se acuestan después de una noche de juerga (Jean la lleva a la suite imperial; es botones del hotel), y al otro día Irène se va.
Un año después Irène regresa, y Jean vuelve a hacerse el huésped rico para volverse a juntar con ella; sólo que esta vez el rabo verde la descubre y la manda por un tubo, cuando estaba a punto de ya casarse con ella. Ella entonces va con Jean, porque sigue creyendo que es rico; pero cuando descubre que es un pobre botones lo manda al caño y vuele a su modus operandi: tratar de ligarse un millonario que le pague sus carísimos gustos.
Jean, perdido por ella, trata de hacer eso por un par de días, y en una de las secuencias más crueles que yo haya visto, Irène despilfarra todos sus ahorros (incluyendo su fondo para pensión) dándose la vida a la que está acostumbrada, y dejando bien claro todo el tiempo que en cuanto se acabe su dinero lo va a botar… que lo hace en cuanto a él se le acaba su último euro.
Cuando en el hotel donde se estaban quedando ya están a punto de llamar a la policía para que vaya por Jean (porque ya no puede pagar la cuenta), una elegante mujer de unos sesenta años (de forma que a mí me pareció medio inexplicable, pero bueno) se lo liga, salvándolo de la prisión; y entonces Jean termina haciendo lo mismo que Irène hace, sólo que con los géneros invertidos. Y como Jean e Irène están en el mismo hotel, ella le comienza a dar consejos de cómo ordeñar más y mejor a su sugar mami.
Como pueden imaginar, qué ocurre después es completamente predecible; pero de verdad no importa, porque es muy divertida, y Audrey Tautou y Gad Elmaleh tienen una química maravillosa. Además de que el tipo es de verdad adorable. La Tautou además es bellísima, y sale todo el tiempo en vestidos súper sexys y con tacones de diez centímetros.
A mí me gustó mucho la película; pero sí es pendeja y predecible. De cualquier forma, váyanla a ver.
Entre mi titulación, y luego que estaba medio molido, no había ido al cine después de la espantosa experiencia que tuve al ver Una niñera en apuros. Además del trauma de ver tan mala película, la verdad no había nada en cartelera que realmente me interesara, y llegué a la conclusión de que no tengo que chutarme cualquier churro, membresía o no membresía.
Hoy me aventé una de policías y otra romántica; se aplican las advertencias de spoilers de siempre.
Ésta me metí a verla porque Keanu Reeves me cae bien, porque sale Hugh Laurie (el de House) y me encanta el tipo, y por la Martha Higareda, que me parece bellísima la cabrona, aunque sólo haga churros aquí en México.
La película sigue una temática similar a Training Day (el director de la primera fue co-productor y director de acrobacias de la segunda); policías que violan la ley con la idea de que así consiguen una mejor impartición de justicia.
No voy a decir mucho de la trama, excepto que no es terriblemente original. Y los personajes son como que los mismos de siempre: el policía rudo y amargado, pero básicamente honesto; el policía corrupto y manipulador; el policía novato e inocente; la novia fiel y preocupada; etc.
No es muy buena película, la verdad; pero me gustaron las escenas de acción, y Keanu Reeves y Chris Evans (la Antorcha Humana de los Cuatro Fantásticos) actúan bastante bien; también Laurie (que sale como veinte minutos) y la Higareda (que sale como diez). El que no me lo tragué ni por un segundo fue Forest Whitaker; después de esta película y la de Vantage Point comienza a preocuparme, solían gustarme las películas donde él salía.
Dado que no hay otras películas de acción (que yo no haya visto) creo que está en general pasable. No buena, pero pasable.
Lo he dicho muchas, muchas veces: me gustan las películas románticas y pendejas; así que por supuesto quería ver ésta. Además Ryan Reynolds me cae bien (y la va a hacer de Deadpool en la próxima película de Wolverine), y me encanta Abigail Breslin desde Little Miss Sunshine. Es una niña maravillosa.
Will Hayes (Reynolds) es el papá de Maya (Breslin), y se está divorciando de su mamá. La niña recibe una ligeramente adelantada clase de educación sexual, y eso hace que le nazca preguntarle a su papá cómo fue que conoció a su madre. El papá, medio a regañadientes, le cuenta la historia de sus tres novias “serias”, pero no le dice cuál es su madre: es tarea de la niña averiguarlo.
La película es romántica y pendeja, y me encantó como no tienen idea; en gran medida por Abigail Breslin que se roba todas y cada una de las escenas donde sale (su papel es lucidorsísimo, siendo justos), y por las tres actrices que la hacen de novias: Rachel Weisz, que me encanta desde hace mucho; Elizabeth Banks, que es perfecta para su papel; e Isla Fisher, que yo no conocía porque no vi (ni planeo ver) Wedding Crashers, pero que se me hizo preciosa y simpatiquísima y encantadora y maravillosa y perfecta en todos los aspectos posibles.
Me gustó además que al final yo había descubierto todo, y no porque fuera obvio; pero por encima de todo que la historia no fuera tan barata como para que el papá decidiera no divorciarse después de platicarle la historia a la hija.
Preciosa película; si les gustan las comedias románticas vayan y véanla. Dos veces.
Ayer después de ir al Cenote Azul, Juan y Enrique me convencieron para que fuera con el primero al cine. Por recomendación de Juan, y porque era la que menos tiempo había que esperar, entramos a ver The Nanny Diaries.
Diría que se aplican advertencias de spoilers, pero es tan asquerosamente mala que realmente no importa.
La película es mala, pendeja y barata, pero eso no es lo realmente grave. Lo realmente grave es lo clasista y sexista que es, además de toda la estupidez de “pobres niños ricos” que plantea. Cuando hay millones de niños con problemas de verdad graves, como ser abusados sexualmente, asesinados en guerras idiotas o sencillamente muriéndose de hambre, esta película estúpida quiere que nos preocupemos de un pendejo y execrable niño que jamás le faltará nada porque su mamá lo ignora.
Asquerosa. Vomitiva. La peor película que he visto de Scarlett Johansson, incluso peor que Scoop. Evítenla como la peste.
¿Cómo lidia uno con el hecho de que su examen de grado se pospuso quién sabe para cuándo? Pues va uno y se chuta tres películas una detrás de otra.
Se aplican las advertencias de spoilers normales.
Tenía muchas ganas de ver esta película desde que vi los avances, y no me decepcionó. Es una dramatización de la Operación Bernhard, de la cual yo había oído por primera vez cuando leí Yo Fui Cicerón, el relato de uno de los espías alemanes más famosos de la Segunda Guerra, y al cual le pagaron con dinero falsificado producto de la Operación Bernhard.
Por encima de todo lo que uno podría esperar de una película de este estilo (nazis, campos de concentración, judíos maltratados), a mí lo que en particular me pareció interesante fue Salomon “Sally” Sorowitsch, interpretado genialmente por Karl Markovics, y el Sturmbannführer Friedrich Herzog, interpretado por Devid Striesow.
Sorowitsch nunca se asume como judío; él es un delincuente, sigue dentro de los campos de concentración el mismo código que siguen los delicuentes, y aunque sí hace un esfuerzo por ayudar a sus compañeros prisioneros, a mí me parece que hubiera hecho lo mismo en una prisión “normal”. No es un héroe (ni se cree tal), y al terminar la guerra él continúa su vida de delincuente. Es lo que él hacía; y era buenísimo.
Herzog de la misma manera no es un nazi común y corriente; no se asume como tal, e incluso le confiesa a Sorowitsch que en su juventud fue comunista. Sí utiliza los mismos métodos que los nazis (como amenazar con matar a cinco prisioneros si Sorowitsch y su equipo no consiguen falsificar el dólar gringo); pero parece que de verdad no toma placer en ello, y se ve a sí mismo como un burócrata altamente eficiente. De hecho eso es lo que era; él fue el que (como policía) detuvo en primer lugar a Sorowitsch (como delincuente).
La relación de ambos es muy interesante, y fue de lo que más me gustó de la película. Además del final, que es perfecto.
Véanla.
Como ya decidí que Philip Seymour Hoffman es mi ídolo no podía perderme esta película; además de que sale también Albert Finney.
Es la historia de dos hermanos; uno un completo perdedor, Hank (Ethan Hawke, en la que yo creo es la mejor actuación que yo le haya visto), y otro que aparentemente es más inteligente, Andy (interpretado por Seymour Hoffman). El primero está divorciado y le debe dinero a su ex-esposa para la manutención de su hija. El segundo es un drogadicto en secreto que ha estado desfalcando la nómina de su compañía para pagar sus vicios.
Y la esposa de Andy se acuesta con su hermano, sólo para hacer más sórdido el asunto. La esposa es interpretada por Marissa Tomei, que por fin le vuelvo a ver una buena actuación después de Mi Primo Vinny… que de cualquier forma, por encantadora que haya actuado ahí, no creo que se mereciera el Oscar. Aquí además de actuar bien se ve muy guapa.
A Andy se le ocurre la genial idea de robar la joyería de sus padres, pensando que el robo será rápido y sin sangre, que el seguro le pagará a sus padres, y que él y su hermano podrán solucionar sus problemas. Todo mundo gana.
El problema por supuesto es que todo lo que podía salir mal sale mal, y además las cosas se van saliendo de control cada vez más rapido hasta que todo acaba descomunalmente jodido. Muertos, odios, abandonos. Todo jodido.
La película se me hizo fabulosa, por la brutalidad de contar una historia que es obvio que va a salir mal, y ver cómo en cada uno de los pasos del camino los dos hermanos cometen estupidez tras estupidez, encerrándose cada vez más en su propia maraña. Y que no traten de solucionar nada con salidas mágicas; las cosas van mal, se ponen peor y acaban de la chingada, como a cualquiera con dos dedos de frente hubiera podido prever al escuchar el plan de Andy.
Yo la recomiendo ampliamente; sólo sí entiendan que es el opuesto absoluto de “final feliz”.
A mí está película se me hizo fabulosa, así que fue con cierta sorpresa que llegué a mi casa y vi que en general la crítica la ha hecho pedazos. Y entonces me cayó el veinte; pasó lo que muchas veces ocurre con este tipo de películas. Mucha gente que la fue a ver no entendió que es un comic.
David Rice (un Hayden Christensen que da una actuación pasable) es un adolescente que un día descubre que puede teleportarse a cualquier lugar que esté o haya estado en su rango de visión (video y fotos no sirven), y entonces hace lo que cualquier persona con dicho poder haría: se hincha de lana robando bóvedas bancarias al teleportarse dentro de ellas en la noche, y vive una vida de lujo sin preocuparse por nada o nadie en el mundo.
Hasta que un día un negro enorme llamado Roland (Samuel L. Jackson en el mismo personaje que ha venido interpretando desde hace como quince años, desde Jules en Pulp Fiction hasta Mace Windu en la Guerra de las Galaxias… no que no me encante de cualquier forma) lo trata de atrapar. Así David se entera de la existencia de más personas como él (llamados jumpers), y de una organización que los busca para matarlos (llamados paladines).
Inexplicablemente entonces David regresa a su pueblo natal y busca a su enamorada de la secundaria, una bellísima Millie Harris (la había visto en Chuck, pero aquí de verdad es demoledoramente hermosa), y se la lleva de paseo a Roma, donde encuentra a otro jumper que lo salva de más paladines que lo siguieron.
La película está basada en una novela que yo no he leído (me ha dado hueva), pero independientemente de eso lo cierto es que tiene toda la estructura de un comic de superhéroes… bueno, tal vez sin el “héroes”. Como tal, es buenísima.
Y sí, los personajes no son del todo creíbles y la historia es ligeramente inexplicable a veces; pero es un comic. Yo le perdono eso y mucho más, porque es divertida, está bien hecha, y explora las posibilidades de un poder que creo cualquiera moriría por probar.
Así que no esperen la gran cosa; pero si van con la idea de divertirse la película puede ser muy divertida. Así que véanla.
Como decía ayer, fui al cine después de ir a Ciudad Universitaria. Fui a ver Horton Hears a Who!; se aplican etc.
En Cinépolis Perisur quedaban tres películas que no hubiera visto. No que quisiera ver; que no hubiera visto, punto. Las otras dos son The Spiderwick Chronicles y Promised Land; y elegí la de Horton porque era la que menos tiempo tenía que esperar para que empezara.
De hecho faltaba tan poco, que me perdí los primeros cinco minutos. Creo que la trama tan compleja la pude comprender a pesar de dicha pérdida.
La película está basada en un librito de Dr. Seuss, que como no fui niño gringo, no leí. La película está bonita, y se puede ver como una defensa del pensamiento científico; Horton parece un poco Galileo, que lo quieren obligar a decir algo que él sabe no es verdad. Y la cangura es una caricatura de esas viejas histéricas que quieren “proteger” a sus hijos de pensamientos “nocivos” (aquí en México suelen vestirse de blanco y hacer actos de diversos grados de ridiculez).
Pero eso es racionalizar mucho; la verdad es que sólo es una película bonita con un mensaje sencillo. Así que véanla. Especialmente si no tienen otra cosa que ver.
No, no es un chiste.
Ayer fui a comer con Enrique y Juan dado que el último se va de vagaciones en semana santa, y después me fui a esconder al cine, porque el tráfico estaba imposible por la gente que abandona la Ciudad como las ratas abandonan un barco hundiéndose.
Vi tres películas (una inglesa, una mexicana y una gringa), para poder esconderme hasta la una de la mañana en el cine, y porque quiero ver los estrenos rápido para tener tiempo en la semana santa para un proyecto que he estado posponiendo desde hace unas semanas.
Se aplican las advertencias de spoilers normales.
Esta es una película de Woody Allen pero inglesa en todo lo demás. Además sale Tom Wilkinson, que me encanta el tipo.
Ian (Ewan McGregor) y Terry (Collin Farrell) son dos hermanos que tienden más a ser perdedores que otra cosa, pero que en un golpe de suerte consiguen comprar un botecito (la famosa “Cassandra’s Dream”), y por ello y otras razones siempre andan en busca de cómo hacer dinero; el primero investigando posibilidades de negocios, y el segundo apostando.
Como era de esperarse, Terry pierde en grande y termina debiendo 90,000 libras esterlinas, y le pide ayuda a su hermano. Entre los dos deciden pedirle a su tio Howard (Tom Wilkinson), un cirujano plástico que se ha vuelto millonario en California, y el tío (que siempre ha mostrado mucho afecto por ellos) decide ayudarlos… con una condición. Que maten a alguien.
Las últimas tres películas de Woody Allen, ésta, Scoop y Match Point, tienen en común que ocurren en inglaterra con una mayoría de actores ingleses, que son de asesinatos, y que lidian con la paradoja moral de cómo puede alguien seguir viviendo consigo mismo después de matar a alguien (si logran salirse con la suya). Match Point se me hizo a mí fabulosa, buenísima. Scoop en cambio me pareció pésima; de las peores películas que he visto de Woody Allen.
Cassandra’s Dream está entre ambas; no es muy buena, ni muy mala. Es, y en el perfecto sentido de la palabra, regular.
Yo soy fan casi incondicional de Ewan McGregor; pero Collin Farrell me sorprendió: su actuación es muy superior a la del primero, aunque ambos actúan bien. La resolución de la historia se me hizo algo débil (no les voy a decir si los hermanos logran salirse con la suya), pero la escena del asesinato me pareció genial en el sentido de que cuando la estaba mirando, me di cuenta de que estaba sintiendo algo raro. Tardé un momento en darme cuenta de que tenía miedo, el mismo miedo que tenían los hermanos al estar a punto de cruzar una línea de la cual ya no se puede regresar.
Como sea, la película es buen material para DVD; no hay motivo real para verla en el cine. Pero sí la recomiendo.
Los lectores regulares de mi blog se habrán dado cuenta de una aparente contradicción en mí; soy (para motivos prácticos) antigringo y nacionalista, y sin embargo veo poquísimo cine nacional. Mi explicación es muy sencilla: el cine nacional apesta. Y cuando no apesta, a mí en general me parece aburridísimo; ciertamente me gustan películas gringas muy malas, pero en general al menos son divertidas.
Además está el hecho de que cuando hay películas mexicanas que me interesan (como La vida inmune), las ponen en bien poquitas salas.
Como sea, cuando vi el avance de La Zona, la premisa se me hizo interesante. Además sale Daniel Giménez Cacho, que me cae muy bien, y decidí ver cómo estaba.
La Zona es una colonia/barrio cercado y con paranoicas medidas de seguridad (como cámaras de video a cada tres pasos), donde vive gente (en general) pendeja que (en general) cree que tales medidas los mantendrán seguros.
Un día de tormenta el viento rompe un anuncio espectacular, que cae sobre la barda abriendo un hueco. También causa múltiples cortes en la electricidad, y entonces tres chavos pobres de afuera de la Zona aprovechan para entrar a robar (porque todo mundo sabe que la gente pobre roba a la primera oportunidad).
Durante el asalto uno de ellos mata a una viejita, y en la huida matan a dos de los ladrones. También uno de los habitantes de la Zona mata (sin querer) a uno de los guardias privados del lugar (al parecer todos los habitantes de la Zona están armados). La Asamblea de vecinos decide ocultar todo el hecho, porque tienen un amparo que los “protege” de que entre la policía, que se invalida al primer altercado que resulte en hechos de sangre. Y también deciden cazar literalmente como a un perro al pobre muchacho que sobrevivió (que no fue el que mató a la viejita), y que quedó atrapado en la Zona.
La película me sorprendió muchísimo; es fabulosa. Daniel Giménez Cacho es maravilloso en su papel como uno de los líderes de los vecinos, su actuación es de las mejores que he visto en el cine mexicano. Mario Zaragoza también es buenísimo como el Comandante Rigoberto, una versión modernizada de Filiberto García, el policía de la novela El complot mongol de Rafael Bernal; brutal, simple, pero excelente policía y con unos principios medio extraños, pero principios al fin y al cabo: “no me van a rebajar estos pendejos”.
Carlos Bardem también es fabuloso en su papel del clásico pendejo que se cree superior por tener algo más de lana y educación que otros, y Marina de la Tavira interpreta a su contraparte femenina; de esas viejas estúpidas que creen que la “nacada” en cualquier momento las robaremos, violaremos y mataremos. Esos dos son sin duda los villanos de la película, creyéndose con el derecho de poder asesinar a un pobre muchacho que tomó una mala decisión: “ojo por ojo”, dice en algún momento el persona de de la Tavira.
Los chavos, Alejandro (Daniel Tovar) y Miguel (Alan Chávez), que terminan teniendo una improbable amistad, también actúan bastante bien.
La historia tiene sus fallas, en mi opinión; en primer lugar no hay en ningún momento ni siquiera un intento de explicación de cómo existe una desigualdad social tan cabrona que permite que gente como la de la Zona y los de afuera vivan literalmente separados únicamente por una pared. Al final no reciben su merecido castigo los monstruos que al fin y al cabo es en lo que se convierten los habitantes de la Zona que linchan a Miguel (aunque queda abierta la posibilidad de que sí haya algo de justicia al final). Y el hecho de que los tres chavos que entran a la Zona a robar lo hacen en automático; que justamente el creer que son así las cosas ayuda a perpetuar en los hechos la paranoia estúpida de la gente que cree que con muros y cámaras aumenta la “seguridad” de un lugar.
El mensaje de la película es que las diferencias entre la gente que vive dentro y fuera de la Zona realmente no es tanta, y que el estar polarizando sobre esas diferencias es en primer lugar pendejo, y en segundo lugar peligroso, porque fácilmente lleva a la violencia. Y en ese sentido es bonito el final, cuando Alejandro sale de la Zona para evitarle al cadáver de Miguel la humillación de ser tirado a la basura, y termina comiendo unos democráticos tacos de pastor con harto limón fuera de la Zona, mandando a la chingada la idea estúpida de sus padres de querer tenerlo “seguro” encerrado en el bonito pero irreal mundo de la Zona. Y ese mensaje está bien, pero podría haber sido mucho más profundo y explícito.
Como sea, sí hay un sutil mensaje social; al inicio de la película, la cámara pasa por la Zona, y entre el montón de camionetas estacionadas hay una que tiene una calcomanía de Felipe Calderón. La gente que vive en lugares como la Zona es sin duda uno de los importantes sectores que vota por el PAN; y ciertamente la pendejísima idea de encerrarse para estar más “seguros” es una idea de la derecha, no de la izquierda, y que llevada al extremo siempre conduce al fascismo.
En mi colonia un tiempo quisieron poner una valla en la calle. Cuando pasaron por mi casa para pedir la firma, inmediatemente les dijimos que no: es idiota. Las vallas y bardas sólo encierran a la gente que vive dentro; ciertamente no mejoran ninguna seguridad. Hasta ahora no hay tal valla, y me enorgullece creer que el que nosotros nos hayamos negado tiene mucho que ver en el asunto.
La Zona sin duda alguna es de las mejores películas mexicanas que he visto en mucho tiempo. Además es indiscutiblemente chilanga, y lidiando con un problema que ocurre mucho en mi hermosa Ciudad. Así que vayan y véanla; si no están de acuerdo con el mensaje (que muchos no lo estarán), las actuaciones por sí mismas lo valen.
August Rush es una película pendeja, barata, cursi, melodramática, predecible y barata. Y sí, ya sé que repetí barata; pero es que es tan barata que vale por dos.
Lyla Novacek (una hermosísima Keri Russell a.k.a. Felicity) y Louis Connelly (un guapísimo Jonathan Rhys Meyers) son dos músicos (ella violonchelista clásica, él cantante y guitarrista en una banda de “rock”), que se conocen una noche y se enamoran y cogen.
El papá de ella le prohíbe verlo a pesar de que se embaraza, y durante dicho embarazo tratan de encontrarse, pero se pierden mutuamente. Ella tiene un accidente y el papá aprovecha para decirle que el niño murió, dándolo secretamente en adopción.
Los dos dejan de tocar durante el tiempo preciso en que tarda el hijo, llamado Evan Taylor (Freddie Highmore), en comenzar a buscarlos. Y como resulta ser el siguiente Mozart, su música los reúne a los tres en un concierto masivo en Central Park.
Neto. Más pendejo, predecible, cursi y barato no se puede poner.
Dicho bien claro que la película es pendeja, barata, cursi, melodramática, predecible y barata (dos veces), a mí me encantó. Porque está bien contada, y que sea tan barata es algo que se buscaba; no les quedó así sin querer. Y si uno lo ve como un cuento de hadas donde en lugar de magia hay música que causa magia, pues está bonita. Pendeja y barata, pero bonita. Y la música (en mi limitado entendimiento de ese arte) es fabulosa.
Así que véanla. Además Keri Russell (que para mí siempre ha sido y será Felicity) sale muy, muy guapa y actúa bastante bien; igual que Freddie Highmore, en el papel del talentoso y ligeramente autista Evan.
Sólo que sí entiendan que es pendeja, barata, cursi, melodramática, predecible y barata. Dos veces. Luego no me acusen de que no les dije.
Fui a ver Elizabeth: The Golden Age en gran medida porque mañana hay estrenos y era la última película que tengo un mínimo interés en en ver. Bueno, también quiero ver The Spiderwick Chronicles y La Vida Inmune, pero la primera únicamente está en inglés en no sé qué Cinépolis hasta el culo del mundo, y la segunda está en puros Cinépolis en los otros culos del mundo.
Se aplican etc.
Yo vi la primera hace unas semanas, porque nunca la había visto y quería ver la segunda.
La primera es indudablemente mejor. Esta continuación tiene cosas buenas (sale Clive Owen y Cate Blanchett actúa muy bien), pero es bastante pretenciosa. Además, la verdad al ver a los imperios español e inglés pelear, no se me antoja apoyar a ninguno. Especialmente cuando España acusa a Inglaterra de que sus piratas los robaban (que técnicamente era verdad), pero nadie dice que ambos imperios nos saqueaban a nosotros alegremente.
Como sea, la película está muy bien hecha (si bien es inverosímil en muchas partes y de histórica tiene como la tercera parte), está bien actuada, y las grillas de palacio están entretenidas. Pero no sé qué tan recomendable sea.
Tal vez sí valga la pena verla por la actuación de la Blanchett. Y por Clive Owen.
Ayer tuve un día agitado. Y crucé Periférico a pie; pero no hay que hacer eso. Al final del día fui a ver 10,000 B.C.. Se aplican las advertencias de spoilers normales.
10,000 B.C. es un churro.
No lo duden ni por un momento. Además, Steve Strait puede ser muy guapo y Camilla Belle muy hermosa, pero actuar no es realmente uno de sus fuertes. Encima la historia es bastante increíble, e históricamente incorrecta, por no decir incluso pacheca; las pirámides de Egipto no tienen 12,000 años de antigüedad (la evidencia científica sugiere una edad de más o menos 4,500 años), y no fueron construidas por extraterrestres y/o sobrevivientes de la Atlántida (aunque en su defensa, exceptuando que el falso dios que manda construir las pirámides mide casi tres metros, no hay nada que no sugiera que era un ser humano).
Y, para acabar con la enlodada, la historia es la menos original de la humanidad:
Todos hemos oído esa historia antes. Algunos incluso la hemos vivido.
Dicho todo lo anterior, a mí me encantó la película. Sí las actuaciones no son muy buenas que digamos. Sí la historia es increíble e incorrecta históricamente. Pero no importa; es una historia bonita, con romance, amistad, y una rebelión de esclavos. Y tiene magia y misticismo, y el héroe se gana el respeto de un gato de tres metros de largo con dientes del tamaño de mis antebrazos.
La historia, por inverosímil que sea está bien contada, y los efectos son espectaculares; los mamuts se ven como probablemente se veían los mamuts, y el dientes de sable se ve como me gustaría que se viera mi gato Tigger.
Así que sí, es un churro; pero yo me divertí como enano viendo a los mamuts y al dientes de sable, y siguiendo a un héroe sencillo que quiere rescatar a su novia y proteger a su gente, y que libera esclavos de quien los oprime.
Entonces véanla; está muy divertida, y está bien hecha y está bonita. Y es de las películas que merecen ser vistas en el cine.
Después de que mi amiga me dejó plantado (que ha ocurrido más o menos una de cada tres veces en los años que llevo conociéndola), decidí ir al cine. No sabía qué había a esa hora, así que cuando llegué decidí ver L’ Homme de sa vie.
Se aplican las advertencias de spoilers regulares.
Yo no tenía la menor intención de ver esta película; pero cuando llegué al cine estaba justo a punto de empezar, y la sala estaba vacía. Y justamente para este tipo de circunstancias es que la membresía de Cinépolis funciona bastante bien; así que me metí.
La película está muy bonita; no sólo la historia, sino también visualmente. Además de que tiene una coreografía de tango fabulosa.
Frédéric y Frédérique (que es como si un Francisco se casara con una Francisca) son un matrimonio todavía joven, con un hijo pequeño, y aparentemente felices, exceptuando que su vida sexual no anda muy bien. Los tres están de vacaciones en la campiña francesa donde van a visitarlos varios familiares y amigos.
Queriendo ser cortés Frédéric invita al vecino, Hugo, que vive en frente, a que los acompañe a una cena. En dicha cena Hugo anuncia campantemente que es homosexual, y terminan él y Frédéric en la madrugada, los últimos “sobrevivientes” de la fiesta, teniendo una profunda plática de lo que es el amor y la humanidad y la familia y la chingada.
De esto nos enteramos después, cuando van mostrando escenas dispersas de esa plática que terminará cambiando para siempre a Frédéric, y que explicarán cómo es que termina enamorándose de Hugo. Lo triste es que Hugo claramente le dice desde esa plática que él no cree en las relaciones; que las relaciones matan la pasión.
Y también la pobre Frédérique, que lentamente comienza a darse cuenta de que ha perdido irremediablemente a su marido para siempre, sin que ella haya hecho absolutamente nada para merecerlo (de hecho queda claro que Frédérique es para motivos prácticos una esposa y madre casi perfecta). Además está una historia secundaria de Hugo que no quiere ir a visitar al hospital a su padre moribundo, que lo corrió de la casa cuando era joven, pero que termina yendo cuando su joven hija le hace ver que no debe ir a verlo por el padre, sino por él mismo.
La historia termina con Frédéric dándose cuenta de que no puede estar con su esposa y con el corazón rompido porque Hugo se va; pero asegurándole a su hijo que lo ama y que él estará ahí para él.
La película es muy bonita; y el “hombre de su vida” puede aplicarse a parejas y amigos, a padres e hijos. Además, repito, visualmente es bellísima y tiene una música fabulosa; con varios tangos dentro del repertorio.
A mí me gustó mucho, si bien es algo lenta en algunas partes, y la alta no linealidad de la trama (que encima a veces se confunde con los sueños de Frédéric, que se la pasa dormido gran parte del tiempo) a lo mejor confunde a algunos. Pero yo la recomiendo ampliamente.